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Medicina (Buenos Aires)

versión impresa ISSN 0025-7680

Medicina (B. Aires) vol.70 no.4 Ciudad Autónoma de Buenos Aires jul./ago. 2010

 

ARTÍCULO ORIGINAL

Contaminación fecal canina en plazas y veredas de Buenos Aires, 1991-2006

Diana Rubel1, Cristina Wisnivesky2

1Departamento Ecología, Genética y Evolución, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires,
2Ecología de Reservorios y Vectores de Parásitos, Departamento Ecología, Genética y Evolución, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires

Dirección postal: Dra. Diana Rubel, Dpto. Ecología, Genética y Evolución, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Ciudad Universitaria, Avda. Intendente Güiraldes 2160, Pabellón 2, 4° piso, Laboratorio 55, 1428 Buenos Aires, Argentina Fax: (54-11) 4576-3354 e-mail: dianaru@ege.fcen.uba.ar

Resumen
El objetivo del trabajo fue presentar y analizar los datos de contaminación fecal canina y parasitaria en plazas y veredas de Buenos Aires obtenidos entre 1991 y 2006 por la Cátedra Parasitología General (Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires). Se censaron las heces en varias plazas cada año en un único día entre 1991-2006. A partir del año 2000 se censaron heces en veredas circundantes. En cada plaza se seleccionaron al azar 30 heces frescas que se conservaron en formol 5% para su análisis parasitológico por el método de flotación de Willis con solución saturada de ClNa. Los 51 censos presentaron una mediana de heces de 288; un 82% de las heces se observaron en los canteros de tierra o pasto. La contaminación fecal en las plazas fue mayor en el período 2000-06 que en el anterior (p = 0.0000). La contaminación fecal de las plazas aumentó con la densidad humana en las manzanas lindantes (p = 0.0076). Las veredas mostraron un patrón inverso, ya que la contaminación fecal fue mayor en las áreas menos densamente pobladas (p = 0.0000). Se detectaron parásitos en un número variable de las heces colectadas en todas las plazas. Los géneros más frecuentes fueron Ancylostoma (20.47%), Trichuris (2.59%) y Toxocara (1.70%). Nuestros resultados indican un aumento en la contaminación fecal de las plazas, posiblemente asociado con el aumento del número de perros en la ciudad combinado con las deficiencias en la implementación y el seguimiento de las medidas de control.

Palabras clave: Contaminación fecal canina; Ancylostoma; Toxocara; Medidas de control

Abstract
Dog fouling and helminth contamination in parks and sidewalks of Buenos Aires City, 1991-2006. The aim of this study was to provide data on canine fecal and helminthic contamination from parks and sidewalks in Buenos Aires City, collected by the Laboratory of General Parasitology, School of Sciences, University of Buenos Aires. A census of dog feces was performed in 1-11 parks per year between 1991 and 2006, a single day each year. In the period 2000-2006, the census included feces on sidewalks surrounding the park. Thirty fresh fecal samples were randomly collected from each park to determine the presence of helminth eggs and fixed with 5% formalin until diagnosis by the Willis' flotation method with a saturated solution of NaCl. The 51 censuses showed a median of 288 feces/park and 82% of the feces were collected from grass or bare-ground areas. Fecal contamination in parks was higher between 2000/06 than in the previous period (p<0.0000), and it increased with increasing human density on sidewalks surrounding the park (p=0.0076). The sidewalks showed a inverse pattern, with larger fecal contamination in the lesser densely populated areas (p=0.0000). All parks showed infected samples. The most frequent helminth genera were Ancylostoma (20.47%), Trichuris (2.59%) and Toxocara (1.70%). Our results indicated that an increase in dog number in addition to deficient public control policies accounted for the increase in dog fouling in public spaces of the city.

Key words: Dog fouling; Ancylostoma; Toxocara; Control strategies

La contaminación de los espacios públicos por heces caninas constituye un problema de salud pública cosmopolita sin una solución única.
De acuerdo con propuestas recientes, podríamos incluir en la categoría de zoonosis a todos "los problemas asociados con la presencia de animales en el ambiente urbano"1. Desde este punto de vista, algunos autores han considerado la contaminación fecal urbana como una zoonosis en sí misma, adoptando la expresión de "fecalización urbana"1.
El nivel de fecalización canina es un indicador de la intensidad de transmisión de varias helmintiasis a la población humana (toxocariasis, dipilidiasis, anquilostomiasis y tricuriasis), dado que junto con su prevalencia en la población canina determina la cantidad y la distribución de huevos infectivos en el suelo, siendo éstos la principal fuente de algunas de estas helmintosis1-4.

Por esta razón, la distribución de la contaminación fecal y su grado de infestación tiene importancia epidemiológica, ya que se ha demostrado para Toxocara sp que en algunas regiones la principal fuente de huevos se ubica en los jardines de las viviendas, mientras en otras en los areneros o áreas de juego de los parques públicos2, 5-7.
Según los estudios disponibles, la población está expuesta a la infección por Toxocara sp en varias ciudades de Argentina. Por ejemplo, la seropositividad a Toxocara canis se ha detectado en 37% y 67% de dos muestras de niños estudiados en la ciudad de Resistencia8, 9, un 39% de 156 pacientes de diferentes sexos y edades en la ciudad de La Plata10 y un 12.8% de los niños atendidos en el Hospital Mi Pueblo de Florencio Varela, Gran Buenos Aires11. Algunas de las manifestaciones clínicas que se han informado para la infección son: neumonitis, asma, hepatomegalia, uveitis, estrabismo, leucocoria y fiebre12-14. Los datos publicados sobre otras helmintosis zoonóticas en la región son poco frecuentes15-17.
La contaminación fecal o parasitaria en plazas o parques ha sido notificada en distintas ciudades latinoamericanas18-23. En la Argentina, hay publicaciones que informan relevamientos de contaminación fecal canina y parasitaria de espacios públicos en Ciudad de Buenos Aires, Gran Buenos Aires, La Plata, Mar del Plata, Santa Fe, Santo Tomé, Paraná, Corrientes, Resistencia y Chubut 24-34.
En la ciudad de Buenos Aires se ha estimado una población de 400 000 perros domiciliados en 199435 y 480 000 en 2005 (Anderson P, comunicación personal). Según estas estimaciones y la superficie de la Ciudad (200 km2), la densidad de perros domiciliados habría aumentado a lo largo de la década 1995/2005 de 2 000 perros/km2 a 2 400 perros/km2. Asumiendo que cada perro expulsa alrededor de 100 g de heces diarios, el nivel de producción diario de heces rondaría las 48 toneladas, de las cuales un porcentaje no despreciable se deposita en los espacios públicos36, 37.
Durante los últimos 20 años se han implementado distintas políticas públicas para controlar la contaminación fecal y parasitaria: legislación que obliga a recoger heces caninas de la vía pública, construcción de caniles, cercado de áreas de juego, rejas perimetrales en parques, adjudicación del cuidado de las plazas a empresas-sponsors, legislación para paseadores de perros, licitación de los servicios de limpieza de espacios verdes a empresas especializadas. Estas políticas se han aplicado en forma discontinua tanto en el espacio de la ciudad como en el tiempo, y no hay información disponible sobre la evaluación de cada una de ellas.
El objetivo general de este trabajo fue presentar y analizar los datos de contaminación fecal y parasitaria en algunas plazas y veredas de Buenos Aires obtenidos entre los años 1991 y 2006 por la Cátedra Parasitología General, Departamento Ecología, Genética y Evolución de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires.

También se plantearon como objetivos: analizar la variación temporal de la contaminación fecal de las plazas, analizar la relación entre contaminación fecal y parasitaria en las plazas y el nivel de densidad humana colindante, analizar la relación entre contaminación fecal en las veredas y su distancia a la plaza más cercana y discutir los resultados obtenidos en función del riesgo de exposición a helmintosis zoonóticas de origen canino y de las posibles medidas para minimizar dicho riesgo.

