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Revista de la Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología

versión On-line ISSN 1852-7434

Rev. Asoc. Argent. Ortop. Traumatol. vol.75 no.2 Ciudad Autónoma de Buenos Aires abr./jun. 2010

 

MAESTROS DE LA ORTOPEDIA

José Manuel del Sel (1911-2007)

El que ha fundado algo grande con un pensamiento desinteresado sueña con proporcionarse herederos para su obra. (Nietzche)

Al atardecer, el paso del hombre se torna más lento y la llama de la reflexión ilumina el camino permitiendo atisbar, con mayor justeza, el pasado. Hablar de quien fue mi primer jefe de Servicio me obliga a remitirme a las vivencias de los años en que inicié el aprendizaje de la especialidad, a priori simple, pero de difícil conocimiento profundo; todo nuevo, ajeno; un mirar con respeto y distancia a los mayores y procurar el tesoro más preciado, que se logra sólo con tesón y guía: el saber.
Sintetizaría en esas palabras el recuerdo primero, el del Maestro, al cual acompañaría desde el punto de vista asistencial y luego docente durante buena parte de mi vida. Y lo llamo así pues lo evoco enseñando, con la palabra, con gestos de aprobación o reprobación, y por su obra.
Sería injusto circunscribir este último punto a la prolija confección de aparatos enyesados o a los pasos precisos de una cirugía reconstructiva, porque no fue así. Este hombre transmitía su conocimiento con la pasión del que construye, sin egoísmo, el mañana, del que intenta seguir en la labor de sus discípulos y legar a los que le siguen, aun cuando no los llegue a conocer. Osadamente, diría que enseñaba con la pasión de quien pareciera creer que aquello que teníamos por cierto no sería modificado por el tiempo.
Voltaire, en los últimos años de su vida, plantaba árboles que jamás vería florecer.
En un salto abismal, muchas veces, al hallarme frente a los alumnos intentado, con presunción, emular al Maestro, el orden, la secuencia de ideación, las bases que recibí como legado surgen espontáneamente y trasmitiendo lo que me fue dado para constituir, quizá, lo más rescatable de la existencia humana.
Desearía mencionar sus períodos de descanso en la localidad serrana de "La Cumbrecita". Tuve la oportunidad de compartir allí con él algunas tardes, en las cuales Del Sel me mostraba, con orgullo, la preparación del material de publicación sobre temas de la especialidad. Recuerdo vívidamente lo concerniente a la seudoartrosis congénita de la pierna y las numerosas páginas en las que vertía sus reflexiones y experiencia, intercalando bibliografía que había recortado prolijamente. Pudo percibir un calmo paisaje donde se fundían mágicamente el agua y la piedra e imbricarlo con su trabajo y creatividad.
Es posible que en silencio y meditación crezca el alma humana hasta alcanzar sus propios límites.
José Manuel del Sel nace en Buenos Aires el 20 de diciembre de 1911. A los 23 años egresa de la Facultad de Medicina de Buenos Aires y realiza su practicantado en el Hospital Álvarez, para incorporarse luego al Servicio de Ortopedia y Traumatología dirigido por Sara Satanowsky.
En 1938, viaja al célebre Instituto Rizzoli, de Bologna, dirigido por el profesor Vittorio Putti.
Poco después de la Segunda Guerra Mundial, obtiene una beca del Consejo Británico y se dirige a Inglaterra para adquirir nuevos conocimientos vinculados especialmente al campo de las lesiones nerviosas, heridas graves de los miembros, amputaciones traumáticas, cirugía reparadora y rehabilitación del sistema musculoesquelético y, en este último tema, sobre el tratamiento de los traumatismos raquimedulares con Ludwig Guttmann, fundador del National Spinal Injuries Centre en el Stoke Mandeville Hospital.
En 1952 pone en marcha el servicio de Ortopedia y Traumatología del Hospital Español y, a partir de 1956, se desempeña en el Hospital Prof. Dr. Mariano Castex (conurbano bonaerense) y en el Instituto Nacional de Rehabilitación del Lisiado.
En 1963 publica su libro Compendio de ortopedia práctica, destinado a alumnos y médicos residentes de la especialidad.
En 1970 asume como profesor titular en el Hospital Escuela José de San Martín, de la Universidad de Buenos Aires, hasta ser designado profesor emérito al retirarse por razones de edad.
Fue presidente de la Sociedad Argentina de Ortopedia y Traumatología (SAOT) entre 1966 y 1968, y miembro honorario nacional de la Asociación Médica Argentina y de la Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología, que además lo nombró Cirujano Maestro.
En 1988 recibió el premio "Maestro de la Medicina", otorgado por la Prensa Médica.
Fallece el 15 de mayo de 2007.

Consideraciones finales

Sería injusto obviar la mención de los homenajes rendidos en sendos escritos por Arturo Otaño y Carlos Firpo, sin duda plenos de agradecimiento. Tal vez, este aforismo lo resume todo: Que en vuestra muerte brillen todavía vuestro espíritu y vuestra virtud como amaneceres en la tierra; si no, habréis fracasado en ese último paso.

Dr. Oscar Varaona

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