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Relaciones

versión impresa ISSN 0325-2221versión On-line ISSN 1852-1479

Relaciones vol.46 no.2 Buenos Aires dic. 2021

 

Artículos

GEOMETRÍAS PERDURABLES. EL CASO DE LAS PLACAS GRABADAS LÍTICAS DEL GOLFO SAN MATÍAS (PROVINCIA DE RÍO NEGRO) Y SU CONTEXTUALI-ZACIÓN EN LA PATAGONIA ARGENTINA

DURABLE GEOMETRIES. THE CASE OF THE ENGRAVED LITHIC PLAQUES FROM GOLFO SAN MATÍAS (RÍO NEGRO PROVINCE) AND THEIR CONTEXTIN ARGENTINEAN PATAGONIA

Danae Fiore1 

Agustín Acevedo2 

Cristian M. Favier Dubois3 

1 Asociación de Investigaciones Antropológicas, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Universidad de Buenos Aires, E-mail: danae_fiore@yahoo.es

2 Asociación de Investigaciones Antropológicas, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, E-mail: agustinacevedo2009@gmail.com

3 Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Paleontológicas del Cuaternario Pampeano, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas - Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional del Centrode la Provincia de Buenos Aires, E -mail: cfavier3@gmail.com

RESUMEN

Este trabajo analiza un conjunto de placas grabadas procedentes del Golfo San Matías (provincia de Río Negro) con el objeto de evaluar recurrencias de diseño que indiquen la presenciade reglas de ornamentación y/o codificación de información visual entre las poblaciones cazado-ras-recolectoras que las produjeron y utilizaron. Posteriormente, se desarrollan comparacionessistemáticas con 170 placas procedentes de Patagonia y otras regiones de Argentina, utilizandocomo indicador principal la presencia de tipos de motivos compartidos. Los datos se evalúan a laluz de un modelo teórico con expectativas que vinculan variabilidad/estandarización de diseños,laxitud/estructuración ornamental y heterogeneidad/redundancia informativa. Los resultadosdemuestran que las placas mantienen una baja estandarización de los diseños, compatible conuna función comunicativa de baja redundancia (con contenidos heterogéneos) y/o con una función ornamental con reglas laxas. Los repertorios compartidos documentan, además, numerososvínculos interregionales, que son corroborados mediante otras líneas de evidencia arqueológica.

Palabras clave: placas grabadas; Patagonia; repertorios; ornamentación; comunicación

ABSTRACT

This paper analyses a collection of engraved plaques from Golfo San Matías (Río Negro province) in order to assess design recurrences which might point to the presence of ornamentationrules and/or visual information coding among the hunter-gatherer peoples who produced andused them. Then, 170 plaques from Patagonia and other regions of Argentina are systematicallycompared using the presence of shared motif types as the main criterion. Data are assessed usinga theoretical model with expectations which link design variability/standardization, ornamentallaxity/structuration and informational heterogeneity/redundancy. Results show that plaquesdisplay low design standardization, which is compatible with a low redundancy communicativefunction (heterogeneous content) and/or with an ornamental function with lax rules. Moreover,the shared repertoires document several inter-regional links, which are verified using differentlines of archaeological evidence.

Keywords: engraved plaques; Patagonia; repertoire; ornamentation; communication

INTRODUCCIÓN

El objetivo de este trabajo es presentar un conjunto de placas líticas grabadas, procedentes del Golfo San Matías (costa norte de Patagonia, provincia de Río Negro), caracterizarlas siguiendocriterios previamente desarrollados en trabajos anteriores (Acevedo 2015, 2016) y proceder a lacomparación de sus morfologías, diseños y tipos de motivos contra una muestra conformada por170 placas de la Patagonia argentina y regiones adyacentes. Dicha comparación permitirá evaluarla existencia de vínculos entre las distintas zonas de procedencia de estos artefactos, que arrojaráluz sobre la circulación de objetos y/o información en el contexto de la interacción y contactosde poblaciones cazadoras-recolectoras de la Patagonia.

El golfo San Matías (en adelante GSM) posee un clima semiárido, con una temperatura media de 15°C, precipitaciones menores a los 300 mm anuales y vegetación arbustiva correspondiente ala provincia de Monte (Cabrera y Willink 1980). Las investigaciones arqueológicas revelaron laexistencia de ocupaciones humanas al menos desde el Holoceno medio (ca. 6000 años 14C AP)y reconocieron dos etapas. Una primera etapa (ca. 6000 a 2000 años 14C AP) que evidencia unuso intensivo de la fauna marina, particularmente peces y lobos marinos, y una segunda etapa(ca. 1500 a 400 años 14C AP) en la que su uso es moderado a bajo, con una diversificación en lasespecies consumidas, con un aumento en la importancia de las terrestres como el guanaco y elñandú (Favier Dubois et al. 2009a; Favier Dubois y Kokot 2011). Estos resultados se basan eninformación arqueofaunística y paleodietaria (isótopos estables de C y N sobre restos humanos).En la última etapa se registran además cambios tecnológicos, así como un aumento en la movilidadde los grupos y en la circulación de materias primas (Favier Dubois et al. 2009b).

Las preguntas de investigación que guían nuestro trabajo se orientan a pesquisar si existieron códigos de comunicación y/o de ornamentación, subyacentes a la producción de los diseños visuales de las placas, identificables dentro de la colección del GSM, y/o compartidos entre diversasregiones de la Patagonia. La identificación de estos potenciales códigos compartidos podría indicarla existencia de redes de comunicación visual entre poblaciones cazadoras-recolectoras, operandoa escala regional y/o macro-regional. Contrariamente, la falta de evidencia de estos códigos y laidentificación de elementos específicos de índole más detallada y sutil (por ej. ciertos tipos demotivos), compartidos en las mismas escalas abonaría la existencia de formas de comunicaciónmás heterogéneas y menos estandarizadas, que podrían haber funcionado como mecanismos deinteracción socialmente menos reglados.

Asimismo, se analizará la existencia de conexiones interregionales para evaluar si hubo predominio de contactos entre zonas próximas (esperable en interacciones frecuentes y directas)y/o entre zonas no-vecinas (esperable en interacciones a larga distancia). Los contactos hallados secontrastarán con otras líneas de evidencia (por ej. procedencia de obsidianas, cuarcitas y moluscoshallados en el GSM) que marquen vínculos en las mismas escalas para evaluar si ocurrieron entrelas mismas regiones.

ANTECEDENTES

El término "placas grabadas" se utiliza para definir a un conjunto de artefactos líticos de superficies planas y espesor reducido, de formas y tamaños variados, decorados con diseñosgrabados (Fernández 1982). Usualmente están confeccionadas sobre rocas blandas (por ej. me-tamórficas de bajo grado de la serie arcillosa y sedimentarias carbonáticas) y no se conoce aún situvieron funciones práctico-mecánicas. Actualmente se dispone de información publicada sobremás de 180 ejemplares de placas, provenientes principalmente de Patagonia y Pampa y, en menorfrecuencia, Sierras Centrales, Cuyo, NOA y NEA, asignados temporalmente al Holoceno tardío(Losada Gómez 1980; Barrientes et al. 1997; Berón 1997; Oliva 2006; Acevedo 2015; Zubimendiet al. 2016; Carden y Martínez 2014; Cassiodoro et al. 2019; Lynch et al. 2019; entre otros).

Las investigaciones sobre estos artefactos atraviesan la historia de la arqueología argentina desde sus inicios hasta el presente. Debido a limitaciones de espacio, no citaremos la totalidad delos antecedentes sobre esta temática, que pueden encontrarse analizados en Acevedo (2015). Cabemencionar, sin embargo, que los estudios de estos materiales comienzan con Ameghino (18801947) y tienen un considerable desarrollo durante las primeras décadas del siglo XX, en las cualesautores como Verneau, Outes, Lehmann-Nitsche, Torres, Vignati y Greslebin propusieron diversasinterpretaciones sobre sus potenciales funciones, sin validación empírica, en concordancia conlas prácticas de la época.

