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Darwiniana, nueva serie

versión impresa ISSN 0011-6793

Darwiniana vol.47 no.1 San Isidro ene./jun. 2009

 

ARQUEOBOTÁNICA Y ETNOBOTÁNICA

Etnobotánica médica de los indígenas chorote y su comparación con la de los criollos del Chaco semiárido (Argentina)

Gustavo F. Scarpa

Centro de Estudios Farmacológicos y Botánicos, Tomás A. Le Bretón 5108, 1431 Buenos Aires, Argentina; gustavo22et@yahoo.com.ar

Resumen. Se identifica la farmacopea vegetal que utilizan actualmente los indígenas Chorote del Chaco semiárido argentino. Se registraron 69 especies vegetales, 2 especies de hongos y un liquen con 194 usos medicinales. Se destaca el bajo porcentaje de este tipo de usos respecto al total de datos etnobotánicos recopilados para los Chorote (15 %). De su comparación con la farmacopea criolla se desprende que el 52 % de los datos resulta idéntico, por lo que se concluye que los Chorote habrían adquirido estas prácticas a manera de préstamo cultural. La farmacopea de este pueblo, entonces, fue muy reducida debido a que su medicina tradicional de corte chamanístico no involucraba antaño el uso de remedios de origen vegetal. Entre las plantas medicinales típicamente Chorote se pueden citar a Achatocarpus praecox, Cleistocactus baumannii, Echinopsis rhodotricha y Funastrum clausum. Los usos estrictamente Chorote quedarían así reducidos a 90 aplicaciones en total, principalmente como antiemenagogos, antidiarreicos, antitusivos y cicatrizantes.

Palabras clave. Chaco; Chorote; etnobotánica; indígenas; medicina; Semiárido.

Abstract. Medical ethnobotany of Chorote indians and comparison with the one of Criollos of Semiarid Chaco, Argentina.

Present medicinal plant uses of the Chorote indians of Semiarid Chaco, is identified here. Sixty nine (69) plant species, 2 fungi species and 1 lichen with 194 medicinal uses, are recorded. A low proportion of medicinal uses regarding total ethnobotanical data (15 %), is highlighted. More than a half of such plant uses (52 %) were found identical from those recorded for their Criollo neighbours, concluding that these practices would have been incorporated as a kind of cultural loan. Chorote's pharmacopoeia would have been very reduced in the past owned to the shamanistic nature of their traditional medicine, in which medicinal plants would not have played a significant role. Among Chorote's medicinal plants Achatocarpus praecox, Cleistocactus baumannii, Echinopsis rhodotricha and Funastrum clausum, could be quoted. Ninety Chorote's strictly plant remedies could be counted, mainly as antiemmenagogic; antidiarrheic, for coughs and as cicatrizant.

Keywords. Chaco; Chorote; Ethnobotany; Indians; Medicine; Semiarid.

INTRODUCCIÓN

Los indígenas Chorote pertenecen a la familia lingüística Matacomataguayo y viven en el Chaco Semiárido argentino y paraguayo. Dos de las tres divisiones dialectales existentes ("iyojwá'ha" e "iyowújwa") tienen representantes en nuestro país, los cuales conforman una población de 2100 personas según el último censo indígena (INDEC, 2005). Cazadores-recolectores seminómades en el pasado, practicaban también como hoy la pesca y una horticultura incipiente. Desde fines del siglo XIX y comienzos del XX comenzaron a frecuentar ámbitos de nuestra sociedad nacional al dirigirse como trabajadores temporarios a los ingenios de San Martín del Tabacal y Ledesma en las provincias de Salta y de Jujuy respectivamente. Desde esa época conviven con campesinos Criollos en relación con los cuales están sujetos a un antiguo proceso de asimilación cultural. Ya hacia 1910 Hunt (1915) observó que una gran parte de los hombres jóvenes había suplantado su vestimenta tradicional por la occidental, había incorporando alimentos manufacturados, así como armas de fuego, cuchillos y machetes. A lo largo del siglo XX dicho proceso se extiende a los grupos montaraces que provenientes del Paraguay ingresan a la Argentina escapando de la guerra del Chaco y/o atraídos por las misiones religiosas que funda la Iglesia Anglicana en la primera mitad del siglo a lo largo del Río Pilcomayo. Como corolario, los Chorote se sedentarizan y continúan adquiriendo numerosas costumbres provenientes de los Criollos pertenecientes al Área de cultura folk del Noroeste argentino (Palavecino, 1959), en los más variados aspectos de sus vidas. De estos campesinos de raigambre hispano-quechua que practican la ganadería extensiva, los Chorote incorporan el diseño y materiales de sus viviendas, vestimentas, idioma, religión y alimentación actuales (Hunt, 1915; Scarpa, obs. pers.). Se debe destacar, sin embargo, que muchos otros ámbitos de su cultura entre los que se cuentan numerosas creencias y costumbres así como su propia lengua, gozan todavía de una importante actualidad.
Uno de los escasos antecedentes sobre los usos de su farmacopea proviene del célebre etnógrafo sueco Erland Nordenskiöld, quien en 1912 afirmaba: "Les Chorotis et les Ashluslays, de même que les Matacos cidessus signalés, emploient un grand nombre d'herbes comme moyens curatifs. Les sorciers ne les prescrivent pas, mais elles sont connues des gens de la tribu". A pesar de ello, a continuación sólo refiere seis plantas en idioma chorote y unos pocos usos medicinales para cada una de ellas (Nordenskiöld, 1912: 94). Karsten (1932: 154) también señala que "varios remedios y hierbas son indudablemente usados por los indígenas del Chaco con fines curativos. La mayoría de los remedios naturales son usados en aplicaciones externas y consisten en general de decocciones hechas de ciertas hojas y raíces". Siffredi (1974) por su parte, señala entre los poderes fastos del chamán chorote la sanación a través de remedios potentes, entre los cuales incluye ciertos vegetales que el "iyojwa'ha" agrupa en la categoría genérica de "ikái hikié" (remedio). No menciona la identidad de estas plantas, aunque, por las aplicaciones que luego cita, corresponderían más bien a amuletos o remedios mágicos empleados en ritos propiciatorios y precautorios más que a plantas medicinales propiamente dichas.
A pesar de que durante los últimos años se han publicado algunos trabajos sobre la etnobotánica chorote (Arenas & Scarpa, 2007; Scarpa 2007a-b), su farmacopea y usos medicinales son desconocidos hasta el momento. Resultados de trabajos sobre la etnomedicina de indígenas chaquenses en general (Arenas, 2000) y en particular sobre los Maká (Arenas, 1987), Pilagá (Filipov, 1994, 1997) y Ayoreos (Schmeda-Hirschmann, 1993), coinciden en afirmar que la presencia de un escaso repertorio de plantas medicinales en su farmacopea es consecuencia de la importancia de la terapéutica chamánica en su etnomedicina. Asimismo, indican que es de esperar un alto nivel de préstamos tomados de los pobladores Criollos de la zona de acuerdo con el proceso de asimilación cultural ya mencionado (Arenas, 2000; Filipov, 1994, 1997). A pesar de ello, no se han realizado hasta el momento comparaciones exhaustivas que hayan demostrado en detalle la importancia de estos préstamos y su aplicación con fines medicinales.
La perspectiva etnobotánica aquí empleada es aquella que concibe esta disciplina como el estudio de los significados que adquieren las plantas en los marcos culturales particulares de referencia donde aquellos cobran sentido. En este trabajo, por tanto, los usos medicinales de las plantas son contextualizados dentro de las distintas prácticas asociadas con la actividad de curar tal como la definen los indígenas. Por este motivo, se presenta un esbozo preliminar y sintético de su etnomedicina a fin de facilitar la comprensión del papel asignado al uso de las plantas medicinales.
Los objetivos de este trabajo giran en torno a identificar la farmacopea tradicional de esta etnia en el seno de su panorama etnomédico. Asimismo, teniendo en cuenta el contexto intercultural en donde el uso de las plantas medicinales por los Chorote tiene lugar, se comparan los resultados obtenidos con los remedios vegetales de sus vecinos Criollos.

