PUNTOS CLAVE
Conocimiento actual
• El error impacta en los pacientes, pero también en los profesionales y en las ins tituciones. Las segundas victimas presentan impacto personal, profesional que afecta también en la atención en salud
Contribución del artículo al conocimiento actual
• El impacto del error en los profesionales es alto, con consecuencias psicológicas y en su desarrollo profesional. Perciben mayor apoyo de amigos y familia. Cuentan con respaldo institucional y en menor grado en sus colegas. Es necesario fortalecer las instituciones en la gestión sanitaria para ofrecer un entorno laboral de contención para los profesionales
El sistema de salud requiere de profesionales espe cializados para responder a las demandas cada vez más complejas. Aun con los avances en la atención sanitaria, los profesionales no están exentos de participar invo luntariamente en un evento adverso, a pesar de la alta preparación que pueden tener1,2. Las consecuencias del error pueden ser devastadoras para el propio profesional además de tener consecuencias en la atención de salud.
Se define segunda víctima (SV) como cualquier traba jador de la salud, directa o indirectamente involucrado en un evento adverso imprevisto, error de atención médica no intencional o lesión del paciente, y que se convierte en víctima en el sentido de que también se ven afectados negativamente3.
Las consecuencias en el personal sanitario se ma nifiestan en distintos planos. En ocasiones presentan alteraciones físicas (insomnio4, cambios en el apetito, dolor de cabeza, náuseas4,5), psicológicos (sentimientos de culpa, angustia, miedo y vergüenza6). También ex perimentan inseguridad ante sus habilidades profesio nales sintiéndose en algunos casos incapacitados para seguir atendiendo paciente o con deseos de dejar la profesión6,10. Pueden además observarse situaciones de estrés postraumático11, burnout12, abuso de sustancias12 como consecuencia del evento. Infrecuentemente se han reportado casos de suicidio13.
Las consecuencias también se manifiestan en as pectos económicos y de gestión de recursos humanos afectando a las instituciones, ya que aumentan las tasas de ausentismo y la intención de cambiar de trabajo8,14. Formar un profesional en cada institución lleva tiempo y costos que, si no se gestiona, ante un error cometido, se corre el riesgo de perderlo y de este modo incrementar el ausentismo, la rotación de personal y el ingreso de nuevos profesionales con la necesidad de capacitarlos para la función en la que se desempeñarán.
Esta realidad pone de manifiesto la necesidad de trabajar con los profesionales que cometen un error y con el equipo. Las medidas de soporte a la SV son variadas y pueden estar dadas por los propios colegas8, el personal de gestión (supervisores, coordinadores)7, o el ámbito institucional14. Además, en algunos casos las SV buscan apoyo en su familia o amigos, aunque sean ajenos al ámbito laboral5.
Como parte de esta realidad es necesario contar con instrumentos de medición que permitan conocer la experiencia de la SV y las medidas de apoyo recibido. Por ello Burlison y col., desarrollaron el SVEST (Second Victim Experience and Support Tool) que busca medir la experiencia de SV y la calidad de recursos de apoyo de las instituciones5. El cuestionario fue validado en varios países6,9,15-21 y en Argentina22.
A partir de allí, varios estudios permitieron conocer la prevalencia y características del fenómeno, principal mente en Europa23,24 y Asia6,25,26. En Latinoamérica los estudios son escasos27 y es necesario abordarlo a fin de conocer cómo se comporta el fenómeno a nivel local. Por ello, el objetivo de este estudio fue caracterizar la experiencia de la SVs y conocer las medidas de apoyo percibidas en instituciones públicas y privadas de la Argentina.
Material y métodos
Estudio observacional descriptivo, transversal. La po blación estaba compuesta por profesionales de salud de atención directa de cinco instituciones de alta compleji dad de Buenos Aires. En cada una de ellas se incluyeron al personal que se encuentre involucrado en el proceso de administración de medicamentos (indicación, dispen sación, preparación, administración y registro) Todas las instituciones participantes tienen un equipo de trabajo en el ámbito de seguridad, poseen sistema de reporte de error y presentan protocolos de actuación sobre el pa ciente ante un EA (eventos adversos). Ninguna cuenta con protocolo de atención de SV.
La encuesta fue entregada a todo el personal y se los invitó a participar de forma voluntaria. La misma fue anó nima, en formato papel y depositada en una urna desti nada a ese fin. Estuvo estructurada en dos partes. La pri mera parte compuesta por variables sociodemográficas y preguntas acerca del conocimiento de SV y la experiencia de error. En este caso, a aquellos que contestaron que co metieron error se los invitó a completar la segunda parte que estaba compuesta por el SVEST en su versión local13.
