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Intersecciones en antropología

versão On-line ISSN 1850-373X

Intersecciones antropol. vol.24 no.2 Olavarría dez. 2023

http://dx.doi.org/https://doi.org/10.37176/iea.24.2.2023.876 

Reseñas de libro

Paleoecología en el sur de Mendoza: sobre trayectorias, logros y desafíos

1ICB-CONICET-UNCuyo, Padre Jorge Contreras 1300, Mendoza

Neme, Gustavo; Gil, Adolfo. Arqueología del Sur de Mendoza, líneas de evidencia en perspectiva biogeográfica. 2022. Sociedad Argentina de Antropología, Ciudad Autónoma de Buenos Aires: 195p. ISBN: 978-987-1280-57-5.

Este libro representa la tercera etapa de un recorrido que comenzó veinte años atrás. En 2002, Adolfo Gil y Gustavo Neme compilaron una obra que contenía parte de la riquísima base científica sobre la que se apoyaba su trabajo, con el aporte clave de Humberto Lagiglia, pero también su agenda futura para el crecimiento de la disciplina en la región. Estos volúmenes que cada diez años discuten resultados sumando métodos y líneas de análisis han confluido en trabajos de gran valor para la arqueología argentina.

Una estructura básica que se sostiene es la presentación inicial sobre el estado de estudios paleoambientales regionales, en las que ha sido central el aporte de Marcelo Zárate y que en este último volumen suma a Ricardo Villalba. Sobre esta base absolutamente necesaria para el enfoque adoptado, los capítulos siguientes definen la segmentación ambiental, principalmente marcada por variaciones altitudinales, en la que se analiza el uso del espacio a lo largo de todo el libro. En siete capítulos, el contenido ofrece resultados y análisis de distinto tipo de registro, realizados por 18 especialistas y considerando toda la historia ocupacional de la región. Se mantiene, como en los libros anteriores, un cierre con balance final a cargo de Luis Borrero. Su trabajo, en todos los casos, ha brindado una mirada crítica y un posible rumbo que los autores han sabido capitalizar; la estructura se repite, pero el contenido se refina.

El primer capítulo da cuenta de una larga historia climática o itinerario ambiental que se remonta a los últimos 50 mil años. Pero además, muestra el crecimiento que ha tendido este campo en la última década, con una serie de trabajos en colaboración o impulsados por este polo sur de la paleoecología mendocina. Solo para destacar un aspecto, los estudios paleombientales reseñan factores muy sensibles en la región, como las condiciones de aridez y humedad a ambos lados de la cordillera. Los autores señalan que los registros más extensos entre los S30° y S35° muestran tendencias opuestas en las precipitaciones en ambas pendientes andinas. Este tipo de fluctuaciones ha sido clave para explicar patrones en las señales humanas complementarias a gran escala en el Holoceno medio (Méndez et al., 2015) y seguramente permitirá seguir enfocando la imbricada dinámica poblacional que vinculó poblaciones a uno y otro lado de los Andes. La importancia de las fluctuaciones, variabilidad espacial y temporal sugeridas en el mosaico ambiental que va perfilándose se potencia en las discusiones finales. La detección de datos contrarios a las expectativas iniciales permite desgranar posibles interpretaciones y recalibrar escalas; un logro que solo puede alcanzarse con la perspectiva deductiva desde la que se trabaja.

Miguel Giardina, Clara Otaola, Manuel López, Darío Soria, Cinthia Abbona, Adolfo Gil y Gustavo Neme inician el trabajo de fina arquitectura del libro con una caracterización de las tres unidades biogeográficas cuyos registros se contrastan en los siguientes capítulos: Altoandina, Patagonia y Monte. Estas unidades de análisis se definen como herramienta heurística para pensar problemas arqueológicos, no como objetivas e inalterables. Se perfilan, principal pero no exclusivamente, en base a provincias fitogeográficas. Para su delimitación, se consideran también la topografía y los relevamientos arqueológicos, buscando pensar el paisaje desde la perspectiva disciplinar que incluye además la distribución y abundancia de taxa animales en un interesante gradiente decreciente este-oeste. Serían sensibles a evaluaciones de ciclos estacionales y variaciones ambientales tiempo-transgresivas; variables críticas en el análisis de ambientes con diferencias altitudinales tan significativas.