MATERIALES Y MÉTODOS

Se realizaron nueve trabajos de campo en los asentamientos Misión Chorote I de la ciudad de Tartagal y La Merced Vieja, La Merced Chica, La Gracia, La Estrella, Misión La Paz y La Bolsa ubicadas sobre las costas del Río Pilcomayo en las proximidades del hito de la triple frontera que nuestro país posee con Bolivia y Paraguay (véase mapa en: Arenas & Scarpa, 2007 y Scarpa, 2007a).
Se indagó acerca de su etnobotánica en general y en particular sobre su etnobotánica médica y etnomedicina. Se aplicó la metodología clásica de registro etnobotánico (Martin, 1995). Se efectuaron entrevistas semiestructuradas a 38 informantes (25 del género masculino y 13 del femenino) con quienes se colectó la mayor parte del material vegetal de referencia. Los informantes fueron elegidos entre los más ancianos ya que correspondieron a las personas legitimadas por su grupo social de pertenencia como los portadores de estos conocimientos. Las entrevistas se tomaron directamente en castellano y en ocasiones en idioma chorote, para lo cual se requirió la ayuda de un traductor nativo.
Se confeccionaron pliegos de herbario que fueron depositados en el Instituto de Botánica Darwinion (SI) y en el Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia (BA). En este último se depositaron algunas muestras citadas bajo las siglas M-BA. Todos los ejemplares fueron colectados en el Departamento Rivadavia de la Provincia de Salta. Las identificaciones botánicas fueron realizadas por el autor. En aras de la brevedad el material estudiado se cita suscintamente al final de la descripción de los usos medicinales de cada especie en el acápite dedicado a los resultados. En gabinete se transcribieron las cintas y se ordenaron los datos obtenidos a campo en una base de datos que responde al programa "MS-Access 2000".
La comparación con la farmacopea vegetal criolla se realizó a partir de la confrontación de cada uno de los usos medicinales asignados a las plantas por los Chorote, con aquellos registrados para los Criollos del Chaco semiárido argentino (Di Lullo, 1929, 1944; Ávila, 1960; Villafuerte, 1961; Torres, 1975; Scarpa, 2000, 2004a). De acuerdo con las informaciones históricas que se poseen sobre la colonización del Chaco salteño (Astrada, 1906; Scarpa, 2000) y las áreas de cultura folk definidas por Palavecino (1959), se puede afirmar que los criollos estudiados en dichos trabajos pertenecen al mismo grupo cultural que aquellos vecinos a los Chorote. Según las evidencias existentes respecto a la direccionalidad principal que caracteriza el intercambio cultural entre grupos Chorote y Criollos -ya mencionadas en la Introducción-, el método comparativo utilizado consiste en calcular las frecuencias absolutas y relativas de los remedios vegetales que los Chorote comparten con sus vecinos Criollos en total, por categoría de uso médico y por aplicación medicinal específica.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

La medicina tradicional chorote

Como se ha registrado en otras etnias chaquenses la concepción de las enfermedades y trastornos que ponen en vilo la integridad misma de la persona entre los Chorote es de corte sobrenatural (Von Rosen, 1924; Karsten, 1932). Para esta etnia la salud de una persona se mantiene merced al buen estado y al mantenimiento de las tres almas que conforman el ser: el alma núcleo ("jlékyuk"), el alma imagen ("insákal") y el alma sombra ("ipéelyuk") (Siffredi, 1982). En la descripción de las etiologías de las enfermedades los chorotes refieren sin excepciones a la pérdida de una de estas almas, a la introducción de un espíritu dentro de su ser o a ambas cosas simultáneamente. Entre los agentes causales de tales acciones se citan a los chamanes, espíritus de los muertos, dueños de los peces, dueños del monte y a los dueños de los animales.
El agente terapéutico por excelencia es el chaman o "aiéwuj". Como lo afirma la totalidad de los informantes entrevistados, estos curadores no emplean plantas a manera de medicinas. Sus curaciones giran en torno a recuperar el alma del enfermo y/o a extirparle espíritus maléficos introducidos por otro o por el mismo chamán, así como a interceder ante las diferentes entidades causantes del mal. Para ello ejecutan ritos cuyas características y parafernalia asociada son comunes al chamanismo chaquense y sudamericano en general (Métraux, 1944; Siffredi, 1974, 1982; Arenas, 1981; Califano & Dasso, 1999). Se destacan la entonación de prolongados cantos y la ejecución de determinados instrumentos musicales durante toda la noche, así como la succión, fricciones e imposición de manos sobre el paciente. Durante estos ritos el chamán viaja simbólicamente con sus auxiliares y con el jefe de ellos hacia los más distantes espacios de la cosmografía chorote en busca del alma del enfermo (comúnmente en caballos alados o en aviones). Durante esta verdadera travesía aquellos procuran sortear los peligros y vencer las vicisitudes que ineludiblemente les plantean los dueños de dichos lugares, los chamanes causantes del rapto del alma y/o sus ayudantes. Así se entablan verdaderos combates entre ellos donde tiene lugar un rico despliegue de poderes o capacidades extraordinarias inherentes a cada uno de los contendientes. Estas últimas derivan de la posesión del conocimiento de distintos tipos de cantos entonados a la manera de letanías sacudiendo rítmicamente sus maracas. Esto le permite al chamán transmutar la esencia misma de distintas entidades a las que se invoca con el fin de transformarlas en vehículos para viajar a los diferentes planos del cosmos chorote o de utilizarlas como armas o escondrijos en su lucha contra otros chamanes.
Paralelamente a estas curaciones, los chorote incluyen bajo el término genérico "ikye'" -remedio, curación- terapéuticas variadas entre las que se cuentan los amuletos o plantas mágicas, las escarificaciones y lo que más apropiadamente podríamos denominar plantas medicinales. Los amuletos -"inkajwétise"- se emplean tanto para propiciar la fortuna como el infortunio en los más variados órdenes de la vida chorote, a saber: atracción o alejamiento de una pareja, buena o mala suerte en la pesca, en la caza, así como en la vida en general. Bajo aquel mismo rótulo también se incluyen a las escarificaciones realizadas con huesos afilados o con agujas de cactáceas (Karsten, 1932), así como castigarse con ramas de plantas urticantes u otras. Por último también se consideran "ikye'" el empleo de emplastos, tópicos o decocciones administrados en baños o por vía oral, preparados a partir de plantas medicinales por cualquier persona de la comunidad para el tratamiento de ciertas dolencias y/o trastornos menores, tales como fiebre, sarampión, dolores gastrointestinales, otalgias, heridas de flechas, mordeduras, hincaduras, toses, resfríos, entre otros. Es respecto a este tipo de prácticas sobre la que se hipotetiza una importante cantidad de préstamos desde sus vecinos criollos, cuya principal práctica terapéutica consiste en la administración de remedios de su farmacopea (Scarpa, 2004b).
Como actitudes preventivas de la enfermedad entre los Chorote se registran el estricto cumplimiento de numerosos tabúes asociados con el tipo de alimentación de la mujer durante su embarazo, lactancia y período menstrual; así como la prohibición de realizar determinadas acciones tanto al padre como a la madre durante el embarazo en aras de garantizar la salud del recién nacido.
El chamanismo chorote -así como sus concepciones sobre enfermedad y curación- no es ajeno al proceso de sincretismo operado en el seno de otras etnias chaqueñas con respecto a las concepciones inculcadas por los cultos evangélicos con los que tienen contacto desde hace décadas. En efecto, la presencia de elementos de la cultura cristiana en el obrar de ciertos chamanes, la concepción expiatoria de la enfermedad, así como también las curaciones basadas en el exorcismo de demonios o mediante la imposición de manos por religiosos dotados de un don durante el culto evangélico, representan características actuales de las curaciones religiosas.
Otra faceta del cambio cultural es la incorporación de nociones, terminología y terapéutica propias de la biomedicina como consecuencia de sus visitas a hospitales y a otros centros asistenciales.

