INTRODUCCIÓN
El trasplante renal (TR) es la terapia de reemplazo renal de elección para la mayoría de los pacientes con enfermedad renal crónica (ERC) estadio 5, sin embargo, antes de realizar la donación, es necesario incorporar el estudio y evaluación de las condiciones del binomio receptor-donador (BinRD) por el equipo de valoración psicosocial, ya que nuestra población se considera de riesgo por las características socioeconómico culturales y estas juegan un papel relevante para lograr el éxito del TR y los cuidados después del mismo.(1,2) El protocolo de TR, implica una serie de acciones, que dan lugar a la decisión más acertada de trasplantar a un paciente o decidir que continúe en lista de espera. La evaluación del estado mental del BinRD resulta imprescindible dentro del protocolo de TR, desde la perspectiva médica, psicosocial, ética, y legal. (1,2) La evaluación psicosocial ofrece la oportunidad de trabajar estos temas, además de compartir las emociones que el candidato a donante podría experimentar después de la donación, y los resultados psicosociales previstos a corto y largo plazo, sobre todo, porque perder un riñón tiene un impacto profundo y multifacético en las vidas de muchos donantes e influye en su identidad, roles y relaciones,(2) mientras que, en los posibles candidatos permite evaluar las fortalezas y limitaciones psicológicas, de salud conductual y de redes sociales del paciente que pueden facilitar o dificultar la adaptación a las complejidades y desafíos del TR, las modificaciones del estilo de vida y la supervivencia a largo plazo, así como, identificar factores que pueden influir negativamente en el éxito del TR y obliguen a poner en práctica intervenciones específicas, para incrementar la probabilidad de un resultado favorable para el paciente.(1) Los síntomas de ansiedad y depresión son frecuentes en pacientes con diálisis crónica; la prevalencia exacta no está clara, pero las estimaciones oscilan entre aproximadamente 10% a 50%. (3-5) La depresión suele estar fuertemente asociada a mayor morbilidad y mortalidad, disminución de la calidad de vida, aumento de las percepciones negativas sobre la enfermedad renal, una mayor utilización de servicios y a falta de adherencia del paciente al tratamiento. (5) Sin embargo, las alteraciones en la salud mental en posibles donadores bajo protocolo de TR son menos claras, ya que la mayoría de los estudios en el campo de los trastornos mentales solo se han centrado en enfermos con ERCT. En los escasos estudios que existen al respecto, se han encontrado bajos niveles de depresión (6) y de ansiedad. (6,7) En donadores, debido a la dificultad que pueden enfrentar algunos de ellos en afrontar la pérdida de un órgano de por vida y/o la autopercepción que puedan tener sobre el riesgo de desarrollar a largo plazo una enfermedad renal, es clara la importancia de ampliar los estudios en esta población. Por otra parte, en la actualidad, existe un creciente interés por las alteraciones de salud mental en la población general, debido a nuevos retos, cambios generacionales y contextuales en los cuales se está desarrollando el ser humano. En este sentido, durante las últimas décadas, se ha producido un aumento significativo en el diagnóstico de los trastornos mentales; más de 300 millones de personas en el mundo sufren algún síntoma de depresión y más de 260 millones de síntomas de ansiedad.(8) Por otra parte en 2017, a nivel mundial, los desórdenes depresivos fueron la tercera causa de años vividos con discapacidad en ambos sexos(9) ; por otra parte, se estima que el impacto mundial acumulado de los trastornos mentales en términos de pérdidas económicas será́ de 16,3 billones de dólares entre 2011 y 2030. Además, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se prevé que la depresión se convierta en la primera causa de discapacidad a largo plazo para 2030.(10) Por lo tanto, ante la carga global de las enfermedades mentales a nivel mundial, y en el contexto del TR, es importante la evaluación psicosocial del BinRD, con el objetivo de disminuir la incertidumbre de someterse al proceso del TR, incrementar las habilidades de autocontrol y la capacidad de resolución de problemas. Por lo que el propósito principal de este estudio fue determinar la presencia de síntomas de ansiedad y depresión en el BinRD durante la evaluación de potenciales candidatos a TR, así como identificar sus características y factores asociados en esta población.
MATERIAL Y MÉTODOS
Diseño del estudio y participantes Estudio transversal analítico, en el que se estudiaron 174 BinRD que acudían a evaluación y manejo para posible TR (protocolo de TR) a la Unidad Médica de Alta Especialidad, Hospital de Especialidades, Centro Médico Nacional de Occidente del Instituto Mexicano del Seguro Social en Guadalajara, México. Los criterios de selección para los candidatos a receptores a TR (CRTR) fueron: edad ³18 años, cualquier causa de ERCT, cualquier tiempo y modalidad de diálisis (diálisis peritoneal continua ambulatoria [DPCA], diálisis peritoneal automatizada (DPA) hemodiálisis intramuros [HDIM], la cual se lleva dentro de la unidad médica, o hemodiálisis extramuros [HDEM] que se realiza en Unidades Privadas subrogadas por el IMSS). Se excluyeron CRTR en lista de espera de donador de muerte encefálica, historia de TR previo, y contraindicaciones absolutas para TR de donador vivo. Los criterios de inclusión para los candidatos a donadores de TR (CDTR) fueron: ³18 años, cualquier sexo, relacionados o no relacionados, con consentimiento por escrito como candidato a donador. Se excluyeron, donadores con criterios extendidos, o que abandonaran el protocolo de TR, durante el primer mes de inicio. El presente estudio fue autorizado por el Comité Local de Ética e Investigación en Salud de la unidad médica (R-2017-1301-117) y todos los participantes proporcionaron su consentimiento informado por escrito para participar. Los autores manifestamos nuestra total adhesión a la Declaración de Estambul sobre el tráfico de órganos y el turismo de trasplantes. (11)
Detección de ansiedad Para detectar síntomas de ansiedad en el BinRD, se utilizó la Escala de Depresión y Ansiedad Hospitalaria (HADS, por sus siglas en inglés). Este instrumento consta de 14 reactivos (siete sobre ansiedad y depresión respectivamente), en las que los pacientes indican cómo se sintieron durante la semana pasada, seleccionando una de las cuatro opciones de respuesta (0-3) para indicar la intensidad o frecuencia de los síntomas.(12) De acuerdo a los siguientes rangos de puntuación se definió la presencia de síntomas de ansiedad: ³6 puntos y su severidad: 0-5 ausencia de síntomas, 6-8 síntomas leves, 9-11 síntomas moderados y 12 o más, síntomas severos.(12) El HADS difiere de otras escalas porque contiene preguntas que evalúan los síntomas de ansiedad y depresión asociadas a enfermedades físicas (pérdida de peso, insomnio, fatiga, cefalea, vértigo). El instrumento proporciona dos puntuaciones, una para la ansiedad y otra para la depresión, (12) para efecto de este estudio, se tomó solo en cuenta la subescala de ansiedad.
Detección de depresión La detección de síntomas de depresión se realizó mediante el Inventario de Depresión de Beck (BDI-II, por sus siglas en inglés). (13) El BDI-II está constituido por 21 reactivos que son respondidas en una escala Likert de 4 puntos que evalúan la gravedad de la sintomatología depresiva en las últimas 2 semanas. La puntuación total puede variar de 0 a 63 y resultados más altos muestran una sintomatología depresiva más severa. Los puntos de corte usualmente aceptados para graduar la intensidad/severidad son los siguientes: Sin síntomas: 0-9 puntos, depresión leve: 10-16 puntos, depresión moderada: 17-29 puntos, depresión severa: ³ 30 puntos. (14) El HADS, ha sido validado en población mexicana con padecimientos crónicos (cáncer, enfermedad intestinal inflamatoria, HIV/SIDA obteniendo una adecuados consistencia interna [a de Cronbach de 0.86, 0.90, 0.88 respectivamente]). (15-17) En México, la adaptación del BDI-II mostró una consistencia interna adecuada (a=0.92). (18) Ambos instrumentos han sido ampliamente utilizados en población general mexicana (17) y en pacientes con diálisis. (5, 19, 20) Para la autoaplicación de los instrumentos, especialmente en el caso de CRTR, se verificó que no presentara algún evento agudo relacionado con la diálisis o la ERCT. Al BinRD se le citó en el área de consulta externa del hospital para la autoaplicación de los cuestionarios, proporcionándoles previamente las instrucciones por los mismos investigadores (JRZM, ECR, ERR).
Análisis estadístico Los datos son presentados como promedio ± desviación estándar, mediana (percentiles 25%-75%), frecuencia o porcentajes, según estuvo indicado. Para determinar la distribución de la muestra se utilizó la prueba de normalidad de Kolmogorov-Smirnov. Las comparaciones entre grupos fueron hechas mediante la prueba de c2, t de Student o U de Mann-Whitney según fue apropiado. Se estimó la razón de momios para determinar asociación univariada. Se realizó además un análisis multivariado por regresión logística mediante un método adelante/condicional, con un nivel de confianza de 95% y se analizó la bondad de ajuste de Hosmer-Lemeshow para identificar factores asociados a ansiedad o depresión. Un valor de p<0.05 fue considerado como significativo. Para el análisis de los datos se utilizó el paquete estadístico SPSS para Windows versión 24.
RESULTADOS
La comparación de las características generales entre los 174 CRTR y 174 CDTR en protocolo de TR, se muestran en laTabla 1.
Tabla 1: Características generales del binomio receptor-donador en protocolo de trasplante renal
En CRTR, el tiempo mediano de evolución de ERC fue 36 meses y en diálisis fue 13 meses. En los pacientes en diálisis, la modalidad más frecuente fue la diálisis peritoneal (DPA 29%, DPCA 26%). El 12% de los pacientes se encontraban en protocolo de TR anticipado. De acuerdo con el tipo de donador, 77% era relacionado (47% hermanos, 40% padres, 6% hijos, 5% tíos, 2% primos) y 23% donadores no relacionados (63% esposos, 15% amigos y 22% otro tipo de relación).La frecuencia de síntomas de ansiedad durante la evaluación como parte del protocolo de TR fue significativamente mayor en CRTR (39%) que en CDRT (21%) (p<0.001). Asimismo, en la detección de síntomas de depresión, la diferencia entre ambos grupos fue aún mayor (CRTR 46% vs CDTR15%) (p<0.0001). Respecto a la comparación según la gravedad de la sintomatología, se encontró una diferencia significativa en los distintos niveles de ansiedad (p=0.003) y de depresión (p<0.0001) resultando más afectados los CRTR (Figura 1).
Figura 1: Comparación del nivel de ansiedad y depresión entre receptores y donadores en protocolo de trasplante renal
En cuanto a la sintomatología específica de ansiedad los CRTR presentaron mayor frecuencia significativa en la mayoría de estos síntomas específicos, que el grupo de CDTR a excepción de “me siento alegre” (p=0.389) y “me siento tenso (a) o nervioso (a)” (p=0.900) que no fueron diferentes entre grupos. (Figura 2).
Figura 2: Comparación de la frecuencia de síntomas específicos del Inventario de Depresión de Beck-II entre candidatos a receptores y donadores
En relación con la sintomatología específica de depresión los CRTR presentaron mayor frecuencia significativa en la mayoría de estos síntomas específicos, que el grupo de CDTR a excepción de pensamiento suicidas y muerte (p=0.281) y pérdida de interés en el sexo (p=0.251) que no fueron diferentes entre grupos. Los síntomas específicos más afectados fueron: pérdida de energía (p=<0.0001), cambios en patrones de sueño (p=<0.0001), cansancio o fatiga (p=<0.0001), cambios en el apetito (p=<0.0001), irritabilidad (p=<0.0001) pérdida de placer (p=<0.0001, d=0.) y agitación (p=<0.0001). (Figura 3).
Figura 3: Comparación de la frecuencia de síntomas específicos de la Escala de Ansiedad y Depresión Hospitalaria (HADS) entre candidatos a receptores y donadores.
En el grupo de CRTR con síntomas de ansiedad (p=0.034) o depresión (p=0.031) se observó un mayor tiempo de evolución de la ERC, en comparación de aquellos que no mostraban síntomas. El tipo de diálisis fue significativamente diferente solo en receptores con síntomas de ansiedad vs sin síntomas (p=0.020). No se observaron diferencias significativas en cuanto a edad, sexo, escolaridad, estado civil, remuneración laboral, TR anticipado, tiempo en diálisis y tipo de donador vivo entre receptores con y sin síntomas de ansiedad o depresión (Tabla 2). En el caso de donadores no se observaron diferencias significativas en las características generales entre quienes presentaron o no presentaron síntomas de ansiedad o depresión (Tabla 3). rotocolo de TR, se incrementa la probabilidad del riesgo de presentar síntomas depresivos casi 5 veces más que los posibles donadores (OR=4.770, IC 95% 2.854-7.974, p<0.0001) y más del doble de síntomas de ansiedad (OR=2.383, IC 95% 1.478-3.841, p<0.001). En el análisis multivariado, las únicas variables que predijeron en forma significativa una menor presencia de ansiedad en los receptores fueron la HDEM y DPA (Tabla 4). No se observaron variables asociadas a la presencia de depresión.
