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Pampa (Santa Fe)

versión On-line ISSN 2314-0208

Pampa  no.11 Santa Fe jun. 2015

 

AVANCES DE INVESTIGACIÓN

Impactos en el Desarrollo Rural de la colonia Gral. Líber Seregni

 

Héctor Rodríguez d' Avila Weber y Miguel Vassallo

Instituto Nacional de Colonización. Colonia Gral. L. Seregni, Salto, Uruguay. Facultad de Agronomía, Departamento de Ciencias Sociales. E–mail: hectorraw@hotmail.com
Universidade Federal de Santa Maria (Brasil). Centro de Ciencias Naturales y Exactas. E–mail: miguel-vassallo@hotmail.com

Fecha de recepción: 10 | 12 | 2013
Fecha de aceptación final: 23 | 09 | 2014


RESUMEN

El artículo presenta los resultados del estudio de la colonia Seregni, uno de los nuevos modelos de colonización del Instituto Nacional de Colonización. Las preguntas problema son: la colonia ¿constituye una experiencia que facilita la resolución de escala económica y promueve la producción familiar? La colonia ¿fue capaz de integrar en forma benéfica a los asalariados de la zona y promover el capital humano y social? El objetivo general del estudio es relevar y analizar los impactos generados por la colonia en la zona de influencia, en las organizaciones y en los productores. La hipótesis orientadora es que las formas asociativas de producción, integradas a organizaciones sociales, promueven el desarrollo rural. Se utilizó una metodología de investigación cualitativa. Entre los principales resultados se puede decir que: los pequeños productores cuando acceden a más tierra en forma grupal, aumentan su capacidad y eficiencia de producción, y sus ingresos. Los asalariados rurales, generan una fuente alternativa de ingresos y se desarrollan como productores. El sistema colectivo permite un uso más racional de los recursos, aumenta la escala, disminuyen los costos de producción y mejoran los precios de venta. La creación de una cooperativa y el fortalecimiento de las organizaciones, fomentaron procesos de crecimiento personal (capacidad) y fortalecimiento del capital social.

Palabras clave: Desarrollo Rural; Colonización; Emprendimientos asociativos; Capital social e Institucionalidad rural.

SUMMARY

Impacts on Rural Development of colony Gral. Liber Seregni

This paper presents the results about the study of the Seregni Colony, one of the new models of colonization from the National Colonization Institute. Question problem is how the colony is an experience that facilitates the resolution of economic and promotes family–scale production? Is the colony was able to integrate beneficially to rural workers in the area and promote human and social capital? The study objective is to highlight and analyze the generated impacts from the colony in the area, in the organizations and their growers. The guiding hypothesis is that the associative production, integrated social organizations, promote rural development. Qualitative research methodology was used. The productive capacity is improved in proportion to the access to more land by groups of small growers, therefore the efficiency in production and their income are improved. Rural workers generate a new alternative for income and develop themselves as growers. The collective system leads to a more rational use of the resources, increasing of scale, reduction of production costs and improve sale prices. The cooperative creation and the organizations strengthening, promoted personal growth, and social capital strengthening.

Key words: Rural Development; Colonization; Associative enterprises; Social capital and Rural institutional.


 

1. Introducción

El siguiente trabajo resume los aspectos principales de una tesis de maestría en Desarrollo Rural Sustentable. El estudio se refiere a una de las experiencias recientes de colonización y que se orienta a generar nuevas formas organizativas o modelos colonizadores. La experiencia en estudio se lleva a cabo por el Instituto Nacional de Colonización (INC) en Uruguay, y se la ha designado como colonia Gral. Líber Seregni. El INC fue creado en 1948 como un instrumento de racionalización del uso de los recursos agrarios, principalmente la tierra, y tuvo en su historia de más de 60 años de existencia diferentes etapas y fuerza colonizadora. Algunos períodos presentaron un fuerte dinamismo, en tanto otros fueron de opacamiento institucional y desinterés de cumplir con sus objetivos de creación (Vassallo, 2000). Las décadas del 80 y 90, así como el primer quinquenio del siglo XXI se correspondieron con una etapa de aletargamiento, tendiente a la desaparición de la colonización como política redistributiva y al cierre del INC, como instrumento institucional para la aplicación de la Ley 11.029. Este enfoque fue propiciado en un contexto de un modelo neoliberal de la economía y de desinterés de la producción familiar en el medio agrario. A partir del año 2005 ocurrieron cambios muy fuertes en el sistema político nacional. Por primera vez en la historia del país una coalición de partidos y fuerzas de izquierda ganó el gobierno. Este cambio de orientación introdujo profundos cambios en la política macroeconómica, en la política sectorial y, especialmente lo que atañe a este artículo, en la política colonizadora del país. En ese nuevo contexto de políticas agrarias se inserta la creación de nuevas colonias y la búsqueda de nuevas formas colonizadoras, quebrando el modelo clásico de colonización. Por «modelo clásico» de colonización se entiende la adquisición de tierra por el INC y su subdivisión en pequeñas parcelas, de forma relativamente similar en la disposición de los recursos naturales entre cada una de ellas. Este modelo, también denominado en forma vulgar «la rabiolera», implica la subdivisión de la tierra en predios de escasa superficie y sin proyectos colectivos o de potencial ampliación de su escala de producción. Asimismo, se limitaba a dar «tierra nuda», sin considerar otros instrumentos de desarrollo agrario. Se privilegió, en la mayoría de los casos, a familias con capacidad económica, y nunca se integraron, en ese enfoque colonizador, a los sectores más carenciados del medio rural. Tampoco se integraban estos proyectos productivos con las cadenas agroindustriales o políticas económicas de mayor dimensión.
Las nuevas formas de colonización impulsadas a partir del año 2005 propusieron priorizar los sectores de menores recursos, redistribuyendo tierra en el marco de diversos proyectos asociativos, complementados con el uso de otros instrumentos, tales como el crédito, la asistencia técnica, la inclusión o articulación con proyectos agroindustriales. En ese marco se inscriben varias experiencias colonizadoras generadas a partir de la instalación de la administración del Frente Amplio, tales como: las colonias M. Soler en Cerro Largo, Juan P. Terra en Artigas, Julia Arévalo en Salto, M. Carriquiry en San José y otras. Este conjunto de experiencias, diferentes entre ellas, merecen ser estudiadas y evaluadas, para conocer si han cumplido con los objetivos propios del desarrollo rural, y si pueden ser replicadas con otros grupos y en otras zonas. Por ello, esta investigación se integra a un conjunto de trabajos orientados a estudiar y evaluar diferentes experiencias colonizadoras del último decenio. Para ello se han realizado varios estudios de casos, referentes a las colonias mencionadas anteriormente, proponiéndose sistematizar su evolución y estudiar sus resultados, especialmente como impactos económicos, sociales y ambientales. El problema de investigación de la línea de trabajo es: Si las políticas de carácter asociativo adoptadas por el INC en el último decenio son una alternativa para contrarrestar los problema de escala de los productores familiares y si son capaces de integrar beneficiosamente asalariados. Estos nuevos modelos de colonización ¿son factibles de ser reproducidos? Es decir, ¿generan la base material suficiente y necesaria para una reproducción sustentable? La Colonia Líber Seregni constituye un caso de estudio, donde se abordó como preguntas problema: la colonia ¿constituye una experiencia que facilita la resolución de escala económica y promueve la producción familiar? La colonia ¿fue capaz de integrar en forma benéfica a los asalariados de la zona y promover el capital humano y social del área de influencia?
El objetivo general de la investigación, esrelevar y analizar los impactos generados por la colonia Gral. L. Seregni en la zona de influencia, en las organizaciones y en los productores participantes. El trabajo se ordena por la hipótesis que exponen: las formas asociativas de producción mediante campos colectivos gestionados por organizaciones sociales, promueven el desarrollo rural, a través de mejoras en los ingresos de los productores familiares y asalariados, estimulan el desarrollo del capital social y humano y se traducen en proyectos de desarrollo rural sustentable. Para realizar una aproximación conceptual a la temática planteada y que nos permita orientar con mayor profundidad la hipótesis orientadora, se utilizará el concepto de Desarrollo Rural, el cual lo diferenciamos de los conceptos de Desarrollo Agropecuario y Desarrollo Agrario. Estos dos últimos tienen alcances mucho más limitados y no conforman un proceso profundo y abarcativo de todas las dimensiones, incluidas en el primero. El Desarrollo Agropecuario se refiere a los aspectos agro-económicos de la producción agrícola, con el fin de mejorar la productividad y el producto generado por ella; en tanto el Desarrollo Agrario incorpora los factores económicos, sociales, culturales y políticos que influyen en la producción agropecuaria. En este concepto, además de los problemas tecnológicos se incorporan los aspectos referidos a la integración y desarrollo de los complejos agroindustriales, de la comercialización agrícola, y de las formas asociativas de resolución de problemas prediales y extra prediales. El concepto de Desarrollo Rural, además de

las dimensiones incluidas en estos dos conceptos previos, incluye los temas de la salud pública, la educación, los servicios de electricidad, agua potable, comunicaciones, las actividades de producción y comercialización no directamente vinculadas a la producción agropecuaria (industria rural, artesanía, comercio, etc.) También se relaciona con la organización social orientada a la producción, a la acción gremial o reivindicativa, a lo cultural, al esparcimiento y en general, aquella orientada al desarrollo local o regional. Es el enfoque más amplio del problema agrario y el desarrollo del espacio rural. (Vassallo, 2001 p. 8)