Materiales y métodos

Se analizó la contaminación en plazas de la Ciudad de Buenos Aires durante el período 1991-2006 (excepto en 1996).
Los muestreos se llevaron a cabo en un número variable de plazas una vez por año durante el mes de mayo, en el marco del dictado de Parasitología General, materia optativa del Ciclo Superior de la Carrera de Ciencias Biológicas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (UBA). Todas las actividades fueron supervisadas por docentes de la Cátedra.
En cada plaza se realizó un censo de las heces caninas frescas o secas presentes por medio de un recorrido sistemático de toda la superficie. Los fragmentos fecales próximos del mismo aspecto se contabilizaron como una única feca.
Las plazas estudiadas y su ubicación se muestran en la Fig. 1. Todas las plazas tienen una superficie aproximada de una hectárea (una manzana, superficie media = 11 496 m2, DS = 3 464, n = 17), salvo Barrancas de Belgrano y Garay (superficies de 40 567 m2 en 3 plazas contiguas y 18 283 m2 respectivamente).


Fig. 1.- Ubicación de las plazas estudiadas en la Ciudad de Buenos Aries durante el período 1991-2006.

El número de plazas estudiadas cada año varió entre 1 y 11 en función de la cantidad de alumnos inscriptos en la materia (ver Tabla 1). En todas las inspecciones se revisaron areneros y áreas de juego.

TABLA 1.- Número de censos*, años y nivel de población humana en el área por plaza estudiada, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 1991-2006

*Censo: relevamiento realizado un día por año en cada plaza: aIndice de densidad (ID) definido a partir del nº promedio de habitantes por manzana en las 8 manzanas lindantes a la plaza (o 10 manzanas para Bcas. Belgrano y Garay, de mayor superficie). Nivel 1: 124-250 habitantes promedio por manzana, nivel 2: 260-410 hab.prom./manz. y nivel 3: 650-780 hab.prom./manz. Datos provistos por el Centro de Documentación, Dirección General de Estadísticas y Censo, Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La plaza Alberti (barrio de Belgrano) se incluyó en el estudio todos los años para su seguimiento temporal. Se realizaron 4 entrevistas extensas con miembros de la AAPA (Asociación Amigos de la Plaza Alberti) para obtener información sobre las medidas de control implementadas por los vecinos y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y otras intervenciones ambientales sobre la plaza y sus alrededores con el objeto de controlar la contaminación fecal.
En los censos de 1992, 1995, 1999 y 2001 a 2006 se consignó el número de heces en sustratos permeables (tierra y/o pasto) e impermeables (asfalto, pedregullo).
En los censos de 2001 a 2006 se incluyó además información sobre la ubicación de las heces. Adicionalmente, en los censos de 2001 y 2002 se consignó el número de heces ubicadas en los bordes de los canteros (a 2 metros o menos del borde).
En 1999 se estudió la plaza Barrancas de Belgrano, censando las heces caninas dentro y fuera del canil y estimándose la superficie del mismo. También se realizaron entrevistas a propietarios de perros y paseadores.
A partir del año 2000 se realizó un censo de heces en veredas de la zona de las plazas estudiadas, siguiendo recorridos que en ningún caso se alejaron más de 10 cuadras de la plaza. Se censó el número de heces en canteros de árboles, baldosas y cordones. El número de veredas censadas alrededor de cada plaza se muestra en la sección Resultados.
En cada una de las plazas estudiadas, se seleccionó al azar alrededor de 30 heces frescas para la toma de muestras y posterior análisis parasitológico. Las muestras se conservaron en formol 5% hasta el momento del diagnóstico.
Para el diagnóstico parasitológico se utilizó el método de concentración por flotación de Willis con solución saturada de ClNa y se examinó sistemáticamente un preparado por muestra.
Para analizar la relación entre densidad de población humana y número de heces en las plazas se calculó un número medio de habitantes en las 8 manzanas lindantes a cada plaza (en dos casos las manzanas lindantes fueron 10 por el mayor tamaño de las plazas: Barrancas de Belgrano y Garay). El promedio se calculó en base a un mapa de densidades en todas las manzanas de la ciudad38. El mapa clasifica las manzanas en las siguientes categorías según el número de habitantes: 1-248, 249-568, 569-1 082 y 1 083-3 239. Para categorizar la densidad circundante a cada plaza, se tomó el punto medio de cada intervalo y se asignó a cada una de las manzanas lindantes a la plaza un número de habitantes según el mapa, promediándose posteriormente sus valores. Finalmente, se construyó un índice de densidad (ID) y se agrupó las plazas estudiadas en tres categorías de densidad humana en el área lindante (ver Tabla 1).
Para analizar la diferencia en el número de heces en veredas cercanas y lejanas a plazas, se construyó una variable de dos categorías: distancia menor a 500 m de cualquier plaza y distancia de 500 m o más a alguna plaza, en base a los resultados de un estudio previo que indica que más de un 90% de los perros con dueño que visitan las plazas de Buenos Aires reside a menos de 500 m de la plaza que visita39. Se analizaron las diferencias entre medianas de número de heces en las cuadras agrupadas en las dos categorías de distancia.
Para evaluar diferencias entre medianas se utilizó el test de la suma de rangos. Cuando se comparó más de dos conjuntos de datos, se utilizó el test de Kruskal-Wallis40.
Para analizar diferencias entre proporciones se utilizó el test de Chi Cuadrado (χ2)41. Para analizar el incremento lineal de proporciones se utilizó el test de χ2 de tendencia o de Mantel-Haenszel extendido42.
El software estadístico utilizado fue Statistix for Windows (Analytical Software, 1996).

