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Revista veterinaria

versión On-line ISSN 1669-6840

Rev. vet. vol.33 no.1 Corrientes jun. 2022

http://dx.doi.org/10.30972/vet.3315870 

Trabajos de investigación

Estudio epidemiológico y parasitológico de caracoles gigantes africanos (Lissachatina fulica) en Misiones, Argentina

Epidemic and parasitological study of african giant snails (Lissachatina fulica) in Misiones, Argentina

E. Reinante1 

G. P. Teibler2 

J. D. Álvarez3 

K. A. Vizcaychipi4  5 

1SENASA-regional CorMis.E-mail: emireinat@gmail

2Prof. Farm. Fac. Cs. Vet. UNNE (Corrientes, Argentina).

3Prof. Parasitol. Fac. Medicina UNNE (Corrientes, Argentina).

4INMeT e INEI ANLIS “Dr. Carlos G. Malbran” Iguazú, Misiones.

5Facultad de Veterinaria USAL, Sede Virasoro Ctes.

Resumen

18.

El caracol L.fulica, está incluido en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo. Siendo hermafrodita, crece y se reproduce a gran velocidad, presentando alta resistencia a variables ambientales, adaptabilidad a diferentes regiones, dieta polífaga y ausencia o desconocimiento de depredadores naturales. También puede producir daños importantes en cultivos agrícolas, hortícolas y ecosistemas nativos, así como actuar de transmisor de parásitos capaz de afectar a la salud pública. Con el fin de conocer y contribuir al estado actual del caracol L.fulica, se planteó evaluar su situación epidemiológica y parasitaria, así como sus implicancias en la salud pública de Misiones, Argentina. El trabajo se realizó entre los meses de diciembre de 2018 y diciembre de 2019, procediendo a la colecta, identificación morfológica y recolección de las conchillas de moluscos de la especie L.fulica y su materia fecal, para el posterior análisis parasitológico. Todos los moluscos colectados eran de Puerto Iguazú, Misiones. De un total de 201 moluscos se identificaron por género y especie tres grupos: Grupo 1 (G1): L.fulica (n=199); Grupo 2: Helix aspera (n=1) y Grupo 3: Bulimus sp (n=1). A todos los individuos del G1 se los clasificó según categorías de tamaños definidas como: Clase 1 (individuos recién eclosionados, hasta 10 mm, n=6); Clase 2 (juveniles de 10 a 40 mm, n=149), Clase 3 (adultos jóvenes de 40 a 70 mm, n=35) y Clase 4 (adultos >70 mm, n= 9). Del análisis parasitológico efectuado a los poo- les de materia fecal de L.fulica, se encontraron taxones parasitarios predominando larvas del orden Strongylida y larvas de vida libre sin especificar, como también se observaron huevos de nematodes del genero Ancylostoma sp. Se observaron protozoos correspondientes a quistes de Ameba sp, Giardia sp y ooquistes de Cystoisospora sp. Por su parte en el análisis de baba de 9 ejemplares adultos de L. fulica se encontraron taxones parasitarios de los órdenes Strongylida y Ascaridea, así como del genero Toxocara sp. También se observaron cristales de oxalato de calcio en muestras de baba. Por otra parte, en once localidades fronterizas de la Provincia Misiones, se realizaron 92 encuestas con el fin de evaluar el grado de conocimiento de la población, constatándose un desconocimiento de la problemática en un 67,4% de los casos encuestados. Teniendo en cuenta que los factores antrópicos son la principal causa de los saltos de dispersión de esta especie, es fundamental realizar trabajos de educación sanitaria para concientizar y prevenir futuras invasiones que conlleven a perjuicios sanitarios al ecosistema y a la agricultura. En ese contexto, a cada encuestado se le entregó material informativo y las recomendaciones brindadas por el parte del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria de Argentina.

Palabras clave: caracol; epidemiología; morfología; parasitología; prevención

Abstract

22.

The Giant African Snail, Lissachatina fulica, is included in the list of the 100 most harmful invasive alien species in the world. This species of snail, being hermaphroditic, grows and reproduces at high speed, presenting high resistance to environmental variables, adaptability to different regions, a polyphagous diet and the absence or ignorance of natural predators contribute to its dispersal, which can cause significant damage to agricultural crops. Horticultural and native ecosystems, as well as acting as a transmitter of parasites that may affect Public Health. In order to know and contribute to the current status of the African giant snail, L.fulica, it was proposed to evaluate the current epidemiological and parasitic situation of the African giant snail and its implications for public and environmental health in the province of Misiones, Argentina. The work was carried out between the months of December 2018 and December 2019, proceeding to the collection, morphological identification and collection of the shells of mollusks of the species L.fulica and their fecal matter, for their subsequent parasitological analysis. All the mollusks collected corresponded to the town of Puerto Iguazú, Misiones. Of a total of 201 mollusks, three groups were identified by genus and species: Group 1 (G1): L.fulica n = 199; Group 2: Helix aspera n: 1 and Group 3: Bulimus sp. n: 1. All G1 individuals were classified according to size categories defined as: Class 1: newly hatched individuals (up to 10 mm) n = 6; Class 2: juveniles (10 to 40 mm) n= 149; Class 3: young adults (40 to 70 mm) n = 35 and Class 4: adults (>70 mm) n = 9. From the parasitological analysis carried out on the pools of fecal matter of L.fulica, parasitic taxa were found predominantly larvae of the order Strongylida and unspecified free-living larvae, as well as eggs of nematodes of the genus Ancylostoma sp. Protozoa corresponding to cysts of Amoeba sp; Giardia sp and oocysts of Cystoisospora sp. On the other hand, in the analysis of slime of 9 adult specimens of L.fulica, parasitic taxa of the order Strongylida and the order Ascaridea Family Toxocaridae were found compatible with the genus Toxocara sp, also observing calcium oxalate crystals in samples of slime. On the other hand, in 11 (eleven) border towns of the Misiones province, 92 surveys were carried out, in order to evaluate the degree of knowledge of the population, where a lack of knowledge of the problem was found in 67.4% of the surveyed cases. Considering that anthropic factors are the main cause of dispersal jumps in this species, it is essential to carry out health education work to raise awareness and prevent future invasions that lead to health damage, the ecosystem and agriculture. In this context, each respondent was given informative material and the recommendations provided by the National Service of Agrifood Health and Quality of Argentina.

Key words: african giant snail; morphology; parasitology; prevention; surveillance

Introducción

Implicancias sanitarias (médica y veterinaria) del caracol gigante africano

L. fúlica puede actuar como hospedador intermediario en el ciclo de vida de dos nematodos perjudiciales para la salud humana: Angyostrongylus cantonensis6 y A. costaricensis15. El primero es causante de la meningoencefalitis eosinofílica, y el segundo, agente causal de angiostrongilosis abdominal, una enfermedad que se extiende desde el sur de Estados Unidos hasta el norte de Argentina 20.

La familia Metastrongyloidea, en su mayoría, son parásitos pulmonares de mamíferos (hospedadores definitivos) y los gasterópodos son sus hospedadores intermediarios con muy pocas excepciones. Los adultos de A. cantonensis se localizan generalmente en las arterias pulmonares de las ratas (Rattus rattus y Rattus norvegicus), que actúan como hospederos definitivos y es la causa más frecuente de meningoencefalitis eosinofílica en el hombre 2.

Los adultos de A. costaricensis se localizan generalmente en las arterias mesentéricas. Las hembras eliminan huevos que eclosionan y producen juveniles de primer estadio (J1) en las ramas terminales de las arterias pulmonares, luego migran a la faringe, son deglutidas y eliminadas en las heces.

En el exterior, los (J1) invaden un hospedador intermediario (caracol o babosa) en el cual, en un período aproximado de dos semanas, sufren dos mudas hasta convertirse en juveniles de tercer estadio (J3) que resultan infectivos para los hospederos definitivos (mamíferos). Cuando los hospedadores definitivos ingieren el molusco o sus secreciones infectantes, los juveniles (J3) migran al cerebro donde sufren dos mudas larvarias más, hasta llegar a convertirse en juveniles de quinto estadio (J5) o adultos jóvenes, lo que ocurre aproximadamente en cuatro semanas.

