SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.122 número1Exposición prenatal y posnatal al humo de tabaco, nicotina, alcohol, marihuana, opioides y drogas ilícitas índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Archivos argentinos de pediatría

versión impresa ISSN 0325-0075versión On-line ISSN 1668-3501

Arch. argent. pediatr. vol.122 no.1 Buenos Aires feb. 2024

http://dx.doi.org/10.5546/aap.2023-10104 

Editorial

¿Qué puede y qué no puede hacer (aún) la inteligencia artificial en el mundo editorial científico?

Mariano E. Ibarra1 

1 Editor Asistente. Correspondencia para Mariano E. Ibarra: marianoestebanibarra@gmaii.com

El mundo académico, y dentro de este el mundo editorial, están absorbidos en discusiones sobre la inteligencia artificial (IA). Basta con explorar el tema en PubMed para encontrar una importante cantidad de artículos y comentarios sobre los efectos que el uso de la inteligencia artificial podría tener sobre la actividad científica y educativa. La inteligencia artificial no es algo nuevo, está conceptualmente entre nosotros desde la década de 19501 y en los últimos años forma parte estructural de la mayoría de las redes sociales y aplicaciones que consumimos a diario. Entonces, ¿qué cambió para que estemos todos hablando de la IA ahora?

A finales del año pasado se hizo público el ChatGPT.2 Se trata de una herramienta que permite realizar consultas mediante un algoritmo de IA generativa en forma gratuita. La capacidad de comprender y generar lenguaje de este tipo de algoritmos tomó a todos por sorpresa. Si bien los avances en el campo de la IA son conocidos, ChatGPT los puso sobre la mesa para que cualquiera pudiera explorarlos. No es necesario dominar lenguajes de programación o tener conocimientos específicos sobre la herramienta, alcanza con hacerle preguntas en nuestra lengua para obtener respuestas sobre una miríada de temas. Este nuevo modelo de IA tiene una capacidad de procesar información y de generar respuestas nunca antes vistas. ¿Qué rol podría jugar en el mundo editorial científico?

Lo primero que tenemos que comprender, es que la IA ya forma parte del mundo editorial. Al igual que con las redes sociales o las aplicaciones que usamos a diario, la IA es parte estructural de los procesos editoriales digitales. Cumple funciones en el procesamiento de textos para identificar plagio o traducirlos a diferentes idiomas. Pero este tipo de uso de la IA como herramienta para procesar manuscritos no es lo que nos preocupa. Lo que realmente nos preocupa es el rol que la IA podría tener en la generación de manuscritos. ¿Se trata sólo de una herramienta o es algo más? ¿Podemos considerar a la IA dentro de los autores de un estudio?

Dentro del mundo de las editoriales de revistas médicas hay diferentes posturas al respecto. La postura más dura la tomó la revista Science, manifestando que la IA no puede ser considerada como un autor y que tampoco debería permitirse el uso de herramientas basadas en IA para la generación de manuscritos.3 JAMA (Journal of the American Medical Association) tiene una postura diferente, coincidiendo en que la IA no puede ser considerada como autor, pero admitiendo su uso para generar texto, siempre y cuando esto sea declarado en forma detallada por los autores.4 Una postura similar adoptó el ICJME (International Committee of Medical Journal Editors), resaltando que la responsabilidad sobre el contenido de un manuscrito recae finalmente sobre los autores.5

Es difícil tomar una postura definitiva frente a un tema que evoluciona constantemente. Queda claro que ignorar o tratar de limitar lo inevitable sólo lleva al ocultamiento. En este momento de evolución de la IA hay dos factores que la limitan al mundo de estas herramientas. El primero es que no es capaz de generar nuevos conceptos e ideas; depende de los datos con los que fue entrenada. El segundo factor es que está programada para procesar una gran cantidad de información y generar respuestas en forma de texto a preguntas de los usuarios, pero no tiene la capacidad de generar las preguntas por sí misma. Por estos motivos la IA pertenece actualmente al mundo de las herramientas y es un ser humano el verdadero responsable de su producción.

Es conveniente que el uso de la IA en el mundo editorial científico sea transparente y declarado por los autores en forma explícita. De todas maneras, debe recordarse que serán estos los responsables del contenido del manuscrito, independientemente de la forma en que este haya sido generado.

REFERENCIAS

1. Dartmouth Summer Research Project on Artificial Intelligence. Hanover: Dartmouth College; 1956.

2. Introducing ChatGPT. OpenAI. Consulta: 31 de mayo de 2023. Disponible en: https://openai.com/blog/chatgpt

3. Science Journals: Editorial Policies. Science. Consulta: el 31 de mayo de 2023. Disponible en: https://www.science. org/content/page/science-journals-editorial-policies

4. Instructions for Authors. JAMA Network. Consulta: 31 de mayo de 2023. Disponible en: https://jamanetwork.com/ journals/jama/pages/instructions-for-authors

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons