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Revista argentina de cirugía

versión impresa ISSN 2250-639Xversión On-line ISSN 2250-639X

Rev. argent. cir. vol.116 no.1 Cap. Fed. mar. 2024  Epub 26-Feb-2024

http://dx.doi.org/10.25132/raac.v116.n1.1750 

Artículo original

Mejoría de la calidad de vida después de la reparación definitiva de la lesión de la vía biliar, evaluada con el cuestionario SF-36

Marcelo E. Lenz Virreira1 
http://orcid.org/0000-0001-9087-8703

Mateo Poupard1 
http://orcid.org/0000-0002-9272-9792

Magali Chahdi Beltrame1 
http://orcid.org/0000-0001-5138-0400

Emilio G. Quiñonez1 
http://orcid.org/0000-0003-4167-8814

Francisco J. Mattera1 
http://orcid.org/0000-0002-1773-353X

1Unidad de Cirugía Hepatobiliar Compleja y Trasplante Hepático. Hospital El Cruce, Florencio Varela, Buenos Aires. Argentina

RESUMEN

Antecedentes:

diferentes publicaciones han estudiado la fisiopatología de la lesión de la vía biliar (LVB), pero pocas han investigado los efectos psicosociales y de calidad de vida relacionados con su reparación.

Objetivo:

comparar la calidad de vida de pacientes antes y después de la reparación definitiva de una LVB.

Material y métodos:

se usó como instrumento para evaluar la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) el cuestionario de salud SF-36 en una serie de pacientes operados entre diciembre de 2015 y junio de 2019 para la reparación de LVB.

Resultados:

sobre 48 casos de reparaciones de LVB, contestaron la encuesta 22 (46%). Se compararon los ítems del formulario SF 36: diferencia en la función física, el rol físico, el dolor corporal, la salud general, la vitalidad, la función social, el rol emocional, la salud mental y el ítem de transición de salud, y todos mostraron una mejoría estadísticamente significativa (p < 0,001) después de la reparación. En el análisis univariado se observó que la salud mental se vio afectada por la presencia de una lesión compleja (p = 0,019), el rol físico y el rol emocional antes de la reparación, y mostró relación con el tipo de lesión según Strasberg (p = 0,001 y p = 0,032). Aquellos que asociaron lesión vascular presentaron una asociación negativa con la función física (p = 0,019), la vitalidad (p = 0,033), la salud mental (p = 0,005) y el dolor (p = 0,026) antes de la reparación.

Conclusión:

la resolución definitiva de la LVB en un centro especializado en patología hepatobiliopancreática mostró producir una significativa mejoría en la calidad de vida.

Palabras clave: calidad de vida; cuestionario SF-36; lesión de vía biliar; colecistectomía

Introducción

El advenimiento del abordaje laparoscópico en las colecistectomías ha revolucionado el campo de la cirugía general. El descenso en el tiempo de recuperación, el menor tiempo de estadía hospitalaria y las bondades estéticas que brinda el abordaje lo han convertido en el tratamiento de elección para el manejo de la patología vesicular benigna1,2,3. Pero esto ha traído aparejado un aumento de lesiones de vía biliar (LVB)4, lo que acrecentó proporcionalmente el número de estudios que tienen por objetivo encontrar el tratamiento del paciente, la técnica y el momento adecuado para solucionar este evento, e incluso, sus implicancias económicas en el sistema de salud, que frecuentemente se asocian con altas tasas de litigios y demandas civiles que van desde USD250 000 a USD500 0005.

Sin embargo, pocos estudios han investigado los efectos psicosociales y de calidad de vida relacionados con la salud (CVRS) en las LVB y su reparación. ¿Son realmente más importantes los resultados de una prueba de laboratorio y la evaluación de los síntomas por un médico, que la evaluación de la CVRS? Presentamos el primer trabajo que evalúa la CVRS en pacientes con LVB resueltas por especialistas en un centro de derivación de la Argentina.

El objetivo del presente estudio fue comparar la CVRS en una serie consecutiva de pacientes con LVB antes y después del tratamiento definitivo realizado por especialistas en un centro de alto volumen.

