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Salud(i)Ciencia

versão impressa ISSN 1667-8682versão On-line ISSN 1667-8990

Salud(i)ciencia vol.22 no.7 Ciudad autonoma de Buenos Aires nov. 2017

 

CRÒNICAS DE AUTORES

Antracosis: causa de parches de pigmentación color negro en la tráquea y el árbol bronquial

Anthracosis: cause of black patch in trachea and bronchial tree

 

Virendra Singh 1

1 SMS Medical College, Jaipur, India

Virendra Singh describe para SIIC su artículo editado en Lung India 32(2):102-106, marzo 2015

 

 

Jaipur, India (especial para SIIC)
La coloración negra de la tráquea se observa en una cantidad de enfermedades como la argiria (depósito de plata), la melanosis, la inhalación de carbón, la alcaptonuria y la antracosis. El cuadro más frecuente entre dichas enfermedades es la antracosis. El depósito de partículas de carbón y sílice en la mucosa de la vía aérea genera un área de pigmentación negra anormal observada durante la broncoscopia denominada antracosis. La asociación entre dicha pigmentación y el estrechamiento de la vía aérea se denomina antracofibrosis. La enfermedad fue identificada por primera vez en 1951 y el término fue acuñado tiempo después, en 1998, por Chung y col. Recientemente se generó una discusión sobre el término antracofibrosis. Muchos autores difundieron el término antracoestenosis porque describe mejor el cuadro clínico visualizado mediante la broncoscopia. Por otro lado, la antracofibrosis es un diagnóstico patológico.

Nosotros estudiamos 30 casos de pacientes con antracosis observada mediante broncoscopia y 53 controles sin antracosis ante la evaluación broncoscópica, de características similares en términos de edad, sexo y hábito tabáquico. El estudio fue realizado en el hospital SMS de Jaipur, India. El objetivo de la investigación fue evaluar la asociación entre la antracosis y otras exposiciones y las enfermedades pulmonares.

Esta entidad clínica generalmente afecta a la población de mediana edad o anciana, con una media de edad de presentación a los 59.4 ± 12.7 años. Además, afecta a las mujeres (16%) en mayor medida que a los hombres (7%), como también pudo observarse en nuestro estudio.

Los síntomas clínicos habituales en pacientes con antracosis son la tos, la dificultad para respirar, la hemoptisis y el cansancio. Hallamos que el 20% de nuestros pacientes con antracosis tenían antecedentes de trabajo en explotación minera en piedra, frecuencia significativamente superior en comparación con el grupo control. Se propusieron dos teorías para explicar esta asociación. En primer lugar, la sílice genera disfunción macrofágica, la cual a su vez afecta la depuración de las partículas inhaladas y provoca su depósito en la mucosa de la vía aérea. La segunda teoría enuncia que la silicosis predispone la aparición de tuberculosis, la cual a su vez se asocia con la antracosis. La exposición al humo de combustibles de biomasa se relacionó con la aparición de esta enfermedad, también llamada hut lung. No obstante, en nuestro estudio no hallamos una diferencia significativa en término de horas de exposición al humo de combustibles de biomasa entre los casos y los controles (p > 0.05).

La tuberculosis activa o antigua y ya curada fue 7 veces más frecuente en los pacientes con antracosis, en comparación con los controles. Las partículas inhaladas, como el carbón y la sílice, se depositan en las vías aéreas y, con posterioridad, son eliminadas por el sistema linfático hacia los ganglios correspondientes. La infección tuberculosa de dichos ganglios puede causar su rotura hacia la mucosa bronquial adyacente, con la consiguiente pigmentación negra. Otra teoría es que la pigmentación generada por la sílice afecta la respuesta inmunológica y predispone la aparición de infecciones como la tuberculosis.

El cáncer y la neumonía fueron observados con menor frecuencia en pacientes con antracosis. Los estudios anteriores sobre la asociación arrojaron resultados contradictorios. Se propuso que el estrechamiento de la vía aérea asociado con la antracosis generará una afectación de la clarificación de secreciones y puede provocar bronconeumonía. No obstante, en nuestro estudio no se pudo corroborar esta teoría.

La tomografía computarizada (TC) de tórax reveló que la fibrosis fue más frecuente en los casos, en comparación con los controles. La tuberculosis genera fibrosis y linfadenopatía y ambos cuadros fueron comunes en los pacientes analizados.

La enfermedad habitualmente afecta los lóbulos pulmonares superiores. En estudios anteriores se demostró un patrón de afectación preponderante en los lóbulos superiores y medios. El predominio de alteración superior también puede correlacionarse con el compromiso predominante de los lóbulos superiores que provoca la tuberculosis pulmonar (TBP) y con la frecuencia elevada de TBP en casos de antracosis. Nosotros realizamos broncoscopias tanto a los pacientes como a los controles, pero con el advenimiento de nuevas tecnologías como la citología por aspiración con aguja fina guiada por ecografía endobronquial (EBUS-FNAC), es posible acceder a los ganglios linfáticos en forma directa.

Las consecuencias clínicas de la antracosis pueden ser significativas, por lo cual esta enfermedad no debería ser ignorada. Huh y col. informaron con anterioridad el caso de un paciente con antracofibrosis no diagnosticada que fue sometido a un tratamiento quirúrgico, y cuya evolución posquirúrgica se complicó debido a una hemorragia. El sangrado se originó en un traumatismo inducido por un catéter de succión que fue insertado para remover el exceso de secreciones. La exploración del sitio del sangrado mediante broncoscopia reveló una pigmentación negra con estrechamiento grave del bronquio principal derecho. El anestesista debería tener conocimiento de dichas complicaciones, ya que pueden ser evitadas al estar alerta. El uso de ventilación con máscara laríngea, la evitación del uso del catéter de succión y el uso de fármacos anticolinérgicos para evitar el exceso de secreciones son algunas de las maniobras para evitar las hemorragias en dichos casos. Otra consecuencia clínica importante es que la antracofibrosis se asocia con hipermetabolismo en la tomografía por emisión de positrones con fluorodesoxiglucosa (FDG-PET), que puede generar confusión con el cáncer.

Para concluir, hallamos que la antracosis es frecuente en mujeres con antecedente de tuberculosis activa o antigua y fibrosis observable mediante TC de tórax. Sin embargo, necesitamos estudios prospectivos de mayor magnitud que incluyan el seguimiento mediante broncoscopia para confirmar nuestros hallazgos. Además, deben investigarse diferentes estrategias terapéuticas, ya que hasta el momento no existen recomendaciones consensuadas para estos casos.

 

 

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