El SVEST cuenta con 28 ítems organizados en 9 dimen siones. Tres de las dimensiones miden las consecuencias del evento en el profesional (a nivel psicológico, físico y autoeficacia profesional), cuatro dimensiones caracteri zan las medidas de soporte percibidas (colegas, supervi sor, institucional, no relacionado al trabajo) y dos dimen siones valoran los resultados de la experiencia (deseo de abandono y ausentismo). Cada dimensión contiene variables que se puntúan con una escala de Likert de 1 a 5, donde el 1 representa poco y el 5 mucho. Altas puntua ciones suponen consecuencias mayores y alta percepción de apoyo inadecuado por parte de cada uno de los parti cipantes5.
Se realizó un análisis descriptivo con el programa SPSS, calculando frecuencia y porcentaje de variables ca tegóricas y la media y DE cada dimensión. Para la asocia ción entre variables categóricas y cuantitativas se realizó test Kruskall Wallis y a través de la prueba U Mann Whit ney se determinó la diferencia entre los distintos grupos. Finalmente, la asociación entre variables cuantitativas se correlacionó a través de la Rho de Spearman. Para las pruebas de asociación se buscó un nivel de significancia con un p = 0.05. El grado de acuerdo para cada dimensión fue calculado a partir de aquellos porcentajes que habían completado la escala con un puntaje ≥ 4 de cada ítem de la dimensión5.
El estudio fue autorizado por los comités de ética y las instituciones participantes.
Resultados
Contestaron la encuesta 1190 profesionales, de los cuales el 88.6% trabajaba en una institu ción privada. Del total, el 56.1% manifestó estar involucrado en un evento adverso y completó el SVEST. Predominaron los profesionales de enfermería (66.4%) (Tabla 1). El promedio de an tigüedad fue de 9.1 años (DE ± 8.0). Se observó una asociación significativa (p ≤ 0.01) entre la antigüedad y haber cometido participado de un incidente.
De aquellos profesionales que cometieron un evento adverso (n = 651), el 67.1% eran en fermeros y el 49.6% conocía el término segunda víctima. La mayoría de ellos (38.1%) cometió el error hace más de tres años y un 90.2% informó el error en el ámbito de trabajo (Tabla 1). Se eli minaron 16 cuestionarios porque no se encon traban completos en el SVEST.
La media del total del SVEST fue de 2.5 pun tos. Las dimensiones de medidas de soporte pre sentaron un promedio de 2.7 puntos y las que representaban las consecuencias (daño psico lógico, físico y profesional) 2.6 puntos, mientras que las dimensiones de resultado obtuvieron un promedio de 1.7 puntos (Tabla 2).
En cuanto a las medidas de soporte, el apoyo no relacionado al trabajo fue la de mayor pre dominio (x = 3.1). Considerando las consecuen cias, la dimensión psicológica presentó el mayor daño. (x = 3.4). Finalmente, el abandono profe sional fue la dimensión que menor puntaje ob tuvo (x = 1.7) (Tabla 2).
Por otro lado, se observó una relación sig nificativa entre las consecuencias y las medi das de apoyo, por lo que a mayor daño menor percepción de las medidas de apoyo (Rho: -0.8, p = 0.047). Además, los profesionales que perci bieron mayor impacto presentaron mayor ten dencia a variables de resultados (abandono y ausentismo) (Rho: 0.5, p < 0.001) (Tabla 3). Más específicamente se encontró asociación esta dística entre el daño psicológico y la percep ción de medidas de apoyo de colegas (Rho: -0.2, p = 0.000) y el no relacionado al trabajo (Rho: -0.2, p = 0.000), así como con el ausentismo (Rho: 0.1, p = 0.001) y el abandono profesional (Rho: 0.2, p = 0.000). Igualmente, el cuestionamiento de las habilidades profesionales (impacto) tam bién se asoció significativamente al ausentismo (Rho: 0.6, p = 0.000) y el abandono profesional (Rho: 0.3, p = 0.000).
Asimismo, se encontró asociación entre el SVEST y algunas variables sociodemográficas. Por ejemplo, el puntaje total del SVEST se re lacionó con una mayor antigüedad (Rho = 0.1, p = 0.001) y a más tiempo en que se cometió el error (p = 0.02) (Tabla 4).
