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Medicina (Buenos Aires)

Print version ISSN 0025-7680On-line version ISSN 1669-9106

Medicina (B. Aires) vol.67 no.2 Buenos Aires Mar./Apr. 2007

 

Marker. Robin Cook. New York: Berkeley, 2006,468 pp (Traducción castellana: ADN. Buenos Aires: Plaza & Janés, 2006)

George Orwell, en un ensayo de 1942, considera a Rudyard Kipling un buen mal poeta, y a Orwell debemos la calificación de una variedad de poesía como buena mala poesía. ¿Qué es la buena mala poesía? "Aquella capaz de dar verdadero placer a personas que pueden ver claramente que es lo que está mal en ellas". La buena mala poesía tiene, por otra parte, virtudes, entre ellas la de ser capaz de llegar a todos: "Un buen mal poema es un elegante monumento a lo obvio. Registra en una forma memorable -porque el verso es un artificio nemotécnico, entre otras cosas- emociones que casi cualquier ser humano puede compartir".
De la misma manera que hay una buena mala poesía, hay, en prosa, buenos malos libros, título de otro ensayo de Orwell, este de 1945, donde dice que Chesterton llamó buenos malos libros a aquellos que no tienen pretensiones literarias pero que permanecen legibles cuando libros más serios perecieron. La existencia de buena mala literatura, el hecho que uno pueda entretenerse y aun conmoverse con un libro que nuestro intelecto se niega a tomar en serio, es un recordatorio de que el arte no es la misma cosa que la cerebración. Orwell, tras estas consideraciones, declara que no conoce una prueba literaria estricta que muestre donde reside la superioridad de algunos libros sobre otros. Repasamos, y agregamos de nuestra cosecha: buenos malos libros son aquellos capaces de dar placer, de agarrar al lector sin soltarlo hasta llegar a la última página, que lo inducen a consultar otros libros, y más aún, a comentarlos y recomendarlos a quien se ponga a tiro, y esto pese a haberse dado cuenta de sus debilidades y de todas las mañas que el autor usó para atraparlo y retenerlo. Ejemplos: El código Da Vinci, Papillon, La historia de San Michele. El tiempo se encarga de hacernos distinguir un buen libro, de un buen mal libro, de su opuesto, un mal buen libro -variedad señalada por Stephen Bayley- y de un mal libro, de cualquier género.
Este comentarista se arriesgará a calificar Marker como un buen mal libro, que, a diferencia de otros buenos malos libros, no incluye mala información y es muy claro en separar la ficción de la realidad. Robin Cook es muy conocido como médico escritor de novelas médicas de suspenso. Sus títulos generalmente indican el motivo central: Coma, Seizure, Vector, Toxin, Contagion, Chromosome 6. En esta novela el título se refiere a los marcadores genéticos que pueden predecir enfermedades. Y Marker trata con una de las consecuencias negativas del desciframiento del genoma humano: la capacidad de predecir enfermedades cuando la información pierde la confidencialidad y llega a manos que pueden beneficiarse con el conocimiento.
Uno creería que, con una buena parte del contenido de naturaleza técnica, el libro atraería sólo la atención de un público mas bien reducido, médicos y otros ligados al arte de curar. Sin embargo, no es así. Los libros de Robin Cook han sido best-sellers.
¿A que se debe este éxito? Cook es un buen relator y un excelente docente, sus explicaciones de temas médicos o científicos complejos son simples, claras y sucintas, con ellas se aprende.
Este libro tiene, al final, una buena Nota del autor, sólo cuatro páginas donde Cook expone sobre la importancia del Proyecto genoma humano, la genómica, la bioinformática y su propia posición -que ha cambiado- sobre el seguro médico, la medicina gerenciada y los sistemas de salud en general. Traduzco la última frase de la nota: "En mi opinión y experiencia necesitamos menos administración cara, y mejor paga y óptimas condiciones de trabajo para nuestros/as asediados enfermeros/as que están, como la misma Jazmine Rakoczi dice, en las trincheras, cuidando realmente los enfermos". Jazmine Rakoczi es uno de los personajes de la novela. No diremos más sobre ella ni sobre el argumento, corresponde que sea así con las novelas de suspenso.
El lector sabe ya cual es la opinión de este comentarista sobre este libro. Unas advertencias antes de terminar: Comience a leerlo al comienzo de un fin de semana, caso contrario, aprovechará cualquier momento para seguir con la lectura y descuidará sus obligaciones. Finalmente, no abuse de la lectura de libros de Cook. Como la receta es siempre la misma se le estragará el gusto y descubrirá cada vez con mayor velocidad las razones por las cuales, sólo en dosis pequeñas, son buenos malos libros. Como dijo un lector: El mejor libro de Cook es el que se lee primero.                                  

JAB

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