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Sociedad y religión

versión On-line ISSN 1853-7081

Soc. relig. vol.28 no.50 Ciudad Autónoma de Buenos Aires oct. 2018

 

NOTA BREVE

La Soka Gakkai Internacional (SGI) y sus miembros: reflexiones en torno a la oferta y demanda de ideas de desarrollo

Soka Gakkai Internacional (SGI) and its members: reflections regarding the offer and demand of development ideas

 

Ezer Roboam May May

CIESAS- Peninsular, México

ezer.may@hotmail.com

 

Introducción

La Soka Gakkai es una organización laica budista de origen japonés, que en las últimas décadas se ha expandido internacionalmente en 193 países. Los teóricos de la religión catalogan a esta organización como un nuevo movimiento religioso. En este trabajo recurro a las concepciones de “desarrollo” para realizar un ejercicio analítico que permita comprender la expansión de los nuevos movimientos religiosos budistas.

Cuando hablamos de desarrollo, necesariamente nos remitimos a otros términos como modernidad, industrialización y progreso. Y recientemente se han incluido las nociones de desarrollo humano, desarrollo cultural, desarrollo artístico, desarrollo educativo, desarrollo comunitario, etcétera. Estos “desarrollos” adjetivados parecerían ambiguos por no presentarse independientes uno del otro, sino conjuntamente y en paralelo. En realidad, no se podrían concebir por separado.

En el escenario del análisis del desarrollo aparece sobre dos sectores: los primeros son los que se presentan por medio del discurso y las prácticas; los últimos, como sujetos que los adoptan y en la mayoría de las ocasiones se someten a éstas.

Es un poco raro intentar hablar de sujetos y organizaciones religiosas como base para el análisis de las ideas de desarrollo, pues se espera hacer este ejercicio con organizaciones gubernamentales o no gubernamentales y con grupos étnicos o minoritarios, en el que el tema de políticas públicas es el protagonista.

Pero es una obviedad que los organismos religiosos presentan propuestas de cambios en el comportamiento y de ciertas prácticas, así como de ideas. Por lo tanto, debemos entender que la noción de desarrollo es también proveedora de este tipo de proposiciones, así como sucede con las políticas públicas. Algunos proyectos son exitosos en cuanto cumplen demandas de la población y de igual forma ocurre con el fenómeno religioso.

En un principio este análisis es justificable, ya que la SGI como organismo internacional fue reconocida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1981 como una ONG mundial. En consecuencia posee ideas de desarrollo cercanas a las demás organizaciones del escenario internacional; además, ya se han hecho estos esfuerzos analíticos con anterioridad respecto de la Soka Gakkai de Brasil (Bornholdt, 2009).

Este texto está organizado de la siguiente forma: primero hablo del lado de la oferta, en el que hago reflexiones sobre las ideas de “desarrollo” que han surgido en el trayecto internacional coincidentes con la SGI. Seguidamente, trato el tema de la demanda, la cual es analizada con la ayuda de datos obtenidos de la SGI de Estados Unidos, Gran Bretaña, la zona metropolitana de México y de Mérida, Yucatán1. Finalmente, presento las últimas ideas como conclusión.

 

La oferta de desarrollo en el nivel global

La SG se hace visible después de la segunda guerra mundial, un momento importante en que la población fue fértil para aceptar cualquier mensaje de salvación. Japón terminó devastado por su derrota frente a los Estados Unidos, la gente estaba en la miseria, los hogares y edificios destruidos. En este contexto la SG prometía la mejora de la vida, en términos materiales y económicos. Precisamente, esta idea de desarrollo forma parte del segundo período del recorrido histórico de dicho pensamiento, junto con la necesidad de la apertura política y económica de los países. Así lo explican Abello, Aléan y Berman:

Un segundo periodo en el pensamiento sobre desarrollo comenzó en 1944 con el establecimiento de las instituciones creadas en la Conferencia de Bretton Woods, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, de la mano de un conjunto de medidas para mover el crecimiento económico de las naciones. Así, en los años posteriores a la finalización de la segunda guerra mundial, el desarrollo era sinónimo de crecimiento económico, entendido como aumento del ingreso monetario de las personas de un país (2010: 76).

El presidente actual de la SGI, Daisaku Ikeda, por medio de una novela de su autoría, agradece a los Estados Unidos la apertura económico-política:

Japón perdió la guerra, pero lo que le trajo la verdadera libertad religiosa fue la derogación de la Ley para la preservación de la Paz, conforme a la política de MacArthur, durante la ocupación aliada. MacArthur funcionó como una fuerza protectora. […] Quiero ir a Estados Unidos a pagar esta deuda de gratitud (Ikeda, 2000: 10).

La organización Soka Gakkai en los años sesenta comienza a expandirse promoviendo la paz mundial, lo que ellos denominan Kosen-Rufu; esto es, la paz por medio de la propagación mundial del Budismo de Nichiren. La SGI constituida en 1975 fue resultado de dicha expansión, en la que la configuración de la idea de desarrollo en los términos economicistas estaba siendo desplazada. Para lograr expandirse en el nivel internacional, la SGI optó por el slogan: “Por la paz, la cultura y la educación”; muy sugerente debido a que “la reflexión sobre cultura y desarrollo tiene su origen en la crítica del concepto economicista de desarrollo que hizo aparecer claramente desde los últimos años de la década de 1960” (Kovács, 2010: 44).

La SGI, en el aspecto religioso posee en su doctrina la noción de budeidad o iluminación que según la interpretación del segundo pionero y fundador Josei Toda, es compatible con el concepto de revolución humana, que refiere a la experiencia de un proceso de cambio interno y social en el individuo que puede tener lugar en el siglo XXI (Wilson y Machacek, 2000: 3); también puede traducirse como la liberación y expresión del potencial humano. Con esto, podríamos entender que se promueve una forma de desarrollo humano: “un proceso que aumenta la libertad efectiva de quienes se benefician de él para llevar a cabo aquello que, por una razón u otra, tienen motivos para valorar” (Kovács, 2010: 51). Aunque cabe mencionar que este cambio sucede en el nivel subjetivo de los sujetos, ya que hace sentir al sujeto con una mayor capacidad de lograr lo que se propone, atendiendo a sus habilidades personales. Me remito a los tres puntos de su slogan: paz, cultura y educación.

 

Paz y cultura

He mencionado que uno de los principales objetivos de la organización es lograr el Kosen-Rufu, que es la paz mundial; así como ensalzar la cultura local de cada país al que llega, con el fin de lograr la armonía. Ikeda, el presidente de la SGI es caracterizado por su actitud respetuosa a los países extranjeros, verbigracia, el relato de su llegada a Hawai en 1960, en el que optó por vestir las clásicas camisas floreadas y disfrutar la bienvenida al estilo hawaiano. Ikeda dijo al respecto, “Hawai tiene sus propias tradiciones y costumbres. Debemos respetarlas. La cultura y el clima son diferentes del nuestro. […] En vez de budismo tendríamos ‘japonesismo’” (Ikeda, 2000: 34 y 36). La SGI aplica el término budista Zuiho Bini, que quiere decir adaptar los preceptos budistas a la localidad; por lo que se ha impulsado el diálogo y respeto entre las culturas. En el ámbito de su propia organización ha permitido que las SG de cada país se rigieran conforme a sus costumbres y hábitos.