Usos de la farmacopea vegetal

Como resultados se refieren los actuales usos y conocimientos medicinales de las plantas entre los Chorote, sin determinar "a priori" si corresponden o no a préstamos o a un acervo tradicional de la etnia. La existencia de tales adquisiciones es evaluada a partir de una comparación "ad hoc" realizada en el acápite siguiente. Con un asterisco (*) se indican las aplicaciones medicinales específicas de cada especie vegetal que resultaron idénticas a las registradas para los Criollos del Chaco semiárido (Di Lullo, 1929, 1944; Ávila, 1960; Torres, 1975; Villafuerte, 1961; Scarpa, 2000, 2004a). A continuación se enumeran los usos de las plantas, líquenes y hongos ordenados alfabéticamente por familia botánica y por nombre científico. Cuando existen diferencias dialectales los nombres vernáculos (en adelante N.v.) seguidos de (1) corresponden al dialecto "iyowá'ja" y los señalados con un (2) al dialecto "iyowújwa". Los signos diacríticos utilizados son los siguientes: /k'/: oclusiva velar sorda glotalizada; /t'/: oclusiva dento-alveolar sorda glotalizada; /ts/: oclusiva dento-alveolar africada sorda; /ts'/: oclusiva dento-alveolar sorda glotalizada; / ' /: oclusiva glotal; /y/: semiconsonante palatal sonora; /w/: semiconsonante labiovelar sonora; /jl/: fricativa lateral dento-alveolar sorda y /jw/: fricativa laríngea sorda labializada (véase también Scarpa, 2007b).

FUNGI POLYPORACEAE

Pycnoporus sanguineus (L. ex Fr.) Murray, N.v. "a'lá-i-kyóte-ji-m'pe". La decocción de su cuerpo fructífero se ingiere como antiemenagogo* en caso de dismenorreas o de pérdidas durante el postparto, para destetar a las criaturas y para curar las aftas*. En este último caso aquella se ingiere diariamente durante tres días, o bien se aplica directamente su parte aérea hervida o las cenizas resultantes de su incineración sobre la afección. Su parte aérea incinerada y luego molida es aplicada sobre heridas y granos como cicatrizante*. Material estudiado: Arenas 2705 (BA).

TULOSTOMATACEAE

Battarrea stevenii (Libosch.) Fr., N.v. "imós-hik-jló'o-m'pe" (1); "jlamó-jló'o-m'pe" (2). Sus esporas se espolvorean en los granos a manera de cicatrizante*. Material estudiado: Scarpa s.n. (M-BA 1258).

LICHENES USNEACEAE

Usnea sulcata Motyka, N.v. "sá'tiwálisa". La decocción de su parte aérea se ingiere para tratar la tos común, tos convulsa y contra gastralgias* (los informantes indican que aprendieron de los Criollos, ya que antes no se usaba). Colocan estos líquenes fibrosos dentro del calzado cuando tienen hongos en los pies a manera de antisudorífico*. Material estudiado: Scarpa 760 (SI).

PHANEROGAMAE DYCOTYLEDONEAE ACHATOCARPACEAE

Achatocarpus praecox Griseb., N.v. ·"jéts'ijwak"(1); jlék'ijwak" (2). La decocción de su corteza se ingiere como hepático digestivo. Con las brasas molidas de sus tallos mezcladas con agua o leche materna se embebe un trapo, para luego exprimirlo de manera de instilar gotas en los ojos a fin de curar la queratoconjuntivitis o "nubes". Debe repetirse durante dos días. Material estudiado: Scarpa 559 (SI).

AMARANTHACEAE

Alternanthera pungens Kunth, N.v. "paaléti-ji-tyó"(1); "peeletés-i-to'yi"(2). Su parte aérea se mastica y se coloca sobre los forúnculos como vulnerario*. Material estudiado: Scarpa 475 (SI).

AMARYLLIDACEAE

Habranthus sp., N.v. " intóokyo-i-kyé' ". Sus bulbos se descascaran y su parte interna se refriega sobre toda la cara para tratar el acné. Señalan que además deja la piel tersa y suave. Su nombre vernáculo hace alusión a esta curación en particular (lit. "cara-su-remedio"). Material estudiado: Scarpa 354 (BA).

ANACARDIACEAE

Schinopsis lorentzii (Griseb.) Engl., N.v. "kíjlayik". La decocción de sus hojas recién brotadas se ingiere como abortivo*; mientras que la de su corteza se ingiere contra la tos convulsa. Material estudiado: Scarpa 540 (SI).

APOCYNACEAE

Asclepias mellodora A. St.-Hil., N.v. "awós-i-kyé". Las cenizas resultantes de incinerar su parte aérea se colocan encima de los granos de los niños como vulnerario. La decocción de sus hojas se ingiere contra afecciones pulmonares. Material estudiado: Scarpa 491 (SI).
Aspidosperma quebracho-blanco Schltdl., N.v. "istíinik"(1); "istéenik"(2). La decocción de su corteza, con o sin el agregado de la de Geoffroea decorticans (Gillies ex Hook. & Arn.) Burkart, se ingiere como abortivo*. Se debe tomar hasta cuatro veces por día para que surta efecto. El mismo preparado también se toma como antitusivo*; hepático digestivo*, contra dolores cardíacos, contra gripes y resfríos*. Gotas de la solución resultante de macerar trozos de su albura en agua se instilan dentro del oído para calmar las otalgias. Material estudiado: Scarpa 644 (SI).
Funastrum clausum (Jacq.) Schlecht., N.v. "tájsa"(1); "jwú'ta' "(2). Raspaduras de su raíz se remojan y colocan directamente sobre los forúnculos como vulnerario. Las cenizas de sus tallos incinerados se aplican como cicatrizantes sobre heridas y lastimaduras. Material estudiado: Scarpa 647 (SI).
Vallesia glabra (Cav.) Link, N.v. "istiyatín-kiwáyik"(1); "istá'-káwayik"(2). La decocción de sus hojas se ingiere como antitusivo. Mascadas, en cambio, se usan para curar gastralgias* y dolores de garganta. Como analgésico se instilan dentro del oído y sobre picaduras de abejas algunas gotas del jugo resultante de exprimir sus frutos (también se evita la hinchazón en este último caso). Material estudiado: Scarpa 457 (SI).

ASTERACEAE

Cyclolepis genistoides D. Don, N.v. "k'yélak". La decocción de sus ramas se ingiere en casos de gastralgias* y dolores renales*. En este último caso se toma "por agua", es decir, a temperatura ambiente y en grandes cantidades. Esta planta no crece en la zona, la traen desde la provincia de Formosa para consumo personal y para canjearla a los vecinos Criollos por mercaderías. Los informantes señalaron que es un remedio de Criollos. Material estudiado: Scarpa 274 (BA).
Pectis odorata Griseb., N.v. "máati'-ji-línki-tis"(1); "ijmálsa-i-jwétis-i-m'pé"(2). La decocción o infusión de su parte aérea se ingiere como antidisentérico*, antiparasitario, antitusivo, contra gastralgias* y como hepático digestivo*. Se debe tomar 3 veces. Consignan que es remedio criollo y que es "fresquita". Contra dolores de muelas, en cambio, se coloca directamente un trozo de su parte aérea sobre la afección. Material estudiado: Scarpa 564 (SI).
Pluchea sagittalis (Lam.) Cabrera, N.v. "sé'e-ta'a-ji-wet-i-kyé". La decocción de su parte aérea se ingiere como antiinflamatorio*, como antitusivo y descongestivo en resfriados y gripes, como hepático digestivo* y aperitivo* (3 veces por día). Como vulnerario se usan las cenizas resultantes de incinerar su parte aérea, las cuales se ponían directamente sobre las heridas de guerra (golpes y heridas de flecha); su decocción en cambio se aplica en forma de lavajes a manera de analgésico*. Su nombre vulgar deriva de esta curación (lit. flechas-lugar-su remedio). Material estudiado: Scarpa 504 (SI).

BOMBACACEAE

Ceiba chodatii (Hassl.) Ravenna, N.v. "sém'j-lak". La decocción de sus brotes nuevos ingerida en varias oportunidades se emplea como abortivo. En forma de baños, en cambio, se emplea como analgésico* general para aquellos que les duele el cuerpo en caso de gripes o estados febriles. La decocción de sus espinas se ingiere como depurativo sanguíneo*, mientras que la de su corteza se toma para calmar jaquecas*. Sus flores se usan contra dolores renales* aplicándolas directamente sobre la zona dolorida. Material estudiado: Scarpa 534 (SI).

BRASSICACEAE

Lepidium didymum L., N.v. "a'lá-wóle". Se ingiere la decocción de su parte aérea con azúcar como hepático digestivo*. Material estudiado: Scarpa 627 (SI).

CACTACEAE

Cleistocactus baumannii (Lem.) Lem., N.v. "séetyalak". Para tratar las otalgias queman un trozo de tallo para chamuscar sus espinas (otros indican que sólo se calentaban al fuego), luego extraen su mucílago y colocan unas gotas dentro del oído. Se aplica dos veces por día durante dos días a lo sumo. Material estudiado: Arenas 2716 (BA).
Echinopsis rhodotricha K. Schum., N.v. "tikyó-sijnyék"(1), "náawa"(2). Se ingiere aproximadamente una cucharada del mucílago de sus tallos suculentos como antidiarreico y para calmar los dolores de estómago. En grandes cantidades es ingerido para calmar dolores renales y como antiemenagogo en casos de dismenorrea. Material estudiado: Scarpa 745 (SI).
Monvillea spegazzinii (F.A.C. Weber) Britton & Rose, N.v. "nópayik"(1), "wúm"(2). El mucílago extraído de sus tallos calentados al fuego se coloca dentro del oído en casos de otalgias. Idéntica curación practican en casos de oftalmias, para lo cual instilan el mucílago dentro de los ojos. Material estudiado: Arenas 2713 (BA).
Quiabentia verticillata (Vaupel) Borg, N.v. "pajnók"(1), "pojók"(2). La decocción de sus hojas se ingiere como antiemenagogo en caso de dismenorreas. Material estudiado: Scarpa 762 (SI).
Stetsonia coryne (Salm-Dyck) Britton & Rose, N.v. "istyék"(1), "isták"(2). Un poco del mucílago de sus tallos se aplica directamente dentro del oído en casos de otalgias. Material estudiado: Arenas 2674 (BA).

CAPPARACEAE

Capparis salicifolia Griseb., N.v. "ójnak"(1), "nénuk"(2). Sus raíces raspadas y remojadas se aplican de manera tópica como analgésico sobre muelas y en casos de otalgias. También se utiliza en forma de lavajes como vulnerario sobre mordeduras de perros y heridas producidas por puñaladas. Una vez curadas estas heridas, los informantes señalaron que el perro o la persona que apuñaló, muere irremediablemente. Material estudiado: Scarpa 543 (SI).
Capparis speciosa Griseb., N.v. "tsijwánuk"(1), "tsajwánuk"(2). Sus brotes tiernos refregados entre las manos son aplicados sobre la frente para combatir estados febriles*. En caso de dolores musculares una de sus ramas se calienta al fuego y con ella los adultos se golpean las piernas (esta práctica era más común en el pasado cuando caminaban decenas de kilómetros diarios). Para los niños se muele y se aplica sobre el lugar de la afección (espalda, canillas, etc.). También indicaron que es efectivo para calmar a niños revoltosos o ingobernables para lo cual los azotan en los pies con sus ramas dos o tres veces. Material estudiado: Scarpa 446 (SI).
Capparis tweediana Eichl., N.v. "ts'owk". La decocción de sus hojas se ingiere como antidiarreico*. Algunos también añaden a la preparación hojas de Solanum argentinum Bitter & Lillo. Material estudiado: Scarpa 453 (SI).

CELASTRACEAE

Moya spinosa Griseb., N.v. "wóosa'a-jits'iú-ti'i". La decocción de sus hojas se ingiere como antiemenagogo en caso de dismenorreas (se debe tomar todos los días hasta que surta efecto) y contra enfermedades venéreas masculinas no especificadas. Material estudiado: Scarpa 303 (BA).

CHENOPODIACEAE

Chenopodium ambrosioides L., N.v. "'siájna-na-ji-kas-i-m'pe". La decocción de su parte aérea se ingiere como antidiarreico*, cuando padecen gastralgias*, para curar gripes y resfríos* de los niños. Para esto último también se prescriben baños. Sus hojas secadas y molidas se aplican directamente sobre mordeduras de "palometas" y picaduras de "rayas" -sujetadas con un trapo- a manera de cicatrizante. Material estudiado: Arenas 2634 (BA).

ERYTHROXYLACEAE

Erythroxylon coca Lam., N.v. "cóoca". La decocción de dos o tres de sus hojas se ingiere como digestivo estomacal*. Scarpa s.n. (M-BA 1271).