Por Desarrollo Rural en este trabajo se define como:

el pasaje de un estadio de desarrollo de un espacio rural, caracterizado por condiciones donde predominan las necesidades básicas insatisfechas, en forma individual y colectiva, a otro estadio con condiciones que permiten un mejor desarrollo de las personas por una mayor satisfacción de las Necesidades Básicas, a través de un proceso basado en la participación creciente de la población implicada en la gestión económica y social (Vasallo, 2001, p. 8)

Uniendo éste concepto con el de Desarrollo Rural con Enfoque Territorial, decimos que éste último es, según Schejtman y Berdagué (2003),

un proceso de transformación productiva e institucional en un espacio rural determinado, cuyo fin es reducir la pobreza rural. La transformación productiva tiene el propósito de articular competitiva y sustentablemente a la economía del territorio a mercados dinámicos. El desarrollo institucional tiene los propósitos de estimular y facilitar la interacción y la concertación de los actores locales entre sí y entre ellos con los agentes externos relevantes, así como de incrementar las oportunidades para que la población pobre participe del proceso y de sus beneficios. (p. 4)

Estos conceptos y la visión derivada de los mismos, implica considerar las diversas dimensiones del desarrollo rural: social, económica y ambiental. En la dimensión Social del desarrollo rural seprocura el empoderamiento de las personas a través del desarrollo del capital humano y social. Se define empoderamiento al proceso por el cual una persona o grupo de personas adquiere más poder. Hay tres formas básicas de empoderamiento (Intrac, 1999, p. 84) a) mayor seguridad (confianza) personal para desarrollar actividades con éxito; b) aumento de las relaciones con otras personas y organizaciones (construcción de capital social, en especial económico); c) mayor acceso al crédito y recursos de producción.Si las personas están empoderadas, podrán aprovechar mejor los beneficios y oportunidades que generan las intervenciones (es decir apropiarse de los mismos) mediante la participación. El desarrollo del capital humano (capacitación) y social (organizaciones) permite: i) que las personas se motiven para salir de su situación (esto parece obvio pero es de extrema importancia, las personas salen de la pobreza si ellas quieren) y ii) construir el tejido social en el territorio, el cual desarrollará el capital social, entendido como la construcción de vinculaciones entre organizaciones (en un sentido amplio, desde aquellas legalmente constituidas hasta grupos de interés) para generar sinergias. Empoderamiento y capital social están íntimamente relacionados. No deben verse como que uno de ellos es causa y otro efecto. Ambos se promueven y se estimulan entre sí.
Esta visión de Desarrollo Rural y de empoderamiento se integra también con el enfoque de AmartyaSen, basado en el concepto de capacidades. Las «capacidades» como indicador del bienestar y calidad de vida de las personas (a mayores capacidades, mayor bienestar). Según A. Sen (2003), el bienestar y/o desarrollo se basa en las cosas que las personas realmente pueden hacer o ser (las capacidades o «capability» en inglés), entendidas como las oportunidades reales para elegir y llevar una vida que consideran valiosa con los recursos que tienen disponibles, teniendo en cuenta sus limitaciones psicológicas, sociales y ambientales. La teoría de capacidades de AmartyaSen tiene en cuenta tanto los aspectos subjetivos (valoración, satisfacción y percepción de la satisfacción) como los aspectos objetivos de los recursos (frecuencia, cantidad y variedad). El concepto de capacidad se define como las combinaciones alternativas de lo que una persona puede hacer o ser: los distintos funcionamientos que puede lograr («functionings» en inglés). Teniendo en cuenta lo que puede hacer el sujeto, ya que pueden existir limitaciones, que pueden afectar al uso y aprovechamiento de estos bienes y recursos. Estas limitaciones pueden ser personales (edad o salud), como sociales (normas sociales, costumbres o capital social), o ambientales (geografía, clima o instituciones). Estas limitaciones son los llamados factores de conversión: que son individuales, sociales y ambientales. Los factores de conversión son limitaciones que afectan al sujeto en el uso de sus bienes y recursos, y los que muestran efectivamente lo que puede hacer y ser capaz el sujeto con éstos. Ahora bien, las capacidades tienen que ver más con las oportunidades factibles de alcanzar esos funcionamientos, con las oportunidades y combinaciones alternativas de que dispone con esos funcionamientos, en términos de la habilidad para alcanzar lo que considera valioso. La capacidad apunta a la libertad, mientras que el funcionamiento muestra el hecho o fact (ese algo). Las capacidades pueden ser identificadas a varios niveles: nivel personal, nivel familiar, nivel social y nivel laboral (Garriga 2013, Boltvinik, 2003).
En el ámbito económico, elénfasis se encuentra en el desarrollo del capital social económico (vínculos entre organizaciones económicas, que actúan en la producción, distribución o el intercambio de bienes y servicios). Se aprovecha de los actores del territorio, a los efectos que los mismos puedan «arrastrar» en su dinámica a los sectores más carenciados. Los pobres salen de su situación si quieren, pero esto sólo no alcanza; necesitan de la interacción con otros actores del territorio o de otros territorios, para poder impulsar actividades económicas rentables y sostenibles, que permitan generar ingresos o fuentes de trabajo, y acceder, de esta forma, a los diferentes mercados. En el ámbito de lo ambiental, el énfasis se ubica en la delimitación de una unidad natural de territorio y en la preservación de sus recursos naturales. Esto significa actuar en forma coordinada sobre los recursos naturales, con el fin de rehabilitarlos, protegerlos y/o conservarlos, sin desmedro de su puesta en valor. En esta discusión conceptual previa, también son de mención los desarrollos teórico– conceptuales realizados desde la economía agraria, no necesariamente vinculada al desarrollo. Así Gutman y Gorestein (2003), citado por De Hegedüs y Vassallo (2005, p. 51) dicen que: «Los nuevos enfoques sobre la dinámica del desarrollo proponen aproximaciones conceptuales que revalorizan el territorio a partir del cambio tecnológico y las innovaciones tecnológicas y organizativas; los nuevos determinantes de la competitividad a escala internacional; los procesos de conocimiento y aprendizaje en el seno de redes, tramas o conjuntos de agentes; y los impactos locales de la profundización de la globalización»
De Hegedüs y Vassallo (2005, p. 57) consideran que

la construcción del actor social tiene un papel relevante en cualquier acción de Desarrollo Rural, el cual asume un perfil diferente con un Enfoque Territorial, ya que se amplía el concepto y por ende, los actores potenciales de ser parte de la construcción social. Ello lleva a considerar dos conceptos: la participación y la cooperación.

Obviamente, estos conceptos se articulan con el «empoderamiento» y el desarrollo de «capacidades». Es en este marco conceptual que el trabajo tiene por objetivo relevar y analizar los cambios ocurridos en un grupo social determinado (beneficiarios de la colonia L. Seregni), de una zona socio–económicamente postergada (campo y área de influencia), y de la formación de nuevas bases económicas y sociales para generar Desarrollo Rural. Ello implica, de alguna manera, apreciar el proceso y establecer sus impactos actuales o reales, así como las modificaciones en las capacidades individuales y colectivas, mediante un nuevo entramado social, que permitirá procesos más profundos de desarrollo rural a futuro, el desarrollo de capacidades, sin desmedro de los propios cambios productivos y tecnológicos acontecidos en la experiencia, que constituyen la base material de la misma. En general, toda intervención social busca modificar exitosamente la situación problema que motivó dicha intervención; es decir, tener un impacto. Las políticas y proyectos orientados al desarrollo rural, también se espera que tengan impactos orientados a los fines del mismo, tal como se explicitó anteriormente. El impacto puede definirse como la influencia o el efecto dejados en alguien o en algo por causa de cualquier acción o actividad; y, por ende, el impacto social puede definirse como la influencia o efecto en la sociedad, por causa de cualquier acción o actividad (programa). En el campo del Desarrollo Rural, son preguntas que aplican a los estudios de la política pública, la economía y la sociología agraria, vinculadas al desarrollo sectorial, y que indagan sobre la sociedad y su tejido social, y que explican el cambio y el bienestar social. La evaluación de impacto busca la medición o cuantificación de los cambios/efectos observados en la aplicación de una intervención social cualquiera (Valdés, 2014, p. 2). En este caso, se trata de evaluar una política pública y un proyecto específico. La evaluación de impacto se circunscribe a las denominadas investigaciones sociales aplicadas; es decir, que no buscan la generación de conocimiento por el conocimiento mismo, sino que acumula conocimiento en función mejorar la intervención social, la intervención del Estado. Es decir, a partir de su observación y análisis, genera información que permite organizar un conjunto de recomendaciones respecto de su corrección, replicabilidad y, en algunos casos, su reprogramación o discontinuidad (Valdés, 2014).
La evaluación de impacto de proyectos sociales, de data más reciente, es aquella que intenta constatar los cambios producidos por las intervenciones a que son sometidas las poblaciones objetivo, en la cual es aplicado un cierto proyecto. Es decir, la evaluación de impacto busca medir los resultados – en términos de cambios/efectos, que una determinada intervención social (plan/programa/proyecto) ha transferido a una población objetivo cualquiera, e implica una serie de procedimientos técnicos concatenados. Según Berumen (2010, p. 57), los indicadores de impacto son los «que miden el cambio logrado en el mediano o largo plazo, al final del proyecto o incluso después de su cierre. Están directamente relacionados con la medición de nuestro objetivo general (en algunos casos con el objetivo específico) y ayudan a revisar que el cambio positivo que se buscaba realmente se haya logrado. El impacto puede ser un cambio social, económico, político, ambiental o de comportamiento, y se puede dar a nivel local, regional o nacional».

2. Metodología

El trabajo se enmarca dentro del paradigma de investigación cualitativa. Con esto se promovió la participación de los protagonistas del emprendimiento, así como de los actores que inciden en el proceso, para que brinden desde su óptica la información y opinión que aporte a comprender los fenómenos en estudio. Los métodos cuantitativos se definen por su carácter numérico y por dar prioridad al análisis de la distribución, repetición, generalización o predicción de hechos sociales. Mientras que los cualitativos ponen énfasis en la «visión» de los actores y el análisis contextual en el que ésta se desarrolla, centrán- dose en el significado de las relaciones sociales (Vela Peón, 2001). Por este motivo, en este caso se ha optado por priorizar los métodos cualitativos. El trabajo tiene 3 etapas: a) trabajo de campo para el relevamiento de la información a través de diferentes técnicas. b) Sistematización de la información (primaria y secundaria) para la caracterización la zona, la colonia y los grupos de productores adjudicatarios, y para el ordenamiento y tipificación de los impactos. c) Procesamiento y análisis de la información obtenida.
Se agruparon las personas a entrevistar en 5 grupos de actores sociales, tomando como criterio, el rol y la vinculación que tienen con la colonia y la zona. A continuación se presenta un esquema con los actores sociales a relevar y el destino de la información a obtener.


Cuadro 1.

Técnicas - Dada la cantidad de personas dentro de cada grupo y el total de beneficiarios de la colonia, así como la información a obtener de cada uno de ellos, las técnicas a utilizar varían. Para la recolección de información, se utilizaron las siguientes técnicas:

• Entrevistas semiestructuradas, se basan en una conversación cara a cara entre entrevistador/entrevistado, donde el entrevistador plantea una serie de preguntas, que parten del objetivo planteado. La guía de la entrevista que se utilizó, sirve para tener en cuenta todos los temas que son relevantes y por tanto, sobre los que se tiene que indagar y profundizar. En este caso, como se describió en el esquema anterior, se elaboraron 4 pautas de entrevistas diferentes.
• Entrevista grupal (o grupo focal),
en términos generales, un grupo focal se define como el conjunto de personas que se reúnen con el fin de interactuar en una situación de entrevista grupal, semiestructurada y focalizada sobre una temática particular, que es común y compartida por todos (Vela Peón, 2001). Se realizó una actividad con la Comisión Administradora, que consistió en efectuar
preguntas generales como disparador de la reunión y posteriormente se hizo un trabajo de taller para el ordenamiento de la información.
• Observación, a través de visitas a las organizaciones, a la colonia y a la zona de influencia.
• Análisis de documentos, relevamiento y consulta de textos e informes Institucionales. El trabajo de campo se realizó durante el 2011 y principios de 2012, y por tanto en este artículo se presenta información sobre los 5 grupos adjudicatarios en la etapa inicial de la colonia. Este estudio constituye parte de la tesis de maestría del primer autor.

3. Antecedentes

En 1992 el CLAEH–CAF realizó un estudio sobre la pobreza rural con base a las NBI, considerando vivienda, educación, agua, sanidad, etc. Para estas variables se determinó un piso mínimo, sin el cual la calidad de vida de la población en esos hogares es muy deficitaria. El estudio determinó que se encuentran carencias significativas en todo el medio rural. En el total del país el porcentaje de NBI era del 22%, en el área rural este porcentaje asciende al doble, 44% (CLAEH–CAF, 1992). Asimismo, se determinó que un 42% de los hogares de asalariados y un 43% de los hogares de pequeños productores, estaban en situación de pobreza. En el caso de los asalariados, los principales factores socio-demográficos de diferenciación se encuentran en una mayor disponibilidad de fuerza de trabajo, los niveles de especialización laboral, la estabilidad laboral, la ocupación de las mujeres en tareas remuneradas y la residencia en el predio, que habilita ingresos en especie y por autoconsumo. El ingreso extra predial tiene también una importancia manifiesta, ya que en promedio alcanza al 25% del total de los ingresos de los pequeños productores. En términos de rubros productivos, la pobreza mayor se encontraba entre los productores de la ganadería, seguida por la horticultura y la agricultura. En términos geográficos se ubicaba mayormente en el sur y el norte del país. El grupo de los asalariados encuentra su mayor concentración de pobreza en el norte del país. Una investigación posterior, efectuada por el Ministerio (MGAP, 2000), constata que, considerando indicadores de concentración como el índice de Gini, se desprende que la distribución del ingreso de los hogares de las áreas rurales, es más concentrado que en las localidades de menos de 5.000 habitantes y muy similar a la existente en las ciudades más grandes del interior del país. Este contexto socio–económico, descripto y analizado en estos trabajos, reflejan la continuidad de los mismos problemas, expuestos en otros trabajos históricos y, en general, caracterizan la situación en la que se enmarca la experiencia en análisis, según los estudios realizados previamente (MGAP–Proyecto Uruguay Rural, 2007).
La colonia Líber Seregni se encuentra 80 km al norte de la ciudad de Salto, en el paraje denominado Tangarupá. Se accede desde Salto por la ruta N° 3 hacia el norte, y en el km 526 se toma el camino vecinal 30 km hacia el este (véase mapa 1). El predio tiene una superficie total de 4.658 has y se encuentra subdivido en potreros grandes. Está compuesto por un alto porcentaje de suelos superficiales y en menor proporción suelos de profundidad media a profundos en transición con los superficiales, típicos de los suelos de Basalto, con un Índice CONEAT promedio de 102. Esta aptitud productiva permite la ganadería mixta, vacuno–ovino, de cría y recría, y con menores posibilidades actividades más intensivas, como la invernada y la agricultura. En el área de influencia (en un radio de 30 km) se ubican los parajes: Pueblo Saucedo, Cerrillada de Saucedo, colonia A. Rubio, Pueblo Farías, Pueblo Palomas, Termas del Arapey, Buey Negro y Paso de las Piedras del Arapey. Es una zona de grandes establecimientos (4.000 has promedio), predominantemente ganaderos, con sistemas de producción extensivos y en menor proporción agrícolas. Por lo tanto, se caracteriza por la baja densidad de población y de escaso dinamismo económico, ya que se limita a las actividades productivas y económicas de las haciendas con producción extensiva. Los poblados más cercanos son Pueblo Saucedo a 10 km y Pueblo Palomas a 21 Km (véase el mapa 1). Palomas se desarrolló en función del ferrocarril, como muchos poblados del interior. Este servicio generó movimientos de personas y productos que dinamizaron el paraje. La desactivación del Ferrocarril gestó un proceso de retroceso económico y social, que incluyó una fuerte migración de los pobladores hacia la capital.


