SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.48 número1Castro hermanos: El éxito de una empresa familiar vitivinícola de San Juan durante el primer peronismoEducación y vitivinicultura: Formación de recursos humanos y generación de conocimientos técnicos en Mendoza (1890-1920) índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Revista de historia americana y argentina

versión On-line ISSN 2314-1549

Rev. hist. am. argent. vol.48 no.1 Mendoza jun. 2013

 

ARTÍCULOS DE HISTORIA ARGENTINA

Liderazgo, elencos partidarios y selección de candidatos en el Movimiento Popular Neuquino entre 1961 y 1991.

 

Fernando Danza

Universidad Nacional de San Martín. ferddanza@gmail.com

Recibido 01-V-2013.
Aceptado 1-VI-2013.

 


RESUMEN

Mediante esta investigación vamos a intentar reconstruir aspectos puntuales de la organización institucional del Movimiento Popular Neuquino desde su fundación, más precisamente, vamos a indagar en los mecanismos de selección de candidatos.
Aludimos al MPN como partido, aspecto que quedó ensombrecido dado el lugar de protagonismo indiscutible otorgado al líder neuquino y su familia. La influencia del liderazgo carismático de Felipe Sapag a la hora de constituir el MPN y gobernar Neuquén resulta indiscutible. Sin embargo, la reconocida importancia del liderazgo carismático de Felipe Sapag no nos impide preguntarnos sobre el funcionamiento interno del elenco de líderes partidarios, las causas de la permanencia de sus integrantes y la transformación de dicho elenco. Del mismo modo, nos proponemos observar cuáles son las prácticas de interacción que se producen y reproducen, desde el elenco de líderes partidarios, respecto a los mecanismos institucionales de selección de candidatos.

Palabras Claves: Partidos; Política Provincial; Liderazgos; Selección de Candidatos.

ABSTRACT

With this investigation we will attempt to reconstruct some detailed aspects on the institutional organization of the Movimiento Popular Neuquino, precisely, mechanisms of candidate selection since the party's foundation.
We refer to the MPN as a party, aspect that remained overshadow because of the importance on the provincial leader and his family. The influence of the charismatic leadership of Felipe Sapag on the construction of MPN, and on his role as Neuquen's governor, results undeniable. However, this recognized influence of the charismatic leadership doesn't denies questions about internal functioning of the leading group and the party, its transformations and the causes of permanence of its members. In the same way, we decided to observe practices produced and reproduced from the leading group refered to the institutional mechanisms of candidate selection.

Keywords: Parties; Provincial politics; Leadership; Candidates selection.


 

INTRODUCCIÓN

En este trabajo nos proponemos analizar la trayectoria del elenco político de dirigentes que lideró el Movimiento Popular Neuquino durante 1961 y 1991. En primer lugar, vamos a introducir el proceso de creación de un partido, nos referimos a la fundación del MPN en 1961, para luego avanzar hacia una reconstrucción histórica del elenco de líderes partidarios, así como de las transformaciones y cambios que se dan en dicha coalición. En tercer lugar, nos proponemos describir los diferentes mecanismos institucionales que, a través del tiempo, provee el partido para elegir a sus candidatos. A partir de esto, el objetivo es identificar las prácticas que se reproducen como consecuencia de la interacción del elenco de líderes con dichas reglas partidarias.
Las formas de selección de candidatos y otros procesos decisionales nos permitirán observar cómo es que se procesa la heterogeneidad partidaria y las tensiones al interior de este. Mediante esta investigación se intentará dar cuenta de la influencia que la relación e interacción entre las decisiones de los individuos que componen el liderazgo y el diseño institucional del partido ejerce sobre las transformaciones de ese elenco de líderes partidarios y cómo es que estas transformaciones se producen.
Por último, dos cuestiones: Nos proponemos estudiar un elenco de líderes e indagar en su funcionamiento, transformaciones e incorporación de nuevos actores extrapartidarios o miembros de una segunda línea de gobierno a dicho elenco. Lo que esto significa es que vamos a matizar el aspecto carismático y unipersonal del liderazgo, el cual ya está suficientemente estudiado para el caso neuquino. Por otro lado, intentaremos plantear un punto de partida para buscar relaciones entre el diseño institucional del federalismo electoral argentino y la política provincial, así como con la composición y funcionamiento del elenco de líderes partidarios.

LA ETAPA FUNDACIONAL DEL PARTIDO

El fin del voto en blanco: el surgimiento del liderazgo

El Movimiento Popular Neuquino surge en 1961, agrupando a dirigentes peronistas locales que, previo a la creación de esta nueva fuerza política, perseguían el retorno del líder y apoyaban la estrategia del voto en blanco. La idea de crear un nuevo partido político tiene su primer impulso en Cutral Có, fuerte bastión peronista en la provincia.
Durante mayo de 1958, el gobierno de Frondizi, había enviado al congreso una iniciativa clave: el proyecto de ley de amnistía general. Dicho proyecto fue acordado pre-electoralmente entre Perón y Frondizi. La ley de amnistía fue aprobada durante mayo con el número 144361. Es a partir de este momento que comienza a adquirir visibilidad, nuevamente, la actividad política peronista, abandonando la clandestinidad de los últimos años. Sin embargo, el partido continúa proscripto.
En Neuquén, esta ley de amnistía se aprueba en un momento en que la estrategia del voto en blanco comienza a ser considerada descartable por aquellos peronistas que recientemente habían comandado los gobiernos municipales. Era desgastante para este grupo de dirigentes el hecho de sumar la mayor cantidad de electores2 sin dejar de ser espectadores del concierto político. Es así que empiezan a surgir estrategias distintas, afianzando la iniciativa de desprenderse de la verticalidad propia del partido peronista. En tal sentido, la conversación que mantuvieron Felipe Sapag, Antonio Creide y Miguel Ganem cuando corría el año 1961:

MG- Mirá Felipe, se vienen otras elecciones y tenemos que ver qué hacemos. Estamos cansados del voto en blanco, que está bien para la Nación porque es el juego que Perón está haciendo, pero acá es un desastre. Votamos en blanco, ganamos por más del 50%, festejamos un día y al otro asumen los radicales intransigentes, que sacaron menos del 20%... Yo creo que tenemos que hacer un partido provincial para votar en las intendencias y en la gobernación. Para el orden nacional, vemos qué dice Perón…
FS- mmm, me parece difícil, ¿cómo se arma un partido? No debe ser fácil…
MG- Tenemos experiencia de gobierno. Tu hermano Elías conoce abogados, ya hablamos con él y le gusta la cosa. El ya organizó antes un partido, el partido laborista.
FS- ¿Con quién más hablaron?
AC- Bueno, con tus hermanos en Zapala, con Pedro Mendaña, el que fue gobernador, ¿te acordás?, bueno, le gustó… vamos a hablar con gente de Neuquén… Natali puede hablar con los ferroviarios, que son muchos allá. Ustedes son muy importantes, porque pueden convencer a los petroleros.
FS - ¡Qué querés que te diga! Dejame pensarlo, lo conversamos con Elías, a ver qué dice
3.

Felipe Sapag, miembro de la comunidad de libaneses en la provincia, era un referente del peronismo neuquino. Dese 1952 a 1955 ocupó la presidencia del concejo municipal de Cutral Có, lugar en el que tuvo una profusa actividad política y social desde su fundación. Llegaría a ocupar el cargo de gobernador provincial en cinco oportunidades y formaría parte, junto con su hermano Elías, del elenco de líderes del Movimiento Popular Neuquino. Dadas las características carismáticas de su liderazgo, la trayectoria de este integrante es considerada como la de mayor importancia en la política provincial.
Elías Sapag, hermano de Felipe, aparece en el diálogo como alguien que debe ser consultado de forma necesaria. Este dirigente ocupó, junto con Felipe, el lugar de mayor importancia al interior del elenco de líderes del Movimiento Popular Neuquino. Elías había ocupado la presidencia de la primera Comisión de Fomento de Cutral Có. También fue el primer presidente del Partido Peronista en el Neuquén territoriano y, luego, presidente del MPN desde su fundación hasta 1986. Su habilidad como político lo llevó, entre otras cosas, a ocupar un escaño en la Cámara alta en varias oportunidades, operando como el embajador provincial en la política nacional.

El nacimiento del partido provincial

Una carta escrita el 30 de abril de 1961 por el Dr. José Caballero que tuvo como destinatario a Felipe Sapag nos sirve para ilustrar cuál era la situación al surgir el MPN y otros partidos neoperonistas, así como para dar cuenta del contexto político nacional de aquel momento:

Distinguido compañero:
[…] Mi satisfacción es muy grande desde que unánimemente todos se pronunciaron por el voto positivo y por ir a la lucha comicial.
[…] tuvimos la honra de ser designados en una reunión… para consultar la opinión de la gente de los pueblos circunvecinos e invitarlos a que se reúnan y designen a sus delegados para la reunión del Departamento Confluencia, y en todos los lugares visitados se comparte nuestras inquietudes y el mismo punto de vista. Pienso que la Asamblea Provincial será un éxito.
Como el tiempo urge, desde que es público que se ha presentado un proyecto para adelantar las elecciones cuatro meses-y ello no es ajeno la preocupación del gobierno que conoce nuestras inquietudes y posible reagrupamiento, y sin duda quiere impedir que vayamos a la lucha comicial- pienso personalmente que la asamblea debería efectuarse lo antes posible, para dejarlo todo finiquitado y poder obtener la personería política…
[…] en la Asamblea deberían debatirse los siguientes puntos […]
1) Si se persiste en el voto en blanco o se opta por el voto positivo […]
2) En caso de llegarse al voto positivo:
a) Si se forma partido político provincial.
b) Qué nombre se le dará…
3) De crearse el partido y darle nombre, votar que la Asamblea se constituya "ipso-facto" en ASAMBLEA CONSTITUYENTE
4) Se discuta y apruebe la CARTA ORGÁNICA.
5) Se designen las autoridades provisorias del partido con mandato expreso de que se solicite a la Secretaría Electoral la personería política, y se reúnan las firmas que indica el Estatuto de los partidos políticos.
6) Se designen de uno a tres apoderados para que hagan la presentación ante el Juzgado Electoral.
[…] el Dr. Alberto Serú García, compañero, colega y amigo, me ha hecho llegar como Presidente del partido en Mendoza
4 y Presidente de la Junta Interprovincial, no sólo un proyecto de Carta Orgánica, sino copia autenticada del "Congreso de la Victoria" de 26 de marzo pasado, y de la resolución de la junta de la misma fecha para promover la creación de núcleos provinciales a fin de que designen sus delegados para una reunión de carácter NACIONAL para convenir una política común y la formación del Partido Nacional, mientras el Partido original esté proscrito.
Solo agrego, que en el proyecto he eliminado toda declaración de fines que puedan comprometer el reconocimiento del partido y que nos puedan negar la personería.
Entiendo que con la misma astucia que obran contra nosotros y con la experiencia recibida, corresponde obrar con igual sagacidad y superarlos, nos basta saber entre nosotros quienes somos y que fin llevamos. José María Caballero. Abogado
5.

