En la última década, la literatura sobre psicología de la religión ha incrementado su volumen (Aten et al., 2019; Oades, 2017; Paloutzian & Park, 2021; Piedmont & Toscano, 2019). Dentro de esta disciplina la espiritualidad ha sido uno de los conceptos más relevantes. El término ha sido definido como un constructo multidimensional en el que convergen ideas referidas a la conexión con uno mismo, con un poder, entidad o un propósito superior y con una comprensión del mundo terrenal que da sentido a su dinámica organizativa (Li & Berman, 2020). Para algunos autores el núcleo de la espiritualidad puede sintetizarse en la trascendencia, entendida como la tendencia a ir más allá o por encima del yo real (Bożek et al., 2020), en donde el sujeto puede apreciarse en relación con una realidad universal que coexiste con la propia (Keleshteri & Rohani, 2020). A su vez, múltiples trabajos proponen que la práctica de la espiritualidad, ya sea dentro o fuera de un marco religioso, contiene una fuerte relación con el bienestar humano (Kor et al., 2019; Thauvoye et al., 2018; Villani et al., 2019). Es por este motivo que la espiritualidad advierte especial interés en el estudio de intervenciones que proponen aumentar el bienestar (Braganza & Piedmont, 2015).
Históricamente, la investigación del bienestar se abordó desde dos grandes tradiciones filosóficas: la hedonista y la eudaimónica. La primera refleja la motivación del individuo por obtener la mayor cantidad de eventos, situaciones u objetos que le resulten placenteros.La segunda se encuentra ligada al desarrollo del potencial humano a través de rasgos positivos (ej. propósito en la vida, autoaceptación, etc.) (Anglim et al., 2020a). Sin embargo, en la actualidad se comprende que los modelos no son excluyentes entre sí (Giuntoli & Vidotto, 2020). Como resultado de la investigación en búsqueda de un modelo que integre ambas líneas, se propuso el concepto de florecimiento para describir al estado óptimo de salud mental (Agenor et al., 2017). Este constructo plantea un modelo multidimensional que integra tanto el bienestar subjetivo como bienestar psicológico y un funcionamiento óptimo en la vida social de las personas (Villieux et al., 2016).
Florecimiento y Personalidad
Los antecedentes indican que el bienestar en términos multidimensionales se encuentra determinado por factores situacionales, factores sociodemográficos, de salud física y factores personales, entre otros (Schotanus-Dijkstra et al., 2016). Desde esta perspectiva, algunos autores examinaron la relación entre los rasgos de la personalidad y el florecimiento o bienestar multidimensional (Kern et al., 2014; Rothmann, 2013; Villieux et al., 2015). Históricamente, los antecedentes indican que los factores más asociados con el bienestar dentro del modelo Big Five son la extroversión y la estabilidad emocional, explicando un alto porcentaje de la varianza tanto del bienestar subjetivo como del bienestar psicológico (Anglim et al., 2020b; Lucas, 2018).
Por su parte, Soto (2015) sostiene que los rasgos de personalidad y los aspectos del bienestar varían a lo largo del tiempo, de acuerdo con el momento sociohistórico. Posteriormente, se ha observado que el factor de segundo orden escrupulosidad (perteneciente a responsabilidad) sería el predictor más relevante en relación con el bienestar subjetivo (Adedamola Mayungbo, 2016). Asimismo, recientes estudios desde la aproximación eudaimónica indican también que la escrupulosidad sería el factor de mayor relación con el bienestar psicológico (Meléndez et al., 2019). En esta misma línea, Schotanus-Dijkstra (2016) y Villinuex et al. (2016) sostienen que la escrupulosidad sería el mejor predictor del bienestar multidimensional. Sin embargo, otros autores ( McEntee et al., 2013) señalan que la predicción presenta un peso mayor sobre el componente emocional del florecimiento (o bienestar subjetivo) respecto de las restantes dimensiones (bienestar psicológico y bienestar social).