Mapa 1.
Departamento de Salto, colonia Líber Seregni y su zona de influencia

El Pueblo Palomas tiene 175 habitantes y un número variable de personas que eventualmente están en el pueblo, pero viven en sus lugares de trabajo. El poblado está compuesto por 28 viviendas del Movimiento de Erradicación de la Vivienda Insalubre Rural (MEVIR) y 7 casas particulares, un salón comunal, el destacamento policial, la Escuela, la clausurada estación del ferrocarril, la policlínica que funciona en el salón comunal y 2 almacenes. A la escuela concurren 38 niños. Pueblo Saucedo abarca una zona más grande que Palomas, dado que si bien cuenta con un centro poblado de MEVIR, también existen poblados menores vinculados, como Cerrillada de Saucedo y Pueblo Farías, que forman parte de dicha comunidad y cuentan con 317 habitantes en total. Está compuesto por 50 viviendas de MEVIR y 12 casas particulares. También cuenta con destacamento policial, el salón comunal donde funciona la policlínica, una Escuela a la que concurren 85 niños, 4 almacenes, una capilla Católica y 2 Iglesias Protestantes. En Saucedo existen las siguientes comisiones: la vecinal de MEVIR, fomento de la Escuela, la policial, la policlínica y la de fútbol. En un diagnóstico efectuado en la zona entre los años 2006 y 2007, así como en el Informe preliminar sobre Pueblo Saucedo de la Dirección de Experiencias Asociativas del INC, en 2008, nos proporcionan importante información sobre la situación inicial de la zona. Entre otros aspectos, se indica que las comisiones de ambos pueblos presentan problemas de participación y se limitan a temas administrativos, y no se concibe un trabajo comunitario. Las necesidades sentidas no son un elemento unificador (MGAP–Uruguay Rural, 2007), por un conjunto de factores, tales como: descreimiento en el trabajo colectivo, búsqueda individual de salidas laborales, incomunicación dentro de la comunidad, aislamiento socio-económico y prejuicios de diferente naturaleza. Algunas necesidades básicas como: alimentación adecuada, vestimenta decorosa, equipamiento doméstico básico, acceso a servicios de salud, de educación y cultura, así como medios de transporte, están insatisfechas, según el Informe del Proyecto Uruguay Rural, en su diagnóstico de la zona. La población comprendida en estos dos poblados se encuentra en condiciones de pobreza.
En cuanto a la ocupación laboral, es limitada, la mayoría se desempeña como trabajadores zafrales en tareas rurales, en las estancias de la zona. Una proporción menor de aquellos tienen trabajos estables y realizan aportes al Banco de Previsión Social. La mayoría percibe salarios muy bajos (Informe del INC, e Informe Programa Uruguay Rural). Según información relevada entre productores de la zona, pobladores del paraje Saucedo e hijos del personal que trabajó en el establecimiento con anterioridad (memoria colectiva), y por la documentación de las ventas de este campo, se desprende que en los últimos 100 años, esta propiedad pasó por varias familias y grupos económicos vinculados a la ganadería extensiva. En forma sucesiva fueron propietarios del mismo, las familias y grupos: Catallogni, Dondo y Silva, Trindade y Silva, Piacenza, Valleciel SA, y en el 2003 fue vendido a Southmac SA. Así, como otros establecimientos del país, fueron propiedad de grandes empresarios, quienes explotaban grandes extensiones de campo en más de un establecimiento. El sistema productivo estaba basado en producción conjunta y extensiva de ganadería vacuna y ovina; y con igual lógica: explotación extensiva de los recursos naturales con mano de obra asalariada con bajísimas retribuciones y pésimas condiciones de vida y trabajo. La rentabilidad se basaba en la producción de gran escala, sobre grandes superficies y con bajo costo. Se prestaba menor atención al proceso de producción y la innovación técnica, y al producto por unidad de superficie. El ingreso quedaba en manos de una familia y/o de los socios de la firma, todos ellos eran pertenecientes a la misma clase social y económica. En el año 2005 el INC compró la estancia «La Huella» a Southmac SA, por medio de la aplicación del Art. Nº 35 de la Ley Nº 11.0291. El INC transitó una serie de pasos para llegar a la colonia:

Primer paso: se tomó posesión del campo, se efectuó el acondicionamiento de los alambrados y de la infraestructura en general (baño de ganado, bretes y corrales), que estaba en muy mal estado, así como las viviendas y galpones. El estudio de las aptitudes productivas del predio y la infraestructura, para elaborar las propuestas colonizadoras. La colonia se proyectó, en concordancia con el Plan Político, enfocada en un nuevo modelo colonizador. Esta constituye la primera experiencia de colonización de la administración del período 2005–2010, y se establece sobre la base de un nuevo enfoque. El INC destina el campo a emprendimientos colectivos, adjudicando las fracciones a organizaciones de productores ya formadas y en formación, y como prioridad se propuso atender la demanda de los tenedores de ganado sin tierra y asalariados de los parajes Palomas y Saucedo.
Segundo paso: se efectuó un estudio social de la zona de influencia y la promoción de un potencial grupo de beneficiarios. Se efectuó un trabajo conjunto entre funcionarios del INC y técnicos del Ministerio. En agosto de 2007 se formó el grupo Saucedo y Palomas (SAUPA), integrado por 20 asalariados (muchos con ganado y sin tierra) y algún pequeño productor de la zona.
Tercer paso: se realizaron los llamados públicos a grupos u organizaciones de productores interesados en explotar en forma colectiva y asociativa las fracciones de la Colonia.
Cuarto paso: en Octubre de 2007 se adjudicó, en una primera etapa, una fracción a cada uno de los siguientes grupos: Saucedo y Palomas (SAUPA); Sociedad de Fomento Rural de la Industria Lechera de Salto (SOFRILS), Sociedad de Fomento Rural de la Colonia Presidente Gestido, y Grupo Ganaderos del Norte (GGN). En abril de 2008 se adjudicó una fracción a un grupo de la Sociedad de Fomento Rural de Villa Constitución. Por lo tanto, la tierra fue adjudicada a 5 organizaciones de pequeños productores y asalariados rurales.

Durante los años 2008 y 2009, cada grupo fue organizando su emprendimiento, en lo que respecta a aspectos productivos (incorporación de mejoras, manejos, etc.) y sociales, designación de cupos y reglamentos internos. Cada uno presentó diferentes procesos internos, algunos con mayor énfasis en lo productivo, otros en lo social y algunos con mayores dificultades que otros. En forma simultánea a los procesos citados, también se dieron procesos colectivos de los 6 grupos, en lo que respecta al espacio común de trabajo, convivencia y funcionamiento general de la colonia. Las fuentes de agua con las que contaba el campo, antes de ser adquirido por el INC eran: un pozo semisurgente para el abastecimiento de la casa y para el consumo animal, el Río Arapey y el arroyo Tangarupá. Posteriormente a la adjudicación, los productores fueron incorporando mejoras básicas para la producción: subdivisiones, en su mayoría con alambrados eléctricos, perforaciones para la extracción de agua, molinos, tanques y bebederos. O sea que, de la situación inicial, se pasó a que cada fracción tenga un sistema de distribución de agua (5 pozos, tanques y demás). La mayoría de estas mejoras se financiaron con los aportes de los planes del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (Proyecto de Producción Responsable y Programa Ganadero).
El casco de la antigua Estancia, fue transformado por medio de MEVIR, en convenio con el INC, en un nuevo edificio compuesto por galpón, sala de reuniones, cocina, baños y dormitorios, que se destinó al funcionamiento en común de los 5 grupos, para capacitaciones y actividades de diversa índole. A esta construcción se le anexó una vivienda para ser habitada por el coordinador de la Colonia. También se construyeron 5 viviendas donde residen los operarios de los grupos que explotan la colonia y eventualmente productores que se encuentran realizando diversas actividades. Estas viviendas, de por sí, implicaron un salto cualitativo en las condiciones de vida de los asalariados rurales, quienes en la antigua estancia «La Huella» vivían en condiciones penosas: casas en ruinas, suministro de alimentos escaso y sin variaciones, etc.

4. Modelo de la colonia y funcionamiento

La colonia fue adjudicada, en una primera instancia, a 4 organizaciones de pequeños productores y un grupo de asalariados. Las mismas nuclean en el entorno de 100 familias. A mediados de 2012 se adjudicó la última fracción que quedaba libre, de 704 has, a la sexta organización de productores: SFR de Estación Itapebí.2 Esta última incluyó otros 20 productores más a la colonia. En un formato de «colonización tradicional o clásica» se hubiesen realizado entre 4 y 8 fracciones familiares independientes, en el formato de producción aislada y con ganadería extensiva, basada en sistemas tradicionales de producción. Esta alternativa promueve la estabilidad de unas 120 familias, de productores y asalariados.
En la siguiente figura se presenta el croquis de la colonia con la distribución por grupos.


Figura 1.

Cada grupo desarrolla su emprendimiento colectivo en la fracción que le fue adjudicada en forma independiente, en lo que respecta al manejo productivo y económico. Pero los 5 grupos comparten los corrales, galpón, viviendas y demás instalaciones en el casco de la colonia. Existe cooperación entre el personal de los grupos, en tareas generales y actividades de mantenimiento del entorno y de las instalaciones para los animales (bretes y corrales).
Se formó una Comisión Administradora de la colonia integrada por delegados de los grupos y coordinada por un técnico del INC, con una frecuencia mensual de reuniones. El funcionamiento general de la Colonia está coordinado por esta comisión, la cual planifica el uso de los bienes en común: casco e instalaciones, así como la compra de insumos en común. Constituye un espacio de diálogo entre los representantes de cada grupo y de estos con el INC, y se pretende actuar en forma conjunta ante otras instituciones públicas y privadas. Se elaboró un reglamento de funcionamiento de la colonia, donde se incluyó un protocolo para el ingreso de los animales, inversiones en común y demás aspectos inherentes al trabajo y funcionamiento de la Colonia. La colonia Líber Seregni, por constituir un tipo novedoso de organización y con participantes y actores diferentes a la integración clásica de las colonias implementadas anteriormente por el INC, fundamenta el interés de realizar una investigación sobre la misma y los procesos económicos y sociales desatados desde su creación.

5. Resultados

En relación al impacto que ha tenido y tiene la creación de la colonia, se obtuvieron variadas apreciaciones dependiendo del grupo social entrevistado. En este sentido se sistematizaron por separado las opiniones y se irá de un ámbito zonal a la visión de los productores.

