HISTORIA
Dr. Christofredo Jakob: Historia de la Escuela Neurobiológica Germano-argentina
Cristina H. Besada
Servicio de Diagnóstico por Imágenes. Sector de Neurorradiología. Hospital Italiano de Buenos Aires. Gascón 450 (C1181ACH). C.A.B.A. - República Argentina. Tel. (5411) 4959-0200.
Correspondencia: Dra. Cristina Besada: cristina.besada@hospitalitaliano.org.ar
Recibido: Mayo 2010; aceptado: mayo 2010
Received: May 2010; accepted: may 2010
©SAR-FAARDIT 2010
INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS
En este trabajo intentaré reproducir a través de los datos extraídos de la vida y obra del Dr. Christofredo Jakob (1866-1956) (Fig. 1) la impronta de este extraordinario maestro a lo largo de su extensa actividad en nuestro país (1899-1956) sobre los conceptos neurobiológicos de la neuropsiquiatría argentina actual. Desde el punto de vista histórico, tanto su vida como -más importante aún- su obra han sido relegadas. Se mencionarán algunos testimonios orales y escritos que dan cuenta de ello.
Fig. 1. Retrato y firma del Dr. Christofredo Jacob.
Aquellos que compartimos el placer por el estudio de las neurociencias desde cualquier ámbito (en mi caso, las neuroimágenes) sufrimos la escasez de las fuentes bibliográficas pertinentes, notablemente de la "Folia Neurobiológica Argentina". La aspiración final es despertar en los jóvenes la reflexión crítica acerca del presente y del futuro que suele devenir de la consideración de las grandes obras de nuestro pasado.
RESEÑA HISTÓRICA
Christfried Jakob nació en Baviera, Alemania, en
1866, y se graduó de Médico en 1890 en la Universidad
alemana de Erlangen. Desde joven se destacó en la universidad
como ayudante predilecto del ya entonces
célebre Dr. Ernst Adolf Gustav Gottfried Von
Strümpell (1853-1925), uno de los fundadores de la
Neurología moderna. Al finalizar sus estudios ya era
autor de un atlas anatómico y patológico del sistema
nervioso traducido a varios idiomas. El mismo Von
Strümpell fue el encargado de realizar, más adelante,
el epílogo de sus libros y continuó siendo, a pesar de
las distancias, su maestro desde lo académico pero
también desde lo afectivo. De este maestro y de la
atmósfera conceptual que él contribuía a elaborar, el
joven Christfried aprendió a apreciar como medios de
orientación práctica las perspectivas científicas de gran
amplitud filosófica, noción ésta que legó a través de
sus discípulos a la tradición argentina (1, 2).
En 1899, durante la presidencia de Roca, el gobierno
argentino lo contactó a través de Domingo Cabred y por medio del Ministerio de Relaciones Exteriores y
decidió contratarlo para hacerse cargo del Laboratorio
de Clínica Psiquiátrica y Neurológica del Hospicio de
las Mercedes (actual Hospital Neuropsiquiátrico "José
T. Borda"). Para facilitar su trabajo, se construyó una
réplica exacta del laboratorio de anatomía patológica
en el que desarrollaba su labor en Alemania (Fig. 2).
Fig. 2. Sala de microscopía del laboratorio de Jakob en el Hospicio de las
Mercedes en 1900, cuando llegara desde Alemania. No contaba con ningún colaborador entrenado y, sin embargo, en el lapso de 2 años, logró evaluar y archivar más de 25.000 preparados cerebrales.
Fig. 3. Fotografía tomada en la balaustrada del Laboratorio que dirigía
a pocos años de su llegada a la Argentina. Jakob, al sol, corta un cerebro a mano alzada.
Cuando recibió la propuesta, preguntó con cuántos
cerebros podría contar en la Argentina para su trabajo.
Le respondieron que rondarían los trescientos por año,
lo que lo convenció de emprender la aventura de viajar
a nuestro remoto país. Hay que tener en cuenta que
en aquella época los preparados cerebrales escaseaban
en Alemania (llegaban apenas a 2 ó 3 por año) y esto
retrasaba las tareas de anatomía patológica encefálica
en las que la escuela alemana era la pionera.