Estos adultos jóvenes regresan al sistema venoso para llegar a las arterias pulmonares donde, después de otras dos semanas, alcanzan la madurez sexual y pueden empezar a depositar huevos.

Según algunos autores 7 existen varias especies de animales que pueden actuar como hospedadores paraténicos o de transporte (ranas, camarones de agua dulce, cangrejos), ya que al ingerir caracoles o babosas infectados transportan los J3. Luego estos hospedadores paraténicos pueden ser ingeridos por un hospedador definitivo cerrando el ciclo del parásito.

Los seres humanos, al igual que otros mamíferos, pueden comportarse como hospedadores definitivos accidentales al adquirir la infestación por la ingestión de caracoles o babosas crudas, con las secreciones de moluscos u otros animales (hospedadores paratenicos). Las personas generalmente se infectan al comer alimentos crudos o poco cocidos, contaminados con las larvas de A. cantonensis y A. costaricensis, o cuando manipulan huéspedes intermedios para la pesca21,22. La migración parasitaria en seres humanos se detiene en el cerebro y más raramente en los pulmones, donde los nematodes mueren, por lo cual el ciclo nunca termina de completarse.

Los síntomas de estas enfermedades pueden ser confundidos con una meningitis en el caso de A. cantonensis, causando meningitis de tipo eosinofílica, (inducida por la respuesta de los eosinofios hacia los J3), cursando con fiebre, parestesia, vómitos, cefaleas, convulsiones, rigidez de nuca, aumento de la presión intracraneal y parálisis facial. También se conoce una forma pulmonar y otra ocular.

Según algunos autores, la dispersión global de A. cantonensis se encuentra asociada a la rápida propagación de L. fulica. Varios casos clínicos de meningoencefalitis eosinofílica causada por este nematodo, fueron registrados en América del Norte, Centroamérica y América del Sur, muchos de los cuales llegaron a causar la muerte. En el caso del A. costaricensis podrían confundirse con una peritonitis con dolor localizado en la fosa ilíaca y/o flanco derecho, cursando con vómitos, anorexia, diarreas y sangrado intestinal, pudiendo existir tanto perforación intestinal como oclusión, entre otros 1.

Por lo tanto, la capacidad del caracol gigante africano (CGA) de proliferar en ambientes urbanos (sinantropismo) y sus características polifágicas como la coprofagia, nos alerta frente al posible potencial epidemiológico como dispersor biológico o H.I. de nemato- dos de interés médico y veterinario. Por otro lado, las helmintiasis forman parte de las enfermedades tropicales desatendidas (neglected tropical diseases-NTDs) y sus casuísticas también se ven afectadas por el incremento en los indicadores bioclimáticos.

Se han realizado estudios donde se comprueba la capacidad del caracol CGA como portador y dispersor importante de protozoos, geohelmintos y bacterias de interés sanitario (médico y veterinario) 16.

Según algunos autores 14, Lissachatina fulica ha sido mencionado como transportador mecánico de diferentes estados de dispersión de helmintos de importancia sanitaria como Schistosoma mansoni, Trichuris sp, Strongyloids sp e Hymenolepis sp, los cuales se encuentran en heces y secreciones mucosas del hospedero definitivo. Por lo tanto, la presencia de este molusco en un área determinada puede ser utilizada como indica­ dora de riesgo de importancia sanitaria.

Por otra parte se menciona 27 que la presencia del caracol africano gigante A. fúlica en Puerto Iguazú se considera alarmante, no sólo por su efecto negativo en poblaciones de moluscos nativos, sino también por su papel como huésped intermedio de parásitos de importancia médica y veterinaria. Este estudio constituye el primer registro de un nematodo metastrongyloide en A. fúlica de Argentina y también destaca la susceptibilidad de este molusco como anfitrión de otros helmintos de importancia para la salud.

Con respecto a la salud animal, Angiostrongylus vasorum (Baillet 1866) y Aelurostrongylus abstrusus (Railliet 1898) son de importancia veterinaria: A. vasorum, produce infestación a nivel de la arteria pulmonar y ventrículo derecho de los cánidos salvajes y domésticos 8,12. El A. abstrusus causa la aelurostrongilosis, también conocida como estrongiloidosis felina, con sintomatología variada como: tos, estornudos, sibilancias, disnea, secreción ocular-nasal y pérdida de peso progresiva.