5.1. Impacto de la colonia Seregni en la zona
Un productor vecino (grupo área local), manifiesta que el impacto en este ámbito ha sido poco. Quizás, el más relevante, fue la creación del grupo de productores (SAUPA) y generar la posibilidad de que éstos se desarrollen. Pero no tiene certeza de que esto tenga factibilidad económica. Según las expectativas que tenían los productores de la zona, que eran solucionar el problema de los animales en la calle —no solo por los accidentes sino por los problemas sanitarios— y dar ocupación a la gente de Saucedo, consideran que algunos objetivos se cumplieron. Con respecto a los animales en la calle, gran parte de este problema se ha terminado, al haber ingresado a la colonia el grupo de asalariados, lo que ha disminuido la probabilidad de accidentes y problemas sanitarios. En lo atinente a la ocupación de mano de obra, se estima que antes se ocupaba mayor número de personas y con respecto al movimiento del pueblo, los insumos, comestibles y demás, se siguen llevando desde Salto. A pesar de lo mencionado, según el productor entrevistado, la implementación de la colonia determina un mayor riesgo sanitario para la zona, al venir muchos animales de diferentes orígenes y con diferentes tratamientos sanitarios, lo que requiere un estricto control del movimiento de ganado.
Otra persona entrevistada dentro de este grupo de actores sociales, considera que se ve más movimiento de gente y vehículos, pero no un mayor movimiento económico en la zona, por lo que no se han visto cambios en la dinámica de funcionamiento del pueblo. En cuanto a aspectos del municipio de Saucedo, se entrevistó al presidente de la Comisión de vecinos del pueblo, quien manifestó que se ha dado un efecto indirecto de la colonia en la zona. Esto responde al mayor tránsito de personas que concurren y trabajan en la colonia, lo que ha llevado a recibir más demandas por el acondicionamiento de calzadas, puentes y de la caminería en general. Esta demanda se ha canalizado y se han dado mejoras parciales en este aspecto. Entre los beneficiarios se consultó a los integrantes de la cooperativa SAUPA, dado que son lugareños. Respecto de los impactos económicos, relativos al movimiento de los comercios locales y la ocupación de mano de obra, coinciden con los demás entrevistados. Sin embargo, opinan que se ha notado un cambio en los integrantes del grupo SAUPA, en la generación de ingresos, mejora en las condiciones de trabajo y, en cierta medida, a nivel social ha posibilitado la inserción de este grupo en el medio productivo y en las Instituciones, pero aún no se registran efectos en la comunidad. En referencia a los aspectos sociales señalan, como el mayor impacto, la propia formación de la cooperativa SAUPA. Esta es una organización con personería jurídica, y está en una zona que carecía de institucionalidad. Por este medio, se han podido canalizar proyectos para la comunidad, desde diversas instituciones públicas, tales como: Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Intendencia de Salto y la Mesa Inter–cooperativa de Salto. También se canalizaron donaciones para la policlínica y la escuela.

5.2. Impacto de la colonia Seregni en las organizaciones y en sus productores
• Sociedad de Fomento Rural (SFR) de Colonia Gestido
Esta SFR nuclea 38 productores hortícolas-ganaderos y lecheros de colonia Gestido (también del INC), que explotan fracciones con un promedio de 50 has. Sus principales actividades incluyen cursos de informática y compra de insumos en conjunto. También han efectuado convenios con el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria para realizar semilleros de papa y de boniato y su posterior registro. En el campo de la colonia Seregni se brinda servicio de recría a 23 socios. Los entrevistados consideran que el campo ha sido lo que revivió la SFR, dado que esta estaba cerrada y el campo de recría reflotó su actividad. Se generaron reuniones por el campo y su administración, y se comenzaron a mover comisiones para otras actividades. Se ha dado un gran efecto indirecto, que ha beneficiado a productores que quizás no participan del campo, pero se acercaron por otras actividades. Sostienen que con el sólo hecho de
juntarse nuevamente, ya es un gran beneficio. Estos efectos indirectos han repercutido a nivel social. Se deben destacar que se ha reanudado el relacionamiento con las instituciones y se lograron aportes muy buenos de estas. Se hicieron cursos de informática en convenio con el INC y la Universidad de la República. A nivel económico, se señalan como logros, la compra de insumos en conjunto para siembra de invierno y de verano, con lo cual se han obtenido mejores precios. En convenio con el Instituto Nacional de Investigación Agraria, por medio de la Sociedad de Fomento, se hicieron semilleros de papa y de boniato en predios de los socios, que se registraron en el Instituto Nacional de Semillas. También con el Instituto de Investigaciones y con el apoyo del Plan Agropecuario se implementaron ensayos de siembra de pasto elefante.
Los productores opinan que, el hecho de participar del campo de recría, les ha permitido aumentar el área. Esto implica que se libere espacio en sus predios, destinándolos a especializarse en cada actividad (lechería o ganadería de cría y horticultura). Además del efecto físico de aumentar la superficie que explotan, esto permite: llevar terneras, recriarlas bien e inseminarlas. Se vuelve con una buena vaquillona, en buen estado y preñada con una buena genética. Esto determina una mejora en la eficiencia, lo que genera un gran impacto económico y una solución al manejo del sistema en los predios individuales. En cuanto a los terneros, la recría se realiza hasta un peso de entre 300 y 400 kg, y después se venden en conjunto. Además, debe señalarse que la transformación de terneros a novillos en el campo de recría, permite obtener buenos animales para la venta, lo que también repercute en la mejora de ingresos. Por ejemplo,

en colonia Gestido generalmente los productores tenían uno o dos novillos recriados para vender, pero regulares y flacos; al enviarlos al campo de recría, se dio un cambio y recientemente se hizo un embarque de 140 novillos con muy buen estado, de todos los productores.

Con este aumento de escala y calidad se logró conseguir un buen negocio, con excelentes precios y la disminución de costos de ventas y traslados. Otro efecto positivo a nivel del predio individual, es la posibilidad de regularizar las ventas, los productores han hecho buenas ventas y en forma regular todos los años. Esto es difícil de implementar en las fracciones individuales, por falta de organización interna de los predios. Por ejemplo:

en los años previos a la existencia del campo de recría, se constató falta de comida para los animales, y no tenían nada para vender. En estos 3 últimos años, desde la existencia del campo de recría, los productores han facturado en forma regular gracias al ganado que se ha enviado al mismo.

• SOFRILS
Organización que nuclea 96 productores lecheros de Salto y parte de Paysandú de todos los estratos productivos pero, en su mayoría, chicos. Tienen una Comisión Directiva y las actividades más importantes son: campo de recría y el Plan Ración. Representa a sus socios en la negociación del precio de la leche, proporciona insumos a mejores precios y brinda asistencia técnica. En la colonia Seregni establecieron un campo de recría, en el que participan 30 socios. Al ser consultados sobre la importancia de administrar un campo de recría y su impacto sobre la organización, la respuesta fue rotunda «Para la fomento hoy es la pieza medular y es fundamental la existencia de este campo».

SOFRILS, como gremial de lecheros, tuvo como principales actividades: representar a los productores, negociar precios con la planta, facilitar insumos, ración y asistencia técnica, entre otros. Pero en la actualidad el campo de recría le da un empuje diferente a la organización.

Sostienen que administrar un campo de recría, le ha dado una mayor dinámica a la gremial, al contar con mayor número de productores participando de las diferentes comisiones e indirectamente se han fortalecido los demás servicios que brinda la organización. Se ha generado más credibilidad y los productores se han dado cuenta de la utilidad e importancia de contar con una organización que los nuclee. Se organizan ventas de animales del campo para exportación, SOFRILS hace el negocio, se encarga de la trazabilidad, documentación, sanidad y se genera un ingreso como comisión del negocio, es bajo pero sirve para el funcionamiento de la gremial. «Si bien, no es el objetivo tener el campo para generar ingresos para la fomento, sino para el beneficio de los asociados, pero hoy se tiene un ingreso que antes no había». En referencia a los productores y sus predios individuales, las respuestas también fueron positivas. El proceso es favorable

100 %, al integrar el grupo y participar en un campo colectivo, aprendí mucho y lo volqué al predio particular. Todo lo que invertí lo hice asesorado, sobre todo en la orientación sobre el rubro, raza, técnicas y manejo. O sea que el grupo me dio vinculación, formación y conexiones comerciales, todo eso repercutió en términos económicos y a nivel personal.