Una anécdota cuenta que en ese entonces era tal su
desconocimiento sobre la cultura y realidad argentinas,
que antes de embarcarse hacia nuestro país compró un
diccionario "alemán-portugués", que luego debió cambiar
por uno en español al descubrir su error.
Poseedor de un método científico rígido e inflexible,
es -sin duda- el artífice de los cimientos de la
escuela neurobiológica argentina, con discípulos
como Braulio Moyano, José Borda, Jacinto Orlando y
Diego Outes.
Sobre la base de sus arraigados conceptos de disciplina
y trabajo científico, formó cerca de cinco mil discípulos
y estudiantes, muchos de los cuales produjeron
a su vez descubrimientos científicos de primera magnitud
y continuaron con su política de enseñar desde la
tradición normalista o discipularmente en los hospitales
o en la Morgue Judicial. Gracias a ellos es que se
conocen muchas de sus anécdotas más importantes.
Jakob también introdujo en nuestro país adelantos
técnicos anatomopatológicos, como la tinción de
Weigert para mielina, esencial para el análisis de las
vías de conexión cerebrales, cuyo uso se generalizó a
nivel mundial a partir de 1885 (4).
Apartir de 1901 comenzó a dictar clases en la cátedra
del entonces Hospital San Roque (hoy Ramos
Mejía). Entre 1912 y su retiro en 1946, a la edad de 80
años, Jakob se desempeñó en el Hospital de Alienadas
(hoy Moyano). Fue el primer profesor titular de Biología en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA
Desde el punto de vista de la Historia de la
Medicina, resultan muy interesantes los avatares de
su inserción en la medicina y en la formación médica
universitaria argentinas a través de las Facultades de
Medicina y de Filosofía y Letras de la Universidad de
Buenos Aires (UBA) y de la Facultad de Humanidades
y Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional de
La Plata (5). Involuntariamente, participó de las luchas
entre las universidades argentinas. En tiempos de la
Reforma se le pidió la renuncia a la cátedra de
Anatomía Descriptiva de la Facultad de Medicina de
la UBA por oposición a su novedoso plan de estudios
centrado en la embriología del Sistema Nervioso, concepto
muy arraigado en las escuelas mundiales de
Neurociencias en esa época y que Jakob consideraba
un requisito fundamental y básico para comprender el
funcionamiento del sistema nervioso.
Si bien siempre se mantuvo ajeno a cuestiones
políticas, existen varias fotos que atestiguan las visitas
que realizaron a su laboratorio, con posterioridad a su
época -en tiempos de su sucesor, el Dr. Moyano-, tanto
el Prof. Dr. Ramón Carrillo como el mismo presidente
Juan Domingo Perón (Fig. 4).
Fig. 4. De visita en el laboratorio del Hospital Borda, el 16 de agosto de
1946, a la derecha, el Sr. Ministro de Salud Pública de la Nación,
Profesor Dr. Ramón Carrillo, el Sr. Jefe del Laboratorio Dr. Braulio
Aurelio Moyano y el Sr. Presidente de la Nación General Juan Domingo
Perón. A la izquierda, el Dr. Ricardo Guardo, quien presidiera la Hº
Cámara de Diputados; con saco, el Dr. Sarruf, muerto posteriormente a
manos de un paciente).
Era también un gran aficionado a la música y un eximio pianista -le gustaba ejecutar piezas de Wagnerde lo que varios de sus discípulos dan testimonio.
SU MONUMENTAL OBRA Y LAS INJUSTICIAS DE LA HISTORIA
Sus obras comprenden alrededor de 20 libros y 180 artículos. Entre todas, descuella su monumental "Folia Neurobiológica Argentina", que condensa el trabajo de más de 40 años y que consta de cuatro Atlas y de cuatro tomos de texto editados entre 1939 y 1945 (Fig. 5) (6).
Fig. 5. Títulos de varias ediciones del "Atlas of the Nervous System": en inglés -izquierda-, en ruso -centro- (traducción de la 1ra edición), y de
la 2da edición en alemán -derecha-; ésta última con una inscripción de puño y letra del autor.
