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Medicina (Buenos Aires)

versión impresa ISSN 0025-7680versión On-line ISSN 1669-9106

Medicina (B. Aires) v.64 n.5 Buenos Aires sep./oct. 2004

 

Marcadores virológicos no convencionales en pacientes infectados con el virus de la inmunodeficiencia humana: ADN HIV-T, ADN HIV- 2LTR y ARN de HIV

Rosana Gariglio1, Miguel A. Taborda2, Raúl Bortolozzi3, Jennifer L. Mcdermott4, Isabella Martini4, Mariana Borgognone1, G. Vanina Villanova2, Oliviero E. Varnier4, Adriana A. Giri2,5

1Centro de Investigación y Biotecnología, Wiener Laboratorios SAIC; 2Area Virología, Departamento de Microbiología, Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas, Universidad Nacional de Rosario; 3Servicio de Clínica Médica, Hospital de Día, Hospital J.B. Alberdi; 4Laboratorio de Microbiología Molecular, Sección de Microbiología de la Universidad de Génova, Italia; 5Instituto de Biología Molecular y Celular (IBR-CONICET) Rosario

Dirección Postal: Dra. Adriana A. Giri, Area Virología, Departamento de Microbiología, Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR), Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas, Universidad Nacional de Rosario, Suipacha 531, 2000 Rosario, Argentina. Fax: (54-341) 439 0465. E-mail: agiri@fbioyf.unr.edu.ar

Resumen
La terapia antirretroviral de alta eficacia (TAAE) induce  una reducción marcada y  persistente de la viremia plasmática, contribuyendo a disminuir la mortalidad y morbilidad de los pacientes HIV-positivos. Así, la carga viral (CV) es el método de referencia para evaluar la eficacia terapéutica. Sin embargo, aun en presencia de una TAAE eficiente no se ha logrado la erradicación viral.  En este estudio analizamos la presencia del ADN total de HIV (ADN HIV-T), del ADN no integrado con 2LTR (ADN HIV-2LTR) y del ARN de HIV, en un grupo de 55 pacientes HIV-positivos en distintos estadios clínicos, con y sin TAAE, mediante ensayos de PCR con revelado colorimétrico en microplaca, optimizados en nuestro laboratorio. La sensibilidad clínica del ARN del HIV fue evaluada con el bDNA, resultando del 74% y del 64%, respectivamente, con una concordancia del 85%. Este ensayo podría ser utilizado en el seguimiento de pacientes bajo TAAE. El ADN HIV-2LTR resultó positivo en el 54% aunque estuvo ausente en pacientes con elevada CV. Este marcador se consideraba un producto lábil y su presencia se asociaba a infección reciente. Sin embargo, actuales evidencias ponen en discusión su estabilidad por lo que su significado clínico debe ser reconsiderado. La ausencia del ADN HIV-2LTR en pacientes con CV detectable puede relacionarse con la heterogeneidad de la secuencia utilizada para su detección. El ADN HIV-T estuvo presente en el 100% de las muestras y resultaría relevante como marcador de remisión cuando se dispongan de terapias que efectivamente erradiquen la infección.

Palabras clave: Virus de la inmunodeficiencia humana; Marcadores virológicos; PCR con revelado colorimétrico.

Abstract
Non conventional virological markers in HIV-infected patients: T-HIV DNA, 2LTR-HIV DNA and HIV RNA
. Highly active antiretroviral therapy (HAART) induces a persistent reduction of the plasmatic viremia, contributing to decrease mortality and morbidity of infected people with human immunodeficiency virus (HIV). Thus, viral load (VL) is the reference method to evaluate therapy effectiveness. However, even in the presence of efficient HAART viral eradication was yet not achieved. In this study, we analyzed the presence of total HIV DNA (T-HIV DNA), non-integrated DNA with 2LTR (2LTR-HIV DNA) and HIV RNA in a group of 55 HIV-positive subjects from Rosario City, with different clinical stages, with and without HAART. All markers were evaluated by PCR assays optimized in our laboratory that included colorimetric detection in microplate. HIV RNA clinical sensitivity was compared with a reference test, bDNA, resulting in 74% and 64% respectively, with an 85% of agreement. Thus, our HIV RNA assay could be used to monitor patients under HAART and at risk of infection. The 2LTR-HIV DNA was 54% positive although it was absent in patients with high VL. This marker was considered a labile product therefore its presence was associated with recent infection. However, current evidences question its stability. Thus, its clinical significance should be reconsidered. The absence of 2LTR-HIV DNA in patients with detectable VL may relate to the heterogeneity of the sequence used for its detection. T-HIV DNA was present in 100% of the samples and could be a relevant remission marker when therapies that effectively eradicate the infection became available.

