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Medicina (Buenos Aires)

Print version ISSN 0025-7680On-line version ISSN 1669-9106

Medicina (B. Aires) vol.65 no.2 Buenos Aires Mar./Apr. 2005

 

Epidemiología de la enfermedad de Chagas en San Roque, Corrientes. Infestación por triatominos y seroprevalencia humana

María E. Bar1, Miryam P. Damborsky1, Elena B. Oscherov1, Cristina Wisnivesky-Colli2

1 Cátedra de Artrópodos, Departamento de Biología, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura, Universidad Nacional del Nordeste,
2 Unidad de Ecología de Reservorios y Vectores de Parásitos, Departamento de Ciencias Biológicas, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires.

Dirección postal: Dra. María Esther Bar, Cátedra de Artrópodos, Avda. Libertad 5470, 3400 Corrientes, Argentina. Fax: +54-3783-473930. E-mail: mebar@exa.unne.edu.ar

Resumen
El objetivo fue evaluar la presencia de triatominos en ecotopos domésticos y extradomésticos localizados en el área circundante a una comunidad de palmas, determinar el índice de infección de los triatominos y estimar la prevalencia humana de individuos serorreactivos al Trypanosoma cruzi. Los muestreos se efectuaron en primavera de 1998 y en verano de 1999 en Colonia Laurel, Departamento San Roque, Corrientes, Argentina. La colección de triatominos se realizó por el método de captura/ hora/ hombre. La identificación del T. cruzi se efectuó según criterios morfológicos y por PCR. El diagnóstico de la infección chagásica se llevó a cabo en pobladores voluntarios mediante las pruebas de hemaglutinación indirecta e inmunofluorescencia indirecta. Se analizaron 16 viviendas, 11 resultaron infestadas por Triatoma infestans y dos por Triatoma sordida. Se colectaron 122 ejemplares de T. infestans de todas las edades. La infección por T. cruzi fue 16.7%. Triatoma infestans fue la especie predominante en el domicilio y T. sordida en el peridomicilio. El 77.9% (88/113) de los pobladores se analizaron serológicamente y la prevalencia fue 26.1%. La tasa de infección fue relativamente alta en el grupo etario de 0-10 años. El porcentaje de seropositividad se incrementó con la edad y ascendió al 66.6% en los pobladores de más de 40 años. La presencia de T. infestans, de pobladores serorreactivos y de niños seropositivos < 4 años, así como las condiciones precarias de vida, indican que la endemia chagásica continúa siendo un problema en el área de estudio.

Palabras clave: triatominos, infestación, Trypanosoma cruzi, seroprevalencia, Corrientes

Abstract
Epidemiology  of Chagas disease in San Roque, Corrientes. Triatomine  infestation and human seroprevalence.
This investigation was aimed to evaluate triatomine colonization in domestic and extradomestic ecotopes located around a palm community, to determine triatomines infection index and to obtain human seroprevalence rates. Samplings were performed in spring 1998 and summer 1999 in Colonia Laurel, Department San Roque, Corrientes, Argentina. Timed-collection of triatomines (man/hour method) was performed. Trypanosoma cruzi identity was determined by morphological criteria and by PCR. Indirect hemagglutination and indirect immunofluorescence antibody tests were used for detection of T. cruzi infection in human volunteers. Sixteen human dwellings were analized, 11 resulted infested by Triatoma infestans and two by Triatoma sordida. A total of 122 T. infestans of all age classes were collected and T. cruzi infection was recorded in 16.7%. Triatoma infestans was confirmed as the predominant species in the domicile and T. sordida in the peridomicile. Diagnosis of Chagas disease infection was performed in 77.9% (88/113) of the inhabitants and the prevalence was 26.1%. A relatively high infection rate was observed in the 0-10 age group. Seropositives percentages increased with age and reached 66.6% in older than 40 years. Presence of T. infestans, human seroreactivity to T. cruzi, < 4 year old seropositives and precarious life conditions prove that this endemic disease is still a problem in the studied area.