No se expondrán aquí los delicados detalles anatómicos
que Jakob destacó con fina precisión y que otorgan
a sus investigaciones el carácter que define su
obra, sino que más bien se esbozarán algunos de los
conceptos más importantes de la obra de su vida.
Son claros el aporte fundacional y la impronta que
dejó este eximio maestro en la creación del pensamiento
neurobiológico a través de la llamada "Escuela
Neurobiológica Argentino-germana".
Se considera que casi la totalidad de la tarea de
Jakob gira de una u otra manera sobre dos puntos fundamentales:
1. la ubicación del hombre en el cosmos;
2. los mecanismos de producción, a través de la filogenia, de las funciones mentales superiores.
Jakob alcanzó sus conclusiones estudiando los
hechos anatómicos y microscópicos con una clara sistematización
filo-ontogénica, producto de la minuciosa
observación personal de más de veinte mil cerebros
humanos, a los que se les agregan muchísimos de
otras especies. Esto lo demuestra en la "Folia
Neurobiológica Argentina", de la que pudo personalmente
imprimir cinco volúmenes de texto y tres
tomos de Atlas de los doce que había planificado,
siendo éste el número que alcanza actualmente esa
publicación periódica. En la "Folia" Jakob explicita el
ideal de reconstruir la génesis de la organización cerebral
del hombre, su "encefalogonía biológica" (6).
Pero esta no fue su única obra; según su discípulo
Braulio Moyano, "Von Tierhirn zum Menschenhirn"
("Del cerebro animal al cerebro humano") representa
el mejor libro de Jacob (7). Su equivalente en español
fue el "Atlas del cerebro de los mamíferos de la
República Argentina", publicado en 1913 en colaboración
con el distinguido Clementi Onelli (director del
Zoológico de Buenos Aires) (8).
Realizó numerosos trabajos de anatomía comparada
y solía salir de excursión a distintos puntos del país
para conseguir cerebros de la fauna argentina. Le gustaba
conocer parajes alejados y descubrir lugares
remotos (Fig 6).
Fig. 6. Lago Jakob y Refugio General San Martín, Río Negro. El profesor
Dr. Christofredo Jakob exploró con detenimiento la zona del
Tronador, la de los lagos Moreno, Nahuel Huapi y la región de Pampa
Linda. Fue el descubridor del bellísimo lago que años después Otto
Meiling bautizara con su nombre.
Jakob pensaba que la historia biológica de la corteza cerebral comienza en el encéfalo de la Amphisbaena darwini (víbora ciega). Sus trabajos lo llevaron a concluir, en 1911, en la existencia de un "cerebro visceral", hallazgo que más tarde James Papez (1883-1958) retomó parcialmente y publicó en 1937, y que pasó a la historia con su nombre. Aún hoy se lo conoce como "circuito de Papez" y figura en los libros en el capítulo del "sistema límbico" (9, 10).
SISTEMA LÍMBICO Y CIRCUITO DE PAPEZ
El sistema límbico está constituido por un grupo de estructuras cerebrales que incluyen el hipocampo, el complejo nuclear amigdalino, los núcleos anteriores del tálamo y la corteza límbica, y comprende una variedad de funciones que incluyen la emoción, la conducta, la memoria a largo plazo y el sistema olfatorio (Fig 7).
Fig. 7. Dr. James Papez (1883-1958), neuroanatomista norteamericano
proveniente de la Universidad de Minnesota. Pasó a la historia por su
descripción de un "nuevo" circuito perteneciente al sistema límbico en
1937. Su hipótesis se basaba en que el hipocampo, la circunvolución del
cíngulo, el hipotálamo, los núcleos anteriores del tálamo y sus interconexiones
constituían un mecanismo armonioso encargado de funciones
emocionales. Papez, además de desconocer (como mejor opción) el trabajo
más profundo sobre el tema del Dr Jakob sobre el cerebro visceral,
tampoco mencionó jamás los estudios del Dr. Paul Broca sobre los lóbulos
límbicos mayor y menor (homologables a lo descripto por él y, por
supuesto, también previos).
El circuito de Papez juega un rol importante en el
archivo de la memoria y por eso su trascendencia en
la patología cognitiva ya mencionada (demencias).
Papez estudió este circuito mediante la inyección del
virus de la rabia en hipocampos de gatos.
