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Cuadernos de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales. Universidad Nacional de Jujuy

versão On-line ISSN 1668-8104

Cuad. Fac. Humanid. Cienc. Soc., Univ. Nac. Jujuy  n.34 San Salvador de Jujuy maio 2008

 

La universidad como agente socializador: Un análisis desde las percepciones de los estudiantes

University as a socializing agent: An analysis from the point of view of students

Rosa María Méndez Garcia *

* Universidad de Murcia - Campus Universitario de Espinardo - 30100 Espinardo - Murcia - España.
Correo Electrónico: rmendez@um.es

RESUMEN

En este artículo se presenta una parte de los resultados obtenidos en la investigación que da cuerpo a la Tesis Doctoral "Las actitudes de los estudiantes hacia la Universidad como indicador de calidad", defendida en 2007.
Se trata de un extenso trabajo que ofrece un análisis minucioso sobre el papel de la Universidad como agente socializador en el proceso de formación de las actitudes de los estudiantes, a través de la información que traslada sobre lo universitario.
La muestra la conforman 554 estudiantes de los últimos cursos de 12 de las Titulaciones que se imparten actualmente en la Universidad de Santiago de Compostela. Y la recogida de información se realiza mediante la aplicación de un cuestionario de 327 ítems en el que se plantean cuestiones sobre 55 dimensiones, que proporcionan una completa radiografía de la institución universitaria como contexto de formación y socialización.
Los resultados de la investigación ponen de manifiesto la existencia de un conjunto de tendencia que definen a los jóvenes universitarios en el marco de la sociedad actual, así como el papel de la Universidad como institución educativa y socializadora en el desarrollo de dichas tendencias. Siendo así, el objeto de este trabajo es invitar a los lectores a reflexionar sobre dos cuestiones: ¿cuáles son las creencias, los valores y las actitudes de los estudiantes universitarios en y hacia la Universidad?, y ¿cuál es el papel de la Universidad como agente socializador, a través de la información que traslada?

Palabras Clave: Estudiante universitario; Información; Socialización y universidad.

ABSTRACT

This article presents some of results obtained during the investigation "The attitude of students towards University as an indicator of quality", a Doctoral Thesis defended in 2007.
It is an extensive work that provides a detailed analysis about the role of the University as a socializing agent in the process of forming attitudes of students, through the information that the University provides.
The investigation is made among 554 students of the last courses of 12 of the degrees which are now being taught at the university of Santiago de Compostela. And the information is achieved through the application of a questionnaire of 327 items about 55 aspects, which give a complete radiography of the university institution as a context of training and socializing.
The results of the investigation show that there is a trend common to university students in nowadays society, as well as the role of university as a training and socializing institution in relation to the development of such trends. Therefore, the aim of this work is to make readers think about two questions: which are the beliefs, values and attitudes of university students inside and towards university?, and what is the role of university as a socializing agent, through the information which conveys?

Key Words: University students; Information; Socialization and university.