De esta carta se desprenden cuestiones de gran relevancia. En primer lugar, se observa la intención de presentar una alternativa electoral provincial en las próximas elecciones, iniciativa que no era ignorada por la conducción nacional del peronismo, ya que Felipe Sapag mantenía contacto epistolar con Oscar Albrieu, miembro del Consejo Nacional Peronista. En segundo lugar, la misiva sirve como documento para rastrear el surgimiento de los partidos neoperonistas. Por último, se expresa la necesaria prudencia a la hora de redactar la declaración de fines, ya que sin la discreción necesaria a la hora de elaborar la carta orgánica- que no podía resaltar abiertamente los principios peronistas- la creación del nuevo partido resultaría improcedente.
Esta corriente se afianzaba en el departamento de Confluencia: en Cutral Có, se estructura alrededor del liderazgo de Felipe Sapag y su experiencia en el trabajo al frente del municipio. En Neuquén, capital de la provincia, fue fundamental la relación de Elías Sapag con Carlos Sobisch, quien, como ya dijimos, ocupó importantes cargos públicos y era muy influyente en la conducción del peronismo provincial. Por otro lado, Felipe Sapag se vinculaba con José Carol, referente de los barrios más pobres del municipio neuquino. Esta red de relaciones les permitió abarcar y sumar a la nueva iniciativa a gran parte del peronismo de la capital provincial.
Este proceso de construcción partidaria necesitaba, para ser considerado provincial, apoyos en el interior neuquino. Tal aspecto se fue configurando alrededor de la figura de Elías Sapag, quien contó con la gran voluntad ejecutiva de Buenaventura Justo Vai, otro integrante de importancia dentro del liderazgo político provincial. Entre ambos establecieron la coordinación necesaria para la reunión que en Zapala daría forma al partido.
En el departamento de Zapala, la iniciativa fue difundida por Amado Sapag (hermano de Elías y Felipe), quien ya había estado al frente del municipio y era considerado el líder político del departamento. Él mismo fue quien estableció relaciones y organizó el partido en el norte de la provincia, zona que le resultaba conocida dada su labor como empresario minero.
Fue un 4 de junio de 1961 cuando, en la casa de Amado Sapag ubicada en el municipio de Zapala, se conforma la asamblea que marca el inicio de las actividades del Movimiento Popular Neuquino.
En el acta constitutiva del MPN, presentada en la justicia electoral, figura Buenaventura Justo Vai y el Dr. José María Caballero como apoderados. Así mismo, tras un intenso debate en el que participaron Elías y Felipe Sapag, el Dr. Caballero, Alfonso Creide, Nélida Álvarez de Del Pin y Carlos Sobisch, entre otros, se concluye:

[…] fijando el ámbito de su actuación (a) la Provincia del Neuquén y aclarando que no tiene conexión de ninguna naturaleza con organizaciones de nombre igual o parecido existentes en otras provincias o en la Capital Federal, ni sometido a otras autoridades que aquellas que fije su carta orgánica6.

Posteriormente, se transcriben las autoridades elegidas por la asamblea, las cuales constituyen una Junta Promotora encargada de la organización del partido. Elías Sapag fue elegido presidente del partido, mientras que Carlos Sobisch fue su Vicepresidente primero. Por último, los asambleístas declaran que no pertenecen a ningún partido político, renunciando a sus anteriores afiliaciones en caso de que existieran.
En el expediente abierto por la justicia electoral, además del acta constitutiva encontramos una copia de la Carta Orgánica redactada, principalmente, por Elías Sapag y el único profesional que participó de la asamblea, el Dr. Caballero. Esta, si bien fue moderada en su léxico peronista, poseía una dimensión semántica, un contenido, claramente peronista. La importancia de este documento, y su reformulación en la década del 80, se debe a que define los mecanismos institucionales de selección de candidatos. Sin embargo, los procesos de selección de candidaturas no se explican acabadamente por medio de estos dispositivos institucionales. Es a partir de la interacción entre los integrantes del partido y dichas reglas partidarias, y de las prácticas que se originan en la interacción mencionada, que se puede arriesgar una explicación respecto a los procesos de selección de candidatos.

La convención partidaria y las candidaturas

Oscar Albrieu, el destacado dirigente peronista, asistió en los trámites de creación del partido ante la justicia electoral. Estaba en contacto con Elías Sapag. Cuando este último recibió la noticia por parte de Albrieu, sobre la aprobación del MPN desde Buenos Aires, fue de Zapala a Cutral Có, y entró a los gritos a la casa de su hermano Felipe:

Elías- ¡Aprobaron el partido! … ¡Usted va a ser el Gobernador de Neuquén!
Felipe- ¡Usted está loco!
7

Por banal que parezca este breve diálogo, fue aquella exclamación de Elías la que definió la candidatura a la gobernación. El mayor de los Sapag (Elías) ya lo tenía decidido, solo faltaba la ratificación de la Convención partidaria, lo cual no representaría un gran obstáculo. A esto no solo contribuyó el consenso generalizado sobre el liderazgo del carismático Felipe Sapag, sino la falta de experiencia de buena parte de los convencionales, la oratoria de Elías y su habilidad para conducir cuerpos deliberativos. Antes de la aprobación del partido, todo apuntaba a que Elías sería el gobernador, pero no, su anhelo pasaba por buscar un escaño en la Cámara alta e ir a Buenos Aires.
Los mecanismos de selección de candidatos, en este partido de reciente creación eran poco complejos y respondían a la decisión de aquellos que demostraban mayor dinamismo y carácter al interior de la organización. Tal como se establecía en la carta orgánica, se conformó la Convención del partido, con representantes elegidos por cada localidad neuquina, y se consensuaron los candidatos para las elecciones provinciales de 19628. Sin embargo, la última palabra ante cada candidatura la tenían Elías y Felipe. Del mismo modo y sin objeciones, se impulsó la candidatura de Felipe como gobernador. Elías debió esperar para ser designado Senador por Neuquén, ya que tras la anulación de las elecciones del 18 de marzo de 19629, los senadores en ejercicio continuaron con su mandato aún después de la finalización de este.
El mecanismo de selección de candidatos prácticamente mantuvo estas características hasta la década del 80'. Buena parte de los miembros fundadores del MPN no tenían experiencia en política, se encontraban fuera de la estructura de poder provincial y se vieron sorprendidos al encontrar una herramienta política que podía actuar por ellos. Estos conformaban algunos de los motivos por los cuales se mantenía la disciplina y se aceptaban tales mecanismos de selección de candidatos y autoridades partidarias. Los convencionales se elegían en cada paraje y en cada pueblo. Para ello no se organizaba una elección, si no que se negociaba entre los dirigentes de cada localidad. Luego la convención elegía los candidatos, y aquí la estructura se organizaba jerárquicamente: La última decisión siempre era de Felipe o de Elías.
Cada seccional, a través de sus convencionales, proponía candidatos a intendentes, legisladores y demás cargos a ocupar. En el caso de los intendentes, se elegían por consenso en cada municipio y solo se requería la mediación de los líderes en caso de conflicto. El cierre de la lista de legisladores provinciales era más complejo. En aquel momento, el reparto de escaños que definía el sistema electoral era de 3/5 para el ganador de la elección (15 legisladores) y 2/5 para la primera minoría (10 legisladores). Por lo tanto, cada lista debía estar conformada por 15 legisladores. Las disidencias surgían inevitablemente: Para cubrir 15 cargos, los convencionales sugerían más de 50 nombres. A partir de esto se generaba un juego, mediado por los líderes partidarios, en el cual se repartían los cargos: Aquel convencional que resignaba espacios en la lista, obtenía la promesa de un cargo en alguna secretaría o un puesto ministerial10. Hasta mediados de la década de 1980, las tensiones o disidencias al interior del partido se procesaban a través de la convención, por mediación de los líderes partidarios en caso de conflicto y sin la necesidad modificar la posición de los componentes de mayor importancia (Elías y Felipe) dentro del mencionado elenco de líderes partidarios.
Estos mecanismos de selección y funcionamiento partidario se extendieron, casi de forma invariable, hasta la década del 80', donde comienza otra etapa. Uno de los aspectos que alentó tal esquema de funcionamiento partidario fueron las repetidas interrupciones militares de la actividad política, las cuales impidieron un funcionamiento partidario estable11. Un partido como el MPN, que se constituye a partir del Estado
mismo12, no logra estabilizarse y generar estructuras y jerarquías diferenciadas cuando no ocupa los principales puestos estatales de la provincia. Como veremos en este trabajo, desde 1983 en adelante, la continuidad genera la posibilidad de complejizar las estructuras al interior del MPN.
Aquel partido recién fundado no era un partido de cuadros, no existían los debates densos ni los militantes profesionales. Por el contrario, en aquella etapa había amas de casa que después de atender a la familia salían a repartir boletas u obreros y empleados que después de trabajar iban a pintar paredones. No se trataba de cuadros políticos como los que puede haber en un partido de masas. Se trataba de gente para la cual, la participación en el MPN, representaba una continuidad dentro de la vida cotidiana.

