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Revista de la Asociación Geológica Argentina

versión impresa ISSN 0004-4822versión On-line ISSN 1851-8249

Rev. Asoc. Geol. Argent. v.64 n.2 Buenos Aires abr. 2009

 

Ocurrencia de materiales piroclásticos en suelos de tres sectores del oeste de Santa Cruz

Daniela D. Villegas, Fernando X. Pereyra, Adriana M. Viaggio y José A. Ferrer

Servicio Geológico Minero Argentino, IGRM-SEGEMAR. Emails: dvilleg@minplan.gov.ar , fernap@minproduccion.gov.ar , adriviagg@gmail.com

RESUMEN

Se analizan las características de los materiales originarios de origen cinerítico, su variabilidad espacial, participación relativa e influencia en la génesis de los suelos en tres sectores del centro oeste de la provincia de Santa Cruz. Los mismos se hallan localizados en El Chaltén, en la Bahía Túnel del Lago Viedma y en la península Maipú del Lago San Martín (49°00'-49°36'S y 73°30'-72°00'W). Los suelos presentes en la región pertenecen a los Órdenes Andisol, Aridisol, Entisol, Espodosol, Histosol, Inceptisol y Molisol. La participación de materiales de origen piroclástico constituye un rasgo común en todos los suelos reconocidos. Estos materiales están intercalados o mezclados con sedimentos arenosos de orígen fluvial, glacifluvial, glacilacustre o eólico. Debido a la alta morfodinámica de la región, la variabilidad de los materiales originarios es un aspecto característico de la misma. Se han estudiado cinco niveles de cineritas en suelos entre los 20 y 150 cm de profundidad. Las cenizas estudiadas tienen composición mesosilícea y ácida (traquiandesítica, andesítica, traquidacítica y riolítica). En la fracción arena fina y muy fina (74 a 125 m) observada al microscopio óptico predominan de fragmentos líticos volcánicos, a los que le siguen en importancia las plagioclasas y en proporción mucho menor el vidrio volcánico. Se reconoce una similitud entre la composición química de las tefras analizadas con datos preexistentes correspondientes a los volcanes chilenos Lautaro, Hudson y Monte Burney.

Palabras clave: Suelos; Material originario; Depósitos piroclásticos; El Chaltén; Santa Cruz.

ABSTRACT: Occurrence of pyroclastic material in soils of three sectors of western Santa Cruz. Main features of cineritic parent material from soils from central-western Santa Cruz Province were studied with special attention in the spatial variability, relative participation as parent material, and their influence in soil genesis. Study area is located between 49°00'-49°36'S and 73°30'- 72°00'W from LagoViedma to Península de Maipú in Lago San Martín. Andisols, Aridisols, Entisols, Spodosols, Histosols, Inceptisols and Mollisols soils profiles were recognised and studied. Ash and lapilli participation is a common feature in all observed soils. Pyroclastic materials are intercalated as thin layers or mixed with other sandy sediments of fluvial, glaciofluvial- glaciolacustrine or aeolian origin. Since morphodynamics is high as well as the variability of the geomorphic process, mixing of soils parent materials is a remarkable feature in all studied area. The characterization of the pyroclastic material was done based on mineralogical studies and geochemical analyses. Five different ash layers samples were sampled. Mineral determination was done in 74-125 m sand fraction. Lithic volcanics predominates followed by plagioclase crystaloclasts and, in lesser amount, volcanic glass. The analysed tephras when compared with data from other sources show a close correlation with Lautaro, Hudson, and Mont Burney volcanic products.

Keywords: Soils; Parent materials; Cineritic deposits, El Chaltén; Santa Cruz province.

INTRODUCCIÓN

Los suelos de la Patagonia occidental, dada la cercanía de numerosos volcanes activos durante el Cuaternario, presentan materiales piroclásticos en proporción variable. En el área de estudio, ubicada en el centro oeste de la provincia de Santa Cruz, dichos materiales se hallan como niveles de tefra de variado espesor intercalados con otros tipos de depósitos y conformando la matriz arenosa de sedimentos de origen fluvial, glacifluvial o glacilacustre.
La zona ha sido afectada en tiempos recientes por diferentes procesos geológico- geomorfológicos: glaciario, volcanismo, remoción en masa, acción fluvial y erosión-agradación eólica. En consecuencia se observa una amplia diversidad de materiales originarios y la mezcla de sedimentos de diferente proveniencia.
Las tefras de caída de varios eventos de un mismo volcán o de volcanes diferentes muestran amplia diversidad composicional. No obstante la amplia diversidad de materiales originarios, consecuencia del carácter transicional de la zona de estudio, todos los suelos presentan niveles piroclásticos en variable proporción y con heterogénea distribución en los diferentes perfiles estudiados. El objetivo de la presente contribución es determinar las posibles áreas de proveniencia de los depósitos volcánicos que conforman los materiales originarios de los suelos.

Área de estudio
La zona de trabajo incluye a la localidad de El Chaltén y sus alrededores, el sector occidental del lago Viedma y la Península Maipú en la zona del lago San Martín, entre aproximadamente 49°00'- 49°36' latitud sur y 73°30'-72°00' longitud oeste (Fig. 1) .


Figura 1: Ubicación delárea de estudio.

Las rocas aflorantes en región corresponden a las eras paleozoica, mesozoica y cenozoica. Los niveles más antiguos están constituidos principalmente por rocas sedimentarias sobre las cuales se hallan en forma discordante unidades conglomerádicas y volcánicas de edad jurásica. Continúa una potente secuencia de rocas sedimentarias, marinas y continentales, correspondientes a los períodos Cretácico y Terciario, que presentan intrusiones de rocas ígneas ácidas y básicas. Finalmente, lavas básicas cubren las unidades mencionadas y se intercalan con depósitos cuaternarios (Riccardi y Rolleri, 1980). El cuadro estratigráfico propuesto por Kosmal y Spikermann (2001) quienes realizaron un estudio geológico de detalle en la zona del Cerro Fitz Roy, sintetiza las características geológicas del ámbito de estudio (Cuadro 1).

CUADRO 1: Geología de los alrededores del Cerro Fitz Roy*

Las geoformas m ás conspicuas son los extensos valles glaciarios correspondientes a los diversos eventos ocurridos desde fines del Terciario, algunos de los cuales se hallan en la actualidad modificados por la acción fluvial y otros constituyendo cuerpos lacustres. Frecuentemente se observa un fuerte control estructural con rumbo N-S, concordante con las fajas plegadas y corridas de la cordillera, como en el valle ocupado por la laguna del Desierto y el río de las Vueltas; los brazos elongados con sentido N-S del lago San Martín y el rumbo del río Leona. Otras geoformas debidas al proceso glaciario (morenas, planicies glacifluviales y glacilacustres) se enmarcan dentro de los amplios valles en artesa. La geoformas fluviales más conspicuas están constituidas por planicies y terrazas, abanicos aluviales y fan-deltas en la desembocadura de los cursos en los lagos Viedma y San Martín. Bajos de origen diverso, pero básicamente asociados a eventos de deflación eólica se reconocen en las planicies glacilacustres y lávicas.
Los suelos del área de estudio pertenecen a 7 Órdenes, 14 Subórdenes, 20 Grandes Grupos y 26 Subgrupos (véase Cuadro 2). A nivel de la mayor jerarquía taxonómica se han reconocido: Andisoles, Aridisoles, Entisoles, Espodosoles, Histosoles, Inceptisoles y Molisoles (Villegas et al. 2007). Su distribución e importancia areal varía según los dos grandes ambientes morfoestructurales que caracterizan a la Patagonia en general: la región andina y la extrandina. Los Inceptisoles, Espodosoles y Andisoles se hallan restringidos a la primera de ellas, en concordancia con condiciones climáticas húmedas y actividad morfogenética intensa. Los Aridisoles se ubican en la zona extrandina, al este del área de trabajo y su predominio responde claramente a las condiciones climáticas imperantes. Los Molisoles se hallan en ambientes transicionales de clima húmedo y subhúmedo, mientras que los Entisoles, dadas sus características de escaso desarrollo, se distribuyen indistintamente en toda la región. Los Histosoles, se ubican en sectores de escasa superficie, restringidos principalmente al ambiente andino y subandino.