Materiales y métodos

Se llevó a cabo un estudio de cohorte combinado retrospectivo y prospectivo. Se analizaron los pacientes derivados a nuestro centro con diagnóstico de LVB entre diciembre de 2015 y junio de 2019. Las variables analizadas fueron sexo, edad, diagnóstico inicial, cirugía realizada, intento de reparación previo a la derivación, número de procedimientos efectuados y el tiempo hasta la resolución definitiva. Se estratificaron las lesiones según la clasificación de Strasberg6, y se catalogaron como complejas aquellas que involucraban la confluencia, fallos previos en intentos de reparación, cualquier lesión biliar asociada con lesión vascular y cualquiera asociada con hipertensión portal o cirrosis biliar secundaria7.

Se usó como instrumento para evaluar CVRS el cuestionario de salud SF-36 (36-item Short Form health survey)8, donde se evalúan 9 ítems y que tiene resultados con un rango de 0 a 100 (Anexo 1). La modalidad utilizada fue en algunos casos presencial y en otros telefónica. Se completó una primera encuesta de manera retrospectiva teniendo en cuenta cómo se encontraba el paciente 2 semanas antes de su resolución; a partir del año 2018 se implementó en forma prospectiva. Se realizó nuevamente la encuesta luego de la resolución definitiva de la lesión en nuestro centro con una espera mínima de 2 meses.

El análisis estadístico se realizó mediante el uso del IBM SPSS Statistics 25®. Los resultados fueron expresados en medias, medianas, rangos e intervalo de confianza del 95%. Para la comparación de variables categóricas se utilizó la prueba Chi2. Para la evaluación del formulario SF- 36 se utilizó la prueba de t de Student. Se realizó un análisis univariado para asociación de variables mediante el uso de la prueba U de MannWhitney y Kruskal-Wallis. Se consideró significativo un valor de p menor de 0,001.

Resultados

Durante el período evaluado se remitieron a nuestro centro 48 pacientes con LVB. El promedio de edad fue de 40,5 años (rango 14-68), y 35 (72,9%) fueron mujeres. Los diagnósticos que llevaron a la cirugía en la cual se produjo la LVB pueden observarse en la tabla 1. El 81,3% de las cirugías se realizaron en forma programada. En la mayoría se desconoce si se realizó colangiografía intraoperatoria (56,3%), sí en el 27,1%. El 35% tuvo al menos un intento previo de reparación en su centro. La media de número de procedimientos realizados antes de la derivación fue de 2,29 (rango 0-26). Según la clasificación de Strasberg, más del 50% presentaron lesiones de tipo E1 o E2 (tabla 2). Fueron clasificadas como complejas 32 lesiones (66,7%); de estas, 9 pacientes asociaron lesión vascular: 4 solo arteriales, 2 de arteria hepática y vena porta, 3 solo de vena porta. Se resolvieron en nuestro hospital 42 pacientes (87,5%); 2 pacientes están pendientes de resolución: uno en plan de tratamiento endoscópico y el otro en lista para trasplante hepático. Un paciente se perdió del seguimiento y 3 fallecieron a la espera de tratamiento definitivo (2 en lista de trasplante y uno secundario a complicación del tratamiento percutáneo).

TABLA 1 Diagnósticos de las cirugías que produjeron las lesiones de vía biliar 

Diagnóstico n (%)
Litiasis vesicular asintomática 21 (43,8)
Litiasis vesicular sintomática 8 (16,7)
Síndrome coledociano 6 (12,5)
Colecistitis 5 (10,4)
Pancreatitis aguda 2 (4,2)
Tumor hepático 2 (4,2)
Herida de arma de fuego/blanca 2 (4,2)
Colangitis 1 (2,1)
Síndrome de Mirizzi 1 (2,1)

TABLA 2 Tipos de lesiones de la vía biliar según la clasificación de Strasberg 

Tipos n (%)
C 2 (4,2)
D 2 (4,2)
E1 13 (27,1)
E2 12 (25)
E3 7 (14,6)
E4 8 (16,7)
E5 1 (2,1)
Desconoce 3 (6,3)

El tratamiento definitivo consistió en una derivación biliodigestiva en 33 casos (78,5%) (hepático yeyuno anastomosis, bihepático, trihepático o colangioyeyuno anastomosis), trasplante hepático en 3 (7,1 %), tratamiento endoscópico en 3 (7,1%), tratamiento percutáneo en uno (2,4%), tratamiento combinado percutáneo-endoscópico en uno (2,4%) y un paciente (2,4%) requirió solo una laparoscopia y drenaje.