EL PARTIDO EN EL GOBIERNO Y LA DURACIÓN EN CICLOS DE INESTABILIDAD POLÍTICA

La experiencia del primer gobierno y el impacto en el liderazgo partidario

En las elecciones nacionales y provinciales de 1962, Frondizi promueve el levantamiento de la proscripción al peronismo, sin embargo, mantiene la medida sobre el general depuesto. De esta forma se abrió la posibilidad de oficializar listas de dirigentes ligados al peronismo. Fue en este contexto que el MPN se presenta por primera vez a elecciones el 18 de marzo de 1962. El partido provincial gana la elección por la gobernación con más de 8000 votos de diferencia sobre el segundo (UCRI) y los votos en blanco disminuyen casi en su totalidad. En el ámbito municipal, el MPN gana en 5 de los 8 municipios y en 5 de las 7 comisiones de fomento13.
El gobierno nacional, alentado por los triunfos electorales de 1960 y 1961, había decidido enfrentarse al peronismo, para luego terminar perdiendo en la mayoría de las provincias en manos de partidos provinciales ligados a esta fuerza política14. Este resultado hace resurgir la presión de las Fuerzas Armadas. Inmediatamente, Frondizi decide la intervención de las provincias donde triunfó el peronismo, excepto Jujuy, Salta, San Juan y Neuquén. Sin embargo, Frondizi es finalmente destituido y Neuquén se suma a la lista de provincias intervenidas. Las Fuerzas Armadas retoman el control de las instituciones políticas argentinas y designan a un civil, el Dr. José María Guido, al frente del gobierno. En Neuquén, mientras tanto, se designa a Francisco Olano como comisionado, quien procede a disolver la legislatura.
Dentro de las Fuerzas Armadas comienza a tomar visibilidad el conflicto entre dos facciones: Los azules y los colorados. Los primeros promovían una rápida salida electoral, la preservación del Dr. Guido como titular del ejecutivo y una perspectiva de apertura del juego político. Los colorados, con una postura más radicalizada, proponían mantener y profundizar las medidas de proscripción del peronismo. Finalmente, los azules logran imponerse, el Dr. Guido mantiene la presidencia y comienza a trabajar por una pronta salida electoral15.
Las elecciones, tanto nacionales como provinciales, son convocadas para el 7 de julio de 1963. Tras la fracasada iniciativa del PEN de conformar un Frente Nacional y Popular avalado por Perón, el líder exiliado llama a votar en blanco16. Finalmente, La fórmula de la UCRP, liderada por Arturo Illia, se alza con la victoria. En aquel momento, la fórmula presidencial se ratificaba a través del Colegio Electoral. Es decir, cada ciudadano no votaba directamente la fórmula, si no que elegía electores de presidente como representantes en el Colegio Electoral. Aquí se inicia un mecanismo que el MPN repetirá en las subsiguientes elecciones presidenciales: Este partido provincial representa un intento por atravesar las preferencias partidarias nacionales con una identidad provincial. Expulsan el conflicto interno a la provincia, trasladándolo al plano nación-provincia, enarbolando un discurso ligado a los principios de autonomía y federalismo. De forma consecuente con esta idea, el MPN lleva una lista de electores presidenciales que, durante la campaña, expresan que su voto en el Colegio Electoral tendrá como destino a la fórmula que resulte ganadora. La no intervención de la provincia en los asuntos nacionales encaja perfectamente con la prédica federalista y autonomista. No obstante, es un modo beneficioso e ingenioso de posicionarse ante cada nuevo gobierno nacional y establecer una relación de cooperación. Si bien el discurso provincialista no destaca este aspecto consensual, veremos que en la práctica de gobierno los líderes del MPN han mantenido una actitud colaborativa y de negociación constante tanto con gobiernos democráticos como de facto.
El partido neuquino suma 6 de los 8 representantes de la provincia al Colegio Electoral. Estos, como era de público conocimiento, votarían por la fórmula ganadora, en este caso, la de la UCRP. En las elecciones provinciales, el MPN repite los mecanismos de selección de candidatos, mantiene la fórmula que había competido por la gobernación en 1962 (Sapag-Mendaña) y repite 9 legisladores de la lista anterior17. El partido provincial triunfa nuevamente en las elecciones, con más de 20000 votos contra los 6200 del segundo (UCRI). Felipe Sapag es designado gobernador por el Colegio Electoral de la Provincia y, una vez constituida la legislatura provincial, Elías Sapag fue designado como Senador nacional por Neuquén.
Una vez en el gobierno, la falta de complejidad-no por ello desprovista de instrumentalidad- que habíamos registrado en los procesos de selección de candidatos se replica al decisionales al interior del gobierno. En esta etapa, el contacto del gobernador con los intendentes era directo, cara a cara. Felipe conocía y consultaba a cada uno de los intendentes y estos le llevaban los temas. Los funcionarios más importantes, en este gobierno del MPN, fueron los intendentes. En cambio, los ministros, salvo el Ing. Tosello y Pedro Salvatori, ocupaban un lugar subordinado en el esquema gubernamental. El gobernador decidía con los intendentes, a quienes atendía personalmente ante cada solicitud. La importancia de los intendentes residía en que eran ellos quienes bajaban a cada departamento, municipio, pueblo o paraje. Conocían las demandas de cada lugar y las planteaban al gobernador, en este sentido, los intendentes eran imprescindibles para los líderes del MPN. Cada decisión de política pública se decidía con los intendentes y se comunicaba luego al ministro correspondiente.
De esta forma fueron surgiendo líderes en la segunda línea de dirigentes. Simón Jalil en Cutral Có y la familia Creide en San Martín de los Andes, entre otros. También estaba Amado Sapag, quien había sido electo intendente de Zapala. Este formaba parte del elenco de líderes provinciales, junto con sus hermanos, Elías y Felipe. Las disidencias al interior de este elenco no tardaron en surgir. El plan de gobierno de Felipe Sapag apuntaba a desarrollar la capital provincial. Esto despertó las críticas de Amado, quien notaba que el protagonismo otorgado al desarrollo de la Ciudad de Neuquén
iba en desmedro del municipio de Zapala. Un testimonio de Amado Sapag es ilustrativo al respecto:

Todo eso se perdió (el avance de Zapala) cuando el Ferrocarril Roca dejó de funcionar. Zapala perdió su empuje y dejó de ser la ciudad y el centro de la región más importante. El ferrocarril se derrumbó, el gran centro comercial desapareció y todo fue culpa de las rutas y los camiones de larga distancia. Zapala era punto de convergencia de la ruta 40 y el ferrocarril. Felipe asfaltó la ruta 40 y Zapala nunca se pudo levantar18.

No solo Zapala quedó relegada, también Amado Sapag pasó a tener cada vez menos trascendencia en la vida partidaria provincial. Esta situación nos sirve para pensar cómo es que las decisiones al interior del gobierno pueden impactar en la vida partidaria y en la configuración del elenco de líderes partidarios.
Al mismo tiempo, empezaban a surgir figuras destacadas en el gabinete. Por ejemplo, Pedro Salvatori en economía o el Ingeniero Silvio Tosello, quien participó del segundo plan quinquenal y traía todo un bagaje de conocimiento a partir del cual se creó el COPADE19. El ingeniero Salvatori incrementaría su influencia en el gobierno, acaparando cada vez más las decisiones de política pública. Tal fue la influencia de este joven ministro de casi todo que en 1987 es designado como el sucesor de Felipe Sapag, llegando a ocupar el cargo de gobernador.

Continuidad en el liderazgo durante la Revolución Argentina

Luego del golpe de Estado del 28 de junio de 1966 -encabezado por J.C. Onganía- es designado el ingeniero R. Rosauer al frente del gobierno neuquino. Las relaciones entre este y los dirigentes del MPN no fueron problemáticas, ya que permitió la continuidad en el cargo de gran parte de los funcionarios de segunda línea (intendentes en este caso) y de niveles intermedios de la administración pública pertenecientes al partido.
Por su parte, el gobernador depuesto Felipe Sapag siguió activo políticamente. Durante estos años forma parte del Movimiento de defensa de desarrollo regional que cuestionaba abiertamente la dirección que el onganiato pretendía darle al complejo hidroeléctrico Hidronor, al mismo tiempo que se mostraba cerca del PJ y de la iglesia liderada por el obispo Jaime Francisco de Nevares20.

La buena relación con Rosauer dura hasta 1969. Dado el estado de movilización del MPN y el PJ, el interventor comienza a desplazar a los funcionarios de la gestión anterior. A esto se le suma la presión de la iglesia por la resolución del conflicto en El Chocón. El denominado Choconazo fue una huelga masiva impulsada a fines de 1969 por los obreros de la construcción de la represa de El Chocón. Debido a este conflicto el interventor Rosauer es desplazado de su cargo y en su lugar le ofrecen el cargo a Felipe Sapag, quien había aportado a la resolución del conflicto junto con el obispo de Neuquén. Este ofrecimiento representa un intento de Onganía por procurarse apoyos extra-militares. Dicho acercamiento no hubiese existido sin la orientación provincialista impresa en el MPN, la cual alejaba al partido provincial del peronismo. Luis Sapag recuerda aquel llamado de la siguiente manera:

Onganía iba a una residencia en Villa La Angostura, un palacio que lo compró la gobernación. A Onganía le gustaba. Entonces, mi viejo (Felipe) recibe un llamado y le dicen que Onganía quería hablar con él. Fuimos con mi vieja, mi hermana, yo y el viejo a Villa La Angostura. Y ahí le ofreció la gobernación. Había habido otras situaciones en el país que requerían hacer algo, requerían liderazgos. Y ese terminó siendo uno de los mejores gobiernos de mi viejo21.

Esas otras situaciones a las que se refiere el entrevistado son el Cordobazo y el Rosariazo. En un clima de tensión a nivel nacional comienza a adquirir relevancia la teoría de los gobernadores naturales. Mediante esta teoría se propone el nombramiento de líderes representativos al frente de cada provincia. Neuquén, como circunscripción pequeña, fue tomada como un experimento en tal sentido.
Felipe Sapag acepta la oferta debido a que, entre otras cosas, sabía que contaría con amplios recursos para gobernar. Inclusive, en la reunión en que se realiza el ofrecimiento del cargo, Felipe se retira habiendo logrado el compromiso, por parte de Onganía, de la extensión de una línea de alta tensión desde El Chocón para el desarrollo de la Patagonia, cuestión por la cual, el dirigente neuquino, venía presionando durante los últimos meses22.
Para esta nueva gestión Felipe Sapag se apoya en todos aquellos funcionarios de gobierno pertenecientes al MPN que no habían sido desplazados de su cargo, principalmente, en el interior de la provincia. Uno de los principales objetivos de gobierno- el cual será una constante tanto en períodos constitucionales como no constitucionales - pasa por la buena
negociación de los porcentajes de coparticipación y regalías petroleras con el gobierno nacional. Si bien, la prédica federalista, tiene un fuerte aspecto ligado a la identidad provincial, esta se desenvuelve en la práctica, principalmente, a través de la negociación por un reparto más favorable a la provincia de los recursos federales. Durante periodos constitucionales, los recursos se negocian con el gobierno central a cambio de votos en la cámara baja y, de mayor importancia aún, en la cámara alta. En este sentido, siempre fue importante el rol de Elías Sapag y su habilidad a la hora multiplicar el valor y la trascendencia de sus votos en el senado. Elías siempre fue el embajador provincial ante el gobierno central en esta clase de negociaciones.
Sin embargo, durante los gobiernos de facto, como el de la Revolución Argentina, los mecanismos y los términos de negociación cambian. La dirigencia política neuquina ya no puede ofrecer votos en ambas cámaras a cambio de regalías y coparticipación favorable. De forma necesaria, los beneficios que se intercambian tienen que ser otros. En dicha situación los líderes del MPN son capaces de ofrecer estabilidad y paz al interior de una provincia en un contexto de convulsión nacional. A cambio, la provincia de Neuquén resulta favorecida en el reparto de recursos.
En esta nueva etapa en el gobierno provincial, las relaciones con el gobierno nacional resultaron cada vez más fluidas. Tras la salida de Onganía, el paso de Levingston y la llegada de Lanusse, designado por la Junta de Comandantes de las Fuerzas Armadas en marzo de 1971, se consolidaron aún más las relaciones entre ambos niveles de gobierno. Dicho acercamiento se pudo percibir en la visita de los representantes del gobierno nacional a la provincia y en las reuniones que Elías y Felipe Sapag mantuvieron con estos.
Otro aspecto a destacar fue el rol de intermediario que jugó Elías en la relación entre Lanusse y Perón. Tras el acercamiento y las reuniones con los representantes del gobierno nacional se desprende que Elías es el emisario de Lanusse ante Perón. En cambio, desde el gobierno y los medios oficialistas provinciales (por ejemplo el diario Sur Argentino) se intenta construir la imagen opuesta: Elías es el emisario de Perón (o uno entre ellos), quien lo envió a solicitar audiencia con Lanusse. Las negociaciones secretas entre Perón y Lanusse duraron más de un año e incluyeron la devolución del cadáver de Evita, el pago de las pensiones militares adeudadas al general y el emplazamiento del busto de Perón en la Casa Rosada. Con el objetivo de una salida democrática, Lanusse designó como Ministro del Interior al radical A. Mor Roig, impulsor del Gran Acuerdo Nacional. Esto representó un intento por lograr la transición hacia la democracia. En abril de 1971, se anunció el levantamiento de la veda política, se volvieron a abrir las sedes partidarias y se amplió la libertad
política, asumiendo el compromiso emanado del documento de la convocatoria La hora del Pueblo, para luego arribar al GAN.
Lo cierto es que, tras las idas y vueltas en relación al regreso de Perón a la Argentina, el jefe del ejército, Agustín Lanusse, termina por expresarse de una forma controvertida. El 27 de julio de 1972, desde el Colegio Militar, Lanusse lanza la frase polémica: En referencia a Perón dice que no le da el cuero para venir. Según Lanusse ya estaban dadas las condiciones para el regreso del general. Al mismo tiempo, el presidente había anunciado que los candidatos presidenciales a las elecciones marzo de 1973 tenían que estar residiendo en la Argentina antes del 25 de agosto de 1972.
Tras 17 años en el exilio, Perón regresa al país el 17 de noviembre de 1972, fuera del plazo estimado para presentarse como candidato presidencial. Haciendo caso omiso de lo dictaminado por Lanusse, Perón vino cuando quiso. Para las elecciones presidenciales de 1973, designó como candidato a su delegado, Héctor Cámpora. Este ganó las elecciones presidenciales y renunció al cargo siete semanas después. Perón no solo volvió al país, sino también a la presidencia, a los 78 años, ganando las elecciones con un 61,86%.

El verdadero peronismo

Junto con el anuncio que imponía fechas de residencia a los candidatos presidenciales se anunció que debían renunciar aquellos funcionarios públicos que deseen presentarse a elecciones. Felipe Sapag había tomado la decisión de presentarse como candidato en las elecciones provinciales de 1973, por lo tanto, debió renunciar a su cargo. En marzo de 1972 designó a uno de sus ministros, Pedro Salvatori, al frente del gobierno.
La salida del gobierno militar, la convocatoria a elecciones, la fuerte reaparición del peronismo en la participación electoral representaron factores de fuerte influencia a la hora de volver a agruparse rápidamente tras el elenco de líderes partidarios ya constituido. Por ello, el mecanismo de selección de candidatos se vuelve a repetir: de la convención surge que Felipe Sapag sería el gobernador, y Elías Sapag uno de los senadores por Neuquén. Se produce nuevamente el juego de toma y daca para la conformación de la lista de legisladores, conservando Elías y Felipe la última palabra al respecto, y se promueve la preservación de la estructura del gabinete en funcionamiento.
En otro orden de cuestiones, varios sectores ya venían levantando fuertes críticas a la participación de Felipe Sapag en el gobierno de facto. En primer lugar, por parte de un sector del radicalismo, el cual condena esta decisión ya que unos meses atrás Elías Sapag había puesto su firma en un documento condenatorio del gobierno de la Revolución Argentina. El PJ fue endureciendo su oposición tras la designación de Felipe Sapag como
gobernador y, más aún, cuando el horizonte electoral comenzó a ser una posibilidad. En tal sentido, para febrero de 1970 se había creado la Comisión Provisoria del Movimiento Nacional Justicialista. Luego de realizar un plenario en Cutral Có, para elegir representantes a nivel nacional y provincial, resulta electo como secretario delegado del peronismo en Neuquén Buenaventura Justo Vai. Este había sido el apoderado del MPN en la época de su fundación y una figura de gran relevancia en los inicios de la vida partidaria.
Tras su regreso al tronco partidario del PJ, Justo Vai renuncia al MPN y comienza una campaña de confrontación contra sus ex compañeros. Con el inminente regreso de Perón y la certera perspectiva de una salida electoral, Justo Vai exhorta a regresar al PJ a todos aquellos que habían decidido conformar el MPN. Esto lo hace dando publicidad a un acta firmada en una asamblea previa a la fundación del partido en 1961. En este documento, según B.J. Vai, se afirmaba que, una vez levantada la proscripción del peronismo, los integrantes del MPN regresarían al PJ tras la disolución del partido provincial.
Dado que Perón no estaba dispuesto a reconocer la autonomía de las dirigencias provinciales, volver al tronco partidario del justicialismo implicaría una pérdida de autonomía para el elenco de líderes del partido provincial. Sostenemos que Elías y Felipe Sapag, más allá del acta de fundación del MPN, donde se declaraba lo contrario, nunca quisieron volver al PJ. Esta decisión ya estaba tomada incluso antes de la negociación por la vuelta al partido, a la cual concurren con exigencias que solo llevarían al quiebre de estas. Ir a negociar fue una buena estrategia a la hora de disminuir los costos de mantenerse por fuera del PJ. Desde el MPN se apeló a la falta de democracia interna del peronismo y, de forma más concreta, a la crítica del centralismo porteño. Este posicionamiento se relaciona a que, de forma consecuente con el discurso partidario, las orientaciones de los partidos nacionales son cruzadas por una interpelación local que caracteriza el bien común en términos provinciales, así, se contrapone la provincia al poder central.
En las elecciones de marzo de 1973, además de elegir presidente y vice, se elegirían gobernador, vicegobernador, diputados nacionales, autoridades legislativas y comunales. Felipe Sapag fue acompañado en la fórmula por su ministro de salud, Antonio Del Vas. Por su parte, el PJ neuquino proclamó la fórmula Romero-Such, a través del Frente Justicialista de Liberación (FreJuLi). El Estatuto Fundamental de 1972 había fijado la elección indirecta de 3 senadores por distrito, 2 por la mayoría y 1 por la primera minoría.
Los candidatos del FreJuLi, B. Justo Vai entre ellos como candidato a Senador, habían tenido éxito al establecer el clivaje sobre el cual iba a girar el debate de la campaña pre-electoral. Para el FreJuLi, al hacer pública el
acta en la que los integrantes del MPN se comprometían a la disolución del partido, una vez reorganizado el peronismo, las cosas quedaron del siguiente modo: por un lado, estaban los integrantes del verdadero peronismo, por el otro, los traidores.
El MPN es un intento por constituir la ciudadanía política provincialmente, tanto en su aspecto identitario como en la forma de canalizar demandas. Se intenta elaborar un consenso interno, alrededor de la idea de federalismo (autonomía provincial frente al centralismo porteño) que expulsa el conflicto básico de la provincia al ámbito nación-provincia y, por cierto, de forma altamente efectiva. Es por ello que, desde el MPN, no se intentó desactivar el clivaje propuesto por el FreJuLi, por el contrario, se redobló la apuesta. La dirigencia del MPN aceptó que el objetivo del juego pre-electoral sería el de posicionarse como el verdadero peronismo. Pero no se detuvieron allí, no solo se presentarían como el verdadero peronismo, sino que incluirían la prédica federalista, la interpelación provincialista como elemento de la identidad y la mística neuquina: el MPN no solo es el verdadero peronismo, sino que es el verdadero peronismo neuquino. La idea fuerza de la campaña es la siguiente: los neuquinos votan al MPN porque Neuquén ES el MPN y acompañan a Felipe Sapag porque él es el mejor intérprete y representante de esa identidad provincial.
Como desde la fundación, hay un fuerte énfasis en la cuestión de la identidad provincial en confrontación con el centralismo porteño. Esta prédica se traduce en la práctica en una constante presión por lograr un reparto beneficioso de los recursos federales y, en relación al partido, como una búsqueda de autonomía frente al verticalismo del PJ23.
A pesar del apoyo explícito de Perón a la fórmula del FreJuLi en Neuquén, estos solo obtienen el 35% de los votos frente al 49,9% de la fórmula Sapag - Del Vas. El FreJuli había ganado las elecciones en todas las provincias, pero los comicios neuquinos se definirían en ballotage. En la segunda vuelta, a pesar de la concurrencia de Cámpora, Abal Medina, Paladino y Rucci a la provincia en apoyo del candidato Romero, el MPN obtendría un 60% de los votos. Felipe Sapag fue electo gobernador y Elías
Sapag sería nuevamente Senador Nacional. Por otro lado, Buenaventura Justo Vaí, también alcanzaría a ocupar un escaño en la cámara alta.

EL DESAFÍO DE LA ESTABILIDAD DEMOCRÁTICA

Cambio de perspectiva en el MPN

Luego del proceso militar24, con el advenimiento de la apertura democrática, se repite un ciclo que ya conocemos: la fortaleza con la que aparecían los dos partidos nacionales (UCR- PJ) conducen a un rápido reagrupamiento partidario detrás del liderazgo de los mal llamados turcos. El siguiente paso de esta secuencia es la elección de candidatos a través de la Convención partidaria, reservando la última palabra a Elías o Felipe en caso de conflicto. Se repite el juego de conformación de listas para cargos legislativos y se sostiene la candidatura de Felipe como gobernador y Elías como senador.
Los comicios provinciales de 1983 fueron ganados, nuevamente, por el MPN y su candidato a gobernador, Felipe Sapag. La campaña para las elecciones de 1983 fue la primera campaña no peronista del MPN. Este perfil menos peronizado que le impregnaron al partido los líderes del MPN, forjado en los años últimos años, facilitó la incorporación de jóvenes profesionales a la administración provincial. Este sector formará una línea al interior del partido que, como veremos luego, cobrará gran relevancia en la política provincial.
Para la década de 1980 nos encontramos con una sociedad neuquina con características más diferenciadas que hace veinte años. Esto fue producto de la modernización, en parte, impulsada por el estado y, en parte, externamente (por ejemplo, debido a la influencia de los medios masivos de comunicación)25. Al mismo tiempo, nos encontramos con la primera derrota electoral del MPN durante las elecciones legislativas de 1985. Aquí comienza una nueva etapa para el MPN y el gobierno neuquino, ya que, al parecer, no es la misma sociedad la que debe ser gobernada. La sociedad neuquina se presenta, a partir de 1983, como más movilizada a partir de la aparición de nuevos actores políticos más autónomos. Es así que la estrategia de satisfacer las demandas de forma paternalista se vuelve dificultosa y la permanencia de los apoyos electorales es dudosa. Esta puede ser una de las claves para leer la derrota del MPN en las elecciones legislativas de 1985.

Los neuquinos votan al MPN, Neuquén es el MPN y el MPN es Felipe Sapag, aquel individuo que mejor expresa la identidad neuquina y que tiene la mayor capacidad para leer las necesidades de los neuquinos y llevarlas a cabo. Esta era la visión de la provincia, el partido y el liderazgo que tenían las principales figuras del MPN. Sin embargo, la sociedad neuquina era mucho más que el MPN y Felipe Sapag. Del mismo modo, el MPN era mucho más que el carisma de un líder o, por lo menos, eso se observa con claridad al transcurrir la década del 80.
La rigidez de esta concepción queda completamente fuera de lugar para el período 1983-85. Una sociedad con otras características requiere nuevas reformulaciones. Esta situación representó grandes dificultades para un partido gobernante con escasa flexibilidad para amortiguar transformaciones. Como siempre, ya casi como un reflejo, el partido de gobierno resume la cuestión al clivaje centralismo-federalismo: La nueva situación se debe a la mezquindad del gobierno nacional para asignar recursos a las provincias26. Pero, como veremos, se requieren otros diagnósticos ya que la interpelación federalista comienza a mostrar sus límites y rigideces.
Una de las primeras respuestas del ejecutivo provincial fue la de concentrar el poder de decisión en el mismo ejecutivo y en dos figuras: por un lado, Silvia Sapag, hija de Felipe, a cargo de emergencias sociales, y por el otro, Pedro Salvatori, el experimentado ministro de economía, en quien se concentró la mayor capacidad de fijar políticas27.
En segundo lugar, sin redefinición de las herramientas conceptuales que le son familiares, la dirigencia del MPN elabora un diagnóstico sobre la derrota de 1985 y lo relaciona con la deficiencia en el manejo de los medios masivos. Este partido provincial de origen peronista confía en las herramientas y prácticas clásicas a la hora de ganar una elección. Pero, con el paso del tiempo, estas prácticas y formas de organización partidaria deben ser complementadas: la política entendida como militancia, la construcción territorial, los convencionales del partido distribuidos a lo largo y a lo ancho de la provincia, los afiches y las pintadas en las paredes, todos estos elementos resultan necesarios para ganar una elección, pero la década del 80, según el diagnóstico de los analistas del partido, ya no son suficientes. Es así que se empiezan a gestar transformaciones en las formas de vincularse con la sociedad neuquina. Lo cual significó solo una cosa: una fuerte avanzada sobre los medios masivos de comunicación. Se
requiere volver a jugar fuerte en un terreno donde la disputa parecía cerrada. Ya no es suficiente el discurso carismático del líder, la mística neuquina requiere una estructura de comunicación política moderna y apuntada a lo masivo. Se crean el Diario de Neuquén y Telecomahue, se compra parte de la radio de Cipolleti La voz del Comahue, aumentan los gastos en pauta publicitaria, pasan a controlar la emisora LU5 y dos señales de TV locales.
En tercer lugar, el gobierno provincial afianza su nuevo estilo consensual, no confrontativo. La reputación de Alfonsín había quedado ratificada en las dos últimas elecciones (presidenciales de 1983 y legislativas de 1985), probablemente este fue uno de los motivos detrás de la actitud más dialoguista por parte del liderazgo emepenista. Sin embargo, se puede observar que, si bien la prédica federalista se construye con un tono beligerante al interior de la provincia, en el accionar de Felipe Sapag siempre se encuentra una disposición a dialogar con quien sea que ocupe el PEN, sin importar el signo político, mientras el reparto de recursos sea favorable a la provincia.

Complejización de los mecanismos de selección de candidaturas

Hasta el año 1987 el proceso de selección de candidaturas y autoridades partidarias se revolvía por consenso en la convención partidaria conformada por delegados regionales. Sin embargo, durante este período, la última palabra siempre la tuvieron los líderes del partido, fundamentalmente, Elías y Felipe. Los convencionales eran, en su mayoría, dirigentes que participaban del partido desde su fundación. La decisión de mantener inmodificables buena cantidad de las candidaturas no solo se debía a los irremplazables atributos de liderazgo de algunos dirigentes, sino también al clima de época: la continua transición entre gobiernos democráticos y de facto, proporcionaba la necesidad, ante cada transición democrática, de reorganizar el partido tras los liderazgos ya existentes, como ocurrió en 1963, 1973 y 1983. Felipe Sapag recién pudo terminar su mandato por primera vez en 1987. Con el funcionamiento estable del partido posibilitado por la vida democrática, la situación al interior del MPN fue modificada: Felipe debió renunciar a la posibilidad de renovar su cargo ante las demandas de democratización partidaria. Este reclamo fue asumido, aunque no sin discusión. El siguiente es un fragmento de una conversación mantenida en el despacho del gobernador durante el año 1985:

- Gobernador, no hay otra, es la marca de la época, la participación y la democracia-Insistía el vicegobernador Horacio Forni–. No podemos seguir eligiendo a dedo los candidatos a intendentes, los diputados… Tenemos que dejar que la gente elija, que participe.

Y esta era la opinión de Silvio Tosello, El ministro de Obras Públicas:

- Creo que sería conveniente ir por etapas. Se podría empezar por las intendencias, pero se necesita seguridad en el gobierno. El gobernador y los diputados tienen que seguir como hasta ahora28.

Fue así que comenzó un proceso de democratización al interior del partido. De forma previa a las elecciones provinciales de 1987, la convención del MPN modifica su carta orgánica. Aquí comienza una segunda etapa en lo referente a la organización partidaria. En primer lugar, la selección de candidatos pasó a realizarse a través de la elección directa por parte de los afiliados, lo mismo para los cargos partidarios.
En segundo lugar, como ya mencionamos, se limita la posibilidad de una nueva candidatura de Felipe Sapag a la gobernación. El gobernador neuquino completaría su mandato, por primera vez, en el año 1987. Reconocemos la importancia de este líder, no obstante, optamos por matizar la dimensión hegemónica e indiscutible de su liderazgo. Sostenemos que las repetidas oportunidades en las que fue seleccionado como candidato a gobernador por el MPN (1962- 1963- 1973- 1983) se relacionan con la imposibilidad- debido a causas externas- de finalizar sus mandatos y no solo con una posición de líder absoluto del partido. En cuanto finaliza su mandato por primera vez, el partido presiona por la apertura del juego, democratizando la elección de candidaturas e imposibilitando la participación de Felipe. Sin embargo, los efectos más concretos de estas transformaciones recién se van a poder observar durante la interna de 1991, ya que para la interna partidaria de 1987, Felipe Sapag, logra imponer a su delfín, el ex ministro de economía Pedro Salvatori29.
Con las novedades en las reglas de juego se desata una lucha al interior del partido. Se crea una línea interna del MPN, el Movimiento de Acción Política (MAPO). Los candidatos de este intentaron cubrirse de un perfil renovador al interior del partido. Sin embargo, sus principales figuras
pertenecían al sapagismo y ya ocupaban puestos ministeriales30. Finalmente, resultaron derrotados en la interna partidaria de 1987.
Las tensiones al interior del partido vuelven a aflorar ante la proximidad de las elecciones provinciales de 1991, cuando Elías Sapag decide no avalar la candidatura de Luis Sapag (el hijo del gobernador Felipe Sapag).
Elías se acerca a los integrantes del MAPO con la intención de estructurar una línea interna liderada por el Senador y sus hijos junto al ex intendente de la Capital, Jorge Sobisch31. Estos dirigentes formaron la línea blanca, la cual enfrentó en internas a la línea amarilla de Felipe y su hijo. En la línea blanca confluyeron extrapartidarios y una serie de dirigentes históricos de segunda línea que impulsaron la fórmula compuesta por J. Sobisch y Rodolfo Sapag (hijo de Elías). Esta nueva facción al interior del partido se presentó como portadora de la renovación partidaria y la juventud, a pesar de que venía siendo impulsada por varios históricos del partido.

Las tensiones al interior del liderazgo partidario

Las diferencias entre Elías y Felipe no eran recientes. Como aseguró Luis Sapag32, siempre existieron diferencias personales en relación a los negocios familiares. Sin embargo, en la década del 80' se agudizaron las diferencias de criterio en el plano político. Aquí no nos referimos a disidencias en el plano ideológico, las cuales siempre estuvieron presentes, más bien, lo que aflora es una distancia entre la estrategia que Felipe proponía para relacionarse con el gobierno nacional y el alejamiento de Elías con respecto a dicha estrategia. Esta falta de coordinación es nueva al interior del liderazgo neuquino.
Las diferencias entre ambos, como ya mencionamos, toman carácter público durante la presidencia de Alfonsín. Puntualmente, fueron tres cuestiones las que marcaron el comienzo del quiebre y las transformaciones en el liderazgo político neuquino. La primera de ellas estuvo relacionada a la iniciativa sobre reordenamiento sindical que el PEN envió al congreso a fines de 1983. Es
poco habitual que un proyecto de ley enviado por el ejecutivo sea rechazado por el Congreso. En general, las posiciones de cada uno de los bloques partidarios son conocidas, lo cual permite prever un resultado. Cuando el número de parlamentarios que apoyan una iniciativa no es suficiente, el ejecutivo prefiere postergarla. Esto no sucedió con la Ley Mucci, el proyecto de reforma sindical impulsado por Raúl Alfonsín y enviado al congreso el 21 de diciembre de 1983. Según Liliana de Ríz33, desde el ejecutivo se sabía que la iniciativa despertaría la resistencia del peronismo, sin embargo la UCR confiaba en el triunfo utilizando como herramienta la apertura del debate. Un debate público entre oficialismo y oposición en el congreso generaría la presión suficiente para promulgar la ley.
El 15 de febrero de 1984 se giró el proyecto a la cámara alta luego de que la UCR impuso su mayoría en la cámara baja. El radicalismo contaba con los 7 senadores provinciales no pertenecientes al partido. Entre dichos votos, se encontraban los de ambos senadores del MPN, luego de negociar estos con el gobernador neuquino, Felipe Sapag.
Para ilustrar la resolución del tema es clarificador el testimonio del senador del PJ Oraldo Britos:

Yo había hecho un acuerdo con Elías Sapag y lo único que Sapag me dijo fue "no le contés de esto a nadie", y no le conté ni a Saadi (presidente del bloque PJ en el Senado), ni a Martiarena. Lo supieron recién en el recinto cuando votaron34.

Durante el tratamiento en el Senado, Elías Sapag fue el tercero en brindar discurso y se expresó de la siguiente manera:

Es un incuestionable intervencionismo, que solapadamente supone para el manejo de los sindicatos a la pretensión de desplazar de la conducción a los actuales cuadros dirigentes o de obligarlos a compartir tales funciones conductivas […] no se puede pretender desplazar sin más a toda la dirigencia que ha venido conduciendo a las asociaciones y que ha debido adecuarse a las difíciles circunstancias vividas en nuestro país35.

Hacia el final del discurso dijo que el bloque de los dos senadores por Neuquén aprobaría el despacho por la minoría, con lo cual el PJ pasó a ganar por un voto. Elías, de manera sorpresiva, se había alineado con la ortodoxia del sindicalismo peronista. Este fue el primer conflicto parlamentario tras el regreso de la democracia. A partir de esta experiencia el ejecutivo nacional comenzó a ser más cauto en la presentación y tratamiento de proyectos, como se pudo observar al año siguiente cuando en el Congreso aprobó la ley 23172 (sobre el tratado de Paz y amistad con Chile tras la consulta por el canal de Beagle). En esta ocasión, Felipe Sapag se expresó de forma positiva con respecto al acuerdo. Por su parte, Elías Sapag, desde el Senado, votó en contra de la iniciativa.
Algo similar ocurrió durante el tratamiento de la ley de obediencia debida: La buena relación entre Felipe Sapag y Alfonsín quedó ratificada por el acompañamiento del gobernador a este proyecto. Elías, en cambio, eligió ausentarse de la votación.
Disidencias de esta clase, de tanta visibilidad pública, no eran habituales en la relación entre los hermanos. Una lectura posible es que Elías decidió comenzar a disputarle el liderazgo de la política provincial que habían compartido durante las dos décadas anteriores. Durante el año 1987, Felipe Sapag responde a la confrontación mediante la imposición de su delfín, Pedro Salvatori, como precandidato a gobernador por el MPN, sin el aval de Elías.
En este trabajo aceptamos la importancia del liderazgo carismático de Felipe y coincidimos, de forma parcial, con la opinión acerca de la visión totalizadora que de la sociedad tenía el MPN. Sin embargo, ponemos el énfasis en que el elenco de líderes partidarios–la primera línea de gobierno- tiene una constitución y funcionamiento más complejo. En dichos aspectos, la cuestión no está solo determinada por las características carismáticas de un liderazgo. En este sentido, sostenemos que es importante poner atención en el papel jugado por Elías Sapag.

Elías Sapag y las reglas de juego del federalismo electoral

E. Gibson junto con E. Calvo sostienen, en referencia al menemismo, que la organización territorial de la política electoral tuvo un marcado impacto en la viabilidad política del proceso de reforma36. Los autores se refieren a las características del federalismo electoral y tributario argentino como posibles facilitadores de las iniciativas estatales de reforma. La organización federal de nuestra política electoral arroja como resultado la sobrerrepresentación de las provincias más pequeñas. Esto se ve, de forma clara, en el Senado de la Nación, donde cada provincia está representada con la misma cantidad de parlamentarios. Así lo explican los autores:

El peso demográfico y económico de la región metropolitana37 ha tendido a ubicar estas provincias- especialmente Buenos Aires- en el centro de las explicaciones sobre conflicto y desarrollo político en la Argentina. Este énfasis en la región metropolitana ha llevado a una usual subestimación del poder institucional y la dinámica de coaliciones políticas que las regiones no metropolitanas imprimen a los principales partidos políticos. Las provincias no metropolitanas albergan solamente el 30% de la población nacional, pero por obra y gracia del sistema federal de gobierno poseen una representación institucional muy superior a su densidad poblacional. Esta realidad les ha otorgado un enorme peso en el proceso de toma de decisiones, lo cual ha influido notablemente en la estructura de coaliciones políticas a nivel nacional y en la distribución política de recursos económicos38.