Key words: Human immunodeficiency virus; Virological markers; PCR with colorimetric detection.

     La introducción de la terapia antirretroviral de alta eficacia (TAAE) ha revolucionado el seguimiento de los individuos infectados con el virus de la inmunodeficiencia humana (HIV)1, 2. Esta terapia ha disminuido notablemente la mortalidad y morbilidad de la enfermedad causada por el HIV además de mejorar la calidad de vida de los pacientes. La TAAE consiste en una combinación de inhibidores de la transcriptasa reversa (RT) y proteasa virales, e induce una reducción marcada y persistente de la carga viral plasmática (CV) llevándola a valores inferiores a las 50 copias de ARN de HIV/ml1, 2. Una vez decidido el inicio y tipo de terapia, la respuesta del paciente a la misma se evalúa fundamentalmente a través de la CV plasmática por lo que esta determinación es considerada un importante marcador de eficacia terapéutica. La reducción de los niveles de CV se correlaciona con una buena respuesta al tratamiento y la ausencia de resistencias al mismo, por lo que el dosaje de CV se ha convertido en el método de referencia para el seguimiento de los pacientes HIV-positivos3, 4, 5. Sin embargo, el optimismo inicial que despertó el uso de la TAAE dejó al descubierto nuevas facetas de la infección por HIV hasta el momento desconocidas. Se pudo aislar virus con capacidad replicativa a partir de células mononucleares de sangre periférica de pacientes bajo TAAE con valores no detectables de CV durante muchos meses6, 7. Esta observación fue confirmada por estudios posteriores, lo cual llevó a distintas hipótesis que pudieran explicar la persistencia viral a pesar de la supresión prolongada de la viremia plasmática, entre ellas: i) adherencia incompleta al tratamiento; ii) aparición de mutaciones como consecuencia de la resistencia viral; y/o iii) penetración incompleta de las drogas antirretrovirales en todos los sitios biológicamente relevantes8. Más allá de los complejos equilibrios virales e inmunológicos que impiden la completa erradicación del HIV en la era de la TAAE, las actuales evidencias arrojan una importante conclusión: la CV no refleja la infección del HIV completamente. Dado que la mayoría de las decisiones terapéuticas actualmente se basan en la cantidad de ARN viral circulante, y por lo antes expuesto, surge la necesidad de evaluar otros marcadores virológicos para una mejor caracterización de la infección de HIV en general y para el seguimiento de pacientes avirémicos en particular.
     El HIV pertenece a la familia Retroviridae por lo que presenta intermediarios de ADN viral en su ciclo replicativo, característica que diferencia a los miembros de esta familia de los demás virus con genoma de ARN9. Dichos intermediarios, tales como el ADN de HIV integrado y episomal, han sido evaluados como marcadores virológicos de regresión de la infección y de replicación viral, respectivamente5, 10-14. Vale la pena recordar que la infección del HIV se inicia a través de la interacción de glicoproteínas presentes en la envoltura viral y el receptor CD4 de las células blanco en conjunción con co-receptores9. Como consecuencia de esta interacción la nucleocápside viral ingresa en el citoplasma celular donde se inicia la transcripción reversa del genoma (Fig. 1). Esta reacción, catalizada por la enzima RT presente en el interior de la nucleocápside, consiste en la síntesis de ADN doble hebra lineal (ADN HIV-L) a partir del genoma de ARN simple hebra y de sentido positivo del HIV. Una vez sintetizado, el ADN HIV-L es transportado al núcleo donde se integra al ADN celular, constituyendo el reservorio de ADN integrado (ADN HIV-I) o provirus. El ADN HIV-I es competente para la transcripción de los ARN mensajeros y para la producción de nuevos genomas virales. Así, las proteínas derivadas de la traducción de los mensajeros virales junto con los nuevos genomas, serán utilizados para la formación de la nueva progenie de viriones15, 16. Sin embargo, no todo el ADN HIV-L termina por integrarse en el genoma celular. Algunas de estas moléculas pueden circularizarse y formar episomas con una (ADN HIV-1LTR) o dos repeticiones terminales (ADN HIV-2LTR)16. Por lo tanto, en el núcleo de una célula infectada existen 4 formas distintas de ADN del HIV, cuyo conjunto se ha denominado ADN Total del HIV (ADN HIV-T): ADN HIV-L, ADN HIV-I, ADN HIV-1LTR y ADN HIV-2LTR. El ADN HIV-L funciona como substrato para la integración, mientras que las formas circulares ADN HIV-1LTR y ADN HIV-2LTR se consideran productos secundarios de la transcripción reversa con función desconocida15, 9. Dado que el HIV carece de los factores necesarios para mantener una replicación episomal, las formas ADN HIV-1LTR y ADN HIV-2LTR han sido consideradas productos lábiles por lo que su presencia en el núcleo celular sería un indicador de infección activa11, 17, 18. Por lo tanto, y según esta hipótesis, el ADN HIV-2LTR debería estar ausente en presencia de una TAAE eficiente que induzca una caída persistente en la CV a niveles inferiores a los límites de detección de los métodos usados para su determinación, mientras que debería ser fácilmente detectable en los sujetos que no siguen ningún tipo de terapia o cuyos regímenes terapéuticos fallan por resistencias a las drogas o poca adherencia al mismo. Por otro lado, el ADN HIV-T ha sido utilizado como marcador de eficacia terapéutica10, 13 y, en ausencia de replicación viral activa, serviría como una medida indirecta del ADN HIV-I1, 7.
     En este trabajo analizamos el significado clínico del ADN HIV-T y del ADN HIV-2LTR en un grupo de pacientes de la ciudad de Rosario (Provincia de Santa Fe) infectados con el HIV y que se hallaban en distintos estadios clínicos de la enfermedad, con y sin TAAE. Además presentamos un ensayo optimizado en nuestro laboratorio para determinar la presencia de ARN del HIV en plasma y evaluamos su sensibilidad clínica comparando los resultados derivados del mismo con los de un sistema de referencia para determinar CV, en el mismo grupo de pacientes.


