SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 número29Ordenamiento espacial y arquitectura del sitio incaico Agua HediondaTebenquiche Chico en la superficie del tiempo índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

  • Não possue artigos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • Não possue artigos similaresSimilares em SciELO

Compartilhar


Cuadernos de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales. Universidad Nacional de Jujuy

versão On-line ISSN 1668-8104

Cuad. Fac. Humanid. Cienc. Soc., Univ. Nac. Jujuy  n.29 San Salvador de Jujuy nov. 2005

 

Prospección arqueológica de la Cuenca del Río de las Tunas (Dptos. Tupungato-Tunuyán, Mendoza)

Archaeological survey of las Tunas River Valley (Tupungato-Tunuyán, Mendoza)

María José Ots *

* Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales - CRICYT - Av. A. Ruiz Leal s/n - Parque Gral. San Martín – CP 5500 – Mendoza - Argentina.
Correo Electrónico: mjots@lab.cricyt.edu.ar

RESUMEN

   Presentamos en este trabajo los resultados de prospecciones sistemáticas realizadas en la cuenca del río De las Tunas en el Valle de Uco, provincia de Mendoza. Nuestro objetivo es el estudio del área desde una perspectiva arqueológica regional, integrando las investigaciones de sitios con los aportes de la arqueología distribucional, fuera del sitio, para identificar las transformaciones y las continuidades en la ocupación prehistórica del paisaje regional.
   Adoptamos la metodología propuesta para los estudios distribucionales, que consistió en la prospección de la microregión seleccionada mediante transectas para la inspección pedestre, intensiva y sistemática de los distintos sectores del paisaje; y el registro –posición, medición, recolecciones sistemáticas, muestreos, mapeo- de las condiciones ambientales y los "hallazgos aislados" y concentraciones de artefactos.
   A pesar de sus limitaciones en cuanto a la precisión cronológica y de funcionalidad de los sitios, identificamos patrones de asentamiento y uso del paisaje en las distintas etapas de la prehistoria regional, que podrían indicar aumento y movilidad de población y cambio tecnológico y cultural.

Palabras Clave: Arqueología distribucional; Arqueología regional; Cambio cultural; Paisaje y doblamiento; Prospección arqueológica.

ABSTRACT

   We present in this paper the results of the systematic surveys carried out in the river De las Tunas valley in Valle de Uco, in Mendoza province. Our objective is the study of the area from the regional archaeological perspective, integrating the sites investigations with the contributions of the distributional archaeology, off site, to identify the transformations and the continuities in the prehistoric occupation of the regional landscape.
   We adopt the methodology proposed by the distributional studies that it consisted on the prospecting of the microregion selected by means of transects for the pedestrian, intensive and systematic inspection of the different sectors of the landscape; and the registration -position, mensuration, systematic gatherings, samplings, mapping- of the environmental conditions and the "isolated finds" and artifact concentrations.
   In spite of their limitations as for the chronological precision and sites functionality, we identify settelment patterns and use of the landscape in the different stages of the regional prehistory that could indicate increase and population's mobility and technological and cultural change.

Key Words: Distributional archaeology; Regional archaeology; Cultural change; Landscape and population; Archaeological survey.

INTRODUCCIÓN

   El Valle de Uco fue una de las zonas de la actual provincia de Mendoza más densamente pobladas en el momento del contacto hispano-indígena (1551-61). Ubicado entre los ríos Mendoza y Tunuyán, el "antiguo Valle de Uco" (Canals Frau 1950), o como se considera actualmente, hasta el río Diamante, concentra la mayoría de los sitios arqueológicos a partir de los cuales se establecieron las primeras secuencias culturales de la Etapa Agroalfarera regional: Agrelo-Patronato, La Arboleda (Ídem., Canals Frau, 1956, Canals Frau y Semper, 1956), Viluco (Boman, 1920; Lagiglia, 1978). Estudios posteriores en el área se realizaron también desde la perspectiva de investigación de sitios arqueológicos (Bárcena, 1969-70, 1996, Sacchero y García 1991, Durán et al., 2003).
   A partir de estos antecedentes, y de trabajos propios en el área (Ots 2004a; Cahiza y Ots 2005), propongo aquí otro tipo de abordaje arqueológico, tomando el modelo de la estructura arqueológica regional (Nota 1). Los enfoques regionales suponen la selección de un área discreta o "microregión" que reúna distintos paisajes, y la adopción de los conceptos y métodos propios de la Arqueología distribucional, "off-site" (Foley, 1981) o "non-site" para el estudio de la distribución regional del registro arqueológico. El área delimitada dentro del Valle de Uco es el valle formado por la cuenca hidrográfica del río De las Tunas y sus afluentes, que atraviesa varios tipos de ambientes entre los 3000m y 900m s.n.m. (Figura 1). La metodología que consideramos más adecuada consiste en la prospección pedestre mediante transectas para la identificación y el registro no destructivo de la distribución espacial de todas las manifestaciones arqueológicas, sin distinciones cualitativas ni cuantitativas.


Figura 1. Ubicación del área de estudio (Regiones naturales del Norte y Centro de Mendoza - Modificado de Bárcena 1989)

   La integración de los resultados de la prospección con los de los estudios de sitio y la identificación de los procesos de formación del registro arqueológico permiten obtener un panorama más completo de los cambios y las continuidades en el uso del espacio en la región.

EL ENFOQUE REGIONAL EN ARQUEOLOGÍA: LA OCUPACIÓN HUMANA EN EL TIEMPO Y EL ESPACIO

   A más de dos décadas de la publicación de la propuesta de "A model of regional archaological structure", de R. Foley (1981), la incorporación de la escala regional a los estudios arqueológicos no constituye una novedad, sin embargo, este tipo de enfoques no abundan en nuestra área de estudio. El fundamento del modelo regional o arqueología "off-site" es la continuidad espacio-temporal del comportamiento humano en el aprovechamiento de los recursos del paisaje. La información arqueológica se optimiza considerando la variabilidad del registro arqueológico a través del paisaje, fuera del sitio. La integración de los datos relevados dentro y fuera de los sitios, más la evaluación de las modificaciones que pudieran introducir distintos procesos posdepositacionales, conforman el "paisaje arqueológico" (Belardi, 1992)
   Desde esta perspectiva, los "sitios" serán los sectores del paisaje con alta frecuencia de restos (Binford, 1992); y se considerarán además los restos de actividades que se distribuyen en menor grado sobre todo el espacio (concentraciones y "hallazgos aislados", en el sentido de Borrero et al. 1992:10). Este tipo de estudios requiere delimitar una región (microregión), entendida como el área de explotación de recursos, donde se identificará la variabilidad en la densidad superficial de artefactos, en relación con el contexto ecológico y ambiental.
   Las ventajas del enfoque espacial como alternativo al estudio de sitio es la posibilidad de interpretar los usos del espacio, la movilidad, los componentes artefactuales y la intensidad de las ocupaciones (Belardi, 1992); aunque el costo pueda ser, en palabras de Foley, una pérdida de resolución cronológica (Ob cit: 9). Sin embargo, para el estudio del cambio cultural desde una perspectiva evolutiva deben considerarse las dimensiones espacial y temporal (Borrero y Lanata, 1992). La metodología que se adopte desde estos supuestos teóricos combinará las estrategias de la "Arqueología distribucional" y el estudio tradicional de sitio, dentro de un marco temporal adecuado para obtener información espacial y diacrónica.

DESCRIPCIÓN DE LA MICROREGIÓN

   Seleccionamos un área discreta de 600km2 atravesada por el cauce principal del río De las Tunas y parte de los arroyos subsidiarios, que abarca tres tipos de ambientes: la Cordillera, el Piedemonte y la Llanura (Figura 1). El río De las Tunas constituye una de las principales reservas hídricas del Valle de Uco; junto al río Tunuyán, del que es afluente, forman uno de los oasis más ricos de la provincia de Mendoza.
   El espacio seleccionado como una unidad de muestreo arqueológico puede definirse como una "microregión" dentro del Valle de Uco –en el sentido propuesto por Pérez de Micou y otros (1992:77)-, que articula una serie de microambientes en zonas con recursos diferenciados, los cuales se presentan en cierta continuidad espacial agrupando gran parte del potencial de recursos ofrecidos por la región de estudio.
   El río De las Tunas se origina en la Cordillera Frontal, vertiente oriental del Cº Pabellón (5600m), aproximadamente a W69º40'-S33º20' (Vitali, 1940). Este cauce, de caudal permanente, se dirige hacia el sureste a través de 67,5km de longitud (Estudio..., II:lll.164). Su principal afluente –en el borde de la cordillera- es el arroyo Santa Clara, alimentado por el deshielo del Cordón del Plata. En este sector, el paisaje es el característico de los valles cordilleranos: vertientes y aguadas, suelos muy húmedos, "vegas" y abundante vegetación -Adesmia (Poa holciformis, Nototriche trasandina, Trisetum preslei)-. Sobre los 2250 m s.n.m, se encuentran minas de cobre (Salamanca, Pascual y Barrera), oro y plata (grupos mineros San Ramón y Josefina), actualmente abandonadas por el agotamiento de las menas útiles.
   Los afluentes pedemontanos del río De las Tunas que nacen en la Cordillera Frontal son de caudal permanente; los que nacen en su borde oriental son esporádicos y con regímenes irregulares; mientras los arroyos que nacen en la depresión se alimentan con aguas semisubterráneas que afloran espontáneamente (Barrera, 1970). Los primeros son los arroyos Los Tábanos-Mortero-Del Novillo Muerto y San Pablo; los arroyos Las Rosas, Villegas y Agua Amarga nacen en el Piedemonte. Desde la confluencia del río De las Tunas con el arroyo Las Rosas, en la Pampa del Pedernal, las aguas se infiltran formando una enorme cubeta de agua subterránea. Con el aporte del arroyo del Agua Amarga forma el arroyo Guiñazú, y desemboca unos 13 km después en el río Tunuyán.
   Hasta 2000-1800m s.n.m., la vegetación característica es de Mullium spinoum, Nassauvia axillaris; matorrales húmedos de Junellia scoparia, Schinus y grandes cactáceas. En el sector de las "Tres Terrazas" la cobertura de coironales de Stipa tenuísima es casi completa; igualmente en la "Pampa de la Rinconada", donde se los considera "pastizales de neblina" (Roig, 1972 y ss.), y Larrea divaricata y Piptochaetium napostaense en el Piedemonte (Roig et al., s/f).
   El nivel inferior de la planicie pedemontana aparece como un glacis cubierto por una espesa capa de materiales que desciende desde los 2000m hasta los 1200m, con una pendiente entre 2° y 10°. Los limos de origen aluvial y tectónico de la superficie permiten una importante actividad agrícola (Barrera, 1970; Gutiérrez de Manchón y Furlani de Civit, 1997 y ss).
   El máximo nivel de precipitaciones se registra en invierno –en forma de nieve- en la cuenca superior, con valores mayores a los 800mm anuales, disminuyendo hacia el verano. Por el contrario, en las cuencas media e inferior las precipitaciones aumentan en verano (250-280mm anuales). Consecuencia del deshielo de la nieve acumulada en la falda oriental de la Cordillera Frontal, los mayores caudales del río se presentan en esta última estación (Barrera, 1962).

METODOLOGÍA

   La metodología adoptada está destinada a identificar patrones de distribución espacial de los distintos componentes, entendidos como "conjuntos de materiales que pueden ser distinguidos temporalmente de otros conjuntos" (Dewar y Mc Bride, 1992). Los diseños de prospección arqueológica mediante transectas permiten explorar la mayor variabilidad de situaciones en distintos ambientes (Schiffer et.al. 1978).
   Dividimos la microregión en unidades de análisis de menor tamaño, que corresponden a los arroyos afluentes del río De las Tunas y otros sectores que establecimos arbitrariamente sobre el cauce del río: cauce superior (desde los 2560 m hasta el borde de la Cordillera Frontal); Piedemonte o cauce medio (hasta 1200m s.n.m.) y cauce inferior. En cada unidad se relevaron las condiciones de accesibilidad y visibilidad que pudieran incidir sobre los resultados.
   Realizamos una prospección pedestre para la inspección sistemática de las terrazas, a través de transectas paralelas al borde de las mismas. Trabajamos con dos prospectores, separados por una distancia de 50m. Completamos la prospección a caballo en algunas partes de la Cordillera de difícil acceso. En este sector (cauce superior y arroyos subsidiarios) las terrazas son muy angostas, por lo cual solo en algunos tramos las transectas midieron aproximadamente 100 m de ancho. En los sectores ubicados en el Piedemonte y la Llanura, donde las terrazas son más abiertas, las transectas midieron 200m de ancho.
   Relevamos todo tipo de manifestaciones arqueológicas –artefactos y rasgos- y describimos las características ambientales de cada sector. Con un criterio operacional (Binford, 1992), consideraremos "hallazgo aislado" al artefacto o las pequeñas concentraciones (menos de 20 objetos) y "sitio" a la concentración en un sector de 20m de diámetro de más de 20 artefactos/rasgos arqueológicos. Realizamos un muestreo superficial de los materiales de acuerdo al siguiente criterio: en el caso de "hallazgos aislados", se recuperaron los artefactos; en los sitios con alta densidad de artefactos medimos la superficie de dispersión de los mismos y tomamos muestras de los distintos tipos de materiales que permitan identificar características de las ocupaciones (uso del espacio, asociación temporal, entre otras). La posición de los hallazgos y concentraciones fue tomada mediante GPS, y volcada en la carta topográfica del área de estudio.
   El relevamiento incluyó en algunos de los sitios el análisis de la distribución de los materiales en la superficie, mediante la prueba de razón varianza/media (Hodder y Orton, 1990), y la excavación de sondeos con el objeto de contrastar el registro superficial. Se evaluaron además los procesos post-depositacionales que pudieran alterar la distribución superficial de los artefactos: procesos naturales como la erosión y culturales como el movimiento y la destrucción del registro arqueológico provocado por las operaciones agrícolas.

RESULTADOS

PROSPECCIÓN

   Cubrimos el 1,68% del área mediante transectas (99,22 km lineares y una superficie de 10,08 km²) (Figura 2). Los datos relevados en cada sector son indicados en un mapa de la microregión (Figura 3): ubicación de sitios y "hallazgos aislados", rango de tamaño de la superficie de las concentraciones de materiales, componentes identificados. Brevemente describiremos los resultados para cada sector. En la tabla n°1 indicamos la posición y cota de cada sitio.

Figura 2.

Figura 3.

Tabla 1.

Cordillera-Cauce Superior del río De Las Tunas:
   Comenzamos nuestras prospecciones en la confluencia del arroyo Cortaderas con el Santa Clara (Nota 2), donde identificamos el sitio estudiado por Sacchero y García (1991) con cerámica diaguita clásico y con influencia inca. Luego remontamos el río De las Tunas hasta la misma cota. Las terrazas del río y del arroyo Santa Clara hasta el borde de la Cordillera Frontal son estrechas, de difícil tránsito, y baja visibilidad por la vegetación. Frente a la "junta" se ubica un puesto, donde registramos fragmentos de cerámica vidriada.
   Arroyo Los Tábanos-Mortero: El arroyo Los Tábanos nace en el Cerro Barrera (2400msm); se insume en el arroyo Mortero, subsidiario del de Las Rosas y posteriormente del río de Las Tunas. El sector es muy húmedo y la visibilidad es muy baja por la abundante vegetación (coironales). En la terraza superior del arroyo Los Tábanos registramos dos morteros sin materiales asociados; y un tercer mortero, manos de moler y conanas. En las cercanías del Cerro Barrera no encontramos materiales asociados a contextos prehispánicos o coloniales en el sector de las minas.
   Sobre la margen izquierda de arroyo Mortero se encuentra otro sitio (Tabla n°1: "Mortero IV") con un mortero, conanas, cerámica gris-marrón alisada y artefactos líticos. Sobre la margen derecha del arroyo Mortero registramos recintos y cercos de pircas y materiales en superficie: cerámica gris, una mano de moler, loza y vidrio.
   Arroyo del Novillo Muerto: Sobre la margen izquierda, a pocos metros de la confluencia con el arroyo Mortero, se encuentra un sitio de 28000m2 de superficie (Tabla n°1: "Aº Novillo Muerto") varias concentraciones de cerámica gris alisada y alisado/incisa; marrón alisada y corrugada; y material lítico: puntas de flecha, lascas, manos de moler, y un mortero de mayor tamaño.
   Arroyo de las Rosas: Sólo registramos "hallazgos aislados" en las altas terrazas de la margen derecha del arroyo: pircas, artefactos líticos, cerámica vidriada y vidrio; piedras con incisiones.
   Arroyo San Pablo-Villegas: Se conocen antecedentes de hallazgos en este sector (Rusconi 1962:137). Identificamos dos sitios y materiales aislados en las inmediaciones de la antigua Estancia San Pablo; de características similares a los descriptos.

Piedemonte-Cauce medio del río De las Tunas:
   Tres Terrazas: Este sector comienza en el borde de la Cordillera Frontal, aproximadamente a 2000msm. Presenta mejores condiciones de accesibilidad y visibilidad que los sectores cordilleranos, ya que la cobertura del suelo no es completa. Todos los materiales de este sector -8 artefactos líticos, aislados- se encontraron en la terraza superior de la margen izquierda –norte- del río.
   La Pampa: A partir del sector en que el Aº de las Rosas se une al Río de Las Tunas domina un terreno pedregoso y muy permeable, y la abundancia de vegetación ("monte") condiciona la accesibilidad del terreno. El caudal principal corre paralelo al arroyo del Agua Amarga que nace en este sector, y el terreno irrigado por ambos es en la actualidad apreciado para el cultivo intensivo de vides y frutales.
   Además de las transectas paralelas al río, prospectamos este tramo en sentido transversal atravesando el cauce mediante transectas de 2,5 km de longitud. Identificamos un nuevo sitio (Tabla n° 1: "La Pampa") sobre la margen derecha del Río de Las Tunas, con cerámica marrón y gris alisada, imbricada e inciso-punteada; y en el extremo noroeste se concentran grandes piedras con incisiones ("tajos"); otras con incisiones y concavidades. Unos 2 km al sur de esta concentración, otras piedras aisladas presentan las mismas características.

Llanura-Cauce inferior del río De las Tunas:
   Agua Amarga: El Arroyo del Agua Amarga, de caudal irregular, se une al río De las Tunas antes de su desembocadura en el Río Tunuyán. En este sector la visibilidad es buena en los sectores despejados de vegetación, sin embargo, esto se debe a la preparación de los terrenos para la explotación agrícola. En la finca "Agua Amarga" se encuentra el sitio homónimo. La superficie cultivada (52,3 Ha) presenta distribuciones de cerámica de varios tipos: pasta gris con superficie decorada incisa, pasta naranja con decoración pintada negro y rojo y pasta roja con engobe y pintura blanco, rojo y negro; y artefactos líticos.
   A 2,5km de distancia hacia el Norte de Agua Amarga, se encuentra otro sitio de 3,3 Ha de superficie con cerámica gris incisa.
   La Isla: En la confluencia del cauce principal del río De las Tunas con otro cauce que nace en el Piedemonte, actualmente seco, encontramos dos sitios. En el Puesto La Isla (según la denominación de la Carta del IGM, Hoja 3369-27, 1927), también sometido a labores agrícolas, se encuentra un sitio multicomponente de 8,9 Ha de superficie. Los tipos de cerámica decorada muestreados son gris inciso y naranja con engobe y pintura. Se reconocieron además desechos y artefactos líticos, entre ellos un implemento de labranza.
   En la barranca S del río, frente al anterior sitio, se encuentra otro de 4,6 Ha de superficie con cerámica gris; y en la barranca N, cerámica gris y naranja decorada muy dispersa.

DISTRIBUCIÓN ESPACIAL DE LOS COMPONENTES

   Entre los artefactos muestreados utilizamos básicamente la cerámica como indicador cronológico y de componentes. Identificamos de este modo seis "tipos de componentes", a partir de la comparación morfológica y estilística con otros contextos regionales del área Centro oeste argentino. Los tres primeros corresponden a componentes locales.
   1-Precerámico: material lítico que encontramos aislado, sin asociación a cerámica ni artefactos de molienda, en el cual destacamos una punta de proyectil con pedúnculo, similar a las de la industria "La Fortuna" (aprox. VII milenio aC.; Bárcena, 2001)
   2-Agroalfarero temprano-medio local: cerámica cocida en atmósfera reductora –pastas homogéneas de color negro-gris o marrón-, alisada y eventualmente con decoración geométrica incisa e imbricada; y material lítico asociado, que adscribimos a la denominada "cultura de Agrelo" del norte y centro de Mendoza (siglos VI-XII) (Canals Frau, 1956; Canals Frau y Semper, 1956; Bárcena, 2001). En la microregión, este componente se encuentra asociado a grandes morteros excavados en la roca, conanas y manos de moler.
   3-Agroalfarero tardío local: cerámica de pastas naranjas, rojizas –cocción en atmósfera oxidante- alisada o pulida con engobe y decoración geométrica pintada, negro y rojo, característica del tipo "Viluco" (siglos XIII/XIV-XVII; Lagiglia ob cit; Barcena 2001); y material lítico asociado.
   4-Agroalfarero tardío-Diaguita chileno: cerámica de pasta marrón rojiza, tipo rojo engobado (ambas caras), con o sin decoración geométrica pintada en blanco y/o negro; y negro y/o rojo sobre engobe blanco, que asignamos al tipo Diaguita III o inca (Niemeyer, 1969-70; Bárcena, 1988, 1998; Bárcena y Román, 1990) del Norte Chico Chileno bajo influencia incaica, que se encuentra en nuestra región en los tambos incaicos del valle de Uspallata, entre otros sectores.
   5-Agroalfarero tardío-Aconcagua: cerámica naranja con decoración geométrica pintada negra, tipo Aconcagua Salmón o "anaranjado bícromo" (Durán y Massone, 1997), característica de las poblaciones tardías y bajo dominación incaica del valle de Aconcagua (Centro de Chile).
   6-Moderno: pircas y puestos de pastoreo, en algunos casos asociados a cerámica naranja vidriada, loza, vidrio, etc.
   La distribución de los 11 "sitios" y 24 "hallazgos aislados" en los distintos sectores del paisaje, y por tipo de componente se indica en la tabla n°2:

Tabla 2

ESTUDIOS DE "SITIO"

   Tres de los sitios identificados durante las prospecciones fueron estudiados en forma intensiva, complementando el registro superficial con el de excavación: Arroyo del Novillo Muerto, Agua Amarga y Puesto La Isla.
   El primero es representativo de los sitios del componente agroalfarero temprano-medio, caracterizados en la microregión por grandes morteros excavados en la roca (esquistos), conanas, manos de moler y cerámica gris o marrón alisada y decorada. Los materiales se concentran en dos sectores, en los cuales distribuimos 13 sondeos. Mediante el análisis de una muestra del sedimento depositado en las cavidades de la roca -morteros- se identificó restos epidérmicos de hojas, cutículas de semillas y tallos de Schinus y Prosopis (además de Larrea, gramíneas y dicotiledóneas en general); sin embargo, por encontrarse a cielo abierto estos restos no pueden ser asociados a la funcionalidad de los morteros (Nota 3).
   En los tres sondeos excavados en torno al mortero registramos poco material, sobre todo varias manos de moler. En los sondeos ubicados en la pendiente en dirección al arroyo se concentra mayor cantidad y diversidad de materiales; moletas, cerámica, lascas, semillas, cáscara de huevo. El registro es similar en los sondeos del sector II. No identificamos pisos, concentraciones de carbón ni estructuras.
   Los tiestos decorados presentan los típicos motivos descriptos por Canals Frau (1956), entre otros, para la cerámica "Agrelo": inciso con chevrones, pastillaje en forma de "ojo de grano de café", "mamelones", imbricado; y dos fragmentos con engobe externo rojo.
   El sitio Agua Amarga se encuentra en un espacio que ha sido sometido a la explotación agrícola durante los últimos treinta años, situación que dificulta la posibilidad de reconocer patrones de asentamiento y de uso del espacio. Diseñamos un muestreo probabilístico de tipo sistemático a partir de transectas y cuadrículas para la recolección intensiva de los materiales de la superficie. Determinamos los límites del sitio y la distribución espacial de los materiales de tipo agrupada -según la prueba de razón varianza/media (Hodder y Orton, 1990)-, identificando los sectores de mayor concentración. Observamos que el sitio adquiere la forma del espacio agrícola superpuesto, y los límites y la superficie de las concentraciones se confunden con las sucesivas intervenciones agrícolas. El tamaño notable de la superficie de distribución de material arqueológico (52,3 Ha) debe ser atribuido a factores posdepositacionales antrópicos, en este caso relacionados con las operaciones agrícolas. Características como alta fragmentación de los artefactos, disminución de la densidad y gran dispersión de los materiales en superficie y límites indefinidos de las concentraciones sugieren que el sitio se encuentra en un grado de alteración muy avanzado en la superficie y hasta los 35cm de profundidad (Ots, 2004b).
   Excavamos 13 sondeos por niveles artificiales de 10cm y 8 cuadrículas en extensión, ubicadas en distintos sectores fuera y dentro del área cultivada. Contrastamos la secuencia de las ocupaciones a través de las excavaciones, identificando un nivel sin intrusiones ni alteraciones correspondiente al componente temprano-medio, mientras que el nivel tardío (asociado a cerámica Diaguita chilena inca) se encuentra muy impactado por la labranza, entre otros factores.
   Una situación semejante presenta el sitio Puesto La Isla, donde la distribución de material arqueológico en superficie tiene un tamaño menor que en Agua Amarga, y adquiriere una forma determinada por la topografía del lugar; las operaciones de preparación y tratamiento del terreno para la agricultura son sin embargo más agresivas que en Agua Amarga, debido a las prácticas de la agricultura "orgánica". Los sondeos se excavaron en un estrecho sector que se conserva poco modificado por la labranza, pero en el que han incidido procesos naturales como la acumulación y la acción de roedores. Mediante la recolección selectiva de material en la superficie cultivada, identificamos cerámica de los cuatro componentes descriptos –Agrelo, Viluco, Aconcagua Salmón y Diaguita chilena inca- e implementos agrícolas líticos.

DISCUSIÓN: CAMBIOS Y CONTINUIDADES EN LA OCUPACIÓN DEL ESPACIO

   En la microregión conformada por el cauce principal del río De las Tunas y sus afluentes, observamos algunos elementos característicos para el establecimiento de patrones de ocupación del espacio. Tomando en cuenta la frecuencia de hallazgos aislados sobre las concentraciones, y en base al criterio de ordenamiento tecno-tipológico que adoptamos, notamos que en las terrazas del cauce medio del Río De Las Tunas se han registrado la mayor cantidad de hallazgos aislados "precerámicos": puntas, y otros artefactos expeditivos (Ver Gráfico n°1). Otros de hallazgos de este tipo, son de las terrazas del Aº de las Rosas. Las características del paisaje son similares: altas terrazas abiertas, entre 2000 y 1500m s.n.m.
   Los sitios del componente agroalfarero temprano-medio se ubican sobre las terrazas, más estrechas, de los arroyos afluentes del río De las Tunas en los sectores cordillerano y piedemontano: Los Tábanos-Mortero-Novillo Muerto-San Pablo-Villegas. Los sitios de la llanura (Agua Amarga II y La Isla), también ubicados en las márgenes de cauces menores subsidiarios del río De las Tunas, tienen mayor superficie que los de los otros sectores. Hallazgos aislados o pequeñas concentraciones de este tipo también se encuentran dispersos sobre las márgenes de estos arroyos (Ver Gráficos n°1 y n°2). Las pocas evidencias coloniales, y posteriores, se ubican en las cercanías de estos sitios y sobre los 1800m s.n.m.: antiguas pircas y escasos materiales dispersos en la superficie.


