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Pampa (Santa Fe)

versión On-line ISSN 2314-0208

Pampa  no.8 Santa Fe dic. 2012

 

SEMBLANZA

Hilda Herzer, el poder convocante de una investigadora que abrió caminos

Quien cae en un sitio se levanta en otro. Ésa es la ley de la vida, dice Kader Abdolah (citando a Mojtari) en esa belleza de libro que es El reflejo de las palabras. Nunca me pareció más acertada esa frase ahora que tengo que recordar y sentir la presencia de Hilda Herzer.
Conocí a Hilda cuando tenía apenas veintidós años, ella era la directora del Instituto Gino Germani y yo tenía una beca de iniciación a la investigación. No había comprendido cómo tenía que redactar un informe de investigación y ella me convocó a su despacho para enmendar el error. Su forma de hablarme no seguía el modelo habitual que dicta el protocolo de comunicaciones superior–subordinado. Allí entendí que había investigadores dispuestos a enseñar el oficio a la manera de los antiguos artesanos. Comprendí que estaba frente a alguien con quien se podía aprender a «hacer sociología» y también a caminar por la vida.
Hilda era una gran socióloga, de esas que abren senderos en el conocimiento. Su forma de pensar la ciudad y las clases sociales ya ha dejado una huella permanente en la sociología urbana en América Latina. Conocía a Weber como nadie; solía decir «yo no cito a Weber, lo uso en los análisis, en las interpretaciones de los datos, en la forma de pensar los procesos de estratificación social». Tenía un enorme compromiso con la producción de investigaciones, entendía la construcción del conocimiento —superando cualquier prejuicio antiempirista—, como una relación progresiva con los datos para generar un refinamiento gradual de las hipótesis. Así llegó a construir un campo de investigación fecundo sobre los procesos de renovación urbana en la zona sur de la ciudad de Buenos Aires.
Además, entendía el proceso de investigación como un vehículo de construcción de lazos intelectuales, académicos y políticos. Escribir un borrador en grupo era la antesala de un artículo y luego esa tarea venía a nutrir la organización de un libro que reflejaba discusiones y producciones colectivas. Todos tenían cabida: los más grandes, los más jóvenes, los recién llegados.
Debo agradecer inmensamente a Hilda Herzer mi temprano interés por la sociología ambiental. Sus trabajos sobre degradación ambiental y gestión del riesgo en Argentina (pensemos en sus trabajos pioneros sobre las inundaciones en Resistencia) fueron un antecedente fundamental para la investigación sobre desastres en toda América Latina. Su aporte fue esencial para entender las relaciones sociedad–naturaleza en la construcción histórica del desastre. Leyendo los trabajos de Hilda uno puede comprender que tanto la catástrofe y la pobreza como el bienestar o la riqueza son el resultado de las acciones de hombres y mujeres, acciones que se encuentran articuladas como relaciones sociales.
En la búsqueda de otros formatos organizacionales —que permitieran ampliar las miradas y acompañar procesos sociales—, Hilda fundó CENTRO en 1990. Desde allí dio impulso al punto focal para la Región Sur de LA RED de Estudios Sociales en Prevención de Desastres en América Latina, y la Red de Investigación y Acción para el Desarrollo Local en América Latina.
Este horizonte en común con otras investigadoras e investigadores latinoamericanos permitió engrosar la recopilación de un vastísimo espectro de investigaciones urbanas latinoamericanas, tarea que llevó adelante de forma tan cuidadosa como intensa. Ese interés por los cambios sociales y la transformaciones urbanas la llevó a diferentes ciudades del país (recordemos que tuvo una labor destacada en el campo de investigación sobre gobiernos locales), donde apoyó decididamente la construcción de espacios de posgrado e investigación en otros ámbitos públicos, como la Universidad Nacional del Litoral (donde fue profesora consulta).
En ese marco tuvo una labor destacada en esta revista, donde seguramente se sentirá su ausencia. Ella conocía como nadie las lides del mundo editorial académico, podía corregir un artículo «hasta darlo vuelta» para que ganara precisión, interés y relevancia.
Pero además era muy consciente de la importancia estratégica que tiene la difusión de los resultados de investigación para la proyección y el fortalecimiento colectivo de los equipos. Tan sólo un año atrás fundó y acompañó el nacimiento en todas sus etapas —conmovedoramente, en los límites de su fuerza física— de Quid 16 (revista del área de estudios urbanos del Instituto Gino Germani).
Para Hilda, las diferentes formas de inserción en la universidad pública y en los organismos de ciencia y técnica eran parte de una plataforma política. Entre 1989 y 1990 fue directora del Instituto Gino Germani, en el año 2000 fue secretaria de Ciencia y Técnica de la Nación, y durante las dos últimas décadas fue coordinadora de varios programas de investigación en la Universidad de Buenos Aires (UBA). En todas esas actividades, su mirada de largo plazo estaba centrada en fortalecer procesos institucionales que permitieran ganar autonomía en la producción de conocimiento desde lo público y sobre lo público.
Tenía una mirada muy aguda y muchas veces muy crítica de los procesos de construcción institucional en la universidad pública. Entendía el posgrado como un lugar esencial para la formación de investigadores; es por eso que dedicó mucho de su esfuerzo a acompañar la puesta en marcha del Doctorado de Ciencias Sociales de la UBA. Un lugar que nutrió no sólo en las comisiones sino también por las innumerables tesis que dirigió, leyó, corrigió y acompañó. Gracias a su energía y perseverancia, ya somos varias generaciones las que formamos parte de un proyecto colectivo de investigación que tiene una historia de casi dos décadas en el Instituto de Investigaciones Gino Germani. Ese lazo con una práctica de grupo nos ha dado impulso para continuar una obra que sigue viva. Quienes trabajamos en el Área de Estudios Urbanos del Instituto (su gran empresa en los últimos veinte años) la sentimos muy presente entre nosotros.

Gabriela Merlinsky

Hilda Herzer. Profesora titular e investigadora en el Instituto de investigaciones Gino Germani (UBA) y de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas en la Universidad Nacional del Litoral. Directora académica en el Centro de Estudios Sociales y Ambientales. Se formó en la Universidad de Buenos Aires e hizo su doctorado en New York University. Entre sus publicaciones más destacadas figuran:

• Herzer, H.M. (1990). «Los desastres no son tan naturales como parecen.» Medio Ambiente y Urbanización, Buenos Aires, 8 (30), pp. 3–10.
• Herzer, H.M. (2012). Barrios al sur: renovación y pobreza en la ciudad de Buenos Aires. 1ª. ed. Café de las Ciudades, 412. Buenos Aires. phttp://cafedelasciudades.com.ar/barrios_al_sur.htm
• Caputo, M.G.; Hardoy, J.E.; Herzer, H.M. (1985). «La inundación en el Gran Resistencia (Provincia del Chaco, Argentina) 1982–198.» Desastres Naturales y Sociedad en América Latina. Vol. 4, Buenos Aires: Grupo Editor Latinoamericano (GEL).
• Herzer, H.M. y Pírez, P. (1988). Gobierno de la Ciudad y crisis en Argentina. Buenos Aires: IIED. América Latina: GEL.
• Clichevsky, N. y Herzer, H.M. et al. (1990). Construcción y Administración de la Ciudad Latinoamericana. Buenos Aires: IIED. América Latina: GEL.

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