De igual forma lo ha hecho en el ámbito externo, pues ha ejercido una labor diplomática, hablando con líderes políticos, como Fidel Castro, Mijail Gorbachov, André Malraux, el ex-ministro chino Zhou Enlai y con el ex-secretario de Estados Unidos Henry Kissinger. La SGI, así como su líder, han tenido una coincidencia con los objetivos de la UNESCO establecidas en la Declaración Universal de la UNESCO sobre la diversidad cultural del 2 de diciembre, en la que “el diálogo intercultural es la mejor garantía para la paz y rechazar categóricamente la tesis del inevitable conflicto de las culturas y civilizaciones” (Kovács, 2010: 63).

La SGI tiene diversos centros culturales, en Japón (Museo de Arte Fuji) y Europa; organizan festivales artísticos, exhibiciones con ayuda de otras organizaciones culturales y autoridades oficiales. Todo esto con el objetivo de expresar la creatividad humana y de este modo también revelar las diferencias culturales intrínsecas del ser humano. En 1995 se organizó en colaboración con la UNESCO, una exhibición en Tokyo de 400 pinturas dedicadas a la paz, seleccionadas de 100,000 niños de 160 países (Dobbelaere, 2000: 245). El presidente Ikeda manda anualmente en el mes de enero, desde 1983, una propuesta de paz a la ONU2.

 

Educación

La filosofía original de la Soka Gakkai fue de naturaleza pedagógica, inspirada por su fundador Tsunesaburo Makiguchi, quien, influenciado por ideas kantianas, propuso que el objetivo de la educación fuera la felicidad3. Los valores debían ser lo provechoso, bello y verdadero en la vida cotidiana. En 1964 se crearon 4 kindergartens, 2 primarias y 2 secundarias;, en 1971 se abre al público la Universidad Soka en Tokyo. En 1991 establece la Pacific Basin Research Center en la John F. Kennedy School of Government. En la Universidad Soka también se encuentra el Institute for the Study of Natural Environment, que realiza investigaciones para reforestar el río Amazonas con el objetivo de hacerlo más sustentable.

Las políticas educativas de la SGI persiguen la estimulación de la enseñanza, la promoción del intercambio cultural y el análisis de los problemas actuales, como la paz, educación, tecnología y relaciones interculturales desde la perspectiva budista. Una frase reveladora, de cómo conciben la paz mundial, es que el ideal de ésta es la felicidad individual. Esto quiere decir, la independencia y solidaridad de los humanos (Sánchez Buendía, 2010: 130).

 

Las demandas de los miembros

Para reflexionar sobre las demandas, hago referencia a dos conceptos claves que se han usado para entender la demanda de los miembros: materialista y posmaterialista (Iglehart, 1988). Me anticipo diciendo que Iglehart propone estos dos conceptos desde una idea específica de desarrollo. Descubre que existe un cambio de valores en sociedades industriales avanzadas, puesto que si el nivel económico y la seguridad física se cumplen y satisfacen, se observa en la gente un incremento de importancia hacia los valores no-materiales, tal como la libre expresión, la libertad, la participación ciudadana en su comunidad y nación, además de que las ideas se vuelven más valiosas que el dinero; esto porque las necesidades como comida, vivienda han sido solventadas (Iglehart, 1988). Esto también se puede entender con la idea de la sociedad de producción y consumo: los valores materialistas caracterizarían a la primera, mientras los valores posmaterialistas a la de consumo, ya que prefieren la cuestión estética y de libertad (Iglehart, 1988). Entonces, Iglehart propuso una medida para clasificar a países o regiones con valores materialistas o posmaterialistas. Primero presento los resultados de las SGI de Gran Bretaña y Estados Unidos.

Para la SG-Británica se adaptó una batería de 12 preguntas, siguiendo las mismas interrogantes del Estudio de Valores Europeos para poder hacer la comparación. Mientras en la SGI-USA se emplearon 3 preguntas, en las cuales se obtuvieron 4 respuestas: dos reflejaban el carácter materialista y las dos restantes los valores posmaterialistas; de igual modo, se tomaron como referencia los resultados de la World Values Survey (1990) para comparar con el público estadounidense en general (véase tabla 1).