El sistema federal argentino sobrerrepresenta a las provincias menos desarrolladas y pobladas más que cualquier otro sistema federal en el mundo. Por ejemplo, en el Senado, durante la década del 80, las provincias más pequeñas39 contaban con más del 80% de las bancas. En su texto, Gibson y Calvo, ilustran la forma de poner en práctica estas herramientas a partir de dos casos: en primer lugar, el peronismo clásico40, y en segundo lugar, el proceso de reformas económicas y del Estado ocurrido durante el menemismo. Los autores establecen una relación entre la forma de coparticipar los fondos tributarios y los votos en el ámbito legislativo que, en ciertos casos, permitiría la introducción de un programa de reformas. Es en el Senado donde las coaliciones periféricas tienen mayor peso, dada la sobrerrepresentación que produce el principio territorial.
A los fines de nuestro trabajo, lo que nos interesa no son los ejemplos históricos puntuales. En cambio, nos resulta relevante explicar la gravitación que, gracias al efecto de sobrerrepresentación, pueden lograr los senadores no solo en la política nacional, sino también, en la política de sus respectivas provincias y al interior del partido al que pertenezcan. Esta trascendencia puede verse incrementada en el caso de aquellos senadores que pertenecen a las provincias más pequeñas donde cada voto en el recinto es de gran importancia y valor. El Senado es el lugar donde las provincias menos pobladas se pueden medir de igual a igual con aquellas provincias de mayor desarrollo urbano. Esto, probablemente, pueda abrir una futura línea de trabajo sobre la importancia del cargo de Senador cada vez que actúa como embajador provincial frente al gobierno central.
Claro está, en la práctica puede que esta trascendencia no exista, y que cada representante, más que responder a un interés provincial responda firmemente a un bloque partidario. Pero, como pudimos observar en la cámara alta durante la década del 80', un senador puede actuar atravesado por sus intereses en la provincia que representa, más que sometido a un bloque partidario nacional y homogéneo.
Una aclaración fundamental en relación al tema es la siguiente: la importancia o la gravitación de un senador, la cual hasta aquí se desprende de las reglas de juego del federalismo argentino, no tiene carácter de ley. Más precisamente, es solo probable y depende de la habilidad para jugar con dichas reglas que posea cada integrante de un cuerpo deliberativo. Podemos encontrar casos como el de Manuel Castillo, concejal justicialista en el municipio neuquino de Zapala durante la década del 70. Dicho representante estuvo convencido, durante meses, que abstenerse en una votación era negarse a la iniciativa en cuestión41. El conocimiento de las reglas de juego institucionales por parte de los representantes es indispensable; en la práctica encontramos casos que demuestran un desconocimiento total al respecto o, por el contrario, legisladores muy experimentados al momento de hacer uso de dichas reglas de juego. Este último es el caso del Senador Elías Sapag. Dentro del Senado, Elías Sapag era poseedor de un temperamento conciliador, no confrontativo: su accionar respecto al gobierno central no se caracterizaba por su beligerancia discursiva, por el contrario, se definía por un profundo conocimiento de las reglas de juego institucionales y una apertura constante a la negociación. Elías Sapag sabía la importancia que podían tener sus votos en el Senado y también sabía cómo valorizarlos. Es
por ello que encontramos al senador neuquino, una y otra vez, en un intento por posicionarse como actor de veto frente al poder ejecutivo42. Esto sucedió, como ya mencionamos, durante el tratamiento de la ley Mucci. Otra ocasión en la que Elías Sapag se erige como árbitro de una contienda política fue durante el ya citado tratamiento de la Ley de Reforma del Código de Justicia Militar durante febrero de 1984. El bloque neuquino en el Senado terminó por apoyar la iniciativa del radicalismo, el cual solo alcanzaba la minoría en la cámara alta. El oficialismo contaba con 22 votos contra los 21 del bloque peronista: los dos votos del bloque neuquino posibilitaron la aprobación de la ley.
Este comportamiento siempre le dio amplio espacio al senador en las negociaciones con el gobierno nacional, pues sus votos en la cámara alta adquieren valor y relevancia. A la importancia que la configuración del federalismo electoral argentino otorga a aquellos senadores de las provincias más pequeñas, Elías era capaz agregar un valor extra.
Este rodeo fue necesario para plantear la siguiente idea o punto de partida para futuros trabajos: la forma de posicionarse en el juego por parte del Sapag le otorga beneficios a la hora de negociar con el gobierno nacional pero, a la vez sostenemos que le permite gravitar en la vida política provincial. El hecho de ser su representante en negociaciones de gran importancia, como el régimen de coparticipación, le otorga un espacio de gran relevancia en el liderazgo provincial y del partido. Es así que, la primera vez que decide medirse con su hermano - el indiscutido líder carismático Felipe Sapag- apoyando a un candidato propio en las internas partidarias de 1991, termina por alzarse con el triunfo. Ese pre-candidato a gobernador de la provincia era Jorge Sobisch, como ya hemos explicado.
Jorge Sobisch no formó parte del MPN si no hasta la década del 80', Luis Felipe Sapag lo recuerda de la siguiente manera:

Curiosamente yo lo afilié a él (Jorge Sobisch)... Yo era presidente del centro de distrito. Nosotros tenemos una estructura de Convención- Junta de gobierno. Después seccionales en el territorio y cada seccional tiene centros de distrito. Nosotros en el 83'creamos el centro del distrito centro (ciudad Neuquén). Nunca habíamos tenido centro de distrito en el centro, era tierra del enemigo, del adversario. Ahí aprobé la ficha de Sobisch en el 82'83'43.

Fue este nuevo afiliado quien, casi una década después, le ganaría a Luis Felipe Sapag la interna partidaria para presentarse como gobernador por el MPN. Jorge Sobisch había sido intendente de la Ciudad de Neuquén entre 1983 y 1987, cuando participó en la interna partidaria para volver a presentarse y renovar el cargo. En estas internas fue como candidato del MAPO y perdió. El paso de Sobisch por la intendencia había sido desastroso para sus negocios personales y se endeudó. En 1988 le pidió a Luis Felipe Sapag que le comprara sus acciones en la empresa editora de El Diario del Neuquén, en el que había participado también como fundador. Luis Felipe y Pedro Salvatori compraron dichas acciones por valor de 8000 dólares. Fueron cuatro años difíciles para el ex intendente, que volvió a su vida de imprentero pero que no abandonó su ambición política ni la vida partidaria. En esos años, Sobisch impulsó el ingreso de extrapartidarios y ortodoxos del MPN que, junto con varios integrantes del MAPO, formaron la Línea Blanca, en la cual se posicionó como líder. El golpe de suerte para Sobisch llega cuando Elías Sapag decide no respaldar la pre-candidatura de su sobrino, Luis Sapag.
En la interna partidaria del 14 de abril de 1991, el pre-candidato a gobernador, Jorge Sobisch, se alza con el triunfo. Mediante decreto provincial 1493/91 se convoca a elegir gobernador y vice-gobernador, diputados nacionales y provinciales, intendentes, concejales y miembros de las comisiones municipales el 8 de septiembre de 1991. La fórmula Jorge Sobisch-Rodolfo Sapag se impuso con un 51,9% de los votos44. Elías había derrotado a Felipe. Quien había sido electo senador por Neuquén en 1963, 1973 y 1983, así como presidente del partido desde su fundación hasta 1986, es nuevamente elegido como senador nacional por la legislatura provincial el 8 de octubre de 1992.
La victoria de Jorge Sobisch, nos plantea los siguientes interrogantes: ¿cómo es posible que un pre-candidato, que cuatro años atrás no había logrado ganar la interna para un cargo municipal y que ya no era parte del gobierno , triunfe en la interna partidaria que definía los candidatos para la gobernación?
A nuestro criterio, la posibilidad que tuvo Jorge Sobisch de dejar de pertenecer a una segunda línea de dirigentes y sacudir la estabilidad al interior del elenco de líderes partidarios está ligada a varios factores. Entre ellos, la modificación de las reglas de selección de candidatos que operó durante la década del 80. Por otro lado, el quiebre al interior del esquema tradicional del liderazgo partidario y las decisiones de quienes integraban dicho elenco. En este sentido, es necesario resaltar los apoyos que movilizó Elías Sapag hacia la candidatura de Sobisch. Esta gravitación probablemente esté relacionada con su rol de presidente del partido por
más de dos décadas y con su habilidad en las contiendas políticas, así como con su inteligencia para beneficiarse de las reglas de juego institucionales y con la influencia política que supo acumular al posicionarse como embajador de la provincia.

CONCLUSIÓN

Durante el trabajo pudimos observar el avance de los mecanismos de selección de candidatos en un proceso de complejización y democratización. Estas transformaciones institucionales y la interacción que se produce con los líderes partidarios nos permitieron proponer una explicación respecto a las transformaciones de dicho elenco de líderes partidarios.
Observamos que las disidencias al interior del partido se procesan de otra manera a partir de las transformaciones institucionales que se dan en la década del 80'a través de la reforma de la carta orgánica. Esto promueve las transformaciones al interior del elenco de líderes partidarios, así como la inserción en este grupo de figuras antes pertenecientes a un elenco de segunda línea. Por otro lado, las transformaciones en el elenco de líderes que se motorizan a partir de las innovaciones institucionales del MPN, no pueden prescindir-para su explicación- de un conjunto de acciones individuales y decisiones puntuales de aquellos individuos que integran el liderazgo provincial. En este sentido destacamos el rol de Elías Sapag y la relevancia provincial que adquiere.
Es la complejización de los mecanismos de selección de candidatos la que permite la apertura en el liderazgo provincial. Del mismo modo, son las decisiones de actores individuales como Elías Sapag y sus prácticas de interacción con las reglas de juego institucionales las que, con o sin intención, promueven esa apertura en el liderazgo.
Sostenemos que es en esta interacción que se produce entre individuos y reglas institucionales que se pudo profundizar en el conocimiento acerca del funcionamiento del MPN - incluyendo su forma de procesar conflictos y los modos de selección de candidatos-, así como en la composición y transformaciones en su liderazgo.

 

NOTAS

1 El artículo 1ro es clarificador respecto a los contenidos y alcances de la ley: Concédese amnistía amplia y general para todos los delitos políticos, comunes, conexos o militares también conexos, cometidos hasta la promulgación de la presente ley. Los beneficios de la amnistía comprenden los actos y los hechos realizados con propósitos políticos o gremiales, o cuando se determine que bajo la forma de un proceso por delito común se encubrió una intención persecutoria de índole política o gremial. Ley 14436/58, BO 22/05/58.

2 En las elecciones provinciales de 1958, el número de votos en blanco ascendió de 10698, mientras que los radicales intransigentes ganaron la gobernación con 7523 votos.

3 Sapag, 2008.

4 Se refiere al Partido neoperonista Tres Banderas de Mendoza. Se caracterizó como neoperonistas a aquellos partidos integrados por dirigentes peronistas que, ante la proscripción del partido, comienzan a generar estrategias de participación electoral mediante la creación de sellos partidarios, es el llamado Peronismo sin Perón. Vease: Rein (2005).