INTRODUCCIÓN

La socialización de los jóvenes no se centra únicamente en una serie de derechos y deberes que les reconoce el Estado -la mayor parte de ellos, asociados a la edad-, ni tampoco por la eliminación de dependencias económicas, familiares, etc. Aparte de todo ello, el joven debe ir adquiriendo aquellos contenidos formativos, actitudes, normas y valores propios de la cultura en la que se encuentra inmerso.
Como establecen Avelló Flórez y Muñoz Garrión (2002), <<todos los sistemas culturales se sirven de instituciones mediadoras para enculturizar a sus individuos y transmitirles los valores, las ideas, usos y creencias dominantes>> (p.40). Así, se habla por un lado, de instituciones clásicas o tradicionales, como pueden ser la familia o la escuela y, por otro lado, de los medios de comunicación de masas como nuevos agentes de socialización.
En nuestro caso la meta está clara: se trata de acercarse, en la medida de lo posible, a la Universidad como agente socializador (clásico o tradicional) de un sector de la población (los jóvenes estudiantes) que representa el futuro de la sociedad en la que vivimos. Partimos de la consideración de la juventud, concretamente de los jóvenes universitarios, como grupo clave de desarrollo y cristalización de las creencias, valores y actitudes que encierra el sistema universitario. Siendo así, estudiar su proceso de socialización nos ayudará a formular claves para mejorar la calidad de la Universidad como institución educativa.
El trabajo que se presenta a continuación invita a reflexiona sobre algunos de los resultados obtenidos en la investigación "Las actitudes de los Estudiantes hacia la Universidad como indicador de calidad", defendida como Tesis Doctoral en el 2007 (Méndez García, 2007).
Se trata de una investigación en la que se accede a una muestra de 554 estudiantes de los últimos cursos universitarios, para conocer qué información reciben sobre la Universidad y desde la institución universitaria, lo cual nos sirve para acercarnos al papel de la Universidad como agente de socialización a través de la información que traslada; así como para indagar sobre el valor que le reconocen los estudiantes a la Universidad y su grado de satisfacción con la misma, lo cual nos permite acercarnos desde un punto de vista más emocional a las creencias, actitudes y valores adquiridos sobre la Universidad y en la Universidad.
En definitiva, consideramos que el proceso de socialización del estudiante universitario se ve expuesto a la información que recibe sobre la Universidad y sobre su rol dentro de la misma. Nuestra tarea es saber qué le dice la universidad al respecto.
Ahora bien, con la intención de elaborar un marco conceptual que nos ayudase a anticipar un perfil de quienes serían nuestros informantes clave (los propios estudiantes), y así poder comprender mejor sus contribuciones al estudio, nuestra primera tarea ha sido revisar los informes sociológicos y psicosociales sobre juventud.
De acuerdo con ello, hemos tomado como referencia fundamental a González Blasco (2000) en cuyo trabajo describe una serie de tendencias sobre comportamientos y actitudes presentes en nuestro contexto cultural, que marcan las relaciones sociales y van determinando una identidad social en general, y de los jóvenes en particular. Según el autor, cinco de los grandes rasgos que describen a la tendencia social en el futuro más inmediato son (González Blasco, 2000, p. 17-23):
1. Tendencia a las relaciones sociales <<débiles>>: lo cual constituye un equilibrio entre los nieles de exigencia y sacrificio, y los grados de satisfacción obtenidos. Premisas caracterizadas por: la búsqueda de relaciones más espontáneas, directas y gratificantes; la búsqueda de relaciones que no exijan demasiados compromisos, cargas y obligaciones; y el valor de la pertenencia a grupos confortables que permitan huir del aislamiento social.
Nosotros nos cuestionamos: ¿constituye la Universidad una institución confortable, gratificante, que permite al joven compartir experiencias o intercambiar impresiones?, ¿constituye la Universidad un grupo confortable que permite huir del aislamiento o la marginación social, o por el contrario es un espacio con sentido en sí mismo dentro de la vida del joven?, ¿cuál es el grado de compromiso que exige la Universidad?, ¿cuál es el grado de compromiso de las relaciones con los compañeros o con los profesores?, ¿suponen estas relaciones una carga, una obligación o un sacrificio, o de lo contrario son gratificantes?
2. Tendencia hacia la autorrealización y autoexpresión: o búsqueda de los medios para poder manifestarse libremente tal y como uno es, y no en función de lo que piensen los demás.
Por lo tanto, las cuestiones que corresponden en este caso son del tipo: ¿buscan los estudiantes universitarios formas de expresarse libremente tal y como son, o prefieren expresarse en función de lo que piensen los demás?, ¿existen diferencias en la manera de expresarse los estudiantes cuando los demás son profesores o compañeros?, ¿en qué medida potencia la Universidad la posibilidad de que los estudiantes se manifiesten libremente tal y como son y en función de lo que piensan?, ¿siente el estudiante la necesidad de guardar las apariencias en el contexto universitario?, ¿ante quién?, ¿en qué momentos?, ¿por qué siente esa necesidad?
3. Carencia de marcos de referencia significativos: es decir, carencia de un marco integral de creencias que ayude a afrontar el cúmulo de incidencias de lo cotidiano o la cantidad de información que se recibe. Lo cual puede conducir a las siguientes manifestaciones: la adopción de una actitud crítica generalizada combinada con una actitud pasiva y lejana a la búsqueda de soluciones; y/o la búsqueda de soluciones en otros lugares, principalmente en círculos en los que todos piensan lo mismo.
Cabe plantearse lo siguiente: ¿se ofrece desde la Universidad un marco de creencias global sobre lo que se entiende por Universidad y el sentido de la misma, o sobre lo que implica ser estudiante universitario, por ejemplo, que ayude al propio estudiante a afrontar con mayor coherencia y aprovechamiento su tarea diaria?, ¿desarrollan los estudiantes actitudes activas, reflexivas y críticas ante lo que ocurre en la Universidad?, ¿se aferran a círculos donde todos piensan lo mismo?
4. Valoración de lo natural, de lo simple y de lo afectivo: se trata de una tendencia a valorar lo simple, lo afectivo, lo cálido, rechazando lo frío, lo burocrático, y lo impersonal. Se quiere más lo pequeño, lo cercano frente a lo colosal y lejano. Se busca lo espontáneo y natural y se rechaza la apariencia.
¿Se caracteriza el estudiante universitario por buscar relaciones cercanas y personales dentro de la Universidad,, o por el contrario no repara en el tipo de relaciones que se generan en este contexto?, ¿quizás el tipo de relación depende de con quién se desarrolle?, ¿prefieren relaciones cálidas con sus compañeros de aula?, ¿prefieren relaciones personales con sus profesores?, ¿prefieren relaciones más cercanas con sus compañeros fuera del terreno académico?, ¿prefieren pasar desapercibidos ante sus profesores o compañeros de clase?
5. La búsqueda de hedonismo y de permisividad: el placer se busca en todo, cueste lo que cueste, e incluso se valoran las cosas y las personas en función del placer que se obtiene de ellas. Se vive al día y crece la tolerancia ante los hechos o personas. Dicha tolerancia nace de la indiferencia hacia los demás y puede llegar a convertirse en un mecanismo de defensa para que uno pueda hacer lo que le plazca.
¿Es la Universidad una Institución permisiva, gratificante?, ¿buscan los estudiantes dicha permisividad?, ¿se prefiere, por ejemplo, a los profesores en función de sus niveles de exigencia (poco permisivos o muy permisivos) que en función de lo qué enseñan y cómo lo enseñan?
En definitiva, y para concluir: ¿cuáles son las creencias, los valores y las actitudes de los estudiantes universitarios en y hacia la Universidad?, y ¿cuál es el papel de la Universidad como agente socializador, en la línea de lo comentado?, son las dos cuestiones sobre las que invitamos a reflexionar con este trabajo.

MÉTODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN.