Los gusanos adultos viven en los bronquiolos y conductos alveolares produciendo pulmonía granulomatosa en gatos 9, dependiendo de la carga parasitaria, edad y sistema inmune del animal.

En Argentina se han reportado adultos de esta especie en gatos domésticos en Buenos Aires, Corrientes y Santa Fe 19,10. L. fulica también fue reportada cómo hospedador intermediario de nematodos del género Strongyluris (Heterakidae)8, los cuales no tienen impacto sobre la salud humana y son parásitos principalmente de reptiles como ser: Strongyluris oscari y Tropidurus spinulosus en el noreste de Argentina 24 .

Objetivos

Con el fin de conocer y contribuir al estado actual del caracol gigante africano, Lissachatina fúlica, en el transcurso del presente trabajo se plantearon objetivos generales y específicos. El objetivo general fue evaluar la epidemiología actual del caracol gigante africano y sus implicancias en la salud pública y ambiental de la Provincia de Misiones, Argentina. Los objetivos específicos fueron:

Realizar un relevamiento de situación del caracol gigante africano en la Provincia de Misiones, Argentina.

Colectar y realizar la identificación morfológica de tallas de las conchillas de caracoles gigantes africanos de Puerto Iguazú, Misiones, Argentina.

Buscar e identificar la presencia de parásitos de interés sanitario en secreciones y material de desecho de caracoles gigantes africanos.

Evaluar el grado de conocimiento y riesgos potenciales de la población de Misiones respecto al caracol gigante africano.

Estado actual del tema

En su tesis doctoral 27, un especialista evaluó la distribución, dispersión y parasitofauna del CGA Lissachatina fulica en la ciudad de Puerto Iguazú, Misiones, y la presencia de las babosas nativas Phyllocaulis variegatus y Latipes erinaceus (Veronicellidae), con el fin de determinar su rol en la transmisión de helmintos parásitos, con especial énfasis en los nematodes Metastrongylidae.

Realizando el muestreo principalmente en el área urbana durante los años 2013-2015, se concluyó que la distribución espacial de L. fulica en la ciudad de Puerto Iguazú, desde su introducción (2010) hasta la culminación de su estudio se incrementó, encontrándose durante este estudio nuevas áreas de focos, distantes 3) km del área inicial, atribuyéndose la dispersión -entre otras causas- a la influencia antrópica.

Por análisis de mapas predictivos de distribución de nicho ecológico, se predijo 27) que L. fúlica en el 2050 se localizará por debajo de la línea del Ecuador, dispersándose a nuevas áreas que en la actualidad no poseen las características ambientales para su desarrollo. En relación a los parásitos, se hallaron tres especies de helmintos parásitos en los hospedadores analizados: Brachylaima sp. (Digenea: Brachylaimidae), Strongyluris sp. (Nematoda: Heterakidae) y Aleurostrongylus abs­ trusus (Nematoda: Angiostrongylidae). En este trabajo se sugirió que se continúe con el monitoreo del caracol CGA y su parasitofauna, teniendo en cuenta la cercanía a zonas fronterizas con registros de angiostrongyliasis.

En otros trabajos 26,27 se manifestó que el tamaño de la concha se correlaciona con la prevalencia parasitaria, la intensidad media y la abundancia media, indicando la existencia de una infestación constante en lugar de una accidental. Por otro lado, la ausencia de infección en el tamaño de concha más pequeño sugiere un umbral de tamaño a ser infectado.

Todos los caracoles infectados pertenecían a la ciudad de Puerto Iguazú. Teniendo en cuenta las características morfológicas de las larvas encontradas en los citados estudios, se concluyó 26,27 que teniendo en cuenta que existen registros de caracoles CGA infectados por nematodos de importancia médica y veterinaria como Angiostrongylus y Aelurostrongylus en algunos estados brasileños cercanos a Puerto Iguazú, enfatizando nuevamente en la necesidad de vigilancia epidemiológica de los caracoles gigantes africanos.

