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Ameghiniana

On-line version ISSN 1851-8044

Ameghiniana vol.46 no.2 Buenos Aires Apr./June 2009

 

ARTÍCULOS ORIGINALES

Nanofósiles calcáreos paleógenos del sudeste de la provincia de Santa Cruz, Patagonia, Argentina

Juan Pablo Pérez Panera1

1CONICET. División Paleozoología Invertebrados, Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata, Paseo del Bosque s / n, 1900, La Plata, Argentina. perezpanera@ciudad.com.ar

Resumen. Se realizó un estudio cuantitativo de los nanofósiles calcáreos paleógenos del subsuelo de la localidad Cerro Redondo, al sureste de la provincia de Santa Cruz, Cuenca Austral, Argentina. Se reconoció el Paleoceno temprano y Paleoceno medio, Eoceno temprano alto y Eoceno medio. Para establecer el nivel base del Paleógeno se identificó el intervalo Cretácico - Paleógeno, que evidencia una discontinuidad por la ausencia del Maastrichtiano medio y tardío y la base del Paleoceno. Se infiere que la depositación durante el Paleoceno y el Eoceno medio ocurrió en condiciones de mar alto y aguas superficiales frías. Durante el Eoceno medio alto la depositación se produjo en condiciones de aguas someras cercanas a la línea de costa.

Abstract. Paleogene calcareous nannofossils from the southeastern Santa Cruz Province, Patagonia, Argentina. This study presents the results of a quantitative analysis of calcareous nannofossils recovered from subsurface samples in drilled wells at the locality of Cerro Redondo, southeastern Santa Cruz Province, Austral Basin of Argentina. Index species identified in the succession allow to recognize stratigraphic levels in the early and middle Paleocene, the late early Eocene and middle Eocene. The basal level of the Paleogene was established based on the Cretaceous-Paleogene interval, which includes an unconformity from the middle Maastrichtian to the lowest Paleocene. It has been inferred high sea and superficial cold water condition for the Paleocene and middle Eocene and shoreface condition during the late middle Eocene.

Key words. Calcareous nannofossils; Paleogene; Austral Basin; Argentina.

Palabras clave. Nanofósiles calcáreos; Paleógeno; Cuenca Austral; Argentina.

Introducción

La Cuenca Austral se extiende en el extremo sur del continente sudamericano. Abarca casi la totalidad de la provincia argentina de Santa Cruz, la provincia chilena de Magallanes, la Isla Grande de Tierra del Fuego y una porción de la plataforma continental argentina. Hacia el oeste está delimitada por la Cordillera Patagónica, al sur por la Cordillera Fueguina, al este por el Alto del Río Chico, en la plataforma continental y al norte, por el Macizo del Deseado. (figura 1) El relleno sedimentario de esta cuenca se inicia en el Jurásico tardío y culmina en el Neógeno.


Figura 1. Mapa del sur de Argentina mostrando la ubicación de la localidad de Cerro Redondo, provincia de Santa Cruz. / map of southern Argentina showing the studied area Cerro Redondo, Santa Cruz province.

Durante el Paléogeno y Neógeno se produjeron importantes ingresiones marinas atlánticas que, en una sucesión de ciclos regresivos - transgresivos, originaron una serie de depósitos marinos con claras diferencias faciales (Malumián, 1999; 2002). Esto permitió agrupar los depósitos en distintas unidades formacionales, tanto en subsuelo como en superficie, pero debido a la gran extensión de la cuenca y sus diversos encuadres tectónicos, se han definido numerosas formaciones con sus equivalentes en los diferentes sectores de la cuenca, lo que dificulta en gran medida una clara correlación cronoestratigráfica regional.
En el presente trabajo se estudiaron cuantitativamente las asociaciones de nanofósiles calcáreos recuperados en muestras de recorte de perforación lavados de un pozo exploratorio en la localidad de Cerro Redondo, ubicado en el sector oriental de la Cuenca Austral, al sudeste de la provincia de Santa Cruz, Argentina (figura 1). El objetivo ha sido identificar las especies de nanofósiles presentes y a partir de ellos interpretar la edad de las sedimentitas, estableciendo equivalencias con los modelos bioestratigráficos globales para este grupo. Este trabajo es un aporte nuevo para la comprensión del desarrollo histórico de la cuenca y futuros estudios basados en nanofósiles calcáreos brindarán una herramienta importante en el conocimiento de la cronoestratigrafía regional.
Los nanofósiles calcáreos son restos de organismos unicelulares fotosintetizadores, planctónicos, con un registro que abarca desde el Triásico tardío hasta la actualidad. Han tenido una historia evolutiva de grandes cambios a partir del Jurásico medio y en su mayoría las especies son cosmopolitas. Estas características los convierten en fósiles guía muy importantes en secuencias marinas.