La investigación de referencia constituye un estudio básicamente descriptivo e interpretativo, en el que aspiramos a comprender una realidad y exponer con rigor un determinado estado de cosas en la Universidad de Santiago de Compostela (U.S.C. en adelante) (Méndez García, 2007). Concretamente en este artículo ponemos de manifiesto lo que concierne a la socialización en la Universidad.
Nuestra fuente de información han sido los propios estudiantes. Trabajamos con una muestra de 554 estudiantes de los últimos cursos de 12 de las Titulaciones de las cinco grandes Áreas de Conocimiento que se imparten actualmente en la U.S.C. (Ver Tabla1)

Tabla 1: La muestra productora de datos

Tabla 2: El contenido del cuestionario

La recogida de información la hicimos a través de la aplicación de un cuestionario que titulamos: "Algunas cosas que decir sobre la Universidad". (Méndez García, 2007, p. 2955).
El cuestionario consta de 327 ítems mediante los cuales se pregunta a los estudiantes sobre un total de 55 dimensiones relativas al ámbito universitario, extraídas de lo que establecen explícitamente los Estatutos de la U.S.C. (1997, 1998) y el Estatuto del Estudiantado de la U.S.C. (1998) sobre los derechos y deberes de los estudiantes en la Universidad. Consideramos dichos documentos normativos, la única referencia explícita sobre lo que la Universidad "les dice a los estudiantes", como agente socializador. (Ver Tabla 2)
Cuatro de las preguntas básicas que se plantean sobre cada una de estas dimensiones, y que nos permiten acercarnos al papel la Universidad como agentes socializador, son las siguientes:
- ¿Te han hablado alguna vez sobre "en este caso, sobre cada una de las dimensiones"?
- SI NO
- ¿Quién ha sido para ti el informante o los informantes clave al respecto?
- a) Profesores, b) Compañeros, c) Otros Responsables Universitarios, e) Otros
- ¿Qué valor le reconoces "en este caso, a cada una de las dimensiones"?
Nada importante 1 2 3 4 5 Muy importante
- ¿Cuál es tu grado de satisfacción con "las mismas"?
Nada Satisfecho/a 1 2 3 4 5 Muy Satisfecho/a
Con la intención de que los estudiantes tuviesen la oportunidad de dar explicaciones sobre lo que les suscitaban algunas dimensiones planteadas, hemos introducido a lo largo del cuestionario una serie de preguntas abiertas mediante las cuales sugeríamos que se profundizara sobre: la Universidad como institución educativa; la cualificación profesional y el desarrollo personal como principios educativos; los profesores universitarios; el rol del estudiante universitario; y la vida universitaria no institucional.
El análisis de los datos de la parte cuantitativa lo hemos hecho mediante el paquete de programas para el análisis estadístico S.P.S.S. para Windows. Los resultados que presentamos se extraen de los análisis descriptivos realizados.
Con la información obtenida mediante las preguntas abiertas, y tras la trascripción de las respuestas de los estudiantes a dichas preguntas, realizamos un análisis de contenido que nos ha permitido extraer los centros de interés o núcleos temáticos a los que hacían alusión los estudiantes. Así, los análisis cualitativos nos permitieron una aproximación más detallada sobre las dimensiones estudiadas, concretamente en lo que concierne a las creencias, actitudes y valores desarrollados por los estudiantes al respecto.

RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN.

Organizamos el discurso sobre los resultados obtenidos en torno tres apartados: el primero de ellos se refiere a la información que traslada la Universidad a los estudiantes como agente de socialización; y los dos restantes atienden, desde un plano más emocional, al valor que los estudiantes le reconocen a la Universidad, así como a sus grados de satisfacción con la misma.

LA UNIVERSIDAD COMO REFERENTE INFORMATIVO.

Podemos decir que más de la mitad de la muestra afirma haber sido informada sobre el 70,4% de las dimensiones planteadas en el cuestionario. Es decir, la mayor parte de los estudiantes de la U.S.C. manejan información sobre la mayor parte de las dimensiones que conforman la Universidad. (Ver Tabla 3)