La mediana de tiempo entre la producción de la LVB y su resolución definitiva fue de 264 días con un rango entre 0 (resolución intraoperatoria) y 8055 días (cirrosis biliar secundaria). La mortalidad global fue del 14,6% (7 pacientes), no presentó correlación con la complejidad de la lesión (p = 0,5) pero sí con la asociación a una lesión vascular (p = 0,02) y con el tipo de tratamiento implementado (p = 0,017).

Las encuestas de evaluación de la calidad de vida fueron completadas por 22 pacientes (46%) (Tabla 3). Los 26 pacientes excluidos corresponden a: 15 por falta de seguimiento, 7 por fallecimiento, 2 pendientes de resolución, y 2 resueltos, pero sin el tiempo de espera para la segunda encuesta. En todos los casos, la diferencia en la función física (autocuidado, caminar, subir escaleras, inclinarse, llevar peso y esfuerzos moderados e intensos), el rol físico (grado en el que la salud interfiere en el trabajo y en actividades diarias), el dolor corporal, la salud general (actual y perspectivas futuras), la vitalidad (energía versus cansancio), la función social (grado en el que los problemas de salud física o emocional interfieren en la vida social), la función emocional (grado en el que los problemas emocionales interfieren en el trabajo o en la vida diaria), la salud mental (depresión, ansiedad, control de la conducta y control emocional) y el ítem de transición de salud (valoración de la salud actual comparada con la de un año antes) arrojaron diferencias estadísticamente significativas (p < 0,001) en favor de una mejoría de la calidad de vida (Fig. 1). En el análisis univariado se observó que la salud mental se vio afectada por la presencia de una lesión compleja (p = 0,019). El rol físico y el rol emocional previos a la reparación mostraron relación con el tipo de lesión según Strasberg (p = 0,001 y p = 0,032, respectivamente). Aquellos que asociaron lesión vascular presentaron una asociación negativa con la función física (p = 0,019), la vitalidad (p = 0,033), la salud mental (p = 0,005) y el dolor (p = 0,026) previa a la reparación.

TABLA 3 Resultados de las encuestas de calidad de vida (formulario SF-36) previos y posteriores a la resolución de la lesión de vía biliar (LVB) en 22 pacientes 

Previo a resolución de la LVB Posterior a resolución de la LVB
Media % (IC 95%) p
Función física 31,8 (19-44) 95,5 (93,4-97,5) < 0,001
Rol físico 4,5 (-4,9-14) 92 (83,4-100) < 0,001
Dolor corporal 36,6 (20,6-52,6) 91,1 (83,7-98,5) < 0,001
Salud general 26,1 (16,7-35,6) 81,8 (73,7-90) < 0,001
Vitalidad 28,2 (18,7-37,7) 83,9 (74,1-93,6) < 0,001
Función social 55,7 (39,8-71,6) 93,2 (85,4-101) < 0,001
Rol emocional 7,6 (-3,5-18,7) 97 (90,7-103,2) < 0,001
Salud mental 37 (26,2-47,8) 87,3 (79,7-94,9) < 0,001
Ítem de transición de salud 15,9 (5,3-26,5) 98,9 (96,5-101,2) < 0,001

FIGURA 1 Evaluación SF-36. Diferencias a favor de una mejoría de la calidad de vida en todos los ítems del formulario SF-36. 

Discusión

El cuestionario SF-36 es un instrumento ampliamente reconocido y validado que se ha utilizado para evaluar la calidad de vida después de una LVB9,10,11,12. En la actualidad es el cuestionario más utilizado en todo el mundo, se ha traducido a más de 20 idiomas y se considera la medida estándar13. Augustovski y cols.14 demostraron que la versión argentino-española del SF- 36 (véase Anexo 1) es una herramienta válida y fiable para la investigación de resultados en la Argentina.

Actualmente no se dispone en la bibliografía de numerosos estudios que se enfoquen en la calidad de vida de pacientes que sufrieron una LVB, aún menos los que comparen el estadio previo y posterior a su reparación.

Landman y cols.15 publicaron un metanálisis a partir del cual concluyeron que los pacientes que experimentaron lesiones del conducto biliar refirieron detrimento en su calidad de vida mental, pero no física, en comparación con la población general, e ilustran la importancia de abordar tanto los resultados informa-

dos por el paciente, como los técnicos, y la CVRS en el período posoperatorio inmediato y más allá.

