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Medicina (Buenos Aires)

versión impresa ISSN 0025-7680

Medicina (B. Aires) vol.72 no.2 Ciudad Autónoma de Buenos Aires mar./abr. 2012

 

CARTA AL COMITÉ DE REDACCIÓN

Recuerdos de Eugenia Sacerdote de Lustig (1910-2011)

 

Me produjo una gran pena el fallecimiento de Eugenia Sacerdote de Lustig, el 27 de noviembre de 2011 a los 101 años. En su homenaje quisiera reproducir el capítulo que le dediqué en mi autobiografía1, 2:
Esta mañana (24 de agosto de 2005) estuve en la inauguración de las XXI Jornadas de Oncología, del Instituto de Oncología Angel H. Roffo, especialmente invitada al homenaje a la Dra. Eugenia Sacerdote de Lustig.
Eugenia Sacerdote es amiga mía desde añares, me lleva diez años mientras que la doctora Rosa Rabinovich de Pirovsky le llevaba otra década. Las tres fuimos "el trío"de la oncología experimental, ellas dos desde el Roffo, y yo en la Academia Nacional de Medicina. Los investigadores y becarios de nuestros dos centros se encuentran todos los años en Jornadas como la de hoy y, en especial, en las reuniones anuales de las Sociedades Argentina de Investigación Clínica (SAIC) y de Inmunología (SAI). En un momento dado fue tan acentuado el intercambio de proyectos que, como árbitro de un encuentro de SAIC, recibí dos resúmenes que describían el mismo experimento relacionado con el crecimiento tumoral en ratones, uno proveniente del Roffo y el otro de mi laboratorio. En aquella oportunidad, fui a ver a la Dra. Sacerdote y le dije que, para mí, esto era una coincidencia positiva, una alegría. El hecho que de manera individual dos becarios, uno suyo y uno mío, hubieran ideado el mismo experimento significaba que estaban ambos tan compenetrados con el tema que el siguiente paso había sido obvio: un experimento duplicado. A los dos autores no les iba a gustar, pero dependía de nosotras dos explicarles que esto era una virtud y que ambos resúmenes deberían presentarse y discutirse en forma conjunta. Ella lo entendió enseguida, pudimos poner a los becarios de acuerdo y la presentación fue un éxito y habilitó mucha discusión sobre los próximos pasos a seguir.
Hoy, Elisa Bal, sucesora de la Dra. Sacerdote, se encontraba muy emocionada mientras hacía una reseña de su trayectoria. Contó que "la doctora", como hacen referencia a Eugenia, se recibió de médica en Turín en 1937, llegó al país en 1939 y fue la iniciadora del Cultivo de Tejidos en la Cátedra de Histología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Con ese tema y de la mano del Dr. Brachetto Brian, llegó al Roffo en 1947, del cual nunca más se desligó. Dirigió el Departamento de Investigaciones Oncológicas desde 1966 hasta su jubilación, en 1986. Hoy es Investigadora Emérita del CONICET. Su ininterrumpida labor significó la formación de muchos profesionales. Nunca abandonó su laboratorio, al cual continuó asistiendo hasta el año pasado pese a una ceguera que está enfrentando con increíble coraje. Según las propias palabras de Eugenia Sacerdote: "Nací con el cultivo de tejidos, viví por él, difundí la técnica y, a lo largo de mi vida, tuve la fortuna de asistir a los más espectaculares avances de la biomedicina, cuyos éxitos se deben al buen manejo de esta metodología y a la creatividad de los investigadores".
Me identifico con Eugenia Sacerdote, hemos colaborado en varios simposios y compartido almuerzos de amigas. Me dedicó un ejemplar de su biografía Eugenia Sacerdote de Lustig, una pionera de la ciencia en la Argentina compilada por Laura Rozenberg3 en 1992 y premiada en el Concurso "Los Grandes Italo-argentinos"organizado por la Asociación Dante Alighieri. Reproduzco aquí el último párrafo del libro:
"¿Hasta cuándo voy a seguir? Me preguntaron un día en un reportaje televisivo. Hasta que me dé la cabeza, respondí. Sólo quisiera que a los científicos nos dejen trabajar en paz, que nos den las facilidades…. Los vaivenes de la política argentina no me han facilitado mi carrera profesional. Pero a pesar de todo no me quejo: he podido trabajar en lo que quería, he podido orientar a muchos jóvenes hacia el campo de la oncología experimental y de la biología de las metástasis. Estoy agradecida a todos los numerosos colaboradores que han quedado o que han emigrado, por haberme ayudado a superar los obstáculos que el destino puso en mi camino."
Una gran mujer, Eugenia.

Christiane Dosne Pasqualini

e-mail: chdosne@hotmail.com

1. Pasqualini CD. Quise lo que hice. Autobiografía de una investigadora científica. Buenos Aires: Leviatán, 2007.         [ Links ]

2. Pasqualini CD. ¿Para qué escribir una autobiografía? Buenos Aires: Belgrano R ES SUYO, 2011; 125: 14-6.         [ Links ]

3. Rozenberg L. Eugenia Sacerdote de Lustig. Una pionera de la ciencia en la Argentina. Buenos Aires: Asociación Dante Alighieri, 1992.         [ Links ]

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