Posteriormente, Bórmida, Schobinger y Losada Gómez desarrollaron estudios de índole histórico-cultural, con objetivos orientados al ordenamiento espacio-temporal de las placas y laidentificación de las culturas productoras. En este marco, Menghin (1957) señaló la existencia desimilitudes entre los motivos grabados en las placas y los del Estilo de grecas del arte rupestre.Esto sería respaldado posteriormente por Gradin (1973) y brindaría un marco temporal relativo(Holoceno final) dentro del cual insertar la producción de estos materiales.

Investigaciones desde marcos procesuales y postprocesuales se han enfocado en la cronología y análisis de las placas como evidencias de procesos socio-económicos regionales. Esto incluye:a) la datación de ejemplares provenientes de contextos estratigráficos de la región pampeana, enmomentos del Holoceno tardío final: ca. 1100 a 400 años 14C AP (Barrientes et al. 1997; Berón1997; Oliva 2006); b) la interpretación de su uso a escala intrarregional, como señalización deidentidades de grupos cazadores-recolectores en situación de competencia por espacios y recursos (Barrientes y Perez 2004; Berón 2006; Curtoni 2006); y c) a escala interregional, para laconstrucción de mecanismos de integración entre poblaciones dispersas para minimizar riesgosen contextos de stress ambiental (Belardi 2004; Berón 2006).

En los últimos años han resurgido las investigaciones focalizadas en los artefactos, que aportan información novedosa sobre: a) la existencia de vínculos morfológicos entre los diseños de placasprovenientes de diferentes regiones (Acevedo 2015, 2016; Cassiodoro et al. 2019; Lynch et al.2019); b) la homogeneidad técnica en los motivos grabados (Lynch et al. 2019); c) la utilizaciónde materias primas líticas locales (Cassiodoro et al. 2019) y no-locales (ca. 90 km) (Lynch et al.2019); d) los tratamientos previos sobre las superficies a ser grabadas (Lynch et al. 2019); e) suvinculación con diferentes contextos de actividades domésticas y específicas (Cassiodoro et al.2019; Lynch et al. 2019); y f) las primeras dataciones para ejemplares provenientes de Patagonia(ca. 1700 y 1900 años 14C AP) (Lynch et al. 2019).

Finalmente, otro pequeño grupo de publicaciones constituye un antecedente indirecto sobre el tema bajo estudio en este trabajo: se trata de aquellas relativas a los análisis de fragmentos de cáscara de huevo de Rheidae en Patagonia, cuyos motivos altamente geométricos hansido grabados sobre soportes transportables, pero de alta fragilidad, lo cual implica la habitualfragmentación de los diseños. Sin embargo, éstos han permitido identificar un conjunto mínimode tipos de motivos compartidos entre varios sitios/loci de la costa norte del golfo San Matías(Fiore y Borella 2010) como en el curso inferior del río Colorado y colecciones comparativas(Carden y Martínez 2014). El estudio de estas "geometrías delicadas" o "geometrías fracturadas",como las denominaron respectivamente las/los autores, constituye un antecedente al análisis de las geometrías perdurables que encaramos en este trabajo. Como veremos a continuación, estadenominación no solo remite a la perdurabilidad de los soportes sobre los cuales están hechas,sino también a la existencia de determinados tipos de motivos que perduran en el espacio, enlocalidades o regiones distantes entre sí.

MARCO TEÓRICO

El arte mobiliar tiene una serie de características materiales que se vinculan con sus funciones práctico-mecánicas y sociales (Conkey 1980; d'Errico 1994; Dobres 2001; Fiore 2012, 2020; Acevedo 2015; Carden y Borges Vaz 2017). Tanto el tipo de artefacto como el corpus deimágenes producidas en/sobre el artefacto, e incluso las técnicas con que éstas fueron creadas,pueden haber operado como medios de comunicación de información de variada naturaleza(ecológica, de estatus social, identitaria, de cosmovisión, etc.), así como también pueden haberrespondido a motivaciones ornamentales (Conkey 1980; d'Errico 1994; Dobres 2001; Fiore 2012,2020; Acevedo 2015; Carden y Borges Vaz 2017).

La función ornamental de las imágenes de arte mobiliar alude a la capacidad de éstas de decorar un objeto con diseños compuestos por uno o varios motivos (unidades básicas del diseño),con ciertas características tecno-morfológicas (forma, tamaño, color, etc.), que frecuentementeno se disponen de manera azarosa, sino que están estructuradas de determinada forma en elespacio plástico del soporte (en este caso, con determinada posición, orientación, repetición en/sobre el artefacto) (Fiore 2011). La materialidad de estos diseños, con estas características yestructuración, genera efectos estéticos sobre quienes las perciben, produciendo respuestas sensoriales, emocionales, imaginativas, de entendimiento, etc. (Heyd 2014). Si bien dichas respuestasdependen de la interacción sujeto/imagen-objeto, las pautas recurrentes en la materialidad deéstos aportan vías de acceso a la dimensión estética de la ornamentación, ya que revelan aspectosde la intencionalidad de los/las productores. Así, estas tendencias en la ornamentación puedencomunicar información acerca de la procedencia, agentes productores y/o funcionalidad socialde las imágenes-objeto.

La función comunicativa visual del arte mobiliar se basa sobre la potencialidad de las imágenes para codificar, contener y transmitir información. Dicho proceso se inicia cuando los/las productores codifican información materializada en uno o varios motivos que representan a unreferente externo, estructuradas de determinada forma en el espacio plástico del soporte (en estecaso, en/sobre el artefacto). Así, la información contenida en dichas imágenes representativaspuede ser luego decodificada, comprendida e interpretada por personas que compartan el mismocódigo visual para acceder desde el plano sintáctico al semántico, incluso en ausencia de los/lasproductores de las imágenes (Fiore 2011). Esta es la gran ventaja que aportan los sistemas decomunicación visual realizados sobre soportes portátiles tales como el arte mobiliar, ya que, comohan demostrado numerosos arqueólogos/as, permite generar redes de comunicación a escalasespaciales amplias, incluso entre poblaciones de regiones que no necesariamente hablarían lamisma lengua (Gamble 1982). Ahora bien, los diseños representativos pueden haber codificadoinformación tanto de manera figurativa (manteniendo una relación icónica con el referente) comode manera no-figurativa (representando el referente de manera no-icónica). A ello se suma quealgunas imágenes pueden haber carecido de referentes externos, es decir, haber sido diseños no-representativos: estos casos no habrían cumplido con una función comunicativa de manera explícitani mediante un código visual estructurado tal como el arriba definido (Fiore 2011). Debido a ladificultad de distinguir arqueológicamente entre diseños representativos no-figurativos y diseñosno-representativos, en este trabajo tomamos la función comunicativa como una potencialidadde la imagen-objeto de arte mobiliar, pero no aseguramos que todas ellas hayan sido producidascon esta finalidad.

Interesantemente, ambas motivaciones -comunicativa y ornamental- requieren que la producción artística esté sujeta a cierto conjunto de procedimientos que orientan tanto la percepción de las cualidades plásticas de la imagen-objeto generando efectos estéticos, como la posibilidadde decodificación e interpretación del potencial contenido informativo (especialmente en ausencia del/a productor/a), según el contexto de producción/uso del material artístico. Si bien laornamentación puede en algunos casos prescindir de una estructuración pautada de la imagen,es habitual que dicha estructuración exista; en el caso de la comunicación, la estructuración esimprescindible para que ésta ocurra. Esto conlleva la paradoja de que tanto comunicación comoornamentación requieran códigos, lo cual genera un potencial problema de equifinalidad, especialmente cuando ambas funciones no son contrapuestas, sino potencialmente complementarias.Sin embargo, parte de esta equifinalidad puede desentrañarse. Tanto para sostener funcionescomunicativas como ornamentales, la producción de objetos-imágenes de arte mobiliar implicacuatro elementos conjugados: un soporte, una o varias técnicas de producción de imágenes, unrepertorio de tipos de motivos (en adelante TM) y una forma de combinarlos en cada pieza de artemobiliar. Si bien los cuatro elementos pueden ser más o menos activos tanto en la comunicacióncomo en la ornamentación, la existencia de un repertorio de TM compartidos es el indicador másdirecto para evaluar la existencia de circulación de información a escala interregional (Conkey1980; Belardi 2004; Fiore 2006; Fiore y Borella 2010; Carden y Martínez 2014; Acevedo 2015).Por esta razón nos concentraremos en este indicador como eje de nuestro análisis.