EUPHORBIACEAE

Cnidoscolus albomaculatus (Pax) I.M. Johnst., N.v. "áatik-i-tok"(2). La decocción de su raíz se ingiere como antitusivo. Material estudiado: Scar-pa 767 (SI).
Euphorbia spp., N.v. "jléts'i-po'". El látex de varias especies de este género -que no han podido identificarse- se coloca directamente dentro del ojo en caso de oftalmias* o dentro del oído en caso de otalgias. Material estudiado: Scarpa 440, 484, 596 (SI).
Euphorbia serpens Kunth., N.v. "jléts'i-po'". Su látex se aplica dentro de los ojos en caso de oftalmias*. Material estudiado: Scarpa 508 (SI).
Sapium haematospermum Müll. Arg., N.v. "sáatuk". Su hoja calentada al fuego se aplica directamente sobre los forúnculos como vulnerario*. Material estudiado: Scarpa 485 (SI).
Tragia hieronymii Pax & K. Hoffm., N.v. "áatik". La decocción de la cáscara de su raíz se ingiere como antitusivo. Para fortalecer las piernas "cuando les dolían la carne de las canillas" se golpeaban dicha zona con esta planta urticante contra el cansancio muscular (señalan que para que resultara efectiva les tenía que arder). Contra los dolores de muelas toman un trozo de la parte aérea de la planta, hacen un ovillo y se lo colocan directamente sobre la afección. Para que el tratamiento surta efecto, deben castigarse tres veces con la planta sobre la mejilla del lado de la pieza dental dolorida. Material estudiado: Scarpa 448 (SI).

FABACEAE

Acacia albicorticata Burkart, N.v. "ijnyétak-i-tyó'(1), "ijnyétak-i-tok"(2). La pulverulencia blanquecina que se desprende al extraer su corteza exfoliante, se coloca directamente sobre los granos para su cicatrización. Material estudiado: Scarpa 741 (SI).
Acacia aroma Gillies ex Hook. & Arn., N.v. "ijnyétak". La decocción de sus hojas se ingiere como antidiarreico, contra gastralgias*, dolores hepáticos*, como depurativo sanguíneo*, hipoten-sor*, contra dolores cardíacos* y resfríos*. Se toma poca cantidad (aunque no especificaron el volumen). Esta misma decocción se usa en lavajes en casos de sarampión* y como cicatrizante* de heridas y granos. La decocción de su corteza, en cambio, se ingiere como antitusivo* -mezclada con miel de abejas- y como depurativo sanguíneo*. También señalaron que la decocción de su raíz descortezada y raspada se toma como diurético* y como antitusivo* diariamente durante 15 días. Contra las picaduras de víboras*, en cambio, tal decocción se administra en forma de lavajes. Material estudiado: Scarpa 528 (SI).
Acacia furcatispina Burkart, N.v. "itántak"(1), "kík'ikak"(2). La decocción de su corteza se ingiere como antiemenagogo en caso de dismenorreas además de emplearse en forma de lavajes como hemostático para hemorragias. La decocción de sus flores se toma para curar gastralgias. Material estudiado: Arenas 2714 (BA)
Caesalpinia paraguariensis (D. Parodi) Burkart, N.v. "jwá'kiyik"(1), "á'iyik"(2). La decocción de su corteza se ingiere como antidisentérico*; contra dolores renales*, hepáticos*, contra la tos convulsa* y afecciones pulmonares*. La decocción de sus frutos, en cambio, se ingiere para tratar dolores hepáticos y se instila dentro del oído en caso de otalgias. Sus frutos molidos se aplican directamente sobre la vagina en caso de afecciones locales no especificadas. Material estudiado: Arenas 2667 (BA).
Cercidium praecox (Ruiz & Pav. ex Hook.) Harms, N.v. "sinyéluk"(1), "sináluk"(2). Las cenizas resultantes de incinerar sus tallos y cortezas se aplican directamente sobre las heridas como cicatrizante*; otros sólo utilizan raspaduras de su corteza atadas con un lienzo sobre la afección. La decocción de su corteza se ingiere contra gastralgias*, mientras que la de sus tallos y hojas se toma contra dolores renales. Material estudiado: Scarpa 514 (SI).
Geoffraea decorticans (Gillies ex Hook. & Arn.) Burkart, N.v. "lésinik"(1), "kasénuk" (2). La decocción de su corteza se ingiere como abortivo* - mezclada o no con la de Aspidosperma quebracho-blanco -, como descongestivo en casos de resfríos* y contra dolores hepáticos. También se instila en el oído para tratar otalgias. La decocción de sus hojas, en cambio, se toma como estimulante en casos de debilidad, como antidiarreico, contra gastralgias y dolores hepáticos. Material estudiado: Scarpa 497 (SI).
Mimosa detinens Benth., N.v. "é'ts'imak". La decocción de sus frutos enteros se ingiere en casos de gastralgias. Material estudiado: Scarpa 759 (SI).
Prosopis alba Griseb., N.v. "jwa'áyuk". La decocción de su corteza se toma contra dolores cardíacos, mientras que la de sus tallos y hojas tiernas se ingiere contra gastralgias*. La decocción de sus cecidios se ingiere contra dolores hepáticos. Para tratar oftalmias*, los brotes jóvenes se calientan al fuego y el líquido que exudan se instila dentro de los ojos. Por último, la ingestión de sus frutos molidos disueltos en agua está indicado contra estados de debilidad extrema* y falta de retención intestinal. Material estudiado: Scarpa 451 (SI).
Prosopis nigra (Griseb.) Hieron., N.v. "isyój-sok"(1), "wóshishyuk"(2). Para tratar oftalmias* sus brotes jóvenes se calientan al fuego y el líquido que exudan se instila dentro de los ojos diariamente durante tres días. Material estudiado: Scarpa 525 (SI).
Prosopis ruscifolia Griseb., N.v. "isyójsok-i-tyój"(1), "wóshishyuk-i-tok"(2). La decocción de sus hojas -y en menor medida de su corteza- se ingiere para calmar dolores renales* y se utiliza en forma de lavajes para curar oftalmias*. Material estudiado: Scarpa 641 (SI).
Pterogyne nitens Tulasne, N.v. "kíjlasityek". La decocción de su corteza se ingiere contra la tos convulsa. Material estudiado: Scarpa 439 (SI).
Senna pendula (Willd.) H.S. Irwin & Barneby var. paludicola H. S. Irwin & Barneby, N.v. "yós-i-ka-jwa'á-ji-m'pe"(1), "wóiki-ji-ka-jwa'á-ji-m'pe"(2). Sus hojas incineradas y molidas se ponen sobre el ombligo del recién nacido como cicatrizante. Material estudiado: Scarpa 752 (SI).
Senna morongii (Britton) H.S. Irwin & Bar-neby, N.v. Idem anterior. La decocción de su raíz se ingiere como hepático digestivo*. Material estudiado: Scarpa 480 (SI).
Senna obtusifolia (L.) H.S. Irwin & Barneby -N.v. Idem anterior - La decocción de sus brotes tiernos se ingiere en casos de gastralgias*. Material estudiado: Scarpa 549 (SI).
Sesbania virgata (Cav.) Pers., N.v. "yos-i-ka-jwa'á-m'pe-ji-tyój"(1), "ijnyétak-i-tok"(2). La decocción de sus semillas se ingiere en casos de resfríos y gripes. Material estudiado: Scarpa 465 (SI).

