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versión On-line ISSN 1853-9912

Palabra clave vol.3 no.2 Ensenada jun. 2014

 

ARTÍCULO

Las bibliotecas públicas como instituciones de integración social: Un estudio de caso en la Biblioteca Pública La Peña de BibloRed, en Bogotá (Colombia)

 

Alejandro Toro Peña

Proyecto de Educación para la Ciudadanía y la Convivencia de la Secretaría de Educación Distrital. Bogotá, Colombia. e-mail: alejo.latp@gmail.com

 


Resumen

La investigación se propuso abordar cómo las bibliotecas públicas en contextos populares pueden agenciar procesos de subjetividad colectiva a partir de sus servicios bibliotecarios. Se plantea un análisis sobre estas bibliotecas como agencias de construcción de la esfera pública, mediante un estudio de caso en una biblioteca pública-popular en Bogotá, Colombia. Se propone inicialmente ilustrar cómo ha sido la forma en que la bibliotecología ha abordado la pregunta sobre ¿Qué es una biblioteca pública y cuál es su papel social y político?, identificando las razones por las que consideramos que se hacen necesarias indagaciones desde las ciencias sociales. Luego, haciendo un repaso sobre las teorías de la subjetividad y la subjetividad colectiva, se construye alrededor de la categoría de subjetividad colectiva un instrumento para la indagación de corte cualitativo, que permite explorar en las narrativas subjetivas de los usuarios, elementos para describir procesos agenciados desde la biblioteca pública escogida. Por último, se presentan las consideraciones finales sobre las bibliotecas públicas como agencias de procesos socioculturales que intervienen como escenarios de formación y participación.

Palabras Clave: Bibliotecas públicas; Subjetividad colectiva; Contextos populares.

The public libraries as a subjective integration spaces: A case study in La Peña public Library of BibloRed, in Bogota, Colombia

Abstract

The proposed research addresses how public libraries in popular contexts can realize processes of collective subjectivity from their library services. An analysis of these libraries as agencies for the construction of the public sphere is carried out through a case study in a public library of Bogota, Colombia. It was initially proposed to illustrate the way in which the public library has addressed the question of what is a public library and what is its social and political role, identifying the reasons that we believe are necessary questioned by the social sciences. Then, reviewing the theories of subjectivity and collective subjectivity, an instrument for qualitative inquiries was built around the category of collective subjectivity, allowing to explore from subjective narratives of users, the elements to describe the processes from the selected public library. Finally, considerations are presented about public libraries as agencies of social and cultural processes, involved in training and participation scenarios.

Keywords: Public libraries; Collective subjectivity; Popular contexts.


 

Introducción: El campo problemático de investigación en bibliotecas públicas

Esta intervención se propone abordar el problema de la investigación en bibliotecas públicas a raíz de la necesidad de argumentar su presencia en nuestras sociedades latinoamericanas, cada vez más asfixiadas económicamente por su supuesta improductividad. El bibliotecólogo colombiano Didier Álvarez decía hace más de diez años que es precisamente en esa improductividad social donde radica su principal lastre (Álvarez, 2001).

En efecto, la distancia evidente entre la idea común que se tiene de estas bibliotecas y las prácticas que se llevan a cabo en muchas de ellas es enorme, aquí lo público es reducido a la financiación estatal, o a su servicio abierto a toda la población sin distinciones de ningún tipo; sin embargo, se observan bibliotecas públicas fuertemente atravesadas por conflictos armados, por relaciones interculturales, por luchas populares, etc.; bibliotecas que encaran estos problemas y trabajan a favor de muchos fenómenos sociales que sobrepasan la simple presencia administrativa estatal y que no hacen parte de una fundamentación teórica en la investigación ni de la formación en muchas escuelas de bibliotecología, pero son bibliotecas que encuentran su utilidad y pertinencia social a través de ellos.