5 Castillo, 2005.

6 Acta constitutiva del MPN, 4/06/61. A través de la cita se puede observar un cuidadoso empeño por evitar cualquier posible relación con el proscripto Partido Peronista. Al respecto, véase Castillo, 2005.

7 Testimonio de Luis Felipe Sapag, 21/12/2012.

8 Se elegiría un diputado nacional, gobernador y vice-gobernador, 25 diputados provinciales, 8 intendentes municipales, concejales y miembros de las comisiones municipales de la provincia.

9 Decretos nacionales 3534/62 y 3657/62.

10 Este juego fue descripto Luis Sapag (hijo de Felipe Sapag) en una entrevista realizada el 21/12/2012.

11 Si bien es cierto que gran cantidad de funcionarios del MPN se mantiene dentro de la administración aún durante los quiebres constitucionales (1962/63, 1966/73 y, en menor medida, durante 1976/83), el funcionamiento partidario no se desarrolla normalmente. Ante cada convocatoria electoral, los integrantes del MPN se aglutinan recurrentemente detrás de los liderazgos ya conocidos. Esto permitía un rápido reacomodamiento en momentos donde, más que democratizar el partido y abrir el debate, había que agilizar el funcionamiento, organizarse y ganar elecciones. Esta estrategia de supervivencia resultó efectiva entre 1963 y 1983.

12 Favaro y Arias Bucciarelli, 2001.

13Arias Bucciarelli y Gonzalez, 1993.

14 Romero, 2012.

15 Arias Bucciarelli y Gonzales, 1993.

16 En dichas elecciones presidenciales hubo 1.884.435 votos en blanco, mientras que el Dr. Illia (UCRP), el candidato ganador, sumó 2.441.064. Fuente: AGN.

17 Sin embargo, el sistema electoral había sido modificado: El criterio para transformar votos en bancas sería proporcional. La lista fue más extensa y, a diferencia de los 15 legisladores que podrían haber entrado luego de las elecciones de 1962, en esta oportunidad el MPN sumó 16 legisladores. El 16vo. Legislador de la lista fue Carlos Sobisch. Este era un suboficial retirado del ejército y referente del peronismo en la capital de Neuquén. Debido a la amistad que tenía con Elías Sapag, formó parte del elenco de fundadores del MPN y fue designado Vicepresidente 1ro del partido. Fue diputado provincial entre 1963 y 1966. Durante 1964 se distancia del MPN por diferencias con el resto de los legisladores, formando un bloque al que denominó "independiente". En 1973 regresó al peronismo y fue candidato en elecciones municipales. Como veremos, el apellido Sobisch resultará determinante dentro de la historia del MPN y la composición de su liderazgo. Véase Castillo, 2005.

18 Testimonio de Amado Sapag en Sapag, 2008: 390.

19 Secretaría de planificación provincial.

20 Favaro y Iuorno, 1999: 14.

21 Entrevista a L.F. Sapag, 21/12/12

22 Sapag, 1994.

23 Lo dicho no significa que ambos posicionamientos (crítica al centralismo y al verticalismo) constituyan parte del funcionamiento interno del gobierno provincial y del partido: La coparticipación provincial está muy concentrada y la estructura partidaria también está fuertemente apoyada en un liderazgo carismático. Las reivindicaciones federalistas que pugnan por más recursos y más capacidad de decisión frente al gobierno nacional sirven, a la vez, no tiene en cuenta el debate sobre el régimen de coparticipación al interior de la provincia. La asignación interna de los recursos es altamente favorable al ejecutivo provincial, lo cual contribuye a la centralización del estado provincial y a la pérdida de autonomía de los municipios. Para mayor precisión con respecto a la coparticipación provincial véase Palermo, 1988.

24 A diferencia de los procesos anteriores, durante el proceso se dio un fuerte desplazamiento de aquellos partidarios del MPN que ocupaban puestos en la administración pública. Es decir, no fueron desplazados solo los miembros de cargos ejecutivos y legislativos.

25 Palermo, 1988: 70.

26 Esta actitud, como ya mencionamos, se reproduce en el discurso al interior de la provincia. Sin embargo, el posicionamiento a la hora de relacionarse con los gobiernos centrales es otro: Existe, durante casi todo el período de estudio, una actitud de cooperación, negociación y consenso con respecto al PEN.

27 Véase Palermo, 1988.

28 Sapag, 2012.

29 Salvatori ganará las elecciones de 1987 y se convertirá en gobernador provincial.

30 Por ejemplo, Luis Jalil, un histórico del partido que fue pre-candidato a gobernador por esta facción.

31 Jorge Sobisch, hijo del histórico dirigente político neuquino Carlos Sobisch tuvo su primer contacto con la política partidaria cuando tenía 17 años. Su padre lo llevó a Zapala, donde se celebraría una reunión entre peronistas. Este grupo se había reunido con motivo de la fundación del MPN debido a la proscripción que pesaba sobre el peronismo. En dicha ocasión, el padre de Sobisch fue elegido Vice-presidente primero del nuevo partido.

32 Entrevista a L.F. Sapag, 21/12/12.

33 De Riz, 1994.

34 Testimonio de Oraldo Britos, 23/08/08, http://goo.gl/K9AN3.

35 Diario de sesiones del Senado, 15/03/84

36 Gibson y Calvo, 2001: 180.

37 Con región metropolitana se refieren a las provincias de Córdoba, Mendoza, Santa Fe, Buenos Aires y la Capital Federal.

38 Gibson y Calvo, 2001: 182.

39 Las provincias pequeñas son todas aquellas que no son consideradas, por los autores mencionados, dentro de la región metropolitana. Según Gibson y Calvo estas son las provincias que pueden conformar las coaliciones periféricas.

40 Existió un continuo esfuerzo por parte de Perón de asegurarse la representación parlamentaria de las provincias más pequeñas y tradicionales. Dichas provincias, a partir de la Constitución de 1949, obtienen un número de escaños en la cámara baja por encima de la relación con su base poblacional. También durante el peronismo, más precisamente durante 1946, se llevó a cabo la reforma del programa de recaudación y reparto fiscal (Ley 12956). Tras las modificaciones, se estableció un régimen de coparticipación favorable a las provincias periféricas, el cual se transforma en el principal sustento de dichas provincias. La hipótesis de los autores (Gibson y Calvo, 2001) es que, mediante el nuevo criterio de reparto con características redistributivas, el peronismo tuvo mayor facilidad para el control del Senado (dichos representantes eran designados por cada legislatura provincial).

41 Castillo, 2005: 257.

42 Actores de veto son aquellos que tienen la capacidad de posicionarse como árbitros de las iniciativas gubernamentales, conservando el poder de frenar dichas iniciativas. Véase Tsebelis, 1998.

43 Testimonio L.F. Sapag, 21/12/12.

44 Dirección provincial de Estadística y Censos.

FUENTES

1. Acta constitutiva del Movimiento Popular Neuquino (MPN).

2. Archivo General de la Nación (AGN).

3. Boletín Oficial.

4. Decretos nacionales 3534/62 y 3657/62.

5. Diario de sesiones del Senado.

6. Dirección provincial de Estadística y Censos.

7. Ley 12956.

8. Ley 14436/58.

9. Secretaría de planificación provincial.

10. Testimonio de Luis Felipe Sapag (21/12/2012)

11. Testimonio de Oraldo Brito. En: http://goo.gl/K9AN3.

BIBLIOGRAFÍA

1. Arias Bucciarelli, Mario y González, Alicia (1993). "La provincia y la política. Formación y consolidación del estado neuquino". En Favaro, Orietta (Dir.). Historia de Neuquén. Buenos Aires: Plus Ultra.         [ Links ]

2. Castillo, Héctor (2005). Neuquén, Crónica de una época y la creación del MPN. Neuquén: edición del autor.         [ Links ]

3. De Riz, Liliana (1994). Radicales y peronistas: el Congreso Nacional entre 1983 y 1989. Buenos Aires: CEAL.         [ Links ]

4. Favaro, Orietta y Arias Bucciarelli, Mario (2001). "Una experiencia populista provincial, Neuquén 1960-1990". En Revista Nueva Sociedad, nº 172. Caracas.         [ Links ]

5. Gibson, Edward y Calvo, Ernesto (2001). "Federalismo y sobrerrepresentación: La dimensión territorial de la reforma económica en la Argentina". En Abal Medina y Calvo (eds.), El federalismo electoral argentino. Buenos Aires: Eudeba.         [ Links ]

6. Negretto, Gabriel (2002). "¿Gobierna solo el presidente? Poderes de decreto y diseño institucional en Brasil y Argentina". En Desarrollo Económico, vol. 42, nº. 167, Buenos Aires: IDES        [ Links ]

7. Palermo, Vicente (1988). Neuquén: La creación de una sociedad. Buenos Aires: CEAL.         [ Links ]

8. Rein, Raanan (2005). "El primer peronismo sin Perón: La Unión Popular durante la Revolución Libertadora". En Cuadernos Americanos, nº 112, México, julio-agosto, pp. 55-82.         [ Links ]

9. Romero, Luis Alberto (2012). Breve historia contemporánea de la Argentina. Buenos Aires: FCE.         [ Links ]

10. Sapag, Felipe (1994). El desafío. Neuquén: Fundación Neuquén.         [ Links ]

11. Sapag, Luis Felipe (2008). Sapag: Del Líbano a Neuquén. Buenos Aires: Sudamericana.         [ Links ]

12. Sapag, Luis Felipe (2012). Volver al Neuquén que viene. Edición digital por www.neuquen.com.ar.         [ Links ]

13. Tsebelis, George (1998). "La toma de decisiones en los sistemas políticos: Actores de veto en el presidencialismo, parlamentarismo, multicameralismo y multipartidismo". En Saiegh, sebastian y Tomassi, Mariano (comps.), La nueva economía política: racionalidad e instituciones. Buenos Aires: Eudeba.         [ Links ]