SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.69 issue2Caveat lectorEl Premio Nobel de Milstein con Köhler: Un hito histórico en la relación de la Sociedad Max Planck de Alemania con la Argentina author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

  • Have no cited articlesCited by SciELO

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Medicina (Buenos Aires)

Print version ISSN 0025-7680On-line version ISSN 1669-9106

Medicina (B. Aires) vol.69 no.2 Ciudad Autónoma de Buenos Aires Mar./Apr. 2009

 

EDITORIAL

Francisco Javier Muñiz y Charles Darwin: Tres cartas

El motivo de esta nota son las cartas que Darwin dirige o en las que se refiere a Muñiz. Los datos biográficos de Muñiz servirán para ubicar el personaje, la época, las circunstancias, y razones de las cartas. Seguiremos a Sarmiento quien, tres años antes de morir, escribió Vida y escritos del Coronel D. Francisco J. Muñiz con documentos facilitados por sus descendientes y comentarios propios: "Pero dominado por el temor de incurrir en la tacha que imputan a los biógrafos de hacer siempre un héroe del objeto de su estudio, he adoptado un sistema nuevo de exposición que llamaría jugar a cartas vistas, presentando las diversas piezas justificativas, y provocando con ellas al lector benévolo a ayudarme a poner de pie esta figura que de simpática pasará a ser veneranda, y sin perder estas cualidades acabaría por ocupar un lugar prominente entre nuestros más esclarecidos varones"1a. Añadimos datos de otros biógrafos que subsanan los de Sarmiento.
Muñiz nació el 21 de diciembre de 1795 en San Isidro (Buenos Aires). Niño aún, Cadete del Regimiento de Andaluces, participó y fue herido en la defensa de Buenos Aires de la segunda invasión inglesa (julio de 1807). Sarmiento, con los documentos a mano, infiere, y concuerda Eliseo Cantón, otro de sus biógrafos, que estudió filosofía, latín, física, matemáticas, etc. "bajo la paternal dirección del canónigo José León Banegas catedrático del Colegio de San Carlos". Inició su carrera de médico en el Instituto médico-militar fundado por Cosme Argerich que empezó a funcionar en 1814 (o 1815) con un plan de estudios de seis años. En agosto de 1821 se fundó la Universidad de Buenos Aires, en septiembre se suprimió el Instituto, y a la Universidad se incorporaron los profesores del Instituto1b,2a. El 24 de setiembre de ese mismo año el gobernador Soler dispone nombrar "facultativo para el destino de Patagones a Don Celedonio Fuentes, a quien deberá Vd. [Muñiz] acompañar en clase de segundo..."1b. Muñiz se excusó de servir la designación, aún no tenía el título que, tras peripecias, consiguió después3a. Sarmiento precisa y Cantón coincide en que recibió el título de Médico y Cirujano el 3 de marzo de 1824, del Tribunal de Medicina en Buenos Aires que en 1822 reemplazó al Protomedicato.
En 1825 Muñiz es designado cirujano militar en el cantón de Chascomús, allí comenzó su interés en los fósiles que encuentra en las barrancas y márgenes de ríos y lagunas. En 1826 el presidente Rivadavia, le otorga el despacho de Médico y Cirujano principal del Ejército. Participó en la guerra con el Brasil y la batalla de Ituzaingó (1827). En 1827 se funda la Escuela de Medicina, y Muñiz es nombrado "Catedrático de teórica y práctica de partos, enfermedades de niños y de recién paridas, y medicina legal, con la obligación de desempeñar el servicio de facultativo del Hospital de mujeres"1c. Al poco tiempo, Dorrego, el nuevo gobernante, deja el nombramiento "en suspenso y sin efecto", pues no hay "un hospicio de maternidad que sea teatro de lecciones prácticas[...]"3b,4.
En 1828, alejado de la cátedra, Muñiz se casa y se instala en la Villa de Luján por 20 años. Sus biógrafos, perplejos, se preguntan: ¿Por qué decidió retirarse al campo? No sólo por su interés por la paleontología, como dice Cantón2b. Hubo otras razones, conjeturan otros3c, 3d, 4. En la Villa de Luján cumple con las funciones de médico de policía del Departamento del Centro: encargado de administrar y propagar la vacuna (antivariólica), instruir sobre las enfermedades de los animales, y "eliminar el curanderismo y las parteras ignorantes"3d. En 1832 fue designado Miembro Honorario de la Real Sociedad Jenneriana de Londres. En 1830 el gobernador Rosas lo nombra Cirujano del Regimiento 2 de Milicia de Caballería con asiento en la villa. El 28 de septiembre de 1833 Darwin, camino a Santa Fe,
pasó por Luján, sólo menciona que allí hay un puente de madera sobre el río: "una inusual conveniencia en este país"5a.
En 1841 el Presidente del Tribunal de Medicina y Administración de la Vacuna informó a la Sociedad Jenneriana que Muñiz había encontrado la vacuna original, el cow-pox, en una vaca del Departamento del Centro1d. Tal vez se encontró antes, por esto Cantón confunde el dueño de la vaca2c,3. Poco después, en 1842, Muñiz informa a la Sociedad, con pormenores, que ha encontrado, "la vacuna original, o sea la pústula de la vaca preservativa de la viruela en nuestra especie". En 1844, Buenos Aires carece de la vacuna y Muñiz se traslada a la ciudad con una hija de meses, recién vacunada; con su linfa se inocularon más de "veinte y tantas personas"1c, o "cuarenta y seis personas"3e.
Vayamos a Muñiz naturalista y su relación con Darwin. En 1841 Muñiz obsequió el material paleontológico que coleccionó hasta entonces al gobernador Rosas: 11 cajones de cuyo contenido dio cuenta La Gaceta Mercantil. Rosas a su vez, obsequió la colección al almirante Dupotet, jefe de la escuadra de Francia en el Plata ¿Adónde fueron a parar las piezas? Dice Sarmiento: "Apresuróse Don Juan Manuel de Rosas, a deshacerse de ellos, haciendo donación al almirante Dupotet del embarazo, no quedándole al país sino la factura publicada entonces en la "Gaceta" sin que el donador primitivo que veía representado en aquellos huesos fósiles el trabajo personal de años en catear, husmear y desenterrar huesos a veces por una especie de adivinación que poseen los exploradores, haya podido averiguar si fueron depositados en el Museo del Jardín botánico de París, según se ve en muchas de sus cartas posteriores, ofreciendo a Geofroy Saint Hilaire, o al secretario del Gabinete de Historia Natural de Madrid y al de cirujanos de Londres, continuar los envíos, si le instruyen del paradero de aquel primero valiosísimo"1e. Muñiz es "antiguo federal", Sarmiento no.
Darwin, interesado en las vacas ñatas (niata oxen), variedad que encontró en el Río de la Plata, pidió información sobre estas vacas a Edward Lumb, comerciante inglés de Buenos Aires con el que se carteaba, en cuya casa se hospedó y del que quedó amigo. Lumb pasó el pedido a Muñiz. Sarmiento encontró entre los papeles de Muñiz los borradores de la contestación bajo el nombre de: "Contestación de las siete cuestiones que en consulta se ha servido dirigir al infrascrito el Señor Don Enrique Lumb sobre la vaca ñata"1f-3f-5b. En la carta que sigue Darwin menciona, entre otras, esa información, y, en la post-data, se refiere al paradero de los huesos. La carta, tal como está traducida en el libro de Sarmiento, dice1e:

Pueblo Bajo de Farnborough, Febrero 26 de 1847.
Condado de Kent.
Sr. Dr. D. Francisco Xavier Muñiz
Respetable señor:
La carta del 30 de Agosto, con los papeles que tuvo Vd. la bondad de mandarme, llegó a mis manos hace muy poco tiempo, debido a la enfermedad y ausencia de Londres de Mr. Morris por quien fueron dirigidos.
He oído recientemente a Mr. Morris que Vd. deseaba deshacerse de sus restos fósiles por medio de algún arreglo pecuniario, lo cual no he podido comprender bien en la carta que Vd. me escribió. He dado a Mr. Morris mi opinión sobre este punto, así es que no la repetiré aquí.
Pero diré solamente que el único plan practicable creo sería el que Vd. mandase sus fósiles aquí, a algún agente para que disponga de ellos.
Su espécimen sobre el Muñiz-feliz debe ser horribleI. Sospecho que será un Machaerodus del cual hay algunos fragmentos en el Museo Británico, procediendo de las Pampas.
Procuraré hacer traducir su escrito y publicarlo en algún periódico científico.
La relación de Vd. sobre el terremoto en las Pampas me sorprendió; nunca había oído de ninguno, en parte alguna al Este de la Cordillera, a no ser en Córdoba.
Si Vd. quiere informarme si lee el inglés, seré feliz en mandarle una copia de mis observaciones geológicas en Sur América, recientemente publicadas, indicándome un conducto para hacerlo. Creo que no valdría la pena de mandárselo sin saber si Vd. lee el inglés.