Por esto, un objetivo evidente para los que abordamos académicamente las bibliotecas públicas es la ampliación del significado de lo público que las adjetiva, referido casi exclusivamente a la actuación del Estado, lo cual puede y debe lograrse recurriendo a las ciencias sociales. En este sentido, sugiero mirar las bibliotecas públicas dentro de las teorías que proponen lo que María Teresa Uribe de Hincapié llama matriz socio-céntrica, que en contraste con la matriz estado-céntrica, considera al Estado como un regulador entre muchos otros de la sociedad, ubicando esta regulación en el seno mismo de la sociedad civil y de las nuevas maneras de reunión y participación que están en ella (Uribe de Hincapié, 2001), donde son centrales los procesos subjetivos de las acciones y la transformación social.

Si lo público se refiere a la regulación social que está ubicada en los procesos subjetivos de la sociedad civil, entonces nuestro estudio de caso debía orientarse hacia la posibilidad de las bibliotecas públicas para influenciar esos procesos; con esa intención el estudio de caso se orientó hacia una biblioteca de carácter público-popular en la que pudiéramos identificar el acompañamiento de procesos de subjetividad colectiva en sus comunidades.

Iniciamos ese proceso en el plano teórico, definiendo claramente qué entendemos por subjetividad colectiva. Encontramos que los factores más importantes que influyen en la aparición de los sujetos son el deseo, la imaginación y la necesidad (Touraine, 1997, p.83; Zemelman, citado por Torres y Torres, 2000, p.19). A partir de estas dimensiones de la vida humana, la subjetividad parte del sentido dado por los sujetos a su propia realidad, en oposición a las normas y representaciones impuestas por la esfera social, sentido que otorga conciencia sobre sus deseos y necesidades, que terminan por convertirse en voluntad de acción.

Para pensar la transformación del individuo en sujeto, opuesto a ideas universalistas, se retoma primero la experiencia individual, llegando a las reflexiones que sobre sí mismo ésta provoque. En este orden de ideas, el sujeto surge predominantemente del deseo y la necesidad, de las fuerzas o impulsos que le reclaman ser actor de su propia construcción subjetiva.

El sujeto así definido, es potencia múltiple y se corresponde con los espacios y esferas sociales que interviene, creando realidades alternas. Ver al sujeto en esta perspectiva implica proponer límites a los modos tradicionales de producción de subjetividades desde las verdades modernas, para dar origen a lo indeterminado por dichas verdades y dar paso a una nueva actitud del sujeto sobre nuevas fronteras de la realidad, de la vida y de la experiencia humana. Se inscriben aquí, por ejemplo las luchas populares, por el reconocimiento de comunidades LGBTI, indígenas, obreros, feminismos, etc.

Castoriadis, quien se manifestó siempre en contra de todo determinismo y universalismo de la subjetividad moderna, es decir, de un sujeto masculino, blanco, heterosexual, capitalista (Gómez y Piedrahita, 2006), plantea que la tarea más inmediata en las ciencias sociales es devolverle al sujeto la posibilidad de autonomía en el pensamiento, de recuperar su imaginación radical, ya que la existencia de un plano creativo presupone un imaginario radical en la sociedad, que adquiere un poder instituyente y que cabe contraponer a lo ya creado.

Con una intención parecida, la pedagoga María Cristina Martínez propone que el sujeto es también el hablante, «el yo que piensa, [...] que produce la voz y vocea con los otros» (Martínez, 2006. p. 130). Esa voz es una suerte de lenguaje particular, subterráneo, clandestino, que nos permite dar cuenta de la constitución de la subjetividad, que registra interpretaciones que hacen posible la experiencia, la vida, el mundo. Por tanto, el llamado a las ciencias sociales, y a las disciplinas como la bibliotecología, es a dar cabida a multiplicidad de voces y presencias que habitan en sus entornos, para que fluyan en un medio social muchas veces hostil a ellas.