Resultados

Se contaron 19 788 heces en 51 censos y en 47 de ellos se tomaron muestras de alrededor de 30 heces frescas para el diagnóstico parasitológico, constituyendo estos resultados la evaluación más completa de contaminación fecal y parasitaria realizada en un ambiente urbano de Argentina.
El conjunto de los censos presentó una mediana de heces de 288 con cuartiles 1 y 3 de 141 y 565 respectivamente. Los censos mínimo y máximo fueron 23 (plaza Nueva Pompeya, 1995) y 1 497 (plaza Alberti, 2003).
Los resultados de los censos de heces y el número de plazas censadas para cada año se encuentran en la Tabla 2.

TABLA 2.- Número de plazas estudiadas cada año* y media de heces observadas por plaza, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 1991-2006

nd: no determinado; D.E.: desvío estándar
*: un día por año

Se detectaron heces en los areneros durante 8 de los 49 censos (2 de los censos se realizaron en plazas sin arenero ni área de juegos): plaza De los Mataderos en 1995 (2 heces), plaza Alberti y 1° Mayo en 1998 (1 en cada arenero), plaza Echeverría en 2000 (3), plaza 25 de Agosto en 2001 y 2002 (5 y 1 heces), plaza Ricchieri en 2003 (5 heces) y plaza Mackenna en 2004 (6 heces). En ningún caso las áreas de juego estaban cercadas al momento del estudio, excepto en el caso de la plaza 25 de Agosto, en la que se encontró el portón del cerco abierto. La media de heces en los areneros fue 0.49.
Un 88% de las heces se hallaron sobre superficies permeables (tierra o pasto de los canteros de la plaza o los ubicados alrededor de los árboles en las veredas adyacentes, 11 230/12 768, porcentaje mínimo = 70%, máximo = 100%, 29 censos). Un 83% de las heces se hallaron en canteros, un 12% en las veredas que limitaban las plazas, un 5% en los caminos y un 0.2% en areneros o áreas de juego (8 745 heces en 11 censos). Los porcentajes mínimos y máximos de heces para cada ambiente fueron 70% y 90% para canteros, 4% y 24% para veredas, 0.9% y 14% para caminos y 0% y 2% para areneros.
Cuando se estudió la ubicación de las heces dentro de los canteros, se observó que un 53% de las heces observadas en los canteros estaban ubicadas a 2 metros o menos del borde de los mismos (1 422/2 659 heces observadas en 47 canteros relevados en 4 plazas)".
Los porcentajes de heces cercanas a los bordes de los canteros fueron para los censos de 2001 y 2002 de un 75% y 42% para la plaza 25 de Agosto (584 heces en 12 canteros y 547 heces en 8 canteros) y de un 66% y 52% para la plaza Alberti (470 heces en 13 canteros y 845 heces en 14 canteros).
En las veredas que limitaban las plazas, un 67% de las heces censadas se observaron en los sectores de tierra que rodeaban los árboles (675 heces totales en 27 veredas correspondientes a 7 censos).
