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Relaciones

versión impresa ISSN 0325-2221versión On-line ISSN 1852-1479

Relaciones vol.43 no.1 Buenos Aires jun. 2018

 

ARTICULOS

EVIDENCIAS DEL TARDÍO EN EL VALLE DEL CAJÓN (CATAMARCA). UNA MIRADA DESDE EL SITIO LOMA L'ÁNTIGO

EVIDENCES OF THE LATE PERIODIN CAJON VALLEY (CATAMARCA). A LOOKFROMLOMA L'ÁNTIGO

 

María Fabiana Bugliani*

* Instituto de las Culturas (IDECU), UBA, CONICET, Museo Etnográfico, e-mail: fbugliani@gmail.com

Fecha de recepción: 31 de enero de 2018
Fecha de aceptación: 29 de junio de 2018


RESUMEN

En este artículo se presentan los resultados de las investigaciones arqueológicas efectuadas en el sitio Loma l'Ántigo el cual fue ocupado entre los siglos XIII y XV d.C. Se trata de un poblado residencial aglomerado situado en la cima de una loma. Las excavaciones sistemáticas realizadas recientemente han mostrado una importante cantidad de artefactos de diferentes materias primas. También han permitido visualizar los modos constructivos y rasgos arquitectónicos que configuran el poblado. Se han registrado las características de los pisos de ocupación y otros rasgos como cimientos, hoyos de poste, fogones en cubeta y hoyos cavados en el piso. También se recuperaron distintos objetos que forman parte de los enseres de uso diario y se identificaron los estilos cerámicos consumidos en diferentes contextos del sitio. Si bien es posible reconocer la presencia y uso de estilos de los sectores valliserranospara esa época, se advierten características peculiares que son discutidas y puestas en consideración.

Palabras clave: Loma l'Ántigo - poblado - arquitectura - Período Tardío

ABSTRACT

This article presents the results of archaeological investigations carried out at the site Loma l'Ántigo which was occupied between the 13th and 15th centuries a.D. Loma l'Ántigo is an agglomerated residential village located on the top of a hill. Recent systematic excavations have shown a significant number of artifacts from different raw materials. The excavations also allowed a visualization the constructive modes and architectural features that shape the village. The characteristics of the occupation floors and other traits such as foundations, post-holes, hearths and carvedpits on the floor have been shown. Excavations also recovered different objects that are part of the daily use and identified the ceramic styles consumed in different contexts. Although it is possible to recognize the presence and use of styles of the "valliserranos" sectors at that time, peculiar characteristics are highlighted that are discussed and put into consideration. 

Keywords: Loma l'Ántigo - village - architecture - Late Period


 

INTRODUCCIÓN

El valle del Cajón (Catamarca), fue escenario de ocupaciones humanas desde al menos 6.000 años (Cortés 2013, Scattolin et al. 2015). Si bien en este sector las investigaciones arqueológicas comenzaron hacia finales del siglo XIX (Ten Kate 1893), su continuidad y profundidad se dio de manera oscilante. A diferencia de lo sucedido en el vecino valle de Santa María oYocavil, donde las investigaciones fueron sostenidas en el tiempo y generaron información sobre la vida en poblados aglomerados desde alrededor del siglo X d.C, en el valle del Cajón los estudios sistemáticos y continuos proceden de las últimas tres décadas y han estado orientados al conocimiento de las primeras aldeas establecidas durante el primer milenio, es decir, correspondientes al Período Formativo (Scattolin y Gero 1999, Scattolin et al. 2007, 2009a, 2009b, 2015); el Período Tardío en cambio, ha sido menos estudiado.

Desde finales del siglo XIX y durante el siglo XX se reportaron poblados aglomerados en la zona como Famabalasto (Cigliano 1956-7, 1958), Cerro Colorado (Weiser 1922), Pampa Grande-Loma EÁntigo (Ten Kate 1893, Weiser 1922, González 1954, Arena 1975, de Hoyos 1996a) y también inmensos sectores con espacios productivos agrícolas como Campo de Huasamayo y La Hoyada (de Hoyos 1996a, 1996b; de Hoyos y Williams 1996). No todos estos sitios recibieron la misma atención y las investigaciones en el área fueron intermitentes. En 2009 iniciamos estudios sistemáticos en la zona con el objetivo de conocer y analizar los modos de vida de las comunidades que habitaron este paisaje en momentos tardíos.

En esta oportunidad presentamos los resultados de las investigaciones efectuadas en el poblado arqueológico Loma l'Ántigo, el cual fue ocupado entre los siglos XIII y XV d.C. Se discuten las evidencias recuperadas a partir de la excavación de áreas de vivienda del poblado y en otros espacios que conforman el paisaje aledaño. Asimismo, se analiza el entramado de relaciones entre objetos, personas y lugares que constituyen el paisaje social de este sector valliserrano.

LOMA L'ÁNTIGO: EL POBLADO Y SU ARQUITECTURA

El sitio Loma l'Ántigo se localiza en el sector medio del valle del Cajón a los S26°36'57" y O66°20'57". En esta zona el valle presenta unos 30 km de ancho (figura 1). La fisonomía de esta área muestra una vertiente oriental muy abrupta sobre la cual se eleva la sierra del Cajón y una vertiente occidental más extendida, con planicie aluvional y elevaciones menores -morros y lomadas- que se disponen en diferentes direcciones y son surcadas por cursos de agua, algunos permanentes, otros estacionales, que bajan desde las elevaciones del oeste.