Antecedentes

La Cuenca Austral es un área de interés petrolero en la que se vienen realizando estudios bioestratigráficos tanto en subsuelo como en superficie, por lo que existen numerosos informes inéditos de las empresas petroleras que los llevan a cabo.
En cuanto a los trabajos de consulta pública relativos a microfósiles en sedimentitas de edad paleógena, existe una vasta bibliografía, principalmente basada en el estudio de los foraminíferos. El trabajo pio
nero, realizado sobre muestras de subsuelo, es el de Malumián (1968) donde detalla los foraminíferos hallados para el Cretácico superior, Paléogeno y Neógeno del pozo SC - 3, ubicado en el centro sur de la provincia de Santa Cruz. Otra referencia temprana es la de Malumián y Masiuk (1973) donde se presentan las asociaciones de foraminíferos reconocidas en la cuenca para el Cretácico, Paléogeno y Neógeno. Malumián y Náñez (1996) describen las asociaciones de foraminíferos y nanofósiles calcáreos desde el Jurásico al Cuaternario en el área de la plataforma submarina, sin embargo los nanofósiles calcáreos son tratados escuetamente. Malumián y Náñez (2002) en un importante trabajo de revisión, han resumido el conocimiento de los foraminíferos para la Cuenca Austral y cuencas aledañas haciendo referencia a las condiciones paleoambientales en los diferentes sectores de la cuenca y a los detalles bioestratigráficos. Olivero et al. (2003) estudiaron la secuencia sedimentaria, los foraminíferos, palinomorfos y amonoideos en el sur de la Isla Grande de Tierra del fuego identificando el límite Maastrichtiano-Paleoceno. Proponen además un ambiente de depositación marino profundo bajo condiciones disóxicas a anóxicas para el Cretácico tardío, que se va somerizando en el Paleoceno, culminando la secuencia sedimentaria con abanicos deltáicos y aportes terrígenos.
Los trabajos referidos principalmente a los nanofósiles calcáreos para el Paleógeno son más escasos. Los cuatro más importantes son el de Mostajo (1991), Concheyro (1991), Ronchi y Angelozzi (1994), y Concheyro y Angelozzi (2002). El más próxima al área de estudio que aquí nos ocupa es el de Mostajo (1991). Ella estudia la secuencia de sedimentitas de la perforación Las Violetas 3, situada en la costa noreste de la Isla Grande de Tierra del Fuego. Allí reconoce treinta y dos especies y en base a ellas establece una edad Cretácico superior a Oligoceno para la secuencia. Además advierte la ausencia de asociaciones de edad daniana e interpreta condiciones de aguas superficialmente frías durante la depositación en una ambiente de mar alto con pulsos regresivos hacia el tope de la secuencia. Concheyro (1991) describe sistemáticamente veinticinco especies del Eoceno para la Formación Man-Aike, recuperadas en el sondeo YCF SEC 7 (ENADISMA) al sureste del lago Cardiel. Ronchi y Angelozzi (1994) correlacionan dos sondeos al oeste de la Cuenca Austral en base a las asociaciones de foraminíferos y nanofósiles calcáreos. Concheyro y Angelozzi (2002) sintetizan para el área central y occidental de la cuenca el conocimiento del grupo, basado principálmente en informes inéditos, proponiendo una bioestratigrafía generalizada y describiendo las asociaciones de nanofósiles calcáreos reconocidas desde el Cretácico al Neógeno temprano.

Marco geológico

La Cuenca Austral se origina en relación a la ruptura de Gondwana, que da inicio a la generación de una cuenca de tipo marginal durante el Jurásico superior. Comienza con una etapa de rift durante la separación de América del sur y África asociado a la apertura del mar de Wedell. Para el Cretácico inferior la apertura de la Cuenca Austral había terminado y se produce una etapa de hundimiento termal. Posteriormente y mancomunado a los movimientos patagónicos del Cretácico medio, la fase peruana del Cretácico superior y los movimientos ándicos terciarios, se instala en la cuenca una etapa de antepaís. Hacia el sector occidental de la Cuenca Austral se depositan sedimentitas de cuenca de antepaís y en el oriental, de rampas de antepaís (Robbiano et al., 1996). En este último sector, se sobreimpone una subsidencia térmica y tectónica haciendo migrar el depocentro de la cuenca al sureste. Debido a esto las secuencias terciarias están más desarrolladas en el sector oriental.
Durante el Paleógeno se registran dos transgresiones marinas, la primera que comienza en el Maastrichtiano y la segunda en el Eoceno medio (Malumián, 1999). Las sedimentitas que corresponden a estos eventos se conocen en subsuelo en el sector oriental como Formación Campo Bola (Russo et al. 1980) (pars) y Formación Man Aike (Furque 1973) de edad Paleoceno y Eoceno respectivamente.

Materiales y métodos

El material corresponde a 16 muestras de recorte de perforación lavadas que representan 25 metros de intervalo cada una. Provienen de un pozo de exploración cedido por la empresa Petrobras Energía S.A. y comprenden 375 metros, del intervalo entre los 725 y 1.100 metros bajo boca de pozo (mbbp). Éstas se procesaron según el método de decantación por gravedad (Moshkovitz y Ehrlich, 1976; Hay, 1977) y cada 3 muestras se realizaron "muestras control" con la técnica de smear slide (Bown y Young, 1999). Las muestras realizadas con la técnica de decantación por gravedad dieron mejores resultados, especialmente en la concentración de los especímenes.
Las muestras se estudiaron con un microscopio óptico con contraste de fases y luz polarizada a un aumento de 1500 X. En cada muestra se contabilizaron al menos trescientos individuos, a fin de obtener datos que pudieran ser analizados con técnicas estadísticas. Este esfuerzo de muestreo representa una confianza del 95 % de hallar un individuo con una abundancia específica del 1 % (Thierstein et al., 1977). En muestras con una alta diversidad específi
ca se contabilizaron más individuos, a veces mediante las "muestras control". En dos de las profundidades estudiadas (725-750 mbbp y 850-875 mbbp; cuadro 1) no se logró alcanzar el mínimo de trescientos individuos. Para cuantificar la abundancia relativa se utilizó el criterio de Stoico y Baldanza (1995) y para el estado de preservación el de Roth y Thierstein (1972).

Cuadro 1. Tabla de distribución de especies e índices de diversidad / Chart of species distribution and diversity index. Referencias / References: Preservación / Preservation según / according to Roth y Thierstein, 1972; E-3: Disolución importante / important dissolution, E-2: Disolución / dissolution; E-1: Disolución moderada / moderate dissolution; X: Muy buena / very good; O-1: Sobrecrecimiento moderado / moderate overgrown; O-2: Sobrecrecimiento / overgrown; O-3: Sobrecrecimiento importante / important overgrown. N/A: No aplicable / not applicable. Abundancia relativa / relative abundance según / according to Stoico y Baldanza, 1995; A: Abundante / abundant (más de un individuo por campo / more than one individual per field); C: Común / common (un individuo en uno a diez campos / one individual in one to ten fields); P: Pocos / few (un individuo en diez a treinta campos / one individual in ten to thirty fields); R: Raros / rare (un individuo en treinta a cien campos / one individual in thirty to one hundred fields). * Indica cocósfera / indicates coccosphere.

Una vez obtenidos todos los datos correspondientes a cada profundidad, se ordenaron en un gráfico de distribución: profundidad / especie (cuadro 1), donde consta la referencia al estado de preservación, la abundancia relativa, el número total de individuos contabilizados, el número total de especies y el índice de biodiversidad de Shannon y Wiener (1963).
La interpretación bioestratigráfica está remitida al modelo zonal de Martini (1971) y se grafica en la figura 2. El tiempo en millones de años al que corresponden las zonas de nanofósiles calcáreos está calibrado según Berggren et al. (1995). Todas las especies identificadas están referidas a las citas de Wise y Mostajo (1983), Perch-Nielsen (1985a, 1985b) y Bown (1999, 2005).


Figura 2. Bioestratigrafía propuesta en base a los nanofósiles calcáreos / proposed biostratigraphy based on calcareous nannofossils.

El material ilustrado (figura 3) queda depositado en la colección del Departamento de Ciencias Geológicas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, bajo la sigla BAFC-Np (nanoplancton calcáreo) y los números 2751 al 2756.


Figura 3. 1, Thoracosphaera heimii (Lohmann, 1919) Kamptner, 1941 (Luz polarizada / polarized light) 725-750 mbbp. Tamaño / dimension 7 μm. BAFC-Np 2751; 2, Thoracosphaera operculata Bramlette y Martini, 1964 (Luz polarizada / polarized light) 725-750 mbbp. Tamaño / dimension 12 μm. BAFC-Np 2751; 3, Zygrablithus bijugatus (Deflandre en Deflandre y Fert, 1954) Deflandre, 1959 (Luz polarizada / polarized light) 900-925 mbbp. Tamaño / dimension 8 μm. BAFC-Np 2752; 4, Reticulofenestra daviesii (Haq, 1968) Haq, 1971 (Luz polarizada / polarized light) 900-925 mbbp. Tamaño / dimension 8 μm. BAFC-Np 2752; 5, Chiasmolithus grandis (Bramlette y Riedel, 1954) Radomski, 1968 (Luz polarizada / polarized light) 900-925 mbbp. Tamaño / dimension 14 μm. BAFC-Np 2752; 6, Chiasmolithus grandis (Bramlette y Riedel, 1954) Radomski, 1968 (Luz transmitida / transmitted light) 900-925 mbbp. Tamaño / dimension 14 μm. BAFC-Np 2752; 7, Chiasmolithus modestus Perch-Nielsen, 1971 (Luz polarizada / polarized light) 900-925 mbbp. Tamaño / dimension 10 μm. BAFCNp 2752; 8, Chiasmolithus modestus Perch-Nielsen, 1971 (Luz transmitida / transmitted light) 900-925 mbbp. Tamaño / dimension 10 μm. BAFC-Np 2752; 9, Reticulofenestra bisecta ssp. filewiczii Wise y Wiegand en Wise, 1983 (Luz polarizada / polarized light) 900-925 mbbp. Tamaño / dimension 9 μm. BAFC-Np 2752; 10, Reticulofenestra bisecta (Hay et al., 1966) Roth, 1970 ssp. bisecta Wise y Wiegand en Wise, 1983 (Luz polarizada / polarized light) 900-925 mbbp. Tamaño / dimension 8 μm. BAFC-Np 2752; 11, Birkelundia staurion (Bramlette y Sullivan, 1961) Perch-Nielsen, 1971 (Luz polarizada / polarized light) 925-950 mbbp. Tamaño / dimension 7 μm. BAFC-Np 2753; 12, Toweius callosus Perch- Nielsen, 1971 (Luz polarizada / polarized light) 950-975 mbbp. Tamaño / dimension 6 μm. BAFC-Np 2754; 13, Toweius rotundus Perch-Nielsen en Perch-Nielsen et al., 1978 (Luz polarizada / polarized light) 950-975 mbbp. Tamaño / dimension 4 μm.BAFC-Np 2754; 14, Toweius occultatus (Locker, 1967) Perch-Nielsen, 1971 (Luz polarizada / polarized light) 950-975 mbbp. Tamaño / dimension 4 μm. BAFC-Np 2754; 15, Chiasmolithus consuetus (Bramlette y Sullivan, 1961) Hay y Mohler, 1967 (Luz polarizada / polarized light) 950-975 mbbp. Tamaño / dimension 8 μm. BAFC-Np 2754; 16, Pontosphaera pulchra (Deflandre en Deflandre y Fert, 1954) Romein, 1979 (Luz polarizada / polarized light) 950-975 mbbp. Tamaño / dimension 7 μm. BAFC-Np 2754; 17, Hornibrookina teuriensis Edwards, 1973 (Luz polarizada / polarized light) 975-1000 mbbp. Tamaño / dimension 8 μm. BAFC-Np 2755; 18, Praeprinsius dimorphosus (Perch-Nielsen, 1969) Varol y Jakubowski, 1989 (Luz polarizada / polarized light) 975-1000 mbbp. Tamaño / dimension 3 μm. BAFC-Np 2755; 19, Praeprinsius dimorphosus (Perch- Nielsen, 1969) Varol y Jakubowski, 1989 (Luz polarizada / polarized light) 975-1000 mbbp. Tamaño / dimension 3 μm. BAFC-Np 2755; 20, Chiasmolithus bidens (Bramlette y Sullivan, 1961) Hay y Molher, 1967 (Luz polarizada / polarized light) 975-1000 mbbp. Tamaño / dimension 10 μm. BAFC-Np 2755; 21, Toweius africanus (Perch-Nielsen, 1980) Perch-Nielsen, 1984 (Luz polarizada / polarized light) 1000-1025 mbbp. Tamaño / dimension 2.5 μm. BAFC-Np 2756; 22, Markalius inversus (Deflandre en Deflandre y Fert, 1954) Bramlette y Martini, 1964 (Luz polarizada / polarized light) 1000-1025 mbbp. Tamaño / dimension 8 μm. BAFCNp 2756; 23, Cruciplacolithus primus Perch-Nielsen, 1977 (Luz polarizada / polarized light) 1000-1025 mbbp. Tamaño / dimension 6 μm. BAFC-Np 2756; 24, Toweius cf. T. sp2 Bown, 2005 (Luz polarizada / polarized light) 1000-1025 mbbp. Tamaño / dimension 4 μm. BAFCNp 2756.

