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Ameghiniana

On-line version ISSN 1851-8044

Ameghiniana vol.45 no.2 Buenos Aires Apr./June 2008

 

Foraminíferos del Oligoceno inferior de los Andes Fueguinos, Argentina: su significado tectónico-ambiental

Romina Scarpa1 y Norberto Malumián2

1SEGEMAR-SECYT. r_scarpa22272@yahoo.com.ar
2SEGEMAR-CONICET. Benjamín Lavaissé 1194, 1107 Ciudad Autónoma de Buenos Aires. n.malumian@yahoo.com

Resumen. Se describen dos agrupamientos de foraminíferos calcáreos del Oligoceno Temprano de las capas de la Estancia María Cristina, críticos en la cronología de los acontecimientos tectónicos y paleoecológicos de los Andes Fueguinos. Estos agrupamientos indican el inicio de la más profunda antefosa del Cretácico Superior-Cenozoico fueguino y acotan la edad de la fosilización del frente plegado. Las capas se han depositado mayormente por debajo de la línea de compensación de la calcita y contienen principalmente foraminíferos aglutinados que atestiguan el ingreso de aguas corrosivas antárticas. De muy restringidos niveles que han escapado a la disolución en el interior de la Isla, y próximo a la Estancia, se ha recuperado uno de los agrupamientos, de ambiente profundo, con una asociación de muy abundantes foraminíferos planctónicos típicos de altas latitudes, dominado por Subbotina angiporoides y Catapsydrax dissimilis que junto con "Chiloguembelina" cubensis y el nanofósil Isthmolithus recurvus indican una edad entre 30 y 34 Ma (parte inferior de la Zona Antártica AP13 o Z. de S. angiporoides), los foraminíferos bentónicos calcáreos están dominados por Uvigerina subproboscidea. El otro agrupamiento, de un nivel de una sección sobre la costa atlántica de las proximidades de cerro Colorado; está compuesto de un similar agrupamiento de foraminíferos planctónicos, y bentónicos de ambientes de plataforma externa dominados por Globocassidulina pseudocrassa y con abundante U. subproboscidea y Stilostomella spp. Al menos en las medianas-altas latitudes del Hemisferio Sur, "Chiloguembelina" cubensis y Chiloguembelina ototara son especies morfológica y cronológicamente distinguibles, la primera restringida al Oligoceno; y la segunda, mayormente al Eoceno superior.

Abstract. Early Oligocene foraminifera from the Fuegian Andes: their tectonic and paleoenvironmental meaning. Two early Oligocene assemblages of calcareous foraminifera from the Estancia María Cristina Beds, critical in the chronology and paleoecological events of the Fuegian Andes, are described. These assemblages indicate the environmental setting and the early Oligocene age of the beginning of the deepest foredeep in the Upper Cretaceous-Miocene of the Fuegian Andes and mark out the age of the Fuegian fold-thrust belt. These Beds were deposited mostly below the compensation calcite depth and bear mainly agglutinated foraminifera that testify the incursion of corrosive Antarctic waters. From restricted levels that have escaped to dissolution inland and near to the Farm, one of the assemblage was recovered, it is composed of abundant planktonic foraminifera typical of high latitude dominated by Subbotina angiporoides and Catapsydrax dissimilis, which together with "Chiloguembelina" cubensis and the nannofossil Isthmolithus recurvus, indicate an age between 30 and 34 Ma (lower part of the Zone of Subbotina angiporoides, or Antarctic Zone AP13); the co-occurring benthic foraminifera are dominated by Uvigerina subproboscidea. Another calcareous assemblage was recovered from an horizon of a section on the Atlantic coast, near Cerro Colorado; which is composed of a similar planktonic assemblage and an outer shelf benthic calcareous association strongly dominated by Globocassidulina pseudocrassa and with abundant U. subproboscidea and Stilostomella spp. It is remarkable that at least in the mid-high latitudes of the Southern Hemisphere, "Chiloguembelina" cubensis and Chiloguembelina ototara are morphologically and chronologically differentiable species, the former one restricted to the Oligocene and the latter one mostly to the upper Eocene.

Palabras clave. Foraminifera; Oligoceno Temprano; Antefosa; Andes Fueguinos.

Key words. Foraminifera; Early Oligocene; Foredeep; Fuegian Andes.

Introducción

En el Oligoceno inferior de Tierra del Fuego se hallaron las más antiguas asociaciones de foraminíferos de aguas profundas del Cenozoico argentino que además son de particular significado paleoecológico, tectónico, y bioestratigráfico.
En la evolución de los Andes Fueguinos, por una parte, estas asociaciones datan la generación de la más profunda antefosa dentro del Cretácico superior y Cenozoico y por otra, testimonian su ambiente. Si bien se alcanzan profundidades de plataforma externa a partir del Eoceno superior, dentro de las secuencias del Eoceno medio-superior, reflejadas por la microfauna del miembro superior de la Formación Cerro Colorado, las asociaciones residuales de foraminíferos aglutinados típicos de profundidades por debajo de la línea de compensación de la calcita (LCC) se establecen abruptamente a partir del
Oligoceno basal en las capas de la Estancia María Cristina, manteniéndose en la mayor parte del Oligoceno en las capas de la Herminita, y en el Mioceno temprano están acompañadas por condiciones de lisoclina (Malumián y Olivero, 2006).
Las asociaciones verifican la superposición del Oligoceno superior sobre el Mioceno inferior, en el complejo de fallas manifiesto en la punta Gruesa (figura 1) que representa el obvio límite septentrional de los Andes Fueguinos; y asimismo, acotan la edad del infrayacente conglomerado Tchat-Chii, una de las máximas expresiones de la importante discordancia que limita al Grupo Cabo Domingo.

Figura 1. Mapa geológico esquemático con la posición relativa de los perfiles muestreados. Simplificado de Malumián y Olivero (2006) / schematic geologic map with the relative position of sampled cross sections. Simplified from Malumián and Olivero (2006).

Bioestratigráficamente, ambas asociaciones completan en parte el conocimiento de los foraminíferos cenozoicos de la Argentina, pues previamente no se han ilustrado asociaciones de comprobada edad oligocena temprana.

