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Medicina (Buenos Aires)

versión impresa ISSN 0025-7680versión On-line ISSN 1669-9106

Medicina (B. Aires) v.69 n.2 Ciudad Autónoma de Buenos Aires mar./abr. 2009

 

ARTÍCULO ORIGINAL

Insulino resistencia y síndrome metabólico en pacientes con enfermedad coronaria definida por angiografía

Silvia Benozzi1, Fernando Ordoñez3, Nélida Polini2, Cristina Alvarez1, Juana Sellés2 , Raúl I. Coniglio4

1Cátedra de Análisis Clínicos I,
2Cátedra Análisis Clínicos II, Departamento de Biología, Bioquímica y Farmacia, Universidad Nacional del Sur,
3Hospital Privado del Sur, Bahía Blanca,
4Laboratorio de Lípidos y Lipoproteínas, Facultad de Farmacia y Bioquímica, Universidad de Buenos Aires

Dirección postal: Dr. Raúl I. Coniglio, Saavedra 372, 8500 Viedma, Río Negro, Argentina Fax (54-02920) 423320 e-mail: raulconiglio@speedy.com.ar

Este trabajo está dedicado a la memoria de nuestra amiga, la Dra Juana Sellés, integrante del grupo de trabajo.

Resumen
Se examinó la frecuencia de insulino-resistencia (IR) y síndrome metabólico (SM) en pacientes coronarios empleando diferentes criterios de definición y se analizó cuáles mostraban mejor asociación con la presencia y gravedad de la afección. Fue un estudio casos-controles en 100 pacientes con edades entre 40 y 70 años que concurrieron a un centro hospitalario para realizarse una angiografía. IR fue definido por insulina >15 mU/l, el modelo hemostático de insulino-resistencia (HOMA-IR) >3.1 y la combinación del índice de masa corporal (IMC) >27.5 kg/m2 con HOMA-IR >3.6. SM fue definido según International Diabetes Federation y American Heart Association / National Heart, Lung, and Blood. Insulina >15 mU/l y HOMA-IR >3.1 tuvieron la misma sensibilidad, (60.3%), y se asociaron significativamente con la extensión de la enfermedad coronaria, p = 0.001 y p = 0.009 respectivamente. En cambio, IMC >27.5 kg/m2 con HOMA-IR >3.6 mostró menor sensibilidad, (43.1%), y menor asociación con la gravedad, (p = 0.028). Los odds ratio (OR) para enfermedad coronaria fueron respectivamente: 3.16 (IC 95% 1.28-7.79), p = 0.012; 2.93 (IC 95% 1.20-7.19) p = 0.019; 2.86 (IC 95% 1.10-7.41), P = 0.031. La frecuencia de SM definida según American Heart Association / National Heart, Lung, and Blood fue mayor en coronarios versus controles (62.1% versus 33.3%, p = 0.003), se asoció con la enfermedad en uno o en múltiples vasos (p = 0.011) y fue su predictor, OR = 4.22 (IC 95% 1.65-10.83) p = 0.003. Sin embargo, SM definido según International Diabetes Federation no se asoció con la presencia ni con la gravedad de la enfermedad.

Palabras clave: Insulino-resistencia; Síndrome metabólico; Enfermedad coronaria; Angiografía