 

Tabla 1. Materialismo y Post-materialismo de GB y EUA

Categoría

Gran Bretaña

Estados Unidos de América

SG

General

SG

General

Materialista

5%

49%

25%

69%

Posmaterialista

95%

51%

75%

31%

Fuente: Wilson y Dobbeleare (1994: 143); Hammond y Machacek (1999: 116).

A partir de estos datos, vemos que los miembros de ambas SG son posmaterialistas. Iglehart diría que es porque la sociedad ha avanzado en la industrialización, pues le provee a la mayoría de la población un buen ingreso económico, sin carencias materiales, por lo cual la gente se enfocaría en los valores no materiales. Pero los datos comparativos con el público en general, nos permiten otras posibles interpretaciones, pues Gran Bretaña sí posee en su mayoría posmaterialistas, y el público estadounidense presenta un perfil materialista. De este modo se piensa que la oferta de la SGI ha sido internalizada por los miembros estadounidenses que se diferencian del público en general, en tanto en el caso de Gran Bretaña, se ha entendido como la existencia de una relación positiva entre la demanda posmaterialista de la sociedad en general y la oferta religiosa que los miembros han adoptado.

Ahora, hablemos sobre los miembros de la SGMex (zona metropolitana) y los de Mérida, siendo la SGMex donde se aplicó la misma metodología de las anteriores. Inoue (2003) dispuso tres preguntas, cada una con 4 respuestas, dos materialistas y dos posmaterialistas.

 

Tabla 2. Escala de materialismo y post-materialismo SGMex y Yucatán

Categoría

SGMex

General 1990

General 2010

Yucatán 2010

Materialista

8%

25%

38%

64%

Mixta

60%

63%

42%

 

Posmaterialista

32%

12%

20%

36%

Fuente: Inoue (2003) para SGMEx y General 1990; Moreno (2011) para General y Yucatán 2010.

 

Como mencioné, la ausencia de datos estadísticos de la SG-Mérida es por diferencias metodológicas. Aunque intentando rescatar datos que nos puedan dar unas cuantas pistas, recurro a la ENVUD. Por lo que vemos, tanto la muestra de las encuestas de México, Yucatán y miembros de la SGMex coinciden con una sociedad materialista, en todo caso mixta, pero con tendencias a la materialista4. Si hacemos uso de la encuesta de 2010 del ENVUD, y categorizando los resultados del público general mexicano en dos partes, el 61% corresponde al rubro materialista y 39% al posmaterialista (Moreno, 2011: 98). En la investigación se encontró que cualitativamente los beneficios materiales entre los conversos de la SG de Mérida son los más predominantes, aunque no los únicos (May, 2016). En seguida fragmentos de entrevistas:

Ser el mejor maestro, tener más dinero, que mi familia sea más prospera y más feliz todavía. Crecer como maestro de danza, incrementar mi gente de Tai-chi y seguir creciendo como persona (Hombre, 33 años).

… Primero, mi casa, la facultad de tener una casa propia, para mí ha sido difícil, es algo que siempre anhelé. Estaba recordando mi esposa, que nos bonificaban el banco. A veces cosas tan sencillas y no podríamos haber conseguido una casa… (Hombre, 63 años).

… o puedes enfocar las cosas por encontrar un buen trabajo, digas destacar en la escuela, generar ideas nuevas, poder aportar algo positivo a mis amigos, construir una casa lo que tu quieras… (Hombre, 22 años).

De acuerdo con el trabajo de campo en Yucatán aparecen las mismas tendencias hacia el materialismo. La pregunta es ¿los miembros mexicanos, así como yucatecos no han logrado internalizar los ideales pos-materialistas como lo hicieron los miembros estadounidenses y británicos? O ¿predominan las condiciones socioeconómicas generales de México?