Interpretación bioestratigráfica

De acuerdo a los resultados obtenidos se reconocieron 5 tramos: entre 725 y 875 mbbp, entre 875 y 900 mbbp, entre 900 y 975 mbbp, entre 975 y 1025 mbbp, entre 1025 y 1150 mbbp. Se individualizan y desarrollan por separado para una mejor comprensión. El criterio de segregación de los tramos responde a la acentuación de los nanoeventos más importantes, a la identificación de posibles discontinuidades y al aislamiento de secciones nanofosilíferamente estériles.

1er. Tramo: 725 - 875 mbbp.

Las profundidades aquí comprendidas, que corresponden a las primeras muestras estudiadas en el sentido normal de la perforación, presentan una baja riqueza específica pero una muy buena preservación (cuadro 1). Toda la asociación identificada en este tramo está dominada por Thoracosphaera operculata Bramlette y Martini, 1964. Como especies acompañantes raras se han reconocido Reticulofenestra minutula (Gartner, 1967) Haq y Berggren, 1978; Reticulo-fenestra pseudoumbilica (Gartner, 1967) Gartner, 1969; Reticulofenestra haqii Backman, 1978 (que se consideran como contaminación desde rocas suprayacentes); Pontosphaera discopora Schiller, 1925; Thoracosphaera heimii (Lohmann, 1919) Kamptner, 1941; Reticulo-fenestra minuta Roth, 1970 y Coccolithus pelagicus (Wallich, 1877) Schiller, 1930.
De acuerdo con Perch-Nielsen (1985a), T. operculata no sobrevive más allá del Eoceno medio. Sin otros marcadores que precisen con mayor detalle la edad de la asociación, se la asigna al Eoceno medio alto.

2do. Tramo: 875 - 900 mbbp.

No se recuperaron nanofósiles.

3er. Tramo: 900 - 975 mbbp.

En las muestras correspondientes a este tramo se reconoció una asociación caracterizada por la presencia de abundantes reticulofenestras, junto a C. pelagicus y T. operculata, pero esta última en una relación de dominancia mucho menor que en el tramo suprayacente (725 - 875 mbbp, cuadro 1). Desde los 900 a los 950 mbbp las muestras presentan una muy buena preservación y abundancia. A partir de los 950 mbbp los individuos aparecen con menor abundancia y con signos de disolución, aunque se observó uno de los valores más altos de biodiversidad (véase cuadro 1).
En estos 75 metros se recuperaron buenos marcadores bioestratigráficos. A los 900-925 mbbp se observó la primera ocurrencia, según el sentido normal de la perforación, de Chiasmolithus modestus Perch - Nielsen, 1971; principal marcador que permite asignar este nivel a la zona NP16 (Eoceno medio, Lutetiano-Bartoniano). Integrando la asociación se recuperaron nanofósiles característicos de esta edad como Chiasmolihus grandis (Bramlette y Riedel, 1954) Radomski, 1968; Zygrhablithus bijugatus (Deflandre en Deflandre y Fert, 1954) Deflandre, 1959; Reticulofenestra bisecta (Hay et al., 1966) Roth, 1970 Reticulofenestra bisecta ssp. filewiczii Wise y Wiegand en Wise, 1983; Reticulofenestra daviesii (Haq, 1968) Haq, 1971 y Helicosphaera seminulum Bramlette y Sullivan, 1961.