El sitio se emplaza sobre una lomada de cima amesetada a 2.700 m s.n.m. (figura 2). El conjunto arquitectónico se ve aislado por las características naturales de la elevación ya que las laderas son abruptas y desde su altura se obtiene un amplio panorama del valle. Para acceder a la planicie superior hay que ascender unos 60 m con distinto grado de dificultad según el lateral por el que se realice el ascenso. La subida menos dificultosa al sitio es por el lado norte, mientras que el lateral sur es más escabroso. Gran parte de las estructuras construidas se encuentran actualmente muy próximas a estos flancos abruptos, los cuales son resultado de desmoronamientos producto de la erosión y remoción aluvional ocurrida a posteriori de la ocupación del poblado.


Figura 1. Mapa del área de estudio con la ubicación del sitio Loma l'Ántigo

Un primer relevamiento del sitio fue realizado teniendo en cuenta el plano efectuado por el ingeniero Weiser en 1922, que fuera publicado luego por González (1954) y Raffino (1977). Posteriormente se efectuó el relevamiento planimétrico del sitio con estación total, lo cual permitió ajustar y actualizar el plano con nuevas tecnologías.

El estado de integridad o conservación de la arquitectura es variado. Más de la mitad de los recintos presenta aún visibles sus muros que, en general, no superan los 40 cm de alto. El resto de los recintos presentan una integridad menor, ya que algunas de sus paredes están muy derrumbadas o solo son identificables por alineaciones de piedra ahora discontinuas.


Figura 2. a. El sitio Loma l'Ántigo situado sobre la cima aplanada de la loma. b. Vista de uno de los recintos mejor conservados de Loma l'Ántigo

Loma TÁntigo es un poblado residencial aglomerado. Su disposición está definida justamente por la forma alargada del escaso espacio amesetado de la cima, que se extiende en sentido sudeste-noroeste. El asentamiento está constituido por 111 recintos que ocupan toda la superficie aplanada en una extensión de 1,6 ha. En esta distribución interviene como condicionante primordial la topografía del terreno, aunque no se descartan implicancias organizativas de la dinámica de crecimiento y ordenamiento del poblado (figura 3).

El asentamiento se halla parcialmente rodeado por muros. Sobre la ladera norte han sido construidos dos muros paralelos, que siguen el nivel natural de la pendiente y están separados por ocho metros aproximadamente. El muro superior es doble con relleno de piedra y argamasa y tiene dos metros o más de ancho según los sectores. El muro inferior es simple y está constituido por bloques grandes ubicados como contención de la pendiente. Sobre la ladera sur también aparecen algunas líneas de pared, en el sector sudoeste existen varios muros cortos de contención.


Figura 3. Plano del sitio Loma l'Ántigo con la localización de sondeos y excavaciones

El asentamiento se configuró a partir de la acumulación de estructuras dispuestas adosadas unas a otras y separadas por espacios poco formalizados a los que denominamos Áreas Intermedias (AI). Excepto por estos espacios, que debieron ser abiertos y que se localizan entre las estructuras, no se advierten separaciones marcadas entre recintos ni sectores jerarquizados en términos arquitectónicos. La continuidad es el principio de relación espacial que prevalece entre recintos (Ching 2002 [1982]). Estas estructuras se encuentran muy aglomeradas y no se observan claros senderos de circulación entre ellas. Se presume que los anchos muros con que cuentan algunos de los recintos sirvieron como senderos de circulación. También los espacios que denominamos Áreas Intermedias deben haber funcionado como distribuidores y áreas de tránsito, ya que su sentido, longitudinal y paralelo a varias estructuras, induce el modo de aproximación a los recintos y el sentido de circulación.

El análisis del plano del sitio permitió reconocer sus modos de organización espacial (Ching 2002 [1982]). En el conjunto de recintos concentrado en el lado este de la loma, conformado por los sectores que denominamos 1,2 y 3, sobresale la disposición de tipo lineal, donde las estructuras están organizadas por un eje a lo largo del cual las unidades de tamaños más o menos similares se repiten (figura 3). Los recintos se vinculan directamente compartiendo paredes rectas y quedan de forma alineada. La otra parte del sitio, que ocupa el lado oeste (Sectores 4 y 5), presenta una distribución menos regular, con estructuras que se adosan y articulan de manera no alineada. Predomina en esta parte una organización de tipo agrupada donde las unidades se concentran solamente por relaciones de proximidad y los sectores carecen de regularidad geométrica; aún no queda claro cuál es la solución de esta reunión particular. Además, en esta parte del sitio los tamaños de los recintos son menos homogéneos.

Todos los recintos son poligonales, los más frecuentes son los recintos de planta cuadrangular (n=50) aunque existen también casos de formas rectangulares (n= 19), trapezoidales (n= 1) y otras formas poligonales irregulares (n= 41). El tipo de muro más frecuente para la construcción de los recintos es el doble con relleno formado por dos lienzos o mampuestos paralelos construidos con bloques de piedra apilados y con una cámara intermedia rellena de guijarros pequeños, ripio y tierra. Estas paredes suelen tener más de un metro de ancho, aunque en algunos casos han superado los dos metros. También se utilizó el muro simple construido con bloques de piedra superpuestos. A veces ambos tipos de pared fueron combinados en la arquitectura de una misma habitación. En algunos sectores, donde hay un desnivel leve del terreno, se observaron algunos casos de muro simple empotrado revistiendo el perfil natural, un modo constructivo también registrado en otros sitios de la zona (Nastri 2001) y utilizado como contenedor de la pendiente.

El área de ingreso y egreso a los recintos está marcada por la discontinuidad del muro, que cuando es de tipo doble, se ve interrumpido por un mampuesto que da la finalización. De este modo, el ancho de las paredes dobles, que como dijimos puede superar el metro, genera un pequeño pasillo de ingreso/egreso en estas aberturas. Solo en ocho estructuras pudo registrarse esta área, por lo que se infiere que éste fue uno de los modos de vinculación existente entre recintos, pero quizás no el único.

PRIMERA APROXIMACIÓN A LA ESTRATIGRAFÍA

En una primera instancia, se definieron y ejecutaron nueve sondeos en diferentes sectores del sitio (figura 3) a fin de obtener evidencias de índole cronológico-cultural, observar la variabilidad constructiva y formal de los recintos en piedra, conocer las características de los depósitos en estratigrafía y determinar la presencia de posibles locus de actividad con buena integridad del registro para su posterior excavación en área.

Los pozos de prueba se plantearon tanto en el interior de recintos como en espacios entre estructuras. Los sondeos de 1, 3 y 9 se excavaron dentro de habitaciones y adyacentes a una de sus paredes. Los sondeos 5 y 6 también fueron internos, pero ubicados contra el ángulo que conforma la unión de dos muros. Los sondeos 2 y 8 se plantearon en medio del recinto; en cambio, los sondeos 4 y 7 fueron planteados en sectores externos a las habitaciones.

En todos los casos se excavó utilizando niveles artificiales de 10 cm pero de una manera controlada, es decir, se registró la estratigrafía natural y fueron examinados todos los cambios en la naturaleza de los depósitos. Asimismo, se detectaron signos de una mayor integridad de los contextos, presencia de rasgos discretos, concentraciones de materiales y probables pisos de ocupación.

Las dimensiones de los sondeos fueron variables: los cuadrangulares se hicieron de 1,5 x 1,5 m y aquellos confeccionados contra los ángulos de la pared fueron de 2 m de hipotenusa. En líneas generales se determinó un sedimento arenoso, suelto y de granulometría fina. La estratigrafía observada es muy homogénea y no se percibieron depósitos sedimentarios claramente diferenciables; solo en algunos casos se observó una transición gradada hacia un sedimento un poco más compacto y fino a mayor profundidad. La roca de base corresponde a un depósito de carbonatos denominado en la zona como 'jasi' (de Hoyos 1996b). En todos los sondeos se obtuvieron fragmentos cerámicos, líticos y óseos de fauna.

El sondeo 1, de 1,5 m de lado, fue planteado en la esquina sudeste de la estructura E8, una habitación de planta cuadrangular localizada en el sector central del sitio. La excavación alcanzó los 60 cm de profundidad donde se llegó a la roca de base. Al plantearla sobre una esquina del muro, la excavación dejó expuesta parte de la pared permitiendo conocer las técnicas constructivas y la configuración de los cimientos de la habitación. Para la construcción de éste y los demás recintos se utilizaron bloques líticos de formas redondeadas. En una misma pared aparecieron bloques grandes afianzados por pequeñas cuñas y sectores con bloques pequeños y medianos. El apoyo de los cimientos se hizo sobre la roca base.

Posteriormente, se extendió este pozo hacia la pared oeste y en este sector, el sondeo alcanzó la roca de base hacia el metro de profundidad mostrando el cavado intencional de la roca de base en ciertos sectores de la estructura. El sondeo 2, se efectuó en otra habitación cuadrangular del sector centro-este del sitio. En el centro de este recinto de paredes bien conservadas se realizó un sondeo de 1,5 m de lado. El depósito sedimentario en esta habitación fue escaso, con una potencia máxima de 30 cm. El sondeo 3, fue planteado sobre la pared sur del recinto E103 ubicado en el sector oeste del sitio, ocupó 1,5 m de lado y fue excavado hasta alcanzar la roca de base a unos 40 cm de profundidad. El sondeo 4 se planteó por fuera de un recinto cuadrangular, detrás de su pared sur. Aparece la roca base a los 57 cm de profundidad. El sedimento resultó mucho más pedregoso y consolidado que el hallado en el interior de las estructuras. El sondeo 5, de forma triangular, se planteó en la esquina oeste de la estructura rectangular E93, con 2 m de longitud en su lado mayor (hipotenusa). La roca de base se halló a los 35 cm del nivel de piso actual, excepto por un sector en donde encontramos un pozo circular cavado en la roca de base que contenía sedimento ceniciento y restos de carbón muy pequeños. El sondeo 6 también de forma triangular, abarcó el ángulo sur del muro de la estructura E99, con 3 m en su lado mayor (hipotenusa). Se excavaron unos 60 cm hasta alcanzar la roca de base final. El sondeo 7 se planteó conteniendo parte del muro e interior de la estructura E82 y parte del Área Intermedia 6, en el sector oeste del sitio. Corresponde a un pozo de 1,5 m. En la excavación se encontró un segundo muro o estructura de contención de la pendiente que no se visualizaba en superficie. Presentó unos 70 cm de profundidad hasta alcanzar la roca de base. El sondeo 8 fue planteado en el centro de la estructura E44, una habitación de forma cuadrangular y con un ingreso bien delimitado por vanos en las paredes. Se excavaron unos 62 cm de profundidad hasta alcanzar la roca de base descompuesta. Por último, el sondeo 9, cuadrangular, de 1,5m de lado, se excavó sobre la pared este de la estructura rectangular E25, el mismo alcanzó los 30 cm de profundidad, sin alcanzar la roca de base.