El estudio de Barrancas de Belgrano en 1999 indicó que de las 3 plazas, la plaza que limita con la calle La Pampa -con área de juegos y arenero- era la menos contaminada (489 heces, 0.026 heces/m2) y la plaza que limita con la calle Juramento -que contiene el canil- la más contaminada (656 heces, 0.062 heces/m2). El canil presentó una densidad de heces similar a la de la misma plaza (82 heces, 0.067 heces/m2). La plaza central, ubicada entre las dos primeras, presentó al momento del censo 678 heces (0.059 heces/m2).
Se determinó por entrevistas a los dueños que un alto porcentaje de dueños de perros no utiliza el canil debido a la gran cantidad de animales que observa en él y que provocan miedo, por lo que el canil es de uso casi exclusivo de los paseadores de perros. A su vez, los paseadores son los que realizan las tareas de mantenimiento del canil (limpieza periódica, etc.), lo que refuerza su sentido de apropiación del sitio.
Los censos de heces caninas previos al año 2000 presentaron una mediana significativamente menor que los censos del año 2000 y siguientes (mediana = 222.5; cuartiles 1-3 = 109.25-402.75; n = 38 y mediana = 726; cuartiles 1-3 = 486-900; n = 13; p = 0.0000).
La contaminación fecal de las plazas varió según el ID (ver Tabla 3). Las plazas con ID = 1 mostraron una contaminación significativamente menor que las plazas de ID = 2/3 tomadas en conjunto (p = 0.0076, ver Tabla 3). La contaminación en las plazas de ID =1 fue menor que en las de ID = 2 (diferencia marginalmente significativa, p = 0.0505). La contaminación no varió significativamente entre las plazas de ID = 2/3 (p = 0.3481).

TABLA 3.- Índice de densidad poblacional (ID) y contaminación fecal y parasitaria en las plazas, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 1991-2006

a: Mediana de número de heces censadas en las plazas de esa categoría de ID y cuartiles (Q) 1 y 3. La mediana y los cuartiles para los niveles de ID 2 y 3 en conjunto es 396, cuartil 1=220, cuartil 3=673, n=35.
b: porcentaje de heces examinadas que resultaron positivas para helmintos.

A diferencia de las plazas, las veredas resultaron significativamente más contaminadas en las áreas de ID = 1 (medianaheces/vereda = 15; cuartiles 1-3 = 7-26,5; n = 245) que en las áreas de ID = 2/3 (medianaheces/vereda = 9; cuartiles 1-3 = 5-15; n = 457; p = 0.0000). Esta misma diferencia se verificó utilizando para el análisis solamente las heces ubicadas en las áreas de tierra que rodeaban los árboles de las veredas, lo que evita el posible error que puede producir el grado de limpieza de las veredas por parte de los residentes (p = 0.0000).
Los resultados generales de los censos de veredas se muestran en la Tabla 4.