Deteniéndonos en las dimensiones que reflejan las consecuencias se evidenció di ferencia entre los grupos profesionales (p = 0.04) y en el tiempo de haber trascurrido el evento (p = 0.05). (Tabla 4). Por la prueba de Kruskall Wallis se observó que las diferen cias significativas entre los grupos profesio nales están en el daño psicológico (p < 0.001) y físico (p < 0.001). La diferencia de medianas es mayor en los enfermeros frente a los mé dicos, por lo que los profesionales de enfer mería sufren más daño psicológico y físico que los médicos (Tabla 5).
En cuanto a las medidas de apoyo, los pro fesionales de mayor antigüedad laboral pre sentaron mayor percepción de las medidas de apoyo o soporte (Rho: 0.1, p < 0.001). Y en esta línea los resultados indican que a mayor anti güedad profesional mayor percepción de apoyo del supervisor (Rho = 0.1, p = 0,000) y de la insti tución (Rho = 0.1, p = 0,000). La prueba de Mann Whitney agrega también diferencias significati vas entre los grupos profesionales y el apoyo de colegas (p = 0.03) e intención de abandono pro fesional (p = 0,00), percibiendo en este caso, los médicos mayor apoyo por sus pares que los en fermeros, así como mayor deseo de abandonar la profesión (Tabla 5).
Discusión
Los principales hallazgos de este estudio fue ron que los profesionales involucrados en un EA reciben daños psicológicos importantes, mani festados por tristeza y culpa. Expresan que se sienten inseguros y con miedo para seguir traba jando. Además, manifiestan que no perciben un apoyo fuerte por parte de los colegas, los coordi nadores o la institución. A cambio lo encuentran en familiares y amigos.
En la población en estudio, la ocurrencia de in cidentes se asoció con la antigüedad laboral. Esto resulta un tanto paradójico, ya que se podría con siderar que a mayor experiencia deberían existir menos posibilidades de participar de un EA. Sin embargo, no se debe olvidar que los profesionales de la salud están sujetos a error por su condición humana2, además de la complejidad del sistema de salud. Por lo tanto, reconocer esta realidad y trabajar sobre ella es parte de lo que se pretende con la cultura de seguridad27. Al mismo tiempo, aunque las consecuencias parecieran ser meno res en los profesionales con mayor experiencia en el estudio de Yan y col.26, los resultados de este estudio no demuestran lo mismo, ya que se en contró asociación entre la antigüedad y el punta je del total del SVEST.
El mayor daño experimentado por todos los profesionales que participaron en el estudio fue el psicológico, predominando la culpa. Algo similar ocurre con los estudios de otros países23,25,27,28, en los que se agrega que, si bien se disminuye con el tiempo, no se resuelven por completo25 y pueden asociarse con depresión y el suicidio posterior13,29.
Por ejemplo, un estudio encontró que los profe sionales con depresión habían tenido una tasa de errores de medicación seis veces mayor que la de los residentes no deprimidos30. Asimismo, se evidenció a mayores consecuencias (psicoló gicas, físicas y de habilidades profesionales) en quienes habían percibido menor apoyo por parte de colegas, supervisores e institucionales, situa ción que puede poner más en riesgo a las SVs. Esto pone de manifiesto la urgencia de crear un programa de atención a la SVs a fin de prevenir afecciones mayores en los profesionales.
No hay que dejar de lado otras afecciones de las SVs como el cuestionamiento de las habili dades profesionales. Los participantes de este estudio manifestaron que luego del evento se sentían inseguros y dudaban de sus capacidades para realizar su tarea. Finney y col. afirmaron que los profesionales de su estudio expresaron que esta dimensión es el impacto más alto, in cluso por encima del psicológico5. Otros estudios coinciden en que, si bien no es la que más afecta a los profesionales, es una de las dimensiones más puntuada23,28. Es por ello que, sin ignorar las consecuencias psicológicas, es importante pres tar atención a todas las dimensiones en que se afectan las SVs realizando un abordaje integral del fenómeno. Por ejemplo, la afirmación luego del evento siento miedo de realizar procedimientos de alto riesgo además de la inseguridad, ponen al profesional en una situación de estrés que si no se atiende y acompaña puede incrementar el daño. También se expone aún más a los pacien tes cuando reciben la atención por parte de un profesional que manifiesta miedo e insegurida des y no se lo acompaña en su tarea.
Entre las medidas de soporte de las SVs, el apoyo brindado por familiares y/o amigos (no relacionado al entorno laboral) fue el más fuer temente percibido por los profesionales, del mismo modo que en otros estudios5. Algo con trario sucede en los enfermeros estudiados por Mok y col. en Singapur, donde predomina un fuerte apoyo institucional, seguido por colegas y los supervisores y donde el apoyo no relaciona do al trabajo (amigos y familia) es la dimensión que menor valor adquirió en el cuestionario25. En segundo término, el apoyo institucional fue una medida valorada por los participantes de este estudio. Sin embargo, estos mismos pro fesionales no se sienten fuertemente apoyados por sus supervisores y colegas. Esto resalta la importancia de trabajar en la cultura de segu ridad y en la educación continua del personal. Varios autores señalan que, a mayor cultura de seguridad menores consecuencias en las SVS14,31. El apoyo institucional percibido refleja que las SVs sienten que la institución acompaña, pero no lo perciben en su entorno inmediato (cole gas y supervisores) y en consecuencia lo buscan fuera del entorno laboral. Teniendo en cuenta que los primeros auxilios emocionales y que los programas de atención de las SVs recomiendan como primer nivel de atención los colegas7, re sulta de vital importancia trabajar para que és tos cuenten con las herramientas para brindar sostén a las SVs y empatizar con la situación. Diversos estudios sostienen que gran parte de los profesionales hubiesen deseado recibir apo yo por parte de sus colegas8,27 o que cuando se encontraron frente a una SV no supieron cómo brindarle acompañamiento32. Esta idea refuerza la necesidad de capacitar al personal en accio nes de atención a la SV. De esta forma se fomen ta una atmósfera positiva en la organización que facilita el afrontamiento y reduce los efectos en los profesionales31.
Si bien en este estudio el efecto en las SVs en el trabajo (ausentismo y abandono de la profesión) no parece predominar, encontramos profesiona les que consideraron abandonar la profesión y otros que deseaban ausentarse. Esto fue reportado de forma más notable en otros estudios8,23,25,27 y conviene prestarle atención en nuestro contexto. En nuestro estudio la intención de abandono se vio asociada con el daño psicológico y el cuestionamiento de las habilidades profesionales. Esto hace suponer, de acuerdo con Mok y col., que las SVs experimentan una situación de estrés que causa dudas sobre su desarrollo profesional y consideran dejar la profesión como medida de escape de esta situación25. También la intención de abandono puede ser impulsada por los cole gas o los supervisores cuando los profesionales no se sienten apoyados25,27. Aunque el número de profesionales que está de acuerdo con abando nar la profesión no es alto, es importante consi derarlo. Más aún si no se realizan acciones para incrementar el apoyo (tanto de los colegas como supervisores) este deseo de abandono podría in crementarse, lo que traería malas consecuencias para la fuerza de trabajo sanitaria.
Los profesionales que perciben soporte in adecuado pueden presentar consecuencias más graves, como mayor estrés. Además, si no se sienten apoyados tienden a no reportar el error por miedo a recibir represalias mayores. Esto constituye una barrera fundamental para la protección del personal y del paciente33. Y como consecuencia las SVs siguen desprotegidas y también las instituciones26. Por lo tanto, es im perativo, que trabajemos por contener a los pro fesionales, más cuando la gran mayoría de ellos trabaja en salud para ayudar a las personas, y cuando en esta intención han causado, sin de searlo un daño.
Este estudio no está exento de limitaciones. En primer lugar, el sesgo de memoria inheren te al fenómeno representa un aspecto funda mental. En este sentido, puede ocurrir que los profesionales que cometieron un error pueden no recordarlo o no haberlo detectado, más aún cuando no hay daño visible. Además, en caso de recordarlo pueden omitir sin intención algunas vivencias experimentadas. En segundo término, este estudio se desarrolló en instituciones de alta complejidad que cuentan con sistema de re porte de error. Ello supone una cierta cultura de seguridad de paciente, pero no se puede afirmar que los datos pueden extrapolarse a profesio nales que se desempeñan en centros de primer nivel de atención, como los centros de atención primaria. Finalmente, no hay que olvidar que se trata de datos obtenidos a través de una recolec ción de datos auto administrada y no se cuenta con datos que permitan verificarlos de forma in dependiente.
Aun así, el estudio contribuye a comprender la experiencia de la SVs en Argentina. En con clusión, los profesionales perciben falta de apo yo principalmente en el ámbito laboral (colegas, supervisores e institución). Además, presentan consecuencias psicológicas, cuestionándose sus habilidades profesionales. En menor medida también manifiestan deseos de abandono de la profesión. Las medidas de soporte más utilizadas se encuentran fueran del ámbito laboral, lo que muestra la importancia de establecer programas de contención en la SVs, en consonancia con el plan de acción mundial de seguridad de pacien te propuesto por la OMS34, así como capacitar al personal sobre el fenómeno. Futuros estudios podrán incluir intervenciones y evaluar si éstas minimizan el impacto de la SVs y contribuyen a generar instituciones más seguras.