HYDNORACEAE

Prosopanche americana (R. Br.) Baill., N.v. "é'le-k'aw-k'aw". La decocción de sus haustorios carnosos subterráneos se ingiere para evitar los calambres. Con las cenizas resultantes de incinerar toda la planta se untan los granos y heridas a manera de cicatrizante. Material estudiado: Arenas 2641 (BA).

LORANTHACEAE

Struthanthus uraguensis (Griseb.) Hauman, N.v. "jwe-jwe-i-kas-i-m'pe". La decocción de su parte aérea se ingiere como abortivo*, emético y como oxitócico*. Esta última aplicación se utiliza en casos de retención de placenta luego del parto, agregando una cucharada de aceite al preparado. Con dicha decocción también se practican lavajes bucales para curar las aftas y baños generales en casos de varicela y sarampión. Material estudiado: Arenas 2638 (BA).

MALVACEAE

Pseudabutilon virgatum (Cav.) Sweet, N.v. "jwiyít-i-lis-i-m'pe". La decocción de sus hojas se hace ingerir a las criaturas en casos de gastralgias*. Material estudiado: Scarpa 639 (SI).
Sphaeralcea bonariensis (Cav.) Griseb., N.v. Idem anterior. La decocción de sus brotes tiernos se ingiere como antidiarreico* y contra gastralgias* en niños tres veces al día. Los informantes refieren que esta costumbre ha sido tomada de los Criollos. Material estudiado: Scarpa 548 (SI).

MORACEAE

Maclura tinctoria (L.) Steud. var. mora (Gri-seb.) Vazq. Avila, N.v. "tséjenek"(1), "ishyúk"(2). La decocción de su corteza se ingiere en casos de gripes acompañadas de tos. Material estudiado: Scarpa 526 (SI).

PASSIFLORACEAE

Passiflora mooreana Hook. f., N.v. "aléna-kyá-nisis-i-m'pe"(1), "nó'o-kyénisis-im'pe"(2). La infusión de tres de sus hojas se ingiere para regular la presión sanguínea*. Material estudiado: Scarpa 462, 471 (SI).

POLYGONACEAE

Ruprechtia triflora Griseb., N.v. "s(h)inúk". La decocción de su corteza se ingiere como antidia-rreico*, antitusivo y en casos de gastralgias. Debe tomarse sólo el contenido de una pequeña taza. Material estudiado: Arenas 2662 (BA).

RANUNCULACEAE

Clematis montevidensis Spreng., N.v. "náts'i-liyéwayik"(1), "kilj-i-jwétis-i-m'pe"(2). Sus hojas son refregadas entre las manos e inhaladas profundamente como antitusivo*, contra dolores de cabeza y en casos de gripes acompañadas de fiebre (en este último caso el tratamiento debe repetirse tres veces). Sus frutos secos también son refregados entre las manos e inhalados para emplearse como descongestivo*. En casos de dolores de muelas*, sus frutos o su corteza molida se colocan directamente sobre la afección. Material estudiado: Scar-pa 510 (SI).

RHAMNACEAE

Ziziphus mistol Griseb., N.v. "áyiitak"(1), "ajá-yuk"(2). La decocción de tres de sus hojas recién brotadas mezclada con azúcar tostada se toma como antidiarreico* en tres ocasiones (algunos recetan la corteza con idénticos fines). Sus hojas masticadas se colocan directamente sobre los forúnculos como vulnerario*. Material estudiado: Scarpa 517 (SI).

SANTALACEAE

Acanthosyris falcata Griseb., N.v. "jwatée-nuk"(1), "katóshyuk"(2). Con el contenido interno de sus semillas tostadas se untan los granos como vulnerario. Material estudiado: Scarpa 511, 757 (SI).

SAPOTACEAE

Sideroxylon obtusifolium (Roem. & Schult.) Pennington subsp. obtusifolium, N.v. "tséjenyek".
La decocción de sus ramas se ingiere como eme-nagogo* en caso de dismenorreas y como oxitóxico*. Esta última práctica se realiza para favorecer el parto, en casos de retención de placenta o para expulsar al embrión muerto. Material estudiado: Scarpa 520, 758 (SI).

SOLANACEAE

Capsicum chacoënse A.T. Hunz., N.v. "pája-nak"(1), "atéshyuk"(2). Con sus frutos pungentes las madres se untaban antaño los pezones para destetar* a la criatura. Material estudiado: Scarpa 649 (SI).
Nicotiana glauca Graham, N.v. "jóot'ak". Sus hojas colocadas directamente sobre la frente se emplean para calmar las jaquecas*. También en forma tópica se usan como vulnerario* (tiene la virtud de no pegarse a las heridas). Sus hojas enteras remojadas en agua fría se usan para bañar a las criaturas que padecen sarampión* (los informantes refirieron que "es fresco"). Material estudiado: Scarpa 505 (SI).
Solanum argentinum Bitter & Lillo, N.v. "si'-yús-taté-jlé'eki-wa-yik". La decocción de sus raíces se ingiere como antitusivo. Contra picaduras de víboras sus raíces descascaradas y molidas se aplican de manera tópica sobre la afección. Material estudiado: Scarpa 459 (SI).
Solanum conditum Morton, N.v. "jwéelye". El mucílago de sus frutos se usa como vulnerario* de manera tópica para curar heridas superficiales del pene o de la vagina. Material estudiado: Scarpa 618 (SI).
Solanum glaucophyllum Desf., N.v. "jléts'i-po'". Las cenizas resultantes de incinerar sus tallos son desleídas en agua; con esta solución embeben trozos de lienzos desde los cuales dejan caer gotas sobre los ojos en caso de oftalmias. Dichas cenizas también se aplican directamente sobre la afección para curar granos como cicatrizante. Material estudiado: Scarpa 751 (SI).
Solanum hieronymi O. Kuntze, N.v. "jwéelye". El mucílago de sus frutos se emplea como vulnerario* sobre granos y heridas. Se debe repetir dos veces la curación. Material estudiado: Scarpa 442 (SI).
Solanum sisymbriifolium Lam., N.v. Idem anterior. La decocción de sus raíces se ingiere para calmar dolores renales, hepáticos* y contra afecciones pulmonares*. La decocción ingerida de sus ramas se emplea como hipertensor. Material estudiado: Scarpa 746 (SI).

VERBENACEAE

Lippia alba (Mill.) N. E. Br., N.v. "inláye-ji-kyé'"(1), "a'lá-in-ka-kyé"(2). La decocción de sus hojas se toma como digestivo estomacal* y contra el cáncer*. En forma de jarabe, su decocción se toma contra gripes y resfríos*. Indican que la costumbre de tomar esta planta como remedio es de reciente data. Material estudiado: Scarpa 489 (SI).

ZYGOPHYLLACEAE

Bulnesia sarmientoi Lorentz ex Griseb., N.v. "injlák"(1), "jók"(2). La decocción de su duramen se ingiere contra dolores musculares* ("cuando duele todo el cuerpo" o "dolor de huesos"), como digesivo estomacal* y contra dolores cardíacos*. La decocción de su corteza, en cambio, se toma contra dolores renales. Como vulnerario* en casos de quemaduras y heridas profundas -producidas por espinas o por mordeduras de palometas- se lavan con sal y agua para luego colocarse la raspadura de su duramen en forma de aserrín seco sobre la afección sujetada con un lienzo. Como vulnerario sus hojas enteras se maceran en agua durante un día entero y luego practican lavajes locales con dicho preparado para curar granos. El mismo remedio también se utiliza como hemostático. Material estudiado: Scarpa 545 (SI).