En cuanto a los TM, en primer lugar, la creación de un repertorio implica el uso de un rango limitado de tipos, ya que esto permite la función comunicativa del arte. En segundo lugar, cadaTM requerirá una cierta estandarización que permita una interpretación visual no ambigua (si esque comunica información) y/o un rango de opciones de diseño que permitan una apreciaciónestética orientada (si es que está diseñada para generar efectos ornamentales) dentro de un marcocultural de reglas de interpretación/apreciación.

Finalmente, el arte mobiliar puede implicar el uso de un solo TM (de forma única o repitiéndolo dos o más veces), pero también la combinación de varios TM en una misma pieza. Presentamos, entonces, un modelo teórico que combina dos variables para evaluar la variabilidad y recurrencias en los diseños bajo estudio y desentrañar sus patrones ornamentales y comunicativos:

1) tamaño del repertorio (cantidad de TM); 2) estructuración de los diseños (restringido aquí a lascombinaciones de TM). La combinatoria de estas variables permite modelar cuatro situaciones:a) repertorio acotado y con baja estructuración; b) repertorio acotado y altamente estructurado; c)repertorio amplio y con baja estructuración; d) repertorio amplio y altamente estructurado. De éstas,la situación "a" es la que implica una mínima complejidad, mientras que la situación "d" implicauna máxima complejidad tanto en la función ornamental como en la informativa. Contrariamente,las situaciones "b" y "c", que combinan estados de las variables opuestos entre sí, son las másrelevantes para explorar y evaluar potenciales diferencias sutiles entre ornamentación y comunicación. En el caso "b", el uso de un repertorio acotado de TM, combinados siempre de la mismamanera, implica una muy alta estandarización compositiva. Dicha estandarización respondería auna función ornamental sumamente regulada y/o a una función comunicativa de alta redundanciainformativa, comunicando mensajes homogéneos (de contenido igual o muy similar), orientandoefectivamente la interpretación de su significado y restringiendo la posibilidad de ambigüedad y/opolisemia debido al alto grado de codificación (Hartley 1992; Carden 2004; Guichón 2018). Elcaso opuesto, "c", sería el de un repertorio amplio con varios TM, con una baja repetición de TMentre artefactos y/o con combinaciones de TM casi siempre distintas, que implicarían una muybaja estandarización compositiva. Esta respondería a una producción que no se habría apegado areglas ornamentales rígidas y/o que habría respondido a una función comunicativa de baja redundancia informativa, que: 1) o bien comunicaría mensajes heterogéneos (de contenido diverso) cuyadecodificación requeriría de un manejo sutil de un complejo código visual compartido, porque elcontenido informativo de cada imagen sería distinto; 2) o bien funcionaría con un bajo grado decodificación de información, dando lugar a la ambigüedad y la polisemia. Nuestra investigaciónse centrará en aplicar estos conceptos al estudio de las placas del GSM, para luego compararlascon las de otros sitios de Patagonia, Pampa y Sierras Centrales.

METODOLOGÍA

Nuestro método de trabajo se organizó en dos etapas. La primera implicó la observación de las piezas y el registro de variables en una base de datos relacional de escalas múltiples. A escaladel artefacto se registraron catorce variables, incluyendo: número de artefacto; pieza entera ofragmentada; presencia/ausencia de remontaje de fragmentos; forma general de la pieza; largomáximo (en centímetros); ancho máximo (en centímetros); espesor máximo (en centímetros);materia prima; presencia/ausencia de pulido para formatización; presencia/ausencia de forma desuspensión; técnica de producción de suspensión; técnica/s decorativa/s; N de porciones decoradasen la pieza; cuáles son las porciones decoradas en la pieza. A escala de porción del artefacto:número de porción; tipo de porción (cara-anverso, cara-reverso, lateral); tipo de estructuracióndel diseño decorativo en la porción del artefacto. A escala de motivo: número de registro de cadamotivo decorativo; ubicación en porción del artefacto; clasificación del motivo según su tipo;posición; orientación; técnica de producción. La definición de motivo utilizada remite a todaexpresión gráfica resultante del uso de uno o varios elementos decorativos básicos (por ej. líneas,puntos, figuras) -empleados de manera única, reiterada y/o combinada-, ejecutada mediante untrazo aparentemente unitario y/o mediante trazos discretos con una proximidad espacial notoriaentre sí que se unen para formar una sola entidad visual mayor (Gradin 1978; Hernández Llosas1985; Aschero 1988). Por su parte, los tipos de motivos refieren a un conjunto recurrente deatributos morfológicos que permiten la clasificación de varios casos de motivos en una mismacategoría de diseño, la cual es morfológicamente distinta a otras categorías (Hernández Llosas1985; Aschero 1988; Fiore 2011).

Este diseño de base de datos permite registrar información para las distintas escalas (artefacto, porción, motivo), relacionarlas entre sí y cuantificar el N total de motivos (NM), el N de tipos de motivos (NTM) y el N de casos de cada tipo por pieza y para la colección completa(Fiore 2009, 2012; Acevedo 2015). Se utilizó el índice de variabilidad (NTM/NM), que cuantificacuánto se repiten -o no- los TM respecto del N de motivos dentro de cada pieza, para evaluar lavariabilidad interna del diseño (Fiore 2012). Este índice brinda resultados iguales o menores a1. El valor 1 expresa la máxima variabilidad de TM por NM y cuanto menor el número, menorvariabilidad. Al tratarse de una ratio de tipos/motivos, sirve para cuantificar datos de artefactosenteros o fragmentos, aunque es sensible a muestras pequeñas.

Los TM se identificaron tomando como referencia el repertorio ya desarrollado para Patagonia y regiones adyacentes (Acevedo 2015, 2016). Esta información se utilizó también para identificarlas clases de estructuración de motivos (a escala de cada cara del artefacto):

1) estructuración clase I: decoración subdividida en cuadrantes horizontales, uno sobre el otro,separados por una línea; 2) estructuración clase II: decoración subdividida en cuadrantes verticales, uno al lado del otro,separados por una línea; 3) estructuración clase III: combinación de las clases I y II, en la que la decoración está subdividida en dos mitades -una mitad está subdividida en cuadrantes verticales y la otra mitad estásubdividida en cuadrantes horizontales- todos ellos separados por líneas; 4) estructuración clase IV: decoración dispuesta de manera homogénea sobre la porción delartefacto, sin ninguna subdivisión.

La segunda etapa de la investigación consistió en efectuar una comparación de la colección bajo estudio con muestras provenientes de otras regiones -Patagonia, Pampa y Sierras Centrales- utilizando como indicador la presencia de TM compartidos. Para este fin se utilizó una basede datos compuesta por 170 placas: 157 relevadas a partir de trabajos previos (publicados entre1880 y 2010)1 y 13 relevadas en colecciones de tres museos (Museo Etnográfico "Juan B.Ambrosetti" de la Ciudad de Buenos Aires, Museo de La Plata y Museo de Antropología de laUniversidad de Córdoba; para más detalle de la conformación de la base de datos ver Acevedo2012, 2015).

CASO DE ESTUDIO

Las nueve placas analizadas en este trabajo proceden de tres localidades arqueológicas de la costa del GSM: cuatro de ellas fueron halladas durante los trabajos arqueológicos desarrolladosen Bajo de la Quinta y una en Punta Pórfido; y cuatro proceden de colecciones privadas -doshalladas en San Antonio Oeste y dos en Saco Viejo- (figura 1; tabla 1).

Las cuatro placas de Bajo de la Quinta provienen del locus La Noria. Allí asoman numerosos concheros con cerámica en los que se obtuvieron tres edades sobre carbón entre ca. 450 y 942años 14C AP y una sobre valvas de mitílidos de ca. 1070 años 14C AP (Favier Dubois et al. 2009a;Favier Dubois y Kokot 2011). La placa de Punta Pórfido se halló próxima al sondeo excavado enel sector, fechado sobre valvas de mitílidos en ca. 980 años 14C AP, con presencia de cerámicaen superficie (Borella et al. 2015).