Los restos recuperados en la matriz sedimentaria variaron en densidad en los distintos cateos (tabla 1). Los sondeos 4 y 7, planteados en espacios externos a estructuras, mostraron altas concentraciones de materiales arqueológicos. En el caso del sondeo 4, por fuera de la E92, posiblemente abarque una zona de descarte secundario externa a la habitación. En el sondeo 7, en cambio, la acumulación de materiales de pequeño tamaño, podría ser parte de los sedimentos de relleno y nivelación de un área intermedia ubicada entre estructuras que además, mostró un muro de contención. De los sondeos efectuados en el interior de los recintos se reconocen algunos con densidades intermedias de material (sondeos 2, 5, 6 y 9) y otros con baja acumulación (sondeos 1, 3, y 8). Entre los primeros, el sondeo 5 situado en una esquina de la E93, mostró indicios de la presencia de un piso de ocupación. Se encontraron dos pozos cavados en la roca de base, uno de 13 cm y otro de unos 20 cm de profundidad, los cuales contenían sedimento ceniciento y posiblemente hayan sido áreas de combustión o asistentes a ellas. Además, en el estrato más consolidado se hallaron tiestos dispuestos horizontalmente y que remontaron tras las tareas de laboratorio. El sondeo 9, en la E25, también fue promisorio ya que mostró grandes fragmentos de una olla de cocina con pie en un piso de ocupación. Ambos recintos fueron excavados en área más tarde, lo que permitió confirmar estas presunciones y entregar información valiosa para entender las actividades efectuadas en estos espacios.

Tabla 1. Hallazgos en los sondeos de distintos espacios de Loma L'Ántigo

Sondeo

Est.

Ubicación

Sector

excavado

(m3)

Densidad

material

Cerámica

Lítico

Óseo

Carbón

1

E8

En ángulo sudoeste

1.80

15.5

8

20

si

si

2

E39

Centro

estructura

0.45

42.2

9

10

si

no

3

E103

Sobre pared oeste

1.12

9.82

11

0

si

si

4

Por fuera E92

Sector por fuera muro sur de E92

0.9

146.6

119

13

si

si

5

E93

En ángulo noroeste

1.08

83.3

67

23

si

si

6

E99

En ángulo sudoeste

1.12

35.7

13

27

si

si

7

Área

Inter.6

Espacio abierto entre

estructuras

1.01

108.9

70

40

si

si

8

E44

Centro

estructura

1.23

16.2

13

7

si

si

9

E25

Sobre pared este

0.45

60

18

9

si

si

LOS FECHADOS

Se obtuvieron nueve fechados radiocarbónicos a partir de la datación de muestras de carbón vegetal obtenidas en seis de los sondeos y en la excavación en área de la estructura E93 que se detallará más adelante (tabla 2). En todos los casos se seleccionó material cuya asociación muestra-evento estaba bien establecida y existía una posibilidad probable o razonable de asociación fechado-cerámica (Greco 2014).

El testeo estadístico de significancia permitió determinar que varias de las edades radiocar-bónicas obtenidas estiman la misma fecha. Los resultados se agrupan dentro de un lapso cuyas fechas radiocarbónicas abarcan desde fines del siglo XIII a fines del siglo XV (fechas calibradas con un sigma), es decir, asimilables a dos siglos de ocupación del poblado.

Tabla 2. Fechados radiocarbónicos del sitio Loma l'Ántigo

Código

Código

Laboratorio

Fechado

1 a

2 a

Procedencia

Material

C842-8

AA89386

680 ± 33 AP

1278-1383

1269-1390

Loma l'Ántigo E44 Niv. 4

Carbón nivel ocupación

C831-7

AA89385

663 ± 34 AP

1283-1385

1275-1394

Loma l'Ántigo AI6 Niv. 2

Carbón nivel ocupación

C830-4

AA89382

612 ± 33 AP

1300-1395

1294-1404

Loma l'Ántigo E99 Niv. 4

Carbón nivel ocupación

C841-6

AA89384

602 ± 34 AP

1306-1398

1296-1408

Loma l'Ántigo E93 Rasgo1

Carbón

fogón

C853-2

AA89380

556 ± 33 AP

1323-1418

1307-1432

Loma l'Ántigo E25 Niv. 2

Carbón nivel ocupación

C820-3

AA893881

546 ± 33 AP

1326-1424

1312-1436

Loma l'Ántigo E103 Niv. 4

Carbón nivel ocupación

C1110-T4

AA97849

516 ± 34 AP

1422-1448

1404-1458

Loma l'Ántigo E93 Niv. 3

Carbón área combustión

C833-5

AA89383

471 ± 44 AP

1326-1424

1312-1436

Loma l'Ántigo E93 Niv. 3

Carbón fogón

C802-1

AA899379

432 ± 35 AP

1431-1474

[1417-1515]

[1598-1617]

Loma l'Ántigo E8 Niv. 2

Carbón nivel ocupación

El análisis de la distribución espacial de los fechados dentro del sitio no permitió diferenciar etapas constructivas del poblado, aunque puede destacarse que las tres fechas más antiguas corresponden a estructuras situadas en el sector central en la cima de la loma.