MONOCOTILEDONEAE ARACEAE

Synandrospadix vermitoxicum (Griseb.) Engl., N.v. "láap-láap-i-tye"(1), "sijyé"(2). Sus tubérculos cortados transversalmente se aplican sobre heridas gangrenosas de manera tópica como cicatrizante*. Material estudiado: Scarpa 768 (SI).

BROMELIACEAE

Tillandsia duratii Vis. var. saxatilis (Hassl.) L. B. Sm., N.v. "láyita". La decocción de toda la planta se ingiere como antiemenagogo en caso de dismenorreas y contra las metrorragias del postparto. El macerado de la planta entera se toma como antitusivo. Material estudiado: Scarpa 532 (SI).

LILIACEAE

Aloe vera L., N.v. "k'isyé-ji-tyój"(1), "isá'-tok"(2). Su mucílago puro se ingiere como antitusivo* (a veces con pan) y contra gastralgias* (dilu-ído en agua). De manera tópica, en cambio, su hoja cortada longitudinalmente se emplea contra jaquecas*, insolación* (atada con un trapo sobre la frente), en casos de afecciones pulmonares* (con sal y atado sobre las costillas) y como vulnerario* para curar quemaduras, mordeduras de palometas, diviesos y forúnculos. Su mucílago se coloca dentro del oído para curar otalgias. Material estudiado: Scarpa 21 (BA).

ORCHIDACEAE

Cyrtopodium punctatum (L.) Lindl., N.v. "iiták"(1), "jaléjyena-ji-kas-i-m'pe"(2). La decocción de sus pseudobulbos se ingiere como emético (cuando sufren arcadas) y como regulador de la presión sanguínea*. Este último se asume explícitamente como remedio de los Criollos. Material estudiado: Arenas 2750 (BA).

POACEAE

Cynodon sp., N.v. "jóp"(1), "jupái"(2). La decocción de su parte aérea se ingiere como emético (cuando sufren arcadas). Material estudiado: Scarpa 598 (SI).
En síntesis, se registraron un total de 194 reportes medicinales acerca de 69 especies de plantas vasculares, 2 especies de hongos y 1 líquen, pertenecientes a 36 familias botánicas. Todas las especies son nativas del Chaco semiári-do argentino a excepción de Aloe vera (L.) Burn f. que se cultiva en la zona y de Erythroxylon coca cuyas hojas llegan por intercambio comercial. Se prescriben plantas medicinales para un total de 47 trastornos. Aunque se obtuvieron los nombres en idioma chorote de muchas de dichas dolencias, estos no se enumeran aquí ya que su análisis semántico y lingüístico excedería ampliamente los objetivos de este trabajo. Las plantas se usan principalmente -en términos de cantidad de reportes registrados- contra trastornos digestivos, respiratorios, de la piel, de los órganos de los sentidos, de los sistemas reproductor, circulatorio, nervioso y excretor y como antitérmicos (Fig. 1A). Las partes vegetales más empleadas fueron las hojas, seguida de las ramas, la planta entera, los mucílagos y los tallos. Entre las formas de preparación prevalece la decocción y con menor frecuencia el incinerado, macerado, molido, la infusión, el calentado o ninguna preparación para los administrados en forma interna. Para los administrados en forma externa prevalece el macerado, el incinerado o ninguna preparación.


Fig. 1. Usos medicinales de las plantas entre los Chorote (A) y los Criollos del Chaco Semiárido (B) por categoría de uso médico (Fuente empleada para los datos de Criollos: Di Lullo, 1929, 1944; Ávila, 1960; Villafuerte, 1961; Torres, 1975; Scarpa, 2000, 2004a)

En líneas generales se destaca un bajo porcentaje de usos medicinales (15 %) respecto a los datos etnobotánicos totales registrados para esta etnia hasta el momento (1299) (Scarpa, obs. pers.), en comparación con la participación documentada entre sus vecinos Criollos por ejemplo (41 %). También se aprecia un escaso nivel de consenso total (40 %) respecto a los datos registrados, lo cual significa que la mayoría de ellos (60 %) sólo fueron consignados por un único informante. Aunque no se efectúa aquí una comparación entre los datos aportados por uno y otro género, se considera que el género del entrevistador no habría afectado en mayor medida el tipo y la cantidad de datos recopilados.

Comparación con la etnobotánica médica criolla

Muchos de los informantes Chorote más ancianos afirmaron de manera explícita la condición de préstamos de muchos usos medicinales de las plantas, al señalar que en el pasado casi no las usaban para curarse, ya que para esto recurrían la mayoría de las veces al chamán. Al comparar gráficamente los usos medicinales de las plantas entre Chorotes y Criollos (Figs. 1A-B), se observa una clara similitud en la proporción de los remedios vegetales empleados contra trastornos digestivos, de la piel, del aparato reproductor y del sistema circulatorio. Al mismo tiempo, se aprecia una mayor importancia de los usos medicinales contra trastornos del sistema respiratorio y de los órganos de los sentidos entre los indígenas, así como una menor proporción de usos como antitérmicos y contra dolencias del aparato excretor en comparación con lo registrado entre los Criollos.
Como resultado de la comparación de cada uno de los usos medicinales de las plantas con aquellos de sus vecinos Criollos, se observa que el 52 % de las aplicaciones medicinales específicas de las plantas (104 usos) resultaron idénticas. Estos resultados confirman ampliamente la hipótesis planteada en la introducción sobre la influencia criolla en el uso de la farmacopea actual chorote; las pruebas de ello son de tres tipos:

1) La mención explícita de varios informantes calificados chorote respecto a que muchos de los usos medicinales de las plantas son de procedencia criolla;
2)   La direccionalidad del proceso de cambio cultural señalada es corroborada por la dinámica histórica que ha caracterizado los intercambios culturales operados en todas las etnias del Chaco argentino, hechos ya suficientemente demostrados por la investigación científica (Wright, 1983; Sturzenegger, 1996; Arenas, 2003). Concordantemente, ninguno de los 83 informantes calificados criollos que se entrevistaron personalmente en el área habla el idioma chorote ni adquirió costumbre alguna de sus vecinos indígenas (obs. pers.);
3)  El mismo fenómeno fue evidenciado específicamente en el ámbito de la etnobotánica médica entre otros grupos indígenas del Chaco sudamericano (Maká, Pilagá, Ayoreos) (véase Introducción).

