Introducción
La leishmaniosis involucra una enfermedad que presenta una gran variedad de manifestaciones clínicas, las cuales difieren tanto en su severidad como en los síntomas producidos.
La diversidad de patologías, que varían desde úlceras cutáneas focalizadas (leishmaniosis cutánea) hasta lesiones en mucosas (leishmaniosis mucocutánea) y órganos internos (leishmaniosis visceral y leishmaniosis dérmica post-kala-azar), están determinadas tanto por la especie de Leishmania causante de la infección, como por factores propios del hospedero que se asocian principalmente a la respuesta inmune 2.
La primera descripción de leishmaniosis en los gatos se remonta a 1912, en Argelia5. En los últimos años la frecuencia de casos reportados se ha incrementado7, probablemente por el aumento en la incidencia global de la infección por Leishmania, y por el mayor número de personas que poseen gatos como mascotas 6.
En Paraguay existe poca información sobre la prevalencia e incidencia de esta enfermedad en los gatos.
El objetivo del presente trabajo fue reportar un caso de leishmaniosis felina en la ciudad de Asunción (Paraguay), incluyendo el modo de identificación de la noxa y la respuesta favorable al tratamiento instaurado.
Material y Métodos
El paciente fue un felino mestizo, macho castrado, de aproximadamente 5 años de edad y 3,8 kg de peso. El gato acudió a consulta por inapetencia y diarrea negruzca (melena). A la exploración clínica se evidenció desnutrición y problemas dermatológicos como alopecia, engrosamiento de la piel, hiperpigmentación e hiperqueratosis en las zonas auricular, área temporal y cervical inferior.
Inicialmente se procedió a la toma de muestra de sangre para el hemograma. Luego se realizaron los estudios de heces fecales, examen de médula ósea y determinaciones serológicas de enfermedades virales (inmunodeficiencia felina y leucemia felina) 1.
El protocolo terapéutico utilizado en el paciente fue: alopurinol (10 mg/kg cada 12 h per os durante 2 semanas, luego 15 mg/kg cada 12 h per os durante 3 semanas); domperidona (1 mg/kg cada 24 h per os durante 30 días) y sulfadimetoxina (20 mg/kg cada 24 h per os durante 7 días).
Resultados
El hemograma (Tabla 1) evidenció disminución del hematocrito, linfocitosis, neutrofilia, eosinofilia y presencia de neutrófilos tóxicos (con corpúsculos de Dohle).
El examen de materia fecal reveló la presencia de Isospora felis (++). Con relación a los estudios inmunocromatográficos de enfermedades virales, resultaron positivos para inmunodeficiencia felina y negativos para leucemia felina. Las muestras de sangre periférica y médula ósea, revelaron presencia de amastigotes de Leishmania infantum (Figuras 1 y 2).
El aspirado medular se obtuvo empleando el kit comercial GeneJet Genomic DNA Purification Kit (Thermo Scientific®) y la pureza del material genético se evaluó utilizando un espectrofotómetro Ds-11fx+ (DeNovix®), siguiendo las instrucciones del fabricante. Para confirmar la presencia de Leishmania, fue amplificado un fragmento del gen espaciador intergénico ribosomal (rRNA its-1) utilizando los iniciadores LSgits1-F1 y LS- gits1-R1. Los primers amplifican fragmentos de 220 a 275 pb de longitud dependiendo de la especie.
Cada reacción en cadena de la polimerasa (PCR) fue realizada en un volumen final de 20 µL, utilizando 10 µL del mix (2x hrm PCR Master Mix-Qiagen®) a una concentración final de 50 ng/µL, y ambos iniciadores a una concentración final de 0,7 µM. Las reacciones fueron realizadas utilizando un termociclador en tiempo real (Rotor-Gene 6000 Qiagen®).
La técnica PCR-hrm fue previamente puesta a punto en el laboratorio utilizando controles positivos de cepas de referencia de L. infantum, L. amazonensis y L. braziliensis. Posteriormente fue validada con muestras humanas provenientes de distintas regiones de Paraguay.
prueba | 59.resultado | 60.referencia |
---|---|---|
hemoglobina | 63.9,2 g/dl | 64.8,0-16,0 g/dl |
hematocrito | 67.27% | 68.28-45% |
eritrocitos | 71.6.139.000/mm 3 | 72.(5-9,5)x10,6/mm 3 |
leucocitos | 75.29.900/mm 3 | 76.(6-17)x10/mm 3 |
neutrófilos B | 79.0,8% (2.392/mm 3) | 80.0-2% |
neutrófilos S | 83.54%(16.146/mm 3) | 84.40-75% |
linfocitos | 87.24% (7.176/mm 3) | 88.20-50% |
monocitos | 91.0,7% (2.093/mm 3) | 92.1-12% |
eosinófilos | 95.0,7% (2.093/mm 3) | 96.1-5% |
basófilos | 99.0% (0/mm 3) | 100.0-1% |
plaquetas | 103.466.000/mm 3 | 104.(250-500)x103/m m 3 |
proteínas T | 107.7,33 g/dl | 108.5,5-7,90 g/dl |
B: en banda; S: segmentados, T: totales.
La PCR en tiempo real confirmó la presencia de Leishmania sp. Los valores de melting de los controles positivos de Leishmania utilizados (Figura 3), arrojaron los siguientes valores: L. infantum Tm: 81,00 C°; L. amazonensis Tm: 81,97 C° y L. braziliensis Tm: 80,05 C°. El valor de Tm para la muestra L194AM fue de 80,99 C°, coincidiendo con el valor del control de L. infantum.
A las 2 semanas de iniciado el tratamiento, el paciente pesó 4,3 kg, con evidente mejoría clínica y convalecencia de las lesiones cutáneas.
Discusión
Cabe destacar que la mayoría de los reportes de casos en gatos se originaron en zonas endémicas de leishmaniosis canina, situación que coincide con lo descrito en el presente trabajo. A diferencia de otros vertebrados, los gatos podrían asumir un papel activo en la transmisión.
Entre los principales hallazgos que soportan esta hipótesis, pueden citarse el alto porcentaje de gatos con parasitemia o seropositividad halladas en varios estudios en zonas endémicas, la persistencia de la infección aún después de la aparente curación de las lesiones cutáneas, y la preferencia de ciertas especies de flebótomos por alimentarse de la sangre de los gatos 3,4. Sin embargo, otros autores consideran que el gato se acomoda mejor a la definición de un hospedero accidental1.
La ausencia de una detección temprana de la leishmaniosis en los gatos de áreas endémicas, puede con llevar un riesgo potencial para la población humana y para los animales de la zona, ya que el felino podría ser un portador asintomático del parásito y estar disponible para los posibles vectores en el área.
En conclusión, si bien la leishmaniosis es considerada endémica en caninos de Paraguay, no existen evidencias de alta incidencia de casos en felinos. Dicha situación podría atribuirse al sub-diagnóstico o a la menor frecuencia de consultas veterinarias de pacientes felinos 6.
Resultaría importante que los veterinarios incluyamos a la leishmaniosis como potencial afección de los felinos. El diagnóstico diferencial podrá establecer datos epidemiológicos que evidencien el rol que desempeña el gato en la cadena epidemiológica o como reservorio de tal enfermedad.