Tabla 2: Comparación de características generales de acuerdo con la presencia de ansiedad-depresión en candidatos a receptores
*mediana (percentiles 25-75%). Abreviaturas: DPCA, Diálisis Peritoneal Continua Ambulatoria; DPA, Diálisis Peritoneal Automatizada; HDIM, Hemodiálisis intramuros; HDEM, Hemodiálisis extramuros.
Tabla 3: Comparación de características generales de acuerdo con la presencia de ansiedad-depresión en candidatos donadores
Finalmente, se encontró que los pacientes en protocolo de TR, incrementa la probabilidad del riesgo de presentar síntomas depresivos casi 5 veces más que los posibles donadores (OR=4.770, IC 95% 2.854-7.974, p<0.0001) y más del doble de síntomas de ansiedad (OR=2.383, IC 95% 1.478-3.841, p<0.001). En el análisis multivariado, las únicas variables que se predijeron en forma significativa una menor presencia de ansiedad en los receptores fueron la HDEM y DPA (Tabla 4). No se observaron variables asociadas a la presencia de depresión.
Tabla 4: Factores asociados a ansiedad en candidatos a receptores en protocolo de trasplante renal
DISCUSIÓN
La evidencia científica ha demostrado la importancia de la evaluación psicológica y psiquiátrica antes y después de una cirugía de TR, para obtener una mejor adherencia terapéutica.(1,2,21) Sin embargo, son escasos los estudios que reportan el estado de salud mental del BinRD durante el proceso de evaluación pretrasplante.(22) En el presente estudio, tanto la frecuencia de síntomas de depresión (receptor 46% vs donador 15%) como de ansiedad (receptor 39% vs donador 21%) fue mayor en los candidatos a TR que en los donantes. La alta incidencia de depresión en pacientes con ERCT ha sido ampliamente estudiada (Palmer et al., 2013), (5) sin embargo, el porcentaje de depresión encontrado en el presente estudio (46%), fue mayor en comparación con otros estudios, en los cuales se reporta alrededor de 16-27%. (18, 23, 24) En los países latinoamericanos se ha observado un porcentaje mayor de depresión (31%) en pacientes con enfermedad renal. (25) Esto puede deberse a las diferencias socioculturales y sociodemográficas de los participantes. Se ha identificado que las personas hispano hablantes pueden llegar a tener mayores índices de depresión. (19) En el estudio realizado por Tuot et al., (24) con pacientes de diferentes procedencias étnicas, se encontró una asociación diferencial de síntomas depresivos con mortalidad por raza. En su estudio, el BDI inicial, superior a 14 puntos, se asoció con un mayor riesgo de muerte entre los participantes blancos, una tendencia hacia una mayor mortalidad entre los participantes hispanos, pero no una asociación con la mortalidad entre los participantes afroamericanos. Ante ello, se sugeriría extender los hallazgos del presente estudio con otros grupos poblacionales, no solamente con pacientes mexicanos, para conocer los posibles factores asociados con la alta incidencia de depresión en poblaciones determinadas. En este sentido, detectar la depresión en los pacientes con ERCT es muy importante, ya que se ha asociado con malos desenlaces clínicos, incluido un mayor riesgo de lesión renal aguda, progresión de ERC y eventos cardiovasculares. (26) Los posibles receptores de TR mostraron una sintomatología más depresiva, como cambios en patrones de sueño, pérdida de energía, cambios en el apetito, cansancio o fatiga, llanto, pérdida del placer y agitación, observados en el estudio de Pérez-San-Gregorio, et al. (6). Es posible que la mayoría de estos síntomas puedan reflejar síntomas somáticos debido a la diálisis y/o disfunción renal en la ERCT. Por otra parte, llama la atención que si bien la frecuencia de los pensamientos suicidas y muerte, observada en nuestro estudio (CRTR 5% vs CDTR 8%), fue baja y no fue diferente entre ambos grupos, estas ideas suicidas suelen ser intrusivas e indicativas de la presencia de una enfermedad mental. Este tipo de pensamientos generalmente ocurren en respuesta al estrés y a la capacidad que tiene una persona de lidiar eficazmente con dicho estrés. Lo anterior es relevante porque, tanto el protocolo de TR como el proceso de donación mismo, implican un estado de estrés para el BinRD. Por otro lado, de acuerdo con los hallazgos en la exploración de variables clínicas, se encontró que quienes presentaron mayor sintomatología ansiosa y depresiva fueron quienes tenían mayor tiempo de evolución de la enfermedad renal. Una posible explicación para esto es que la ansiedad y depresión están presentes desde antes del inicio de la diálisis, como lo demuestran los resultados de dos metaanálisis donde reportan una prevalencia de ansiedad de 30.52 (IC, 14.51-46.53) en la etapa prediálisis (27), y depresión de 26.5% (IC, 18.5-36.5) en ERC estadio 1-5 sin diálisis. (5) La modalidad de diálisis solo fue diferente en el grupo de CRTR con síntomas de ansiedad, y en análisis multivariado las modalidades de DPA y HDEM se asociaron a una menor prevalencia de ansiedad. Es difícil explicar este resultado, sin embargo, puede estar relacionado a lo encontrado en el metaanálisis de Rabindranath y Cols., (28) en el que los pacientes en DPA tenían mucho más tiempo para el trabajo, la familia y las actividades sociales. Por otra parte, el hecho que en la HDEM el tratamiento se otorgue en una unidad privada puede reducir la ansiedad debida a la saturación que se observa en las unidades de HD públicas y al mayor tiempo de espera. Específicamente en el contexto de trasplante, son escasos los estudios que se han hecho en relación a la salud mental en pacientes trasplantados, (5) sin embargo algunos estudios reportan altos niveles de sintomatología depresiva en receptores, posterior a su cirugía de trasplante, (20, 28,29) encontrando que quienes presentan depresión inmediata a la cirugía, pueden tener un riesgo más alto de presentar dificultades físicas y discapacidades, incluso después de varios años. (29) En este sentido, es importante que se privilegien los estudios longitudinales para tener un seguimiento certero sobre el riesgo de los pacientes renales de padecer alguna complicación en su salud mental a través del tiempo. Por su parte, la ansiedad reportada en pacientes trasplantados es un poco menor en comparación con la depresión. (6,31) De forma similar, en el presente estudio la ansiedad fue menos común que la depresión en los receptores, encontrando 39% de pacientes con síntomas ansiosos; cifra también mayor a la reportada por otros estudios en los cuales reportan alrededor del 20% de casos.(25) Se ha encontrado que la ansiedad en pacientes trasplantados, tiende a disminuir en el transcurso del tiempo, (31) sin embargo, existe sólida evidencia de que las comorbilidades como la ansiedad y depresión pueden llegar a afectar en el desarrollo de la enfermedad.(32,33) En relación con los donadores, la sintomatología ansiosa (21%) fue más común que los síntomas depresivos (16%); sin embargo 8% de estos donadores presentaban síntomas de ansiedad entre moderados y severos, así como el 7% depresión moderada. Por lo que de acuerdo con las recomendaciones (2), en este grupo de candidatos a donadores se debe establecer un plan de tratamiento psicológico individualizado, para que, durante todo el proceso de evaluación y donación tengan una experiencia psicosocial positiva en el manejo de sus preocupaciones y los factores de riesgo psicosocial y evitar excluirlos como candidatos a la donación. Sorprendentemente, se encontró que nuestro estudio muestra una mayor frecuencia de síntomas de ansiedad que lo reportado por Holscher y Cols., (34) quienes informaron una incidencia de alrededor del 5.5%. A pesar de que las causas de ansiedad en candidatos a donadores de TR, han sido poco estudiadas, Pérez-San-Gregorio y Cols, (35) reportan los siguientes hallazgos interesantes: los candidatos a donantes con un mayor nivel de preocupación sobre los receptores mostraron un mayor estado de ansiedad y más preocupación por sí mismos como donantes. Específicamente, en orden de importancia, estas preocupaciones incluían la muerte del receptor, la ansiedad antes de la cirugía, la culpa con respecto a un posible rechazo del injerto, miedo a una recuperación dolorosa, culpa por una posible incompatibilidad. (35) Es importante atender la presencia de ansiedad en los donadores de TR, ya que se ha ligado con el arrepentimiento posterior a la donación, (34) así como a una mayor preocupación sobre los receptores. (35) La prevalencia de la ansiedad, depresión y arrepentimiento después de la donación sigue sin