Abstract
Insulin-resistance and metabolic syndrome in patients with coronary heart disease defined by angiography
. The frequency of insulin-resistance (IR) and metabolic syndrome (MS) were examined in coronary patients using different criteria of definition. It was also analyzed which of them indicated a strong association with the presence and severity of the disease. This was a case-control study on 100 patients between 40 and 70 years old, assisted in a hospital center and there examined by angiography. IR was defined by insulin >15 mU/l, Homeostatic Model Assessment for insulin-resistance (HOMA-IR) >3.1 and the combination body mass index (BMI) >27.5 kg/m2 with HOMA-IR >3.6. MS was defined according to International Diabetes Federation and American Heart Association/National Heart, Lung and Blood Institute. Insulin >15 mU/l and HOMA-IR >3.1 had similar sensibility, 60.3%, and were significantly associated with the extension of coronary heart disease, p = 0.001 and p = 0.009 respectively. Whereas, BMI>27.5 kg/m2 with HOMA-IR>3.6 showed a lower sensibility, 43.1% and less association with severity, p = 0.028. The odds ratio (OR) for coronary heart disease were respectively: 3.16 (CI 95 1.28-7.79), p = 0.012; 2.93 (CI 95% 1.20-7.19) p = 0.019; 2.86 (CI 95% 1.10- 7.41), p = 0.031. The frequency of SM defined according to American Heart Association/National Heart, Lung and Blood Institute was higher in coronary patients vs. controls (62.1% vs. 33.3%, p = 0.003). It was associated with disease in one or more vases (p = 0.011) and was its predictor, OR = 4.22 (CI 95% 1.65-10.83) p = 0.003. However, SM defined according to International Diabetes Federation was not associated with the presence or severity of coronary heart disease.

Key words: Insulin-resistance; Metabolic syndrome; Coronary heart disease; Angiography

La enfermedad coronaria (EC) es compleja y de naturaleza multifactorial, de lenta evolución, no presenta síntomas durante muchos años y en general se manifiesta después de los 40 años de edad. La insulino-resistencia (IR) y el síndrome metabólico (SM) se han encontrado asociados con un mayor riesgo cardiovascular y se ha resaltado la importancia de su detección y tratamiento1-6.
SM e IR no son sinónimos. La IR es un cambio fisiológico que incrementa el riesgo de desarrollar SM pero no todos los sujetos con IR lo desarrollan, ni SM está presente sólo en los insulino-resistentes7.
La IR se puede determinar con el clamp euglucémico hiperinsulinémico8 (gold standard), pero es un método invasivo y complejo para la práctica clínica. En su reemplazo se pueden emplear: el índice HOMA-IR9, un modelo matemático simple de bajo costo y apto para estudios poblacionales, la hiperinsulinemia y la combinación de IMC >27.5 y HOMA-IR >3.610.
SM incluye alteraciones metabólicas tales como IR con hiperinsulinismo compensador, intolerancia a la glucosa, dislipidemia (aumento de VLDL, hipertrigliceridemia, presencia de LDL pequeñas y densas y descenso de CHDL), obesidad central, hipertensión arterial (HTA), estado pro inflamatorio y pro trombótico, todos ellos factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares (ECV)11. Estas alteraciones, actuando a través del tiempo en una forma simultánea o secuencial potencian el desarrollo del proceso de aterosclerosis, ECV12, 13 y diabetes mellitus tipo 214.
A pesar de que algunos autores consideran que alguno de los componentes del SM podría ser la primera causa de riesgo de ECV en lugar del propio SM15, existe evidencia que demuestra con notable consistencia que la acción conjunta de los factores de riesgo ejerce un efecto superior a la de la suma de los factores individualmente, por lo que el riesgo para la ECV es multiplicativo11, 16.
Existen varios criterios de definición de SM pero losúltimos publicados fueron: International Diabetes Federation (IDF)17 y American Heart Association / National Heart, Lung, and Blood Institute (AHA/NHLBI)16 el cual reafirmó la utilidad del criterio del NCEP/ATP III3.
El objetivo del estudio fue describir la frecuencia de IR y SM en pacientes coronarios de nuestra región utilizando diferentes criterios de definición y determinar qué criterios mostraban mejor asociación con la presencia y gravedad de la aterosclerosis determinada por angiografía.