Ejaz y cols.16 presentaron su experiencia de 259 pacientes con LVB, con una eficacia del escrutinio del 24%. Se evaluó la CVRS antes y después de la reparación de la LVB. En el momento de la LVB, la salud mental parecía ser la más afectada, con casi la mitad de los pacientes que refirieron un estado de ánimo deprimido (49,2%) o bajo nivel de energía (40,0%) “más” o “todo el tiempo” antes de la reparación definitiva. Estos síntomas mejoraron significativamente después de la reparación, ya que solo el 18,3% informó tener un estado de ánimo deprimido y el 18% tenía “la mayoría” o “todo el tiempo” de energía baja actualmente. Curiosamente, las limitaciones en la actividad física y la salud general se mantuvieron sin cambios antes y después de la reparación quirúrgica.

En nuestra experiencia, cuando calculamos la diferencia entre ambas encuestas, los cambios más importantes se expresaron en el ámbito de las funciones emocional y física, o sea, hubo marcada mejoría en el grado en el que la salud física y emocional afecta las actividades diarias y el trabajo; también esta diferencia fue muy marcada en la valoración de la salud actual comparada con la del año previo.

El punto que menor diferencia arrojó, aunque también significativo, fue la función social. El 81,8% de los pacientes respondió “muchas veces” a “siempre” sentirse triste y desanimado antes de la resolución de la lesión, y el 86,4% refirió bajos niveles de energía, parámetros que variaron drásticamente luego del tratamiento definitivo, y solo el 4,5% refirió un estado de ánimo deprimido. Todos los pacientes mejoraron el nivel de energía, y ninguno refirió bajo nivel de energía.

Rystedt y cols.17 ‒respecto de una población de estudio de 168 pacientes con lesión iatrogénica de la vía biliar y un índice de respuesta del 64% al escrutinio‒ concluyeron que la calidad de vida después de la lesión del conducto biliar es comparable a la colecistectomía sin incidentes, sin embargo, con un inusual y elevado 92% de diagnóstico intraoperatorio de la lesión. A su vez, el 90% de los pacientes con diagnóstico intraoperatorio fueron sometidos a un intento de reparación intraoperatoria, y en el 69% de los casos la reparación fue realizada por el cirujano actuante sin asistencia de un segundo cirujano senior. Informaron un deterioro en la CVRS en su esfera física en el subgrupo de LVB con un diagnóstico posoperatorio y tardío.

En nuestro estudio con una población de 48 paciente y un índice de respuesta del 46%, equivalente o superior a las series publicadas, hemos observado un detrimento de la salud previo a la reparación definitiva sumamente elevado en todas las esferas medibles bajo el cuestionario SF 36 (véase Tabla 3). Esto bien puede deberse a que un porcentaje mayor de los pacientes había recibido una reparación tardía ya que, por ser un centro de referencia, existieron demoras en la derivación, y a su vez a la conducta del servicio tratante, cuya experiencia se basa en la reparación tardía para un control adecuado de la sepsis, la optimización del estado clínico y lograr las condiciones locales óptimas para realizar la reparación definitiva.

Martínez-López y cols.18 al estudiar una población de 63 pacientes con LVB mostraron que una derivación retrasada se asoció con una mayor incidencia de complicaciones posoperatorias, que requirieron procedimientos más invasivos y una recuperación más prolongada.

También hemos observado que el elevado nú-

mero de pacientes referidos a nuestro centro ya había tenido algún intento de reparación sin éxito por el cirujano actuante, y luego de varios intentos de resolución de la afección por distintas vías (drenajes percutáneos y colangiopancreatografía retrógrada endoscópica [CPRE] en centros de bajo volumen).

Stewart y Way19 informaron que solo el 13% de las reparaciones realizadas por el cirujano inicial sin experiencia en hepatobiliopancreática (HPB) fueron exitosas. Otros estudios han demostrado resultados similares, aconsejando el tratamiento definitivo por un cirujano especialista en cirugía hepatobiliopancreática20,21,22. Dageforde y cols.23 demostraron un costo significativamente mayor asociado con la reparación por el cirujano no especialista impulsado por el bajo éxito y las altas tasas de complicaciones (cercanas al 80% referido en los informes modernos).

En conclusión, sobre la base de la experiencia aquí presentada es posible afirmar que la resolución definitiva del enfermo con una LVB en un centro especializado en patología hepatobiliopancreática produjo una importante mejoría de la calidad de vida de los pacientes. Si bien contamos con una experiencia inicial en una población reducida, esta es la primera publicación en la Argentina, que incluye el estudio de la CVRS en pacientes con LVB.