CUADRO 2: Participación relativa de los materiales piroclásticos en geoformas seleccionadas del área de estudio.

Los materiales originarios de los suelos presentan una amplia participaci ón de materiales volcánicos. Stern (1990, 1991) a partir del estudio petrológico y geoquímico de rocas, tefras y vidrios de muestras provenientes de distintos volcanes patagónicos, diferencia en el ambiente cordillerano de la Patagonia, dos regiones con volcanes de origen y características geoquímicas diferentes: La zona volcánica austral (ZVA) hacia el sur de los 50ºS y la zona volcánica sur (ZVS), de los 46ºS hacia el norte. Los volcanes Cook (55°S), Monte Burney, Reclus (50°S), Aguilera (55°S) y Lautaro (49°S) forman parte de la austral, resultante de la convergencia entre las placas Antártica y Sudamericana. El volcán Hudson (46°S) es el más austral de la zona volcánica sur, la cual se extiende hacia el N hasta los 33°S y se origina como consecuencia de la subducción de la placa de Nazca debajo de la Sudamericana.

Materiales y métodos
Los suelos reconocidos fueron clasificados según el sistema Soil Taxonomy (Soil Survey Staff 1999). Asimismo se determinó la unidad geomórfica asociada y se describieron los materiales parentales de los suelos analizados.
De los perfiles estudiados se seleccionaron tres, con conspicuos niveles de ceniza a fin de analizar las características mineralógicas y geoquímicas de los niveles cineríticos involucrados.
La caracterización de los materiales volcánicos se realizó mediante estudios mineralógicos y químicos. Se obtuvieron muestras de cinco niveles de ceniza ubicados entre la superficie y 1,5 m de profundidad en las proximidades de Bahía Túnel, en la localidad de El Chaltén y en la zona de Lago San Martín (Península Maipú). Se realizó un reconocimiento cualitativo de especies minerales en la fracción granométrica arena muy fina (74 - 125 ìm) mediante grano suelto, previa separación densimétrica de minerales livianos y pesados.
La composición geoquímica de las tefras fue determinada por análisis químicos de elementos mayoritarios expresados en óxidos en el Laboratorio de Geoquímica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. Los datos obtenidos fueron comparados con otros procedentes de diversos sectores de Patagonia a fin de inferir la proveniencia de los depósitos analizados en el presente trabajo. Se utilizaron diagramas para materiales volcánicos locales propuestos por Stern (1990 y 1991) y el diagrama de álcalis total vs. sílice (TAS) para la clasificación de rocas volcánicas (Le Maitre et al. 1989).