Respecto a las placas procedentes de colecciones radicadas en San Antonio Oeste: Saco Viejo es una localidad arqueológica cercana a la ciudad, muy visitada por aficionados y muy ricaen hallazgos arqueológicos de momentos tardíos (incluso algunos del contacto hispano-indígena).En ella hemos obtenido fechados entre ca. 662 y 417 años 14C AP y, en la periferia del lugar,dataciones de hasta ca. 2100 años 14C AP (Favier Dubois 2013). Por otro lado, la localidad SanAntonio Oeste ocupa un área muy amplia que posee variada cronología, por lo que allí es másdifícil establecer un contexto temporal sin datos precisos de procedencia. Estas dos últimas localidades se destacan como lugares o nodos de circulación principales en el GSM y son las quemuestran mayor cantidad y variedad de ítems arqueológicos procedentes de otras regiones (porej. Patagonia, Pampa y Sierras Centrales; Favier Dubois et al. 2009a, 2009b).

Figura 1: Localidades de procedencia de las placas grabadas del GSM. 

Tabla 1: Contextos de proveniencia de las placas grabadas del GSM.

RESULTADOS

Arte mobiliar en pequeña escala: análisis de cada artefacto y de la colección bajo estudio

La colección se compone de nueve artefactos, tres de ellos enteros y el resto fragmentos (tabla 2; figura 2 y 3). A partir de los artefactos enteros, es posible notar que el rango de tamañoses variable, ya que los largos van desde 11,7 cm a 5,6 cm. Contrariamente, los espesores tienenmedidas comparativamente homogéneas, que rondan 1 cm en promedio, lo cual sugiere una ciertaestandarización en la selección de soportes líticos poco espesos, quizá más adecuados para sumanipulación y transporte. Las formas generales -en artefactos enteros y fragmentos- muestranvariabilidad: rectilíneas (subtrapezoidal, subrectangular) y curvilíneas (circular, subelíptica). Seisde las nueve placas presentan rastros de posible pulido, que podría haber sido resultado de pulimento intencional, por manipulación o, en algunos casos (por ej. Bajo de la Quinta) por abrasióneólica postdepositacional. Ninguno de los artefactos tiene filo natural ni formatizado, ni puntasdestacadas, lo cual reduce sus potenciales funciones práctico-mecánicas. Solamente uno de ellos(artefacto n°1) tiene tres perforaciones (en los extremos superior, inferior izquierdo y derecho;figura 2a), lo cual sugiere que habría sido diseñado para ser suspendido o sujetado en algunaestructura (por ej. poste de toldo) o bien sobre el cuerpo (por ej. en forma de pendiente o similar).

Las porciones decoradas en cada pieza varían desde una hasta cinco: debido a la fragmentación de la mayoría de las piezas de la muestra, no es posible evaluar si el número de porciones decoradas covaría con el tamaño y/o con la morfología de aquellas. Sin embargo, resulta interesante notar que hay fragmentos de tamaño pequeño, con longitudes de 4 cm aproximadamente,que tienen dos o tres porciones decoradas, al igual que fragmentos más grandes, de 7 cm y 8 cmde largo aproximadamente, que tienen la misma cantidad de porciones decoradas, lo cual permitesugerir que la elección de cuántas porciones decorar en una pieza no habría sido directamentedependiente de su tamaño, aunque éste pudiera influir (por ej. la pieza más grande, que tiene casi12 cm de largo, cuenta con cinco porciones decoradas).

En cuanto a la clase de estructuración de los diseños, la mayoría de las piezas (n=6) tienen un único tipo de estructuración, de clase IV, en todas sus porciones decoradas: ello indica claramente una intencionalidad de mantener homogeneidad intraartefacto en la estructura generaldel diseño artístico. Las tres piezas restantes tienen dos porciones decoradas, con distintos tiposde estructuración de diseño: clase I combinada con clase IV, o clase I combinada con clase II.

Tabla 2: Características generales de la muestra.

En cuanto a las imágenes que decoran estas placas, se trata de diseños altamente geométricos, principalmente con motivos rectilíneos de estructura interna tanto ortogonal como diagonal y, enmenos casos, de diseños curvilíneos de trazos curvos y sinuosos. Esto resulta concordante con losrepertorios ya conocidos para las placas de Pampa, Patagonia y regiones vecinas (Lehmann-Nist-che 1909; Outes 1916; Bórmida 1952; Losada Gómez 1980; Curtoni 2006; Acevedo 2015; entreotros). Respecto a los TM que componen el repertorio de imágenes, hemos identificado un totalde 48 TM, que se organizan en siete clases. De éstas, dos incluyen los tipos más frecuentes: tiposrectilíneos (RL) y tipos de figuras rectilíneas combinadas con motivos rectilíneos (FG RL-RL).El resto de las clases incluyen tipos muy poco frecuentes: tipos de figuras rectilíneas (FG RL),tipos curvilíneos-rectilíneos (CL-RL), tipos de figuras rectilíneas peiniformes (FG RL-PNF), tipospuntiformes-rectilíneos (PTF-RL), y otros tipos (O) (tabla 3).

Tabla 3: Clases de motivos registradas en cada artefacto.

A continuación, presentamos una breve descripción de los diseños decorativos de cada artefacto (figura 2 y 3), dando cuenta de los TM que los componen, de su estructuración en elespacio plástico del soporte y de sus características técnicas, para luego efectuar una evaluacióncomparativa de la colección.

1) Artefacto n°1 (figura 2a): ejemplar producido sobre pizarra, con potenciales rastros de for-matización mediante pulido. Presenta decoración en ambas caras (anverso y reverso), ambos laterales (izquierdo y derecho) y en el borde superior. En anverso y reverso la decoración presenta estructuración de clase IV (homogénea). En ambos laterales la decoración está limitadaespacialmente en su distribución a los sectores inferiores del artefacto (cercanos a la base)y es también de clase IV. En el borde superior (actualmente interrumpido por una fracturay remontado) la decoración está distribuida por toda su extensión. Todos los motivos hansido ejecutados mediante la técnica de grabado inciso. Este artefacto presenta el diseño máscomplejo de toda la muestra: consta de 45 motivos clasificados en 27 tipos, que se disponende forma más abigarrada en el anverso (21 motivos y 15 tipos) que en el reverso (20 motivosy 14 tipos). El anverso presenta múltiples reticulados oblicuos, un reticulado ortogonal enfranja, una guarda de triángulos rellenos con reticulado oblicuo, tableros simples y rellenoscon reticulado oblicuo, rectángulos con bordes peiniformes hacia el exterior y motivos lineales rectilíneos. En el reverso se destacan cinco guardas de rombos rellenos con reticulado yadosados por líneas rectas paralelas, un rombo relleno con reticulado y dos rombos adosados,varios reticulados oblicuos dispuestos en franjas y guardas, dos almenados dobles con reti-culado exterior, un zigzag doble y varios motivos lineales rectilíneos. Por su parte, el lateralizquierdo, lateral derecho y borde superior, fueron decorados con dos tipos similares: guionesparalelos y guiones paralelos múltiples.

2) Artefacto n°2 (figura 2b): ejemplar producido sobre roca carbonática, con potenciales rastrosde formatización mediante pulido. Presenta decoración en ambas caras (anverso y reverso) yen el borde inferior, todas con estructuración de clase IV. Todos los motivos han sido ejecutados mediante la técnica de grabado inciso. El repertorio decorativo en este artefacto es muyacotado, consta solamente de tres motivos, clasificados en dos tipos: en el reverso se observanlíneas rectas paralelas rellenas con líneas rectas perpendiculares transversales, mientras queen el anverso y en el borde inferior se registran reticulados oblicuos.

3) Artefacto n°3 (figura 2c): ejemplar producido sobre una roca carbonática, con potencialesrastros de formatización mediante pulido. Presenta decoración en ambas caras (anverso yreverso), con una estructuración de clase IV. Todos los motivos han sido ejecutados mediantela técnica de grabado inciso. En este artefacto los motivos decorativos son solamente dos,correspondientes a dos tipos distintos: reticulado ortogonal en el anverso y líneas rectas entrecruzadas ortogonalmente en el reverso.