En otra publicación 28) se muestra la distribución actual de las especies de Angiostrongylus sp en las Américas, incluyendo informes de enfermedades, concluyéndose que en Argentina, A. costaricensis se registró solo en una especie de roedor (A. montensis) en la Provincia de Misiones (Robles, 2016), mientras que se notificó un caso humano único de enfermedad en la Provincia de Tucumán (Demo, 1986).

Las características de los ambientes y las condiciones climáticas de ambos sitios geográficos son muy diferentes y la distancia cronológica entre estos informes es de 30 años. Este tiempo excede los períodos observados en el resto de los registros de esta especie (0-24 años).

La falta de informes sobre anfitriones accidentales y definitivos en Argentina es paradójica, especialmente considerando que no hay datos precisos sobre la procedencia del paciente en el único caso humano registrado. Sin embargo, varios casos de personas registradas en Brasil desde 1990 se encuentran a 500 km de la Provincia de Misiones. Por lo tanto, el riesgo potencial aumenta teniendo en cuenta que los límites entre las poblaciones de humanos y animales salvajes en el bosque atlántico se están volviendo cada vez más difusos.

En Nigeria, el investigador Igbinosa encontró larvas en el CGA de Angiostrongylus cantonesis, Fasciola gigantica y Schistosoma mansoni11, asumiendo que los caracoles terrestres son fuentes de proteínas para el hombre pero son anfitriones de varios parásitos. El consumo de caracoles podría ser una ruta a la infección humana particularmente cuando se los comen crudos o poco cocidos.

En Venezuela se informó que el CGA tiene la capacidad de albergar al parásito trematode S. mansoni, que causa la esquistosomiasis intestinal en el hombre (17. En Aracaju (Brasil), se verificó la ocurrencia del caracol CGA y se advirtieron los riesgos potenciales asociados con su presencia.

Se asumió que CGA era más representativo en áreas urbanas, especialmente en lotes baldíos con presencia de basura y materiales en descomposición. En los moluscos examinados se encontraron nematodos género Rhabditis, pero no se encontraron parásitos del género Angiostrongylus. Se identificó una relación significativa entre la frecuencia de humedad y la positividad de los nematodos y una correlación entre factores climáticos y frecuencia de CGA. Se observó que cuanto más grande es el molusco, mayores son las posibilidades de infección por nematodos.

Material y métodos

Estudios macroscópicos y morfológicos de los moluscos. En el laboratorio los caracoles colectados fueron sometidos a la técnica de preservación, relaja­ miento y muerte con cristales de mentol, en el cual permanecieron entre 12 a 15 h. Una vez transcurrido ese tiempo, se cambió el agua por formol al 10% para su fijación y ser posteriormente examinados, medidos y agrupados según se muestra a continuación:

Agrupamiento por género y especie

Ordenamiento en clase según categoría de tamaños:

Clase I: individuos recién eclosionados (hasta 10 mm)

Clase II: juveniles (10 a 40 mm)

Clase III: adultos jóvenes (40 a 70 mm) Clase IV: adultos (>70 mm)

Figura 7 Identificación morfológica de los moluscos, estableciendo largo, ancho y alto. 

Estudios parasitológicos. Fueron búsquedas de parásitos en materia fecal y baba. En heces fecales primeramente se realizó el procesamiento por pool de muestras, por cada grupo conformado. Se realizó la observación de parásitos en la materia fecal siguiendo el esquema propuesto: a) Observación macroscópica: directa ayudados con una lupa, con el objeto de observar parásitos adultos; y b) Observación microscópica: previo procesamiento con técnicas ya descriptas, para nematodes, protozoarios y cestodes de la familia Anoplocephalidae, mediante flotación (método de Willis y Sheather) y sedimentación (método de Teleman).

En baba, de 9 CGA recolectados de la zona central de la localidad de Puerto Iguazú, se realizaron estudios en fresco entre porta y cubre-objetos y además se concentraron las muestras mediante centrifugación, realizando el examen directo del sedimento según técnicas descriptas por otros autores. Durante el manejo de ambas muestras, en toda instancia se respetaron las normas de bioseguridad.