A partir de la jerarquización de espacios y recursos disponibles, se discute la diferencia temporal en las señales humanas en cada unidad, evaluando el registro desde las expectativas que el modelo biogeográfico de Borrero propone: exploración, colonización y ocupación efectiva. Es pertinente el punto de partida sobre la base de los principios de la ecología cultural y en particular el concepto de “ambiente efectivo” a partir de tecnologías específicas sensibles a la explotación de recursos clave; se mencionan la cerámica y el arco y la flecha desde ca. 2000 años AP. La determinación del tempode dispersión de cada uno de estos elementos es central para abrir indagaciones sobre patrones diacrónicos de resolución fina a escala macro, y están arrojando resultados de interés para estas cuestiones (Castro y Marsh, 2022).

Los capítulos desarrollan un análisis exhaustivo de las variaciones espaciales y temporales en la ocupación humana en cada una de las unidades enfocando la tecnología, la subsistencia y dinámica poblacional humana con distintas líneas de evidencia. Los aportes incluyen una caracterización de disponibilidad geológica y de fuentes líticas regionales que resulta del trabajo sostenido de Laura Salgán y colaboradores; tanto como las tendencias en la explotación de recursos faunísticos y vegetales contrastados con datos isotópicos en restos humanos que se expone en el capítulo de Clara Otaola y coautores. El aporte de estas investigadoras a las tendencias generales que el libro recoge es de particular relevancia, en tanto que dos variables críticas, disponibilidad de rocas y distribución de presas mejor rankeadas, son identificadas en el balance general como agentes principales de la diferencial señal humana en las áreas contrastadas. Las anomalías son igualmente desafiantes y abren nuevas vías de exploración; tal es el caso de la inversión de las plantas domésticas en el registro, siendo la unidad altoandina la que mayor índice muestra, ya que alcanza al 75% de los conjuntos con evidencias arqueobotánicas. Condiciones ambientales favorables en ambientes de altura a S34° generaron ocupaciones en pulsos relativamente acoplados en intensidad durante los últimos milenios; patrones estacionales particularmente críticos para poblaciones de la vertiente occidental andina (Yebra et al., 2023).

En un capítulo dedicado a la evaluación de movilidad y rangos de acción, Neme y coautores combinan análisis arqueométricos en obsidiana y cerámica con resultados novedosos de Nuria Sugrañes. Este capítulo incluye análisis multidimensionales del arte rupestre con aportes de Danae Fiore; Agustín Acevedo y Hugo Tucker. El resultado puede verse como un tablero de múltiples entradas desde el que se explora la dimensión espacial de las estrategias humanas en una perspectiva sincrónica. Es particularmente relevante porque los registros más estáticos –arte rupestre y fuentes volcánicas– muestran resultados contrarios a las expectativas.

Adolfo Gil, Eva Peralta y coautores retoman un tema en el que han tenido centralidad en los últimos veinte años, como el de las tendencias demográficas regionales y el hiato registrado en el Holoceno medio. Se destaca el aporte en volumen de sitios y fechados obtenidos en la última década, que cuenta para esta discusión con 262 fechados provenientes de 123 sitios. Hasta el Holoceno tardío, todas las áreas biogeográficas consideradas tienen fluctuaciones poblacionales que incluyen la caída a cero, pero la fracción más acotada en este vacío se da en Altoandina. Desde 2400 años AP, se registra la ocupación sostenida de todos los ambientes; Altoandina se mantiene estable a lo largo de todo el Holoceno, y muestra un aumento en torno a 800 años AP. El dato es particularmente relevante ya que coincide temporalmente con la máxima extensión en las fuentes de obsidiana cordillerana y su circulación por fuera del arco volcánico sur (Nami et al., 2015; Cortegoso et al., 2019). En la discusión sobre ocupación diferencial de áreas se abren interrogantes sobre el impacto de la territorialización y la falta de acceso a algunos lugares en las decisiones de incorporación a la dieta de recursos con menores retornos. Esto conecta con dos temas de trayectoria en la región, la existencia de distintos rasgos que identifican espacios nodales e internodales en Patagonia septentrional (Barberena et al., 2017) al tiempo que lo hacen con el complejo mundo de parcialidades y límites interétnicos sugeridos por Durán (2000) desde un enfoque etnohistórico y arqueológico en el río Grande.