Uno de los productores que explota 80 has, de las cuales 30 has son de bañado, indica que entre los beneficios directos obtenidos, tuvo un incremento de producción de leche, al sacar la recría para el campo en la Colonia y destinar toda la superficie de su predio a la producción de alimento para las vacas en producción. Por otro lado, obtiene vaquillonas bien recriadas, con 100 % de preñez y con buena genética. Todo esto impacta en el incremento del ingreso económico. Asimismo, indicó que antes de ingresar al campo remitía 120.000 lts, porque hacía la recría en su predio, «me complicaba el resto del sistema, siempre salía mal la recría, andar con esto, era como andar con una mochila». Buscó por todos los medios de conseguir pastoreos, pero era complicado, porque le daban en campos grandes junto con novillos, y si conseguía más chicos y cerca, corría el riesgo de pérdidas por abigeato. También averiguó en los otros campos de recría y no había lugar. «Por eso desde que llegó ese campo en la colonia, lo empujo con todas las fuerzas, por todo lo que representa para mí y para otros productores como yo. El campo de recría no es un gasto, es una oportunidad». Otro gran impacto, además de aumentar el área y hacer una buena recría, es la estabilidad de producción que permite a lo largo del año y la posibilidad de planificar en función de las vaquillonas que se tienen previstas para entrar al sistema. En la actualidad tiene 32 vacas en ordeñe, se propuso un techo de producción de 700 lt/día y mantener este nivel estable durante todo el año, que se lo permite el campo de recría. O sea, que pasó de remitir 120.000 lt a 255.000 lt/año. Sostiene que esta mejora responde en gran parte a su participación en el campo de recría. Otro efecto que se ha observado, quizás indirecto, pero que a los productores les ha impactado directamente, es el hecho de trasmisión de técnicas de manejo desde el campo de recría a los predios individuales y la importancia de contar con un técnico que aporte a la conducción de los mismos. En estos últimos años se ha dado una mejora en la eficiencia del campo de recría, que también ha repercutido en la economía de los usuarios. Por ejemplo en el año 2012 se logró hacer sorgo (25 has forrajero y 25 has para grano húmedo) y posteriormente, verdeos invernales y pradera (Raigrás y Trébol rojo). La cantidad de alimento excedió el requerimiento de las vaquillonas que se estaban recriando, por lo que se promocionó el ingreso de terneros para recriar. Además del excelente producto obtenido en las vaquillonas, también permitió buenas ventas de los terneros machos, los que, en predios chicos, en general se terminan regalando. Todo esto implica un aumento de eficiencia y de la rentabilidad de los sistemas individuales. Otro aspecto indirecto y a nivel personal, menciona el productor, es que al integrar toda la colonia le permite obtener otros conocimientos, al estar en contacto con los demás rubros, ganadería de cría y ovinos, y con otro tipo de productores con sus respectivas lógicas y dinámicas de funcionamiento.

• Cooperativa SAUPA
Surge en el año 2007, como un grupo de 20 asalariados y tenedores de ganado sin campo, de los parajes de Saucedo y Palomas. En mayo de 2010 se funda la cooperativa SAUPA con 10 socios, pero los usuarios del campo son 17, ya que brindan servicio de pastoreo a los ex - integrantes del grupo y vecinos de la zona con similar perfil al de ellos. Los integrantes de la cooperativa son asalariados rurales de los establecimientos de la zona, su sistema productivo se encuentra en la colonia, o sea que no es un campo de recría, sino de producción. Destinan el campo a la cría bovina y ovina. En la actualidad han conformado una majada cooperaria y un rodeo colectivo.
Tal como se ha citado en varias oportunidades y a diferencia de las otras organizaciones con trayectoria, en este caso el gran impacto es la formación de la cooperativa, dado que ésta se formó a partir de la colonia. El campo en la colonia, es la razón de la existencia de SAUPA. Ello les abrió la posibilidad de integrar un grupo para explotar un campo, lo que les permite mejoras en la forma de producción y en la generación de ingresos. Posteriormente se fueron visualizando, por parte de los productores, otros beneficios y efectos complementarios de integrar el grupo y participar del emprendimiento. Si bien, la conformación de una organización con personería jurídica, es una exigencia que tiene el INC para que un grupo sea arrendatario de una fracción, con el transcurso del tiempo se fueron dando cuenta de la importancia de ello. La cooperativa en esta zona es una herramienta, se obtienen beneficios directos para sus integrantes y aportes para la comunidad. Manifiestan, que pasaron por momentos difíciles en aspectos productivos (sequías) y de organización interna (transición de grupo a cooperativa), sin embargo desde hace 2 años se vienen obteniendo buenos resultados productivos y económicos, lo que ha fortalecido a la propia cooperativa y ha permitido pensar en planes y acciones de carácter social. A nivel individual o como integrantes de SAUPA, pasaron de ser vistos como «peones de estancia» a ser reconocidos como productores. También sostienen que SAUPA, debido a la creación de la colonia, ha dado a conocer la existencia de los pueblos Saucedo y Palomas en otros puntos del país. O sea que, además de los aspectos económicos y los directamente relacionados a la actividad productiva, se ha generado una gran familia y en cierta medida constituye una salida y una actividad social, para estas familias, que destinan prácticamente todos los días de sus vidas al trabajo en los predios de sus patrones. El impacto de la cooperativa y el campo, sobre las familias del grupo es muy grande. Dentro de los aspectos productivos, y como aspecto fundamental, es tener un lugar físico para desarrollar el emprendimiento; dado que en su mayoría tenía los animales en la calle, en pastoreos precarios y caros y/o en los predios donde trabajan. Esta oportunidad les significa tener un campo seguro, a un costo accesible, implementar medidas de manejo, realizar inversiones y obtener producciones regulares y no sólo un pastoreo. Los efectos de participar en un sistema organizado de producción colectiva les ha permitido: aumentar la escala, disminuir costos de producción, mejorar las condiciones de trabajo, mejorar la comercialización de los insumos y de la producción. El hecho de tener producciones estandarizadas de buena calidad y en mayor volumen, ha impactado sensiblemente en los ingresos económicos de las familias integrantes de la cooperativa. Reconocen que explotar esa fracción en la colonia no les permite dejar sus trabajos como asalariados y depender únicamente de lo generado en el campo, ya que el capital que poseen en animales y el cupo que tienen para poblar el campo no es suficiente como para generar ingresos que sustenten una familia. Sin embargo, estimaciones que realizamos, considerando las ventas de productos y los costos incurridos en la producción, así como el número de integrantes, permitieron realizar una primera estimación de ingresos incrementales. Se obtuvo que, asumiendo que todos los integrantes de la cooperativa tienen el mismo número de animales en producción, los ingresos incrementales mensuales significan en promedio más del 50% del sueldo que perciben como asalariados de la ganadería, y cuya cifra se encuentra en el entorno de los $8.000 por mes por integrante (año 2012). Todos lo consideran un importante complemento al sueldo. Obviamente que esto no lo perciben por mes, sino al efectuar las ventas de terneros, vacas de descarte y lana en sus respectivas zafras, como todo emprendimiento agropecuario. Pero ello les ha permitido ganar en tranquilidad y en la posibilidad de realizar proyecciones. Se debe recordar que con los animales en la calle, muy a menudo tenían problemas con el tránsito de vehículos, por las pérdidas de animales, y no tenían capacidad de plantearse medidas de manejo y mucho menos de proyectarse en la producción. También destacaron la importancia y la posibilidad de acceder a asistencia técnica, en aspectos productivos y de organización del grupo, así como la capacitación recibida de las instituciones participantes que, en su situación anterior, como tenedores de ganado sin tierra y sin forma colectivas de organización, era muy difícil de acceder. En cuanto a los aspectos culturales y sociales, manifiestan un gran agradecimiento a las instituciones que los han apoyado e incentivado y reconocen el proceso de formación y crecimiento que han tenido como personas y como grupo de familias. Destacan que la participación en cursos, jornadas de capacitación y viajes, les ha permitido conocer otras realidades, aprender de errores propios y ajenos, y considerarse como productores agropecuarios. Uno de los productores entrevistados relató su experiencia de viaje a Paraguay y Argentina por medio de FAO, para conocer otras experiencias de acceso a la tierra por parte de los campesinos. Afirma que, de no participar en SAUPA, nunca hubiese accedido a ese viaje y ganar dicha experiencia, conocer lugares y personas. Sin duda, hay muchas anécdotas de casos similares a este, protagonizados por otros integrantes de la cooperativa, que han generado un enriquecimiento cultural para estas personas y para el colectivo.

• SFR de Villa Constitución
Esta organización tiene mayor número de socios que las anteriores, dado que se encuentra en una zona más poblada, por lo que se desarrollan diversas actividades a través de comisiones. Una de estas, es el grupo de 9 productores usuarios de una fracción en la colonia Seregni. Este grupo tiene perfiles de productores muy variados, que incluye pequeños productores ganaderos, productores hortícolas que en zona marginales crían animales, y comerciantes con animales en la calle o en pastoreos muy precarios.
La iniciativa y la demanda de acceso al campo surgieron de este grupo de productores en forma independiente y no por la Sociedad de Fomento como organización. Posteriormente, el INC los incentivó a que fueran representados y avalados por la Sociedad Fomento de Constitución, como entidad local. En la actualidad están funcionando como una comisión dentro de la misma y, a través de ella, se canalizan los fondos para la asistencia técnica y para la presentación y ejecución de proyectos con el Ministerio. Según lo expresado por el técnico de la Sociedad Fomento, la organización ha estado por fuera del proceso, que ha tenido el grupo en el campo. Sin embargo, el grupo ganadero de la Fomento ha sido el único que ha funcionado y se ha mantenido hasta hoy. Todos los otros emprendimientos que tenía la Fomento han desaparecido. Estos emprendimientos y subgrupos fueron financiados y reactivados por los proyectos del Ministerio, pero cuando se terminaron los subsidios se fueron estancando hasta desaparecer. En cambio, el grupo ganadero sigue funcionando debido a que cuenta con un campo para administrar. O sea que para la Sociedad Fomento, el campo es una herramienta y va a ser lo que la mantenga activa, debido a que la propia directiva de la organización considera que lo más importante que tiene hoy, es el grupo ganadero. En cuanto a los productores participantes, sostienen que uno de los principales impactos es el beneficio de vender en conjunto. El grupo les permitió acceder a remates con volúmenes más grandes y obtener mejores precios. Por otro lado, la organización de la producción da la posibilidad de implementar medidas de manejo, y esto lleva a mejorar el producto (terneros), ofreciendo mejor calidad y más homogéneo, en comparación con el trabajo individual y en zonas marginales de pequeños predios. Como productores chicos y en su mayoría con predios muy reducidos e instalaciones poco adecuadas, consideran que el campo en la colonia es beneficioso. Sin embargo, dada la superficie que les fue adjudicada (524 has) y la distancia que tienen hasta la colonia (60 km aproximadamente), les cuesta diluir los costos y tienen un costo fijo alto. Sin embargo, últimamente con la mejora de los precios, se ha hecho rentable el campo; o sea que, en términos generales, el campo les sirve y les es rentable. A nivel de los predios individuales y en la economía de los productores, aún no se han visto las repercusiones reales, debido a los altos costos mencionados anteriormente. Además estas posibles repercusiones no se han cuantificado exactamente, dado que estos productores desarrollan otras actividades que son las que aportan el principal ingreso de las familias.