Florecimiento, espiritualidad y religiosidad
Para explicar el vínculo entre la personalidad y las distintas dimensiones que conforman el bienestar multidimensional o florecimiento, se propusieron la espiritualidad y la religiosidad como variables mediadoras (Vanderweele, 2017). En relación con esto, Piedmont y Wilkins (2019) sostienen que la espiritualidad podría estar relacionada como variable explicativa para el bienestar subjetivo; mientras que Salam y Lee (2019) describen que las experiencias religiosas tienen un impacto positivo en la percepción de bienestar multidimensional. En esta misma línea, Umucu et al. (2019) argumentan que existen diferencias significativas en las medidas de florecimiento entre personas que contaban con alguna discapacidad que no les permitiría colaborar con su comunidad y los que no presentaban discapacidad. Estos resultados podrían explicar la importancia de conexión con los demás (bienestar social). A su vez, la relación entre el bienestar y los vínculos sociales podría estar mediada por la espiritualidad (Kruse & Schmitt, 2019*), ya que este constructo se integra por la conexión con uno mismo (dimensión personal), con los demás (dimensión social), con la naturaleza (el medio ambiente) y con Dios (dimensión trascendental; Ghaderi et al., 2018).
En síntesis, los antecedentes sostienen que existe una relación entre los factores de la personalidad, el florecimiento, la espiritualidad y la religiosidad. Sin embargo, los resultados aún son contradictorios. Por este motivo, el presente trabajo se propone indagar en el vínculo entre los factores de personalidad y el florecimiento, así como también el posible rol de la espiritualidad y la religiosidad en su explicación. Particularmente, se busca explorar el aporte del rasgo responsabilidad sobre el florecimiento y cada una de sus dimensiones, así como su conexión con la religiosidad, con la que se la ha vinculado teóricamente.
MÉTODO
Diseño y participantes
En el presente trabajo se utilizó un diseño ex post facto de corte transversal (Montero y León, 2002). La muestra estuvo compuesta por 359 participantes con edades que oscilan entre los 18 y 68 años ( M = 46.9, DE =15.88), de ambos sexos (74% mujeres, 26% hombres), residentes de Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Instrumentos
Los datos fueron recolectados a través de un instrumento de evaluación autoadministrado. El mismo estuvo integrado por las siguientes técnicas:
Cuestionario del Continuo de Salud Mental-Versión Corta / Mental Health Continium-Short Form (Keyes, 2009)
MHC-SF es un cuestionario autoadministrable que contiene 14 ítems, los cuales miden la salud mental positiva. Esta medida de bienestar está compuesta por las dimensiones de bienestar emocional (Be; ej. "alegría"), bienestar psicológico (Bp; ej. "Que he tenido una buena gestión de mis responsabilidades cotidianas") y bienestar social (Bsoc; ej. "Que nuestra sociedad es un buen lugar para personas como Yo"). Las respuestas se dan a través de una escala Likert con siete anclajes que recogen la frecuencia que oscila desde 1 = nunca a 6 = siempre . Para los propósitos del presente estudio se utilizó la versión validada y adaptada al contexto argentino por Lupano Perugini et al. (2017), la cual reportó propiedades psicométricas adecuadas (.78 ≤ α ≤. 89).
Escala de Evaluación de Espiritualidad y Sentimientos Religiosos / Assessment of Spirituality and Religious Sentiments (Piedmont et al., 2008)
Desarrollado por Piedmont et al. (2008), la versión abreviada de ASPIRES es un cuestionario autoadministrado de 13 ítems que evalúa dos dimensiones: (1) index religioso (ej. "¿Cuán seguido rezas/meditas?"), y (2) trascendencia espiritual (ej. "Siento que en un nivel superior todos compartimos un vínculo común"). A su vez, la trascendencia espiritual incluye otros tres factores: a) cumplimiento en la oración, b) universalidad, y c) conectividad. La escala presenta un formato de respuesta tipo Likert con siete anclajes que evalúan la frecuencia de la dimensión index religioso, mientras que la trascendencia espiritual recoge cinco anclajes de respuesta según el grado de acuerdo de los participantes. Para los propósitos del presente estudio se utilizó la versión validada y adaptada al contexto local por Simkin y Piedmont (2018), cuyas propiedades psicométricas reportadas resultan adecuadas (.77 ≤ α ≤. 92).