Presentaré su tratado sobre la Fiebre Escarlatina al Real Cuerpo Médico de Cirujanos.
No puedo adecuadamente expresar cuánto admiro el continuado celo de Vd., colocado, como lo está, sin los medios de proseguir sus estudios científicos y sin que nadie simpatice con Vd., en los progresos de la Historia Natural.
Confío que el gusto de seguir sus tareas le proporcione algún premio para tantos esfuerzos.
Hace algún tiempo que Vd. tuvo la fineza de mandarme por Mr. E. Lumb, algunos informes muy curiosos, y para mí de mucho valor sobre la vaca ÑataII.
Agradeceré cualquiera otra información sobre cualquiera de los animales domésticos de la Plata, como el origen de algunas razas de aves, chanchos, perros, ganados, etc., etc.
También estoy muy interesado en tener una breve descripción de las costumbres y formas o hechuras de los chanchos, perros, etc., etc., en su estado silvestre y particularmente sobre las crías silvestres, cuando se toman los animales jóvenes para criarlos.
¿Será tan manso un cachorro de perro cimarrón si es criado con cuidado, como cualquier otro perro doméstico?
Algunas informaciones sobre todos estos puntos me serían muy útiles; y siempre que Vd. tenga tiempo de escribirme, se servirá Vd. dirigir sus cartas a donde indica el encabezamiento de esta.
Sinceramente deseo a Vd. prosperidad en sus admirables labores, y si en algún tiempo puedo servir a Vd. de algo, me será grato hacerlo.
Con el mayor respeto quedo de Vd. S. S.
Charles Darwin.
P. S. Había omitido mencionar que el profesor Owen ha oído decir que una colección de huesos ha llegado a
París, hace algún tiempo, de Buenos Aires.

[Nota: I felis y noble en el original. IIVer referencia 6. II Machaerodus viene de Machairodontinae, Subfamilia Felidae a la que pertenece el Género Smilodon -dientes de sable-(Lund, 1842) y la Especie Smilodon bonaerensis (el "Muñiz-feliz")]

La colección donada al almirante Dupotet terminó en el Muséum national d'Histoire naturelle de París, la estudió el paleontólogo Paul Gervais (1816-1879), sostiene Ameghino en una carta a Lajouane2b.
Darwin dirigió dos cartas mencionando a Muñiz a Richard Owen (1804-1892), Conservador del Hunterian Museum del Royal College of Surgeons de Londres. Una, tal vez antes de la que transcribimos arriba, y otra después. Las transcripciones de las originales, con anotaciones, pueden consultarse en el sitio Darwin Correspondence Project, accesible desde el año 2007: http://www.darwinproject.ac.uk/. Esta es nuestra traducción con algunas notas agregadas al pie.

De C.R. Darwin a Richard Owen (Letter 938 [1846?]I)
Down Farnborough, Kent
Tarde del Sábado
Mi querido Owen:
Nuestras últimas cartas se cruzaron en el camino, y postergué escribir de nuevo para decir cuanto me irrité por haberte causado tanto problema en vano (aunque inocentemente, porque no era posible suponer de la carta de Muñiz a mí, que deseaba vender sus especimenes) hasta que pueda mandarte una traducción (hechas por un Mr J. Morris) del manuscrito sobre el Machairodus (¿?). Si tienes tiempo, espero que puedas darle un vistazo, por dos razones: primero porque, especialmente la tabla de medidas puede darte alguna idea sobre cuan perfecto es el esqueleto (veo que él tiene una cabeza joven y también una vieja) y podrías sentirte seguro al decir que el Colegio daría alguna suma por él, yo pensaría que sería una mucha mejor posibilidad de que el espécimen sea enviado al país si una suma, aunque no muy grande, sea ofrecida con seguridad por élII. Yo me comunicaría con él, si decides hacerlo, a través de Mr Morris. Sería fácil contratar que el esqueleto enviado debería contener al menos todos los huesos enumerados en el manuscrito. Sin embargo no tengo dudas, por todo lo que he oído, que el Sr. Muñiz es un hombre honesto y con celo.
Mi segundo objetivo en pedirte que lo leas es tener tu opinión, sobre si alguna parte pudiese aparecer en el Geolog. Journal, como una traducción o en el Taylor's JournalIII. Dudo mucho acerca de esto, por la poca precisa
manera en que está redactado y porque el traductor no es un anatomista. ¿Podría publicarse la tabla de medidas? Si lo fuera, me marcarías algunas partes y agregarías alguna nota diciendo si es el Machairodus y cuan más perfectos son estos restos de los hallados hasta ahora. Mi única razón para desear esto es que pienso que va a alentar grandemente a Muñiz en su búsqueda y que un osteólogo sudamericano es un prodigio en la naturaleza.
Temo que tendrás alguna pequeña dificultad en entender el manuscrito: te mando el original en español, por favor no lo tires.
Confío en tu interés en el tema y perdón por todo este problema.¡Qué gran pieza sería un Machairodus montado al lado del esqueleto de un tigre!
Creéme. Muy sinceramente tuyo.
C. Darwin
P.S. El panfleto sobre la escarlatina lo mando a tu biblioteca, tal vez valga la pena depositarlo, alguien trabajando sobre las fiebres podría algún día estar complacido de ver un informe de los estragos de la fiebre escarlatina en las Pampas.