Marco estratigráfico

Las capas de la Estancia María Cristina, areniscas y arcillitas con un espesor mayor a los 75 metros, constituyen uno de los términos inferiores del Grupo Cabo Domingo, se sitúan por encima del conglomerado Tchat Chii, y gradan a las capas del puesto La Herminita, de 200 m de arcillitas (Malumián y Olivero, 2006).
Las capas del puesto La Herminita fueron mencionadas por Malumián y Náñez (1988), pues luego de un intenso muestreo resultaron ser portadoras de asociaciones de foraminíferos aglutinados que revelaron condiciones por debajo de la LCC, siendo así el ambiente más profundo reconocido en el Cenozoico en su momento. Sólo se encontraron foraminíferos calcáreos resistentes a la disolución en niveles sumamente acotados y las formas monoloculares fueron ilustrados por Malumián y Caramés (1989). Ambas capas se corresponden con la Margosa Media del subsuelo fueguino.

Material

En la costa atlántica fueguina (figura 1), las secciones muestreadas con detalle están en las cercanías del cerro Colorado (perfil 428, figura 2, muestras 426 situadas a 54° 29' 57" S-66° 22' 27" W; muestras 427 a 54° 29' 51" S-66° 22' 27" W; muestras 428 a 54° 29' 40" S-66° 22' 42" W) y en las de punta Gruesa (perfiles 409 y 463, figura 3). Tierra adentro, se muestrearon en detalle tres localidades de reducidas exposiciones así como casi todos los afloramientos del interior de la Isla: a) en cortes de la ruta 3, b) en el cerro Tchat- Chii, y c) en la margen izquierda del río Irigoyen a 20 km de la costa (perfil 318). La última localidad corresponde a asomos escasamente representables en un perfil, situados a 54° 32' 49" S-66° 33' 42" W. Por otra parte, se muestrearon mediante barreno de mano las proximidades de la ruta provincial complementaria e y en las cercanías de la Estancia Ruby en la ruta complementaria f, donde la cubierta regolítica o glaciaria no superase el metro de espesor.


Figura 2. Posición estratigráfica de las muestras en las capas de la Estancia María Cristina, del perfil en las cercanías del cerro Colorado. Tomado de Malumián y Olivero (2006) / stratigraphical position of samples of the María Cristina Farm beds, in the cross section near Cerro Colorado. From Malumián and Olivero (2006).


Figura 3. Posición estratigráfica de las muestras de las capas de la Estancia María Cristina en el perfil de las cercanías de punta Gruesa. Tomado de Malumián y Olivero (2006) / stratigraphical position of samples of the Estancia María Cristina beds in the cross section near the punta Gruesa. From Malumián and Olivero (2006).

Pese a la intensa búsqueda se hallaron sólo dos niveles restringidos con abundantes foraminíferos calcáreos que escaparon a la disolución y que se ilustran en el presente trabajo. Un nivel se localiza en un horizonte de concreciones calcáreas de una decena de metros de espesor, aproximadamente a 6 km al N de la Estancia María Cristina; y el otro, corresponde a la muestra 7 del perfil 428 en las proximidades del cerro Colorado.
Las capas de La Herminita, que siguen al conglomerado Tchat Chii en el cerro homónimo, donde el conglomerado pasa rápidamente a fangolitas arenosas gris oliva claro, contiene microfósiles calcáreos pero estos son consecuencia del retrabajo del infrayacente y fuertemente plegado grupo La Despedida, del Eoceno medio-superior. El material retrabajado, y en particular el proveniente del fértil Eoceno fueguino es común en la columna postoligocena fueguina (Malumián y Olivero, 2006).

Listado de especies identificadas

Los foraminíferos se disponen alfabéticamente. En la distribución, Ma. Cristina, se refiere a la localidad próxima a la estancia homónima.
El material ilustrado se encuentra depositado en el laboratorio de micropaleontología del SEGEMAR, entre los números 2648-2723 de la colección.

Foraminíferos bentónicos

Ammodiscus sp. (figura 6.7)
Distribución. Ma. Cristina, 428-1,4,5.

Ammodiscus tenuis (Brady, 1881) figura 6.4)
Trochammina tenuis Brady, 1881, p. 51.
Distribución. Ma. Cristina, 428-2.

Anomalinoides alazanesis spissiformis (Cushman y Stainforth, 1945). (Fig. 4.3)
1945. Anomalina alazanensis Nuttall var. spissiformis Cushman y Stainforth, p. 71.
Distribución. Ma. Cristina.
Observaciones. Se la encuentra desde el Eoceno medio en los sitios 511, 512 y 513 del DSDP, leg 71 (Basov y Krasheninnikov, 1983) y en el sitio 525 (Boltovskoy y Boltovskoy, 1989).

Figura 4. 1, Bolivina cookei Cushman, SEGEMAR 2648; 2, Anomalinoides pinguiglabra (Finlay), SEGEMAR 2649; 3, Anomalinoides alazanensis spissiformis (Cushman y Stainforth), SEGEMAR 2650; 4, Antarcticella antarctica (Leckie y Webb), SEGEMAR 2651; 5, Glandulina laevigata d' Orbigny, SEGEMAR 2652; 6-7, Cibicides sp. 1, SEGEMAR 2653, 2654; 8, Globocassidulina subglobosa (Brady), SEGEMAR 2655; 9, Cassidulinoides cf. mexicanus (Cushman), SEGEMAR 2656; 10, Cibicides sp .2, SEGEMAR 2657; 11, Globocassidulina pseudocrassa (Hornibrook), SEGEMAR 2658; 12, Laevidentalina communis (d' Orbigny), SEGEMAR 2659; 13, Laticarinina pauperata (Parker y Jones), SEGEMAR 2660; 14, Globobulimina pupoides (d' Orbigny), SEGEMAR 2661; 15, Epistominella exigua (Brady), SEGEMAR 2662; 16, Frondicularia sp., SEGEMAR 2663; 17, Guttulina communis (d' Orbigny), SEGEMAR 2664; 18, Guttulina problema d' Orbigny, SEGEMAR 2665; 19, Lagenosolenia favosiformis proba (Mc Culloch), SEGEMAR 2666; 20, Bulimina inflata Seguenza, SEGEMAR 2667. La barra equivale a 0,1mm salvo en la figura 18 en la que equivale a 1mm / scale bar equals 0,1 mm except in figure 18 where equals 1mm.