Compendio Internacional de Ítems de Personalidad Abreviado / Mini International Personality Ítem Pool (Donnellan et al., 2006).
El Mini-IPIP es un cuestionario autoadministrable de 20 ítems con formato Likert de 5 anclajes en función del grado de acuerdo de los participantes. La escala evalúa cinco dimensiones de la personalidad en población adolescente y adulta: (1) apertura a la experiencia o apertura mental (ej. "No me interesan las ideas abstractas"); (2) responsabilidad, escrupulosidad o tesón (ej. "Soy algo desordenado/a"); (3) extraversión (ej. "No me gusta llamar la atención"); (4) amabilidad (ej. "No me interesan mucho los problemas de los demás"); y (5) neuroticismo o estabilidad emocional (ej. "Raras veces me siento triste"). Los cinco factores han presentado propiedades psicométricas aceptables en la validación local llevada a cabo por Simkin et al. (2020).
Aspectos éticos
El proyecto de investigación en el que se enmarca el estudio fue evaluado y aprobado por el comité de ética de la Universidad de Flores. Los participantes fueron invitados a participar voluntariamente y se solicitó su consentimiento informado, cumpliendo con los códigos de conducta ética que establece el Consejo Nacional de Investigación Científica y Técnica (CONICET) (Res. D N° 2857/06). Así también se les hizo constar a los participantes que los resultados serían empleados con fines exclusivamente académico-científicos de acuerdo con la Ley Nacional 25.326 de protección de los datos personales. Ninguno de los participantes recibió compensación económica por participar en el estudio.
Procesamiento de los Datos
Para el análisis de los datos se utilizó estadística descriptiva e inferencial, recurriendo para ello al software estadístico de IBM SPSS 25 (Armonk, NY, Estados Unidos) para Windows. En primer término, se estimaron las correlaciones entre variables mediante el coeficiente r de Pearson. Luego, se procedió al análisis de regresión lineal para establecer el aporte de las variables independientes. Para la Bondad de ajuste de los modelos de regresión estimados, se consideraron R como indicador del tamaño del efecto y R 2 ajustado como indicador de varianza total (Darlington & Hayes, 2017; Freiberg Hoffmann & Fernández Liporace, 2015; Schroeder et al., 2016). Los supuestos de multicolinealidad, homocedasticidad de los residuos y no autocorrelación de los modelos se probaron para confirmar su bondad de ajuste (Freiberg Hoffmann & Fernández Liporace, 2015). Se utilizó el estadístico de Durbin-Watson para examinar la no autocorrelación, con valores posibles que van de 0 a 4, asumiendo la independencia de los residuos, con valores en este estudio entre 1.30 y 1.75. Asimismo, en el diagnóstico de multicolinealidad se utilizaron el índice de condición y el factor de inflación de la varianza (VIF), siendo el primero inferior a 30 y el segundo inferior a 10.
RESULTADOS
Análisis de correlación
Se realizó un análisis correlacional para examinar las asociaciones entre las variables de estudio (Cohen et al., 2014; Curtis et al., 2016). Los resultados que resume la tabla 1 sugieren que la salud mental positiva o florecimiento se encuentra fuertemente asociada a la estabilidad emocional, seguida por una moderada correlación con amabilidad, responsabilidad y extraversión, y levemente asociada con la apertura a la experiencia.
Florecimiento | Bienestar Emocional | Bienestar Psicológico | Bienestar Social | |
---|---|---|---|---|
Neuroticismo |
- .49 ** |
-.46 ** |
-.41 ** |
-.47 ** |
Extraversión |
.28 ** |
.23 ** |
.25 ** |
.26 ** |
Amabilidad |
.34 ** |
.22 ** |
.29 ** |
.33 ** |
Responsabilidad |
.29 ** |
.17 ** |
.24 ** |
.33 ** |
Apertura a la experiencia |
.15 ** |
.12 * |
.11 * |
.16 ** |
Al profundizar en el análisis, se estimó la correlación de los factores de personalidad con cada una de las dimensiones del florecimiento, tal como muestra la tabla 1. Los resultados indican que los factores amabilidad y responsabilidad son los que presentan una mayor variabilidad (diferencias de r ≥ .100) entre las distintas dimensiones del bienestar.
Finalmente, se estimaron las correlaciones entre trascendencia espiritual y religiosidad, con los factores de personalidad y el bienestar multidimensional. Los resultados resumidos en la tabla 2 indican que la trascendencia espiritual se encuentra vinculada levemente a los factores neuroticismo (de modo inverso) y responsabilidad, mientras que la religiosidad se asocia con amabilidad y responsabilidad. Respecto al florecimiento, tanto la espiritualidad como la religiosidad presentan una fuerte correlación directa.
Trascendencia Espiritual | Religiosidad | ||
---|---|---|---|
Neuroticismo |
-.14 ** |
||
Amabilidad |
.24 ** |
||
Responsabilidad |
.13 * |
.15 ** |
|
Florecimiento |
.36 ** |
.39 ** |
|
Bienestar emocional |
.25 ** |
.29 ** |
|
Bienestar psicológico |
.32 ** |
.37 ** |
|
Bienestar social |
.35 ** |
.35 ** |
En cuanto a las dimensiones del florecimiento, los resultados presentados en la tabla 2 indican que tanto trascendencia espiritual como la religiosidad presentan correlación significativa con todas las dimensiones del bienestar. Se observa que, al igual que ocurre con los factores de personalidad (especialmente responsabilidad y amabilidad, ver en tabla 1), la intensidad del vínculo tiende a crecer al considerar las dimensiones sociales.
Análisis de regresión lineal
Se probó un modelo de regresión lineal para al bienestar multidimensional (variable dependiente) utilizando el método de pasos hacia atrás, incluyendo la trascendencia espiritual y la religiosidad como variables explicativas. Tal como se observa en las tablas 3 y 4, el factor apertura a la experiencia fue excluido de la ecuación, logrando resultados aceptables para el modelo.
Como puede observarse en las tablas 3 y 4, las bondades de ajuste de los modelos han sido verificadas.
B |
IC 95% |
DE |
Beta |
t |
p |
||
---|---|---|---|---|---|---|---|
Modelo F |
28.84 |
[17.67; 40.02] |
5.67 |
5.08 |
< .001 |
||
Neuroticismo |
- 1.48 |
[- 1.81; - 1.15] |
0.16 |
- .38 |
- 8.87 |
< .001 |
|
Amabilidad |
.63 |
[.25; 1.01] |
0.19 |
.14 |
3.25 |
.001 |
|
Responsabilidad |
.46 |
[.17; .75] |
0.14 |
.13 |
3.12 |
.002 |
|
Extraversión |
.62 |
[.32; .93] |
0.15 |
.17 |
4.08 |
< .001 |
|
Trascendencia espiritual |
.54 |
[.28; .81] |
0.13 |
.18 |
4.09 |
< .001 |
|
Religiosidad |
.67 |
[.36; .98] |
0.15 |
.20 |
4.31 |
< .001 |
DISCUSIÓN
Este estudio tuvo como objetivo explorar el aporte de la espiritualidad y la religiosidad en la relación de la personalidad con el bienestar multidimensional (Le et al., 2019; Olivera & Simkin, 2016). Por tanto, este trabajo contribuye tanto a la literatura sobre el bienestar como a la psicología de la religión.
Florecimiento y personalidad
En primera instancia se abordó el debate sobre los factores de personalidad más vinculados al bienestar multidimensional. Tal como sugiere la literatura, la estabilidad emocional resultó el factor más fuertemente asociado con el florecimiento en todas sus dimensiones, al igual que apertura a la experiencia representó el vínculo más lábil. Sin embargo, a diferencia de lo que tradicionalmente reportaban los estudios sobre el bienestar (Anglim et al., 2020b; Lucas, 2018), la extraversión no proporciona un vínculo mayor del que amabilidad o responsabilidad podrían procurar (Adedamola Mayungbo, 2016; Meléndez et al., 2019;).