 Key words: triatomines, infestation, Trypanosoma cruzi, seroprevalence, Corrientes

La enfermedad de Chagas causada por el Trypano-soma cruzi es una zoonosis exclusiva de América Latina, una enzootia de animales silvestres, transmitida originalmente por triatominos también silvestres. Si bien aún persiste como tal en EE.UU. y en el Amazonas, en el resto de América varias especies de triatominos se adaptaron completamente al domicilio, y la dolencia se transformó en una endemia y una enzootia de animales domésticos1.
      En diferentes regiones de América Latina los programas de control lograron disminuir la densidad de las poblaciones de los vectores primarios a valores inferiores al del nivel crítico de transmisión vectorial, gracias a estrategias tales como la Iniciativa del Cono Sur2-4. Sin embargo, los triatominos tienen un comportamiento oportunista y son capaces de dispersarse y colonizar hábitats más estables tales como el nicho vacante que se origina cuando los vectores domésticos son eliminados5. Asimismo, algunos vectores silvestres pueden invadir el domicilio y el peridomicilio como resultado de una reducción de sus fuentes naturales de alimentación causada por la acción antrópica.
      Las palmas representan un ecotopo habitualmente seleccionado por varias especies de triatominos en América Latina, algunos de los cuales son vectores primarios del T. cruzi (Rhodnius prolixus y Panstrongylus megistus) y otros actúan como vectores secundarios (R. robustus, R. pictipes, R. neglectus, Triatoma sordida). A su vez, los palmares son los biotopos originales de varias de estas especies y pueden desempeñarse como centros de dispersión hacia el peridomicilio, como los corrales de aves y hábitats artificiales, incluida la vivienda humana.
      En Corrientes, Argentina, T. sordida se halló colonizando 55 palmas de Butia yatay  y de Acrocomia aculeata en porcentajes elevados (90.9%)5. También se comprobó su presencia en corrales de aves, en 31 viviendas urbanas de la ciudad de Corrientes y en tres viviendas rurales de San Luis del Palmar y San Miguel, lo que refleja su tendencia a invadir el domicilio6-8. En Colonia Laurel, San Roque, el índice de infección por T. cruzi (29.1%) verificado en T. sordida señala que la especie desempeña un rol fundamental en el mantenimiento del ciclo silvestre del parásito5,9. Lo antes expuesto justificó la realización de un relevamiento entomológico en las viviendas que circundan al palmar de B. yatay en Colonia Laurel.
      El objetivo del presente trabajo fue conocer si Triatoma infestans y/o T. sordida colonizan la vivienda humana y el peridomicilio y estimar la prevalencia humana de individuos serorreactivos al T. cruzi.

Materiales y métodos

Area de estudio. La investigación se llevó a cabo en primavera de 1998 y en verano de 1999 en Colonia Laurel, Departamento San Roque, Corrientes, Argentina (28° 28’S y 58° 26’W) (Fig. 1). La zona pertenece al Distrito Oriental Húmedo de la Provincia Fitogeográfica Chaqueña, caracterizada por llanuras y sierras de poca elevación. El clima es de tipo continental y las lluvias estivales llegan hasta 1200 mm anuales en el extremo este10.


Fig. 1
.- Ubicación geográfica del área de estudio: 1) Departamento San Roque, 2) Colonia Laurel, Corrientes, Argentina