estar clara, con amplios rangos reportados de 6-67% para síntomas de ansiedad, 5-23% de depresión, y 0-7% por arrepentimiento de la donación. (34) Más allá de las estimaciones de prevalencia poco claras, nuestra comprensión está limitada por la escasez de estudios para identificar los factores de riesgo de estas condiciones. Con base en los resultados del presente estudio, se sugiere ampliar los estudios sobre ansiedad en donadores candidatos a un TR en nuestro medio, así como sus posibles causas. En este sentido, Wirken y Cols., (36) encontraron que algunos de los temas de interés para donadores de TR, para trabajar mediante intervenciones psicológicas, fueron: los altos niveles de fatiga, problemas de concentración, dolor, problemas sobre la reincorporación al trabajo, limitaciones después de la cirugía, afrontar los tiempos de espera para el trasplante y la influencia de la donación en las relaciones familiares. Acorde con los hallazgos de este estudio, se considera relevante la identificación temprana de sintomatología ansiosa y depresiva en el proceso de trasplante, de donadores y receptores, ya que con ello se permite una visión integral del autocuidado y una mejora en la calidad de vida de estas poblaciones.(37) Adicionalmente, si bien se realiza una valoración para la elegibilidad de los donadores, generalmente está basada en criterios médicos, dejando de lado aspectos psicosociales importantes.(38) En México, los protocolos de trasplante renal tienen como criterio fundamental la realización de una valoración psiquiátrica, sin embargo, lo encontrado en este estudio revela la alta incidencia de sintomatología depresiva y ansiosa en receptores y donadores, por lo que la identificación y atención en etapas tempranas permitiría una mejora en la salud emocional del paciente y del donador antes y después de la realización del trasplante. Finalmente, estos resultados sugieren la necesidad de intervenciones psicológicas dirigidas a disminuir síntomas de depresión y ansiedad en población renal, tales como la terapia cognitivo conductual, la cual ya ha probado su efectividad, incluyendo población latina. (38-40) Consideramos que la principal limitante del estudio es su validez externa ya que puede ser el hecho de que los pacientes incluidos fueron sólo derechohabientes del IMSS que acudían a protocolo de TR y no representa lo que pudiera ocurrir en la población que requiere de TR. Por otra parte, el diseño del estudio es transversal, y pudiera argüirse que una sola medición de los síntomas de ansiedad y depresión no es suficiente para determinar la magnitud de este tipo de trastornos mentales, por lo que es necesario, realizar un estudio longitudinal que nos permita evaluar los efectos de intervenciones psicoeducativas durante el protocolo de donación renal y posterior al TR en el BinRD.
CONCLUSIONES
Nuestros resultados muestran que la frecuencia de depresión y ansiedad en pacientes con ERCT en diálisis, es similar a los reportados en otros estudios, por lo que resulta importante fortalecer la evaluación del perfil de la personalidad, la conciencia de la enfermedad, el apoyo familiar y social del paciente próximo a un TR, debido a que la donación por sí misma, es un acontecimiento trascendente que implica profundos cambios psicológicos, relacionales y sociales tanto para el paciente como para su contexto familiar, así como también, que impone planificar estrategias de afrontamiento y la posible psicoterapia antes y después del trasplante para mejorar la calidad de vida, reducir la morbimortalidad y la carga global del TR. Además, es importante atender también la salud mental del donador, ya que puede verse afectada por el proceso de trasplante, tomando en cuenta que una gran cantidad de donadores son familiares. Como se encontró en el presente estudio, la ansiedad es más común en los donadores, sin embargo, se sugiere indagar otros aspectos que pueden influir en su salud mental, tales como preocupaciones por la cirugía, dolor físico, incapacidad, cambios en la salud física, entre otros.
Financiación La presente investigación ha recibido financiamiento a través del Fondo de investigación en salud del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con el número FIS/IMSS/PROT/EXT/TPTE/17/001.