RESULTADOS

Factores geológicos de formación de suelos
Los materiales originarios de los suelos del área de estudio están constituidos por depósitos cuaternarios resultantes del accionar de los procesos glaciario, fluvial, eólico y de remoción en masa que han conducido al fraccionamiento y transporte de las rocas aflorantes. Asociados a ellos y ampliamente distribuidos en toda la región, se hallan depósitos piroclásticos, provenientes de las erupciones volcánicas que han tenido lugar en reiteradas oportunidades durante el Neógeno.
Las geoformas del área de estudio se caracterizan por un tipo específico de material superficial que constituye por lo general el material originario de los suelos excepto cuando se halla sobreimpuesto un depósito eólico o cinerítico. La participación de tefras como materiales originarios de los suelos es variable según la ubicación geográfica de la geoforma y la morfogénesis actual. En el Cuadro 2 se señalan los depósitos característicos de las principales formas del paisaje y la participación relativa de los materiales de origen piroclástico en relación con la intensidad del accionar de los procesos geomórficos (morfodinámica) y los procesos geomórficos activos en el presente, los cuales no coinciden necesariamente con los que originaron a las geoformas más relevantes. La mayoría de estos depósitos tiene lugar en las terrazas fluviales y glacifluviales y en las morenas. Por el contrario, los sedimentos más pobres en tefras ocurren en abanicos aluviales y se asocian a los depósitos coluviales y carpetas detríticas de los laterales de los valles glaciarios, donde la morfodinámica es más intensa y las pendientes más abruptas.
En la Cuadro 3 se sintetiza la participación relativa de los diferentes tipos de materiales originarios en los suelos reconocidos, observándose en todos los casos una amplia participación de tefras, con características altamente variables. La presencia de delgados niveles de tefra intercalados o mezclados con otros depósitos constituye un denominador común en los materiales originarios de los suelos de la zona de estudio, siendo poco frecuentes los depósitos cineríticos de más de 50 cm de potencia.

CUADRO 3: Participación relativa de los diferentes materiales originarios en los suelos reconocidos.

Analizando la relación entre los tipos de suelos y los materiales originarios se ha observado que: los Andisoles se desarrollan sobre capas de cineritas puras; los Inceptisoles y Espodosoles, presentan sus horizontes superficiales (aproximadamente 30 cm) conformados por materiales de origen piroclástico y los niveles más profundos por gravas y arenas de variado origen; los Entisoles se desarrollan sobre casi todos los materiales, desarrollando en algunos casos Subgrupos vitrándicos; los Molisoles son también altamente variables, reconociéndose suelos formados sobre depósitos dominantemente volcánicos piroclásticos, pero por lo general poseen materiales originarios de génesis diversa (depósitos arenosos eólicos o fluviales, depósitos glacifluviales o morénicos) con delgados niveles de tefra o arenas eólicas superpuestas y los Aridisoles se hallan asociados a depósitos glacilacustres, glacifluviales o morenas, a los que en general se sobreimponen materiales arenosos eólicos. Los Histosoles suelen presentar intercalaciones de delgados niveles de tefra entre horizontes hísticos.

Caracterización petrográfica y mineralógica de los depósitos cineríticos
Se estudiaron depósitos de tefra en un Udortente típico de la zona de Bahía Túnel (Lago Viedma), capa superficial (BT sup) y subsuperficial (BTsub); en un Udortente típico en la Península Maipú (Lago San Martín), capa superficial (SMsup) y subsuperficial (SMsub) y en Haploxerol éntico en El Chaltén (ECh). En la Cuadro 4 se sintetizan los resultados obtenidos de la composición mineralógica cualitativa de los niveles de tefra analizados.

CUADRO 4: Composición mineralógica cualitativa de cinco niveles de ceniza volcánica en el área de estudio