Metodología: Análisis de datos narrativos como interpretación de las subjetividades

La institución bibliotecaria donde se llevó a cabo este estudio de caso es La Biblioteca Pública la Peña, adscrita a la Red Capital de Bibliotecas Públicas Biblo-Red, ubicada en la zona de los barrios centro-orientales de la ciudad de Bogotá. Es una biblioteca en un entorno popular que, en sus seis años de existencia, ha logrado una fuerte injerencia en los barrios Los Laches, La Peña, Girardot, Las Cruces, Egipto, El Dorado y Lourdes. Son barrios en gran parte de extracción rural y tradiciones campesinas, con comunidades vulneradas por la pobreza y la violencia.

Esta biblioteca cuenta con experiencias relevantes de acompañamiento a procesos sociales, a través de programas bibliotecarios que buscan afianzar elementos identitarios entre los habitantes del sector. Se consideró entonces como un proyecto bibliotecario que se ajusta a los parámetros de la indagación (Biblo-Red, 2011).

El estudio de caso se concentró en el interrogante ¿cómo las bibliotecas públicas en contextos populares, pueden agenciar procesos de subjetividad colectiva a partir de sus servicios bibliotecarios, posibilitando prácticas de transformación social? Con esta intención se construyó una matriz a partir de seis categorías de análisis de la subjetividad colectiva (Figura 1) propuestas por el sociólogo chileno Hugo Zemelman (1998), que son:

Figura 1. Categorías de análisis de la subjetividad colectiva

  • Los procesos de autorreferencia, elementos que indican fenómenos de producción de sí mismos, un marco referencial de lo que consideran que son, la carga cognitiva y su transformación en normas, valores y creencias, en elementos valorativos que propician juicios y reflexiones acerca del quienes son, donde pertenecen y en qué contexto están inmersos.

  • El carácter colectivo de la subjetividad, que se refiere a la reunión alrededor de ese marco referencial donde comparten las visiones de sí mismos.

  • Los procesos volitivos referidos a las reivindicaciones e intereses que expresa la subjetividad que se convierten en voluntad. Es la aparición de planos de fuerza como potencias que determinan la acción social, el momento en que los sujetos emprenden acciones y plantean proyectos.

  • La resistencia, donde se aborda cómo la formación subjetiva se instituye como objeción a los criterios estrechos de la subjetividad hegemónica, globalizadora, etc.

  • El plano de la posibilidad, que toma en consideración las expectativas y las esperanzas de los sujetos en otras condiciones de vida, en otras formas posibles de existencia.

  • Los aspectos instituyentes, es decir, la creación y la puesta en marcha de un proyecto político.

Con las tres primeras categorías se buscó indagar la base política, es decir, un sujeto colectivo que a partir de un elemento identitario genera el reconocimiento mutuo (Figura 2) y con las tres restantes se indagó la aparición de la voluntad colectiva y la creación y la puesta en marcha de un proyecto político, donde los sujetos se convierten en autores de sus propias vidas, se define la capacidad de acción con los otros en la generación de proyectos colectivos acordes con la localización histórica y social singular (Figura 3).

Junto a estas categorías de análisis, retomamos de Ricardo Delgado (2009, p. 47) tres dimensiones de la acción social, o en otras palabras, tres elementos que hacen parte de toda movilización colectiva vinculada a un proceso subjetivo:

La dimensión contextual: o los elementos del contexto donde tienen lugar las emergencias colectivas, elementos aportados fundamentalmente desde el sistema político, pero también de carácter económico, cultural, etc. El cual supone un entorno que reprime o suscita la acción de los sujetos sociales.

La dimensión institucional: que se refiere a los canales y a los vínculos que establecen las organizaciones para lograr sus objetivos, mantenida por la estructura de alianzas que se establecen con otros grupos y actores sociales.

La dimensión subjetiva: Son los esfuerzos que establecen los miembros del colectivo para definir una identidad, como esquema de interpretación y de entendimiento compartido referente a su realidad y a sí mismos.

