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Medicina (Buenos Aires)

versión impresa ISSN 0025-7680versión On-line ISSN 1669-9106

Medicina (B. Aires) vol.83 no.3 Ciudad Autónoma de Buenos Aires ago. 2023

 

CARTA AL COMITÉ DE REDACCIÓN

Terapia intensiva: una especialidad en terapia intensiva

Roberto A. Villa1  * 

1 División Terapia Intensiva, Hospital de Agudos Juan A. Fernández, Buenos Aires, Argentina

En Argentina, el primer caso confirmado de la pandemia de COVID-19 se dio a conocer el 3 de marzo de 20201. EL 7 de marzo, el Ministerio de Salud confirmó la primera muerte del país y de América Latina, un hombre de 64 años que había viajado a París; tenía enfermedades pre existentes que complicaron su cuadro.

Ahí comenzó la población general a enterarse que existía una especialidad médica llamada Te rapia Intensiva. Las primeras unidades de terapia intensiva aparecieron en la península escandiná vica a principios de la década de 1950, con el ob jetivo de centralizar el uso de los respiradores y la actividad de los profesionales de la salud, como consecuencia de la epidemia de poliomielitis, pero no es hasta 1958 en que el médico aneste siólogo Peter Safar organiza en el Baltimore City Hospital la primera unidad especializada, que denominó Unidad de Terapia Intensiva, ejemplo que se diseminó por el mundo en la década de los 602. La gran diferencia en los resultados era sencilla y de aquí su éxito: las 24 horas del día, médicos y enfermeras se dedicaban al cuidado de los enfermos graves. Se dieron cuenta que era la diferencia entre la vida y la muerte. En América Latina, la primera unidad de cuidado intensivo data del año 1958 en Argentina3, pero es a partir de la década del 70 que se produce el gran desa rrollo de las Unidades de Terapia Intensiva.

El intensivismo es una especialidad de ca racterísticas particulares. Se atiende y se trata a pacientes clínicos y quirúrgicos de todas las especialidades con la más alta complejidad, en donde el margen de error debe ser mínimo, y en donde se presentan la mayor cantidad de resul tados desfavorables; donde la mala evolución no es trasladable a otra área de internación, y es el intensivista quien lidia con ello, una de las tantas partes ingratas. Es una especialidad que nació tomando parte de la anestesiología, par te de la medicina interna y parte de la cirugía, amalgamando cada una de ellas y desarrollando su propia identidad4.

Desde hace muchos años, en Argentina, se ha tornado una especialidad “poco atractiva”. Sabe mos que el médico en formación como intensivis ta, debe de adquirir habilidades quirúrgicas, cono cimiento en profundidad de la medicina interna, y de la anestesiología, preferentemente también de cardiología y hemodinamia. En nuestro medio el intensivista presenta jornadas de trabajo intermi nables, maltrato social, laboral y de pares, condi ciones de trabajo deplorables, con un magro sueldo que raya la línea de pobreza; todo este coctel, hace que en los últimos quince años cerca del 50% de aquellos médicos que deciden hacer una residen cia y formarse en esta especialidad, luego de este enorme esfuerzo, al finalizar, se dediquen a otra especialidad o directamente dejen la profesión mé dica5. Un hecho muy interesante es que existe un consenso general de que la formación recibida ha sido muy buena o excelente. La crisis de los intensi vistas no es un nuevo problema6. Lisa y llanamen te, aspectos tales como la precariedad laboral, el multiempleo y la falta de una remuneración acorde son los tres jinetes del apocalipsis que vienen des truyendo la especialidad, volviéndola aún menos atractiva. Acompañan este proceso el burnout, la depresión, el estrés y ansiedad en los profesionales de la salud, especialmente en pandemia, temas de los cuales el sistema no se ha ocupado7.

La información sobre los factores motivaciona les es útil para desarrollar políticas que alienten a elegir especialidades con escasez de médicos y para brindar orientación sobre especialidades profesionales. Desde hace tiempo insistimos con este punto, mostrando la crisis que vendría8.

A partir de marzo de 2020, Argentina inició una larga cuarentena, con una pandemia brutal que puso en jaque al sistema de salud durante 18 meses, agotando física, psíquica y emocional mente a todo su personal9,10, especialmente a los intensivistas. No solo nos encontramos lu chando contra una pandemia salvaje; insólita mente también nos encontramos peleando con tra una infodemia11,12.