Fig. 1
.- Mecanismo de transcripción reversa e integración celular del genoma del HIV. 1- La nucleocápside viral ingresa en el citoplasma celular. 2- Transcripción reversa. Síntesis de ADN HIV-L. 3- Transporte de ADN HIV-L al núcleo. 4- Circularización, formación de episomas: ADN HIV-1LTR y ADN HIV-2LTR. 5- Integración en el genoma celular: ADN HIV-I.

Materiales y métodos

Pacientes. En este estudio se analizaron 55 muestras tomadas en el último año de seguimiento de 55 individuos infectados por el HIV, 36 atendidos en el Servicio de Clínica Médica del Hospital J.B. Alberdi y 19 en las Unidades Penitenciarias. Las características demográficas, clínicas y terapéuticas de los individuos analizados se muestran en la Tabla 1. El estadio clínico de todos los pacientes fue determinado según el criterio de clasificación del Centers for Disease Control 19. Se evaluaron los tratamientos luego de los 6 meses de su inicio, considerándose una buena respuesta a la TAAE cuando se lograba una CV no detectable, y mala si esta condición no se lograba en el mismo período de tiempo1, 5. Por otro lado, la respuesta a la TAAE fue considerada como"no evaluable"  cuando el período de suministro de la TAAE era menor a los 6 meses (Tabla 1). Sin embargo, para los pacientes que estaban recibiendo el 3er esquema de TAAE o superior se esperaba el mayor beneficio posible, optimizando el esquema a aplicar20. Las indicaciones del tratamiento y cambios, así como los esquemas utilizados se fueron modificando en el tiempo, siguiendo las recomendaciones del Panel de expertos de la Sociedad Internacional de SIDA21 y del Department of Health and Human Services de los EE.UU. [http://www.aidsinfo.nih.gov/guidelines/adult/AA_071403.pdf].

TABLA 1.- Características generales de los pacientes incluidos en este estudio F: femenino; M: masculino; HA: Hospital Alberdi; UP: Unidad Penitenciaria; HET: heterosexual; H: homosexual; DEV: drogadicto endovenoso; NVP: nevirapina; ABC: abacavir; LPV: lopinavir; AZT: zidovudina; 3TC: lamivudina; D4T: stavudina; IDV: indinavir; DDI: didanosina; EFV: efavirenz; RTV: ritonavir; SQV: saquinavir

     Procesamiento de las muestras. Se recogieron 55 muestras de sangre entera tratadas con EDTA como anticoagulante. Para el análisis de la presencia de ARN del HIV se separaron los plasmas por centrifugación y se alicuotaron en fracciones de 200 µl, las que fueron congeladas a ­20°C hasta su uso. El ARN se extrajo a partir de 200 µl de plasma con un sistema comercial (High Pure Viral RNA kit, Roche, Alemania) y, para aumentar la sensibilidad del ensayo, fue resuspendido en 100 µl de H2O tratada con dietil pirocarbonato. Para el análisis de ADN HIV-T, de ADN 2LTR y de las subpoblaciones linfocitarias, se aislaron células mononucleares de sangre periférica (CMSP) a partir de las mismas muestras anteriores, mediante centrifu-gación en gradiente de Ficoll-Hypaque. Una alícuota de las CMSP se utilizó para el análisis de las subpoblaciones linfocitarias mediante citometría de flujo. Para el análisis de ADN HIV-T y de ADN 2LTR, las CMSP fueron contadas, alicuotadas en fracciones de 106 células/tubo y conservadas a -20°C hasta la lisis. La lisis fue realizada con una solución con detergentes no iónicos y proteinasa K e incubación a 56°C durante 90 minutos, como ha sido descripto22. La idoneidad de las muestras de CMSP fue verificada mediante amplificación del fragmento de 268 pb del gen que codifica para la b-globina humana23.
     Ensayos moleculares utilizados en la detección de ácidos nucleicos virales. La medida de CV plasmática del HIV fue realizada mediante el sistema Versant HIV-1 RNA 3.0 branch DNA (bDNA), según las instrucciones del fabricante (Bayer Corporation, EE.UU.). El ARN del HIV, el ADN HIV-T y el ADN 2LTR fueron determinados mediante ensayos cualitativos optimizados en nuestro laboratorio, cuyas características generales se muestran en la Fig. 2.


Fig. 2
.- Características generales de los ensayos de PCR con detección colorimétrica en microplaca. 1- Amplificación: el ADN diana es amplificado mediante PCR utilizando un cebador antisentido conjugado a biotina en el extremo 5'. 2- Hibridación en fase líquida: el fragmento amplificado biotinilado es desnaturalizado por calor e hibridado con una sonda específica conjugada a una molécula de fluoresceína en el extremo 5'. 3- Detección en microplaca: i) captura de los híbridos en una microplaca revestida con estreptavidina; ii) detección de los híbridos inmovilizados a la microplaca con un anticuerpo anti-fluoresceína conjugado con una peroxidasa; iii) revelado por adición del sustrato cromógeno y H2O2; iv) corte de la reacción de color por adición de H2SO4; v) lectura del color producido en un lector de microplacas a 450 nm.