Estas dimensiones cruzadas con las seis categorías de análisis arriba descritas, son el punto de partida metodológico de la investigación, que posibilitó la recolección de datos a partir de la matriz guía para los sujetos sociales abordados. Las tres primeras categorías corresponden a la base política, mientras que las tres últimas corresponden a la voluntad colectiva (figuras 2 y 3). Estas dimensiones, como punto de partida del marco metodológico, nos ayudaron a construir una idea clara del lugar de la biblioteca en los fenómenos subjetivos y en la integración social que provocan.

Con esta guía la intención fue instrumentalizar los criterios teóricos de la indagación y convertirlos en herramienta metodológica para lograr una exploración satisfactoria en el estudio de caso, conversión indispensable en cualquier investigación social. En ella se cruzó cada categoría de análisis con cada dimensión, de tal manera que se sugirieron interrogantes para pensar los relacionamientos específicos del proceso subjetivo, interrogantes diseñados con el doble propósito de realizar la recolección de información y, luego, ordenar el proceso de escritura.

Figura 2 Matriz de análisis de la base política

Figura 3. Matriz de análisis de la voluntad colectiva (creación y puesta en marcha de un proyecto político).

Con esta matriz se definieron las entrevistas en profundidad aplicadas a una muestra significativa de siete personas, integrada en primer lugar por la coordinadora de la biblioteca y el promotor de lectura, cuya relevancia radica en que son los gestores de los procesos llevados a cabo; y en segundo lugar, por seis usuarios de la biblioteca, que son constantes en varios de sus programas.

Como técnica de investigación, la entrevista en profundidad se utilizó tratando de ampliar y verificar las hipótesis con las que abordamos la indagación, llevando el trabajo cotidiano de esta biblioteca al nivel de conocimiento y elaboración científica, induciendo la reflexión de los coordinadores que -en algunos temas concretos- no tenían sistematizada hasta el momento.

Con los demás sujetos abordados, se realizaron grupos focales y entrevistas en profundidad, siendo la primera, una estructura de entrevista que permite hacer triangulaciones entre cada punto de vista, y la segunda, una entrevista que al complementar los grupos focales, pudo permitir la profundización de los temas. Este esquema investigativo nos ayudó a corroborar información y contrastarla con las hipótesis.

Las entrevistas en profundidad producen grandes cantidades de material de audio a transcribir, que convierten un largo proceso oral de comunicación interpersonal en un corpus textual que es el objeto mismo de interpretación y que en esta investigación se abordó con la técnica de análisis de datos narrativos o biográficos.

Ya que nuestro propósito es indagar qué posibilidades de intervención en la vida cotidiana de la gente puede tener el trabajo de la biblioteca, a la luz de una dinámica política y social, las entrevistas se diseñaron para propiciar narraciones sobre esas experiencias en la vida cotidiana de la gente, que nos pudieran dar pautas y datos relevantes para nuestra investigación, además, nos parece la única forma de abordar fenómenos complejos y heurísticos como los de la subjetividad (Sandoval Casilimas, 1997).

Aunque las narrativas son siempre relatos individuales, estos relatos, en conjunto, nos ayudan a comprender el contexto social de los narradores, revelándolos como individuos que son producto de una historia en la que se hacen sujetos; en otras palabras, «lo social se constituye en lo personal, la singularidad de una historia puede ser una vía de acceso al conocimiento del sistema social en que está inmerso» el sujeto (Bolívar, 2001, p. 127).

Esta mirada supone que las narraciones biográficas propiciadas por una entrevista como las que realizamos, toma el curso de la vida humana como un proceso de individualización que es producto de la relación con el proceso más amplio de socialización, donde los registros biográficos que se obtienen, son actualizaciones singulares de modelos sociales y de las formaciones subjetivas -individuales o colectivas- que buscan adecuar su entorno a favor de sus necesidades y deseos.