Este tema es de gran actualidad e interés en el
ámbito de las neurociencias y en el del público general.
Desde el punto de vista psiquiátrico, por ejemplo,
muchas drogas que se utilizan para diferentes trastornos
psiquiátricos tienen como blanco los componentes
y circuitos del sistema límbico. Y desde el punto de
vista cognitivo, las estructuras afectadas en las
demencias más frecuentes, como la enfermedad de
Alzheimer, también constituyen parte de este sistema.
Hay que tener en cuenta que el progresivo incremento
de la edad de la población a nivel mundial hace que
estas enfermedades adquieran cada vez mayor prevalencia
e importancia en la Salud Pública. Es muy frecuente
que una conferencia nacional o internacional
sobre este tema comience con la descripción del "circuito
de Papez", inclusive desde el punto de vista de
las neuroimágenes, particularmente funcionales.
Como experiencia personal, puedo relatar que en
el año 2004 publicamos con el Dr. Gabriel Fraticola
(neuroanatomista, discípulo del Dr. Juan Carlos
Goldar y, por lo tanto, de la Escuela Neurobiológica
Argentino-germana) en la revista Diagnóstico Journal
el ensayo iconográfico "El Sistema Límbico: Anatomía
e Imágenes", también disponible en la red en su versión
digital. Al año siguiente, los editores me solicitaron
que publicara más material sobre el tema, ya que
constituía el artículo más consultado por médicos y por el público general, lo que revela el gran interés
actual que despierta este tema (11).
El circuito de Papez es un conjunto de estructuras
nerviosas situadas en el cerebro que forman parte del
sistema límbico y que están implicadas en el control
de las emociones (Fig. 8). Su nombre original es "cerebro
visceral", con el que apropiadamente lo designó
su descubridor original, el Dr. Christofredo Jacob, al
comunicarlo en 1908. Tras una larga investigación
comenzada en Alemania antes de 1890 y continuada
en el Hospital Borda a partir de 1899, Jakob comunicó
este hallazgo en numerosas ocasiones desde 1911
tanto en castellano como en alemán en obras mundialmente
resonantes. Sin embargo, las rivalidades entre
las grandes potencias parecen haber desempeñado un
rol en el hecho de que el descubrimiento de Jacob del
cerebro visceral permaneciera silenciado en las neurociencias
angloparlantes y estadounidenses dominantes.
En estas, fue erróneamente atribuido a James Papez, quien lo describió en parte tres décadas después
en un brevísimo artículo científico en inglés,
falsa atribución que se extendió ampliamente al
adquirir esas neurociencias el prestigio mundial predominante
en la segunda mitad del siglo veinte.
Fig. 8. Representación de un esquema a mano del circuito de Papez realizado por el Dr Fraticola y su comparativo sobre una resonancia magnética.
No obstante, en la Argentina y en otros países de la región se designaba a ese sector del cerebro como
cerebro visceral y se enseñaba como cosa bien conocida
que su descubridor fue Jakob. Incluso, ya en 1964,
un catedrático de Neurología de la Facultad de
Medicina de la Universidad de Buenos Aires, el profesor
Jacinto Orlando, denunció el error en una revista científica de amplia circulación, pero el silenciamiento
se mantuvo (12). Lo mismo ocurrió a pesar de las conmemoraciones
del descubrimiento realizadas por
muchos de sus sucesores y seguidores en el Hospital
Borda en diversos aniversarios.
La descripción inicial de Jakob, así como nuevos
resultados en neurobiología, psicofisiología y estudios
de la función cerebral, elucidaron un amplio circuito,
mucho mayor que el que imaginó Papez. El equivalente
o copia del circuito de Papez fue detalladamente
descripto por Jakob dentro de los circuitos del
"cerebro visceral de Jakob" (él jamás lo bautizó así). El
circuito comienza en el hipocampo; las fibras eferentes
salen por el trígono, formando parte de las fibras post
comisurales del pilar anterior que llegan a los cuerpos
mamilares; de allí se dirigen al núcleo anterior del
tálamo a través del haz mamilo talámico de Vicq
D'Azyr. Se incorporan luego al fascículo del cíngulo
(que es un haz de sustancia blanca en el interior de la
circunvolución del cíngulo) y se dirigen hacia atrás
para entrar en la circunvolución del hipocampo, completando
así el circuito. El cerebro visceral incluye, así,
la corteza prefrontal, las amígdalas cerebrales y los
núcleos grises del septum o septales, entre otras áreas.
Los primeros son componentes clave para su función.
La incorrecta atribución a Papez se mantuvo en las
neurociencias dependientes de fuentes angloestadounidenses
hasta 2008, año en que Lazaros C. Triahou
conmemoró también en inglés el centenario del descubrimiento
por Jakob del cerebro visceral ("Centenary of Christfried Jakob's discovery of the visceral brain",
en la Neuroscience & Biobehav Reviews) y puntualizó
en esa contribución de la Escuela Neurobiológica
Argentino-germana una desatendida precedencia en
la neurobiología de los afectos ("an unheeded precedence
in affective neuroscience") (13). Según Triarhou:
"El crucial descubrimiento del cíngulo (gyrus cinguli, o
corteza cingular) como estructura cerebral que recibe
estímulos desde músculos y vísceras (propriocepción
e interocepción) es trazado hasta en un trabajo de
1907/1908 de Christofredo Jakob. Además, la participación
de los cuerpos mamilares (hipotálamo), de los
núcleos anteriores del tálamo, de la corteza cingular y
del hipocampo en el circuito del cerebro emocional
(esto es, todos los elementos del 'circuito de Papez' de
1937) fue publicada por Jakob en sus monografías de
1911 y 1913 sobre neuroanatomía humana y comparada.
En esas obras, Jakob también describe la proyección
tálamo-cingular, cuyo descubrimiento por lo
común se atribuye a un estudio de 1933 hecho por Le
Gros Clark y Boggon, e introduce el término 'cerebro
visceral', comúnmente atribuido a un artículo de 1949
de MacLean. El presente artículo incluye las primeras
traducciones al inglés de los pasajes relevantes de
Jakob, que incontrovertiblemente documentan su
prioridad cronológica en descubrir el cerebro visceral
y varios de sus elementos constitutivos esenciales,
absolutamente desconocida e ignorada por la literatura
angloparlante".
A partir de ello, es posible encontrar en Internet
menciones como la siguiente: "Reproducimos el circuito
de Jakob ("circuito de Papez") que ha sido recientemente
aclarado como una atribución incorrecta al
trabajo del Dr. James Papez. Fue originariamente
denominado 'el cerebro visceral' por el Dr. Christfried
Jakob en numerosas publicaciones en 1908, 1909, 1911,
1913, entre otras".
Es por eso que las hipótesis y teorías originales y
brillantes deben ser documentadas por escrito y, más
aún, publicadas en la literatura, en el idioma y en los
medios adecuados (de todas formas, ¿quién iba a dar
crédito a un trabajo de neurobiología, por más eximio
y original que fuera, si provenía de un paraje como la
Argentina de entonces?...). El propio Jakob sufrió en
carne propia la desvalorización de su trabajo cuando,
en medio de su larga estadía en Argentina, decidió
volver temporariamente a su Alemania natal y exponer
los trabajos realizados en nuestro país frente a sus
mismos colegas de otrora.
Hoy en día, las neuroimágenes nos han permitido
visualizar y estudiar las estructuras cerebrales e incluso
las conexiones encefálicas "in vivo" y no es necesario
esperar a que el cerebro se convierta en un preparado
(Fig 9). Para ello se deben conocer estas estructuras
que han sido analizadas durante el siglo pasado
por los maestros neuroanatomistas y neuropatólogos.
Los invito a todos a reivindicar a estos maestros, especialmente
al Dr. Jacob, quien llevó a cabo sus hallazgos
y trabajos más importantes en nuestro país.
Fig. 9. Imagen fusionada anatómica (RM) y funcional (tractografía) que nos permite poner de manifiesto nada menos que las vías de sustancia blanca en el encéfalo y, eventualmente, su deterioro. Actualmente, la indicación principal asistencial de esta técnica es la presencia de un tumor cerebral cercano a una vía elocuente. Permite visualizar su relación con ella y el desplazamiento o la infiltración de esa vía por el tumor para que el cirujano pueda evitar dañarla en el abordaje y exéresis quirúrgica. Por supuesto, sus posibilidades son ilimitadas.