El reconocimiento por semejante labor se puede expresar de formas diversas, el económi co, el social o el de pares. Ninguno de ellos exis tió formalmente, nuestro país se encuentra des de hace muchos años en crisis económica, social y del sistema de salud. Como consecuencia, del 20 al 30% de los intensivistas han renunciado, dependiendo la/s unidades5. La Terapia Intensi va como especialidad está en condición crítica, al borde de la extinción.

Curioso fue ver durante la pandemia “dura”, que personas no calificadas explicaran en los medios de comunicación como utilizar una máquina de asistencia respiratoria; o diversas técnicas para mejorar la oxigenación, o como tratar el COVID-19. Tal vez de allí, quienes nos conducen políticamente, y en los ámbitos de sa lud, fueron acuñando la idea de que cualquier médico con cualquier especialidad puede hacer Terapia Intensiva, tirando por tierra lo aprendi do durante más de 60 años. Cada especialidad en Medicina tiene su propia historia, constru yendo su propio saber científico, su propio arte y su propia identidad. Mi abuela, lo resumiría sencillamente: “zapatero a tus zapatos”.

La Terapia Intensiva hoy, en Argentina, como especialidad se encuentra en Terapia Intensiva. Creemos que no hay secretos para la formación de especialistas en distintas áreas de la medici na; sino constancia, esfuerzo, profesionalismo y dedicación. Las evaluaciones de habilidades, los formatos que tienen en cuenta el razonamiento clínico, el juicio de expertos, el profesionalismo, la gestión del tiempo, las distintas estrategias de aprendizaje y el trabajo en equipo mantienen la confiabilidad y validez adecuadas para el desa rrollo en particular de la Terapia Intensiva.

El concepto de que cualquier médico de cual quier especialidad puede hacer, sin la adecua da formación, cualquier especialidad, no solo es burdo, sino que también pone en peligro a los pacientes, disminuye la calidad de atención y el nivel científico de la práctica médica, y pone en riesgo al sistema de salud todo. El apoyo político e institucional, la reflexión y la tutoría de exper tos, deben acompañar el desarrollo profesional; y el reconocimiento económico y social, pilares que alimentan la motivación para la elección de las especialidades médicas necesarias para la Nación.

Biblografía

1. Ministerio de Salud de la Nación Argentina. Actu alización epidemiológica. Confirmación del primer caso importado de COVID-19 en la República Argen tina - SE 10 - 04/03/2020. En: En: https://bancos.salud.gob.ar/recurso/actualizacion-epidemiologica-confirmacion-del-primer-caso-importado-de-covid-19-en-la ; consultado enero 2023. [ Links ]

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3. Gallesio AO. ICUs worldwide: a brief description of intensive care development in Argentina. Crit Care 2003; 7: 21-2. [ Links ]

4. Hall J, Schmidt GA, Wooe LD JP. PART 1: An Overview of the Approach to and Organization of Critical Care, CHAPTER 1: McGraw Hill 2014. [ Links ]

5. Inserción laboral de los residentes postbásicos. Fano Martínez Monique, Barroetaveña María, Reboiras Fabiana Inés, Sánchez Alejandro. En: Ponencias. Buenos Aires: Instituto de Investigaciones Gino Germani, 2004. En: En: https://www.estadisticaciudad.gob.ar/pergamo/documento.php?ui=1&recno=1616&id=1.1616 ; consultado enero 2023. [ Links ]

6. Alconada Magliano JP, García EF. La situación de la terapia intensiva y su contexto, Revista Argentina de Terapia Intensiva 2015; 32:23-4. [ Links ]

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8. Villa RA, Training of the intensivist: a new and an old problem - teaching innovation. Med Intensiva 2020; 44 (Supl Congr 1): 6. [ Links ]

9. Ortiz Z, Antonietti L, Capriati A, et al. Preocupaciones y demandas frente a COVID-19. Encuesta al personal de salud. Medicina (B Aires) 2020; 80 (Suppl 3): 16-24 [ Links ]

10. Castro HM, Prieto MA, Muñoz AM. Prevalencia de síndrome de burnout en personal de salud durante la pandemia de COVID-19 y factores asociados. Estudio de corte transversal. Medicina (B Aires) 2022; 82: 479-86. [ Links ]

11. De Vito E, Catalano H. Infodemia y desinformación. ¿qué sabemos de la efectividad y la eficacia de la vacuna contra/para SARS-CoV-2/COVID? Medicina (B Aires) 2020; 80 (Supl VI) 107-9. [ Links ]

12. The Lancet Infectious Diseases. The COVID-19 info demic. Lancet Infect Dis 2020; 20: 875. [ Links ]

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