Las narraciones no plasman el registro objetivo de los hechos sociales ni individuales, sino que son una construcción mediante la entrevista, para dar significado a la propia vida de los sujetos abordados, no para lograr demostrar o verificar su verdad objetiva, sino para «reflejar de la mejor manera cómo ha sido vivido subjetivamente por el sujeto» (Ibíd. p.141).

Una vez elaborado el corpus, hecha la reducción de las entrevistas del lenguaje oral al escrito (reducción en tanto es una traducción o reescritura del investigador convertido en un intérprete) se da inicio al proceso de análisis de las narrativas, amparado por los esquemas teóricos y metodológicos en los que inscribió el tratamiento de sus problemas de investigación.

De esta manera se logró pasar de un cúmulo de experiencias narradas a una secuencia ilustrativa coherente y compacta, a través de la matriz que ayudó a filtrar la información heterogénea hasta convertirla en un cuadro «con sentido, en lugar de una cacofonía de discursos fragmentados y disonantes» (Ibíd. p. 194).

Dado que el corpus fue filtrado y clasificado a través de esta matriz de categorías y grupos de análisis, con la necesidad de orientar y alentar el proceso de análisis y escritura, puede decirse que el proceso se inscribió en el análisis categórico de contenido. Cabe aclarar que no se buscó la generalización positivista, matemática y formal, sino poner de manifiesto el significado de este caso concreto (por eso es un estudio de caso, por eso es una muestra más que representativa, significativa de sujetos) ilustrando cómo pueden funcionar los demás casos en contextos colombianos o latinoamericanos.

Resultados

En la dimensión contextual encontramos una larga tradición de asentamientos y una vulnerabilidad constante por las vicisitudes provocadas por el contexto, se nota en las narrativas de los sujetos abordados, que el Plan Centro es el elemento del contexto donde se concentra su preocupación, es un proyecto que hace parte del Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá (POT), que pretende adecuar la infraestructura turística y de vivienda, y sobre el cual se tienen muchas sospechas, porque los pobladores sienten que es un proyecto que refleja el abandono estatal, porque la población no es tomada en cuenta en los proyectos, por los innumerables desalojos que se están realizando, y porque destruye la identidad y la memoria local.

En la dimensión institucional evidenciamos que la biblioteca es una institución fuertemente integrada a los procesos culturales de los barrios, con dos programas: el primero es el Plan de apropiación territorial, que surgió como parte del programa de promoción de lectura. Busca generar consciencia en los usuarios frente a la conservación y embellecimiento de los espacios públicos y de los recursos naturales. Esta labor, se hace a través de la implementación de varios procesos en promoción de la lectura, donde se trabaja con personas mayores, adultos, jóvenes y niños, en torno a temas como: Jornadas de limpieza de las cuencas de los ríos, bio-huertos, plantas medicinales, reciclaje, la creación colectiva de mapas del barrio y realización de viajes guiados, además, de la divulgación escrita y audiovisual de los procesos.

Y el segundo, Memoria de centro oriente, también del programa de promoción de lectura, que se focalizó en la promoción de las cualidades culturales de la población y de su larga historia, busca afianzar elementos culturales e históricos que son únicos en los barrios. En este proceso, apareció la Corporación Memoria de Centro Oriente, como ente autónomo, que determinó la recuperación de las historias de vida, las historias académicas que sobre el barrio se encontraron y el trabajo con un amplio archivo fotográfico que se reunió con ayuda sus habitantes.

Los dos procesos apuntan a ejercer presión sobre las instituciones públicas para la ejecución de obras que mejoren la infraestructura de la zona, basados en gestiones legales procedentes de las iniciativas de las comunidades afectadas. También apuntan a neutralizar la imagen peyorativa que se tiene sobre el sector por ser un barrio popular y el consecuente abandono estatal.