Tabla 3: Información recibida

Ahora bien, en cuanto al tipo de información que reciben los estudiantes, se puede comprobar que dicha información no es homogénea respecto de todas las dimensiones, habiendo dimensiones más desconocidas que otras para los estudiantes. Un análisis exhaustivo sobre el tipo de información que reciben (o no) la mayor parte de los estudiantes nos conduce a las siguientes reflexiones:
- Se recibe más información sobre lo concreto y puntual que sobre lo general y fundamentante. Por ejemplo: se recibe más información sobre las elecciones (56,3%), las asociaciones de estudiantes (71,6%) y la representación estudiantil (64,9%), como formas de participación de los estudiantes en la dinámica institucional; que sobre el Consejo de Gobierno (23,2%), el Claustro Universitario (45,4%), la Junta de Facultad (48,5%), la cooperación para la consecución de los fines de la Universidad (27,6%) y el concepto de Comunidad Universitaria (17,0%), dimensiones que fundamentan y dan sentido a esas formas de participación anteriormente mencionadas.
- Se recibe más información sobre lo tangible, lo preciso, lo presente, lo real y las metas a corto plazo, que sobre lo menos tangible, lo difuso, lo posible, lo ideal y las metas a largo plazo. Por ejemplo: se recibe más información sobre los Contenidos Curriculares (89,5%), la Metodología de Enseñanza (67,6%), la Evaluación (78,3%), y las Tutorías (95,6%), elementos que forman parte del desarrollo curricular diario; que sobre la consecución de una Cualificación Profesional (54,9%) y el logro de un Desarrollo Personal (48,9%), como principios educativos que fundamentan lo anterior y le dan sentido. Asimismo, se recibe más información sobre: los Contenidos Curriculares (89,5%), el Plan de Estudios (86,8%) y la Oferta de Asignaturas (85,6%); que sobre el Conocimiento Científico (50,4%) o marco de referencia que los legitima.
En definitiva, se pone de manifiesto un énfasis en lo cotidiano y funcional, es decir, la información que llega a la mayor parte de los estudiantes tiene que ver con las dimensiones más cercanas, más concretas y más expuestas a la realidad del día a día del estudiante en la Universidad; y en menos medida con aquellas cuestiones que las argumentan y dan sentido dentro del marco de una cultura universitaria.
Por otra parte, y si pretendemos establecer el papel de la Universidad como agente socializador a través de la información traslada hay que plantearse cuánta de esta información llega a través de agentes institucionales. Y para ello, es preciso hacer explícito el criterio que hemos establecido para decidir quiénes son y quiénes no son agentes institucionales.
Partimos de que la Universidad, en su tarea socializadora, es la que informa (o debe de informar) a sus estudiantes. Ahora bien ¿quién es la Universidad?, ¿por quién está representada?, ¿quizás por los órganos de gobierno a través de sus medios de difusión correspondientes? Si fuese así, nos encontramos con que apenas podríamos indicar ningún referente institucional.
Otra opción es considerar que la Universidad está debidamente representada por el colectivo de profesores. Sería razonable e incluso deseable que así fuera, pero no hay ninguna garantía sobre la cohesión social de sus discursos. En este sentido cabe preguntarse si informan en nombre de la Universidad o si lo hacen por cuenta propia y a saber en qué dirección. En cualquier caso, resolvimos reconocerlos como agentes de información institucional desde una visión amable de lo que ocurre, y teniendo en cuenta que hay que ser cautelosos a la hora de interpretar las conclusiones que al respecto se puedan sacar.
Así las cosas, hemos comprobado que:
- Los principales agentes de información para los estudiantes son sus propios compañeros, destacando como tales en el 87,3% de las dimensiones planteadas.
- Los profesores se convierten en el principal referente informativo de carácter institucional, pero identificados como secundarios para los estudiantes, después de sus compañeros. Son reconocidos como tales en el 60,0% de las dimensiones planteadas.
- Los servicios de gestión y orientación estudiantil y las asociaciones de estudiantes (ambos referentes de carácter institucional), así como la familia (referente no institucional), son identificados por los estudiantes como fuentes de información en tercer, cuarto y quinto lugar respectivamente. Ahora bien, su presencia como referentes informativos no es significativa puesto que va asociado únicamente a 3 de las 55 dimensiones planteadas.
El análisis sobre el tipo de información que traslada la Universidad a los estudiantes a través de sus profesores tiene, asimismo, una lectura muy significativa desde el punto de vista del perfil de estudiante que dibuja.
Los Estatutos de la U.S.C. (1997, 1998) y el Estatuto del Estudiantado de la U.S.C. (1998), regulan los derechos y deberes de los estudiantes considerando a este colectivo desde dos perspectivas: desde su rol como aprendices y desde su rol como colectivo miembro de la comunidad universitaria. Así, del conjunto de dimensiones planteadas en el cuestionario podemos observar que hay algunas dirigidas específicamente a la tarea del estudiante como aprendiz, entre las cuales destacamos: aprendizaje, estudio, asistencia a clase, contenidos curriculares, metodología de aula, tutorías y evaluación; mientras que hay otras dimensiones más relacionadas con la participación del estudiante como miembro de la comunidad universitaria, entre las que cabe destacar: las elecciones, la representación estudiantil, las asociaciones de estudiantes, la colaboración para la consecución de los fines institucionales, el Consejo de Gobierno, el Claustro Universitario y la Junta de Facultad.
Pues bien, en las Tablas 4 y 5 podemos observar que la información sobre las dimensiones que se refieren a este doble rol del estudiante en la Universidad no llega de manera homogénea a los propios estudiantes. Concretamente, la institución universitaria, a través de sus profesores, pone más empeño en informar a sus estudiantes sobre lo que tienen que ver con su rol como aprendices, y deja en manos de los compañeros la información referida a la participación del estudiante como miembros de la comunidad universitaria.

Tabla 4: La información institucional sobre el rol del estudiante como aprendiz

Tabla 5: La información institucional sobre el rol del estudiante como Miembros de la comunidad universitaria.

Los datos expuestos hasta el momento, nos van revelando una imagen de Universidad como agente socializador, representada por sus profesores, más débil de lo que cabría esperar, quedando en un segundo plano, como referente informativo para sus estudiantes. Aún así, el mensaje explícito que traslada va dirigido a considerar a los estudiantes como aprendices, y no tanto, como miembros activos de la comunidad universitaria. Y en general, ya sea por lo que dice o por lo que calla, está conduciendo a los estudiantes a una carencia de referentes que les permitan entender e interpretar significativa el sentido de su quehacer diario.

EL VALOR QUE LOS ESTUDIANTES LE OTORGAN A LA UNIVERSIDAD.

Los análisis cuantitativos ponen de manifiesto que los estudiantes valoran como bastante o muy importante el 86,8% de las dimensiones planteadas en el cuestionario y, por consiguiente, podemos decir que los estudiantes valoran significativamente la Universidad.
Ahora bien, si recurrimos a los análisis cualitativos con el objeto de profundizar sobre qué es lo que realmente valoran los estudiantes de su Universidad nos encontramos que son pocos los estudiantes que utilizan las preguntas abiertas para expresar el reconocimiento y el valor que le conceden a las dimensiones planteadas, y son más los que utilizan esta oportunidad para expresar sus grados de satisfacción al respecto, como veremos a continuación. Aún así, los testimonios encontrados sobre el valor de la Institución Universitaria se centran en las siguientes cuestiones:
- Valoran la Universidad como Institución Educativa porque, según ellos, "potencia el desarrollo integral del alumno, formándolo personal, sociocultural y profesionalmente" (Méndez García, 2007, p. 2478). Precisamente, los argumentos que utilizan para valorar la importancia de la Universidad como institución educativa son los siguientes: la consideran una institución importante dentro de la estructura social de un país, en cuanto a su función como promotora de desarrollo social; la consideran importante por su labor formativa e investigadora; por servir de medio para alcanzar un título o para incorporarse al mundo laboral de manera cualificada; y por ser una Institución rica en servicios y medios que pone a disposición de su comunidad.
- Valoran también de forma explícita la formación universitaria como oportunidad de consecución de una cualificación profesional, considerando dicho principio educativo un elemento fundamental desde el punto de vista formativo, tanto para su desarrollo personal como profesional. Asimismo, ponen de manifiesto que la cualificación profesional es la razón principal por la que, muchos de ellos, están en la Universidad. En lo que se refiere a la oportunidad de lograr un desarrollo personal en la Universidad, dicen que se trata de un principio educativo tan, o más importante incluso que la adquisición de una cualificación profesional.
- De sus profesores, valoran su capacidad para enseñar, para fomentar un aprendizaje significativo, funcional y crítico; valora su papel de guían en la formación, permitiendo la participación en el aula y la toma de decisiones conjuntas; su capacidad para comunicar y motivar a los alumnos; valoran su cercanía con los alumnos; y, en definitiva, valoran su interés por la docencia y por actualizar los conocimientos.
- Son pocos los estudiantes que utilizan las preguntas abiertas para hacer una valoración sobre su rol como estudiantes en la Universidad, pero los que lo hacen se refieren a: la oportunidad de pertenecer a algo vivo y en continua evolución; la identificación del estudiante como el eje fundamental sobre el que se articula la Universidad; y a la identificación del estudiante universitario como <<piedra angular>> del futuro de una sociedad.
- Valoran la vida universitaria no institucional como oportunidad de aprender a ser independientes, a resolver problemas por ellos mismos, a relacionarse con gente nueva, a ser responsables y autónomos. Siendo así, la vida universitaria no institucional supone para los estudiantes nuevas oportunidades y experiencias en contacto con la cultura y con nuevos amigos, que generan autonomía, madurez y desarrollo personal.
- Y finalmente, cabe señalar que los estudiantes utilizan unas líneas en blanco dispuestas al final del cuestionario para hablar sobre la importancia de información de carácter institucional. Valoran la importancia de dicha información como medio para guiar a los estudiantes en el aprovechamiento de las oportunidades formativas que la Universidad pone a su disposición.

EL GRADO DE SATISFACCIÓN DE LOS ESTUDIANTES CON LA UNIVERSIDAD.

En lo que respecta a la satisfacción de los estudiantes con la Universidad podemos decir que los estudiantes están medianamente o poco satisfechos con el 77,3% de las dimensiones planteadas en el cuestionario. Y, por consiguiente, cabe inferir que los estudiantes están medianamente o poco satisfechos con la Universidad.
En este caso, los análisis cualitativos ponen de manifiesto que los estudiantes dedican la oportunidad que les brindan las preguntas abiertas a expresar sus grados de baja satisfacción con ciertas dimensiones pertenecientes al ámbito universitario. Pasamos a exponer de manera resumida los argumentos de los estudiantes en esta dirección.
- Sobre Universidad como Institución Educativa dicen que es: una Institución insensible a la realidad, pasiva fuera del ámbito institucional y con poco peso en la sociedad; una Institución poco dinámica en su evolución; demasiado burocratizada, polarizada por intereses políticos o económicos, que prevalecen sobre los educativos; excesivamente cara para la economía de un estudiante; deshumanizada en las relaciones, los responsables no se preocupan de motivar a los estudiantes; y, en general, una Institución que no tiene en cuenta los intereses de los estudiantes que son <el último eslabón> dentro del sistema de jerarquías.
Así las cosas, la principal fuente de satisfacción asociada a la experiencia universitaria es la relación con los compañeros.
- Sobre la formación universitaria afirman que se sustenta en carreras y planes de estudios desfasados, caracterizados por el exceso de teoría y la falta de prácticas y, en general, por la carencia de contenidos que potencien un desarrollo integral del alumno, y que faciliten su inserción en el ámbito laboral. Así las cosas, los estudiantes ponen en duda la calidad de la cualificación profesional que obtienen en la Universidad, y reclaman que se dé más importancia al logro de un desarrollo personal desde la Institución, puesto que las principales fuentes de desarrollo personal hasta el momento, y según los propios estudiantes, son la convivencia con los compañeros o las experiencias no institucionales, y no tanto los aprendizajes que se generan a nivel académico.
- Sobre los profesores realizan una crítica bastante detallada. Habla de:
o Una falta de seriedad y profesionalidad: se preocupan más de la investigación que de la docencia, no cumplen adecuadamente con su función docente y no se esfuerzan en el aula.
o Una forma de enseñar centrada en la transmisión de información y en la evaluación: su trata de una enseñanza impersonal, basada en las clases magistrales y la toma de apuntes, se fomenta el estudio para el examen.
o Una dejadez en sus responsabilidades con los alumnos: no cumplen las tutorías, no cumplen adecuadamente con el derecho a la revisión de exámenes.
o Una falta de preparación y formación, especialmente en el terreno pedagógico.
o Una ausencia de relación entre profesores, lo que afecta a la organización de las materias.
o Una ausencia de relación con los alumnos: se muestran poco cercanos, e incluso intimidadores.
o Un escaso interés por los alumnos, su nivel de exigencia es mayor de lo que ofrecen y valoran poco el trabajo diario.
o Y, en general, suponen para algunos estudiantes, un obstáculo más que una guía facilitadora de aprendizajes.
En este caso, y paralelamente a lo expuesto, hemos encontrado un pequeño grupo de estudiantes que hacer referencia al profesor como fuente de satisfacción. Se trata de alumnos que afirman "haber tenido la fortuna de topar" con profesores a los que veían como referentes en cuanto a fuente de conocimientos, fuentes inexplotables de maravillosas anécdotas y capaces de motivar y convertir asignaturas aburridas en apasionantes.
- Sobre su rol como estudiantes universitarios aluden principalmente a la falta de consideración a la que se sienten sometidos los estudiantes en el ámbito universitario. Manifiestan que no siempre se cumple con los derechos que legalmente poseen dentro de la Universidad. Afirman carecer de libertad de expresión, siente que están sin voz dentro de la Institución, que no se les escucha, se sienten olvidados y sostienen que la Universidad no se preocupa por ellos. De acuerdo con ello:
o Se perciben poco valorados en general. En la mayor parte de los casos, se consideran dependientes de las decisiones de sus profesores (les parezcan justas o injustas).
o Consideran su rol de estudiantes como frustrante, decepcionante y poco motivador.
o Y asocian a dicho rol, una serie de características o exigencias que dan cuenta de las dificultades que ellos perciben en su rutina diaria de aprendizaje y estudio en Universidad. Así, ordenadas por el número de alusiones, las características más mencionadas del rol de estudiante son las siguientes: trabajo duro, esfuerzo, dedicación, responsabilidad, constancia y gasto económico.
A pesar de todo ello, y como fuente de satisfacción los estudiantes aluden a la independencia, la autonomía, la libertad y la madurez que adquieren durante su paso por la Universidad.
- Sobre la vida universitaria no institucional hay escasas muestras de insatisfacción. Ahora bien, los estudiantes que manifiestan estar poco satisfechos al respecto se basan fundamentalmente en el hecho de que han aprovechado poco, debido a obstáculos o barreras procedentes precisamente de la propia Institución Universitaria. Los estudiantes afirman que el nivel de exigencia de las titulaciones, la poca coordinación entre Facultades, los horarios, los profesores, y la falta de información al respecto, conducen al estudiantes a una rutina diaria alejada de aquello que implica aprovechar la vida universitaria no institucional.
- Y, sobre la información universitaria los estudiantes manifiestan de forma generalizada estar desinformados sobre lo universitario. Sienten que les falta información sobre la Universidad, sobre sus servicios, su organización y, en general, sobre todo aquello que la Institución pone a su disposición para un mejor aprovechamiento de su experiencia universitaria. Reconocen explícitamente que la información les llega, en su mayor parte, a través de los compañeros, lo cual hace que en muchos casos sea una información poco clara, tergiversada o escasa, o que sólo acceden a ella cuando les surge una necesidad y se mueven por solucionarla. Reclaman, por lo tanto una información más personalizada, clara, directa y de acceso más fácil.

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES: ¿CUÁL ES EL PAPEL DE LA UNIVERSIDAD COMO AGENTE SOCIALIZADOR?

a) El papel de la Universidad como agente socializador desde el punto de vista de la información que traslada.
Los resultados de los análisis cuantitativos nos ofrecen una imagen de la Universidad como referente informativo de carácter secundario, después de los compañeros, en la tarea de orientar y guiar a los estudiantes sobre aquellas cuestiones que, según la propia normativa universitaria, pertenecen al terreno de los derechos y deberes de los estudiantes dentro del ámbito institucional. Siendo así, se pone en duda el papel de la Universidad como institución socializadora desde el punto de vista de lo que les dice explícitamente a los estudiantes.
Ahora bien, que la institución no sea el principal referente informativo para los estudiantes, no quiere decir que estos no dispongan de información sobre la Universidad. De hecho, hemos comprobado que los estudiantes manejan información sobre la mayor parte de los ámbitos que constituyen la realidad universitaria y, a través de sus valoraciones y niveles de satisfacción, hemos constatado algunas de las creencias, actitudes y valores desarrolladas al respecto.
Ahora bien, que la información que manejen los estudiantes llegue principalmente a través de sus compañeros nos plantea las siguientes reflexiones:
- Que los canales de información son, secundarios, indirectos, lo cual conlleva un riesgo de distorsión.
- Que es una información carente de cualquier tratamiento pedagógico y educativo a la hora de formar y socializar.
- Y, en definitiva, que se trata de una información que se nos plantea dudosa en orden a facilitar la adaptación del estudiante a dicha institución, desde el aprovechamiento pleno de sus potencialidades formativas.
Así las cosas, la Universidad se desvela como un agente socializador de bajo impacto para los estudiantes desde el punto de vista de la información que traslada.
b) El papel de la Universidad como agente socializador: las tendencias sociales que definen al joven universitario.
El hecho de que la Universidad se haya revelado como un agente socializador de bajo impacto por su labor informativa, no quiere decir que haya dejado de ser una institución socializadora. Ahora bien, si no socializa a través de lo que dice explícitamente, habrá que pensar que lo hace a través de lo que calla, de lo que queda en el terreno de lo implícito y, fundamentalmente, a través las dinámicas que pone en marcha diariamente, y que terminan por constituir <<la experiencia universitaria>> de los estudiantes.
Así, el conjunto de creencias, valores y emociones que trasmiten los estudiantes sobre lo que para ellos implica la experiencia universitaria nos permiten hacer una serie de inferencias sobre el papel de la Universidad como agente socializador, a partir de los parámetros que plantea González Blasco (2000) sobre las tendencias sociales de la juventud en general.
Nos preguntábamos si el papel de la Universidad a la hora de socializar al estudiante universitario se desarrolla en la misma línea de lo que describe el autor, o puede aportar novedades, y en qué línea lo hace; y lo hacíamos a través de un conjunto de interrogantes sobre al papel de la Universidad como agente socializador, así como sobre el consecuente perfil de estudiante.
Sin duda no hemos podido llegar a la respuesta de todas las cuestiones que se planteaban desde una perspectiva muy ambiciosa. Y en esta línea, somos conscientes de que, teniendo en cuenta los datos que manejamos, las respuestas encontradas hay que leerlas con mucha prudencia, puesto que se trata de inferencias razonables extraídas de las conclusiones de la investigación, que más que ayudar a profundizar en la descripción de una realidad, tratan de sentar las bases para nuevas hipótesis de trabajo.
Dicho esto, pasamos a exponer lo que se puede inferir sobre la Universidad como agente socializador, sea a través de lo que dice o a través de lo que deja por decir.
1. Tendencia a las relaciones sociales <<débiles>>:
Si pensamos en el equilibrio entre los niveles de exigencia y sacrificio percibidos, y los grados de satisfacción obtenidos, cabe pensar que dicho equilibrio se debate, en este caso, entre unos altos niveles de exigencia y sacrificio desde el punto de vista de los estudiantes, y unos bajos grados de satisfacción con la Universidad como institución educativa.
Es de sospechar que los estudiantes universitarios buscan en la Universidad relaciones más espontáneas, directas y, sobre todo, gratificantes, lo cual reclaman de sus profesores, y de la institución en general como referente informativo. De sus profesores dicen que se relacionan poco con los estudiantes y que, en ocasiones, llegan a ser intimidadores; y de la información recibida dicen que no es directa, y ello la convierte en poco clara y útil.
No estaríamos en condiciones de afirmar que los estudiantes buscan relaciones que no exijan demasiados compromisos, cargas y obligaciones, pero lo que sí hemos comprobado es que las exigencias institucionales implican excesivos compromisos y obligaciones desde el punto de vista de los estudiantes. Consideran que su tarea dentro de la Universidad se caracteriza por tales grados de dureza, esfuerzo, dedicación, responsabilidad y constancia que, en muchos casos les dificulta, o incluso les impide, disfrutar de las oportunidades que les ofrece la vida universitaria no institucional.
Todo este nivel de exigencia que interpreta el estudiante, está asociado únicamente con su rol como aprendiz, que es sobre lo que precisamente recibe información de carácter institucional. Por lo tanto, más allá del grado de exigencia percibido por el estudiante, existe una coherencia a la hora de entender el rol del estudiante en la Universidad entre lo que percibe el propio estudiante y lo que le traslada la Institución al respecto, quedando fuera de ambas concepciones lo relativo a la participación como miembro de la comunidad universitaria. Se podría decir que la Universidad, a través de la información que traslada, da a entender a sus estudiantes que sus compromisos con dicha institución son fundamentalmente los de estudiar y aprender, y así lo perciben ellos.
Por otra parte, comprobábamos que los estudiantes reciben más información sobre aquellas dimensiones más concretas, puntuales y que se identificaban con metas a corto plazo, que sobre lo que, desde un punto de vista más general, contextualizador y fundamentante, ofrece la oportunidad de dar sentido a lo anterior. Lo primero da cuenta de una forma más rutinaria de entender la realidad, sin grandes replanteamientos, por la falta de visión de conjunto; mientras que lo segundo permite, precisamente gracias a esa visión de conjunto y contextualizadora, la adopción de posturas reflexivas y críticas ante la realidad diaria.
Cabe pensar que el compromiso que se exige desde la Universidad al estudiante queda reducido a la adaptación a lo cotidiano, la asunción sin replanteamiento de lo que la institución propone (o incluso impone). Y surge la duda de que la Universidad, a través de la información que traslada a los estudiantes, facilite las condiciones para la reflexión, crítica, o incluso reivindicación, considerando a sus estudiantes como arte y parte de su propio desarrollo en la Universidad. Es más, los estudiantes manifiestan sentirse afectados por: una escasa libertad de expresión, una escasa consideración a nivel institucional y una absoluta dependencia de las decisiones que tomen sus profesores.
En lo que concierne al valor que implica pertenecer a grupos confortables que permitan huir del aislamiento social, cabe decir que los estudiantes valoran el hecho de ser estudiantes universitarios y de pertenecer a la Universidad, institución a la que le reconocen su labor formativa e investigadora, y a la que identifican como promotora del desarrollo social. Ahora bien, los datos sobre los grados de satisfacción de los estudiantes con la Universidad, nos permiten inferir que no se trata de una institución confortable para este colectivo. Los estudiantes buscan la confortabilidad más allá de la Universidad, y en los propios compañeros. A los compañeros los reconocen como la parte más gratificante de la vida institucional; y en muy pocos casos la institución es fuente directa de confortabilidad a través del tipo de relaciones que establece con los estudiantes, si a caso, a través de algún profesor al que se valora su competencia docente.
La vida fuera de la institución resulta altamente gratificante por el cúmulo de experiencias que genera (relaciones, libertades y responsabilidades), que se reconocen fuente de madurez personal. Más que la propia institución, la vida universitaria no institucional será la que genere los grupos de referencia confortables para los estudiantes.
Así las cosas, la Universidad como tal no se identifica como un espacio confortable para el estudiante, sino más bien como un medio que permite el acceso a intercambios de experiencias y de impresiones confortables y, a su vez, enriquecedoras.
2. Tendencia hacia la autorrealización y autoexpresión:
Cabe poner en duda las posibilidades de autorrealización y autoexpresión de los estudiantes en la Universidad, cuando hablamos de una cultura que invita al estudiante a adoptar posturas más que a replanteárselas, y a asumir realidades más que a reflexionar al respecto.
En lo que concierne a la autoexpresión, recordemos además que una de las principales causas de baja satisfacción de los estudiantes con su propio rol dentro de la Universidad, es la carencia de libertad de expresión, sintiendo que no se les escucha, sintiéndose olvidados, y sintiéndose sometidos a las decisiones de los demás.
Y, en cuanto a la autorrealización, más bien es sentida como una meta a perseguir que como una meta lograda. Los estudiantes valoran la Universidad como medio para la autorrealización personal y profesional, pero no están en general satisfechos con la labor institucional al respecto ni con los resultados que obtienen. No están satisfechos con el desarrollo profesional que alcanzan en la Universidad, impulsado por planes de estudio desfasados, excesivamente cargados de teoría y carentes de prácticas, y de dudosa garantía para acceder a un puesto de trabajo, ni para desempeñarlo adecuadamente. Por su parte, la autorrealización personal la encuentran fuera de la institución donde aprenden a ser independientes, a resolver problemas por sí mismos, a relacionarse con gentes nueva y a ser responsables y autónomos. Poco satisfechos con la Universidad como fuente de desarrollo personal, los estudiantes le reclaman a la institución que le otorgue más importancia a este principio.
3. Carencia de marcos de referencia significativos:
Observamos que los estudiantes manejan bastante información sobre la Universidad, ahora bien, y tal y como venimos advirtiendo, a los estudiantes les falta principalmente información sobre aquellas cuestiones que contribuyen a configurar este marco integral que les ayude a explicar la realidad cotidiana y que les ayude asimismo a interpretar la propia información que reciben.
Observamos también que, la Universidad es altamente valorada por los estudiantes, pero a la vez objeto de numerosas críticas, de lo que dan cuenta los bajos niveles de satisfacción con la institución y los numerosos argumentos que los estudiantes aportan para expresar necesidades, injusticias y carencias sentidas.
Y finalmente, comprobamos que los compañeros y los ambientes extraacadémicos, son los referentes de confortabilidad para los estudiantes, y en el caso de los primeros, son además el principal agente de socialización desde el punto de vista de la información que reciben sobre la Universidad.
Como consecuencia de esta falta de un marco de referencia significativo, cabría pensar que los bajos niveles de satisfacción de los estudiantes se corresponden con esa actitud crítica generalizada, pero a su vez pasiva y lejana a la búsqueda de soluciones; y que los compañeros y los ambientes no institucionales son los lugares a donde acuden los estudiantes en busca de soluciones, precisamente por la confortabilidad que les generan (donde es más probable encontrar círculos de personas que piensen de manera similar, evitando así la necesidad de tener que estar continuamente argumentando una decisión, cuestionando otra, etc.).
Es probable que ello esté sucediendo, pero lo cierto es que la Universidad, por lo menos a través de la información que traslada, no está potenciando otra realidad alternativa.
4. Valoración de lo natural, de lo simple y de lo afectivo:
Centrándonos en el tipo de relaciones, los estudiantes reclaman de la Universidad más cercanía y más naturalidad. Por ejemplo, de los trámites burocráticos hablan que son muy complejos, de los profesores que son distantes y de la información que llega a través de agentes secundarios. Los estudiantes reclaman un sistema de relaciones más natural y cercano, que les escuche, que les tenga en cuenta, y que les ofrezca confianza más que hostilidad.
5. La búsqueda de hedonismo y de permisividad:
Poco podemos decir al respecto, ahora bien, lo que sí podemos inferir es que la Universidad no se presenta en general como fuente de placer y permisividad para los estudiantes. Pudiese parecer que los estudiantes consideran la Universidad como una institución poco confortable, porque lo único que buscan es disfrutar placenteramente de su paso por la misma. Pero tenemos datos para afirmar que, por ejemplo de los profesores valoran la cercanía, valoran el hecho de que facilite la tarea, pero también valoran la actualización de conocimientos, la capacidad de transmitirlos, y su empeño en potenciar aprendizaje que les sirva para algo.
Por otra parte, y en cuanto al grado de permisividad que se respira en los ambientes universitarios, desde la perspectiva del estudiante no es tanto como el que se esperaba de un nivel educativo donde el estudiante por normativa goza de más autonomía de decisión (a la hora de asistir a clase, ante la ausencia de relación directa entre familia y Universidad, a la hora de presentarse a un examen, etc.).
En definitiva, a través de los datos que manejamos, parece congruente la idea de que el joven universitario no es muy distinto de los demás jóvenes. Ahora bien, lo que también parece congruente es que la Universidad, no ofrece nada a mayores de lo que la sociedad ofrece al joven para el logro de un desarrollo integral, ni en el ámbito de las relaciones, ni en el ámbito de la autorrealización, ni en la creación de un marco de referencia que le ayude a entender la realidad. Y es por ello que sostenemos que si esto es así, la Universidad más que una institución socializadora y promotora de avance social (por otro lado característica que le reconoce algún que otro estudiante), lo que hace es socializar en orden a mantener una especie de estabilidad social (o escaso dinamismo que comentaban otros estudiantes).
Somos partidarios de que la Universidad como institución educativa de carácter superior debe poner más empeño en su labor como agente socializador, en la dirección de facilitar a los estudiantes el pleno aprovechamiento de las oportunidades formativas que pone a su disposición. Y no se trata de informar más y mejor, y mucho menos de imponer una forma nueva de entender la Universidad que obligue al estudiante a participar, a reflexionar y a criticar. Se trata, en todo caso, de crear un marco educativo que permita la construcción conjunta de un discurso cohesionado sobre lo que la Universidad pretende ser y pretende de sus miembros.
Somos conscientes de que queda mucho por hacer, pero somos optimistas. Por un lado, puesto que los nuevos retos que plantea el EEES constituyen el escenario perfecto para trabajar en la dirección de una Universidad con identidad propia y explícita. Y, por otro lado, porque este análisis de la realidad, nos ha ofrecido una base sólida sobre el camino que ya se ha recorrido, aún incluso sin que la Institución se lo hubiera planteado de una manera intencional. Por lo tanto, más que ahogarnos con los errores, la actitud de partida debe enfocarse desde la consideración de los aciertos, y en esta línea: una actitud participativa, en la que se incluya a toda la Comunidad Universitaria; la creación de espacios y momentos para el diálogo y el intercambio de opiniones; y el valor de la educación y de la formación como eje fundamental de la realidad universitaria, son los tres pilares básicos que nos ayudarán a construir una nueva cultura de Universidad.

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