Si bien no se ha perdido plata, se hace muy difícil para un productor chico soportar 6 o 7 meses pagando un pastoreo caro hasta la venta de los terneros y sin posibilidad de retener terneras para crecer. Por el momento se están manteniendo y conservando el lugar, porque la superficie asignada no da para mucho más.

En cuanto a aspectos personales, manifiestan que el ingresar a la colonia, les ha aportado formación como productores y el aprendizaje de trabajar en grupo.

• Grupo de Ganaderos del Norte
Organización compuesta por 7 grupos de productores ganaderos de los departamentos de Salto, Artigas y Paysandú, ex grupos del Programa Nacional de Desarrollo de Pequeños y Medianos Ganaderos. Nuclea 60 productores, de los cuales 30 son beneficiarios del campo de recría de la colonia. Además brinda un servicio de telefonía celular, cuenta con una majada colectiva de la organización, para solventar los gastos de funcionamiento. En la colonia realizan la recría de terneros y terneras. Consideran que su participación en la colonia hizo crecer y fortaleció la organización y, en cierta forma, a los integrantes también. Antes era una organización que nucleaba grupos, se reunían los delegados, se llevaban informes y no mucho más. A partir del campo, las personas tienen metas, se formó una comisión, se hacen reuniones específicas referidas al campo, se evalúan las tareas y se planifica. Sin embargo, sostienen que «a la organización no le ha brindado beneficios económicos, quizás por no haberle sacado más provecho, ya que hasta ahora se ha trabajado sólo como un campo de pastoreo». También consideran que en los integrantes de la organización no tuvo gran impacto, dado que son muchos y por lo tanto, los cupos que le corresponde a cada productor son bajos, por lo que se han beneficiado algunos productores dentro del grupo. En cuanto a los beneficios individuales de los productores participantes, se registraron visiones y opiniones diferentes, dado principalmente por sus escalas de producción y por sus perfiles dentro la misma organización. Por un lado, uno de los entrevistados, un horticultor exitoso, que se ha diversificado en la actividad ganadera y que no cuenta con campo propio, opina que ha tenido impactos positivos por el hecho de participar en un grupo y, por medio de este, ingresar a la colonia Seregni. Con respecto al grupo, el aprendizaje sobre el rubro y el trabajo grupal se tradujo en mejoras en la producción y eso ha repercutido en un aumento de los ingresos por esta actividad. En cuanto al campo en la colonia, le permitió agrandar el área, mejorar la eficiencia, generando un gran impacto económico. Por otro lado, indica que usufructúa estos beneficios ya que ocupó lugares de productores que no llevaron ganado.
En cambio otro productor, que posee campos en propiedad y en arrendamiento y con más años como productor ganadero, considera que el beneficio de integrar el campo común en Seregni y, por ende, tener un lugar donde poner los animales, es como una caja de ahorros. Además se gana en la vinculación con la gente. Considera que es la manera de acceder a más campo, dado que en forma individual es complicado, y además, no es lo mismo estar a pastoreo en un campo, que estar en un campo de recría, donde está todo más controlado, con objetivos de producción y con participación en el manejo.

6. Análisis e interpretación de los resultados

A continuación se analizarán los resultados obtenidos en el relevamiento efectuado; en primer lugar en el ámbito local, siguiendo por las organizaciones y posteriormente a nivel individual de cada productor. En los cuadros que siguen se sintetizan las principales apreciaciones.

 

De esta información se desprende que entre algunos actores locales se encuentra un cierto grado de desinterés y desinformación sobre la colonia, quizás por el escaso impacto económico que ha tenido en los parajes más cercanos. Sin embargo, se debe destacar la importancia que tiene la creación de SAUPA, en lo relacionado a los beneficios económicos en los integrantes de SAUPA y, a nivel social, la inserción de estas personas en el medio productivo e institucional. Por otro lado, al generarse una cooperativa, con personería jurídica, se ha podido encausar proyectos de diversas instituciones para los productores y con menor alcance para la comunidad. Se puede decir, que la creación de una colonia por el INC, al igual de lo que sucede en otras zonas, actuó como promotor y/o creador de nueva institucionalidad rural, especialmente en parajes alejados como Palomas y Saucedo. En el caso de SAUPA, se considera que se dio un fenómeno de búsqueda y fortalecimiento del capital humano y un proceso importante de generación del capital social de la zona, por lo cual se puede sostener que se ha dado un proceso mayor de empoderamiento y valorización del emprendimiento. Las capacidades de los asalariados integrantes se han modificado positivamente, en términos de ampliar sus capacidades de decisión.

En este nivel, al igual que en el cuadro correspondiente al impacto en los productores, no se incluyó la columna correspondiente a los impactos negativos, debido a que no se relevó ningún comentario con este carácter. En lo que respecta a las organizaciones ya formadas, la oportunidad de tener un predio para administrar como campo de recría, significa una pieza fundamental para la reactivación y fortalecimiento. Esto se ha dado en mayor o menor medida y con cierto reconocimiento o indiferencia en función del tipo y característica de la organización y del perfil de sus integrantes. El Estado, en coordinación con entidades que nuclean productores, ha realizado esfuerzos y destinado recursos para la creación, reactivación y fortalecimiento de la institucionalidad rural. En este caso, se puede observar que el INC, a través de la entrega de tierras a organizaciones, además de brindar un beneficio directo a los productores, también genera un aporte a las organizaciones para su reactivación y fortalecimiento. Esto se refleja en que a partir de la posibilidad administrar un campo, se generan comisiones y actividades, que le dieron una nueva dinámica a las organizaciones participantes. En este sentido, se debe destacar la importancia del efecto de la reactivación y el fortalecimiento de las organizaciones en el medio rural, para la implementación de planes de desarrollo rural. Éstas se constituyen en ámbitos de representación local de los productores, y tienen la capacidad de dialogar con las instituciones públicas y privadas. Son canalizadoras de propuestas de sus socios y posibilitan un abanico de alternativas comerciales (venta de insumos y negocios), acceso a la asistencia técnica y el fomento de actividades sociales y culturales para los socios y sus familias. Todos estos aspectos aportan a la identidad de las comunidades rurales, valorizando sentimientos de pertenencia y potenciando las capacidades locales, mediante el fortalecimiento del «actor local». En este aspecto, se entiende que el impacto de la colonia L. Seregni también ha contribuido a la captación y fomento del capital social de la zona de influencia. Estas acciones son conducentes al empoderamiento por parte de los productores y las organizaciones, en especial de los diferentes proyectos ejecutados, lo que promueve un mejor uso de los beneficios y la continuidad de estos en el tiempo. Estos son puntos clave para la proyección y ejecución de propuestas de Desarrollo Rural.