4) Artefacto n°4 (figura 2d): ejemplar producido sobre roca carbonática, con potenciales rastrosde formatización mediante pulido. Presenta decoración en ambas caras (anverso y reverso),con estructuración de clase IV en el anverso y clase I en el reverso. Todos los motivos quecomponen el diseño del artefacto han sido ejecutados mediante la técnica de grabado inciso.Los motivos registrados en el artefacto son tres, correspondientes a tres tipos distintos: en elanverso se observa una guarda de reticulado oblicuo; en el reverso, una línea recta con líneasrectas paralelas múltiples perpendiculares y líneas rectas paralelas múltiples.

5) Artefacto n°5 (figura 3a): ejemplar producido sobre roca carbonática, con potenciales rastrosde formatización mediante pulido. Presenta decoración en ambas caras (anverso y reverso).En el anverso la decoración presenta una estructuración de clase I (subdividida en tres cuadrantes horizontales uno sobre el otro, separados por líneas rectas). En el reverso la decoraciónpresenta una estructuración de clase IV (homogénea). Todos los motivos han sido ejecutadosmediante la técnica de grabado inciso. El artefacto está decorado con un total de once motivos,clasificados en siete tipos. El anverso presenta: líneas rectas; líneas rectas paralelas múltiples;líneas rectas entrecruzadas irregularmente; cuadrado con grilla ortogonal interna; escaleriforme cerrado relleno con reticulado oblicuo y laberinto cerrado relleno con reticulado oblicuoadosado a rombo relleno con reticulado oblicuo. Contrariamente, el reverso presenta solamenteun motivo, conformado por líneas rectas entrecruzadas irregularmente.

6) Artefacto n°6 (figura 3b): ejemplar producido sobre roca carbonática. No se han observadohuellas asignables a formatización. Presenta decoración en ambas caras (anverso y reverso). En el anverso la decoración presenta una estructuración de clase I (subdividida en doscuadrantes horizontales); en el reverso la decoración presenta una estructuración de clase II(subdividida en dos cuadrantes verticales). La mayor parte de los motivos son de trazo linealy han sido ejecutados con la técnica de grabado inciso. Este artefacto presenta también motivos y elementos puntiformes, que aparentemente han sido ejecutados mediante horadación ypercusión indirecta.2 Los motivos observados son catorce, correspondientes a catorce tipos,es decir que el diseño tiene una alta variabilidad, ya que los TM no se repiten. Cada cara delartefacto registra siete motivos. En el anverso se registran: líneas rectas paralelas; líneas rectasparalelas rellenas con líneas rectas oblicuas; guiones paralelos múltiples; rombo relleno conreticulado oblicuo; guarda de rombos rellenos con líneas rectas oblicuas; zigzags paralelosy zigzags paralelos múltiples adosados a líneas rectas paralelas rellenas con líneas rectasperpendiculares. En el reverso se registran: línea recta; línea recta con líneas rectas paralelastransversales; líneas rectas paralelas múltiples con guiones perpendiculares adosados a líneacurva; serie de puntos; línea T puntiforme; triangulo relleno con líneas rectas horizontales ypuntos exteriores adosado a línea V rellena con líneas rectas oblicuas y zigzag.

7) Artefacto n°7 (figura 3c): ejemplar producido sobre una pizarra. No se han observado huellasasignables a formatización. Presenta decoración en ambas caras (anverso y reverso) y en ellateral izquierdo. En anverso y reverso la decoración tiene una estructuración clase IV, mientrasque en el lateral izquierdo la decoración está concentrada en la parte superior del lateral, peroes también de clase IV. Todos los motivos han sido ejecutados mediante la técnica de grabadoinciso. Los motivos observados en el artefacto son tres y pertenecen a tres tipos distintos: enel anverso se registran líneas rectas entrecruzadas irregularmente y ortogonalmente; en elreverso se registran líneas rectas paralelas rellenas con líneas rectas oblicuas; y en el lateralizquierdo se registran guiones paralelos múltiples.

8) Artefacto n°8 (figura 3e): ejemplar producido sobre roca carbonática. No se han observadohuellas asignables a formatización. Presenta decoración en ambas caras (anverso y reverso),con una estructuración de clase IV. Todos los motivos que componen el diseño del artefactohan sido ejecutados mediante la técnica de grabado inciso. El diseño decorativo de este artefacto está compuesto por un total de ocho motivos, clasificados en siete tipos. En el anversopresenta guarda de reticulado oblicuo; clepsidra rellena con reticulado oblicuo; rectángulorelleno con reticulado oblicuo y un rombo relleno con reticulado oblicuo y rombo interiornegativo. En el reverso presenta línea recta, peiniforme, guarda de reticulado oblicuo y reticulado oblicuo irregular.

9) Artefacto n°9 (figura 3d): ejemplar producido sobre roca carbonática, con potenciales rastrosde formatización mediante pulido. Presenta decoración en una sola cara, con una estructuraciónde clase IV. Todos los motivos han sido ejecutados mediante la técnica de grabado inciso.Los motivos decorativos son solamente dos, ambos pertenecientes al mismo tipo: guarda dereticulado oblicuo.

Figura 2: Placas grabadas del GSM: (a) Artefacto n°1; (b) Artefacto n°2; (c) Artefacto n°3; (d) Artefacto n°4. 

Figura 3: Placas grabadas del GSM: (a) Artefacto n°5; (b) Artefacto n°6; (c) Artefacto n°7; (d) Artefacto n°9; (e) Artefacto n°8. 

Como resultado del análisis de la muestra de nueve placas, se desprende que el repertorio de TM decorativos suma un total de 48 tipos (tabla 4). Para evaluar el comportamiento de esterepertorio dentro de la muestra, se aplicó el índice de variabilidad (NTM/NM), para evaluar lavariedad interna del diseño decorativo en cada artefacto Así, resulta evidente que hay artefactosque tienen muy bajo número de motivos pero el máximo índice de variabilidad (por ej. artefactosn°2, 3 y 7). Este índice es también el máximo en el artefacto n°6, y muy alto en el artefacto n°8,pero con un N de motivos comparativamente mayores, lo cual refuerza la idea de que existió unaintencionalidad en la búsqueda de variabilidad interna a sus diseños decorativos. En ninguna piezael índice es bajo. Como tendencia general, las prácticas de producción artística se orientaban ano repetir TM en cada placa (tabla 4).

La evaluación de semejanzas y diferencias entre las nueve placas permite generar resultados relativos a la presencia de reglas de composición visual y/o de información visual compartidaentre éstas. De los 48 TM que componen el repertorio, 31 son tipos únicos: aparecen en una solapieza y no se repiten ni dentro de ésta, ni tampoco en los restantes artefactos de la muestra. Estodenota una alta variabilidad y una baja recurrencia en los diseños, lo cual sugiere que, si bientodos comparten un alto geometrismo lineal y frecuente uso de los ángulos rectos y agudos, setrataría de producciones visuales orientadas por la creatividad individual, más que por reglas decomposición efectivamente estructurantes de las imágenes. Los diecisiete tipos restantes muestranalgún tipo de repetición (tabla 5). En primer lugar, seis tipos se repiten a escala intraartefacto,consistiendo en casos con dos, tres o cuatro motivos del mismo tipo dentro de una misma pieza(tabla 5): éstos implican diseños con repeticiones intencionales, pero no recurrencias entre piezasque indiquen códigos de comunicación visual y/o reglas ornamentales compartidas. En segundolugar, once tipos se repiten a escala interartefacto: dos tipos se registraron en cuatro artefactos, tresen tres artefactos y seis en dos artefactos, cuyas reiteraciones sí pueden sugerir cierta circulaciónde información y/o preferencia ornamental (tabla 5).

Arte mobiliar en escala regional: vínculos entre la colección bajo estudio y otras placas grabadas provenientes del golfo San Matías

Tal como mencionamos más arriba, las nueve placas de la colección del GSM provienen de cuatro localidades arqueológicas: Bajo de la Quinta (n=4), Punta Pórfido (n=1), Saco Viejo(n=2) y San Antonio Oeste (n=2). En trabajos previos se han publicado datos sobre un total dediez placas provenientes de San Antonio Oeste (zona #11 en la base de datos de Patagonia a escalamacrorregional), de las cuales nueve están grabadas: por lo tanto, éstas constituyen el marco dereferencia comparativo espacialmente más relevante para la colección bajo estudio (Sanchez-Al-bornóz 1961; Losada Gómez 1980; Ceresole 2008; Acevedo 2015). Las nueve placas de zona #11están decoradas con un total de 49 tipos, de los cuales 13 son compartidos con las nueve placasdel GSM presentadas en este trabajo (cuyo repertorio total es de 48 tipos). Esto implica que ambascolecciones comparten un grado de similitud comparativamente bajo (27% de sus repertorios) yun alto grado de variabilidad de diseños decorativos entre ambos conjuntos.

Dentro de los TM compartidos predominan los que incluyen reticulados oblicuos (reticulado oblicuo, reticulado oblicuo en franja, reticulado oblicuo en guarda, tablero de reticulado oblicuo,triángulos en guarda rellenos con reticulado oblicuo); los que incluyen líneas rectas (línea recta,líneas rectas paralelas, líneas rectas paralelas múltiples, líneas rectas paralelas rellenas con líneasrectas oblicuas); la clepsidra rellena con reticulado; el reticulado ortogonal; los guiones paralelosmúltiples y el zigzag (figura 4).

Tabla 5: Tipos de motivos repetidos entre los artefactos de la colección del GSM.

Figura 4: TM compartidos entre las placas del GSM y San Antonio Oeste (zona #11). 

La comparación respecto de la estructuración de los diseños muestra que las placas de la zona #11 tienen una importante diversidad (clase I: n=4; clase III: n=2; clase IV: n=3). La comparación con las placas de GSM muestra más divergencias que recurrencias, ya que en dichamuestra predomina ampliamente la estructuración de clase IV.

Respecto de los tamaños de las placas (solo las enteras; n=3), es evidente la alta variabilidad, pero resulta notorio que éstas tienen en común la tendencia hacia superficies (alto por ancho) pordebajo de los 90 mm2, existiendo pocos casos de mayor tamaño (todos provenientes de la zona#11, lo cual es estadísticamente esperable ya que es la que presenta más casos enteros).

En síntesis, la comparación entre estas dos muestras, que tienen procedencias coincidentes y que están constituidas por nueve placas cada una, muestra más variabilidad que recurrenciastanto en los TM como en estructuras de diseño y tamaños. Si bien no es posible afirmar que lasplacas hayan sido producidas donde se las ha registrado arqueológicamente, esto sugiere que lacontigüidad espacial en la zona de depositación/descarte de las piezas no habría sido un factoraltamente influyente sobre las características de su decoración. Por el contrario, lo que habríaprimado es la producción y circulación de diseños variados, bajo una regla laxa relativa al uso delgrabado para producir motivos geométricos rectilíneos. Veremos a continuación si estas mismastendencias se verifican a escala macrorregional.

Arte mobiliar en Patagonia y más allá: vínculos entre la colección bajo estudio y otras placas grabadas a escala macro-regional

En esta sección comparamos los datos de la muestra de nueve placas grabadas del GSM con la información de la base de datos macrorregional que incluye muestras de un total de veintidószonas, tanto de Patagonia3 como de Pampa y Sierras Centrales (figura 5). Se registra informaciónsobre 170 placas grabadas y un repertorio total de 337 TM decorativos. Al comparar este repertoriocon los 48 TM que decoran las nueve placas del GSM se evidencia que la colección bajo estudiocomparte 31 tipos con las placas a escala macrorregional, que constituyen 64,5% del repertoriodel GSM y 9,2% del repertorio general macrorregional. Los restantes 17 TM son exclusivos dela colección GSM y no son compartidos con ninguna otra región.

Los TM más frecuentes de la muestra de 170 placas son: líneas rectas (n=575); zigzags (n=211); líneas rectas paralelas (n=156); líneas V (n=125); líneas curvas (n=120); líneas rectasparalelas múltiples (n=117) y reticulado oblicuo en guarda (n=105). De estos tipos, hay algunosque son relativamente frecuentes en las placas del GSM: los reticulados oblicuos en guarda (n=7);las líneas rectas paralelas múltiples (n=6), las líneas rectas (n=5) y los zigzags (n=3); resulta importante recordar que la muestra es de nueve artefactos, por lo cual las frecuencias de TM siempreserán comparativamente bajas.

Figura 5: Zonas de proveniencia de las placas grabadas registradas en la base de datos macrorregional (sensu Acevedo 2015). 

Los potenciales vínculos de las placas grabadas del GSM y las de otras zonas de Patago-nia, Pampa y/o Sierras Centrales fueron analizados mediante dos procedimientos distintos. El primero opera partiendo desde la colección bajo estudio para compararla con la información de la base de datos macrorregional. Así, se buscó en cuántos otros artefactos se registraron los TMmás frecuentes del GSM y de qué zonas proceden éstos, con el objeto de evaluar la distribuciónespacial de estos tipos, tomada como proxy para el análisis de potenciales interacciones a escalamacrorregional. Para ello se tomaron los TM que aparecen en tres o más artefactos de la muestraanalizada, lo cual incluye un total de cinco tipos. De esta manera se pudo constatar que estos tipospresentan frecuencias muy variadas y con distribuciones espaciales disímiles (figura 5; tabla 6)4:

1) el tipo guiones paralelos múltiples (GUI PP M) se registra en 10 artefactos de la muestramacro-regional, que provienen de 8 zonas;

2) el tipo línea recta (LN R) se registra en 110 artefactos de la muestra macrorregional, queprovienen de 16 zonas;

3) el tipo líneas rectas paralelas múltiples (LNS RS PP M) se registra en 42 artefactos de lamuestra macrorregional, que provienen de 14 zonas;

4) el tipo líneas rectas paralelas rellenas con líneas rectas oblicuas (LNS RS PP RLL C/ LNS RSOBL) se registra en 5 artefactos de la muestra macrorregional, que provienen de 5 zonas; y

5) el tipo reticulado oblicuo en guarda (RT OBL GDA) se registra en 22 artefactos de la muestramacrorregional, que provienen de 11 zonas.

Estos resultados demuestran que los TM más frecuentes del GSM evidencian un alto contacto entre zonas, ya que la circulación de tipos compartidos abarca diecinueve zonas (de un total deveintidós). La frecuencia de artefactos decorados con estos TM es muy variada, ya que va desdeun solo artefacto hasta trece, como mínimo (tabla 6).5 Resultan destacables las coincidencias delos tipos: líneas rectas paralelas rellenas con líneas rectas oblicuas (LNS RS PP RLL C/ LNS RSOBL) y reticulado oblicuo en guarda (RT OBL GDA), que, por su comparativa complejidad dediseño, requieren particular atención en su reproducción de un artefacto a otro, implicando así unaintencionalidad en el mantenimiento de las formas, potencialmente para garantizar la comunicaciónde contenidos y/o para sostener reglas ornamentales comunes. Asimismo, es relevante notar que,más allá de la zona #11, que comparte su espacialidad con el GSM, las mayores coincidencias deTM compartidos son: a) con las zonas #9 (curso inferior del río Negro), #15 (Península Valdés),#16 (curso inferior del río Chubut), #19 (curso inferior del río Deseado) y #20 (curso inferiordel río Santa Cruz), que implican relaciones con otras zonas costeras al norte y al sur de la zonabajo estudio; b) con las zonas #10 (sur de Neuquén) y #12 (curso superior del río Chubut), queimplican relaciones con zonas andinas, a latitudes similares a las zonas costeras; y c) con las zonas #4 (San Luís) y #6 (centro-norte de La Pampa), que implican relaciones con zonas distantes,extrapatagónicas. Estos datos, sin embargo, deben ser tomados con precaución dado que algunosde estos TM son de diseño sencillo y cabe la posibilidad de la existencia de convergencias azarosasentre las decoraciones de estos artefactos. Por esta razón, para contrarrestar este potencial sesgo,se desarrolló otro procedimiento de análisis contextual.

El segundo procedimiento realizado para contextualizar la muestra del GSM a escala ma-crorregional, fue tomar como indicador de circulación de diseños e interacción entre personas, la repetición de 31 TM identificados como diagnósticos en la muestra de 170 placas decoradas dePatagonia y regiones adyacentes (del repertorio total de 337 TM6; Acevedo 2015). Debido a lacomplejidad de sus diseños, estos TM tienen pocas posibilidades de ser producto de convergencias azarosas y, por lo tanto, su aparición en el registro arqueológico de zonas diversas tiene máschances de responder a procesos de interacción. Este procedimiento opera de manera contrariaal anterior: parte de la base de datos macrorregional hacia la colección bajo estudio. Así, de los31 TM diagnósticos, se registraron ocho de ellos en la colección de artefactos del GSM analizadaen este trabajo (tabla 6). Estos son:

1) clepsidra rellena con reticulado (CLP RLL C/ RT), que se registra en las zonas #9 (cursoinferior del río Negro; n=1), #10 (sur de Neuquén; n=1) y #11 (San Antonio Oeste; n=2); 2) escaleriforme cerrado relleno con reticulado oblicuo (ESC CRD RLL C/ RT OBL), que seregistra en las zonas #4 (San Luís; n=1) y #12 (curso superior del río Chubut; n=1); 3) rombos adosados (RBOS ADS), que se registra en las zonas #7 (noroeste de Neuquén; n=1)y #9 (curso inferior del río Negro; n=1); 4) rectángulo relleno con reticulado oblicuo (RCT RLL C/ RT OBL), que se registra en las zonas#9 (curso inferior del río Negro n=2), #10 (sur de Neuquén; n=1) y #19 (curso inferior delrío Deseado; n=1); 5) tablero simple (TB), que se registra en las zonas #6 (centro-norte de La Pampa; n=1) y #12(curso superior del río Chubut; n=1); 6) tablero con reticulado oblicuo (TB RT OBL), que se registra en las zonas #6 (centro-norte deLa Pampa; n=1), #11 (San Antonio Oeste; n=2) y #15 (Península Valdés; n=1); 7) guarda de triángulos rellenos con reticulado oblicuo (TR GDA RLL C/ RT OBL), que seregistra en las zonas #6 (centro-norte de La Pampa; n=1), #9 (curso inferior del río Negro;n=2), #10 (sur de Neuquén; n=1), #11 (San Antonio Oeste; n=2) y #16 (curso inferior del ríoChubut; n=1); 8) zigzag cerrado (ZZ CRD), que se registra en las zonas #4 (San Luís; n=1), #6 (centro-norte de LaPampa; n=1), #9 (curso inferior del río Negro; n=1) y #16 (curso inferior del río Chubut; n=1).

Esta información evidencia que la muestra bajo estudio, además de compartir tres TM diagnósticos con la zona #11 (San Antonio Oeste), que forma parte del GSM, comparte TMdiagnósticos con otras nueve zonas, aunque en muy bajas cantidades (uno o dos artefactos; figura5). Así, se verifican las siguientes tendencias:

1) con la zona #9 (curso inferior del río Negro) comparte cinco TM diagnósticos, lo cual esesperable porque es una de las zonas más próximas;

2) con la zona #6 (centro-norte de La Pampa) comparte cuatro TM diagnósticos, lo cual es llamativo en tanto que se trata de una zona más distante;

3) con la zona #10 (sur de Neuquén) comparte tres TM diagnósticos, lo cual es llamativo porsu distancia y porque se trata de una región cordillerana, localizada en un paisaje netamentedistinto al de la costa rionegrina;

4) con las zonas #4 (San Luis), #12 (curso superior del río Chubut) y #16 (curso inferior del ríoChubut) comparte dos TM diagnósticos; en los dos primeros casos se trata de zonas lejanasy con paisajes distintos al GSM, mientras que la zona #16 es una región comparativamentemenos lejana y parcialmente costera, mostrando así afinidades paisajísticas con el GSM;

5) con las zonas #7 (noroeste de Neuquén), #15 (Península Valdés) y #19 (curso inferior del ríoDeseado) comparte un solo TM diagnóstico.

Al combinar los resultados obtenidos mediante ambos procedimientos comparativos (TM más frecuentes en la muestra bajo estudio y TM diagnósticos de la base de datos de Patagonia yregiones adyacentes) resulta notorio que hay una importante consistencia en varias de las zonasque registran TM compartidos (figura 6). Así, las zonas #9, #15 y #16, que son de la vertienteatlántica de Patagonia, registran motivos compartidos de ambos grupos (los más frecuentes y losdiagnósticos). Lo mismo ocurre con las zonas #10 y #12, lo cual resulta de particular interés yaque se trata de regiones del sector andino de Patagonia, es decir, no solamente distantes, sino deentornos ecológicos y paisajísticos distintos a los costeros (figura 6). A su vez, también se registran algunos casos de TM diagnósticos y TM más frecuentes compartidos en la zona #19 (cursoinferior del río Deseado), también de la vertiente atlántica, aunque mucho más distante y en lazona #07 (noroeste de Neuquén), que está ubicada en la zona andina patagónica (figura 6). Así,incluso a pesar del tamaño pequeño de algunas de las muestras, la trayectoria de circulación deestos diseños visuales evidencia que habrían existido vías de contacto de norte a sur por la costaatlántica patagónica y de este a oeste entre costa y cordillera.

Tabla 6: Tipos de motivos frecuentes y diagnósticos registrados en la colección bajo estudio y su distribución entre zonas de Patagonia y regiones adyacentes (sensu Acevedo 2015).

Llamativamente, los artefactos de la muestra bajo estudio comparten muy pocos TM o ninguno (sean frecuentes o diagnósticos), con tres zonas comparativamente próximas al GSM:la zona #8 (curso medio del río Negro), #13 (sudoeste de Río Negro) y #14 (noreste de Chubut)(figura 6). Si bien no puede descartarse la existencia de sesgos potenciales asociados al tamañode las muestras de dichas zonas (zona #8 = dos placas; zona #13 = tres placas y zona #14 = unaplaca), estos resultados implicarían que la circulación de TM no habría sido espacialmente lineal,sino más compleja. En tal sentido, los TM del GSM se comparten con zonas próximas costerasy también con zonas distantes tanto costeras como andinas, pero "salteándose" otras zonas intermedias que registran placas grabadas, pero con otros TM. Sin embargo, no pueden descartarse lainfluencia de sesgos debido al pequeño tamaño de la muestra analizada. Por otro lado, la muestrabajo estudio registra también casos de TM diagnósticos compartidos con las zonas #6 (centro-nortede La Pampa) y #4 (San Luis), lo cual resulta interesante en tanto que demuestra alguna forma deinteracción con áreas extrapatagónicas al norte del río Colorado.

Figura 6: N de TM compartidos entre la muestra analizada y las restantes zonas: (a) TM frecuentes; (b) TM diagnósticos; (c) TM frecuentes y diagnósticos comparados. 

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

Los análisis aquí presentados aportan información novedosa tanto a escala del GSM, como a escala macrorregional. Resulta de particular interés retomar algunos resultados para evaluarsus implicaciones acerca de la producción y circulación de diseños decorativos sobre soportesmóviles en Patagonia. Primero, la colección de placas del GSM se inserta de manera coherentecon la información preexistente respecto de las 170 placas anteriormente analizadas (Acevedo2015). Esta coherencia se registra en la presencia de motivos geométricos rectilíneos, con ángulospredominantemente ortogonales y agudos, grabados mediante incisión sobre una o ambas carasde la placa, con formas de estructuración previamente conocidas en Patagonia. El repertorio delGSM comparte una alta proporción de TM a escala macrorregional, implicando una estandarización morfológica entre piezas de regiones distintas. Sin embargo, la repetición de TM (es decir, lareiteración de motivos con una misma morfología) dentro y entre piezas es consistentemente baja,tanto en el GSM como a escala interregional. Más aún, la combinación de TM nunca es igual, nitampoco lo son su disposición y estructuración en las caras y bordes de las placas, produciendopiezas similares, pero de diseños únicos.

Ahora bien, tal como se mencionó en el marco teórico, la estandarización en la morfología de TM, así como de su repetición, combinación y estructuración pueden arrojar luz sobre lasfunciones ornamentales y comunicativas de las imágenes. Retomando el modelo propuesto,una alta estandarización en todas las variables mencionadas implicaría una función ornamentalestructurada o bien una función comunicativa de alta redundancia (que representa un mensaje demanera reiterativa). En el extremo contrario, una baja estandarización en las variables, implicaríauna función comunicativa de baja redundancia (alta heterogeneidad de contenidos no reiterados)o bien un bajo grado de codificación de la información (con posible ambigüedad y polisemia).En nuestro caso de estudio, la estandarización se restringe a algunos de los TM que componenel repertorio y que se comparten en distintas regiones. La baja repetición de TM entre piezas yregiones; la baja combinación de los mismos TM en dos o más piezas, y la nula existencia dediseños idénticos (compuestos con los mismos TM y las mismas clases de estructuración), soncompatibles con la existencia de procesos de comunicación de baja redundancia.

Esta heterogeneidad compositiva implica, además, la posibilidad de que si se trató de imágenes representativas, la interpretación de los mensajes haya requerido altos niveles de conocimientode los repertorios, ya que es posible que lo más significativo de la imagen haya sido cada motivoen sí mismo y que las reglas de composición hayan sido muy laxas (Acevedo 2015; Acevedo yFiore 2020). Por otra parte, si se tratara de imágenes ornamentales, no habrían estado sujetas areglas estéticas rigurosas y socialmente compartidas, sino que habrían respondido a pautas quehabrían permitido e incluso estimulado la expresión individual, tal como se ha observado en otrosconjuntos de arte mobiliar (Fiore 2012).

Finalmente, nuestro análisis ha permitido establecer claras relaciones espaciales entre la muestra de placas del GSM y otras regiones de Patagonia (y extrapatagónicas). Así, los TM másfrecuentes del GSM y/o los más diagnósticos generalmente convergen en marcar los mismospatrones. Los vínculos espaciales se manifiestan en: a) zonas del litoral atlántico, tal como elGSM: curso inferior del río Negro, Península Valdés, curso inferior del río Chubut y cuso inferiordel río Deseado; b) zonas andinas tales como el sur de Neuquén, el norte de Neuquén y el cursosuperior del río Chubut; c) zonas distantes al GSM, como San Luis, el centro-norte de La Pampa,y el curso inferior del río Santa Cruz. Llamativamente, no se manifiestan en regiones próximasal GSM como el curso medio del río Negro, el sudoeste de Río Negro y el noreste de Chubut.

La información arqueológica sobre otras líneas de evidencia apoya estos contactos interregionales. En las localidades San Antonio Oeste y Saco Viejo se registran tipos de obsidiana procedentes del norte de Chubut y sur de Neuquén (Favier Dubois et al. 2009b). En los alrede-

dores de San Antonio Oeste se halló un fragmento de punta lanceolada muy similar a las típicas de las Sierras Centrales (Córdoba y San Luis) (Rivero y Heider 2017; Pautassi y Sario 2018). EnSaco Viejo se han hallado: a) artefactos confeccionados sobre cuarcitas que afloran en el SistemaSerrano de Tandilia (Formación Balcarce); b) cuentas verdosas de mineral de cobre (probablemente malaquita) con potencial procedencia en La Pampa, Neuquén o Mendoza (Gómez Otero2003; Berón 2012); c) cuentas confeccionadas en gasterópodos del género Megalobulimus, dedistribución tropical/subtropical, que alcanzan la provincia de Córdoba donde se registran cuentas muy similares a las recuperadas en Saco Viejo (ver Gordillo 2018). Las regiones centro-este,surpampeana y norpatagónica también comparten un estilo similar de cerámica incisa (Catella2017; Di Prado 2018). Finalmente, diseños de grabados rupestres hallados en Punta Odriozola(muy cercana a Punta Pórfido) poseen similitudes con algunos registrados en la meseta de SantaCruz (Carden y Borella 2015); sin embargo, éstos no guardan similitudes con el repertorio deTM de las placas grabadas.

En cuanto a las placas, lo que se comparte entre estas regiones son TM y no diseños completos: este panorama espacial sugiere que lo que habría circulado sería la unidad mínima de producción gráfica e información visual, que es el motivo. Como vimos más arriba, el diseño decada motivo -analíticamente clasificado como TM- podría haber tenido significado propio y/ovalor decorativo independientemente de su combinación con otros TM.

La importante inversión laboral implicada en la producción de estas imágenes grabadas sobre soportes duraderos y transportables, la consistencia en la producción de sus diseños recurrentemente geométricos, pero no muy estandarizados y la amplia distribución espacial de algunosTM específicos alejan la posibilidad de que estas creaciones fueran ornamentaciones basadas ennormas estéticas o de procesos de comunicación de alta redundancia. Contrariamente, el panoramafáctico que hemos construido permite sugerir que estas formas de arte mobiliar son compatiblescon procesos de comunicación más complejos, en los cuales se habría manifestado visualmenteuna gran diversidad de contenidos de manera poco redundante, altamente heterogénea y con bajaregulación social. Este sistema habría estimulado la variedad de diseños.

Esta diversidad de diseños, puntuada por algunos TM compartidos, habría contribuido a sostener relaciones socioeconómicas a larga distancia entre grupos cazadores-recolectores dePatagonia, Pampa y Sierras Centrales, con quienes no necesariamente se habría compartido lalengua, y con quienes habría sido eficiente compartir un conjunto de pautas visuales básicas, perosuficientemente laxas como para facilitar la interacción. Los medios visuales para esa interaccióncircularon inscriptos en estas geometrías perdurables.

AGRADECIMIENTOS

A los pobladores de San Antonio Oeste que amablemente facilitaron piezas para este estudio, Betty Díaz, Luis Giuliani, Raúl González y Maite Narvarte. A los/las evaluadores/as cuyos comentarios y sugerencias enriquecieron el trabajo. Los proyectos PIP CONICET (6415 y 0756)y PICT 2013-1128 financiaron las investigaciones y campañas arqueológicas que permitieron elhallazgo de placas grabadas in situ.

NOTAS

1 En trabajos recientes, Lynch et al. (2019) y Cassiodoro et al. (2019) han publicado nuevos ejemplaresde placas grabadas que aún no han sido incluidos en la base de datos.

2 Estos motivos puntiformes parecen horadados. Ahora bien, cuando hay elementos puntiformes que forman

parte de otros motivos, como los triángulos, parecen realizados por percusión directa. Estas determinaciones técnicas se dificultan por la pátina blanca que cubre los motivos y serán analizadas en mayor detalle en el futuro.

3 En la base de datos, la zona #11 corresponde a San Antonio Oeste, e incluye las nueve placas decoradasregistradas en la bibliografía que presentamos en la sección anterior.

4 En la tabla 6 los datos presentados se concentran exclusivamente en los casos de placas que tienenasignación a alguna de las veintidós zonas; los casos de procedencia indeterminable por ausencia deinformación publicada (ver Acevedo 2015) no han sido tomados en cuenta en este conteo.

5 El N de 49 artefactos con el TM línea recta (LN R) debe tomarse con cautela debido a que proviene deregistros gráficos dibujados de placas decoradas (Losada Gómez 1980), cuyo nivel de precisión y detalleno asegura que por lo menos algunos de ellos puedan en realidad haber sido pequeñas grietas u otro tipode marcas en los artefactos y no partes del diseño decorativo.

6 La definición de estos TM se realizó tomando en cuenta todos los detalles gráficos de la morfología decada motivo. Esto registra de manera realista la gran variabilidad que caracteriza a estas piezas, perosimultáneamente genera un gran número de tipos, que, en rigor, podrían considerarse como "sub-tipos"ya que, en varios casos, sostienen altos grados de similitud entre sí y difieren precisamente en los mencionados detalles (Acevedo 2015).

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Recibido: 07 de Diciembre de 2020; Aprobado: 23 de Junio de 2021

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