[Notas:ILa fecha es aproximada, se relaciona con la anterior de Darwin a Muñiz [¿6 de marzo de 1847?].II A Muñiz le ofrecieron 100 libras esterlinas. Pidió más, y una nueva oferta.III Richard Taylor's Annals and Magazine of Natural History. La traducción de la carta de Muñiz no se publicó.]7

El propio Muñiz ofreció otra colección en venta a Darwin, como le informa a Owen otra carta que trasladamos:

De C. R. Darwin a Richard Owen (Letter 1061, 12 Feb [1847]).
Down Farnborough, Kent
Feb. 12
Mi querido Owen:
He recibido una carta y un paquete de documentos del Sr. F. Muñiz, el caballero que ha hecho tan maravillosa colección de huesos fósiles cerca de Buenos Aires. Su carta ha estado descansando por cerca de cuatro meses en Londres. Es para ofrecer al College of Surgeons varios fósiles, completando, como él cree, los esqueletos coleccionados por míI, también, aparentemente, un esqueleto casi perfecto de un nuevo género de carnívoro, pero que yo no tengo duda es de Machairodus. También aquellas partes de Megatherium que faltan en el esqueleto del College. Él desea que las partes más buscadas del Megatherium le sean especificadas. ¿Harás esto? Presumo que si embarca los especimenes en Buenos Aires, y manda una carta dirigida al Curador del College, llegaran seguras a sus manos. Pero yo también pienso que sería altamente deseable ofrecer una paga, si él indica por cual medio, por los gastos de las cajas, el transporte por tierra, 20 o 30 millas a Buenos Aires, y por embarcarlas. Si el Sr. Muñiz es alentado, muy probablemente envíe otras cosas. ¿No estaría bien ofrecerle copias de algunas de las publicaciones del College? Yo le mandaré mi Geología.
Es realmente notable considerando la posición de absoluto aislamiento y que debe ser pobre, ya que es un médico en el pueblo de Luján, que mantenga su celo: él me ha mandado un periódico en español con una larga descripción del MachairodusII la cual espero hacer traducir y si lo es te la mandaré. Para alentarlo, me gustaría hacer publicar el manuscrito en alguna de las revistasIII.
¿Me contestarías pronto? Aunque presumo que tendrás que presentar la oferta ante el Comité del MuseoIV. ¡Que espectáculo sería el esqueleto del Machairodus!
Has sabido si alguna colección de huesos de Buenos Aires se ha recibido en París. Muñiz envió una por el Almirante Dupotetv y está ansioso por saber si alguna vez llegó.
Acabo de leer el primer capítulo de tu libro y estoy encantado con élVI. Esas vértebras son tan difíciles de entender.
Creeme. Verdaderamente tuyo.
C. Darwin
P.S: No hice caso a tu amable sugerencia de solicitar un especimen de AcastaVII del College, he conseguido algunos especímenes frescos de Gran Bretaña.