Borrero hace un análisis quirúrgico de las tendencias poniendo foco sobre ritmos y ciclos de ocupación de espacios con correspondencias en el corto y largo plazo. Abre así un análisis de juego de escalas que es posible gracias al riguroso trabajo sobre el que se ofrecen datos. El sólido equipo que han formado logra, a partir de la aplicación de múltiples métodos, identificar aspectos que confirman expectativas generadas desde marcos biogeográficos, pero también anomalías identificadas por Borrero como “luces rojas” que abren nuevos caminos de exploración. Destaca las ventajas del trabajo de análisis multiescalar que forma parte de la trama de este libro.

A riesgo de simplificar trayectorias y logros sostenidos por décadas, esta tercera producción es en sí misma el reflejo de una ocupación efectiva de la escena científica en el centro oeste de Argentina. Desde dos jóvenes investigadores que decidieron proyectar su carrera en esta región, hasta un maduro equipo formado con su apoyo que garantiza continuidad y compromiso con la ciencia en una provincia con una historia que es testimonio de esfuerzo.

REFERENCIAS

Barberena, R., Romero Villanueva, G., Lucero, G., Fernández, M. V., Rughini, A. y Sosa, P. (2017). Espacios internodales en Patagonia septentrional: biogeografía, información y mecanismos sociales de interacción. Estudios Atacameños, 56, 57-75. [ Links ]

Castro, S. C. y Marsh, E. (2022). Estudio morfológico y discriminante: dardos y flechas en los Andes entre 6200 y 1760 años cal AP en Los Morrillos, San Juan. Comechingonia, 26(3), 31-40. [ Links ]

Cortegoso, V., Yebra, L., Castro, S. y Durán, V. (2019). La presencia de obsidiana en contextos arqueológicos del Norte de Mendoza: interacciones humanas en una región andina sin fuentes volcánicas. Intersecciones en antropología, 20(2), 153-165. [ Links ]

Durán, V. (2000). Poblaciones Indígenas de Malargüe. Su arqueología e historia. CEIDER Serie Libros, N° 1, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza. [ Links ]

Méndez, C., Gil, A., Neme, G., Nuevo Delaunay, A., Cortegoso, V., Huidobro, C., Durán, V. y Maldonado, A. (2015). Mid Holocene radiocarbon ages in the Subtropical Andes (~29° - 35° S), climatic change and implications for human space organization. Quaternary International, 356, 15-26. [ Links ]

Nami, H., Durán, V. Cortegoso, V. y Giesso, M. (2015). Análisis morfológico-experimental y por Fluorescencia de Rayos X de las puntas de proyectil de obsidiana del ajuar de Uspallata Usina Sur (Mendoza-Argentina). Revista de la Sociedad Chilena de Arqueología, 45, 7-37. [ Links ]

Yebra, L., Cortegoso, V., Marsh, E., de Porras, M. E., Maldonado, A., Castro, S., Barberena, R., Winocur, D. y Durán, V. (2023). Estrategias humanas y paleoclima en los Andes (34 S): Variaciones en la intensidad de ocupación de Laguna del Diamante (ca. 2000-500 años AP). Latin American Antiquity, 1-18. https://doi.org/10.1017/laq.2023.27Links ]

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