De la excavación de la E93 tenemos tres fechados correspondientes a lo que consideramos niveles de ocupación; dos son estadísticamente iguales y otro, extraído de un rasgo en forma de cubeta (rasgo 1), es estadísticamente más antiguo y posiblemente corresponda a un evento anterior a la ocupación que establecimos para la estructura.

LA EXCAVACIÓN DEL RECINTO E93

Como ya fue mencionado, luego del primer testeo realizado en 2010 se decidió la excavación en área de un recinto completo, el E93. Las tareas de excavación se llevaron a cabo durante dos temporadas en los años 2011 y 2012.

La habitación E93, de 45 m2 y forma alargada, presenta parte de sus muros bien conservados y con una buena sedimentación en su interior. La pared sur posee anchos muros dobles y tiene un sector claramente curvo (figura 4). El ingreso al recinto debió estar sobre la pared norte, aunque la mala conservación de este sector de muro no permitió diferenciar el lugar de entrada y la conexión con la habitación adosada.


Figura 4. Excavación de la estructura E93 de Loma l'Ántigo

El piso de ocupación se identificó a unos 25 cm de profundidad. En éste se registraron algunos rasgos estructurales. Dos oquedades cavadas en la roca de base, que contenían sedimentos cenicientos y gran cantidad de restos de espículas y pequeños carbones en su interior, constituyeron áreas de combustión en cubeta. Asimismo se distinguieron otros pozos cavados en la roca de base con funciones indiferenciadas. Además se observaron dos hoyos profundos y con piedras pequeñas en forma de cuña que podrían haber servido como hoyos de poste para algún tipo de techumbre. Se hallaron tiestos distribuidos en toda la habitación, pero las frecuencias más altas y gran cantidad de fragmentos que podían remontarse se distinguieron concentrados en dos sectores del lado sur del recinto y próximos a los pozos o cubetas. La mayor abundancia de material se encontró en el sector que sería más interno y reparado de la estructura. Los tipos mayoritarios fueron los fragmentos de estilo santamariano correspondientes a piezas abiertas (cuencos de cuello corto) y el tipo Ordinario, lo que permitiría considerar la existencia de un área de actividad vinculada a la producción y consumo de alimentos. Por otra parte, la distribución del material lítico es coincidente con esta configuración (figura 5). Lo mismo ocurre con los restos de arqueofauna aún en estudio.

Si bien se deben considerar los distintos procesos que pudieron haber intervenido en la conformación de los conjuntos tal y como fueron hallados, podemos plantear que en este recinto se observan dos conjuntos materiales conformados por piezas cerámicas, desechos líticos, fauna y rasgos en el piso donde se verificaron áreas de combustión, todo esto situado próximo al muro sur, posiblemente al resguardo de los sectores de mayor movimiento. Al mismo tiempo, el centro de la habitación y la zona más cercana al lugar de ingreso se observaron despojados de materiales, seguramente por la mayor circulación y tránsito de personas.

Una configuración de materialidades llamativamente similar fue encontrada en la estructura E25 de mayor tamaño, ubicada en el extremo opuesto del poblado Loma TÁntigo, que fue excavada posteriormente. Allí encontramos nuevamente un área de combustión en cubeta, algunos pozos circulares cavados en la roca de base y los mismos tipos cerámicos que en la E93. Puede pensarse que estos modos particulares de organizar el espacio interno y las actividades en las áreas habitacionales guardan formas y ordenamientos recurrentes.


Figura 5. Planta de la estructura E93. Distribución de los principales hallazgos. El tamaño diferente de los círculos indica mayores y menores concentraciones de material lítico

LA ALFARERÍA DE LOMA L'ÁNTIGO

El conjunto cerámico total recuperado en las excavaciones está integrado por 970 tiestos de los cuales 642 corresponden al recinto E93 y los 328 restantes a los sondeos previamente efectuados en distintas estructuras. En líneas generales los fragmentos fueron identificados como de los tipos Ordinario, Ordinario Peinado, Gris Pulido y distintos grupos pintados de los cuales unos pocos presentan pintura y diseños incisos. Solo tres de estos tiestos no pudieron ser analizados por presentarse muy erodados.

Específicamente, del conjunto cerámico recuperado en E93 (n= 642), la mitad corresponde a los tipos Ordinario (n= 225) y Ordinario Peinado (n= 47). Además se hallaron unos pocos fragmentos Gris Pulido del tipo Famabalasto (n= 2), Negro sobre Rojo (n= 5) y Rojo Inciso, posiblemente del tipo Quilmes Inciso (n= 2). El resto (n= 360) corresponden a estilos santama-rianos, entre los que se destacan fragmentos pintados en negro sobre baño blanco o bicolor (n= 167), aunque también hay fragmentos baño blanco (n= 83), negros sobre pasta naranja (n= 13), negro y blanco sobre pasta naranja (n= 9), morado sobre baño blanco (n= 1), mientras que otros fragmentos santamarianos no pudieron ser diferenciados (n= 87).