      Relevamiento de las viviendas próximas al palmar. Se realizó un relevamiento de las viviendas, registrándose las distancias de cada una de ellas al palmar. Mediante encuestas a los jefes de familia se obtuvo información acerca del lugar de nacimiento de sus integrantes, edad, actividad laboral, número de personas residentes, migraciones, nivel de escolaridad y conocimiento sobre la infección chagásica y los triatominos.
      Evaluación entomológica. Para la búsqueda de triatominos se utilizó el método activo de captura/ hora/ hombre, consistente en la exploración exhaustiva de una vivienda, realizada por dos personas durante 30 minutos. Las viviendas se rociaron previamente con tetrametrina al 0.2% con acción desalojante de los triatominos. Asimismo se utilizaron bio-sensores como método pasivo11. Los sensores María se revisaron cada 6 meses y se consideraron positivos aquellos que presentaban rastros fecales, huevos, exuvias y ejemplares vivos o muertos.
      Colecta y análisis de triatominos. Se colectaron triatominos vivos, muertos y exuvias en recipientes de plástico rotulados, con papel de filtro plegado en su interior y se trasladaron al laboratorio. Se identificaron según especie, sexo y estado de desarrollo mediante claves12, 13.
      Las heces de los triatominos, obtenidas por presión abdominal, se diluyeron 1:1 en solución salina de cloruro de sodio al 0.85% y se colocaron entre porta y cubreobjetos, observándose al microscopio (400X) para confirmar la presencia de tripanosomas.
      Identificación del Trypanosoma cruzi. Para la identificación de los tripanosomas fecales como T. cruzi se utilizaron criterios morfológicos14 y la técnica de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Para la amplificación del ADN se utilizó un par de oligonucleótidos: cebadores específicos para T. cruzi (TCZ)15, 16.
      Evaluación serológica. El muestreo serológico se llevó a cabo a pobladores voluntarios de ambos sexos, en el caso de menores se contó con el consentimiento de sus padres. La extracción sanguínea se realizó por punción venosa y la sangre se colectó en tubos de ensayo de 10 ml. Las muestras se mantuvieron a temperatura ambiente y en laboratorio se separaron los sueros, conservándose a –20°C hasta su procesamiento.
      El diagnóstico de la infección chagásica se llevó a cabo mediante las pruebas de hemaglutinación indirecta (HAI)17 e inmunofluorescencia indirecta (IFI)18. Los títulos diagnósticos fueron > 1/32 para ambos test. Se consideraron positivos los pobladores cuyos sueros reaccionaron a dos pruebas serológicas. Los sueros con resultados discordantes se analizaron por la prueba de aglutinación directa19.
      En el tratamiento estadístico de los datos referentes al porcentaje de pobladores infectados según grupos de edad se utilizó la prueba de c2 a un nivel de significación del 5%20.

Resultados

Indice de infestación. Identificación de los triato-minos.Se evaluaron 16 viviendas localizadas en el área circundante al palmar. El índice de infestación global fue de 81.2% (13/16); en 12 domicilios (75.0%) se constató la presencia de T. infestans, destacándose que en una de ellas convivia con T. sordida. Un domicilio estaba infestado solamente por T. sordida.
      Se colectó un total de 122 ejemplares vivos de T. infestans. Se hallaron todos los estados de desarrollo cuya composición se presenta en la Tabla 1. El mayor número de individuos capturados por casa fue 43 y el menor fue uno (mediana = 4.5), constituyendo los huevos el 62.2% de la colecta. También se detectaron 74 individuos muertos (huevos, diferentes estadios ninfales y adultos). Las exuvias y corion totalizaron 121.

TABLA 1.- Población viva de Triatoma infestans colectada en las viviendas circundantes al palmar. Colonia Laurel, Departamento San Roque, Corrientes. Argentina, 1998-1999