Las diferencias entre estos tres países y el estado de Yucatán son de ambos extremos, pues en los dos primeros países son posmaterialistas, mientras México y los miembros SG de Yucatán son materialistas, estos últimos cualitativamente hablando. La diferencia en las demandas es muy notable. Claramente, este análisis, como vimos, proviene de una teoría en la que se concibe al desarrollo de una manera particular: el éxito económico y material llevan a la preponderancia de las cuestiones no-materiales como la cultura, la libertad y los derechos humanos. El público mexicano y los miembros de la SG de este país continúan con demandas materialistas, ¿por qué aún no tenemos una sociedad industrializada exitosa?

 

Últimas ideas

Las ideas de desarrollo en el nivel de las organizaciones internacionales parecen seguir un mismo camino; quiero decir que existe una cierta generalización en el nivel macro de las nociones de desarrollo que responden a las necesidades del momento, de la que tampoco escapan las estructuras religiosas. Así sucedió en los inicios de la SG en Japón: las ideas y propuestas de esta organización budista iban de la mano con las ideas de desarrollo que se manejaban en el ámbito político y económico internacional.

De la misma forma, la idea de desarrollo transitó de la concepción económica a la cultural y así lo manejó la Soka Gakkai, más cuando fue reconocido como una ONG internacional. Claramente coincidió con los periodos cronológicos de dichos cambios de concepción en la etapa de la posguerra y la posterior a los años sesenta. De esta manera, le permitió aliarse con las organizaciones internacionales como la ONU y la UNESCO, adoptando los mismos cambios en los objetivos de desarrollo, poniendo énfasis en la cultura, la paz y la educación para lograr el desarrollo humano, al igual que un desarrollo sustentable con su creación del centro de investigación ambiental.

En cuanto a las demandas, se parte de una visión de desarrollo para entender las de los miembros de la SG y del mismo público en general; es la que guía, de alguna manera, la interpretación de los datos. En esta parte vemos que la SG, como organismo de oferta de ideas de desarrollo, ha manejado ambas: el desarrollo en cuestiones materiales y no-materiales. Por tanto, independientemente de las demandas de los miembros, la SG ha logrado cobijar ambos tipos de demandas. Sin embargo, también se ha demostrado que en las fases finales del proceso de conversión a la SG, los miembros van adoptando ideas no-materialistas desplazando a las de carácter material (Wilson y Dobbeleare, 1994; Machacek y Hammond, 1999; Inoue, 2003).

La primera parte de este texto invita al análisis de “la cultura de los planificadores” del que nos habla Kottak (2000), entendiendo a la SG no solamente como organismo religioso, sino también como organización civil internacional, dadas las prácticas que ésta ejerce, ¿cuál es la cultura de la SG en tanto es una organización con “objetivos tradicionales […], con sus redes de comunicación, con sus flujos de información, sus líneas de autoridad, sus imperativos territoriales, […] sus asociaciones y conflictos, sus rituales y hábitos, y sus procedimientos de toma de decisiones” (Kottak, 2000: 119-120). Así, se podrían entender las implicaciones y el papel que juega la cultura entre la oferta y la demanda religiosa; y a su vez lo que la SGI define como cultura y desarrollo en los distintos niveles: la local, la nacional y la de los planificadores.

La segunda parte insta a reflexionar, desde la idea de Iglehart, sobre el debate de la cultura como medio, contexto o como un fin. Así como pensar la relación dialéctica entre cultura y desarrollo económico en el proceso de crecimiento de grupos religiosos.

Estas son algunas cuestiones que se plantean para comprender una cultura económica y/o laboral de la SGI y sus miembros; como también si empíricamente producen cambios materiales y económicos en los miembros posteriores a la conversión o si la precedente condición económica y laboral (demanda) encaja en los ideales de la organización religiosa (oferta).