En el contexto de la estructura E93 se reconstruyeron algunos recipientes de manera completa o semicompleta a partir de la técnica de remontaje de tiestos que generalmente estaban asociados por proximidad en sectores acotados de la habitación. En algunos casos, pudo inferirse que la posición en que se encontraban los fragmentos cerámicos respondía a la ubicación y posición del evento de rotura de la vasija, siendo probable que estos objetos fueran residuos de facto (Schiffer 1972). Pero también la excavación aportó otra gran cantidad de fragmentos útiles para recomponer y describir la diversidad de formas, que fueron parte del equipo cerámico utilizado y consumido. Para obtener el número mínimo de vasijas (NMV) de esta habitación se tomaron los fragmentos diagnósticos pertenecientes a bordes, bases, apéndices y otros tiestos, que aportaron información de los contornos a partir de la presencia de puntos de inflexión y puntos angulares. Este análisis permitió el cálculo de un NMV de nueve recipientes de distintas categorías morfológicas (figura 6).

Dos piezas corresponden a recipientes del tipo Ordinario Peinado. El NMV1 es una olla globular grande con borde directo y base bicóncava en forma de "pie" o "pedestal" de unos 12 cm de diámetro, la otra (NMV2) es de morfología similar pero de menor tamaño también con "pie" y 10 cm de diámetro de base. Una tercera olla globular y de borde directo (NMV3) sabemos que excede los 50 cm de diámetro de abertura, aunque no fue posible establecerlo con mayor precisión. Esta pieza tiene una terminación de la superficie alisada con partes que fueron peinadas y posee un pequeño aplique en forma de asa otomorfa. Presenta una superficie oscura, producto del hollín adherido a sus paredes. El NMV4 es una olla pequeña tipo Ordinario Alisado, de borde corto y evertido, paredes delgadas y con apliques circulares en forma de cruz excisa adheridos en el cuerpo. También posee restos de hollín y las superficies de la pared ennegrecidas.

Las otras cinco vasijas corresponden a piezas de tipo cuenco con terminaciones pulidas y pintadas de estilo Santamariano Bicolor. El NMV5 es un cuenco de cuello corto, con un diámetro de boca o abertura de 17 cm. La pared exterior presenta diseños en negro sobre fondo baño blanco. Son líneas verticales alternadas con hileras de puntos y también elementos espiralados. En la parte interior del cuenco, los diseños están pintados en negro sobre la pasta naranja. En la cara interior del borde presenta dos líneas negras paralelas y en el cuerpo una franja ondulante del mismo color. Hay otros diseños que no pudieron ser identificados.


Figura 6. Reconstrucción de formas cerámicas y NMV de la estructura E93

El NMV6 es un cuenco de cuello corto Santamariano Bicolor, con un diámetro de boca o abertura de 21 cm. Posee una pequeña asa otomorfa que apenas sobresale del cuerpo. Está pintado en el exterior de negro sobre fondo baño blanco con diseños de líneas y puntos. En el borde interior del cuello posee una hilera de rombos con un punto interno y en el cuerpo presenta líneas negras formando un diseño indeterminado.

El NMV7 consiste en un cuenco de cuello corto Santamariano Bicolor. Posee un diámetro de la abertura de 26 cm. La pared exterior está cubierta de un baño blanco y no se observan diseños pintados. El interior del cuello muestra una guarda conformada por dos líneas negras paralelas encerrando una hilera de rombos alargados con puntos en su interior pintados en negro sobre la pasta naranja.

El NMV8 corresponde a un cuenco de cuello corto Santamariano Bicolor con un diámetro de abertura de 17 cm. La pared exterior presenta un baño blanco desleído mientras que la interior posee diseños pintados en negro sobre la pasta naranja, representados por una guarda conformada por dos líneas negras paralelas encerrando una hilera de rombos con uno o dos puntos en su interior. En el cuerpo presenta líneas ondulantes con apéndices cortos que podrían responder a un diseño figurativo.

El NMV9 también corresponde a un cuenco de cuello corto Santamariano Bicolor de 17 cm de diámetro de la abertura. El diseño exterior presenta diseños geométricos de líneas escalonadas de color negro sobre el baño blanco. El diseño interior del cuello presenta líneas en "V" ubicadas en hilera y diseños de línea ondulante en el cuerpo.

EL CONJUNTO LÍTICO

El material lítico recuperado en las excavaciones está conformado por 329 ejemplares, de los cuales 199 corresponden a la habitación E93, mientras que los 130 restantes proceden de los sondeos excavados en distintos sectores del sitio.

Una clasificación tipológica preliminar de los hallazgos de la E93 (Moro 2016) se realizó utilizando la propuesta de Aschero (1983). La mayoría de los ítems fueron identificados como lascas y desechos de talla (n= 194) correspondientes a diferentes etapas de la extracción y forma-tización de piezas. De ese conjunto, la mayor parte corresponden a lascas de tipo angular (n=36), mientras que también se identificaron lascas de arista simple (n= 30), lascas planas (n= 7), lascas primarias (n= 6), lascas de dorso natural (n= 6), lascas de arista doble (n= 6), lascas de flanco de núcleo (n= 2), una lasca secundaria y una hoja de arista simple. El resto del material corresponde a lascas indiferenciadas (n= 99).

