SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.69 número6¿Se debería seguir llamando enfermedad de Wegener? índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Medicina (Buenos Aires)

versión impresa ISSN 0025-7680versión On-line ISSN 1669-9106

Medicina (B. Aires) v.69 n.6 Ciudad Autónoma de Buenos Aires nov./dic. 2009

 

CARTAS AL COMITÉ DE REDACCIÓN

¿Se debería seguir llamando enfermedad de Wegener?

Agradecemos el interés que ha generado en el Dr. Arnaldo Mamianetti nuestro artículo1, sus comentarios o críticas siempre son bienvenidas. Como decía Alfredo Lanari "la crítica será para el autor de una obra el más valioso auxiliar para indicarle la corrección de sus métodos científicos o la fuente de sus posibles errores. Por tanto, todo autor esperará con interés, cuando no con ansiedad, que en las revistas científicas aparezcan los comentarios que les darán o negarán la razón"2.
El caso de Wegener es uno de tantos, por ejemplo, el de Hans Reiter, personalmente implicado en múltiples crímenes de guerra como los experimentos de fiebre tifoidea en víctimas de los campos de concentración3, o el caso de Julius Hallervorden conocido por la descripción de la enfermedad de Hallervorden-Spatz; lo que es menos conocido es que disecó 500 cerebros obtenidos de pacientes a quienes él les realizó la eutanasia4. En estos casos las sociedades científicas de cada especialidad han abogado por el cambio de nombre de dichas entidades, e inclusive hay autores que quieren eliminar los epónimos5, hecho que no compartimos en la mayoría de los casos.
No desconocemos en absoluto, ni pretendemos quitarle valor a las creaciones realizadas por los hombres en tan terrible contexto, lo que no debemos dejar de lado es que cada acto del hombre está marcado por una valoración moral que lo engrandece o empequeñece. Brillantes hombres y mujeres vivieron en la Alemania nazi y no sólo fueron capaces de grandes creaciones intelectuales, sino que lo hicieron bajo presión y a riesgo de su propia vida, y sólo por negarse a olvidar algo en lo que creemos, la fidelidad a la propia naturaleza humana.
Los primeros principios morales, o la ley natural, inscripta en el corazón de cada hombre, independientemente de su educación, cultura o creencia religiosa, es lo que a través de la historia y de las más terribles atrocidades, ha permitido a los seres humanos continuar adelante, recuperar el rumbo y mantener ese idioma común de respeto y dignidad de la vida humana.
Al referirnos a lo poco probable de la ignorancia de Wegener sobre los crímenes de guerra, quisimos resumir con ironía la situación. Aclararemos para no dejar dudas: Wegener vivía a escasos metros de uno de los guetos más importantes y siendo patólogo no cabe duda que notó cómo se triplicaron las autopsias en esos meses.
La falta de registros sobre su participación en crímenes de guerra fue cuestionada por el estado polaco, aunque es fácil imaginar que en ese contexto los papeles fueran poco cuidados.
Lejos estamos de proponer un absolutismo moral, el hombre por su condición imperfecta sólo puede aspirar a permanecer en el camino, y es justamente no siendo absolutos que no podemos convencernos de que todo es lo mismo y que la moral es sólo un condimento de cada conciencia. El hombre dotado de inteligencia y voluntad no sólo puede, sino que está llamado por su propia naturaleza a ser el mejor hombre, a maximizar sus potencias. Desde la Grecia antigua el imperativo moral de Sócrates: "Conócete a ti mismo" imponía al hombre salir de la ignorancia y acrecentar la virtud.
Por último, creemos que no se puede clasificar simplemente como falencia humana la falta de respeto a la dignidad, al valor del hombre sólo por ser hombre.
En una cultura que intenta convencernos que los valores son cosas del pasado y la justicia sólo una utopía, proponemos humildemente y sin exaltaciones, abrir el debate y recuperar la esencia del hombre que supera cualquier creación intelectual.
Como dijo Viktor Frankl: "La historia nos brindó la oportunidad de conocer al hombre quizá mejor que ninguna otra generación. ¿Quién es, en realidad, el hombre? Es el ser que siempre decide lo que es. Es el ser que inventó las cámaras de gas, pero también es el que entró en ellas con paso firme y musitando una oración"6.

Pablo Young, Bárbara C. Finn, Julio E. Bruetman

Servicio de Clínica Médica, Hospital Británico de Buenos Aires e-mail: pabloyoung2003@yahoo.com.ar

1. Young P, Finn BC, Bruetman JE. ¿Se debería seguir llamando enfermedad de Wegener? Medicina (Buenos Aires) 2009; 69: 291-2.        [ Links ]

2. Young P, Finn BC, Bruetman JE, Young DR. Alfredo Lanari, Su Historia y la Metodología de la Investigación. Fronteras en Medicina 2009; 4: 38-47.        [ Links ]

3. Lu DW, Katz KA. Declining use of the eponym "Reiter´s syndrome" in the medical literature, from 1998 to 2003. J Am Acad Dermatol 2005; 53: 720-3.        [ Links ]

4. Shevell M. Hallervorden and history. N Engl J Med 2003; 348: 3-4.        [ Links ]

5. Woywodt A, Matteson E. Should eponyms be abandoned? Yes. BMJ 2007; 335: 424.        [ Links ]

6. Frankl V. La vida en el campo. En: Frankl V. El hombre en busca del sentido, 4ta. ed. Herder: Barcelona, 2004. p 49-110.        [ Links ]

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons