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Estudios - Centro de Estudios Avanzados. Universidad Nacional de Córdoba

versión On-line ISSN 1852-1568

Estud. - Cent. Estud. Av., Univ. Nac. Córdoba  no.30 Córdoba dic. 2013

 

ARTICULOS ORIGINALES

Programa Globalización, Gobernanza, Derechos Humanos y Bienes Públicos, CEA-UNC

El Escenario Internacional: Crisis Económica, Reconfiguración de Poder e Incertidumbre1

 

Valentina Delich y Carlos Juárez Centeno

 


Ya es casi un lugar común aludir a la reconfiguración del poder mundial: la declinación de los Estados Unidos, la crisis europea y la emergencia de los nuevos actores (China, Brasil y la India notablemente).

Es que el crecimiento del mundo se ha desacelerado (para el año 2010 fue de 3,6 %) y los países desarrollados han aportado muy poco a él: apenas un 10%. Y cómo sería de otra manera si están creciendo poco y nada y algunos de ellos ostentan niveles de deuda importantes: en relación a su PBI, Estados Unidos está endeudado en un equivalente al 100% (los hay inclusive más altos como el de Grecia cuyo nivel es del 145%). En este contexto, los países en desarrollo están a la cabeza del crecimiento del mundo, aportando el 45% del PBI mundial. Como lo grafica un informe de la OCDE:

«En el 2009 China se convirtió en el principal socio comercial de Brasil, la India y Sudáfrica. Tata, la multinacional india ya es el segundo inversionista más activo en el África Subsahariana. Más del 40% de los investigadores actuales están en Asia. Desde el 2008, los países en desarrollo poseen reservas en divisas extranjeras por 4.2 billones de dólares; más de 1.5 veces el monto que poseen los países ricos».

Además, la crisis de eficacia y legitimidad del modelo global se refleja en el estado actual de las negociaciones comerciales: todas se encuentran suspendidas, en particular dos de las que impactan en la Argentina: la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio y el Acuerdo de Libre Comercio y Cooperación Mercosur - Unión Europea.

En efecto, la Ronda de Doha fue lanzada en el año 2001 con el objetivo de mejorar los magros resultados que habían obtenido los países en desarrollo en la ronda anterior, la Ronda Uruguay del GATT. Por ello, se la bautizó como Ronda del Desarrollo y por ello también vino acompañada de una Declaración sobre Salud Pública que intentó alivianar los efectos de uno de los acuerdos de la Ronda Uruguay más costosos para los países en desarrollo: el Acuerdo sobre los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados al Comercio, o TRIPS según su sigla en inglés.

Sin embargo, a poco de andar, las negociaciones se fueron complicando por varios motivos: los países en desarrollo tenían más expertise que en la Ronda anterior y por tanto fueron capaces de evaluar más eficazmente los costos y beneficios de las propuestas de negociación; se produjo un abandono de las medidas promovidas por el llamado Consenso de Washington y por tanto el libre comercio perdió centralidad en los discursos y en las políticas; y, entre otros, los países en desarrollo empezaron a crecer sin nuevas negociaciones en la OMC. Así pues, la OMC perdió relevancia y se terminó estancando como foro negociador: no fue una instancia capaz de articular las ideas e intereses de todos los actores, incluyendo los crecientemente más influentes: los emergentes. Queda entonces para una reflexión que excede este documento, qué dimensión del sistema de reglas de la OMC nuestros países encuentran legítimos y eficaces. Tal vez las disciplinas comerciales ya acordadas y el sistema de solución de controversias sean parte de la respuesta.

En el caso de las negociaciones con la Unión Europea, éstas fueron lanzadas en 1995. Estuvieron suspendidas algunos años y se retomaron con algún vigor en 2010. Es decir, han pasado ya 15 años de negociaciones siendo que la Unión Europea es un importante socio comercial del Mercosur.

En efecto, aunque visto desde la Unión Europea con cifras del 2010, Brasil es su socio comercial número 10 y Argentina el 33 (la Unión Europea importa del Mercosur el 2,9% de sus importaciones totales de extra zona y exporta al Mercosur el 3,0% del total de sus exportaciones totales a extrazona); visto desde el Mercosur, los números son otros: para el Mercosur, la UE-272 representa el 20% de sus importaciones y el 20,6% de sus exportaciones. Luego de la UE-27 como principales socios del MERCOSUR se encuentran los Estados Unidos, China, Brasil y Argentina.3 Sin embargo y aunque nominalmente todavía China no es más relevante comercialmente que la UE para el Mercosur, lo es ya para Brasil y constituye para todos los socios el mercado más dinámico aunque no el más sofisticado. Este dato debiera ser parte de una planificación comercial estratégica.

Córdoba tiene algunas particularidades en sus patrones de comercio con el mundo que lo diferencian del patrón del Mercosur y, en algunos casos del patrón general de la Argentina también, tal como se detalla a continuación.

El principal destino de las exportaciones cordobesas es Brasil (18%) y luego China (14%). El resto de las exportaciones está muy diversificado por destinos. Sin embargo, América Latina explica el 31,3% de las exportaciones cordobesas y Asia el 41%. Las exportaciones a Brasil pertenecen mayormente al rubro automotriz mientras que las exportaciones a la China y Malasia al rubro oleaginoso. Asimismo, la UE es mayormente importador del rubro oleaginoso.4

En esta línea, en el Informe de COPEC «Inserción de Córdoba en el mundo» se llama la atención sobre las necesidades que surgen en términos de diversificar lo que se exporta y penetrar los diversos mercados asiáticos más allá de la China y Malasia: infraestructura y educación.

Hasta aquí se ha delineado el estado de efervescencia y estancamiento de la arquitectura internacional. También se ha hecho notar que desde el punto de vista de Córdoba y en la actualidad, la principal preocupación comercial es Brasil. Por ello, en la siguiente sección abordamos la dimensión de política internacional argentina más directamente relacionada hoy con Brasil: el Mercosur. Finalmente, antes de concluir esta primera sección, nos permitimos una pequeña digresión más acerca del escenario internacional.

En efecto, existen muchas y bien fundadas especulaciones en torno a la fisonomía futura del orden global, pero en este documento quisiéramos destacar como rasgo del escenario internacional actual a la incertidumbre y sus consecuencias a la hora de formular políticas públicas que involucren generar o aprovechar oportunidades en el escenario internacional.

En este sentido, sostiene Caputo:

«La incertidumbre no es un estado excepcional en la vida política de las sociedades y de las naciones. Sin embargo, solemos pensar que lo incierto es un momento transitorio y que las cosas volverán a ordenarse. Aunque vivimos en la incertidumbre, no creemos que su compañía sea permanente. La toma de decisiones políticas, en especial la internacional, debería evitar el supuesto de que el futuro es único y cierto, que se parecerá a lo que ya pasó. Es difícil imaginar lo nuevo en la historia. Hay naciones que pueden modificar las grandes tendencias mundiales, otras poco y muchas nada. Cuanto más periférica sea una posición con respecto de los centros mundiales de decisión, tanto más hay que indagar, imaginar y construir los futuros posibles que otros decidirán.» (Dante Caputo, 2011).

En la misma línea, plantea Maira que más de 20 años después de terminada la Guerra Fría, el establecimiento de un orden internacional de reemplazo aún no concluye. Esta transición de tres fases (1989-2001, la destrucción de las Torres Gemelas y la crisis de 2008) no ha modificado la organización política de las Naciones Unidas o la institucionalidad económica de Bretton Woods y que «esta aguda y prolongada obsolescencia del orden internacional es un rasgo que complica la política exterior de América Latina y de las demás regiones en desarrollo».5

En conclusión, nos encontramos ante un escenario internacional con negociaciones en stand by y con una reconfiguración de la arquitectura institucional, consecuencia de la crisis financiera global, de la emergencia de nuevos centros de generación de riqueza y de un estado de incertidumbre.

Notas

1 Lo publicado corresponde al Capítulo I del informe COPEC, dirigido por Valentina Delich y Carlos A. Juárez Centeno. Puede verse la versión completa presentada al COPEC en: http://groupware.copec.org/drupal/sites/all/modules/civicrm/extern/url.php?u=158%26qid=9433, este res

2 UE-27 se denomina a la Unión Europea tal como se conoce en la actualidad con la incorporación de los últimos dos miembros: Bulgaria y Rumania.

3 Eurostat, DG TRADE, reporte del 8 de junio de 2011.

4 MECON, Subsecretaría de Programación Económica, 2011 e Informe de COPEC)

5 MAIRA, Luis «La Política Internacional Subnacional en América Latina», Editorial Libros del Zorzal, Buenos Aires, 2010

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