Las observaciones se realizaron haciendo uso de dos microscopios con biocular micrométrico (Olimpus®, modelo CHS y Carl Zeiss). Para la identificación taxonómica de géneros y/o especies (protozoos y helmintos) se usaron criterios morfológicos (forma, cubierta, color, contenido) y métricos (longitud y diámetro) descriptos previamente (Skrjabin et al. 1961; Volcan et al. 1991; Acha et al. 1986; Soulsby E. 1987; Anderson et al. 1974; Bowman et al. 2004; Beltran et al. 2009; Scioscia et al. 2014; y Manuales del Departamento de Parasitología Malbrán). Los resultados de las lecturas microscópicas fueron registrados en un formulario al final del cuestionario que contemplaba el código de cada colecta de moluscos.

Finalizado el trabajo, todos los ejemplares fueron eliminados siguiendo las recomendaciones establecidas por SENASA, que consiste en colocar los caracoles durante un tiempo mínimo de 4 horas en un recipiente con 3 litros de agua y 1 kg de sal común. Al finalizar, fueron destruidos y enterrados con cal a una profundidad mínima de 50 cm.

Los datos fueron cargados y procesados en los pro­ gramas Microsoft Excel 2007, Acess. Se utilizó la prueba estadística chi cuadrado y comparación de proporciones, trabajando con un nivel de confianza del 95% y una precisión del 5%, utilizándose para su procesamiento el programa estadístico InfoStat® (Di Rienzo et al. 2011) para la correlación de las variables y gráficos.

Resultados

Análisis morfológicos de los moluscos. De los 201 moluscos analizados se identificaron 199 moluscos del género y especie L. fulica (Tabla 1) en la ciudad de Puerto Iguazú, Misiones. Teniendo en cuenta el tamaño de los moluscos del Grupo I, en la Tabla 2 se presenta la clasificación por clase de L. fulica colectados. Se observó que el mayor número presentaron las formas juveniles (Clase II) con un rango de 10 a 40 mm, seguidas por formas juveniles (Clase III).

Estudios parasitológicos. Del análisis parasitológico efectuado a los pooles de materia fecal de L.fulica, se encontraron taxones parasitarios correspondientes a géneros del Phylum Nemata y del Phylum Protozoa. Entre la clase Secementea predominaron larvas del orden Strongylida y larvas de vida libre sin especificar. También se observaron huevos de nematodes del genero Ancylostoma sp (60 ^m x 40 ^m). Los proto­ zoos observados correspondieron a quistes de Ameba sp, Giardia sp y de la clase Aplicomplexa a ooquistes de Cystoisospora sp.

Tabla 1 Identificación por grupo según género y especie de molusco evaluado (Puerto Iguazú, Misiones, Argentina). 

Tabla 2 Clasificación por clase según categoría de tamaños de moluscos del Grupo 1 evaluados (Iguazú, Misiones, Argentina). 

Tabla 3 Conocimiento del caracol gigante africano por parte de la población (Provincia de Misiones, Argentina). 

Por su parte, en el análisis de baba de los 9 ejemplares adultos de L. fulicas, se encontraron taxones parasitarios de la Clase Nematoda Orden Strongylida: larvas de nematodes sin especificar (4/9) y del Orden Ascaridea Familia Toxocaridae: huevos de ascarideos (1/9) compatibles con el genero Toxocara sp. La relación entre zonas de muestreo y taxones parasitarios, no presentaron diferencias significativas (p>0,05).

En 4 de 9 muestras de baba se observaron cristales de oxalato de calcio. A fin de no dejar pasar por alto este hallazgo que aporta respecto a la alimentación del molusco, consideramos dejarlo registrado a modo in­ formativo, pudiendo ser de utilidad para futuros trabajos de investigación en relación a la ecología del CGA.

Evaluaciones cualitativas. Se evaluó el conocimiento del caracol gigante africano (L. fulica) por parte de la población de Misiones. En la Tabla 3 se muestra la distribución por localidades de las 92 personas encuestadas y el grado de conocimiento acerca del CGA, observándose un 67.4% de desconocimiento sobre la problemática (Gráfico 1). El promedio de edad de los encuestados fue de 43 años (86 - 21).

Respecto a la variable haber visto el CGA, solo un 17.4% de estos lo vieron en sus viviendas, patios, paredes, huertas o en las proximidades de las mismas (Gráfico 2), ocurriendo un 31.2% de estas observaciones en épocas de verano, un 18.7% en primavera y un 12.5% finales de verano e inicio de otoño. Por otra parte, de las personas que vieron el CGA en sus huertas, dos refirieron haberlos visto alimentándose de verduras de hojas. De esta variable un 0.03 % de los encuestados no respondieron a la pregunta.

La correlación entre las personas que escucharon y los que vieron al caracol, fue estadísticamente significativa (p<0,0001). Por otra parte, con una alta significancia estadística (p<0,0002) se correlacionaron negativamente los datos entre los que escucharon y los que no vieron al caracol.

Gráfico 1 Porcentajes de la población encuestada que escuchó o no escuchó hablar sobre el caracol gigante africano

Gráfico 2 Porcentajes de la población encuestada que vio o no al caracol gigante africano

De las encuestas realizadas, también se desprende que el 61.9% de los encuestados presentaron menores de 15 años en sus familias, con un promedio de 2 hijos por matrimonio, de los cuales el 45% andan descalzos en sus domicilios.

En relación a la tenencia de mascotas, un 59.7% presentó mascotas en sus domicilios, perros (57.6%) y gatos (18.4%), con un promedio de 2 perros y 4 gatos por familia. Por otra parte, se resalta que un 18,4%, refirió ver ratas en su domicilio o peri domicilio.

En cuanto al modo de eliminar al CGA de sus viviendas, solo un 4.34% (4/92) refirieron eliminarlos con sal o sal y fuego.

Discusión

El CGA es una de las especies invasoras más agresivas para la agricultura y la diversidad biológica a escala mundial. En Salud Publica, es catalogada de interés por actuar como vector y dispersor de diferentes especies de microorganismos, entre ellos parásitos zoonóticos de alta implicancia para la salud humana y animal.

En la ciudad de Puerto Iguazú, entre otras localidades de la Provincia de Misiones y de regiones vecinas, el panorama del CGA presenta una alta probabilidad de acrecentarse debido a su alta tasa de dispersión asociado a variables antrópicas.

Algunas de las causas atribuibles por la cual se produjeron nuevos y múltiples focos en diferentes zonas de Puerto Iguazú, pueden estar relacionadas con los movimientos de suelo. Por el traslado de tierra para cubrir calles empedradas de distintos barrios, como también se puede explicar la aparición del molusco en barrios aledaños al basural del municipio, ya que la gente al juntar a los CGA los desecha a la basura sin su correcta eliminación previa (por ej. por deshidratación con sal).

En concordancia con autores 27, en el presente estudio y posterior a su presentación, se encontraron nuevas áreas de focos, distantes a 52 km y a 306 km de la localidad registrada inicialmente en 2010 (SENASA, 2021). Al igual que otros autores, se constató que sitios baldíos y basurales de zonas urbanas y periurbanas, son los lugares de mayor presencia de moluscos por metro cuadrado.

Respecto a la presencia de parásitos en el CGA, en concordancia con trabajos efectuados26,27, se observó que la carga parasitaria de los moluscos es directamente proporcional al tamaño, encontrándose en este estudio taxones parasitarios del orden Ascaridea y Strongylida, en los CGA en estados joven y adulto.

Aún no habiéndose encontrado parásitos de género Angiostrongylus en estos especímenes, los CGA de mayor tamaño presentan un superior riesgo epidemiológico al ser mayor su longevidad y oportunidad de contacto con ambientes contaminados con formas parasitarias eliminadas por heces de animales parasitados 26.

Las variables climáticas son capaces de afectar prevalencias, intensidades y distribuciones geográficas, tanto directamente, influenciando sobre los estadios de vida libre, como indirectamente sobre los hospedadores/vectores13. Misiones, presenta todas las condiciones topográficas y climáticas para la persistencia de formas parasitarias y los hospederos o vectores adecuados para diseminarlas.

En este trabajo queda demostrado que la baba de A. fulica utilizada para su locomoción y desplazamiento, también puede actuar por arrastre como dispersora de formas infectantes de parásitos zoonóticos, como ser huevos del genero Toxocara sp hallados en el presente estudio y de importancia en la salud pública por el daño que ocasionan en el ser humano 29.