     Presencia de ADN HIV-T. El ensayo para el análisis de la presencia del ADN HIV-T fue como el descripto para la versión cuantitativa10, con una única modificación que consistió en la realización de 40 ciclos de amplificación en lugar de 35.
     Presencia de ADN 2LTR. La forma de ADN 2LTR es la única forma viral de ADN del HIV que puede ser discriminada de las restantes debido a la presencia de 2 regiones LTR unidas covalentemente (Fig. 1). Por lo tanto, y como estimación de la presencia de ADN no integrado del HIV, se realizó la amplificación de un fragmento de 120 pb de la unión LTR-LTR mediante la reacción en cadena de la polimerasa o PCR (Polymerase Chain Reaction), con los cebadores AC477 y AC516 biotinilado en 5', y detección colorimétrica, como ha sido descripto17, 18. Brevemente, se alicuotaron 50 µl de mezcla de PCR compuesta de los siguientes reactivos en las correspondientes concentraciones finales: 50 mM KCl, 10 mM Tris-HCl pH 8.3, 3.5 mM MgCl2, 200 µM dNTP, 0.2 µM de cada cebador (TIB-Molbiol, Italia) y 1.5 U de Taq DNA polimerasa (Invitrogen, EE.UU.). A cada tubo de PCR se le agregaron 50 µl de lisado celular correspondiente a 200 000 CMSP o control. En cada experimento se incluyeron los siguientes controles: control de reactivos (50 µl de H2O), control negativo (lisado de CMSP de donador sano) y control positivo (50 copias del plásmido p2LTR diluidas en control negativo). Todas las reacciones fueron amplificadas en un ciclador térmico Mastercycler Personal (Eppendorf, Alemania) con el siguiente perfil: desnaturalización inicial (2 min a 95°C) seguida por 5 ciclos de amplificación iniciales (10" a 95°C, 10" a 60°C, 10" a 72°C), 40 ciclos de amplificación (10" a 94°C, 10" a 55°C, 10" a 72°C) y una extensión final a 72°C por 5 min. Posteriormente, se procedió a la detección colorimétrica de los productos de PCR. Una alícuota de cada producto amplificado por PCR fue hibridizada en fase líquida a la sonda AC569 conjugada a fluoresceína12, 22. Los híbridos obtenidos fueron inmovilizados a la microplaca (Nunc, EE.UU.) mediante incubación por 1 hora a 37°C, detectados con un anticuerpo anti-fluoresceína conjugado a peroxidasa (Roche, EE.UU.) y 3,3',5,5'-tetrametilbenzidina (Wiener Lab, Argentina) como reactivo cromóforo. Luego de terminar la reacción con H2SO4 1 M, se midió la producción de color a 450 nm en un lector de microplacas.
     Presencia de ARN de HIV. Se optimizó la reacción de transcripción reversa (RT) seguida por PCR en dos pasos. La RT fue realizada en un volumen final de 50 µl. A 25 µl de ARN extraído a partir de plasma se le agregaron 25 µl de la mezcla de RT, constituida por 50 mM KCl, 10 mM Tris-HCl pH 8.3, 5 mM MgCl2, 400 µM dNTP, 5 mM DTT, 15 pmoles del cebador SK43124 conjugado a biotina en 5' (Tib-Molbiol, Italia), 20 U Rnasin recombinante (Promega, EE.UU.), 40 U RT-MuLV (Promega, EE.UU.). Las mezclas de reacción fueron incubadas a 37°C por 30 min y luego 5 min a 95°C. Una vez finalizada la reacción de RT, los tubos fueron colocados en hielo y se les agregaron 50 µl de la mezcla de reacción de PCR, compuesta por 50 mM KCl, 10 mM Tris-HCl pH 8.3, 2.5 mM MgCl2, 15 pmoles del cebador SK14524 y 2.5 U de Taq DNA polimerasa (Invitrogen, EE.UU.). Las mezclas fueron sometidas a 35 ciclos de amplificación y, posteriormente, los productos derivados de la RT-PCR fueron detectados colorimétricamente con la sonda SK10224, como descripto10. Como control positivo se utilizó el ARN proveniente de un pool de sujetos infectados con el HIV con altos niveles de viremia mientras que como control negativo se utilizó el ARN proveniente de donadores sanos.