TABLA 4.- Censo de heces caninas en veredas cercanas a las plazas estudiadas, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 2000-2006

MF: N° total de heces censadas en las veredas; n: número de veredas censadas; media: N° medio de heces censadas por vereda, DE: desvío estándar, MFarb: N° de heces censadas en las áreas de tierra alrededor de los árboles de la vereda, %: porcentaje de las heces censadas observadas en las áreas de tierra alrededor de los árboles de la vereda
* Vicuña Mackenna

La mediana de heces en veredas resultó significativamente menor cuando éstas distaban 500 m o menos de alguna plaza que cuando se ubicaban a mayor distancia de un espacio verde (p = 0.0001, n = 686). Sin embargo, esta relación no se verificó en todos los casos cuando se analizaron los censos por separado.
Para la plaza Alberti, las veredas cercanas resultaron menos contaminadas (censos de 2000, 2001 y 2004: p = 0.0003; ndist<500m = 268; ndist≥500m = 79) y el mismo resultado se obtuvo para los censos de 2000 y 2001 (p = 0.0026 y p = 0.0209). Entre las demás plazas, las veredas cercanas y lejanas no mostraron diferencias significativas en cuanto a la contaminación fecal. Los resultados se reiteraron tomando como variable las heces censadas en las áreas de tierra que rodeaban a los árboles.
El número de heces en la vereda varió según la cantidad de árboles (con su área de tierra circundante) en la misma. Se dividió las veredas en 3 categorías: menos de 7 árboles, 7-10 árboles y 11 o más. La mediana del número de heces censadas y los cuartiles 1 y 3 de las veredas de cada categoría fueron: 5 (2-7.75) con n = 72; 10 (5.75-16.25) con n = 206 y 17 (9.75-30.25) con n = 74 (Kruskal-Wallis = 64.5387; n = 352; p = 0.0000; comparaciones a posteriori mostraron diferencias entre las tres categorías, α = 0.008).
Se analizaron en total 1 409 muestras fecales, de las cuales 351 (25%) resultaron positivas para helmintos (351). El 100% de las plazas presentó muestras positivas para helmintos. El porcentaje de heces promedio fue de 25%, (mínimo = 3.33% en plaza 25 de Agosto, 1998; máximo = 61% en plaza Almagro, 2003).
Los parásitos detectados fueron Ancylostoma caninum, Trichuris vulpis, Toxocara canis, Toxascaris leonina, Strongyloides sp, Dipylidium caninum y Taenia sp. Las prevalencias, porcentaje de censos y plazas en los que se detectó cada parásito se muestran en la Tabla 5.

TABLA 5.- Presencia de helmintos en las plazas de Buenos Aires, período 1991-2006

La proporción de muestras positivas fue menor en las muestras previas al año 2000 (224/1 009, 22%) que en las del período 2000-2006 (127/273, 32%; χ2 = 13.97, p = 0.0002).
La frecuencia de Ancylostoma mostró el mismo resultado (16% vs. 29%; χ2 = 24.91; p = 0.0000). La frecuencia de Trichuris no mostró diferencias significativas para los dos períodos y la de Toxocara decreció para el período 2000 en adelante (2% vs. 0.5%; χ2 = 5.09; p = 0.0240).
La proporción de heces positivas se incrementó linealmente con el ID (χ2M-H = 24.822, p = 0.0000, ver Tabla 3).
La proporción de heces positivas para Ancylostoma también se incrementó linealmente con el ID: 13%, 22% y 32% para los ID 1, 2 y 3 respectivamente (χ2M-H = 39.461, p = 0.0000). No se verificó la misma relación para la proporción de heces positivas para otros helmintos.
En la Fig. 2 se presentan los datos de la Plaza Alberti a lo largo de los años del estudio. En este período se implementaron varias medidas tendientes a controlar la contaminación fecal en la plaza: en 1997 se instalaron en la plaza rollos de bolsas plásticas para recoger las heces caninas en 4 puntos, en 1999-2000 carteles informativos sobre la normativa de recolección de heces y en 1998-1999 cercos alrededor de los canteros de la plaza. También se incrementó el número de árboles y arbustos. En el año 2000 se introdujo la limpieza por motos con aspiradoras para materia fecal. Además, entre 1997 y 2000 aumentó la edificación en el área circundante, con el consiguiente aumento de la densidad poblacional en los alrededores de la plaza.


Fig. 2.- Número de heces caninas observadas y porcentaje de heces parasitadas en la Plaza Alberti durante los años del estudio, Buenos Aires.

Los censos de heces anteriores al año 2000 (n = 8) presentaron una mediana significativamente menor que los censos del período 2000-2006 (n = 7; 351; cuartiles 1-3 = 278.25-473.25 vs. 754; cuartiles 1-3 = 700-1 087; p = 0.0022).
El porcentaje de heces observadas en las áreas de tierra que rodean los árboles se incrementó linealmente con los años (39%, 45%, 51%, 59%, 64% y 68% para 2000/2006, χ2M-H = 144.157, p = 0.0000).
Los análisis parasitológicos detectaron huevos de helmintos en un 28.98% de las muestras analizadas (122/421).
Los géneros de helmintos detectados fueron Ancylostoma (26%), Trichuris (4%) y Strongyloides (0.9%).
La proporción de heces positivas fue mayor en el período 2000/2006 que en el período 1991/1999 (35% vs. 24%; χ2 = 5.82; p = 0.0158).
La prevalencia de Ancylostoma fue mayor en el período 2000/2006 que en el período 1991/1999 (31% vs. 19%; χ2 = 5.75; p = 0.0165).

Discusión

Nuestros resultados indican que el nivel de contaminación fecal en las plazas es mayor cuanto más densamente pobladas están las áreas circundantes a la plaza. Estos resultados coinciden con los de Veneziano y col., que detectan transectas urbanas más contaminadas en áreas de mayor densidad humana43. Esta relación también se verifica con el seguimiento de una de las plazas a lo largo del período 1991-2006, con el aumento de la contaminación y de la densidad poblacional por la construcción de grandes edificios en los alrededores. Estos resultados podrían explicarse suponiendo un aumento de la densidad de la población canina al incrementarse la población humana, relación que se ha probado en algunas áreas44, 45.
En nuestro estudio además, el porcentaje de heces positivas para helmintos en las plazas de Buenos Aires también aumentó con la densidad, a diferencia de un estudio de Rinaldi y col. analizando la presencia de Giardia y Cryptosporidium en heces caninas provenientes de transectas con distinta densidad humana46.
Esta relación implica que las áreas más densamente pobladas de la ciudad deberían resultar prioritarias para encarar la prevención y el control de helmintiasis caninas transmisibles.

La contaminación de las veredas muestra un patrón inverso de contaminación en función de la densidad humana, y esto puede relacionarse con que en las áreas de menor densidad predominan las edificaciones bajas y aumenta el porcentaje de perros que deambulan libremente sin sus dueños y no son llevados a las plazas para defecar47-49. Así, en estas áreas el patrón es inverso al de las áreas más densamente pobladas: plazas menos contaminadas y veredas con mayor contaminación.
Las veredas cercanas a las plazas presentan una menor contaminación que las alejadas sólo en algunas áreas. Es probable que este patrón varíe al cambiar la proporción de dueños de perros que utiliza la plaza para que sus animales defequen.
Tanto los porcentajes de las heces ubicadas en los canteros de las plazas (82%) como los porcentajes de heces en las áreas de tierra ubicadas alrededor de los árboles (un mínimo porcentaje de la superficie de la vereda alberga cerca de la mitad de las heces) confirma que los perros muestran preferencia por defecar en superficies permeables, tal como se ha observado en otras áreas urbanas50.
En cuanto a los parásitos detectados, Ancylostoma es el parásito más frecuente y de distribución más extendida, seguido por Trichuris y Toxocara, mostrando semejanzas con otros estudios en la región24, 30, 51-54. El aumento de la proporción de heces infectadas en el último período debería alertar a las autoridades sanitarias para emprender acciones de control con la debida planificación y evaluación.
Con respecto a la distribución de las heces dentro de las plazas se podría observar que su concentración en los canteros difiere de lo observado en otras ciudades, en donde la contaminación se concentra en las áreas de juego o areneros2. En las plazas de Buenos Aires, los canteros son utilizados por los niños para jugar al fútbol y por la población adulta para esparcimiento, incluyendo como tal el exponerse al sol en traje de baño en los períodos cálidos. Dado que es muy frecuente ver personas de distintas edades sentadas en el césped, estos patrones de uso incrementan la posibilidad de contacto con superficies contaminadas con huevos.
La concentración más alta de heces en la franja externa de los canteros sería el resultado de la superposición entre la preferencia de los perros (defecar sobre superficies de tierra o pasto) y la restricción de movimientos que imponen los dueños a través de la correa y recorriendo la plaza por los caminos.
Con respecto a las medidas de control, los caniles podrían ser una alternativa, aunque en la ciudad solo existen caniles en 20 de los 654 espacios verdes de distinto tipo55. Nuestras observaciones acerca del temor que genera en muchos dueños un canil con gran número de perros, coinciden con el de funcionarios de la Dirección General de Higiene Urbana (Ing. Gabriela Faustinelli, a cargo del organismo oficial, comunic. pers, 2005) y deberían atenderse en relación a la estructura y el mantenimiento de los mismos.
Otras medidas, como las implementadas en plaza Alberti (colocación de bolsas y carteles informativos), o la legislación que obliga a los que paseen con perros en la vía pública a recoger sus deshechos (Ordenanza 41 831/87, Ciudad de Buenos Aires), no parecen mostrar los efectos esperados, probablemente por problemas de implementación (por ejemplo: deficiencias en los controles por ausencia de funcionarios autorizados para hacer cumplir las normas).
La simple existencia de penalidad legal/económica para los dueños que ensucian los espacios públicos también se muestra una medida insuficiente en otros países. Estudios realizados en distintas localidades de Inglaterra, mostraron que el porcentaje de dueños que levantaba las heces era muy variable (59% a 86%), y que era más frecuente que los dueños recojan las heces en los parques que en las veredas, y si eran mujeres que si eran hombres36, 56. En la Argentina se carece de información más precisa sobre comportamiento.

Nuestros resultados indican un aumento en la contaminación fecal de las plazas, posiblemente asociado con el aumento del número de perros en la ciudad combinado con las deficiencias en la implementación y el seguimiento de las medidas de control. Un aspecto a tener en cuenta para prevenir estas zoonosis sería entonces el control de la población canina.
En los últimos años, además de extender el cercado de las áreas de juego, se colocaron rejas perimetrales en varios espacios verdes de Buenos Aires, prohibiéndose el ingreso de perros a algunos de ellos57, 58. Pero se presentan problemas de índole social por los cuales algunas de las rejas no pueden cerrarse por la noche y hay falta de vigilancia durante el día, además de la falta de consenso entre los vecinos de algunas áreas59. En otros espacios verdes se intenta reimplantar el sistema de guardianes de plaza (erradicado hace más de 20 años)58.
Estas medidas pueden producir una redistribución de la carga de contaminación fecal canina en los distintos espacios públicos, aunque también es esperable en este caso que la ciudad presente heterogeneidad y esta heterogeneidad deba tomarse en cuenta para la planificación de medidas.
Tanto el problema de la contaminación fecal como la presencia de parásitos requieren de estrategias de prevención, evaluación y control que se integren con los demás aspectos de la planificación urbana y la salud pública. Algunos autores han sugerido la implementación de un Sistema de Vigilancia Epidemiológica a partir de la detección de parásitos transmisibles en heces caninas provenientes de los espacios públicos. Las medidas sugeridas son el conrol de la población canina, el tratamiento masivo de los perros con antihelmínticos, programas educativos y alertas en los sistemas de salud24.

Agradecimientos: A la docente Dra. Rosario Petersen por la creación del Trabajo Práctico en su primera versión, a los docentes Nicolás Schweigmann, Alicia Gil, Viviana Massoni, Myriam Mermoz, Gustavo Fernández y Aníbal Carbajo por la supervisión del trabajo de campo y laboratorio y el aporte de ideas. A los alumnos: P. Doorn, S.M. Gómez, A. Cretari, L. Rossi, L. Varone, N. Arredondo, M. Vernetti y E. Noriega por su interés y dedicación.

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Recibido: 26-3-2009
Aceptado: 19-8-2009

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