A los 925-950 mbbp se reconocieron como especies marcadoras a Reticulofenestra dictyoda (Deflandre en Deflandre y Fert, 1954) Stradner en Stradner y Edwards, 1968 y Birkelundia staurion (Bramlette y Sullivan, 1961) Perch-Nielsen, 1971 que se registran por primera vez en esta profundidad. De acuerdo a sus biocrones (zonas NP13-NP16 y NP15-NP16, respectivamente), la posición estratigráfica del nivel en consideración y la ausencia de Ch. modestus, especie que es hallada en el nivel superior y sólo ocurre en la zona NP16, se asigna este nivel a la zona NP15 con dudas. Por este motivo en la figura 2 se representan estos dos últimos niveles (900-925 y 925-950) juntos y referidos a las zonas NP 15? - NP16. Si bien estos nanoeventos concuerdan con los modelos bioestratigráficos globales, R. dictyoda ha sido recuperada en otras localidades de la Cuenca Austral en niveles más jóvenes (comunicación personal Angelozzi, 2006). Esto pondría en duda su importancia como marcador para el Atlántico Sur, y la asignación bioestratigráfica de este nivel se basa en B. staurion y los nanofósiles acompañantes.
A los 950-975 mbbp se reconoce la mayor biodiversidad entre los tres niveles ahora considerados y, en base a las primeras apariciones según el sentido normal de la perforación de Toweius callosus Perch- Nielsen, 1971 y Toweius occultatus (Locker, 1967) Perch-Nielsen, 1971; se asigna este intervalo del tramo a la zona NP13.
En su conjunto, estos tres niveles definen las profundidades comprendidas entre los 900 y los 975 mbbp como Eoceno temprano alto a Eoceno medio. La zona NP14 no ha podido ser reconocida, y esta ausencia podría estar indicando una discontinuidad a los 950 mbbp.

4to. Tramo: 975 - 1025 mbbp.

En este tramo se observó una asociación dominada por especies del género Toweius Hay y Mohler, 1967. A los 975-1000 mbbp se registran las primeras apariciones, según el sentido normal de la perforación, de Hornibrookina teuriensis Edwards, 1973; Preaprinsius dimorphosus (Perch-Nielsen, 1969) Varol y Jakubowski, 1989; Chiasmolithus bidens (Bramlette y Sullivan, 1961) Hay y Mohler, 1967 y Cruciplacolithustenuis (Stradner, 1961) Hay y Mohler en Hay et al. 1967. En su conjunto todas estas especies marcadoras coinciden en una asignación para este nivel correspondiente a las zonas NP3 a NP5 (Varol, 1999).
A los 1000-1025 mbbp se identificaron los marcadores Toweius africanus (Perch - Nielsen, 1980) Perch -Nielsen, 1984; Markalius inversus (Deflandre en Deflandre y Fert, 1954) Bramlette y Martini, 1964 y Cruciplacolithus primus Perch-Nielsen, 1977. En base a ellas se asignó este nivel a la zona NP2. A pesar de los esfuerzos de muestreo no se lograron recuperar marcadores que indicaran la presencia de la zona NP1.
En consecuencia, desde los 975 hasta los 1025 mbbp la asociación nanofosilífera se incluye dentro del Daniano-Selandiano, zonas NP2-NP5, con ausencia de la base del Paleoceno, zona NP1 que involucra aproximadamente un millón de años (Berggren et al., 1995) (figura 2).

5to.Tramo: 1025 - 1150 mbbp.

Las muestras comprendidas entre los 1025 y 1075 mbbp resultaron estériles desde el punto de vista de los nanofósiles calcáreos, y entre los 1075 y 1150 mbbp se observa una asociación típicamente cretácica tardía, con muy buenos marcadores y una alta biodiversidad. Las especies más importantes desde el punto de vista bioestratigráfico son Biscutum magnum Wind y Wise en Wise y Wind, 1977; Biscutum coronum Wind y Wise en Wise y Wind, 1977; Reinhardtites levis Prins y Sissingh en Sissingh, 1977; Reinhardtites anthophorus (Deflandre, 1959) Perch- Nielsen, 1968; Tranolithus orionatus (Reinhardt, 1966a) Reinhardt, 1966b; Prediscosphaera cretacea (Arkhan-gelski, 1912) Gartner, 1968; Helicolithus trabeculatus (Górka, 1957) Verbeek, 1977; Eiffellithus eximius (Sto-ver, 1966) Perch-Nielsen, 1968; Eiffellithus parallelus Perch-Nielsen, 1973; Kamptnerius magnificus Deflan-dre, 1959; Broinsonia signata (Noël, 1969) Noël, 1970 y Arkhangelskiella cymbiformis Vekshina, 1959; esta última en baja proporción, y no de manera dominante como es común en las últimas zonas del Maastrichtiano (Burnett, 1999). De acuerdo a estos marcadores se asigna este nivel a la zona CC22 del esquema zo­nal de Sissingh (1977), del Campaniano tardío. Esta asociación de nanoplancton calcáreo se correspondería con la zona de Biscutum coronum que Wise (1983) propone para el Cretácico tardío de la plataforma de Malvinas.
Las muestras comprendidas entre los 1025 y 1075 mbbp, si bien resultaron estériles desde el punto de vista nanofosilífero, son portadoras de una asociación de foraminíferos (comunicación personal Ronchi, 2006) que corresponden a la "zona de foraminí
feros arenáceos" de Malumián y Masiuk (1976), denominación informal de edad maastrichtiana tem­prana, lo que establecería a los 1025 mbbp el límite Cretácico-Paleógeno mediante una discontinuidad Maastrichtiano temprano-Daniano.

Discusión

Las transgresiones atlánticas que se produjeron en la Cuenca Austral durante el Paléogeno y Neógeno corresponden a cuatro ciclos mayores. Estos ciclos han sido identificados a partir de técnicas secuenciales (Calegari y Baldi, 1993; Calegari et al., 1993) y de discontinuidades reconocidas mediante el estudio de los foraminíferos (Malumián, 1999; Malumián y Náñez, 2002). Incluso Malumián (2002) relacionó estos ciclos transgresivos a los cambios eustáticos globales y los comparó con los datos del sur de Australia. El tramo aquí estudiado registra las dos primeras transgresiones mayores, las que se inician en el Maastrichtiano y en el Eoceno medio tardío.
El límite Cretácico-Paleógeno involucra una discordancia que Robbiano et al. (1996) atribuyeron a los movimientos ándicos iniciales. Considerando los resultados obtenidos en este trabajo, la discontinuidad que se observa a los 1025 mbbp, entre la asociación de foraminíferos arenáceos por debajo de esa profundidad y la asociación de nanofósiles danianos por encima, correspondería a un evento de no depositación y/o erosión del Maastrichtiano medio, Maastrichtiano tardío y la base del Paleoceno (zona NP1).
La asociación nanofosilífera recuperada entre los 975-1025 mbbp es de edad paleocena temprana a media, registrando el Daniano, excepto su base, y casi todo el Selandiano (zonas NP2 a NP5). Según Malumián (1999, 2002) estas edades corresponden a las sedimentitas de la Formación Cerro Dorotea en la zona de Río Turbio. Para el subsuelo de Santa Cruz el Daniano se supone condensado (Malumián et al., 1971; Malumián y Caramés, 1995; 1997) y contenido dentro de la Formación Campo Bola (pars). El espaciado muestreo de este estudio y la falta de información sedimentológica hacen imposible decidir si el Daniano aquí aparece condensado o no, pero se desarrollaría sólo en cincuenta metros (véase figura 2).
La asociación recuperada presenta una nanoflora fósil característica de altas latitudes (Chiasmolithus sp., Toweius sp., Hornibrookina teuriensis, Preaprinsius dimprphosus) y relativamente altos índices de biodiversidad, lo que supone un ambiente marino de plataforma con aguas frías. Mostajo (1991) infiere estas mismas condiciones en este sector de la cuenca y Concheyro y Angelozzi (2002) lo proponen para los sectores central y occidental durante el Paleoceno.
El índice de biodiversidad permite hacer compa
raciones entre las diferentes muestras dando una idea aproximada de la relación de las diferentes asociaciones con el ambiente. Cerca de la costa, a profundidades menores de 40 metros (Perch-Nielsen, 1985b), la energía del ambiente es muy alta y los organismos planctónicos son arrastrados; en la zona oceánica de mar abierto la escasez de nutrientes limita el desarrollo de la comunidad fitoplanctónica. McIntyre y Bé (1967) y Okada y McIntyre (1977, 1979) han estudiado la distribución de especies actuales de cocolitofóridos en el océano Atlántico y encontraron que en mar abierto las asociaciones son oligoespecíficas de formas de tamaño pequeño, y que la mayor abundancia y diversidad se da en las áreas de plataforma, ya que son áreas ricas en nutrientes.
A los 975 mbbp se reconoce una discontinuidad importante que divide la asociación paleocena de una eocena temprana tardía a media. Esta discontinuidad se evidencia por la ausencia de sedimentitas que contengan asociaciones del Paleoceno tardío a Eoceno temprano y es reconocida en todo el sector medio y norte de la cuenca (Malumián y Náñez, 1996; Biddle et al., 1986; Concheyro y Angelozzi, 2002) e incluso en la Cuenca del Golfo de San Jorge (Heizler et al., 1998). Según Malumián (2002) esta dis­continuidad responde a una regresión coincidente con un pico menor de magmatismo dentro de la Pa-tagonia, originando un ciclo erosivo en la plataforma.
Entre los 950 y los 975 mbbp las sedimentitas son asignadas a la zona NP 13, del Eoceno temprano tardío. La presencia de la zona NP13 se sostiene en la importante participación de Toweius occultatus, con cerca del 20 % de abundancia relativa en la asociación (cuadro 1), especie que en su rango total no supera dicha zona. A los 950 mbbp se supone una discontinuidad por ausencia de al menos la zona NP 14, ya que encima de esa profundidad y hasta los 900 mbbp se depositan sedimentitas que, de acuerdo a los nanofósiles que portan, se asignan a las zonas NP15 (con dudas) a NP16.
De acuerdo al estado de preservación y los índices de biodiversidad, se interpreta que estos niveles (900 - 975 mbbp, tercer tramo) fueron depositados en un ambiente de plataforma a cierta distancia de la línea de costa. La presencia de especies del género Chiasmolithus Hay et al. 1966 sugiere asimismo un ambiente de aguas superficiales relativamente frías (Mostajo, 1991; Concheyro y Angelozzi, 2002). Estas sedimentitas de edad Eoceno medio podrían estar indicando el inicio de la segunda transgresión atlántica.
La muestra que comprende los 875 a 900 mbbp resultó estéril y por encima de ella y hasta los 725 mbbp se desarrolla la asociación dominada por Thoracosphaera operculata. Como ya se mencionó, estos niveles se asignan al Eoceno medio sin mayor exactitud. La notoria escasez de cocolitos en este tramo su
pone un ambiente deposicional más restringido y cercano a la costa. Las thoracosphaeras actualmente son halladas en mar abierto, bajo condiciones marinas normales, pero se sabe que son oportunistas que alcanzan un buen desarrollo en ambientes estresantes donde no tienen competencia con otros organismos planctónicos calcáreos (Perch-Nielsen, 1985b; Höll et al., 1998). Estos organismos florecen en aguas oligotróficas de mares y océanos tropicales a subantárticos, tanto en ambientes oceánicos como en ambientes de plataforma interna (Vink et al., 2000; Zonneveld et al. 1999). A partir de las asociaciones de foraminíferos recuperadas para el Eoceno medio tardío en diferentes localidades de la Cuenca Austral, Malumián (1999) infiere también un ambiente de mar somero interno con comunicación oceánica restringida. Este evento podría corresponderse a la fase regresiva de la segunda transgresión atlántica.

Conclusiones

Entre los 1025 y 975 mbbp se reconocieron las zonas NP2 a NP5 del Paleoceno, correspondientes al Daniano y Selandiano. Desde los 975 hasta los 900 mbbp y mediante una discontinuidad se registra la zona NP 13 del Eoceno temprano tardío. A los 950 mbbp se reconoce otra discontinuidad sobre la que se desarrolla el Eoceno medio, zonas NP15 con dudas y NP16; y desde los 900 hasta los 725 mbbp la edad de las sedimentitas es eocena media tardía sin que pueda precisarse con mayor detalle bioestratigráfico.
La transgresión atlántica que se inicia en el Maastrichtiano temprano deposita sedimentitas marinas de un ambiente de plataforma normal y aguas superficiales frías. Las sedimentitas que portan la asociación de nanofósiles paleocenos (zonas NP2 a NP5) corresponden al evento de mar alto producto de esta transgresión. Por encima de ellas, y mediante una clara discontinuidad se iniciaría el segundo ciclo transgresivo depositando sedimentitas con una na-noflora fósil de edad Eocena temprana alta a Eocena media (zonas NP13, NP15 con dudas a NP16) que su­gieren así mismo un ambiente de plataforma abierta y aguas superficiales frías. La fase regresiva de esta segunda transgresión atlántica estaría evidenciada por las sedimentitas suprayacentes portadoras de una asociación casi exclusiva de thoracosphaeras, sugiriendo un ambiente de depositación marino somero probablemente con mayor cercanía a la costa.

Agradecimientos

A la consultora Bioestratigráfica GEMA S.R.L. por permitir el uso de sus laboratorios y a Petrobras Energía S.A. por el material de estudio. Este trabajo fue realizado con fondos provistos por subsidios del CONICET (PIP 5613) y de la Universidad Nacional de La Plata (N 460).

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Recibido: 6 de diciembre de 2007.
Aceptado:
15 de diciembre de 2008.

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