Materiales y métodos

Estudio casos-controles con criterio de evaluación observacional, epidemiológica sin intervención. La selección de la muestra se llevó a cabo mediante un muestreo consecutivo, cumpliendo el criterio de participación voluntaria, procediendo casos y controles de la misma población.
Se estudiaron 100 sujetos adultos, (26 mujeres y 74 hombres), con edades entre 40 y 70 años, que acudieron al Servicio de Hemodinamia del Hospital Privado del Sur, de la ciudad de Bahía Blanca, para realizarse una angiografía coronaria. La población estudiada provenía de Bahía Blanca y su zona de influencia. Se incluyeron pacientes que acudieron al Servicio para realizarse una cinecorona-riografía durante un período de 3 años. Se excluyeron pacientes que estaban siendo asistidos en la sala de cuidados intensivos y los mayores de 70 años de edad.
En el Hospital Privado del Sur se informó a cada paciente que concurrió a realizarse la angiografía sobre las características y objetivos del estudio, y tras su aceptación se procedió a realizar la anamnesis, que estuvo a cargo del médico responsable del Servicio de Hemodinamia de dicha institución, quien confeccionó una ficha personal de cada paciente con los siguientes datos personales: edad, sexo, peso, talla, circunferencia de la cintura, actividad física, hábito de fumar, historia familiar de enfermedad coronaria, presión sistólica y diastólica (se determinó tras un período de reposo de 10 minutos de duración en decúbito supino y los pacientes hipertensos fueron interrogados, si estaban o no tratados, y en caso afirmativo acerca del tratamiento), si tenían dislipidemia y si tomaban hipolipemiantes se preguntó cuál era la droga, la presencia de diabetes y tipo, y si tenían ECV previa.
Los profesionales del Servicio de Hemodinamia realizaron la angiografía, analizaron el resultado de la misma y evaluaron en cada caso el grado de estenosis detectado y la cantidad de vasos afectados.
Con el fin de poder estudiar la asociación con la presencia y gravedad de la enfermedad coronaria en la población, se adoptó el siguiente criterio: Controles = 0, pacientes que no presentaban ninguna anormalidad o estenosis luminal menor del 50% (N = 42; 42%); Coronarios = 1, tenían una obstrucción ≥ 50% o varias estenosis en un vaso (N =16; 16%); Coronarios = 2, tenían estenosis en múltiples vasos (N = 42; 42%). En total se trabajó con 42 "controles" y 58, "coronarios".
Se consideraron diabéticos a aquellos pacientes que al momento del estudio tenían diagnóstico certero de diabetes mellitus tipo 2 (DM2) y se encontraban en tratamiento médico.
Los datos antropométricos se obtuvieron de la siguiente manera: los pacientes se midieron descalzos para obtener la talla y se pesaron en ropa interior. Utilizando una cinta métrica metálica se obtuvo la circunferencia de la cintura (perímetro de la zona abdominal intermedia entre el último arco costal y la cresta ilíaca), en un plano horizontal. IMC = peso/talla2.
Los criterios utilizados para definir el síndrome metabólico fueron: AHA-NHLBI16 e IDF17. El primero incluye obesidad abdominal (circunferencia de cintura en hombres > 102 cm y mujeres > 88 cm); triglicéridos =150 mg/dl o tratamiento con drogas para TG elevados; C-HDL en hombres < 40 mg/dl o en mujeres < 50 mg/dl o tratamiento con drogas para C-HDL bajo; presión sanguínea =130/85 mm Hg o con tratamiento con drogas para hipertensión; glucosa en ayunas =100 mg/dl o con tratamiento con drogas para glucemia elevada; la presencia de 3 o más de estos 5 factores de riesgo es diagnóstico de SM. En el criterio IDF17 el sujeto debía presentar obesidad central, definido para población europea con el siguiente criterio: circunferencia de la cintura, hombres ≥ 94 cm, mujeres ≥ 80 cm, y además poseer dos o más de los siguientes cuatro componentes: triglicéridos: ≥ 150 mg/dl o tratamiento específico para esta anormalidad; C-HDL: hombres < 40 mg/dl y mujeres < 50 mg/dl o con tratamiento específico; presión arterial ≥ 130/85 mm Hg, o con tratamiento de hipertensión; glucosa ≥100 mg/dl o diagnóstico previo de DM2.

Las muestras de sangre de los pacientes se obtuvieron por punción venosa, por la mañana, y con un ayuno previo de 12 horas, y con anterioridad a la realización de la cinecoronariografía. El suero se separó rápidamente del coágulo, se dividió en alícuotas y se llevó a -20°C hasta el momento de la determinación de los analitos. Glucosa, colesterol y triglicéridos se determinaron por métodos enzimáticos con colorimetría final según Trinder con reactivos Sera-Pak (Bayer), C-HDL por precipitación selectiva con ácido fosfotúngstico y Cl2Mg, C-LDL por precipitación selectiva de LDL con solución de 10 g/l sulfato de polivinilo disuelto en polietilenglicol (PM: 600) al 25%, pH 6.7 (Wiener Lab, Rosario, Argentina). Las determinaciones se realizaron en un autoanalizador Technicon RA-1000; insulina por radioinmunoanálisis [Coat-A-Count Insulin (DPC)] en fase sólida por competencia.
Los coeficientes de variación intraensayo e interensayo fueron: glucosa 0.9% y 1.2%, colesterol 1.3% y 2.4%, triglicéridos 1.3% y 1.8%, C-HDL 2.1 % y 2.0%, C-LDL 2.9% y 3.0%, respectivamente.
Se utilizaron las siguientes variables indicadoras de insulino resistencia: insulina > 15 mU/l; modelo de registro homeostático (HOMA-IR)9: HOMA-IR= insulina/(22.5 x e-In glucosa) = ([glucosa] x [insulina])/22.5, donde las concentraciones de glucosa se expresan en mmol/l y de insulina en mU/l; valor de corte: HOMA-IR >3.118 .También se utilizó para estimar la presencia de IR, IMC >27.5 kg/m2 e HOMA-IR >3.610.
El análisis estadístico de los datos se realizó utilizando un programa SPSS 11.5. La normalidad de las variables fue testeada empleando los test de Kolmogorov-Smirnov y Shapiro-Wilk. En el análisis descriptivo se utilizaron el valor de la media y la desviación estándar para las variables paramétricas y mediana y rango intercuartílico cuando la distribución no fue gaussiana. Para el análisis de dos variables paramétricas se usó la diferencia de medias (prueba de la t de Student). En caso de variables no paramétricas se aplicaron la prueba de Mann-Whitney, Kruskal-Wallis y prueba de la mediana para testear la igualdad de distribución de las variables en los grupos controles y coronarios, y en los grupos surgidos de los resultados del angiograma. Para la comparación de proporciones entre casos y controles se utilizó la prueba Χ2 (Chi cuadrado) utilizando un nivel de confianza del 95%.
La fuerza de asociación entre los factores de riesgo y la EC se estimó utilizando el concepto de OR (razón de ventajas), mediante el cual se vincula a la variable predictora en estudio y el resultado (enfermo, control). La interpretación del OR es siempre relativa. Si OR = 1 implica que el indicador no es útil para la clínica. Un valor inferior a 1 indica que el OR calculado es más útil para identificar a los controles que a los coronarios. Un valor de OR > 1 significa que el parámetro en estudio se asocia con los pacientes coronarios más que con los controles. OR se acompaña siempre del intervalo de confianza del 95% (IC 95%). La regresión logística se efectuó usando el método Forward Stepwise (Wald).
De los pacientes que ingresaron al estudio 28% tenía historia familiar de enfermedad coronaria, 30% infarto agudo de miocardio previo con una anterioridad mayor a 3 meses, 8% angioplastia previa, 7% by pass previo, eran fumadores 18%, desarrollaban una actividad física moderada o muy activa 27%, eran hipertensos 46%, tomaban medicación para diversas enfermedades 84%; un importante porcentaje de ellos ingerían en forma simultánea hasta 3 y 4 medicamentos.
Los medicamentos ingeridos y el porcentaje de pacientes que recibía dicha medicación se detallan a continuación: drogas para el tratamiento de arritmias cardíacas 5.0%, bloqueantes beta adrenérgicos (atenolol) 47.0%, bloqueantes cálcicos (vasodilatadores) 13.0%, nitratos (vasodilatadores) 23%, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (antihipertensivos) 33%, antiagregantes plaquetarios (aspirina) 100%, hipolipemiantes 24%, de los cuales 22% eran inhibidores de la hidroximetilglutaril coenzima A reductasa (estatinas) y 2% ácido fíbrico, diuréticos 3%, antiinflamatorios no esteroideos 1%, corticoides 1%, drogas para la terapéutica prostática 1%, hipouricemiantes 1%, normalizadores de calemia 1%, hipoglucemiantes orales 4%.