Tefra Bahía Túnel. Capa superficial (BTsup): Predominan ampliamente los fragmentos pumíceos de formas muy irregulares, alargadas y fluidales. Se hallan moderadamente alterados, con superficies heterogéneas cubiertas de óxido de hierro, notándose en algunos casos un marcado bandeamiento. Le siguen en abundancia fragmentos líticos de pastas volcánicas, ricas en vidrio, con fenocristales de plagioclasa y piroxeno, textura felsítica, totalmente frescos, irregulares y angulosos. Entre las especies minerales se han reconocido: plagioclasas, piroxenos, anfíboles y biotita. Las plagioclasas son en su mayoría ecuantes, frescas y le-vemente alteradas; en algunas se reconocen las típicas maclas polisintéticas. El piroxeno tiene forma prismática alargada, color verde tenue a castaño rosado (pleocroismo) y se halla asociado a pasta volcánica vítrea. Entre los anfiboles se han reconocido escasa hornblenda color verde con inclusiones de minerales opacos y lamprabolita castaña rojiza oscura con formas ecuantes y proladas. La biotita, es castaña y frecuentemente presenta inclusiones de zircón. La presencia dominante de piroxeno y hornblenda entre los minerales pesados denotan la composición mesosilícea de este depósito piroclástico.
Tefra Bahía Túnel. Capa subsuperficial (BTsub): Esta muestra, texturalmente más fina y algo más consolidada, presenta también un amplio predominio de componentes líticos (95%), constituidos por granos aproximadamente ecuantes, angulosos y redondeados, de texturas felsíticas y colores castaños. Los granos redondeados corresponderían a fragmentos pumíceos y los angulosos a trizas vítreas alteradas constituyendo pastas felsíticas finas. En algunos individuos fue posible reconocer formas relícticas de canales de escapes de gases. Se han observado también escasos fragmentos líticos de pastas afieltradas, levemente alteradas. Entre los escasos granos minerales se ha reconocido hornblenda castaña, leve y moderamente alterada, angulosa e irregular de formas ecuantes y proladas. Las características mineralógicas sugieren una composición ácida para este nivel de ceniza volcánica.
Tefra Lago San Martín. Capa superficial (SMsup): Los componentes mayoritarios de este nivel son vitroclastos y plagioclasas entre los minerales livianos mientras que entre pesados predominan los hiperstenos. Los vitroclastos son los más comunes, hallándose en proporción aproximada al 40%. Los fragmentos pumíceos son los vidrios más comunes. Se presentan incoloros, frescos, con inclusiones fluidas, abundantes vesículas y formas muy irregulares y angulosas. En algunos casos poseen fenocristales de plagioclasa. Las trizas presentan características variables, observándose: trizas incoloras, irregulares, frescas, con escasas concavidades, superficies casi lisas y totalmente isótropas; trizas de color castaño subredondeadas, irregulares, alteradas, ligeramente anisótropas (anisotropía en parches) con abundantes microlitos y a veces con inclusiones minerales. También se han observado individuos con textura felsítica, que poseen la forma relíctica de una triza vítrea denotando su origen a partir de la alteración de vidrio. En otros casos se observa leve birrefringencia con extinción en abanico dada por una textura fibrosa radial.
Los fragmentos líticos volcánicos están constituidos por pastas vítreas isótropas, microlíticas, con fenocristales de plagioclasa e hipersteno, orientados subparalelamente. Otros son castaño amarilento con pátinas castaño oscuro. Las plagioclasas reconocidas son frescas y moderadamente alteradas en proporciones similares. Las primeras son tabulares e irregulares, con o sin maclas visibles y en algunos casos con zonalidad. Las plagioclasas alteradas son ecuantes, con alteración en los bordes y en planos de clivaje. El hipersteno es prismático, con halos vítreos, color verde translúcido tenue, pleocroico a castaño rosáceo tenue. La hornblenda es ecuante, redondeada y se halla moderadamente alterada. La asociación mineralógica sugiere una composición mesosilícea para este nivel de tefra.
Tefra Lago San Martín. Capa subsuperficial (SMsub): Predominan los fragmentos líticos volcánicos y las plagioclasas. Dentro de los primeros se han re-conocido dos variedades de pastas volcánicas: una de textura afieltrada y bordes irregulares, con abundante vidrio y fenocristales de plagioclasa y otros, los más comunes, constituidos por pastas felsíticas y de formas redondeadas. Las plagioclasas se presentan tabulares e irregulares, con forma de prismas alargados y prismas cortos, moderadamente alteradas. Por otro lado, las trizas vítreas son escasas. Entre los minerales pesados se identificó hipersteno y hornblenda asociados con vidrio volcánico. Le siguen en importancia los minerales opacos. Tam-bién se ha observado biotita, verde y castaña. Dicha asociación de minerales pesados denotan la composición mesosilícea de este depósito piroclástico.
Tefra El Chaltén (ECh): Este nivel muestra mayor heterogeneidad mineralógica, aunque con un marcado predominio de fragmentos líticos volcánicos y plagioclasas. Entre los primeros predominan las pastas volcanicas, angulosas, irregulares, de texturas microlítica, afieltrada o pilotáxica, en algunos casos con fenocristales prismáticos alargados de enstatita e hipersteno. También se han observado escasos fragmentos líticos subredondeados, de textura traquítica (plagioclasas subparalelas). Otros fragmentos líticos reconocidos son ecuantes y redondeados (forma aproximada de esferas), de textura felsítica. En algunos puede observarse relictos de paredes de oquedades y canales, evidenciando su origen a partir de la alteración de trizas vítreas. Se han identificado escasos litoclastos subangulosos y prolados; otros con inclusiones de opacos, y/o pátinas de óxidos y un tercer tipo formado por minerales felsíticos, entre los que se observan fenocristales de plagioclasa, moderadamente alterados, con bordes difusos y escasos individuos de texturas esferuliticas. Las plagioclasas son tabulares a irregulares, en algunas de las cuales se reconoce la típica macla polisintética. También han sido observados escasos granos de cuarzo irregular, algunos con pátinas de arcilla (origen sedimentario) y otros con inclusiones.
El vidrio se presenta de formas variadas: trizas incoloras, irregulares con abundantes oquedades, isótropas y frescas; fragmentos frescos de pómez con marcados rasgos de fluidalidad; trizas con escasas concavidades, con superficies más o menos lisas e inclusiones minerales de plagioclasa y hornblenda; y trizas ecuantes, de superficie muy irregular y abundantes inclusiones gaseosas. Los minerales pesados son hornblenda verde y castaña, de forma prismática, irregular e hipersteno y enstatita, asociados con vidrio. Las especies mineralógicas reconocidas sugieren una composición mesosilícea para este depósito.