También en esta dimensión encontramos el desarrollo de la Colección de Información Local, en la que se gestionan y coleccionan documentos referentes a las necesidades, la memoria, la historia y los proyectos de la población objetivo. Gestión que supone materializar y concretar en un espacio y en un servicio, las expresiones y suma de las costumbres, hechos, creencias y tradiciones que caracterizan a la población de los barrios.

En ella predominan cuatro temas: El territorio, representado en diagnósticos de los barrios centro orientales, mapas del sector. Administración local y distrital, con documentos sobre cómo funciona administrativamente la Ciudad, informes de gestión de la alcaldía, documentos sobre el POT, planes de vivienda popular, movilidad, manuales de quejas. Educación Ambiental, con temas como recuperación de cuencas, agricultura urbana, manuales de restauración ecológica. Y por último Historias individuales y del barrio, documentos académicos sobre el barrio, crónicas escritas por los usuarios y registros fotográficos depositados en la biblioteca con ayuda de la población.

Por último, en la dimensión subjetiva hallamos que hay una carga simbólica agenciada desde estos procesos de la biblioteca, a saber:

Autorreflexividad: encontramos características que nutren de alguna manera lo que piensan de sí mismos, estos son: Vida rural, la creación del barrio «con sus propias manos», con procesos auto-gestionados, anécdotas históricas importantes en la historia política del país, presencia de personajes ilustres, momentos en que tuvieron que defender el barrio de las vicisitudes del contexto administrativo de la ciudad.

Estos elementos les ayudan a interpretar la realidad, ya que son mirados desde sus necesidades, generan orgullo de cara a las dinámicas adversas del contexto, estas características promovidas desde los programas de la biblioteca, facilitan establecer interpretaciones y sentidos que permiten a los sujetos configurar su identidad política.

Carácter colectivo: encontramos que denominan Identidad Lachuna a los elementos de Tiempo-Espacio-Necesidades que produce reflexiones compartidas sobre sí mismos y sobre la problemática que comparten, genera una pertenencia, un nosotros. Lachuna por el barrio Los Laches, el más tradicional de los atendidos por la biblioteca y con el que se suele denominar toda la zona.

Procesos volitivos: donde se establecen reivindicaciones como que los barrios sigan siendo lo que han sido hasta el momento, que las adecuaciones administrativas del Distrito no borren el legado cultural e histórico que representan, reivindicaciones del estilo: «vivir tranquilos en nuestras casas» y «queremos desarrollo pero con inclusión, con la gente».

Resistencia: donde encontramos que este proceso subjetivo se erige como base para resistir al control enmarcado en el plan centro, que de alguna manera vehiculiza la subjetividad hegemónica, propiciando reflexiones sobre procesos que ellos consideran injustos.

El Plano de la posibilidad y aspectos instituyentes: a la Biblioteca como tal la vemos como una institucionalización de este proceso subjetivo ya que fue reclamada por los habitantes de los barrios para satisfacer sus necesidades en lo cultural y educativo.

Conclusiones

  • La Biblioteca Pública La Peña aporta al reconocimiento de los elementos cognitivos, valorativos y afectivos que nutren el proceso subjetivo en los barrios centro-orientales de Bogotá. Está integrada significativamente en los procesos socioculturales de los barrios, ya que se encuentra en un contexto que busca ser intervenido desde sus programas y servicios, en tanto posee un marco institucional definido con un proyecto político y una clara apuesta por generar marcos culturales de referencia y vínculo social. Respondiendo a esa intención, la biblioteca desarrolló en los programas de promoción de la lectura y escritura el Plan de apropiación territorial, impulsó la fundación de la Corporación Memoria de Centro Oriente, y está creando, con base en el desarrollo de una colección local, un servicio de información local para los habitantes de los barrios.