Resultados

En la Tabla 1 se muestran las características clínicas y bioquímicas de 58 pacientes coronarios y 42 pacientes controles. Se observa que los coronarios tenían significativamente mayor edad, presión sistólica y diastólica, IMC, circunferencia de la cintura, insulina y HOMA-IR, mientras que C-HDL fue significativamente más bajo.

TABLA 1.- Características clínicas y bioquímicas de los pacientes estudiados

HDL: lipoproteínas de alta densidad; LDL: lipoproteínas de baja densidad
HOMA-IR: modelo homeostático de insulino-resistencia
DE : desviación estándar
# Mediana
* Rango intercuartílico

En la Tabla 2 se observa la frecuencia de IR y SM en coronarios y controles utilizando diferentes criterios de definición. Los sujetos coronarios tenían significativamente mayor frecuencia de IR que los controles. Los indicadores insulina >15 mU/l y HOMA-IR >3.1 tuvieron similar sensibilidad, mayor respecto del indicador IMC >27.5 kg/m2 con HOMA-IR >3.6. Los coronarios tenían mayor frecuencia de SM definido según AHA/NHLBI respecto de los controles (p=0.003), pero cuando se consideró el criterio IDF no se observaron diferencias significativas entre ambos grupos.

TABLA 2.- Frecuencia de insulino resistencia y síndrome metabólico en 100 pacientes coronarios y controles definidos por angiografía coronaria

IR: insulino-resistencia; SM: síndrome metabólico; IMC: índice de masa corporal
SM-IDF : síndrome metabólico definido según la
Internacional Diabetes Federación
SM-AHA/NHLBI: síndrome metabólico definido según el
American Heart Association/National Heart, Lung and Blood Institute

En la Tabla 3 se muestra la frecuencia de IR y SM según la gravedad de EC. Insulina >15 mU/l y HOMA-IR >3.1 mostraron fuerte asociación con la presencia de obstrucciones en múltiples vasos coronarios (p = 0.001 y p = 0.009 respectivamente) respecto de los controles, y fueron mejores indicadores de gravedad que cuando se utilizó IMC >27.5 kg/m2 con HOMA-IR >3.6 (p = 0.028). Por otra parte, SM definido según AHA/NHLBI se asoció significativamente con la EC en uno o en múltiples vasos respecto de los controles, pero no se halló asociación estadísticamente significativa con la gravedad de la enfermedad cuando SM fue definido según IDF.

TABLA 3.- Asociación de la insulino resistencia y del síndrome metabólico con la gravedad de la enfermedad coronaria en 100 pacientes estudiados por angiografía

IR: insulino-resistencia; SM: síndrome metabólico; IMC: índice de masa corporal
HOMA-IR: modelo homeostático de insulino-resistencia
SM-IDF: síndrome metabólico definido según la
International Diabetes Federation (IDF)
SM-AHA/NHLBI: síndrome metabólico definido según el
American Heart Association/National Heart, Lung and Blood Institute

Se analizó el poder predictor de los indicadores de IR para la presencia de EC, y también de las diferentes definiciones de SM y sus componentes; los resultados se muestran en la Tabla 4. Todos los indicadores de IR fueron predictores de EC. Los sujetos con SM definido según AHA/NHLBI tenían 4.22 veces más riesgo para la enfermedad que aquellos sin SM (p = 0.003) pero SM definido según IDF no fue predictor de EC. Respecto de los componentes de SM, la presión arterial =130/85 mm Hg, o tratados, fue el mejor predictor de EC (p <0.003) y con menor fuerza predictora glucosa =100 mg/dl, o tratados con hipoglucemiantes y C-HDL bajo, según el sexo. TG = 150 mg/dl no fue predictor de EC en los pacientes estudiados.