Referencias bibliográficas /References

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Anexo 1.

CUESTIONARIO DE CALIDAD DE VIDA SF-36

Marque una sola respuesta

  1. En general, usted diría que su salud es:

    1. Excelente

    2. Muy buena

    3. Buena

    4. Regular

    5. Mal

  2. ¿Cómo diría que es su salud actual, comparada con la de hace un año?

    1. Mucho mejor ahora que hace un año

    2. Algo mejor ahora que hace un año

    3. Más o menos igual que hace un año

    4. Algo peor ahora que hace un año

    5. Mucho peor ahora que hace un año

    Las siguientes preguntas se refieren a actividades o cosas que usted podría hacer en un día normal

  3. Su salud actual, ¿lo limita para hacer esfuerzos intensos, tales como correr, levantar objetos pesados, o participar en deportes agotadores?

    1. Sí, me limita mucho

    2. Sí, me limita un poco

    3. No, no me limita nada

  4. Su salud actual, ¿lo limita para hacer esfuerzos moderados, como mover una mesa, pasar la aspiradora, jugar a los bolos o caminar más de una hora?

    1. Sí, me limita mucho

    2. Sí, me limita un poco

    3. No, no me limita nada

  5. Su salud actual, ¿lo limita para tomar o llevar la bolsa de la compra?

    1. Sí, me limita mucho

    2. Sí, me limita un poco

    3. No, no me limita nada

  6. Su salud actual, ¿lo limita para subir varios pisos por la escalera?

    1. Sí, me limita mucho

    2. Sí, me limita un poco

    3. No, no me limita nada

  7. Su salud actual, ¿lo limita para subir un solo piso por la escalera?

    1. Sí, me limita mucho

    2. Sí, me limita un poco

    3. No, no me limita nada

  8. Su salud actual, ¿lo limita para agacharse o arrodillarse?

    1. Sí, me limita mucho

    2. Sí, me limita un poco

    3. No, no me limita nada

  9. Su salud actual, ¿lo limita para caminar un kilómetro o más?

    1. Sí, me limita mucho

    2. Sí, me limita un poco

    3. No, no me limita nada

  10. Su salud actual, ¿lo limita para caminar varias cuadras (varios centenares de metros)?

    1. Sí, me limita mucho

    2. Sí, me limita un poco

    3. No, no me limita nada

  11. Su salud actual, ¿lo limita para caminar una sola cuadra (unos 100 metros)?

    1. Sí, me limita mucho

    2. Sí, me limita un poco

    3. No, no me limita nada

  12. Su salud actual, ¿lo limita para bañarse o vestirse por sí mismo?

    1. Sí, me limita mucho

    2. Sí, me limita un poco

    3. No, no me limita nada

    Las siguientes preguntas se refieren a problemas en su trabajo o en sus actividades diarias

  13. Durante las últimas 4 semanas, ¿tuvo que reducir el tiempo dedicado al trabajo o a sus actividades cotidianas a causa de su salud física?

    1. No

  14. Durante las últimas 4 semanas, ¿hizo menos de lo que hubiera querido hacer, a causa de su salud física?

    1. No

  15. Durante las últimas 4 semanas, ¿tuvo que dejar de hacer algunas tareas en su trabajo o en sus actividades cotidianas, a causa de su salud física?

    1. No

  16. Durante las últimas 4 semanas, ¿tuvo dificultad para hacer su trabajo o sus actividades cotidianas (por ejemplo, le costó más de lo normal), a causa de su salud física?

    1. No

  17. Durante las últimas 4 semanas, ¿tuvo que reducir el tiempo dedicado al trabajo o a sus actividades cotidianas a causa de algún problema emocional (como estar triste, deprimido, o nervioso)?

    1. No

  18. Durante las últimas 4 semanas, ¿hizo menos de lo que hubiera querido hacer a causa de algún problema emocional (como estar triste, deprimido, o nervioso)?

    1. No

  19. Durante las últimas 4 semanas, ¿no hizo su trabajo o sus actividades cotidianas tan cuidadosamente como de costumbre, a causa de algún problema emocional (como estar triste, deprimido, o nervioso)?

    1. No

  20. Durante las últimas 4 semanas, ¿hasta qué punto su salud física o los problemas emocionales han dificultado sus actividades sociales habituales con la familia, los amigos, los vecinos u otras personas?