Por otra parte, los hallazgos realizados en Nigeria11) y Liboria17, demuestran la importancia de mantener una vigilancia epidemiológica constante respecto a los posibles cambios evolutivos entre parásitos y hospedadores, como por ejemplo: los trematodos de importancia sanitaria (médica y veterinaria) encontrados en los CGA. Los trematodos digénidos siguen un ciclo heteroxeno con un molusco como primer hospedador intermediario, comúnmente un gaterópodo terrestre o acuático.

La Fasciola gigantica (parasito exótico) presente en Africa, Oriente Medio, Asia y Europa Oriental, comparte características biológicas idénticas con la Fasciola hepática, presente en nuestro país. Este último es causante de la distomatosis hepática, una zoonosis de importancia epidemiológica en la región noreste de Argentina18. Por otra parte, el Schistosoma mansoni causante de la esquistosomiasis, enfermedad no reportada y en estado de vigilancia en la misma región, por presencia del vector gaterópodo.

Si bien L. fúlica no es un molusco acuático o que comparte características biológicas con moluscos de los géneros Limnea sp o Biomphalaria sp, el sólo hecho de haber sido hallado trematodos en el CGA, amerita cautela para futuras investigaciones.

Otro trematodo exótico de nuestra región es el Dicrocelium, causante de la dicroceliosis, enfermedad de interés sanitario (médico y veterinario), más raro en seres humanos y con hospedadores intermediarios (moluscos), del género Helicella sp y Zebrina sp. Si bien son exóticos, comparten una característica con L. fúlica que es la coprofagia, necesaria para completar el ciclo biológico de la dicroceliosis, entre otras enferme­ dades parasitarias.

Muchas de las enfermedades que hoy son endémicas, hasta hace poco eran exóticas. La posibilidad de que el CGA sea susceptible a estos trematodos, actuando como liberador de cercarias, sólo dependerá de su comportamiento evolutivo en el tiempo y del ciclo en constante dinamismo de las cadenas epidemiológicas y su relación huésped, agente y ambiente, resultando en constantes enfermedades emergentes y remergentes.

En coincidencia con otros autores 3,27,28, se considera necesario continuar con el monitoreo y los estudios de parasitofauna en el CGA teniendo en cuenta factores epidemiológicos asociados, cercanía a zonas fronterizas con registros de angiostrongyliosis entre otros parásitos zoonóticos de interés sanitario, así como también la presencia y valoración de la fauna animal representada por cánidos, félidos y roedores.

De las encuestas realizadas, se pudo constatar el escaso conocimiento de la población sobre el CGA, inclusive dentro de las áreas más afectadas. De la misma manera, se constató un insuficiente accionar por parte de las autoridades de los municipios en lo que respecta a educación sanitaria, prevención y control de la plaga. Además se observó la necesidad de una mayor coordinación conjunta y de accionar continuo entre los organismos municipales, provinciales y nacionales.

Conclusiones

Finalmente, el desconocimiento tanto de las posibles implicancias sanitarias, ambientales o económicas de una plaga, como también, de los eslabones de la cadena epidemiológica, necesarias para el desenlace de una enfermedad, nos llevan a la imposibilidad de actuar en pos de la prevención, ya sea del desarrollo de una enfermedad, o para contrarrestar el avance del caracol gigante africano y con mayor razón, si tiene como principal variable de expansión o saltos de dispersión a la actividad humana.

De tal modo, resulta necesario afianzar la educación y participación ciudadana como medidas preventivas para controlar esta especie invasora. Asímismo, se indican como medidas preventivas gubernamentales, el aprovechamiento de instrumentos legales existentes, y por sobre todo aprender a trabajar de forma integral y multisectorial entre todas las partes involucradas para su correcta vigilancia y control.

Agradecimientos. Al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), a la Facultad de Ciencias Veterinarias (UNNE, Corrientes) y la Facultad de Veterinaria (Universidad del Salvador- USAL, Virasoro, Corrientes,).

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Recibido: 01 de Abril de 2021; Aprobado: 01 de Junio de 2021

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