TABLA 4.- Odds ratio para la enfermedad coronaria de indicadores de insulino resistencia, síndrome metabólico y componentes del mismo, ajustados para edad y sexo, en 100 pacientes definidos por angiografía coronaria

IR: insulino-resistencia; SM: síndrome metabólico; IMC: índice de masa corporal
HOMA-IR: modelo homeostático de insulino-resistencia; PA: presión arterial
SM-IDF : síndrome metabólico definido según la
International Diabetes Federation
SM-AHA/NHLBI: síndrome metabólico definido según el
American Heart Association/National Heart, Lung and Blood Institute

Discusión

Todos los indicadores de IR fueron predictores de EC. Cuando se analizaron respecto de la gravedad de la afección, insulina >15 mU/l y HOMA-IR >3.1 estaban asociados con lesiones ateromatosas en múltiples vasos pero no con lesiones en un solo vaso. Esta asociación fue menos significativa cuando IR fue estimada a través de IMC >27.5 kg/m2 y HOMA-IR >3.6.
Los analitos como la insulina, que se dosan por diversos inmunoensayos, tienen dos características que no siempre coinciden: bioactividad e inmunoactividad. Esta última es la que se emplea en su dosaje, y depende del sistema analítico seleccionado, del tipo de compuesto a dosar, de la clonalidad de los anticuerpos empleados, de los epitopes contra los cuales van dirigidos, del lote del que se obtienen, del fabricante del equipo comercial empleado y/o del proveedor de anticuerpos que provee a dicho fabricante. Todo esto hace que los resultados de un dosaje efectuado sobre un mismo suero con distintos métodos puedan ser muy variados, lo que lleva a la necesidad de que cada laboratorio establezca sus valores de referencia y/o de corte para la "normalidad"19.