    1. Nada

    2. Un poco

    3. Regular

    4. Bastante

    5. Mucho

  21. ¿Tuvo dolor en alguna parte del cuerpo durante las 4 últimas semanas?

    1. No, ninguno

    2. Sí, muy poco

    3. Sí, un poco

    4. Sí, moderado

    5. Sí, mucho

    6. Sí, muchísimo

  22. Durante las últimas 4 semanas, ¿hasta qué punto el dolor le ha dificultado su trabajo habitual, incluido el trabajo fuera de casa y las tareas domésticas?

    1. Nada

    2. Un poco

    3. Regular

    4. Bastante

    5. Mucho

    Las siguientes preguntas se refieren a cómo se ha sentido y como le han ido las cosas durante las 4 últimas semanas. En cada pregunta, responda lo que se parezca más a cómo se ha sentido usted.

  23. Durante las 4 últimas semanas, ¿cuánto tiempo se sintió lleno de vitalidad?

    1. Siempre

    2. Casi siempre

    3. Muchas veces

    4. Algunas veces

    5. Solo alguna vez

    6. Nunca

  24. Durante las 4 últimas semanas, ¿cuánto tiempo estuvo muy nervioso?

    1. Siempre

    2. Casi siempre

    3. Muchas veces

    4. Algunas veces

    5. Solo alguna vez

    6. Nunca

  25. Durante las 4 últimas semanas, ¿cuánto tiempo se sintió tan bajo de moral que nada podía animarlo?

    1. Siempre

    2. Casi siempre

    3. Muchas veces

    4. Algunas veces

    5. Solo alguna vez

    6. Nunca

  26. Durante las 4 últimas semanas, ¿cuánto tiempo se sintió calmado y tranquilo?

    1. Siempre

    2. Casi siempre

    3. Muchas veces

    4. Algunas veces

    5. Solo alguna vez

    6. Nunca

  27. Durante las 4 últimas semanas, ¿cuánto tiempo tuvo mucha energía?

    1. Siempre

    2. Casi siempre

    3. Muchas veces

    4. Algunas veces

    5. Sólo alguna vez

    6. Nunca

  28. Durante las 4 últimas semanas, ¿cuánto tiempo se sintió desanimado y triste?

    1. Siempre

    2. Casi siempre

    3. Muchas veces

    4. Algunas veces

    5. Solo alguna vez

    6. Nunca

  29. Durante las 4 últimas semanas, ¿cuánto tiempo se sintió agotado?

    1. Siempre

    2. Casi siempre

    3. Muchas veces

    4. Algunas veces

    5. Solo alguna vez

    6. Nunca

  30. Durante las 4 últimas semanas, ¿cuánto tiempo se sintió feliz?

    1. Siempre

    2. Casi siempre

    3. Muchas veces

    4. Algunas veces

    5. Solo alguna vez

    6. Nunca

  31. Durante las 4 últimas semanas, ¿cuánto tiempo se sintió cansado?

    1. Siempre

    2. Casi siempre

    3. Muchas veces

    4. Algunas veces

    5. Solo alguna vez

    6. Nunca

  32. Durante las 4 últimas semanas, ¿con qué recurrencia la salud física o los problemas emocionales le han dificultado sus actividades sociales (como visitar a amigos o familiares)?

    1. Siempre

    2. Casi siempre

    3. Muchas veces

    4. Algunas veces

    5. Solo alguna vez

    6. Nunca

    Por favor, diga si le parece cierta o falsa cada una de las siguientes frases

  33. Creo que me pongo enfermo más fácilmente que otras personas

    1. Totalmente cierta

    2. Bastante cierta

    3. No lo sé

    4. Bastante falsa

    5. Totalmente falsa

  34. Estoy tan sano como cualquiera

    1. Totalmente cierta

    2. Bastante cierta

    3. No lo sé

    4. Bastante falsa

    5. Totalmente falsa

  35. Creo que mi salud va a empeorar

    1. Totalmente cierta

    2. Bastante cierta

    3. No lo sé

    4. Bastante falsa

    5. Totalmente falsa

  36. Mi salud es excelente

    1. Totalmente cierta

    2. Bastante cierta

    3. No lo sé

    4. Bastante falsa

    5. Totalmente falsa

Recibido: 22 de Mayo de 2023; Aprobado: 13 de Septiembre de 2023

Correspondencia : Marcelo E. Lenz Virreira E-mail: marcelo.e.lenz@ gmail.com

Los autores declaran no tener conflictos de interés.

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