Anomalinoides pinguiglabrus (Finlay, 1940) (figura 4.2)
1940. Anomalina pinguiglabra Finlay, p. 460, fig. 160- 165.
Distribución. Ma. Cristina, 428-7.
Observaciones. Se encuentra en Nueva Zelanda desde el Oligoceno inferior hasta el Mioceno medio (Hornibrook, 1961), y en el Mar de Ross en el Paleogeno tardío-Neógeno temprano (Leckie y Webb, 1990).

Antarcticella antarctica (Leckie y Webb, 1990) (figura 4.4)
1990. Candeina antarctica Leckie y Webb
Distribución. Ma. Cristina.
Observaciones. Se conoce en la Argentina desde el Eoceno superior (Olivero y Malumián, 1999). Originalmente considerada una especie planctónica, según Loeblich y Tappan (1964), sería de hábito bentónico. La amplia distribución batimétrica del género Antarcticella es llamativa, A. ceccioni es dominante en ambientes turbidíticos, y someros. Se reconoció también esta especie en secuencias parálicas de Eoceno superior de Río Turbio, y ahora en facies profundas (Malumián y Náñez, 1991).

Bolivina cookei Cushman, 1922, p. 126, pl. 29, fig. 1 (figura 4.1)
Distribución. Ma. Cristina.
Observaciones. Originalmente descrita para el Oligoceno inferior de Marianna Limestone, Mississippi.

Bulimina inflata Seguenza, 1862a, p. 109, fig. 10 (Fig. 4.20)
Distribución. Ma. Cristina, 428-7.

Cassidulinoides cf. mexicanus (Cushman, 1922) (figura 4.9)
cf. 1922. Cassidulina mexicana Cushman (1922), p. 131, lám. 14, fig. 5.
Distribución. Ma. Cristina.

Chrysalogonium verticale (Stache, 1864) (Fig. 5.14)
1864. Dentalina verticalis Stache, p. 202, fig. 28.
Distribución. Ma. Cristina, 428-7.
Observaciones. Se encuentra en Nueva Zelanda desde el Eoceno medio superior hasta el Mioceno inferior (Hornibrook, 1961).

Figura 5. 1-2, Gyroidina prominula (Stache), SEGEMAR 2668, 2669; 3-4, Gyroidina sp., SEGEMAR 2670, 2671; 5-7, Gyroidinoides zealandicus (Finlay), SEGEMAR 2672, 2673, 2674; 8, Lagena substriata Williamson, SEGEMAR 2675; 9, Lenticulina sp. 1, SEGEMAR 2676; 10, Oridorsalis umbonatus (Reuss), SEGEMAR 2677; 11, Lenticulina sp. 2, SEGEMAR 2678; 12, Plectofrondicularia pellucida Finlay, SEGEMAR 2679; 13, Melonis pompilioides (Fichtel y Moll), SEGEMAR 2680; 14, Chrysalogonium verticale (Stache), SEGEMAR 2681; 15-16, Pullenia malkinae Coryell y Mossman, SEGEMAR 2682, 2683; 17, Oolina tasmanica Parr, SEGEMAR 2684; 18, Nodosaria longiscata d' Orbigny, SEGEMAR 2685. La barra equivale a 0,1mm salvo en las figs. 11, 14 y 18 en las que equivale a 0,5mm / scale bar equals 0,1 except in figures 11, 14 and 18 where equals 0,5.

Figura 6. 1, Karreriella bradyi (Cushman), SEGEMAR 2686; 2, Reticulophragmium incisum (Stache), SEGEMAR 2687; 3, Turrilina brevispira Ten Dam, SEGEMAR 2688; 4, Ammodiscus tenuis (Brady), SEGEMAR 2689; 5, Martinottiella communis (d' Orbigny), SEGEMAR 2690; 6, Karrerulina apicularis (Cushman), SEGEMAR 2691; 7, Ammodiscus sp., SEGEMAR 2692; 8, Turrilina alsatica Andreae, SEGEMAR 2693; 9, Sigmomorphina pernaeformis (Stache), SEGEMAR 2694; 10-11, Uvigerina subproboscidea Haque, SEGEMAR 2695, 2696; 12, Quadrimorphina sp., SEGEMAR 2697; 13, Stilostomella pomuligera (Stache), SEGEMAR 2698; 14, Pygmaeoseistron nebulosa (Cushman), SEGEMAR 2699; 15, Trifarina sp., SEGEMAR 2700; 16, Pleurostomella bierigi var. hebeta Cushman y Stainforth, SEGEMAR 2701; 17, Pleurostomella acuta Hantken, SEGEMAR 2702. La barra equivale a 0,1mm salvo en las figuras 2 y 13 en donde equivale a 0,5mm / scale bar equals 0,1 except in figures 2 and 13 where equals 0,5 mm.

Cibicides sp. 1 (Fig. 4.6,7)
Distribución. Ma. Cristina.
Observaciones. Se caracteriza por la pared conchular gruesamente perforada de ambos lados, suturas deprimidas y última cámara volcada cubriendo la región umbilical. Abertura interiomarginal extendiéndose en el lado ventral.

Cibicides sp. 2 (Fig. 4.10)
Distribución. 428-7.
Observaciones. Se caracteriza por la conchilla planoconvexa con periferia aguda, 11 cámaras en la última vuelta, el lado dorsal con botón.

Epistominella exigua (Brady,1884). (figura 4.15)
1884. Pulvinulina exigua Brady, p. 696, fig. 13 a-c, 14 a-c
Distribución. Ma. Cristina.

Fissurina globosa Bornemann, 1855, p. 317, fig. 4 a-b
Distribución. Ma. Cristina.

Fissurina orbignyana orbignyana Seguenza, 1862b.
Distribución. Ma. Cristina.

Frondicularia sp. (figura 4.16)
Distribución. Ma. Cristina.
Observaciones. Conchilla uniserial lisa con cámaras fuertemente arqueadas en forma de v invertida que aumentan de tamaño muy lenta y regularmente, suturas deprimidas y extremo inicial redondeado. Se obtuvieron dos ejemplares incompletos lo cual dificultó su determinación a nivel específico.

Glandulina laevigata d Orbigny, 1846, p. 29, fig. 4-5 (figura 4.5)
Distribución. Ma. Cristina.

Globobulimina pupoides (d' Orbigny, 1846). (figura 4.14)
1846. Bulimina pupoides d' Orbigny, p. 185, figs. 11-12.
Distribución. Ma. Cristina.

Globocassidulina pseudocrassa (Hornibrook, 1961). (figura 4.11)
1961. Cassidulina pseudocrassa Hornibrook, p. 86, figs. 202, 203.
Distribución. 428-7.
Observaciones. Es un especie que en Nueva Zelanda se conoce desde el Oligoceno inferior al medio superior (Hornibrook, 1961). En la Cuenca Austral, Globocassidulina crassa d' Orbigny sensu Malumián (1968), del Eoceno superior, por su morfología y distribución cronológica encuentra mejor posición taxonómica en esta especie.

Globocassidulina subglobosa (Brady, 1881). (figura 4.8)
1881. Cassidulina subglobosa Brady, p. 60, fig. 17.
Distribución. Ma. Cristina, 428-7.

Guttulina communis (d´Orbigny, 1826) (figura 4.17)
1926. Polymorphina communis d' Orbigny, p. 265. no. 15.
Distribución. 428-7.

Guttulina problema d´Orbigny, 1826, p. 266, fig. 14 (figura 4.18)
Distribución. 428-7.

Gyroidina prominula (Stache, 1864). (figura 5.1,2)
1864. Rotalia soldanii d' Orbigny, var. prominula Stache, p. 274, fig. 24.
Distribución. Ma. Cristina.
Observaciones. En Nueva Zelanda se conoce desde el Eoceno medio hasta el Pleistoceno (Bortoniano- Nukumaruano) (Hornibrook, 1961).

Gyroidina sp. (Fig. 5.3,4)
Distribución. Ma. Cristina.
Observaciones. Conchilla con 7 cámaras en la última vuelta, suturas del lado dorsal rectas, al ras en las primeras cámaras y deprimidas en las últimas; suturas rectas y al ras del lado umbilical; se caracteriza por su periferia redondeada.

Gyroidinoides zealandicus (Finlay, 1939) (figura 5.5,6,7)
1939. Gyroidina zelandica Finlay, p. 323, figs. 138-140.
Distribución. Ma. Cristina, 428-7.
Observaciones. Ilustrada para el Paleogeno superior- Neogeno inferior del sitio 270 del DSDP, Mar de Ross, Antártida (Leckie y Webb, 1990). En Nueva Zelanda se conoce desde el Oligoceno hasta el Pleistoceno (Hornibrook, 1961).

Karreriella bradyi (Cushman, 1911) (figura 6.1)
1911. Gaudryina bradyi Cushman, p. 67, fig. 10.
Distribución. Ma. Cristina.

Karrerulina apicularis (Cushman, 1911) (figura 6.6)
1911. Gaudryina apicularis Cushman, p 69-70, fig. 110.
Distribución. Ma. Cristina.

Laevidentalina communis (d Orbigny, 1826) (figura 4.12)
1826. Nodosaria (Dentalina) communis d' Orbigny, p. 254.
Distribución. Ma. Cristina.

Lagena substriata Williamson, 1848, p. 15, fig. 12 (figura 5.8)
Distribución. Ma. Cristina.
Observaciones. Especie con amplia distribución en la Cuenca Austral en las Formaciones Monte León (Malumián, 1968; Bertels, 1980); Carmen Silva, Mioceno medio (Malumián, 1982) y La Despedida (Eoceno), y en las capas de La Herminita (Malumián y Caramés, 1989).

Lagenosolenia favosiformis proba (McCulloch, 1977) (figura 4.19)
1977. Lagena favosiformis proba McCulloch , p. 34, fig. 31.
Distribución. Ma. Cristina.

Laticarinina pauperata (Parker y Jones, 1865) (figura 4.13)
1865. Pulvinulina repanda var. Menardii subvar. pauperata, p. 395, fig. 50-51.
Distribución. Ma. Cristina.
Observaciones. Si bien Morkhoven et al. (1986) le asigna un rango desde el Oligoceno inferior al Pleistoceno, esta especie parece tener una distribución más amplia; fue citada desde el Eoceno superior de Tierra del Fuego (Olivero y Malumián, 1999) e ilustrada para la misma edad en Nueva Zelanda (Hornibrook et al., 1989).
Es un taxón batial-abisal que en California presenta un límite superior de 1600 metros (Morkhoven
et al., 1986). Es abundante en el Reciente de Nueva Zelanda.

Lenticulina sp. 1 (figura 5.9)
Distribución. Ma. Cristina.
Observaciones. Se caracteriza por la conchilla elongada con 6 ó 7 cámaras en la última vuelta, comprimida lateralmente con margen periférico agudo y suturas limbadas.

Lenticulina sp. 2 (figura 5.11)
Distribución. Ma. Cristina.
Observaciones. Conchilla lisa con 8 ó 9 cámaras en la última vuelta, con carena periférica, suturas rectas que forman ángulos agudos, confluyen en un umbón.

Martinottiella communis (d' Orbigny, 1826) (figura 6.5)
1826. Clavulina communis d' Orbigny, p. 268.
Distribución. Ma. Cristina.

Melonis pompilioides (Fichtel y Moll, 1798) (figura 5.13)
1798. Nautilus pompilioides Fichtel y Moll, p. 31, figs. a-c.
Distribución. Ma. Cristina.
Observaciones. Su distribución va desde el Oligoceno tardío (P22) hasta el Pleistoceno (N23) con alguna aparición dudosa en las zonas P18 y P21 del Oligoceno según Morkhoven et al., (1986). El hallazgo más antiguo en Tierra del Fuego sugiere un origen austral.
En general es una especie indicadora de profundidades abisales pero puede encontrarse en los ambientes nerítico externo y medio batial superior según Morkhoven et al., (1986).

Nodosaria longiscata d' Orbigny, 1846, p.32, fig. 10-12 (figura 5.18)
Distribución. Ma. Cristina, 428-7.

Oolina apiculata phialaeformis (Crespin, 1953)
1953. Lagena apiculata (Reuss), var. phialaeformis Crespin, p. 34, fig. 9.
Distribución. Ma. Cristina.

Oolina tasmanica Parr, 1950, p. 303, fig.4 (figura 5.17)
Distribución. Ma. Cristina.
Observaciones. Se encontró en cuenca Austral, en las Formaciones Monte León y Carmen Silva, en la cuenca del Colorado, plataforma continental ( Malumián y Caramés, 1989), totalizando un registro desde el Mioceno inferior al medio.

Oridorsalis umbonatus (Reuss, 1851) (figura 5.10)
1851. Rotalina umbonata Reuss, p. 75, fig. 15.
Distribución. Ma. Cristina, 428-7.

Parafisssurina lateralis carinata (Buchner, 1940)
1940. Lagena lateralis Cushman, f. carinata Buchner, 1940.
Distribución. Ma. Cristina.
Observaciones. Se la encuentra desde el Oligoceno superior en la provincia de Buenos Aires (Malumián y Caramés, 1989) y del Oligoceno al Cuartario del Atlántico Sur (Boltovskoy y Khan, 1982).

Plectofrondicularia cf. pellucida (Finlay, 1939) (figura 5.12)
cf. 1939. Plectofrondicularia pellucida Finlay, p. 99, fig. 7.
Distribución. Ma. Cristina.
Observaciones. La especie comparada en Nueva Zelanda se encuentra desde el Mioceno superior hasta el Plioceno superior (Hornibrook et al., 1989), por las similitudes grandes con el material argentino probablemente sean coespecíficas, pero con un biocrón más extendido en la Argentina. Se encontró sólo un ejemplar.

Pleurostomella acuta Hantken, 1875, p. 37, fig. 18 (figura 6.17)
Distribución. Ma. Cristina.

Pleurostomella bierigi Palmer y Bermúdez, var. hebeta Cushman y Stainforth, 1945, p. 52 (Fig. 6.16)
Distribución. Ma. Cristina.

Pullenia bulloides (d' Orbigny, 1826)
1826. Nonionina bulloides d' Orbigny, p. 127.
Distribución. Ma. Cristina, 428-7.

Pullenia malkinae Coryell y Mossman, 1942 (figura 5.15,16)
Distribución. Ma. Cristina, 428-7.
Observaciones. Posee de 7 a 8 cámaras y es un poco más comprimida lateralmente que P. bulloides.

Pygmaeoseistron nebulosa (Cushman, 1923) (figura 6.14)
1923. Lagena laevis (Montagu) var. nebulosa Cushman, p. 29, fig. 4-5.
Distribución. Ma. Cristina.

Quadrimorphina sp. (figura 6.12)
Distribución. Ma. Cristina.
Observaciones. Conchilla trocoespiral con 5 ó 6 cámaras en la última vuelta que se incrementan gradualmente en tamaño, cámaras infladas, suturas oblicuas y deprimidas del lado espiral y radiales deprimidas en el umbilical. Abertura variable, puede estar cubierta por una labio frágil que se proyecta sobre el ombligo. La especie citada como Valvulineria sp. por Malumián y Olivero (2006) encontraría una mejor posición taxonómica en este género.

Reticulophragmiun incisum (Stache, 1864) (figura 6.2)
1864. Haplophragmiun incisum Stache, p. 165, fig.1.
Distribución. Ma. Cristina.
Observaciones. La determinación se realizó por comparación directa con el material topotípico neocelandés, material gentilmente enviado por N. de B. Hornibrook. Los ejemplares aquí encontrados son idénticos al material neocelandés oligoceno.

Sigmomorphina pernaeformis (Stache, 1864) (figura 6.9)
1864. Polymorphina pernaeformis Stache, p. 256, fig. 2.
Distribución. 428-7.

Stilostomella ex gr. lepidula (Schwager, 1866)
1866. ex gr. Nodosaria lepidula Schwager, p. 210, lám. 5, figs. 27-28.
Distribución. Ma. Cristina, 428-7.

Stilostomella pomuligera (Stache, 1864) (figura 6.13)
1864. Dentalina pomuligera Stache, p. 204, fig. 31.
Distribución. Ma. Cristina.

Trifarina sp. (Fig. 6.15)
Distribución. Ma. Cristina.

Turrilina alsatica Andreae, 1884, p. 120, lám. 8, fig. 18 (figura 6.8)
Distribución. Ma. Cristina.
Observaciones. Se distribuye desde el Eoceno medio superior hasta el Oligoceno medio superior (Revets, 1987).

Turrilina brevispira Ten Dam, 1944, p. 110, lám. 3, fig. 14 (figura 6.3)
Distribución. Ma. Cristina, 428-7.
Observaciones. Se diferencia de la T. alsatica Andreae por contener de 2 a 3 cámaras por vuelta y menor número de vueltas (2 ó 3 cuando la alsática presenta 3 ó 4) resultando entonces en una conchilla menos elongada. Su biocrón se extiende desde el Eoceno inferior al medio (Revets, 1987). Se encuentra desde un ambiente nerítico externo a batial, también en profundidades abisales (Morkhoven et al., 1986).

Uvigerina subproboscidea Haque, 1956, p. 136 (figura 6.10,11)
Distribución. Ma. Cristina, 428-7.
Observaciones. Es una especie que se encuentra desde el Eoceno inferior (zona P6), hasta el Mioceno inferior. En el Oligoceno del Atlántico Sur, sitio 329 del DSDP, las conchillas son más grandes y ligeramente menos espinosas, terminando en una cámara casi lisa. Se la encuentra en profundidades media batial a batial inferior y en Océano abierto a profundidades de 1000 a 1500 metros (Boersma, 1984).

Foraminíferos planctónicos

Catapsydrax dissimilis (Cushman y Bermúdez, 1937) (figura 7.11)
1937. Globigerina dissimilis Cushman y Bermúdez, p. 37, fig. 9.
Distribución. Ma. Cristina, 428-7.

Figura 7. 1, "Globigerina" brevis Jenkins, SEGEMAR 2703; 2, 4, 8, Tenuitella gemma (Jenkins), SEGEMAR 2704, 2705, 2706; 3, Tenuitellinata angustiumbilicata (Bolli), SEGEMAR 2707; 5, Zeaglobigerina labiacrassata (Jenkins), SEGEMAR 2708; 6, Globorotalia nana semivera (Hornibrook), SEGEMAR 2709; 7, Chiloguembelina cubensis (Palmer), SEGEMAR 2710; 9, Zeaglobigerina woodi (Jenkins), SEGEMAR 2711; 10, Paragloborotalia continuosa (Blow), SEGEMAR 2712; 11, Catapsydrax dissimilis (Cushman y Bermúdez), SEGEMAR 2713; 12-13, Paragloborotalia nana nana Bolli, SEGEMAR 2714, 2715; 14, Catapsydrax cf. riveroae (Bermúdez), SEGEMAR 2716; 15-16, Catapsydrax unicavus Bolli, Loeblich y Tappan, SEGEMAR 2717, 2718; 17-19, Subbotina angiporoides angiporoides (Hornibrook), SEGEMAR 2719, 2720, 2721; 20-21, "Globigerina" euapertura Jenkins, SEGEMAR 2722, 2723. La barra equivale a 0,1mm salvo en la figura 7 donde equivale a 0,05 mm /scale bar equals 0,1 except in figure 7 where equals 0,05.

Catapsydrax cf. riveroae (Bermúdez, 1961) (figura 7.14)
cf. 1961. Globigerinita riveroae Bermúdez, p. 1266, lám. 7, fig. 7.
Distribución. Ma. Cristina, 428-7.

Catapsydrax unicavus Bolli, Loeblich y Tappan, 1957, p. 37, fig 9 (Fig. 7.15,16)
Distribución. Ma. Cristina.

"Chiloguembelina" cubensis (Palmer, 1934) (figura 7.7)
1934. Guembelina cubensis Palmer, p. 74, figs. 1-6.
Distribución. Ma. Cristina.
Observaciones. "Chiloguembelina" cubensis (Palmer) se diferencia de Chiloguembelina ototara (Finlay) por su lenta expansión de la conchilla y por la alineación vertical de las pústulas que tienden a fusionarse y forman una superficie finamente costulada. La diferencia entre formas biseriales con o sin costulación fue notada por Poore y Goswell (1985), quienes encontraron placas dentales en estadios juveniles de "Ch." cubensis (Palmer) y la incluyeron en Streptochilus. Hornibrook (1990) establece que la diferencia de forma y superficie conchular entre ambas tiene valor específico y rescata la especie de Finlay destacando los diferentes biocrones en Nueva Zelanda. Chiloguembelina ototara (Finlay) se
encuentra desde el Eoceno medio superior al Oligoceno inferior (Bortoniano-Whaingaroano inferior), mientras que "Ch." cubensis (Palmer) se restringe al Oligoceno y Mioceno inferior, y cuestiona el uso de su desaparición aceptada como indicadora del Oligoceno inferior.
La gran mayoría de las ilustraciones del Hemisferio Sur, del Eoceno superior y asignadas a Ch. cubensis (Palmer), en realidad corresponden a la especie de Finlay (cf. Quilty, 2001; Hromic, 1990; Krasheninnikov y Basov, 1983) como así también existen casos del Hemisferio Norte (cf. Molina et al., 1988). Mientras que las ilustraciones de "Ch." cubensis, conchillas biseriales costuladas y de lenta expansión, provienen mayormente del Oligoceno (cf. Poore y Goswell, 1985 y en sinonímia de Huber et al. 2006). En el sur de la Argentina, Ch. ototara (Finlay) se reconoció hasta el Eoceno superior (Miembro superior de la Formación Cerro Colorado), (cf. Olivero y Malumián 1999; Malumián y Náñez, 1996) en donde por niveles es sumamente abundante con ejemplares grandes para la especie. Mientras que "Ch." cubensis (Palmer), se restringe al Oligoceno inferior, pero ésta restricción puede ser aparente y debido a la gran disolución imperante en el Oligoceno de Tierra del Fuego. Paleoecológicamente, las especies microperforadas, y en particular las biseriales, tienden a dominar en aguas someras de mares epicontinentales y posiblemente estén relacionadas a surgencias costeras (Boersma y Premoli Silva 1983, 1989). Huber et al. (2006) consideran que probablemente Ch. cubensis evolucionó a partir de Ch. ototara en el Eoceno superior, cuando indican un biocrón inicial en el Eoceno medio. Aquí no se considera esta probabilidad, ya que no se encuentran formas transicionales en el Eoceno superior, y la gran diferencia de escultura entre ambas sugiere una mayor distancia que la específica.

"Globigerina" brevis Jenkins, 1966, p. 1100, fig. 7, nos. 58-63 (figura 7.1)
Distribución. Ma. Cristina.

"Globigerina" euapertura Jenkins, 1960, p. 351, fig. 8 (figura 7.19,20)
Distribución. Ma. Cristina.

Globorotalia nana semivera (Hornibrook, 1961) (figura 7.6)
1961. Globigerina semivera Hornibrook
Distribución. Ma. Cristina.

Paragloborotalia continuosa (Blow, 1959) (figura 7.10)
1959. Globorotalia continuosa Blow, p. 218, fig. 125 a-c.
Distribución. Ma. Cristina.

Paragloborotalia nana nana (Bolli, 1957) (figura 7.12,13)
1957. Globorotalia opima nana Bolli, p. 118, fig. 3 a-c.
Distribución. Ma. Cristina.

Subbotina angiporoides angiporoides (Hornibrook, 1965) (figura 7.17, 18)
1965. Globigerina angiporoides, Hornibrook, p. 834, figs. 1,2.
Distribución. Ma. Cristina, 428-7.
Observaciones. Es el planctónico más abundante.

Tenuitella gemma (Jenkins, 1966). (figura 7.2,4,8)
1966. Globorotalia gemma Jenkins, p. 1115- 1118, fig. 11.
Distribución. Ma. Cristina, 428-7.
Observaciones. Se reconoce desde el Eoceno superior hasta el Oligoceno medio de Nueva Zelanda (Hornibrook et al., 1989).

Tenuitellinata angustiumbilicata (Bolli, 1957) (figura 7.3)
1957. Globigerina ciperoensis angustiumbilicata, Bolli, p. 109, lám. 4, fig. 3.
Distribución. Ma. Cristina.
Observaciones. En las capas de Ma. Cristina, es una de las especies planctónicas más abundantes y es rara en el resto del Oligoceno y Mioceno inferior de Tierra del Fuego.

Zeaglobigerina woodi (Jenkins, 1960). (figura 7.9)
1960. Globigerina woodi Jenkins, p. 352, figs. 15-26.
Distribución. Ma. Cristina.

Zeaglobigerina labiacrassata (Jenkins, 1966) (figura 7.5)
1966. Globigerina labiacrassata Jenkins, p. 1102, figs. 8, no. 64-71.
Distribución. Ma. Cristina.

Características de la microfauna

Las dominantes asociaciones de aglutinados de las capas de la Estancia María Cristina, listadas por Malumián y Olivero (2006), conforman asociaciones residuales de pocas especies y de gran potencial de fosilización como, Spirosigmoilinella compressa Matsunaga y Martinottiella spp. Si se compara las asociaciones resistentes y con potencial de fosilización de los ambientes profundos de latitudes equivalentes (cf. Harloff y Mackensen, 1997) se puede apreciar que también están formadas sólo por un par de especies que son de similar constitución o pertenecientes a los mismos géneros que las encontradas en las capas de María Cristina.
Los foraminíferos calcáreos de las proximidades de la Estancia María Cristina, conforman un agrupamiento muy seleccionado por tamaños mayores. Los foraminíferos planctónicos están dominados por grandes ejemplares de Subbotina angiporoides (Hornibrook) y Catapsydrax dissimilis (Cushman y Bermúdez), y entre las formas pequeñas se encuentra "Chiloguembelina" cubensis (Palmer), a diferencia de las asociaciones de foraminíferos planctónicos del Eoceno superior, que contienen Chiloguembelina ototara (Finlay). Los foraminíferos bentónicos calcáreos están dominados por Uvigerina subproboscidea Haque e innumerables fragmentos de Nodosaria longiscata d' Orbigny.
La relación de planctónicos a bentónicos si bien es variable entre muestras distanciadas sólo en 20 cm estratigráficos, siempre superan relaciones de 10 a 1.
En la costa, en el área del cerro Colorado, sólo un nivel excepcional correspondiente a la muestra 7 del perfil 428, sobre más de 150 metros de espesor, ha proporcionado una asociación de foraminíferos bentónicos calcáreos caracterizados por la abundancia de Globocassidulina pseudocrassa (Hornibrook) 60%; Uvigerina subproboscidea Haque, 20%; y Stilostomella spp., 10%. Los foraminíferos planctónicos están dominados por Tenuitella gemma (Jenkins) y S. angiporoides angiporoides (Hornibrook), y en número sensiblemente inferior en relación al de los bentónicos. La relación de planctónicos a bentónicos, el dominio de los planctónicos de menor tamaño, y la dominancia de un cassidulináceo entre las formas bentónicas sugieren profundidades no mayores a condiciones de plataforma externa.
En punta Gruesa, sólo en el perfil 463 se recuperaron muy escasos foraminíferos calcáreos, entre los que se encuentran Lenticulina alatolimbata (Gümbel), Nodosaria longiscata d' Orbigny) y Uvigerina subproboscidea Haque, particularmente la muestra 463 contiene C. dissimilis (Cushman y Bermúdez) y S. angiporoides (Hornibrook), acompañados por Tenuitella gemma (Jenkins) y T. munda (Jenkins).
En la margen izquierda del río Irigoyen, en la muestra 6 de la sección 318, se encuentra el registro más antiguo de Spirosigmoilinella compressa Matsunaga junto con S. angiporoides (Hornibrook) y sin que se haya reconocido Isthmolithus recurvus Deflandre. Spirosigmoilinella compressa Matsunaga es una especie de foraminífero aglutinado sumamente resistente que tiene una aparente aparición tardía en Tierra del Fuego, ya que se conoce desde el Eoceno medio superior, pese a las facies profundas que le son propicias desde la base de las capas de María Cristina.

Edad y características bioestratigráficas

Las capas de la María Cristina se datan entre 34,3 y 32 Ma para la sección próxima a la Estancia homónima. La ausencia de Globigerinateka index (Finlay) cuyo dato de última aparición es 34,3 Ma, la cual se utiliza como una aproximación al límite Eoceno/ Oligoceno ante la ausencia del género Hantkenina en áreas templado-frías, es muy próximo a la edad del límite de 33.9 Ma de Gradstein et al. (2004). La abundancia de C. dissimilis (Cushman y Bermúdez) indica una edad menor al Eoceno, la de S. angiporoides (Hornibrook), mayor a 30 Ma, y la asociación con Isthmolithus recurvus Deflandre, mayor a 32 Ma. En conjunto, equivale a la Zona P18 de las regiones antárticas, con las que se comparten las mayores semejanzas. Considerando que la generalidad de las secuencias oligomiocenas fueguinas comprenden foraminíferos planctónicos de fuerte semejanza con las reconocidas en áreas antárticas (cf. Stott y Kennett, 1990) se corresponde con la parte inferior de la Zona de Subbotina angiporoides (Hornibrook).
Una notable característica es la distribución de "Chiloguembelina" cubensis (Palmer), que se restringiría al Oligoceno inferior, mientras que Chiloguembelina ototara (Finlay), lo haría al Eoceno superior, ya que ha sido reconocida en el miembro superior de la Formación Cerro Colorado conjuntamente con Praetenuitellata insolita, (Jenkins), (Olivero y Malumián, 1999; Malumián y Náñez, 1996).
La aparición de S. compressa Matsunaga se calibra en la sección 318 por la ausencia de I. recurvus Deflandre y la presencia de S. angiporoides (Hornibrook), que por sus respectivas últimas apariciones se acota entre 30 y 31,8 Ma.

Discusión sobre la interpretación batimétrica

La apreciación más problemática y discutible se refiere a la profundidad alcanzada por la antefosa en el momento de la depositación de las capas de la Estancia María Cristina. Está demostrado que la distribución de los invertebrados, y en particular de los foraminíferos, responde a la calidad de la masa de agua, que es la combinación de muy diversos factores, y no guarda mayor relación con la mera presión dada por la profundidad. Sin embargo, a la hora de asignar la profundidad de los ambientes de sedimentación, en general se ha aceptado sin ningún tipo de reservas el criterio de admitir la profundidad del límite superior de la distribución batimétrica del taxón de hábito más profundo. Este criterio tiene su mayor aplicación a ambientes tectónicamente activos como es el caso de las capas de la María Cristina donde los flujos por gravedad o densidad son usuales (Ponce et al., 2004) y portan especies de ambientes someros a profundos. Pero una aplicación imponderada del límite superior de la distribución batimétrica de los taxones en medianas y altas latitudes resulta en apreciar mayores profundidades dadas por la conocida progresiva somerización de las faunas en relación con el aumento de la latitud.
Las dos situaciones a discutir son, por un lado, la profundidad del ambiente de las restringidas microfaunas calcáreas; y por el otro, la de las extendidas dominantes asociaciones residuales de foraminíferos aglutinados.
Las asociaciones calcáreas contienen las siguientes especies que según Morkhoven et al. (1986) son batimétricamente indicadoras y algunas pertenecen a faunas típicas de ambientes profundos.
Laticarinina pauperata (Parker y Jones), batial medio superior (600-700m), fauna Hispaniola, el límite superior de distribución se encuentra a diferentes profundidades, a 300 metros en el golfo de México.
Melonis pompilioides (Fichtel y Moll), típica de ambientes batiales superiores altos (200-300m), idéntica profundidad en la fauna de la cuenca de Viena (200- 300m).
Pullenia bulloides (d' Orbigny), batial superior, cuenca de Viena.
Turrilina brevispira Ten Dam, común en nerítico externo y batial.
Un indicador adicional de profundidad, ponderado por su marcada distribución en edades y latitudes australes similares a las capas de la María Cristina, es Uvigerina subproboscidea Haque, la cual se la encuentra en el Oligoceno del Atlántico Sur, sitio 329 del Leg 36 del DSDP en profundidades batial media a inferior y en océano abierto a profundidades de 1000 a 1500 metros (Boersma, 1984).
Por consiguiente, una profundidad mínima de 200-300 metros es asignable a los escasos niveles portadores de microfaunas calcáreas, y estimable en 300 metros en aquéllos con relaciones mayores de planctónicos a bentónicos.
Considerando la rareza de las asociaciones de foraminíferos calcáreos en las capas de la Estancia María Cristina, éstas pudieron ser preservadas ocasionalmente por debajo de la LCC debido a un súbito sepultamiento producido por un deslizamiento desde ambientes más someros por encima de la LCC. Particularmente la asociación encontrada en las proximidades de la Estancia María Cristina, exhibe una selección por tamaños que es muy sugestiva de transporte. Consecuentemente, las asociaciones calcáreas probablemente indicarían un ambiente más somero que el real.
Mayor certidumbre reflejan las asociaciones residuales de foraminíferos aglutinados. Si se compara con los mares adyacentes a Tierra del Fuego, en el mar de Scotia y la cuenca Argentina, las asociaciones con potencial de fosilización están caracterizadas por escasos ejemplares y sólo por un par de especies resistentes. Características compartidas con las asociaciones residuales fósiles por géneros o homeomorfos del par de especies resistentes. En las faunas modernas distribuidas en las adyacencias de Tierra del Fuego, el límite superior de las asociaciones residuales de foraminíferos aglutinados está en 1900 metros (Harloff y Mackensen, 1997).
En particular la Asociación de Spirosigmoilinella compressa Matsunaga-Martinottiella spp. que es una típica asociación residual de condiciones por debajo LCC, ha sido reconocida en sedimentitas del Macizo del Deseado, enmarcadas dentro de un escenario geológico general que excluye el hundimiento a profundidades kilométricas. La LCC pudo elevarse por condiciones de paleotopografía del fondo o de masas continentales como una corriente desmembrada de la corriente Circumantárctica (Malumián y Náñez, 1991) o ingresar a la antefosa a través de un paleocanal (cf. Malumián y Olivero, 2006, Malumián y Scarpa, 2005). De no existir alguna de estas condiciones, la profundidad máxima se encontraría en el orden del millar de metros.

Conclusiones

Las capas de la Estancia María Cristina son de edad oligocena temprana claramente definida por su contenido de foraminíferos planctónicos, edad que además es corroborada por la posición estratigráfica y el control adicional de algunos elementos del nanoplancton calcáreo.
La asociación de foraminíferos bentónicos es típica de aguas profundas y casi idéntica a la que se reconoce en ambientes oceánicos actuales en las adyacencias de Tierra del Fuego. Casi la totalidad de las sedimentitas de las capas de la Estancia María Cristina se depositaron por debajo de la línea de compensación de la calcita, estimándose profundidades de más de dos mil metros. Los restringidos y
escasos niveles con foraminíferos calcáreos indican más de 200 metros de profundidad y podrían sólo reflejar deslizamientos originados en ambientes someros.
Como consecuencia, los foraminíferos testimonian la generación de la antefosa más profunda en el Oligoceno inferior dentro de la evolución tectónica cenozoica de la Isla Grande de Tierra del Fuego.

Agradecimientos

La totalidad de los muestreos y confección de perfiles fueron realizados con la inestimable colaboración de E.O. Olivero, gran parte también con la ayuda de Carolina Náñez. El presente trabajo ha sido financiado en gran parte por el PICT 12257 de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, dentro del Proyecto Cenozoico de la Patagonia y Plataforma Continental, a cargo de N. Malumián, por el PIP-Conicet 5100 a cargo de E.O. Olivero y por el Proyecto Consolidar CGL2007-63724/ BTE del Ministerio de Educación y Ciencia de España.

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Recibido: 2 de febrero de 2007.
Aceptado: 9 de mayo de 2008.

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