Las determinaciones de insulina en el suero de los pacientes se realizaron empleando un método de radioinmunoensayo en fase sólida, y ante la imposibilidad de obtener los valores de corte propios de esta población se definió como hiperinsulinismo a los valores de insulina superiores a 15 mU/l tal como lo indicaba el fabricante del equipo comercial para uso diagnóstico empleado. Este valor es coincidente con el de otros autores que han definido al hiperinsulinismo con cifras de insulina basal superiores a 16 mU/l20, aunque otros han informado cifras que oscilan entre 12 y 20 mU/l (primer y último cuartiles)21 o entre 14.6 y 16.7 mU/l (percentiles 75 y 90, respectivamente)22. Las pequeñas diferencias encontradas posiblemente estén en relación con el método utilizado para realizar la determinación de la insulina.
En este estudio se halló el hiperinsulinismo en 60.3% de los pacientes coronarios y en 35.7% de los pacientes controles. Otros autores hallaron en Valencia (España) 38.2% de hiperinsulinismo en los pacientes con cardiopatía isquémica y 26.7% en su población control23; a pesar de estas discrepancias ambos hallazgos apuntan hacia una significativa relación entre el hiperinsulinismo y la EC.
Este trabajo demostró que los pacientes con valores de insulina >15 mU/l tenían 3.16 veces más riesgo de tener lesiones en sus arterias coronarias que aquellos con niveles menores de insulina. Estos resultados coinciden con hallazgos en estudios longitudinales que demostraron que la hiperinsulinemia es un factor de riesgo para la EC, entre ellos el Quebec Cardiovascular Study, estudio cohorte en 2000 hombres estudiados durante 12 años24.
HOMA-IR >3.1 mostró una sensibilidad de 60.3%, se asoció con lesiones en múltiples arterias coronarias y fue predictor de EC [OR=2.93 (IC 95% 1.20-7.19)] p = 0.019. Estos resultados están de acuerdo con los de otros autores que han sugerido que IR contribuye a la gravedad de la aterosclerosis coronaria y al número de lesiones, pero no a la localización de las mismas25. Recientemente se ha informado que HOMA-IR ≥1.8 correlacionó bien con los índices angiográficos cuantitativos para segmentos distales pero no para segmentos proximales o medios de los vasos coronarios26.
Se ha sugerido la utilización de IMC >27.5 kg/m2 y HOMA-IR >3.6 para la detección de IR en la práctica clínica10 hallándose 84.9% de sensibilidad y 78.7% de especificidad con una área bajo la curva ROC (Receiver Operating Characteristic) de 90%, corroborada con la técnica del clamp euglucémico hiperinsulinémico. Sin embargo, en el presente trabajo este indicador de IR no mostró buena sensibilidad pero fue un aceptable predictor de EC y estuvo significativamente asociado con las lesiones en múltiples vasos.
Con respecto a SM, en un grupo poblacional de la Argentina en el que se incluyeron 2806 trabajadores de 40 a 65 años de edad se halló una frecuencia de 30.9% utilizando el criterio IDF y 30.0% con el criterio AHA/NHBLI, con una proporción mayor en varones que en mujeres27. En EE.UU., utilizando la definición según IDF se halló una frecuencia de 34.5%28. Teniendo en cuenta estos valores de prevalencia de SM en la población adulta, resulta de gran interés clínico su detección para la prevención de la EC y la diabetes mellitus tipo 2.
En este estudio se mostró que SM definido según AHA/NHLBI tuvo una fuerte asociación con la presencia y la gravedad de EC, y no así cuando fue definido según IDF. Estos resultados están de acuerdo con los de otros autores que informaron que el SM definido con el criterio NCEP/ATP III fue de utilidad para predecir eventos vasculares, y no así cuando se aplicaron las pautas de IDF29. Este comportamiento, según estos autores, se debería a que en la definición de SM según IDF se bajó considerablemente el valor de corte para la circunferencia de la cintura permitiendo la inclusión de sujetos con bajo nivel de riesgo; además, el hecho de considerar el valor de esta variable como condición para la inclusión o exclusión de un sujeto para seguir investigando en él otros componentes de SM, podría no detectar otros factores de riesgo con fuerte poder predictivo para EC, como la hipertensión arterial o la dislipemia (triglicéridos altos con C-HDL disminuido). La definición de SM según AHA/NHLBI, que considera un valor de corte para glucosa más bajo que NCEP/ATP III, (100 mg/dl en lugar de 110 mg/dl), mantuvo el poder predictor de eventos vasculares29.
Diferentes estudios longitudinales y prospectivos han comprobado que los sujetos con SM definido según NCEP/ATP III tienen alrededor de 2 a 5 veces más riesgo para EC respecto de aquellos que lo tienen ausente30-34.
Nuestro estudio mostró que los indicadores de IR se asociaron fuertemente con la presencia de obstrucciones en múltiples vasos pero no con las obstrucciones en un solo vaso. Por otro lado, SM definido por AHA/NHLBI se asoció con la presencia de EC definida por obstrucciones mayores del 50% en un solo vaso o en múltiples vasos. Esta observación señala que SM definido por AHA/NHLBI es mejor predictor de EC que los parámetros de IR considerados. Así, mientras los OR ajustados para edad y sexo para insulina >15 mU/l y HOMA-IR>3.1 fueron 3.16 (IC 95% 1.28-7.79) p = 0.012 y 2.93 (IC 95% 1.20-7.19) p = 0.019 respectivamente, para SM según AHA/NHLBI fue 4.22 (IC 95% 1.65-10.83) p = 0.003.
Se concluye que insulina >15 mU/l y HOMA-IR >3.1 fueron los mejores indicadores de IR asociados con la presencia de EC en múltiples vasos y fueron predictores de la misma. Respecto de los criterios de definición de
SM, AHA/NHLBI fue predictor de presencia de EC y se asoció con obstrucciones en uno o en múltiples vasos pero no así SM-IDF.

Conflictos de intereses: Los autores no presentan conflictos financieros o personales que hayan influenciado los resultados obtenidos.

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Recibido: 30-5-2008
Aceptado: 10-11-2008

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