Por lo tanto, la probabilidad de que los remedios compartidos hayan podido ser transferidos desde los Chorotes hacia los Criollos sería prácticamente insignificante, dada la direccionalidad del proceso mencionado. Resultaría muy probable que muchos de los préstamos identificados hubieran sido incorporados a través de otra etnia, como explícitamente refirió uno de nuestros informantes para remedios típicamente Criollos relativos a plantas que no crecen en la zona chaqueña y por el activo intercambio interétnico llevado a cabo cuando los indígenas de numerosas etnias trabajaban juntos en los ingenios. En efecto, el intercambio de remedios vegetales en particular cobra un valor especial en las relaciones interpersonales, especialmente en casos de emergencias médicas y/o de falta de atención sanitaria profesional, situaciones muy comunes en el interior del Chaco argentino.
La posibilidad de que Chorotes y Criollos hayan desarrollado independientemente una farmacopea con tan altos valores de similitud, sería también prácticamente nula en virtud del proceso de asimilación cultural documentado y de la alta diversidad vegetal y de usos posibles.
Al observar las frecuencias absolutas de los remedios por categoría de uso médico en total y de las adquisiciones criollas (Tabla 1), se observa que los porcentajes de préstamos para remedios contra trastornos del sistema digestivo (64 %), de los órganos de los sentidos (29 %) y del aparato circulatorio (60 %), se alejan sustancialmente del promedio. Al comparar los datos discriminados por tipo de aplicación medicinal específica de las plantas (Tabla 2), se observa que la influencia criolla respecto a los remedios destinados a curar trastornos digestivos ha sido mayor para los antidisentéricos y digestivos estomacales (con el 100 % de los usos compartidos), así como para los prescriptos como hepáticos digestivos y contra gastralgias (con el 83 % y el 75 % de préstamos respectivamente). Respecto a los datos sustancialmente menores al promedio evidenciados en los préstamos de remedios contra trastornos de los órganos de los sentidos, se puede apreciar una diferencia importante entre el número de los que se prescriben contra otalgias y oftalmias (Tabla 2). En el primer caso, es muy significativo que la totalidad de los 9 usos registrados provengan del acervo chorote, mientras que los remedios contra oftalmias son compartidos en un 70 % con los Criollos. Los usos de la farmacopea para afecciones del sistema circulatorio también muestran un nivel de préstamos mayor al promedio, principalmente debido a que los remedios prescriptos como depurativos sanguíneos y como reguladores de la presión sanguínea son casi totalmente compartidos por sus vecinos Criollos. Otros préstamos que resultaron superiores al promedio general a nivel de las aplicaciones específicas, fueron los remedios utilizados como oxitócicos (100 % compartidos), abortivos (80 %), contra afecciones pulmonares, jaquecas, gripes y resfríos (con un 75 % de usos compartidos cada uno). A la inversa, resultaron con menores niveles de préstamos promedio los cicatrizantes (37 %), aquellos prescriptos contra el dolor de muelas y la tos convulsa (25 %), los antiemenagogos (17 %) y los remedios vegetales destinados al tratamiento de enfermedades de transmisión sexual, eméticos y hemostáticos sin usos compartidos con los Criollos.

Tabla 1. Frecuencias absolutas del total de remedios vegetales chorote y de los préstamos criollos incluidos en ellos por categoría de uso médico. Frecuencias relativas de los préstamos respecto al total de remedios chorote.

Tabla 2. Frecuencias absolutas del total de remedios vegetales chorote y de los préstamos criollos incluidos en ellos por aplicación medicinal específica o trastorno involucrado.

Los préstamos tomados de la medicina popular criolla se vislumbran, además, por la adición de azúcar tostada o quemadillo a las decocciones; las plantas introducidas empleadas (i.e. Aloe vera); los productos manufacturados utilizados (azúcar, aceite, etc.); así como por la presencia del número "3" tanto en la cantidad de partes vegetales usadas como en el número de dosis diarias y días de tratamiento. Asimismo, muchas de las plantas medicinales fueron caracterizadas de acuerdo con las categorías de cálido y fresco a la usanza de sus vecinos Criollos (Scarpa, 2004b). No se encontraron diferencias sustanciales con relación a las partes vegetales empleadas en uno y otro caso, a excepción de un mayor porcentaje de uso de mucílagos de cactáceas por los Chorote y un alto porcentaje de préstamos en el uso de cortezas.

CONCLUSIONES

En gran parte de los casos la farmacopea vegetal es prescripta contra síntomas y no contra trastornos o enfermedades propiamente dichas, lo cual no sólo explica la relativamente alta variedad de entidades mórbidas identificadas, sino que además permitiría inferir la posibilidad de haber consignado información redundante (es decir, más de una aplicación específica para cada dolencia).
El escaso nivel de consenso registrado estaría indicando que gran parte de las prácticas constituirían incorporaciones recientes, razón por la cual no se hallarían sociabilizadas todavía por la mayoría de los Chorotes.
Se verifica el papel netamente secundario del uso de farmacopea vegetal en la medicina tradicional de los indígenas Chorote, tal como fuera registrado para otras etnias del Gran Chaco como los Lenguas, Maká, Pilagá y Ayoreo (Arenas, 1981, 1987; Schmeda-Hirschmann, 1993; Filipov, 1997). Sin embargo, el uso actual de remedios vegetales es elevado como consecuencia de los préstamos incorporados desde la farmacopea criolla, los cuales superan el 50 % de la farmacopea total chorote.
Aunque los préstamos de los Criollos en este ámbito cultural resultan evidentes, no debe olvidarse que los conocimientos sobre los usos de las plantas en general, se hallan actualmente compartidos en cierta medida por gran parte de los grupos humanos que conviven en la zona del Pilcomayo argentino. Este intercambio no se restringe a los pueblos chaquenses propiamente dichos, sino que también involucra -aunque en menor medida- a grupos indígenas del pedemonte andino de las Yungas argentino-bolivianas (Chiriguanos, Chanés) y a representantes del acervo cultural del mundo andino (especialmente médicos Kallawayas). Por el momento no existen estudios comparativos que den cuenta de la direccionalidad de los préstamos a nivel del uso de plantas medicinales para cada una de las relaciones interétnicas, que permitan zanjar la procedencia última de cada uno de los usos.
Sin embargo, dado que muchos de estos pueblos sufren un proceso de asimilación cultural semejante al de los Chorote, cabría hipotetizar el papel preponderante del acervo de las comunidades de Criollos vecinas en la conformación de sus respectivas farmacopeas actuales.
Los usos medicinales de las plantas estrictamente de los Chorote quedarían así reducidos a unas 90 aplicaciones en total, principalmente como antiemenagogos, antidiarreicos, antitusivos, cicatrizantes, eméticos, hemostáticos y para el tratamiento de dolores de oídos (estos últimos son muy comunes en situación de pesca). Predomina el uso de cenizas y mucílagos tanto por vía interna y externa. Como plantas medicinales típicamente chorote se pueden citar a Achatocarpus praecox, Cleistocactus baumannii, Echinopsis rhodotricha, Funastrum clausum, Habranthus sp., Monvillea spegazzinii y Prosopanche americana, entre otras. Se pone de relieve la importancia de considerar en profundidad el contexto intercultural desde donde se toman los datos, así como también el contexto intracultural (etnomedicina) de referencia.

AGRADECIMIENTOS

Agradezco a mis colaboradores sexagenarios y septuagenarios Chorote de Tartagal, Misión La Merced, La Gracia, La Paz y La Bolsa quienes todavía se empecinan en mantener su identidad cultural pese a los embates de la globalización. Agradezco también al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas institución de la que formo parte y a la Agencia Nacional para la Promoción Científica y Tecnológica por haber financiado mis campañas (PICT 32894). Agradezco por último a Pastor Arenas quien tuvo la amabilidad de ceder algunos de los datos que aquí se consignan en las primeras fases de esta investigación.

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