[Notas:I Fósiles de Sudamérica presentados por Charles Darwin al Royal College of Surgeons, descriptos por Owen en Fossil Mammalia'.II Ahora clasificado en el Género Smilodon con otros gatos con dientes de sable sudamericanos, la descripción apareció en La Gaceta Mercantil del 9 de octubre de 1845.III Ver la carta anterior.IV Un resumen moderno de las minutas del comité del museo del Royal College of Surgeons (Archives, Royal College of Surgeons)tiene una entrada de febrero de 1847: ‘Owen instruido para que escriba a Darwin acerca del Machairodus que ha sido ofrecido en venta. Cómprelo por 100 libras esterlinas y los gastos del descubridor'. Ver carta anterior [¿6 de marzo de 1847?] de Darwin a Owen.V Jean Henri Joseph Dupotet, anteriormente comandante de la estación Brasil de la flota francesa.VIOwen's Lectures on the comparative anatomy and physiology of the vertebrate animals, Pt I, Fishes,1846a.VII Acasta, crustáceo marino.]8

No es de extrañar la dispersión de los fósiles y su envío a París o Londres, aunque los huesos del Megaterio descubierto por Fr. Manuel Torres en Luján fueron enviados al Real Gabinete de Historia Natural de Madrid por el virrey Loreto en 17883g, o 17899. No estaban aquí los museos ni quienes podían estudiarlos y publicar los resultados. Es de imaginar el impacto de lo que Muñiz publicaba en La Gaceta Mercantil. Woobine Parish (1796-1882), cónsul británico en Buenos Aires de 1824 a 1832, mandó fósiles al museo del Royal College of Surgeons, y menciona que a Pedro De Angelis ( 1784-1859) el mismo museo le compró una colección9. Muñiz en 1857 depositó una colección nueva de fósiles en el Museo de Buenos Aires; en 1861 donó fósiles a la Academia de Ciencias de Estocolmo y recibió, por esto, notables distinciones1f.
El descubrimiento paleontológico más importante de Muñiz fue el del "tigre" fósil, felino con dientes de sable, cuya descripción publicó en 1845 en La Gaceta Mercantil, el Muñifelis bonaerensis, Smilodon bonaerensis (Muñiz) en la nomenclatura actual10,11.
Muñiz obtuvo el título de Doctor en Medicina casi a los 50 años; en septiembre de 1844 presentó su tesis y, por fin, lo consiguió. En marzo de ese año Muñiz, había publicado su "Descripción y curación de la fiebre escarlatina". Sarmiento, más piadoso que Darwin, dice: "Omitimos en este capítulo consagrado a la medicina, incluir un opúsculo del doctor Muñiz de ochenta páginas sobre la escarlatina, de gran servicio en la época de su publicación, pero que hoy, gracias a los progresos de la ciencia, ofrecería poco interés"1d. Tampoco comenta su tratamiento de la tiña con vacunaciones repetidas3e.
A fines de 1848 regresó a Buenos Aires. En abril de 1849, gobierna Rosas, lo designan Conjuez del Tribunal de Medicina y, en 1850, el Secretario de la Facultad de Medicina se acordó que: "...Se hace necesario que el 1° de Febrero entre en el ejercicio de la Cátedra de Partos, si su nombramiento no ha sido revocado..."1h. Coordinó la llegada de material para asistir a los heridos en la batalla de Caseros.
Después de Caseros retornó a la distanciada cátedra, fue presidente de la Facultad de Medicina entre 1855 y 18624. En Cepeda auxilia a los caídos y es lanceado en el tórax3h,4. Fue convencional, diputado y senador por Buenos Aires. En 1865 comienza la Guerra del Paraguay, Muñiz tiene 70 años, ofrece sus servicios, se aceptan, y se presenta en el Cuartel General de Paso de los Libres. En marzo de 1867 llega el cólera a Corrientes, Muñiz se queda allí hasta octubre de 1868. En agosto de 1869 Muñiz renuncia a sus cargos, pide, y la Legislatura de Buenos Aires le concede su jubilación "con el sueldo íntegro como catedrático y médico del Hospital"1g. En enero de 1871 llega a Buenos Aires la fiebre amarilla. Muñiz, retirado, veranea en su quinta de Morón, pero atiende amigos y familiares. Termina contagiándose. Murió el 8 de abril de 1871. Está enterrado en la Recoleta.
Las cartas, centro de esta nota, muestran la estima que Darwin tenía por los esfuerzos y logros de Muñiz, y el aprecio, consideración y cortesía con que Darwin trataba a sus corresponsales. Vislumbramos también la índole de las relaciones entre los imperios y las recientes repúblicas emancipadas del desvaneciente imperio español.