Además se distinguieron cuatro nódulos, dos de los cuales son de cuarzo y dos de andesita. Solo se identificó un instrumento, una punta de proyectil de obsidiana cuyo pedúnculo, aletas y extremo distal están quebrados.

Las materias primas presentes en el conjunto de lascas y desechos de talla son andesita, cuarzo, riolita y obsidiana, siendo la primera la más abundante y la última la que se encuentra en menor proporción.

EL POBLADO Y SUS ALREDEDORES

En los alrededores de Loma EÁntigo existen evidencias de prácticas funerarias contemporáneas a la ocupación del poblado sobre la loma. Muchas de ellas han sido detectadas en las prospecciones realizadas en la área y son muy visibles dado que han sufrido prácticas de huaqueo frecuentes en esta zona.

En la década de 1920, Weiser excavó tres sepulcros en las planicies aledañas al poblado Loma l'Ántigo, tal como quedara registrado en su libreta de campo (Weiser 1922). La alfarería recuperada en las tumbas comprende una olla de boca ancha con diseños geométricos pintados en negro, un pequeño cuenco con diseños antropomorfos al pastillaje y restos de pintura negra y una pieza de perfil compuesto de cuerpo globular y cuello largo con diseños geométricos pintados en negro sobre rojo (figura 7b, c y d).

También en el sitio Campo de los Indios, ubicado a 1 km en línea recta al suroeste de Loma l'Ántigo, encontramos tres tumbas huaqueadas muy cercanas entre sí. En una de ellas, se hallaron varios fragmentos de una vasija rota y huesos humanos removidos, por lo que se decidió efectuar un rescate. Los análisis bioantropológicos identificaron dos individuos adultos femeninos de edad madura, es decir, de unos 40-50 años de edad (Bugliani y Cortés 2015). Uno de los fragmentos óseos fue fechado por AMS en 577 ± 45 años AP, esto es, 1383-1450 d.C. cal 2 c (AA 102679; hueso). En el pozo se recuperaron también veintinueve fragmentos cerámicos correspondientes a una única pieza. Se trata de una vasija antropomorfa con ojos en granos de café, cejas largas al pastillaje y diseños geométricos pintados en negro y rojo sobre un baño blanco (figura 7a). Podrían pertenecer a una urna santamariana o, posiblemente, a una urna antropomorfa de las definidas como tipo Peñas Azules (Arena 1975), denominación otorgada a partir de la presencia de este estilo en el cementerio Peñas Azules-Campo del Fraile situado a unos 4 km en línea recta de Loma l'Ántigo. Dado que el fechado radiocarbónico obtenido en este contexto es estadísticamente equivalente a los de Loma l'Ántigo, consideramos que se trata de un espacio funerario contemporáneo e integrante del mismo paisaje social que el poblado. En el caso de las tumbas excavadas por Weiser al pie de la loma, las similitudes estilísticas entre la cerámica del sitio y las vasijas de los entierros también dan cuenta de esta contemporaneidad.

CONSIDERACIONES FINALES

Loma LÁntigo fue parte del paisaje social constituido por lugares, objetos y personas que habitaron el sector medio del valle del Cajón entre fines del siglo XIII y fines del XV, es decir, ocupaciones concentradas en un rango de 200 años previos al Período Incaico.

Su configuración final permite catalogarlo como un poblado con traza en damero irregular (Raffino 1988). Su fisonomía parece ser resultado del agrupamiento de recintos iguales o desiguales intercomunicados, donde no hay una formalización generalizada de las estructuras. En las construcciones del lado este de la loma predomina la disposición lineal con un eje sobre el cual las unidades se repiten. El lado oeste presenta una distribución de tipo agrupada, donde las unidades se concentran por relaciones de proximidad sin regularidad geométrica. El aspecto anárquico en algunos sectores de la instalación puede estar dado por el crecimiento espontáneo al menos en los inicios.

Una característica sobresaliente es el lugar de emplazamiento en la superficie plana de la loma a la que se llega a través de terrenos ríspidos y desde donde se tiene una visión 360°. Asimismo, el asentamiento contaba con disponibilidad de recursos hídricos muy próximos.

En la década del setenta el sitio fue calificado por M. D. Arena como un emplazamiento estratégico, de refugio y ocupado de manera temporaria, lo que infería a partir de la falta de basureros, acumulaciones superficiales y morteros entre otras evidencias (Arena 1975). Luego esta idea fue cuestionada por M. de Hoyos quien reconoció que si bien los materiales hallados en la superficie del sitio eran escasos, se observaban grandes cantidades de desechos al pie de la loma, pudiéndose pensar en la existencia y dinámica de actividades extramuros (de Hoyos 1996a: 307). Las excavaciones sistemáticas realizadas recientemente han mostrado una importante cantidad de artefactos de diferentes materias primas en los espacios intra y extramuros. También han permitido visualizar los modos constructivos y rasgos arquitectónicos que no se corresponden con una estrategia expeditiva o temporaria.

Se han conocido las características de los pisos de ocupación y otros rasgos constructivos de los recintos como cimientos, hoyos de poste, fogones en cubeta y hoyos cavados en el piso. También se recuperaron distintos objetos que forman parte de los enseres de uso diario en esos espacios. Entre los objetos cerámicos se identificaron tanto ollas globulares de pastas gruesas y paredes alisadas peinadas propicias para la elaboración de alimentos como pequeñas vasijas pintadas utilizadas en el servicio. Además fueron hallados torteros para hilar confeccionados en cerámica.

En relación con las prácticas de consumo cerámico si bien es posible reconocer la presencia y uso de estilos de los sectores valliserranos para esa época, se advierten características peculiares en las asociaciones iconográficas y morfológicas. Las piezas Ordinarias tanto alisadas como aquellas peinadas con bases bicóncavas en forma de "pie" o "pedestal" se asemejan a ollas peinadas con pie encontradas a pocos kilómetros en la ocupación tardía del sitio Yutopián y en Rincón Chico en el valle de Yocavil (Marchegiani y Greco 2007). Además son similares a otras estudiadas por Iucci en el valle de Hualfín (Iucci 2009) y a las denominadas por Puente como piezas de base bicóncava, para el valle del Bolsón (Puente 2012).

También se observaron fragmentos de ollas globulares de borde directo alisadas con partes peinadas y otros rasgos como el asa otomorfa y los apliques circulares chatos y con excisiones en cruz comunes en los conjuntos cerámicos del valle de Santa María (Marchegiani y Greco 2007).

Otra característica compartida con los conjuntos cerámicos de otros asentamientos de la misma época en áreas vecinas es la proporción elevada de tipos pintados y pulidos vinculados al servicio, en relación con los alisados y peinados que mencionábamos antes. Asimismo si bien existe gran proporción de fragmentos santamarianos, no hemos podido reconstruir la forma urna y es escaso el material que podríamos adjudicar al tipo Santamariano Tricolor. En cambio, resulta significativa la presencia de cuencos "con cuello corto" y con diseños del tipo Santamariano Bicolor, pintados en negro sobre un baño blanco o directamente sobre la pasta anaranjada, los cuales pudieron ser parte de la vajilla de servicio en contextos domésticos, tanto para la alimentación como para otras sustancias. Esta forma, sin embargo, no se encontró en los contextos funerarios más cercanos al poblado. Este tipo de contenedor, con similares proporciones y configuraciones de diseño, también fue registrado en el piso de ocupación tardío de Yutopián y en los cementerios excavados por Weiser en el sitio Famabalasto (Palamarczuk 2011).

También es importante mencionar la presencia de estilos pintados en negro sobre rojo o negro sobre el color anaranjado de la pasta que suelen encontrarse en los poblados tardíos. Estos estilos aún no han sido definidos con suficiente sistematicidad, aunque una primera caracterización muy detallada fue realizada por Marchegiani, Palamarczuk y Reynoso (2009). En Loma l'Ántigo se encontraron algunos fragmentos pero no han podido realizarse reconstrucciones de forma; sin embargo, un referente importante de esta cerámica pueden ser los ejemplares enteros hallados por Weiser en las tumbas situadas a pocos metros del sitio (figura 7b, c y d.).

Por su parte, en el conjunto lítico predominaron las lascas y los desechos de talla en andesita, cuarzo, riolita y obsidiana, son escasos los núcleos y solo se encontró un instrumento constituido por una punta de proyectil de obsidiana. El material se halló distribuido en toda la habitación E93, aunque se diferenciaron sectores con mayores concentraciones que permiten inferir actividad de talla en este espacio. Excepto por la punta, se trata de una tecnología muy expeditiva con un bajo nivel de trabajo invertido en la confección de filos para uso doméstico.

Desde los estudios de la actividad doméstica, Allison (1999) plantea que los espacios habitados con las acciones y disposiciones que encierran conforman el modo en que accedemos -y a la vez confrontamos- al mundo que nos rodea. Las formas y los patrones de la vivienda, pueden actuar como medio a través del cual el mundo (la comunidad), puede ejercer control sobre las actividades dentro de la casa, pero al mismo tiempo la estructura y configuración física interior proveen los medios para separar ciertas actividades de la influencia de la sociedad general. En este interjuego es donde encuentran significatividad las configuraciones materiales particulares. En los contextos presentados, vemos configuraciones materiales entendidas como modos reiterados de apropiación de los objetos que encierran pautas de consumo particulares. Si bien es posible reconocer los estilos presentes en los sectores valliserranos, se advierten características peculiares en las asociaciones iconográficas y morfológicas y en la variabilidad de las configuraciones de consumo particulares en diferentes contextos. Avanzar no solo en las similitudes, sino en las sutiles diferencias nos acerca a las elecciones, disposiciones y acciones de quienes habitaron este valle.


Figura 7. a. Fragmentos de la vasija recuperada en la tumba de Campo de los Indios. b, c y d. Piezas encontradas por Wieser tres tumbas cercanas al poblado Loma l 'Ántigo en 1922

 

AGRADECIMIENTOS

Agradezco la hospitalidad de Mercedes Pachao, José Pachao, Ana Gutiérrez y toda la familia durante nuestras estadías en Ovejería Chica. Asimismo quiero agradecer la colaboración de Leticia Cortés, Lucas Pereyra Domingorena, María Cristina Scattolin, Sofía Fernández Sancha, Leda Moro, Pablo Villar y Lautaro Gianola en sucesivos trabajos de campo en Loma l'Ántigo. Estas investigaciones han sido sostenidas con fondos de los proyectos ANPCyT PICT Raíces 633, CONICET PIP 0486 y Universidad Nacional de La Plata N815.

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