  • Se observa la inscripción del trabajo bibliotecario en el ámbito de la autodeterminación de la población sobre su entorno y su futuro, en tanto buscan alternativas de participación en la toma de decisiones públicas. En efecto, la biblioteca es el lugar donde se agencian procesos comunicativos donde la población local, en contacto con un contexto globalizado, elabora su lugar en el mundo, a la manera de un taller social de ideas y de cara a los proyectos predominantemente económicos, que se llevan a cabo en la ciudad de Bogotá. En este sentido, es el lugar de encuentro entre una subjetividad hegemónica y una marginada, que desde la periferia, busca resinificarse y existir, proceso mediante el cual, según Hugo Zemelman, se potencia lo indeterminado que actúa a su vez frente al contexto. Provocando una dinámica de integración social.

Sobre las bibliotecas públicas:

  • Se puede considerar a las bibliotecas públicas como agencias que pueden operar en los procesos subjetivos de su entorno, en tanto son responsables y tienen la capacidad y los recursos (colecciones, espacios de discusión) para construir cultura política, para contribuir en el fortalecimiento del poder de los grupos sociales locales y para generar perspectivas de lo político desde una visión crítica del contexto mundial y local en la que opera. El punto nodal de esta estructura comunicativa son los procesos de subjetivación, que en la biblioteca pueden estar presentes en forma de proyectos deliberados de intervención, a partir de servicios de información registrada y dispuesta en colecciones y de sus espacios de deliberación y diálogo.

  • La biblioteca pública como escenario de formación ciudadana puede aportar al reconocimiento y difusión de otras maneras de ser ciudadano, más puestos en los territorios inestables y contradictorios de la vida social que se alejan de los ideales normativos de la ciudadanía. Así pues, la biblioteca pública procura, en medio de las tensiones y las resistencias cotidianas, agenciar la expresión de ciudadanías mestizas y emergentes, tales como las ciudadanías al margen, que se instalan como contra-públicos (o públicos periféricos que entran en tensión con los hegemónicos) y que contribuyen a la constitución de la esfera pública desde el discurso y la acción. La biblioteca pública como escenario de formación ciudadana deberá comprometerse con la promoción de lo humano y la resignificación de lo público, es decir, con ampliar los márgenes de expresión de la libertad y del reconocimiento de las características inherentes a las comunidades para la negociación que conlleva la formulación del interés común.

  • A través de la construcción de bases simbólicas en sus usuarios, como referentes culturales que inciden en el escenario político, las bibliotecas públicas tienen una función, clara e imprescindible, en el desarrollo y la transformación social. Esta función depende directamente del compromiso social que posean los bibliotecarios, por lo que los ámbitos académicos y de formación en esta área deberían incluirlos más claramente

  • En este trabajo se aportó metodológicamente a la sistematización de procesos bibliotecarios públicos, esta innovación podría aplicarse a otros proyectos y podría ser el punto de partida en el que se incluya el componente político en los referentes profesionales y académicos de la bibliotecología, que van más allá del desarrollo de colecciones y la creación de servicios y programas tradicionales. Por tanto, este es el punto de partida con el que podríamos proponer procesos de sistematización de proyectos bibliotecarios vinculados con sus horizontes políticos y sociales, a partir de la recuperación, no tanto de la herencia teórica, técnica y procedimental bastante desarrollada en la bibliotecología, sino de las experiencias que proyectos bibliotecarios como el de La Peña han logrado reunir en torno a su impacto en el medio social en el que se circunscribe.

Nota

El artículo forma parte de la investigación: «Bibliotecas públicas y subjetividad: La formación de subjetividades colectivas en bibliotecas públicas en contextos populares de Bogotá: Un estudio de caso en la Biblioteca Pública La Peña de la Red Capital de Bibliotecas Públicas BibloRed», desarrollada en la Maestría en Investigación Social de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, en Bogotá (Colombia).

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Recibido: 16 de marzo de 2014.
Revisado: 25 de marzo de 2014.
Aceptado: 26 de marzo de 2014.

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