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Medicina (Buenos Aires)

versión impresa ISSN 0025-7680versión On-line ISSN 1669-9106

Medicina (B. Aires) v.65 n.3 Buenos Aires mayo/jun. 2005

 

Colonización por estreptococo beta hemolítico del grupo b durante el embarazo y prevención de enfermedad neonatal

José Sad Larcher1, Florencia Capellino1, Roxana De Giusto1, Claudia Travella1, Fabián Gómez Balangione1, Gustavo Kreiker1, Hernán Prats Cardona1, Abel Zárate2, Mario Vilaro3, Daniela Hernández3, Guillermo Ruiz Orrico1

1Servicio de Ginecología y Obstetricia, 2Servicio de Infectología, 3Laboratorio de Microbiología, Hospital Privado de Córdoba

Dirección postal: Dr. José Sad Larcher, Colombia 36, Barrio Nueva Córdoba, 5000 Córdoba, Argentina. Fax: (54-351) 4688892, e-mail: josesad@hotmail.com

Resumen
El estreptococo beta-hemolítico del grupo B (SGB) es uno de los principales agentes causantes de sepsis neonatal precoz. La mortalidad de los afectados oscila entre el 6 y el 20%, y la tasa de secuela neurológica llega al 30%. En 1996 el Centro de Prevención y Control de Enfermedades de Atlanta, el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos y la Academia Americana de Pediatría sugirieron en consenso que el personal de atención de salud materna-neonatal debía adoptar una estrategia para la prevención de la sepsis por este germen. Los objetivos del presente trabajo prospectivo fueron determinar el porcentaje de colonización por SGB en las pacientes gestantes asistidas del 1° de julio de 2001 al 31 de diciembre de 2002 e implementar un programa de prevención de sepsis neonatal precoz por SGB a través de profilaxis antibiótica intraparto basado en cultivos. Sobre 1756 pacientes, se realizaron cultivos con hisopado vaginal y anal a 1228 (69.9%). El porcentaje de colonización materna por SGB fue del 1.4% (17 pacientes). Se presentó un caso de sepsis neonatal compatible con SGB (0.6‰) en una madre con cultivo negativo. Sólo una paciente portadora de SGB presentó factores de riesgo. Los resultados nos sugieren continuar con la estrategia de prevención basada en cultivos debido a que la mayoría de las pacientes colonizadas no presentaron factores de riesgo. Son necesarios estudios de relación costo-beneficio en nuestro medio para definir si esta estrategia de prevención es aplicable a la realidad sanitaria argentina.

Palabras clave: Estreptococo grupo B, Streptococcus agalactiae, Sepsis neonatal, Embarazo

Abstract
Group B streptococcus colonization during pregnancy and prevention of early onset of disease.  Group B Streptococcus (GBS) is the most frequent cause of early onset of neonatal sepsis. Case-fatality rate is 6-20% for newborns. Neurological sequel occurs in 30% of survivors. In 1996, the Centers for Disease Control and Prevention (CDC), the American College of Obstetricians and Gynecologists, and the American Academy of Pediatrics recommended that obstetrics providers should adopt either a culture-based or a risk-based approach for the prevention of this disease. The aim of this prospective study was to determine the colonization rate of GBS in our population of pregnant women between July 1st 2001 and December 31st 2002, and to introduce a culture-based strategy to prevent early onset neonatal GBS disease. From a population of 1756 pregnant women, 1228 were screened with rectal and vaginal swabs (69.9%). Maternal colonization rate was 1.4% (17 patients). There was one case of early-onset neonatal sepsis consistent with GBS disease (0.6‰) in a patient with negative cultures. From the colonized patients, only one presented risk factors. Because most of the colonized women did not present intrapartum risk factors, the results of this study suggest that the culture-based approach should be used for the prevention of early-onset GBS disease in our population. Cost-benefit studies are needed in our country to determine if this prevention strategy is able to be implemented in all the settings of Argentina.

Key words: Group B streptococcus, Streptococcus agalactiae, Neonatal sepsis, Pregnancy

      El estreptococo beta-hemolítico del grupo B (SGB) es uno de los principales agentes patógenos causantes de sepsis neonatal precoz1. Este coco Gram positivo causa enfermedad invasiva en neonatos, mujeres embarazadas y en adultos con enfermedades predisponentes (ej.: diabetes mellitus).
      En la mujer gestante el tracto gastrointestinal es el principal reservorio del germen, seguido por el aparato genitourinario. Las tasas de colonización varían en los diferentes grupos étnicos, áreas geográficas y edad. No varían entre mujeres embarazadas y no embarazadas. Durante la gestación y puerperio puede causar infección urinaria, amnionitis, endometritis e infección de herida quirúrgica. El germen puede también traspasar las membranas ovulares intactas, y se lo ha relacionado con muerte fetal y parto pretérmino.
     