Fig. 10. a. Esquema en vista lateral realizado a mano del tronco encefálico
con los núcleos y trayectos de los pares craneanos en sus emergencias.
b. Preparado con tinción de Weigert para fibras nerviosas que Jakob
aprendiera en Alemania y que trajera a su llegada a nuestro país. c.
Esquema horizontal en colores del hemisferio derecho. d. Tinción en
plata de una circunvolución cerebral.
Braulio Moyano fue el sucesor inmediato de Jakob en el Laboratorio de Anatomía Patológica del Hospital Nacional de Neuropsiquiatría hasta su muerte, en 1959. Se destacó especialmente por sus estudios clínico- neuropatológicos en demencias. Refieren los Dres. Outes y Funes que Moyano vivió en soledad ejemplar y franciscana en el mismo Hospital de Alienadas que hoy lleva su nombre (1). Fue sucesor de Moyano en el Laboratorio de Anatomía Patológica el Dr. Diego Luis Outes, a su vez sucedido por el Dr. Juan Carlos Goldar.
Agradecimientos:
A mi maestro el Dr. Jorge Amílcar Funes, discípulo de los Dres. D.L. Outes y J.C. Goldar y heredero de la tradición de la Escuela Neurobiológica Argentina, mi más profundo agradecimiento. Él me introdujo en el conocimiento del pensamiento de Christfried Jakob y me facilitó buena parte de la bibliografía original utilizada en la preparación de este trabajo.
1. Orlando JC. Christofredo Jakob, su vida y obra: 1866-1946. Buenos Aires: Editora Mundi; 1996.
2. Faccio EJ. Christofredo Jakob y el origen del psiquismo. ALCMEON. Revista Argentina de Clínica Neuropsiquiátrica 1991;3:331-48.
3. Noticia general: ¿Qué es electroneurobiología? La atmósfera intelectual. El descubrimiento de la Doppelrinde Electroneurobiología 1993;1(Supl 1):I-XII.
4. Outes DL, Funes JA. La mielogénesis de Paul Flechsig. Buenos Aires: Antonio López Técnicas Gráficas; 1992.
5. Jakob C. Ontogenia del Sistema Nervioso Humano. La Plata - Argentina: Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Universidad Nacional de La Plata; 1939. p. 34, 38, láminas anexas.
6. Jakob C. Folia Neurobiológica Argentina. T1 a 5. Neurobiología General. Atlas I a III (con 154 láminas y figuras de texto). Buenos Aires: A López Editor; 1941.
7. Moyano BA. Demencia senil y demencias preseniles. I. Enfermedad de Alzheimer. II. Atrofia de Pick. Tesis de Doctorado. Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires; 1933.
8. Buzzi A, Pérgola F. Christofredo Jacob. En: Clásicos argentinos de Medicina y Cirugía. Buenos Aires: López Libreros Editores; 1995. T1:p.142-6.
9. Thomson AF. Acerca de algunas nociones anátomo-funcionales del lóbulo temporal y de sus implicancias clínicas. Archivo Fundación Roux Ocefa 1972;6:45.
10. Piva JR, Virasoro C. Christofredo Jakob, neurobiólogo: científico en diálogo filosófico. Comunicaciones del Museo Provincial de Ciencias Naturales "Florentino Ameghino". Nueva Serie 2004;IX(1):1-18.
11. Fraticola G, Besada CH. Ensayo Iconográfico. El sistema límbico: anatomía e imágenes. Diagnóstico Journal 2004;XIII(41). Disponible en: http://www.diagnosticojournal.com/articulos/192-1.
12. Orlando JC. Sobre el cerebro visceral; documentación histórica de una prioridad científica. Rev Arg Neurolog y Psiquiat 1964;1:297-301.
13. Triarhou LC, del Cerro M. Semicentennial tribute to the ingenious neurobiologist Christfried Jakob (1866-1956). Eur Neurol 2006;56:176-88.
14. Capizzano AA. Monografía "Actualidad del pensamiento de Cristofredo Jakob".