 

Bibliografía

1. Abello, A., Aléan, A., Berman, E. (2010). Cultura y desarrollo: Intersecciones vigentes desde una revisión conceptual reflexiva. En Martinell, A. (Coord.), Cultura y Desarrollo. Un compromiso para la libertad y el bienestar (75-90). Madrid: Fundación Carolina/Siglo XXI

2. Bethel, D.M. (2000). The legacy of Tsunesaburo Makiguchi: Value-Creating education and global citezenship. En Machacek, D. y Wilson, B. (Eds.), Global citizens: The Soka Gakkai buddhist movement in the world (42-66). Nueva York: Oxford University Press.

3. Bornholdt, S. (2009). ONG ou Religião? O caso da Soka Gakkai no Brasil. Ciencias sociales y religión/Ciencias sociais e religião, 11(11), 181-198.

4. Dobbeleare, K. (2000). Toward a Pillar Organization? En Machacek, D y Wilson, B. (Eds.), Global Citizens. The Soka Gakkai Buddhist movement in the World (233-258). Nueva York: Oxford University Press

5. Iglehart, R. (1988). Culture shift in advanced industrial society. Princeton: Princeton University Press.

6. Inoue, D. (2003). Soka Gakkai en México. Estudio sobre un nuevo movimiento religioso desarrollado en un contexto cultural ajeno y el proceso de conversión. (Tesis inédita de doctorado). Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad de México.

7. Kottak, C. P. (2000). La cultura y el desarrollo económico. En Viola, A. (Comp.), Antropología del Desarrollo. Teorías y estudios etnográficos en América Latina (103-126). Barcelona: Paidós.

8. Kovács, M. (2010). La dimensión cultural del desarrollo. Evolución de los planteamientos de cultura y desarrollo a nivel internacional. En Martinell, A. (Coord.), Cultura y Desarrollo. Un compromiso para la libertad y el bienestar (43-74). Madrid: Fundación Carolina/Siglo XXI.

9. Hammond, P. y Machacek, D. (1999). Soka Gakkai in America. Accomodation and conversion. Nueva York: Oxford University Press

10. May, E. R. (2016). ¿Por qué me convertí? ¿Por qué se convirtieron? Los budistas Soka Gakkai de Mérida, Yucatán. Relaciones. Estudios de historia y sociedad, 148 bis, 205-241

11. Moreno, A. (2011). Las metas y valores de los mexicanos: ¿Qué nos une y qué nos divide? Este país, 240, 97-104

12. Sánchez Buendía, E. (2010). Cultura y desarrollo en el escenario internacional. En Martinell, A. (Coord.) Cultura y Desarrollo. Un compromiso para la libertad y el bienestar (117-180). Madrid: Fundación Carolina/Siglo XXI.

13. Wilson, B. y Machacek, D. (2000). Introduction. En Machacek, D. y Wilson, B. (Eds.), Global Citizens. The Soka Gakkai Buddhist movement in the World (1-14). Nueva York: Oxford University Press

14. Wilson, B. y Dobbelaere, K. (1994). A time to chant. The Soka Gakkai Buddhists in Britain. Oxford: Clarendon Press.

 

Fuente

1. Ikeda, D. (2000). La nueva revolución humana. Vol. 1. México: Soka Gakkai México a.r.

 

Notas

1. Aunque este último no contiene muchos datos comparables con los de los países anteriores, por diferencias metodológicas que corresponden a la información recolectada en el trabajo de campo de mi proyecto de investigación de tesis de licenciatura.

2. Información disponible en: http://www.sgi.org/es/presidente-de-la-sgi/biografia-de-daisaku-ikeda.html

3. Para mayor información sobre la “Teoría de la creación de valores” y filosofía de Makiguchi, ver Bethel (2000).

4. En este rubro, se unieron las dos subdivisiones: Materialista mixta y pos-materialista mixto, en el que el mayor porcentaje pertenecía a la primera. En la materialista mixta fue de 51% y en la segunda de 9%, lo que da materialistas, 59% y posmaterialistas, 41%.

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