Caracterización química de los materiales piroclásticos

Analizando la geoquímica de los muestras estudiadas se observa que los niveles de tefra BTsup, SMsup y ECh, presentan similares proporciones de cada uno de los elementos analizados, si bien la última tiene la mayor proporción de sílice (véase Cuadro 5). Las otras dos muestras (SM sub y BTsub) poseen características notablemente diferentes: SMsub es notoriamente más pobre en SiO2 y tiene elevado K2O, así como también la mayor proporción de Fe total y TiO2 de las cinco muestras analizadas. Por otro lado, BTsub es la más rica en silice (75,78%) y la menos provista de metales con proporciones relativamente bajas de TiO2; Fe total, MgO, CaO y K2O.

CUADRO 5: Composición química de las cenizas correspondientes al presente estudio.

A través del diagrama total álcalis versus sílice (TAS) de Le Maitre et al. (1989) los depósitos piroclásticos analizados para la zona de estudio se clasifican en rocas volcánicas intermedias y ácidas (véase Fig. 2). Las muestras BT sup y SM sup, presentan composición de traquiandesita; el depósito correspondiente ECh tiene composición de traquidacita; la muestra SMsub es andesítica y BTsub riolítica. Stern (1991)reconoce importantes diferencias químicas y petrográficas entre los volcanes de las zonas volcánicas austral y sur: los primeros presentan andesitas silíceas y dacitas, mientras que los de la zona austral tienen basaltos y dacitas (véase Cuadro 6 y Figs. 2 y 3).

CUADRO 6: Composición química de diferentes tefras de Santa Cruz y Tierra del Fuego.


Figura 2: Diagrama de clasificación química y nomenclatura de rocas volcánicas "total álcalis vs sílice" (TAS) según Le Maitre (muestras del presente trabajo, en rojo; datos de Stern (1990) en negro; datos de Bietschene y Fernandez 1995 y de Fuenzalida 1976 en verde).


Figura 3: Campos composicionales definidos por Stern (1991) según la relación K2O vs. SiO2 para el volcanismo de la Cordillera Patagónica Austral (en rojo, muestras del presente estudio).

Comparando los datos propios con los utilizados por Stern (1990, 1991) para la confección de sus gráficos, surge que la muestra BT subsuperficial presenta valores de SiO2 y K2O parecidos, aunque más ricos en sílice, a los de las muestras provenientes del volcán Monte Burney (ZVA), mientras que LSM subsuperficial cae dentro del campo del volcán Hudson (véase Fig. 3). Las otras tres muestras (LSM superficial, BT superficial y Chaltén) presentan valores de SiO2 y K2O intermedios entre las muestras del Hudson y de los volcanes Lautaro y Aguilera, definidos por el precitado autor (Fig. 3).
Si se analiza el gráfico SiO2 vs. TiO2 (Fig. 4), todas las muestras del presente estudio, excepto una, se ubican en el grupo de volcanes de la zona austral. La muestra restante (LSM subsuperficial), en coincidencia con el gráfico SiO2 vs K2O Fig. 3), se halla dentro del campo definido para el volcán Hudson. En virtud de lo expuesto, es probable que las muestras obtenidas de los niveles más próximos a la superficie (LSM superficial, BT superficial y Chaltén) provengan del volcan Lautaro y que la diferencia con los datos de Stern (1990) se deba a la fuerte variabilidad composicional de los volcanes de la región. Por otra parte la tefra más profunda de Bahía Túnel presenta semejanzas con los materiales provenientes de Monte Burney. La ceniza más profunda de Lago San Martín posee una composición química similar a los depósitos provenientes del volcán Hudson, cuyas tefras cubrieron extensas superficies de la Patagonia en varias oportunidades durante el Holoceno.

Figura 4: Campos composicionales definidos por Stern (1991) según la relación TiO2 vs. SiO2 para el volcanismo de la Cordillera Patagónica Austral (en rojo, muestras del presente estudio).

CONCLUSIONES

Durante el Cuaternario han tenido lugar diversos eventos volcánicos de caída de tefras, situación que se refleja en el material originario de los suelos, con un alto grado de mezcla de componentes volcánicos con depósitos de origen glaciario y glacifluvial. La presencia de variable proporción de materiales de génesis volcánica, es denominador común en los suelos de la zona.
Los niveles de ceniza muestreados en la zona tienen composición mesosilícea y ácida: traquiandesítica (dos muestras); andesítica (una muestra); traquidacítica (una muestra) y riolítica (una muestra). La diversidad composicional es similar a la hallada por otros autores para áreas próximas a la zona de estudio. Las capas de composición más básica han sido muestreadas en la zona del Lago San Martín (península Maipú) y los exponentes más ácidos en Bahía Túnel (sector occidental del Lago Viedma).
Los materiales de génesis volcánica revisten una especial importancia en los suelos de la región. Su presencia cubriendo los materiales superficiales de las geoformas constituye un factor que en algunos casos se sobreimpone al relieve, promoviendo la génesis de suelos específicos, relacionados estrechamente con ese tipo de material originario y sus productos de alteración.
La participación de materiales piroclásticos es decisiva en el desarrollo de Andisoles. En Molisoles promueven los procesos de humificación en epipedones y facilitan la adquisición de características físico químicas de horizontes mólicos. En Entisoles, Espodosoles, Inceptisoles les confieren propiedades ándicas atenuadas, permitiendo la definición de Subgrupos ándicos y vitrándicos. En los dos últimos órdenes mencionados favorecen un buen drenaje interno que promueve el proceso de podzolización. En la evolución de Aridisoles, la mineralogía de filiación volcánica es dominante en la fracción arena de los suelos.
Los horizontes compuestos mayoritariamente por depósitos de tefras poseen por lo general, baja densidad aparente, alta retención hídrica, son porosos, blandos y esponjosos, óptimos para el asentamiento de la vegetación y muy fértiles.

TRABAJOS CITADOS EN EL TEXTO

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Recibido: 13 de mayo, 2008
Aceptado: 2 de marzo, 2009

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