Resultados

En este trabajo optimizamos dos sistemas de PCR con detección colorimétrica en microplaca para el análisis del ARN del HIV y del ADN 2LTR, basándonos en una estrategia previamente utilizada por nuestro grupo para el análisis del ADN HIV-T10, 25. Cabe destacar que el ensayo de ADN HIV-T fue desarrollado para medir los niveles de ADN HIV-T en muestras de CMSP provenientes de pacientes bajo TAAE, pudiéndose demostrar la asociación de este marcador con la eficacia terapéutica10. Por lo tanto, las características generales de los ensayos presentados en este trabajo están esquematizadas en la Fig. 2 y se describen brevemente: i) obtención de un producto amplificado biotinilado mediante PCR por la inclusión del cebador antisentido conjugado a biotina en el extremo 5'; ii) hibridación líquida del producto amplificado biotinilado con una sonda específica sintetizada con la inserción de una molécula de fluoresceína; iii) captura de los híbridos en una microplaca revestida con estreptavidina; iv) detección de los híbridos inmovilizados a la microplaca con un anticuerpo anti-fluoresceína conjugado con una peroxidasa y un substrato cromógeno; v) lectura del color producido a 450 nm en un lector de microplacas.
     En todos los ensayos se calculó el valor de corte (VC) como el doble de la media de las lecturas de punto final de los controles negativos, como determinado precedentemente25, 10.

Ensayo para determinar la presencia de ARN de HIV

El primer objetivo de este trabajo fue la puesta a punto de un ensayo de RT-PCR para detectar la presencia de ARN del HIV en muestras de plasma, con sensibilidad clínica comparable a los sistemas comerciales. Se optimizó una reacción de RT-PCR en dos pasos con detección colorimétrica en microplaca utilizando condiciones previamente establecidas10. Se ajustaron las condiciones de reacción de manera de obtener, luego de detectar colorimétricamente los productos de la RT-PCR, máximos valores de densidad óptica (DO) en los controles positivos con mínimos valores de DO en los controles negativos. Las condiciones finales se describen en la sección Materiales y métodos.
     La sensibilidad clínica del ensayo de ARN del HIV optimizado fue evaluada con un sistema de referencia para determinar la CV, el bDNA (Bayer Corporation, EE.UU.). Se analizaron con ambos ensayos 55 muestras de plasma provenientes de 55 sujetos infectados con el HIV que se encontraban en distintos estadios clínicos de la enfermedad, 36 de los cuales recibían TAAE (Tablas 2 y 3). De las muestras analizadas, el 85% (47/55) presentó resultados concordantes en ambas determinaciones. Las discordancias se dieron en el grupo de pacientes bajo TAAE que presentaban valores de CV bajos o no detectables con el sistema de referencia (Tablas 2 y 4): 7 de las 8 muestras discordantes fueron positivas con el sistema cualitativo y no detectadas con el bDNA, mientras que una única muestra fue detectada con el ensayo de referencia y negativa en el ensayo de ARN del HIV. Teniendo en cuenta que la sensibilidad clínica de un ensayo se define como la habilidad del mismo a identificar una enfermedad, y dado que todos los individuos incluidos en este estudio eran HIV-positivos, la sensibilidad clínica del ensayo de ARN del HIV fue de 74% (41/55) mientras la del bDNA fue de 64% (35/55).

TABLA 2.- Marcadores virológicos en individuos bajo terapia antirretroviral de alta eficacia (TAAE) D.O: densidad óptica a 450 nm; P: positivo; ND: no detectable

TABLA 3.- Marcadores virológicos en individuos sin TAAE. D.O: densidad óptica a 450 nm; P: positivo; ND: no detectable

TABLA 4.- Presencia de ARN de HIV vs. Carga viral (CV) (bDNA) P: positivo o cuantificable; ND: no detectable

Análisis del ADN HIV-T

El ADN HIV-T refleja la población total de células infectadas, ya sea que en éstas el virus se encuentre en replicación activa o en estado de latencia. Dado que en este estudio se disponía de una única muestra por paciente, se procedió a determinar cualitativamente la presencia del ADN HIV-T como marcador de infección. El ADN HIV-T estuvo presente en el 100% (55/55) de las muestras analizadas, como previsto por el estado de infección de los pacientes incluidos en este estudio (Tablas 2 y 3). Cabe recordar que el ensayo para determinar el ADN HIV-T posee una sensibilidad de 5 copias/reacción (correspondiente a 5 copias de HIV/105 CMSP)10. La ausencia de resultados negativos en la determinación del ADN HIV-T en el grupo de pacientes incluidos en este estudio y en las condiciones ensayadas, reflejaría la baja reducción de la población de células crónicamente infectadas por el HIV aun en presencia de una TAAE eficiente.