En el neonato la enfermedad se presenta usualmente como sepsis, neumonía o meningitis, y aproximadamente el 25% de los casos se produce en prematuros. En el 80% de los recién nacidos se manifiesta antes de los 7 días de vida (enfermedad neonatal precoz), adqui-riéndose el microorganismo durante el trabajo de parto o nacimiento (transmisión vertical). La forma tardía de la enfermedad  se presenta después de los 7 días de vida, y puede ser resultado de la adquisición del germen por transmisión vertical, infección adquirida desde la comunidad o infección nosocomial. La letalidad por este germen oscila actualmente entre el 6 y el 20% de los neonatos afectados, dependiendo en gran medida de la calidad de cuidados neonatales disponibles. La tasa de secuela neurológica a largo plazo llega al 30% en los que sobreviven a la enfermedad1-3.
     
Desde su reconocimiento como patógeno prevalente en la década de 1970, los estudios realizados fueron aportando datos sobre colonización materna, incidencia de afección neonatal, sensibilidad a los antibióticos y eficacia de las guías clínicas de prevención1-6.
     
En 1996 el Centro de Prevención y Control de Enfermedades de Atlanta (CDC), el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) y la Academia Americana de Pediatría (AAP) sugirieron en consenso que todos los proveedores de atención de salud materna-neonatal debían adoptar una estrategia de prevención de la sepsis neonatal precoz por este germen. Las dos estrategias propuestas implicaban la administración de profilaxis antibiótica intraparto para prevenir la transmisión vertical. En una de las estrategias se administraría antibióticos a las pacientes que presentaran factores de riesgo intraparto; en la segunda recibirían antibióticos las pacientes colonizadas por SGB, detectadas a través de cultivos sistemáticos en toda la población de mujeres gestantes1-3. En el año 2002 a partir de los resultados del trabajo publicado por Schrag et al., el CDC emitió nuevas recomendaciones, sosteniendo que la estrategia a adoptar debe ser la basada en cultivos5-9.
     
Ante la ausencia de datos sobre prevalencia de colonización por SGB en las pacientes gestantes en nuestro medio se desarrolló el presente trabajo. El objetivo primario fue determinar la proporción de pacientes colonizadas en la población de gestantes atendidas en nuestra institución. Como objetivo secundario se implementó una estrategia de prevención de sepsis neonatal precoz a través de profilaxis antibiótica intraparto basada en cultivos, de acuerdo a las recomendaciones de las organizaciones de salud mencionadas.

Materiales y métodos

Población y diseño: entre el 1° de julio de 2001 y el 31 de diciem-bre de 2002 se realizó identificación sistemática de pacientes portadoras de SGB y se instauró un programa de profilaxis anti-biótica intraparto para SGB en la población de mujeres embarazadas controladas en el Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Privado Centro Médico de Córdoba, Argentina.
      Los datos se recolectaron prospectivamente. Se confeccionó para cada paciente una ficha con la siguiente información: nombre, número de historia clínica, edad, antecedentes gineco-obstétricos, edad gestacional al realizar el cultivo, resultado del mismo, detección de SGB en urocultivo, antecedentes de sepsis neonatal en gestas previas, edad gestacional al nacimiento, vía de parto, profilaxis antibiótica realizada, reacción adversa al antibiótico, datos neonatales, evolución y complicaciones materno-neonatales.
      Se adaptaron las guías emitidas por el CDC en 1996, tanto para la realización de los cultivos como para la instauración de profilaxis antibiótica intraparto1.
      Toma de cultivos: se realizó hisopado ano-rectal y de introito vaginal a toda paciente embarazada entre la semana 35 y 37 de gestación, con hisopos de algodón individuales y estériles. Las muestras se enviaron a laboratorio en tubos de ensayo separados con rótulo de identificación. No se utilizó medio de transporte ya que el envío al laboratorio y el procesamiento fue inmediato a la toma de las mismas en consultorio. No se realizó urocultivo sistemático en la población estudiada. Este último se realizó sólo en pacientes con sospecha de infección del tracto urinario.
      Procesamiento de la muestra: a todas las muestras se les realizó suspensión en solución fisiológica estéril, examen en fresco, coloración de Gram y siembra en placas de medio base sangre (Oxoidâ) adicionado con un 5% de sangre de carnero incubadas a 35-37°C durante 18-24 hs. Simultáneamente se colocaron los hisopos en medio de cultivo líquido de enriquecimiento selectivo caldo cerebro corazón (Oxoidâ) suplementado con 10 µg/ml de colistina. Luego de 18-24 hs de incubación a 35-37 °C se realizaron subcultivos en placas de agar sangre de carnero al 5% y las colonias sospechosas fueron sub-cultivadas e identificadas. Las placas de los subcultivos fueron reincubadas y controladas diariamente durante 5 días antes de ser descartadas como negativas.

      Las pruebas utilizadas para la  identificación de SGB fueron: coloración de Gram, catalasa, prueba de CAMP, hidró-lisis de la esculina en presencia de bilis, pyrrolidonil amino-peptidasa e hidrólisis del hipurato.
     
Implementación de la profilaxis antibiótica: el detalle de la implementación antibiótica se presenta en la Fig. 1. Las pacientes con el antecedente de enfermedad por SGB en un recién nacido de una gestación previa deben recibir siempre profilaxis intraparto, por lo que en ellas el cultivo se realizó sólo con fines epidemiológicos.

Fig. 1.– Algoritmo para la instauración de profilaxis antibiótica intraparto basado en cultivos prenatales (Adaptado del Centro de Prevención y Control de Enfermedades, Atlanta 1996)1. SGB: estreptococo β hemolítico, grupo B.

      Todas las pacientes identificadas como portadoras de SGB por cultivo anal y/o vaginal recibieron profilaxis antibiótica in-traparto, excepto aquellas sometidas a cesárea programada sin mediar trabajo de parto o ruptura de membranas. Las pacientes colonizadas por SGB no fueron tratadas con antibióticos durante el embarazo, a menos que presentaran bacteriuria sintomática o asintomática detectada por urocultivo. Estas pacientes tuvieron también indicación de profilaxis intraparto.
      En los casos en los que el cultivo no fue realizado o se desconocía su resultado, se evaluó la presencia de factores de riesgo intraparto predefinidos para la administración de la profilaxis. Estos fueron: edad gestacional menor a 37 semanas, fiebre mayor a 38 °C y ruptura de membranas de más de 18 hs. La presencia de cualquiera de ellos implicaba la administración de antibióticos intraparto.
      El régimen antibiótico de elección fue ampicilina endove-nosa (EV), 2 g iniciales y luego 1 g cada 4 hs. En pacientes alérgicas a penicilina se administró clindamicina EV, 900 mg cada 8 hs. Se consideró óptimo que la paciente recibiera la primera dosis de antibiótico como mínimo 4 hs antes del parto, aunque éste era administrado aun ante parto inminente. La administración del mismo continuó hasta 24-48 hs post-parto.
      Definiciones: se definió como parto prematuro a los nacimientos de edad gestacional menor a 37 semanas. Se denominó período intraparto al tiempo transcurrido entre el comienzo del trabajo de parto o ruptura de membranas y el nacimiento; en el caso de parto por cesárea fue el período entre la internación y la ligadura del cordón. Paciente portadora o colonizada por SGB fue toda mujer en que se aisló el SGB de los cultivos realizados.
      Procesamiento estadístico: se aplicó el test de t de Student para variables continuas (datos no pareados); y prueba de Chi Cuadrado para comparación de valores porcentuales. Se consideró significativa una p < 0.05. Se utilizó el programa Stat View V 4.5.

Resultados

En el período mencionado se asistieron 1756 partos en el Hospital Privado Centro Médico de Córdoba. Nacieron 1784 neonatos (22 gemelares dobles, 3 gemelares triples). Las características generales de la población se presentan en la Tabla 1. De las pacientes asistidas, se realizaron  cultivos a 1228 (69.9%). En el porcentaje restante el cultivo no se llevó a cabo por distintos motivos, en general por realizarse el parto antes de la edad gestacional indicada para el cultivo u omisión médica. Resultaron positivos los cultivos de 17 pacientes (16 durante el embarazo y 1 postparto). La proporción de colonización materna por SGB fue del 1.4%. La comparación entre el grupo de pacientes con cultivo positivo y aquel con cultivo negativo se presenta en la Tabla 2.

TABLA 1.– Características generales de las pacientes gestantes del Hospital Privado Centro Médico de Córdoba

TABLA 2.– Características de las pacientes con cultivo positivo y negativo al estreptococo beta hemolítico del grupo B (SGB)

      Se presentó un caso de sepsis neonatal por SGB. La tasa de enfermedad precoz por SGB fue de 0.6‰. El cultivo preparto realizado a la madre del neonato en la semana 37 de gestación fue negativo, produciéndose el parto dos semanas después. El cuadro clínico del recién nacido fue neumonía y sepsis precoz compatible con la producida por SGB, no aislándose ningún germen en los cultivos realizados al niño. Un segundo cultivo materno anal posparto resultó positivo para SGB. La evolución del niño fue favorable, siendo dado de alta sin secuelas. La evolución materna posparto fue sin complicaciones.
     
De las 16 pacientes con cultivo positivo en la gestación, 9 tuvieron parto vaginal y 3 cesárea realizada durante el trabajo de parto. Todas ellas recibieron profilaxis antibiótica intraparto. Las 4 pacientes restantes fueron sometidas a cesárea programada sin mediar trabajo de parto ni ruptura de membranas, y 3 de ellas recibieron antibiótico profilaxis a pesar de no estar indicado por protocolo. En esos 3 casos las pacientes solicitaron recibir antibióticos aun ante la explicación médica de que no era necesario. La restante constituye la única paciente con cultivo positivo que no recibió antibióticos, respetándose el protocolo. La evolución de todas estas madres y neonatos fue sin complicaciones.
     
Del grupo de pacientes en que no se realizó el cultivo y presentaron factores de riesgo (97 pacientes), se administró antibióticos al 72.2% (70 pacientes).
     
Solo una paciente portadora de SGB presentó un factor de riesgo (ruptura de membranas mayor de 18 hs).
     
En total recibieron antibióticos intraparto 85 pacientes (4.8% de la población asistida). De ellas recibieron ampicilina 82 pacientes (96.5%) y las restantes clin-damicina. El tiempo entre la primera dosis de antibiótico y el nacimiento fue en promedio 7 hs 37 min, con un rango de 3 a 16 hs.
     
El sitio de obtención de los cultivos positivos fue en 5 pacientes la muestra anal, en 5 la vaginal y en 6 ambas. En una paciente no se pudo determinar el sitio de origen de la muestra positiva.
     
No se presentó ninguna reacción adversa a los antibióticos administrados. No se presentó ningún caso de sepsis neonatal por otros gérmenes en niños de madres que recibieron antibióticos intraparto. No se presentaron complicaciones infecciosas maternas en las pacientes portadoras de SGB.

Discusión

El porcentaje de colonización materna por SGB encontrado en nuestra serie (1.4 %) es relativamente bajo comparado a otras poblaciones del mundo (entre el 10 y el 30%)1, 10-15. Se encontró un solo trabajo realizado en Argentina, que informa una prevalencia de colonización del 3.2%16. Esta cifra es comparable a la encontrada en nuestra población. El bajo porcentaje de pacientes de edad menor a 20 años y la infrecuente presencia de factores de riesgo intraparto, sugieren diferencias poblacionales con otros países, y son posible explicación para estos hallazgos5.
     
En relación a la tasa de sepsis precoz por SGB, en EE.UU., antes de la implementación de las guías de prevención (año 1990) era del 1.8‰1. En ese mismo país, durante el año 1999, cayó al 0.7‰ para recién nacidos afroamericanos, 0.5‰ para hispánicos y 0.3‰ para blancos17. En nuestra población, para el período evaluado fue de 0.6‰ a pesar de la diferencia en la tasa de colonización materna. La tasa similar de sepsis neonatal en estas poblaciones con cifras diferentes de colonización materna se explica porque el riesgo de desarrollo de enfermedad de los neonatos de madres colonizadas es variable1, 13. No existen registros sistemáticos de incidencia de la enfermedad en nuestra población con anterioridad a este estudio, por lo tanto la variación en la tasa de enfermedad precoz por SGB no pudo ser analizada.
     
En cuanto a la eficacia de las estrategias de prevención, numerosos trabajos han demostrado que la forma precoz de enfermedad neonatal por SGB puede ser prevenida en un alto porcentaje de casos con la administración de antibióticos durante el trabajo de parto. Es importante aclarar que aun implementado en forma correcta, ningún sistema previene el 100% de los casos, debido a que la eficacia estimada para la profilaxis antibiótica es de alrededor del 86%1, 17-20. La recomendación emitida por el CDC en 1996 sostenía que la indicación de profilaxis antibiótica intraparto podía hacerse a partir de dos estrategias, una basada en factores de riesgo, la otra basada en cultivos durante el embarazo1. En el año 2002 el CDC modificó la recomendación sugiriendo la implementación de la estrategia basada en cultivos6. Según lo publicado por Schrag et al., la capacidad de prevención de esta última, en comparación a la de factores de riesgo, sería cercana al doble (RR de enfermedad precoz: 0.46 -IC 95%: 0.36 a 0.60)5. Esto se explica porque dos tercios de las madres cuyos neonatos cursan sepsis precoz por SGB no presentan factores de riesgo5. En nuestro trabajo, sólo una paciente de las 16 que presentaron cultivo positivo preparto presentó también factores de riesgo que hubieran significado indicación de profilaxis antibiótica. Esto significa que la mayoría de las pacientes colonizadas (93.7%) no hubieran tenido oportunidad de recibir profilaxis basándose en esa estrategia.
      Con respecto al único caso de enfermedad precoz atribuible a SGB en nuestra serie, este se presentó en el neonato de una paciente cuyo cultivo preparto fue negativo para el germen, y que no presentó factores de riesgo. Se realizó un nuevo cultivo materno postparto, el cual fue positivo. Esto puede deberse tanto a un falso negativo, como a una colonización materna posterior al primer cultivo. Ambas situaciones están descriptas en la literatura1.
      En lo que se refiere a la adhesión a los protocolos propuestos, sobre el total de población asistida se realizaron cultivos al 69.9% de las pacientes. Fueron tratadas con antibióticos intraparto todas las pacientes con indicación por cultivos positivos preparto. Otros autores informan adhesión a la profilaxis por cultivos positivos sensiblemente inferiores (84 a 89%), debidas principalmente a omisión médica5, 19. Cuatro pacientes con cultivos positivos fueron sometidas a cesárea programada por indicación obstétrica, sin mediar trabajo de parto o ruptura de membranas. De ellas, 3 recibieron profilaxis en contra de lo estipulado por protocolo. En otros trabajos, hasta un 5% de la población recibió antibióticos sin indicación precisa5. Del grupo de pacientes sin cultivo con factores de riesgo (97 pacientes), se administró antibióticos al 72.2% (70 pacientes). Este porcentaje es superior al publicado en otras series (61%)5. Estos datos demuestran un alto grado de adhesión al protocolo en lo que respecta a indicación de profilaxis antibiótica.
      En lo que respecta a la tasa de uso de antibióticos, el 4.8% del total de pacientes asistidas recibió antibióticos (85 pacientes), porcentaje sensiblemente inferior al publicado en trabajos similares (alrededor del 30%)5. Esto se mantiene después de incorporar las pacientes que no recibieron antibióticos a pesar de tener la indicación (6.2%). Lo referido se explica principalmente por nuestra baja prevalencia de colonización.
      En lo relativo al sitio de obtención de los cultivos positivos, el germen se aisló de la muestra anal en el 31.25% de los casos, de la vaginal en el 31.25% y en ambas simultáneamente en el 37.50% restante. Esto confirma que ambas muestras son necesarias para hacer óptima la determinación de colonización21.
      Acerca de la posibilidad de que el uso difundido de los antibióticos aumente la incidencia de sepsis por otros gérmenes, la literatura al respecto es controvertida. Algunos autores informan haber hallado aumento en su incidencia, mientras que otros informan lo contrario22-25. En este trabajo no se presentaron sepsis neonatales por otros gérmenes en el grupo que había recibido profilaxis antibiótica. Es necesario mantener la vigilancia epidemio-lógica con respecto a esta posibilidad.
      Concluimos que la colonización materna por SGB en nuestra población es baja (1.4%). La enfermedad neonatal precoz por SGB constituye un problema de salud materno-neonatal prevenible. En el presente trabajo solo el 6.2% de las pacientes con cultivo positivo presentaron factores de riesgo. Estos resultados nos sugieren continuar con la estrategia de prevención basada en la detección bacteriológica. Son necesarios estudios de relación costo-beneficio en nuestro medio para definir si esta estrategia de prevención es aplicable a la realidad sanitaria argentina.

Agradecimientos: El presente trabajo no hubiera podido ser realizado sin el esfuerzo y la colaboración permanente de los Médicos y Residentes del Servicio de Ginecología y Obstetricia, los Médicos del Servicio de Infectología y el personal del Laboratorio de Microbiología del Hospital Privado de Córdoba. A todos ellos muchas gracias.

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Recibido: 29-06-2004
Aceptado: 8-02-2005

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