      En una de las viviendas infestadas por T. sordida, cuyas paredes estaban construidas con frondas y troncos de palmas, se colectaron dos hembras y en la otra se hallaron dos corion.
      En el análisis de los biosensores no se observaron manchas fecales, ejemplares vivos o muertos, ni exuvias de triatominos.
      Índice de infección natural por Trypanosoma cruzi. De los 30 individuos de T. infestans analizados por observación directa al microscopio y PCR (24.5% de los 122 ejemplares colectados) se confirmó la presencia de T. cruzi en cinco, por lo que el índice de infección fue 16.7%. Asimismo, una hembra de T. sordida capturada en una palma localizada en un corral resultó infectada por T. cruzi .
      Caracterización y localización de las viviendas. La vivienda más cercana al palmar estaba situada a 30 m y la más lejana a 1000 m, la distancia media fue de 151.7 m. De las 16 viviendas relevadas cinco (31.3%) tenían paredes de “chorizo”  (material resultante de la mezcla de tierra, arena y agua, a la que puede agregarse pasto, junco, abono, etc.; troncos de especies nativas actúan como soporte). Algunas paredes estaban combinadas con caña, paja, hojas y troncos de palmeras, otras seis (37.5%) eran de madera. En otras dos las paredes externas eran de chapa de cartón y la interna de paja o de paja y caña y en las tres casas restantes (18.8%) las paredes estaban construidas con frondas de B. yatay y troncos de eucalipto.
      Los techos de seis viviendas (37.5%) eran de paja, como elemento único (n= 4) o combinada con especies vegetales autóctonas (n= 2). En otras seis viviendas los techos eran de chapas de cartón y en las cuatro restantes eran de zinc (25.0%).
      Tratamiento de las viviendas con insecticidas. Dos viviendas (12.5%) fueron fumigadas por el Servicio Nacional de Chagas en la década del 80. En cambio 11 (68.8%) fueron rociadas por Agentes de Salud Rural con piretroides sintéticos al menos en una oportunidad, entre 1995 y 1998, es decir con anterioridad a la evaluación entomológica.
      Detección de triatominos en estructuras perido-mésticas. De las 16 viviendas exploradas seis tenían peridomicilios (37.5%), la mayoría habitados por aves. Los anexos presentaban paredes de troncos de especies nativas y de tablones de eucalipto y en algunos casos tenían techos de chapas de cartón.
      Se analizaron dos gallineros, dos corrales de cerdos, un anexo al dormitorio y un árbol de eucalipto. En dos peridomicilios (33.3%) se hallaron ejemplares de T. sordida: a) en un corral de cerdos donde se capturó una hembra infectada por T. cruzi y b) en un árbol de eucalipto que hacía las veces de gallinero, en el cual se colectaron cuatro T. sordida vivas (una ninfa de primer estadio, dos ninfas de quinto estadio y un macho) no infectadas. En el otro gallinero se encontraron huevos eclosionados de T. infestans.
      Factores socioeconómicos y culturales. Los resultados de la encuesta revelaron que nueve jefes de familia (56.3%) se dedican fundamentalmente a actividades relacionadas a la agricultura, el resto trabaja como peón rural. La comunidad se caracteriza por una economía de subsistencia, en la que impera la limitación y pobreza de los pequeños productores y la dificultad para vender los productos. El nivel de escolaridad de los niños y adolescentes es relativamente bajo y no todos concluyen el ciclo primario. No obstante, en ocho de las viviendas al menos alguno de los menores lee y escribe. Entre los mayores se verificó que un 30.0% (9/30) de los padres no sabe leer ni escribir, resultado que puede estar subestimado, ya que existe cierta inhibición para admitirlo. El conocimiento de los pobladores adultos y jóvenes acerca de la enfermedad de Chagas y del principal vector doméstico es insuficiente o nulo.
      En seis de las 12 viviendas infestadas por T. infestans se registró la presencia de un portador chagásico como mínimo y de seis como máximo.
      En las viviendas negativas a triatominos (3/16) se constató que, al menos uno de sus habitantes seropo-sitivos, había vivido anteriormente en unidades domiciliarias colonizadas por T. infestans. En el 12.5% de las viviendas se verificó que algunos portadores chagásicos habían migrado desde el área de estudio (Corrientes) hacia otras áreas endémicas para Chagas.
      Prevalencia de seropositivos. La población total censada en las viviendas fue de 113, cuyas edades oscilaron entre 1 y 87 años. El 77.9% (n= 88) se analizó serológicamente. La prevalencia global de pacientes serorreactivos al T. cruzi fue de 26.1% (23 casos).
      En la Tabla 2 se presentan los porcentajes de prevalencia humana, discriminados por grupos etarios. En la clase de edad 0-10 años un 10.8% eran infectados y entre los 11-20 años la prevalencia fue de 29.1%. En las edades comprendidas entre 11-40 años se verificaron porcentajes que oscilaron entre el 25.0 y 29.0%, mientras que en los pobladores de más de 40 años ascendió al 66.6%, es decir que la seropositividad aumentó con la edad. Se observaron diferencias significativas en la proporción de seropositivos entre los grupos de 0-10 años y los mayores de 40 años (c2 = 12.416; gl = 1; P< 0.001).

TABLA 2.- Población analizada serológicamente según grupo de edad y serorreactivos en cad grupo etáreo. Colonia Laurel, Departamento San Roque, Provincia de Corrientes. Argentina 1998-1999

      En los infectados, discriminados según género, se registraron valores similares: 52.1% (12/23) para las mujeres y 47.8% (11/23) para los varones; no observándose diferencias significativas (c2= 0.02; gl = 1; P>0.05).
      En los tests de HAI y de IFI la mediana de los títulos resultó 1/512 y 1/256 respectivamente. El menor título obtenido para ambas pruebas fue 1/32, mientras que el máximo fue 1/1024 para la HAI.

Discusión

La colonización por T. infestans de las viviendas localizadas en las proximidades del palmar, fue mayor que la verificada en otras áreas rurales de la provincia como San Luis del Palmar, San Miguel, Empedrado y Concepción6, 8, 21, 22. Si bien las unidades domiciliarias habían sido rociadas con piretroides por Agentes de Salud Rural durante los 3-4 años anteriores a la realización del presente estudio, se verificó reinfestación, posiblemente debido a la carencia de un programa con una fase de ataque integral y de vigilancia entomológica sistemática. Se constató la presencia de hembras de T. sordida en dos viviendas.
      La población viva de T. infestans y el número elevado de ejemplares muertos y exuvias, son indicadores de una importante infestación actual, pero de antigua data. Se comprobó el predominio de huevos y del estado adulto (más hembras que machos), seguido de las ninfas de primer estadio, composición concordante con la estructura poblacional característica de las estaciones climáticas en las que se llevaron a cabo los muestreos.
      En un domicilio, localizado a 70 m de la palma más próxima, cuyas paredes y techo estaban construidos con las frondas y troncos de B. yatay, se verificó la coexistencia de T. infestans y de T. sordida. Este hecho indica la dispersión de la última especie o el transporte pasivo llevado a cabo por el hombre al construir su vivienda, en coincidencia con lo citado para R. prolixus23, 24. Se comprobó también que en Mambaí, Brasil, T. sordida coloniza viviendas rurales y urbanas e incluso que T. infestans y T. sordida convivían en los mismos ecotopos25.
      Se constató en T. infestans un moderado índice de infección por T. cruzi, menor que los registrados en otras zonas de la provincia6, 8, 21, 22.
      Las características de las viviendas del área de estudio no responden a un modelo único, dada la heterogeneidad observada en la constitución de las paredes y de los techos, marcada especialmente por los materiales acompañantes que aparecen junto a los elementos primarios.
      La presencia de una hembra de T. sordida infectada en un corral de cerdos, con un ejemplar de B. yatay en su interior, sugiere que la hembra adquirió el parásito a partir de los visitantes ocasionales a la palma que actúan como reservorios, entre los que se citan a los marsupiales y roedores principalmente.
      En el área estudiada, el peridomicilio (gallineros y corrales abiertos y con cercos de troncos separados) está sometido a una gran presión antrópica y no presenta la estabilidad y compleja estructura de los anexos de otras áreas endémicas del país, tales como los corrales de enramada o los gallineros de paredes de adobe26-29. Por lo tanto, el peridomicilio juega un papel menor en la transmisión de la tripanosomiasis, ya que no ofrece refugios adecuados para la colonización por triatominos.
      Si bien el número de hallazgos de T. sordida en la vivienda fue bajo, la detección de huevos eclosionados en la cama de un morador y de hembras en otra vivienda indican que esta especie invade el domicilio generando un importante riesgo epidemiológico para el hombre.
      La prevalencia global de seropositivos al T. cruzi es elevada en el área de estudio; su valor superó al verificado en los departamentos de San Luis del Palmar6 y San Miguel8, no así al de Empedrado21 y Concepción22.
      En el grupo de edad de mayor riesgo de transmisión del T. cruzi (0-10 años) se obtuvo un valor importante y fue mayor al registrado en otros departamentos de la Provincia de Corrientes, Argentina6.
      Las tasas de seropositividad en niños y adolescentes indicarían una transmisión activa del T. cruzi en el presente. En el intervalo de 11-20 años se observó un gran incremento respecto al de 1-10 años, en coincidencia con lo comprobado en regiones de alta endemicidad como Guanaco Muerto, Córdoba29. Asimismo, el 21.4% de niños < 4 años (3/14), resultaron infectados, lo que indica que el riesgo de transmisión es alto en la primera infancia.
      En familias numerosas se hallaron individuos no reactivos al T. cruzi, no obstante un permanente contacto con T. infestans infectada por el parásito, situación ya observada en otras regiones de Argentina, Brasil y Venezuela30-32.
      La presencia de T. infestans parasitada, de portadores chagásicos y las condiciones socioeconómicas y culturales entre las que se cita la transitoriedad en que se desenvuelve la vida de los pobladores, serían las responsables del mantenimiento de la endemia chagásica en Colonia Laurel, Departamento de San Roque.
      Se concluye que la implementación de medidas de manejo ambiental es prioritaria ya que podrá interferir en el proceso de invasión de los vectores secundarios al ambiente antrópico, eliminando de esa manera el riesgo de transmisión del T. cruzi al hombre.

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Recibido: 11-08-2004
Aceptado: 3-01-2005

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