Al profundizar en la indagación, los resultados del análisis de regresión lineal indican que los factores neuroticismo, amabilidad, responsabilidad y extraversión realizan aportes significativos (entre 17 y 40 por ciento) a la explicación de la varianza del bienestar multidimensional. Se confirma entonces la lábil vinculación y carente aporte del rasgo apertura a la experiencia en la explicación del florecimiento.
A continuación, se estimaron las correlaciones entre las distintas dimensiones del florecimiento con los rasgos del big five , encontrando que los factores de personalidad se vinculan más fuertemente con la dimensión social del bienestar y, en menor medida, con la dimensión emocional del mismo. Esta diferencia podría comprenderse desde la misma propuesta aristotélica para el bienestar, según la cual el componente hedónico del bienestar (emocional) valora la suma de experiencias positivas en la evitación del displacer desde una perspectiva subjetiva e individualista (Kushlev et al., 2022). Mientras que tanto el bienestar psicológico como el bienestar social se enmarcan en el componente eudaimónico, centrado en la apreciación de adecuación sobre distintos aspectos que resultan de relevancia social y comunitaria (Sharma, 2018). Dentro este despliegue en contextos sociales, es que factores como la amabilidad y la responsabilidad contribuirían a una mejor adaptación y, por lo tanto, percepción de bienestar.
Florecimiento, espiritualidad y religiosidad
Por otro lado, a partir de los antecedentes que señalan el posible vínculo entre florecimiento, espiritualidad y religiosidad, se estimaron sus correlaciones. Los resultados indican que la fuerza de asociación entre estas variables supera a los valores reportados por los factores de la personalidad con cada una de ellas, a excepción del neuroticismo (tabla 1 y 2). Incluso, al analizar distintivamente las dimensiones del bienestar, la diferencia se mantiene constante.
Más aún, al indagar en los aportes realizados por la trascendencia espiritual y la religiosidad en la explicación de la varianza del bienestar multidimensional, se encontró que en conjunto con los factores de personalidad permiten un mejor ajuste del modelo explicativo (aproximadamente un 45%).
Respecto al vínculo de las variables espiritualidad y religiosidad con los factores de la personalidad, se encontró que la primera recibe aportes del neuroticismo/estabilidad y la responsabilidad, mientras que la segunda se asocia con amabilidad y responsabilidad. Se ha de aclarar que, al menos en este estudio, el vínculo entre la trascendencia espiritual y el neuroticismo/estabilidad, frecuentemente considerado como un indicador de desarrollos psicopatológicos, resulta inverso. Por otro lado, resulta esperable que siendo definida la religiosidad como el ejercicio de la espiritualidad en un marco social (Fuentes, 2018), el rasgo de amabilidad resulte valorado como el más relevante.
Limitaciones
En primer lugar, la muestra utilizada en este estudio estuvo compuesta exclusivamente por participantes residentes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, lo que limita la generalización de los resultados. Las características socioeconómicas y culturales específicas de este grupo pueden haber influido en los reportes de las variables religiosidad y espiritualidad. Además, es importante destacar que este estudio se basó en cuestionarios de autoinforme distribuidos a través de redes sociales, lo que introduce la posibilidad de sesgos y errores. Por último, es importante mencionar que este estudio se centró en el florecimiento como resultado de salud, dejando de lado otros posibles indicadores. Sería interesante explorar en futuras investigaciones cómo la religiosidad y la espiritualidad se relacionan con otros aspectos relevantes de la salud mental, como la depresión o la ansiedad.
Conclusión
La espiritualidad y la religiosidad podrían considerarse una característica fundamental para el florecer (Vanderweele, 2017), ya que realizan un aporte directo sobre este. Entendemos que este modelo del bienestar multidimensional busca comprender su determinación planteándolo desde la interacción persona/entorno social. Por este motivo, es menester subrayar que las personas que florecen lo hacen para sí y para su comunidad (Jankowski et al., 2020). Futuras líneas de investigación deberán profundizar en la posible modulación de la trascendencia y la religiosidad sobre los aportes de factores de la personalidad como amabilidad, responsabilidad y neuroticismo en la determinación del florecimiento.