Análisis de la presencia de ADN HIV-2LTR

Como puede observarse en las Tablas 2 y 3, el ADN HIV-2LTR resultó positivo en el 54% (30/55) de las muestras analizadas, siendo esta presencia mayor entre los pacientes que no recibían ningún tipo de terapia (80%; 15/19) respecto a los que sí estaban bajo TAAE (42%; 15/36). Observando detalladamente los resultados en los pacientes bajo TAAE con niveles de viremia no detectables (Tabla 5), 10 resultaron negativos para el ADN HIV-2LTR mientras que 5 fueron positivos para este marcador. Según lo dicho anteriormente, se podría interpretar que en los primeros el régimen terapéutico era eficiente mientras que en los segundos la terapia comenzó a fallar aun en ausencia de viremia. Sin embargo, dentro del grupo de pacientes bajo TAAE, se obtuvieron valores negativos de ADN HIV-2LTR en sujetos que presentaban valores de CV detectable. Una situación similar se obtuvo en 4 pacientes que no recibían ningún tipo de tratamiento y que por lo tanto presentaban valores elevados de CV.

TABLA 5.- ADN HIV-2LTR vs. Carga viral (CV) (bDNA) P: positivo o cuantificable; ND: no detectable

Discusión

En este trabajo presentamos el análisis de 3 marcadores virológicos para el monitoreo de pacientes HIV-positivos: el ARN del HIV, el ADN HIV-T y el ADN 2LTR. Para ello fueron optimizados sistemas de PCR con revelado colorimétrico en microplaca para cada marcador, y los ensayos resultantes fueron evaluados en muestras provenientes de 55 sujetos HIV-positivos residentes en la ciudad de Rosario y que se hallaban en distintos estadios clínicos de la enfermedad; 36 estaban bajo TAAE y 19 no recibían tratamiento alguno.
     En primer lugar evaluamos la sensibilidad clínica del ensayo optimizado para la detección cualitativa del ARN del HIV en plasma con un sistema de referencia para determinar CV (bDNA). Los resultados obtenidos con ambos ensayos fueron concordantes en un 85% de las muestras analizadas, siendo la sensibilidad clínica del ARN del HIV netamente mayor a la del bDNA (74% vs. 64%, respectivamente). Si bien el número de muestras analizado no fue estadísticamente relevante, los resultados indican que el ensayo para la detección cualitativa del ARN del HIV podría constituir un instrumento de utilidad para el monitoreo de sujetos infectados bajo TAAE y a riesgo de infección de HIV. Teniendo en cuenta que en la actualidad el criterio de los clínicos para considerar una respuesta óptima a la TAAE es la negativización de la CV luego de 6 meses de iniciado el tratamiento, un ensayo cualitativo de alta sensibilidad podría dar la información suficiente al médico sobre la respuesta al tratamiento sin necesidad de recurrir a los sistemas comerciales que determinan CV. Este instrumento adquiere mayor importancia si además consideramos que la disponibilidad de tales sistemas está frecuentemente condicionada por las fluctuaciones económicas nacionales, por lo que disponer de un test desarrollado en la región aseguraría tanto la calidad como la continuidad de los resultados y por lo tanto permitiría un seguimiento más eficiente de los pacientes HIV-positivos.
     Otro de los objetivos de este estudio fue el análisis del ADN HIV-2LTR y ADN HIV-T en el mismo grupo de pacientes como marcadores de replicación viral activa y de infección, respectivamente. Fue posible detectar el ADN HIV-2LTR en el 54% de las muestras analizadas, siendo esta positividad mayor entre los pacientes que no recibían ningún tipo de tratamiento (80% vs. 42% bajo TAAE). Sin embargo, y dado el supuesto significado clínico de este marcador, se esperaba que el ADN HIV-2LTR fuera fácilmente detectable en los pacientes con niveles de CV elevados, ya sea que estuvieran bajo TAAE o que no recibieran terapia alguna. Cabe recalcar que la integridad de las muestras de CMSP analizadas fue verificada mediante amplificación de b-globina y confirmada con la determinación del ADN HIV-T, que resultó positiva en el 100% de las mismas. Por lo tanto, descartamos que los resultados del ADN HIV-2LTR en los 15 pacientes con CV elevadas (11 pacientes bajo TAAE y 4 sin tratamiento alguno; Tablas 2, 3, 5) fueran falsamente negativos. Recientemente, y en contraste con las consideraciones anteriores sobre la estabilidad del ADN HIV-2LTR, varios grupos han demostrado que las formas circulares de ADN del HIV son productos estables y que su disminución dependería de la dilución de estos episomas como consecuencia del proceso de división celular26, 27. Sin embargo, si estos episomas fueran estables deberían ser detectables en la mayoría de los sujetos infectados por el HIV independientemente de los niveles de CV que éstos presentaran. Es posible que la ausencia del ADN HIV-2LTR esté relacionada más con la heterogeneidad de la secuencia blanco utilizada para la amplificación y detección del ADN HIV-2LTR que con la estabilidad de esta forma viral. Cara y col. analizaron la secuencia que incluye la unión de los 2LTR del ADN HIV-2LTR en 8 pacientes bajo TAAE28: sólo la secuencia de un paciente fue la esperada. Las 7 secuencias restantes fueron heterogéneas en la unión LTR-LTR, observándose inserciones de 1-9 bases y deleciones de 13 bases28. Como consecuencia de esta heterogeneidad, las secuencias de los extremos de cada LTR carecían de los residuos conservados que actúan como substratos para la integración. Es factible que una variabilidad similar en la secuencia de unión LTR-LTR exista en el grupo de pacientes incluidos en nuestro estudio, condicionando de esta manera su detección. Para verificar esta hipótesis sería necesario determinar la secuencia nucleotídica del fragmento que incluye la unión LTR-LTR para poder así diseñar nuevos cebadores y sondas que hibridicen en regiones más conservadas, de manera de asegurar su amplificación y detección. En definitiva, y según las actuales evidencias sobre la estabilidad de estos episomas y la heterogeneidad de las secuencias blanco utilizadas para su detección, la presencia del ADN HIV-2LTR no estaría necesariamente asociada a una infección activa, por lo que sería necesario reconsiderar su significado clínico.
     Por último, otro aspecto de nuestro estudio incluyó la determinación cualitativa del ADN HIV-T. El análisis del ADN HIV-T en el grupo de pacientes seleccionado confirmó que este marcador sigue siendo detectable aun en sujetos que permanecen avirémicos por largos períodos de tiempo. Cabe recordar que la medida de los niveles de ADN HIV-T en muestras secuenciales de un mismo paciente bajo TAAE ha permitido evaluar la eficacia terapéutica6, 7, 8, 10, 13. Sin embargo, los actuales regímenes terapéuticos no parecen suprimir por completo la replicación viral, aun cuando la CV no sea detectable por los ensayos actualmente disponibles. Por lo tanto, este ensayo resultaría relevante para un futuro en el que se disponga de drogas antivirales que inhiban por completo la replicación del HIV y permitiría evaluar la erradicación de las células crónicamente infectadas que constituyen uno de los reservorios de HIV. En ese nuevo escenario la determinación del ADN HIV-T podría convertirse en el ensayo de elección para medir la eficacia de tales regímenes terapéuticos.
     En conclusión, hemos podido desarrollar sistemas altamente sensibles para ser utilizados en el seguimiento de los pacientes HIV-positivos usando tecnología regional, con las consiguientes ventajas socioeconómicas que de ello se desprende. La búsqueda de marcadores virológicos que reflejen de manera precisa los distintos estadios de la infección del HIV y que permitan evaluar terapias que efectivamente promuevan la erradicación viral debe ser considerada un tema prioritario de análisis y estudio.

Agradecimientos: Este trabajo ha sido parcialmente financiado por un subsidio del Fogarty International Center, AIDS International Training Research Program-NIH (Subsidio N°: 5 D43 TW001037). Agradecemos la colaboración de la Dra. Daniela Gardiol en la corrección de este manuscrito.

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Recibido: 26-03-2004
Aceptado: 20-05-2004

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