Juan Antonio Barcat

e-mail: jabarcat@yahoo.com.ar

1. Sarmiento D. F. Vida y escritos del Coronel D. Francisco Javier Muñiz. Buenos Aires: Lajouane, 1885. Versión digitalizada de la primera edición. Tiene diferencias con la publicada en el tomo XLIII de la Edición Nacional de las Obras Completas editadas por Belín Sarmiento. No incluye lo agregado por el editor en el apéndice, ni el capítulo X, no pertenecientes al libro original. La ortografía ha sido modernizada. En: www.proyectosarmiento.com.ar/trabajos.pdf/vidademuniz%20(1885).pdf; consultado el 9 Oct 2008. a)Introducción. p 5; b) Capítulo primero. Profesión científica y escritos profesionales. p 14-5; c) p 15. d) Capítulo II (La vacuna indígena) p 38-45); e) Capítulo IV (Paleontología argentina, p129-40; f) Capítulo V (Ñata oxen) p124-9; g)9 (Apéndice) p 171-6; (Súmula) p 8-12.        [ Links ]

2. Cantón E. Historia de la Facultad de Medicina y sus escuelas. Buenos Aires: Coni, 1921. 4 tomos. a)Tomo I: Capítulo. XII (Facultad médica y quirúrgica e Instituto médico militar) p 293-318; b)Tomo II: Capítulo. IV (Francisco Javier Muñiz), p 103-44; c) Tomo I, Capítulo. VI (Variolización y vacuna), p 163-99.        [ Links ]

3. Palcos A. Nuestra ciencia y Francisco Javier Muñiz: el sabio, el héroe. La Plata: Universidad Nacional de la Plata, 1943. a) Capítulo. X (Un gesto de Muñiz. Algunas normas de su ética profesional) p 41-8. b) Capítulo. XVI (Muñiz y la cátedra de partos. Otra designación anulada) p 82-91. c) Capítulo. XIII (Muñiz enfermo) p. 58-60. d) Capítulo. XVII (Muñiz en Luján) p. 92-109. e) Capítulo. XIX (Su obra médica) p 159-90. Apéndice 6. p 279- 284. f) Capítulo. XVIII (La obra del naturalista) p 110- 58. Apéndice 5. p 272-78. g) Capítulo. XIV (Médico militar. Primeros trabajos del naturalista). p 60-74. h) Capítulo. XXII (Después de la caída de Rosas) p 209-30.        [ Links ]

4. Vaccarezza RF. Vida de médicos ilustres. Francisco Javier Muñiz (1795-1871). El patriota, el sabio, su obra médica. Buenos Aires: Troquel, 1980. p 69-103.        [ Links ]

5. Darwin C. The voyage of the Beagle (1845). Dent: London, 1959. a)Chapter VII: Luxan, p116; b)Chapter VIII: nata or niata oxen, p 137-9.        [ Links ]

6. Giovambattista G, Ripoli MV, De Luca JC, Dulout FN, Aguirre I. La vaca ñata: una pregunta genética sin respuesta. Ciencia Hoy 2000; 10; 29-33.        [ Links ]

7. Darwin C. Letter 938.Darwin, C. R. to Owen, Richard, [1846?]. Darwin Correspondence Project. En: http://www.darwinproject.ac.uk/darwinletters/calendar/entry-938.html ; consultado el 12-10-08.        [ Links ]

8. Darwin C. Letter 1061. Darwin, C. R. to Owen, Richard, 12 Feb [1847]. Darwin Correspondence Project. En: http://www.darwinproject.ac.uk/darwinletters/calendar/entry-1061.html; consultado el 12-10-08.        [ Links ]

9. Parish W. Buenos Aires y las Provincias del Río de la Plata (1852). Buenos Aires: Hachette, 1958. Capítulo. XV, p280-95. Traducción aumentada con notas y apuntes de Justo Maeso (1852). Estudio preliminar de José Luis Busaniche.        [ Links ]

10. Babini J. La ciencia en la Argentina. Buenos Aires: Eudeba, 1963. Capítulo. II, p17-40.        [ Links ]

11. Feijoo C, Vizcaíno S. Ciencia y soledad en la Argentina del siglo pasado. Ciencia Hoy 1999; 9: 62-6.        [ Links ]

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License