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Propuesta educativa

versión On-line ISSN 1995-7785

Propuesta educativa (Online)  no.52 Ciudad Autonoma de Buenos Aires nov. 2019

 

RESEÑA DE TESIS

Desigualdad y educación: la construcción de experiencias escolares en contextos de pobreza. La Plata, 2015-2017

 

María Laura Crego*

Doctora en Ciencias Sociales y Licenciada en Sociología, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad Nacional de La Plata. E-mail: mlauracrego@gmail.com

Recibido el 31 de julio de 2019
Aceptado el 20 de septiembre de 2019

Tesis de Doctorado en Ciencias Sociales, Universidad Nacional de La Plata, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Argentina.

Autora: María Laura Crego
Directora: María Eugenia Rausky (IDIHCS - CONICET)
Co-directora: Amalia Eguía (IDIHCS - CONICET)
Miembros del jurado:
Patricia Redondo (UNLP - FLACSO Sede Argentina)
Mariana Chaves (UNLP - CONICET)
Sandra Ziegler (FLACSO Sede Argentina)

Fecha defensa: 10 de diciembre de 2018

Esta tesis se inserta en la intersección de los campos de la sociología de la educación y los estudios sobre la desigualdad. Si bien la producción científica en torno a estas áreas es prolífera, la persistencia de desigualdades y el lugar que la escuela ocupa en la estructura social y en la trayectoria de vida de quienes la transitan, hace a la insistencia en la investigación de estos temas. En este marco el propósito de esta investigación es actualizar la pregunta por la relación entre desigualdad y educación a partir de la comprensión de cómo los y las jóvenes construyen sus experiencias escolares en contextos de pobreza.
Con esta inquietud llevamos adelante una etnografía entre los años 2015 y 2017 en la Escuela Secundaria Básica Nro. 541 ubicada en un barrio periférico de la ciudad de La Plata caracterizado por condiciones de pobreza estructural. El análisis del diario de campo llevó a la incorporación de la categoría de experiencia debido a su riqueza analítica en tanto permite articular las dimensiones subjetiva, relacional y estructural que se encuentran en la escuela.
Definimos las experiencias como construcciones sociales que constituyen maneras de ver, hacer y sentir, de construir lo real y al mismo tiempo de constituir socialmente una subjetividad propia en el marco de un inventario cultural disponible. Partir desde este lente permite tender puentes entre las trayectorias biográficas y los procesos sociales más generales como la polarización, la fragmentación y la desigualdad, todas expresiones sociales de los diversos procesos de acumulación de desventajas.
Desde este marco conceptual la tesis se organiza siguiendo una "lógica de embudo": comenzamos por un repaso por las políticas públicas que funcionan como marco de posibilidad de las experiencias escolares y también de las prácticas y experiencias profesionales de los docentes y auxiliares de la institución. Luego revisamos datos estadísticos sobre la juventud y su relación con la escolaridad que contribuyen a la comprensión de las posiciones desiguales en que los y las jóvenes de la ESB 54 se encuentran. La persistencia de desigualdades tensiona
los enunciados de las políticas que pregonan la igualdad. Esto no invalida su potencial pero deja al descubierto la necesidad de que sean acompañadas por otras medidas hacia la igualdad así como de construir estrategias de acción que la vuelvan efectiva. A continuación, describimos el barrio y la escuela para desde allí pasar al análisis de los modos en que los y las jóvenes y docentes habitan la escuela. Finalmente, se introduce la idea de movimiento como categoría que permite captar el dinamismo de las jornadas, las relaciones y experiencias.
Deteniéndonos particularmente en la cotidianeidad escolar, encontramos que estar en la escuela no responde necesariamente a la obligatoriedad sino que tiene como sustento negociaciones permanentes de cuyo éxito depende el permanecer allí y el modo en que se lo hace. Los y las jóvenes hacen un trabajo constante por construir sus propios modos de estar en la escuela en diálogo con otras esferas de la vida, con sus propias temporalidades -entendidas en la doble dimensión tiempo/espacio que configura toda práctica y experiencia con códigos y pautas específicas. De este modo, sintetizamos cinco modos de estar en la escuela. La escuela pausa corresponde a aquellos casos en que la temporalidad escolar es elegida como un tiempo propio, refugio de otras temporalidades y sus exigencias. La escuela obstáculo hace referencia a aquellas negociaciones en que la escolaridad es puesta en tensión por el trabajo doméstico y extradoméstico así como con la conformación de un hogar y/o familia propias, que vuelven al tiempo escolar una imposición incómoda -a veces insostenible- frente a esas otras esferas y necesidades de la vida cotidiana. En tercer lugar, la escuela interrumpida da cuenta de un modo particular de estar en la escuela adoptando solo por momentos, arbitraria y estratégicamente, el rol del alumno esperado alternándolo con lógicas que irrumpen en la temporalidad escolar de manera más o menos conflictiva. Por su parte, la escuela inevitable corresponde a los y las jóvenes que aprenden el oficio de ser alumnos y adoptan la temporalidad escolar tramitando el estar en la escuela sin mayores dificultades. Finalmente, encontramos un vínculo particular con la institución y sus actores a la que llamamos escuela que permanece para dar cuenta de aquellas negociaciones en que la temporalidad escolar insiste en ser parte de las biografías de jóvenes que están allí pero que no están escolarizados o no participan de la totalidad del acto educativo.
En suma, esta clasificación dada por la noción de temporalidad y su abordaje a través de la lente del oficio y la negociación que implica, permite atender el cómo hacer para estar en la escuela a partir de un trabajo que es diario y muta, donde el encuentro entre temporalidades y subjetividades da forma a esos modos de estar y, con ello, a la escuela. Ahora bien, estos modos de ser estudiante y habitar el tiempo y espacio escolar solo son posibles por la intervención de otros actores escolares. Esta dimensión relacional exigió reflexionar acerca del modo en que los y las docentes habitan la escuela en un contexto de inestabilidad de los sentidos en torno a su labor. Desde aquí reconstruimos tres grandes modos de estar y hacer escuela por parte del plantel docente: Un estar intenso caracterizado por la personalización del vínculo, el compromiso y el "poner el cuerpo"; un estar presentes pero regulando el vínculo pedagógico entre la atención, el compromiso y la normativa; y, finalmente, un estar como ausentes donde aparentemente se abandona el vínculo pedagógico como síntoma de malestares que la profesión docente acarrea producto de procesos de desprestigio, fragmentación.
Lo interesante de esta caracterización es recuperar la centralidad de la acción docente en la construcción del vínculo pedagógico, pilar de las experiencias escolares. Captar la complejidad del modo en que las y los profesores habitan la escuela y sus prácticas y recorrer
los vínculos pedagógicos que proponen y sustentan hizo visibles la multiplicidad de relaciones posibles entre jóvenes y adultos de una escuela, así como la centralidad que las mismas tienen en las experiencias escolares, cuyo límite lo representan aquellos casos en que la escolaridad es sostenida justamente por esas relaciones. A su vez, arroja puntas de reflexión acerca de las condiciones de trabajo docente y abre interrogantes acerca de las posibilidades de acción en pos de la democratización del conocimiento que, por empezar, no debe depender únicamente de la acción individual de los y las docentes.
La columna vertebral de este recorrido analítico que busca visualizar el entramado de las dimensiones subjetiva, relacional y estructural de la experiencia se encuentra en la idea de movimiento, dando cuenta de que las tipologías construidas no son estancas ni definitivas sino que van mutando en función de cómo se vinculan entre sí. A su vez, esta categoría rescata la capacidad de acción de los y las actores y sus sentidos en contexto sin poner a la escuela en el banquillo de los acusados de todos los males ni tampoco como la panacea de todas las soluciones sino, por el contrario, reconociéndola en su potencial como espacio de encuentro entre subjetividades, historias de vida, expectativas recíprocas y condiciones de desigualdad. La escuela es en sí misma un entre, una frontera porosa que le permite ser puente entre escalas y lógicas diferentes, entre trayectorias teóricas y reales, entre momentos de la trayectoria biográfica, entre generaciones.
Sin desconocer que el movimiento entendido de este modo es un rasgo común a todas las escuelas, esta investigación busca aportar a la comprensión de la dinámica de las escuelas de sectores populares. La apuesta es pensar como movimiento aquello que entre los y las adultos de la escuela así como en el sentido común aparece como desorden o "caos" en tanto se distancia del ideal de escuela moderna y lo que se supone que allí acontece. Lejos de esto, visibilizar el movimiento permite pensar todas esas otras escuelas posibles cuyo color y forma están dados por quienes la habitan y sus relaciones.
Abordar la cotidianeidad y experiencias escolares exige dar lugar al caos con el esfuerzo analítico de reponer la complejidad de dimensiones que se superponen y enredan para evitar lecturas simplistas respecto de los jóvenes y su supuesto desinterés, de las funciones y debilidades de la escuela así como de las políticas públicas. En cambio, el análisis desde la idea del movimiento visualiza modos de estar en la escuela que denotan intereses y esfuerzos por permanecer en ella, así como nuevos y múltiples sentidos legítimos y de suma importancia para los jóvenes; evidencia que en la escuela sí suceden cosas y se actúa al respecto ya sea con relación a los jóvenes, adultos o a la comunidad; y repone la subjetividad de los docentes y sus propias contradicciones.
Para finalizar vale recuperar una pregunta que recorre la tesis: ¿por qué otra tesis sobre la escuela habiendo tanta bibliografía al respecto? Al calor de la investigación respondemos que es por su dimensión política. La tesis que aquí se reseña es un esfuerzo por conocer lo que efectivamente acontece en las escuelas por el lugar que las experiencias escolares tienen en la trayectoria de vida de los jóvenes y también por el modo en que allí se traducen múltiples dimensiones de la desigualdad. Es decir, por el modo en que en la escuela se condensa la relación entre las biografías y procesos generales. La evidencia de la complejidad de lo que en la escuela acontece aporta y renueva el desafío de pensar qué posibilidades tienen las experiencias escolares en trayectorias marcadas por la desigualdad y qué puede hacer la escuela con ello. Este desafío se renueva en cada escuela pero al mismo tiempo exige construir puentes en vistas a caminos colectivos a favor de la igualdad. Esta investigación no es sino un manojo de preguntas y respuestas tentativas en esa dirección.

Notas

1 ESB 54 de ahora en adelante. Cabe señalar que el nombre de la escuela ha sido modificado con el fin de resguardar el anonimato.

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