Gráfico 1. Frecuencia de "hallazgos aislados" por sector y tipo de componente.


Gráfico 2. Frecuencia de "sitios" por sector y tipo de componente.

   Las concentraciones que pueden adscribirse al agroalfarero tardío son menos numerosas y se ubican en la Cordillera, a más de 2500m s.n.m. –arroyo Santa Clara-, y en la llanura los sitios Agua Amarga y Puesto La Isla. No registramos hallazgos aislados de este componente.
Como hipótesis operativa, con fines comparativos para interpretar los principales cambios y continuidades en la ocupación del espacio, asumimos que la superficie de un sitio estará en relación directa con el tamaño de la población.
   La ocupación principal del área durante la prehistoria corresponde a la etapa Formativa regional, durante la cual las condiciones ambientales fueron similares a las actuales (Zárate, 2002). Destacamos durante la misma dos patrones en la configuración espacial del registro arqueológico, que corresponden a dos momentos. En el momento temprano, notamos una recurrencia en la ocupación de los arroyos secundarios de curso temporario, no así sobre el cauce principal del río De Las Tunas. Podría tratarse de un patrón de asentamiento disperso, de comunidades de población reducida, en relación con la explotación estacional de recursos en distintos ambientes. En la Cordillera, las márgenes de los arroyos subsidiarios del cauce superior del río De las Tunas son ambientes muy favorables para el asentamiento estival, aptos para la caza y recolección, y también para las prácticas ganaderas y para la producción (Nota 4) y el procesamiento de alimentos. Estos asentamientos se relacionan con otros, permanentes, ubicados entre el Piedemonte y la Llanura. Estos sitios son más grandes, concentrando mayor cantidad de población: mientras que los sitios del período temprano-medio ubicados en la Cordillera Frontal no superan el rango de los 10.000m², en el piedemonte superan los 60.000 m² (Ver rango de tamaños en Figura 3).
   Para el momento tardío, el patrón de asentamiento corresponde a poblaciones más densas y más integradas, concentradas en el espacio de transición entre el Piedemonte y la Llanura. Durante esta etapa no notamos reocupación de los sitios de la Cordillera. La asociación de estas poblaciones al cauce principal del río De las Tunas, en el sector con mejores condiciones para la explotación agrícola intensiva podría indicar mayor eficiencia en el uso del espacio, como consecuencia de una tecnología más compleja para el manejo del recurso hídrico (sistema de acequias y aprovechamiento de la pendiente del terreno, como se usa en la actualidad), disponibilidad de suelos óptimos y mejores instrumentos de labranza. Esta actividad estaría complementada con pastoreo, caza y recolección.
   En los sitios multicomponentes tardíos se encuentran indicadores de las relaciones de las comunidades locales con poblaciones de la vertiente occidental de la Cordillera, que podrían corresponder a intercambio u ocupación directa por parte de grupos del Norte Chico chileno y del valle de Aconcagua. La presencia de estos grupos en el sector de mayor concentración de población puede relacionarse con la dominación incaica del área (Cahiza y Ots, 2005).

CONCLUSIONES

   El reconocimiento directo del terreno para la identificación de ambientes y restos arqueológicos, mediante metodología y técnicas de prospección y relevamiento de datos sencillos y de bajo costo, ha permitido elaborar un modelo de ocupación del paisaje regional, e identificar procesos de transformación del registro arqueológico. A modo de hipótesis para futuros trabajos en el área, proponemos un esquema sobre la dinámica poblacional durante la etapa Formativa en un sector del Valle de Uco.
   El patrón inferido consiste en la ocupación diferencial de diversos ambientes: sitios productores, de ocupación permanente o prolongada y de aprovechamiento de los suelos agrícolas y especies faunísticas de alto rendimiento en el Piedemonte, y sitios estacionales de economía extractiva de recursos: caza y recolección y procesamiento de alimentos en los asentamientos estivales de la Cordillera Frontal.
   En relación con el subsistema tecnológico, las concentraciones del componente temprano-medio se asocian espacialmente a los cauces de caudal irregular, en tanto la ocupación tardía suma el aprovechamiento de los cursos más caudalosos, lo cual implicaría mayor complejidad tecnológica en cuanto al manejo del recurso hídrico por parte de las comunidades locales tardías, y durante el momento de dominación incaica regional.

AGRADECIMIENTOS: A quienes, entre diciembre de 2001 y abril de 2004, nos facilitaron el acceso y la permanencia en las propiedades en que se encuentra dividida el área de estudio: Regimiento de Infantería de Montaña (RIM) 11, en la persona del Teniente Coronel Pellegrini; Sr. Rivas, encargado del Dique río De las Tunas; Sr. Ernesto Roco, propietario del Real del Mortero; familia de Amanda y Oscar Yanzón, encargados de la Estancia Silva (propiedad de Villa Atuel, S.A.); Sres. Ramón y José Hinojosa, propietarios de la finca Agua Amarga, y al personal: Sr. Domingo Hurtado y familias Albornoz; al Sr. Jorge, encargado de la Finca Bertona.
   A mi director, Dr. Roberto Bárcena, y a mis colegas y compañeros de equipo: Prof. Nancy Gorriz, Lic. Jorge García Llorca, Dr. Pablo Cahiza, por su apoyo y colaboración en este trabajo. A la Lic. (Bióloga) Carmen Sartor por su colaboración en el muestreo e identificación botánicas.
   A los alumnos de la carrera de Historia (Facultad de Filosofía y Letras, U.N. de Cuyo) que participaron en las tareas de prospección y excavación: Sres. Raúl Fortunato, Gustavo Figueroa, Lucas Páez, Juan Pablo Aguilar, Sebastián Carosio, Marcos Fourgeaux; Srtas. Jaquelina Calisaya, Lourdes Iniesta, Celina Álvarez y Carina Cortés.

NOTAS

1) Este trabajo es parte de las investigaciones que desarrollo dentro del Proyecto de tesis Doctoral y de Beca doctoral del CONICET sobre "La presencia incaica en el Valle de Uco, Mendoza", bajo la dirección del Dr. Roberto Bárcena.
2) R. Bárcena conectó el sector de la confluencia de los arroyos Santa Clara-Cortaderas con el valle de Uspallata remontando el río Tupungato y arribando a Punta de Vacas (Bárcena 2001, en prensa).
3) Estas muestras han sido procesadas y analizadas por la Técnica Sra. Mariana Dacar (IADIZA, CRICYT-Me)
4) No identificamos los sectores de cultivo, lo cual podría ser consecuencia de un problema de visibilidad, sobre todo en el Piedemonte y la Llanura, donde los terrenos óptimos se encuentran cultivados en la actualidad.

BIBLIOGRAFÍA

1. BÁRCENA, JR (1969-70) Estudio antropológico-físico sobre un esqueleto de "Los Sauces", (Tunuyán, Mendoza). Anales de Arqueología y Etnología, 24-25: 143-179.        [ Links ]

2. BÁRCENA, JR (1988) Investigación de la dominación incaica en Mendoza. El Tambo de Tambillos, la vialidad anexa y los altos cerros cercanos. Espacio, tiempo y forma. Serie I, Prehistoria. T 1: 397-426.        [ Links ]

3. BÁRCENA, JR (1991-92) Datos e interpretación del registro documental sobre la dominación incaica en Cuyo. Xama:4-5:11-49.         [ Links ]

4. BÁRCENA, JR (1996) Prehistoria. En: Pablo Lacoste (comp.) Valle de Uco. Historia y perspectivas. Mendoza, Uno.         [ Links ]

5. BÁRCENA, JR (1998) El tambo Real de Ranchillos. Mendoza, Argentina. Xama, 6-11:1-52.         [ Links ]

6. BÁRCENA, JR (2001) Prehistoria del Centro-Oeste argentino En: Berberián y Nielsen, comp.: Historia Argentina Prehispánica, II. Pp. 561-634. Córdoba, Brujas.         [ Links ]

7. BÁRCENA, JR (en prensa) "Aportes 2000/2001 al conocimiento de la dominación incaica del centro oeste argentino". Actas del XIII Congreso Nacional de Arqueología Argentina. Rosario, 2001.        [ Links ]

8. BÁRCENA, JR y ROMÁN, A (1990) (1986-1987) Funcionalidad diferencial de las estructuras del tambo de Tambillos: resultados de la excavación de los recintos 1 y 2 de la Unidad A del Sector III. Anales de Arqueología y Etnología t. XL-XLI: 7-81.        [ Links ]

9. BARRERA, RO (1962) Hidrología del Río Tunuyán. Boletín de Estudios Geográficos, Nº36, vol. IX: 100-133.        [ Links ]

10. BARRERA, RO (1970) Bosquejo geomorfológico del Valle de Tupungato. Boletín de Estudios Geográficos, Nº 68, vol. XVII: 145-168.        [ Links ]

11.BELARDI, JB (1992) De lo espacial a lo temporal: explorando distribuciones de artefactos. Revista de Estudios Regionales, 10: 35-67. CEIDER.        [ Links ]

12. BINFORD, LR (1992) Seeing the present and interpreting the past –and keeping things straight. En: Rossignol, J. y L. Wandsnider (eds.) Space, time and archaeological landscapes. Pp. 43-59. Plenum Press. New York-London.        [ Links ]

13. BOMAN, E (1920) Cementerio indígena de Viluco (Mendoza) posterior de a la conquista. Anales del Museo Nacional de Historia Natural de Buenos Aires, 30: 501-562.         [ Links ]

14. BORRERO, LA y LANATA, JL (comp.) 1992 Análisis espacial en la Arqueología Patagónica. Buenos Aires, Ayllu.        [ Links ]

15. BORRERO, LA, LANATA, JL y VENTURA, BN (1992) Distribuciones de hallazgos aislados en Piedra del Águila. En: Borrero, L. A. y J. L. Lanata (comp.) Análisis espacial en la Arqueología Patagónica. Pp. 9-20. Buenos Aires, Ayllu.        [ Links ]

16. CAHIZA, PA y OTS, MJ (2005) La presencia inca en el extremo sur-oriental del Kollasuyo. Investigaciones en las tierras bajas de San Juan y Mendoza y en el Valle de Uco –Rca. Argentina-. Xama, 15-18:217-228.        [ Links ]

17. CANALS FRAU, S (1950) Exploraciones arqueológicas en el Antiguo Valle de Uco (Mendoza). Publicaciones, XXII. Inst. de Arq., Lingüística y Folklore Dr. Pablo Cabrera. UN de Córdoba.        [ Links ]

18. CANALS FRAU, S (1956) Algunos aspectos de la cultura de Agrelo (provincia de Mendoza). Anales de Arqueología y Etnología, XII: 7-18.        [ Links ]

19. CANALS FRAU, S y SEMPER, J (1956) La cultura de Agrelo (Mendoza). Runa, VII(parte segunda): 169-187.        [ Links ]

20. DEWAR, RE y MC BRIDE, KA (1992) Remnant settlement patterns. En: Rossignol, J. y L. Wandsnider (eds.) Space, time and archaeological landscapes. Pp. 227-255. Plenum Press. New York-London.        [ Links ]

21. DURÁN, V y NOVELLINO, P (2003) Vida y muerte en la frontera del imperio español. Estudios arqueológicos y bioantropológicos en un cementerio indígena post-contacto del Centro-oeste argentino. Anales de Arqueología y Etnología, 54-55:115-168.         [ Links ]

22. DURÁN, E y MASSONE, M (1997) Hacia una definición del Complejo cultural Aconcagua y sus tipos cerámicos. Actas del VII Congreso de arqueología de Chile, , Vol. 1: 243-246. Alto de los Vilches, Ed. Kultrun.        [ Links ]

23. ESTUDIO DE CUENCAS ALUVIONALES EN LAS PROVINCIAS DE SAN JUAN Y MENDOZA (1973) Tomo II. Dirección General de Investigación y Desarrollo, Mendoza.        [ Links ]

24. FOLEY, R (1981) A model of Regional Archaeological Structure. Proceedings of the Prehistoric Society, 47:1-17.        [ Links ]

25. GUTIÉRREZ de MANCHÓN, MJ y FURLANI de CIVIT, ME (1997) Decisiones empresariales y fragilidad ambiental En: Furlani de Civit, M.E. y Gutiérrez de Manchón, M.J. (comp.): Mendoza, una geografía en transformación, II. Pp. 233-243. Facultad de Filosofía y Letras, UNCuyo.        [ Links ]

26. HODDER, I y ORTON, C (1990) Análisis espacial en arqueología. Barcelona, Crítica.        [ Links ]

27. LAGIGLIA, H (1978) La cultura de Viluco del Centrooeste argentino. Actas y Memorias IV Congreso Nacional de Arqueología Argentina, Tomo III, 1-4:227-265. San Rafael.        [ Links ]

28. NIEMEYER, H (1969-70) El yacimiento arqueológico de Huana. Boletín de Prehistoria de Chile, 2-3: 3-64.         [ Links ]

29. OTS, MJ (2004) La presencia inka en el extremo sur-oriental del Kollasuyo: Investigaciones en la cuenca del río De las Tunas (Valle de Uco, Mendoza, Argentina) Resúmenes del XV Congreso Nacional de Arqueología Argentina, Pp. 94. Río IV.         [ Links ]

30. OTS, MJ (2004b) Análisis del impacto de las operaciones de labranza sobre los conjuntos cerámicos. Resúmenes del XV Congreso Nacional de Arqueología Argentina, Pp. 101 Río IV.         [ Links ]

31. PÉREZ de MICOU, C, BELLELLI, C y ASCHERO, C (1992) Vestigios minerales y vegetales en la determinación del territorio de explotación de un sitio. En: Borreo, L.A. y J.L. Lanata (comp.) Análisis espacial en la arqueología patagónica. Buenos Aires, Ayllu.        [ Links ]

32. ROIG, FA, MARTÍNEZ CARRETERO, E y MENDOZA, E s/f Mapa de vegetación de la Provincia de Mendoza. Programa fitogeográfico argentino. IADIZA, CRICYT-Me.         [ Links ]

33. ROIG, FA (1972) Bosquejo fisionómico de la vegetación de la provincia de Mendoza. Geología, geomorfología. climatología, fitogeografía y zoogeografía de la provincia de Mendoza. Edición especial del suplemento del vol. XIII del Boletín de la Sociedad Argentina de Botánica: 49-80. Instituto de Investigaciones de las zonas áridas y semiáridas. Ministerio de Economía, Mendoza.         [ Links ]

34. RUSCONI, C (1962) Poblaciones pre y poshispánicas de Mendoza. III, Arqueología. Mendoza.        [ Links ]

35. SACCHERO, P y GARCÍA, A (1991) Una estación trasandina diaguita chilena. Actas del XI Congreso Nacional de Arqueología chilena, III: 61-67. Santiago de Chile.         [ Links ]

36. SCHIFFER, M; SULLIVAN, A y KLINGER, T (1978) The design of archaeological surveys. World Archaeology, vol. 10: 1-28.        [ Links ]

37. VITALI, G (1940) Hidrología de Mendoza. Contribución a su conocimiento. Mendoza.        [ Links ]

38. ZÁRATE, MA (2002) Los ambientes del Tardiglacial y Holoceno en Mendoza. En: Gil, A.F. y G.A. Neme (eds.) Entre montañas y desiertos: Arqueología del sur de Mendoza. Pp. 9-42. Buenos Aires, Sociedad Argentina de Antropología.         [ Links ]

Creative Commons License Todo o conteúdo deste periódico, exceto onde está identificado, está licenciado sob uma Licença Creative Commons