En términos generales se considera que uno de los principales impactos de la colonia Seregni es el número de productores beneficiarios, a partir del modelo de colonización implementado. En la «estancia tradicional» los resultados son acumulados por una familia o grupo económico importante, y se basa en el trabajo asalariado, en general sometido a difíciles condiciones de vida y trabajo. A diferencia de la empresa o estancia tradicional, en este modelo se reparten los ingresos entre numerosos beneficiarios; adicionalmente se establecen bases de estabilidad mayor para los pequeños productores familiares y estrategias que incrementan la independencia relativa de los asalariados rurales. Asimismo, se desarrollan capacidades, tanto en término de capital humano como de capital social, que abren nuevas potencialidades para el futuro. Por otro lado, si se compara con el antiguo modelo de colonización, esta estructura basada en formas cooperativas y asociativas, respaldadas por organizaciones gremiales o sociales (Sociedades de Fomento Rural o una Mesa de Grupos de Productores) también presenta una gran diferencia de resultados. El modelo «clásico de colonización », en este mismo campo, hubiese permitido el establecimiento de entre 8 y 10 familias, independientes y sin sinergias tecnológicas ni de escala, y con una rentabilidad o ingreso en el límite de la sustentabilidad familiar y predial. En el marco de este proyecto se atiende la demanda de más de 100 (en la actualidad unos 120) productores de diferentes localidades, rubros y perfiles, pero además ya se ha generado una economía de escala importante y es de esperar que se generen, en el futuro próximo, múltiples sinergias tecnológicas y sociales.
La renta económicamente pura, obtenida por la explotación de la tierra, con este modelo de colonización se distribuye mucho más que en cualquiera de los otros dos modelos mencionados. En este caso, la misma se distribuye entre más de 100 grupos familiares y una institución estatal (INC); y en forma indirecta genera ingresos para algunas de las instituciones gremiales o sociales que hacen parte del proyecto. Además, por la forma más intensiva de producción y el aprovechamiento de las escalas colectivas, se genera una renta significativamente mayor a la que se daba en las situaciones anteriores o aquella que, potencialmente, se podría crear con un modelo clásico de colonización, con pocas unidades familiares, de pequeña escala y sin capacidad de acumulación económica y dificultad de innovación tecnológica. En lo que respecta a los impactos registrados a nivel de productor individual, el caso más significativo es el de los integrantes de la cooperativa de asalariados (SAUPA). En este grupo existe un proceso de pasaje de asalariado rural a productor; o mejor dicho, la constitución de una forma mixta de asalariado-pequeño productor miembro de una empresa asociativa. En este caso realizan una actividad mixta y complementaria, ya que la mayoría continúa con su actividad como asalariado y en forma simultánea explotan este campo en común. Este trabajo grupal les representa un complemento de ingresos y un crecimiento importante a nivel humano y social. Por ello, se concluye que se encuentran en tránsito entre asalariados y productores, o como se indica en el cuadro: «pasaje (parcial) a productor». Además, de la respectiva formalización en los organismos públicos, de prevención social e impositivos. Estos logros responden a varios factores inherentes a la mejora en la organización, definición de una orientación productiva, inversiones con capital propio y con ayuda de los programas del Ministerio, capacitación, mejora en la eficiencia del uso de los recursos naturales y financieros, aumento de escala, disminución de costos, mejores condiciones para la negociación de precios, entre otros factores. Y algo muy valioso, y quizás lo más importante, la revalorización del recurso humano con el que cuentan, dado por personas solidarias y muy trabajadoras. En el caso de los integrantes de SAUPA, dado su carácter de asalariado rural, si bien últimamente se han implementado leyes que amparan y contemplan en mayor grado a los trabajadores de este sector, las características que presenta el trabajo rural en la historia ha estado sujeto a la precariedad, a la disminución de demanda por mano de obra, así como a la zafralidad. Estos factores determinan que el trabajo rural asalariado presente situaciones de inestabilidad laboral, lo que repercute en la regularidad de sus ingresos. Además de las malas condiciones de vida adentro de los predios ganaderos, como casa y alimentación. La oportunidad de desarrollarse como productores, les permite, además de un complemento de ingresos, capitalizar sus ahorros y generar una alternativa laboral ante situaciones de desocupación permanente o zafral.
En los productores de las demás organizaciones, los impactos han sido variados y se pueden observar diferentes apreciaciones. Por un lado, están aquellos que realizan explotaciones más intensivas y en predios reducidos, y que tienen un perfil similar al de los colonos del INC y, por otro, los productores ganaderos familiares, que si bien no explotan grandes superficies tienen otra lógica de producción y funcionamiento. En este sentido, el beneficio que han descripto los productores lecheros al contar con un campo de recría, al igual que los productores de la Colonia Gestido, es indiscutible. Esto les ha permitido aumentar la superficie y especializarse en la actividad que realizan en sus predios, lo que impacta significativamente en sus economías. Esta mejora en los ingresos económicos de los productores responde, además de los efectos citados anteriormente, a la generación de valor agregado en los animales. Se podría decir que se generó un fenómeno de socialización de los resultados económicos y una mejora en la distribución de la renta obtenida del campo. A su vez, se debe contabilizar el efecto de reproducir en los predios individuales las técnicas de manejo implementadas en la colonia, a partir de las jornadas de campo (SOFRILS) e instancias de capacitación realizadas por el Secretariado Uruguayo de la Lana y el Instituto Plan Agropecuario para estos emprendimientos. Ello permitió constituir un espacio de intercambio de ideas y promoción de técnicas, en las jornadas que se desarrollan en la Colonia. Sin embargo, las otras dos organizaciones, han manifestado impactos y/o beneficios parciales y, en cierta manera, resultados productivos y económicos que no afectan en gran medida sus sistemas de explotación predial, ni sus ingresos. Esto responde a sus escalas y formas de producción, con un corte más extensivo, sobre todo en el caso de Grupos de Ganaderos del Norte. La superficie de la fracción otorgada a esta organización determina que el número de beneficiarios de la misma sea reducido. La distancia de la Colonia y otros factores también actúan para que dichos colonos consideren poco favorables sus resultados. Sin bien estos aspectos afectan en gran medida la utilización y aprovechamiento del recurso ofrecido, estos impactos poco importantes, percibidos por estos productores, pueden deberse a aspectos organizativos internos de estos grupos y a los diferentes niveles de empoderamiento logrados, como para desarrollar un uso eficiente y más equitativo del campo. En todos los casos, tanto a nivel de las organizaciones, así como de los productores, se considera que la magnitud de los impactos relevados está altamente influenciada por el recurso humano presente y su desarrollo en términos de capacidad de organización, empoderamiento del proyecto y disposición a trabajar por el colectivo. Esto determina en gran medida las respuestas y apoyos obtenidos desde las instituciones (Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Instituto N. de Colonización, Secretariado Uruguayo de la Lana e Instituto Plan Agropecuario) actuando en coordinación y complementándose para la concreción de los resultados obtenidos. A esto se suma la importancia del aporte de los técnicos, no solo en aspectos productivos sino en la orientación sobre la conducción del emprendimiento y en el accionar de las organizaciones.

7. Consideraciones finales

La investigación permite hacer algunas apreciaciones en relación al impacto generado por la implementación de la colonia, que aporta a la comprensión de un nuevo modelo de colonización, basado entre otras cosas, en un concepto de Desarrollo Rural más amplio y abarcativo, que el aplicado en décadas anteriores. La visión del Desarrollo Rural como transformación humana, social y productiva, en la búsqueda por generar mejores condiciones de vida y trabajo, especialmente entre aquellos sectores sociales con mayores carencias en las necesidades básicas, quienes estuvieron ausentes en el modelo agrario implementado en el país, y seguramente en la región, durante el último siglo. Los resultados obtenidos, así como las percepciones de los productores, están altamente condicionado por el perfil del productor y por el tipo de organización. Por tal motivo, se visualizan diferencias entre productores que realmente necesitaban un campo y lo demandaban, como forma de continuar y mejorar su explotación, y productores que ven esta oportunidad como un negocio más, o como un lugar donde colocar sus animales en un pastoreo de bajo costo, a modo de «caja de ahorro».
Sumado a lo anterior, se debe tener en cuenta, la falta de experiencia en este tipo de emprendimientos, tanto de los productores como de los técnicos y las instituciones. Si bien a nivel nacional existen varias experiencias grupales, se debe destacar la magnitud de este emprendimiento colectivo, en relación a la superficie, las organizaciones, el número de productores involucrados (más de 120) y el modelo de funcionamiento implementado. A nivel social, los impactos y beneficios más relevantes registrados en relación a la creación de una organización local de asalariados y pequeños productores, SAUPA, y la reactivación y el fortalecimiento de las ya existentes, responden a procesos de captación y fomento del capital social. Estas entidades de productores son fundamentales para el fomento de sus integrantes y de la zona, así como para la obtención de las líneas de apoyo de las instituciones públicas y privadas vinculadas al sector agropecuario. A nivel de los productores, los impactos observados en términos económicos han sido significativos en los de menor escala, por el hecho de contar un predio para producir y desarrollarse como productores. En el caso de los productores de las demás organizaciones se vieron beneficiados en el aumento de su capacidad productiva, mejoras en la eficiencia de producción en sus predios, generando mayores ingresos y estabilidad en el sistema. En ambas situaciones (asalariados y pequeños productores), lo anterior, es parte de los beneficios de participar en un sistema colectivo y asociativo que permite un uso más racional de los recursos e insumos. Como así también acceder a asistencia técnica, a la dilución y disminución de los costos de producción, a un aumento en la escala, a la estandarización de la producción y a la obtención de mejores precios de venta. Si bien el emprendimiento y este modelo de colonización presentan una serie de limitantes y ajustes a realizar, se puede considerar que se ha dado un fenómeno de socialización de los beneficios generados y una mejor distribución de la renta obtenida.
Si bien en algunos aspectos aún no se han logrado todos los resultados esperados, en general y teniendo en cuenta el corto período desde la puesta en funcionamiento del emprendimiento, se entiende que se han obtenido logros importantes en lo esencial, y se avanza en forma sostenida en los cometidos inicialmente previstos para esta colonia. Pero sobre todo, se remarca el haber priorizado y beneficiado a los sectores de la población rural con mayores dificultades económicas y con menores oportunidades.

Notas

1 En una compra–venta de campos que superen las 500 has Coneat 100, el Art. Nº 35 de la Ley Nº 11.029 y sus modificaciones posteriores, habilita al INC para constituirse enagente prioritario de compra, asumiendo las mismas condiciones pactadas entre los privados. Por ello, toda transacción de inmuebles rurales debe ser ofrecida previamente al INC, antes de la escrituración del inmueble.

2 El trabajo de campo y la información que se presenta en este artículo no incluye a este último grupo, debido al momento de integración del mismo a la colonia y el desfasaje con el relevamiento realizado para la investigación.

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