SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.27 issue1Estado del conocimiento y nuevos aportes sobre la historia natural del Guacamayo Verde (Ara militaris) author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

  • Have no cited articlesCited by SciELO

Related links

Share


El hornero

Print version ISSN 0073-3407

Hornero vol.27 no.1 Ciudad Autónoma de Buenos Aires June 2012

 

EDITORIAL

Ecología, conservación y manejo de loros en Argentina

 

Kristina L. Cockle 1,2, Igor Berkunsky 3 y Javier Lopez de Casenave 4

1 Proyecto Selva de Pino Paraná. 3352 San Pedro, Misiones, Argentina. kristinacockle@gmail.com
2 CICyTTP-CONICET. Materi y España, E3105BWA Diamante, Entre Ríos, Argentina.
3 Laboratorio de Ecología y Comportamiento Animal, Depto. Ecología, Genética y Evolución, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires. Piso 4, Pab. 2, Ciudad Universitaria, C1428EHA Buenos Aires, Argentina.
4 Depto. Ecología, Genética y Evolución, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires. Piso 4, Pab. 2, Ciudad Universitaria, C1428EHA Buenos Aires, Argentina.

A través de la historia humana, los loros (Psittacidae) han capturado la imaginación y la atención como ninguna otra familia de aves. Habitan gran parte de las regiones Neotropical, Afrotropical, Oriental y Australiana, principalmente en selvas tropicales pero también en bosques templados, sabanas y hasta pastizales y desiertos 1. Tienen una historia de vida lenta con altas tasas de supervivencia de los adultos y generalmente forman lazos fuertes emparejándose de por vida, característica que genera admiración en muchas personas. Sus fuertes colores apelan a nuestro sentido de la belleza, mientras que su capacidad de imitar la voz humana y su fácil adaptación al cautiverio los ha colocado entre las aves más criadas como mascotas. Por otra parte, sus ataques a cultivos han convertido a muchos de ellos en "enemigos"; los loros pueden causar daños económicos importantes y están sujetos a enérgicas y costosas campañas de control letal 2. Como resultado, la familia Psittacidae es hoy una de las familias más complicadas en lo referente a la conservación y el manejo. A nivel mundial ya se extinguieron 19 especies y otras 139 se encuentran amenazadas de extinción, cercanas a la amenaza o con datos insuficientes como para determinar su estatus 3.

Los loros de Argentina representan bien esta situación global. Mazar Barnett y Pearman 4 listan 26 especies de loros para el país, a las cuales se han agregado tres en años recientes: el Choroy (Enicognathus leptorhynchus), la Catita Andina (Bolborhynchus orbygnesius) y la Cotorra Boliviana (Myiopsitta luchsi). Una de las especies incluidas por Mazar Barnett y Pearman4, el Loro Nuca Escamada (Amazona mercenaria), cuenta con un solo registro histórico, y de las restantes, siete (28%) están consideradas con algún grado de amenaza 5. Las especies amenazadas incluyen al Guacamayo Azul (Anodorhynchus glaucus), el Guacamayo Rojo (Ara chloroptera) y el Maracaná Lomo Rojo (Propyrrhura maracana), todos ellos probablemente extintos en Argentina 6,7, aunque López- Lanús et al. 5 los tratan como "En Peligro Crítico" para no entorpecer procesos legales en caso de una repatriación o reintroducción. Otras cinco especies (20%) han sido declaradas plaga por el gobierno nacional (Disposición 116/64 de "Plagas de la agricultura", que reglamenta el Decreto-ley 6704/63 de "Régimen de defensa sanitaria de la producción agrícola"), pero otras especies son tratadas como plagas aunque no hayan sido declaradas oficialmente.

Las especies de loros abarcan casi toda Argentina continental, cubriendo un gradiente latitudinal de 3500 km desde Jujuy (22°S) hasta Tierra del Fuego (54°S) y un gradiente altitudinal de más de 3000 m desde el nivel del mar hasta la Prepuna. Hay especies selváticas típicas de la familia, pero también otras que habitan bosques templados, el desierto del Monte, la Pampa y la estepa patagónica, y varias que han colonizado ciudades fuera de su distribución natural. Como la mayoría de los loros del mundo, muchas especies argentinas nidifican en huecos de árboles, pero otras lo hacen en huecos en barrancas y acantilados, y la Cotorra (Myiopsitta monachus) construye nidos comunales de palitos 1.

La diversidad taxonómica y ecológica de los loros y su importancia cultural y económica han atraído a varios investigadores argentinos. Ya están en marcha proyectos de largo plazo sobre varias especies y en años recientes estos proyectos han producido tesis, informes y numerosos artículos científicos. El propósito de este número especial de El Hornero fue resumir la información generada por estos proyectos "loreros" en un solo lugar, y en español, actualizando el conocimiento de aspectos de la ecología y la conservación de los loros argentinos, para contribuir con el estudio y el manejo de estas aves. Los artículos abarcan gran parte de la diversidad de loros del país: el icónico Loro Hablador (Amazona aestiva) de la región Chaqueña, la Cotorra y el Loro Barranquero (Cyanoliseus patagonus), que se consideran plaga en varias provincias argentinas, el Guacamayo Verde (Ara militaris), el Loro Alisero (Amazona tucumana) y el Loro Vinoso (Amazona vinacea), tres especies selváticas amenazadas, y el loro más austral del mundo, la Cachaña (Enicognathus ferrugineus).

El primer artículo de este número especial está enfocado en una especie considerada amenazada pero con poblaciones residentes en Argentina, el Guacamayo Verde, restringida a la provincia de Salta, donde recientemente se halló una población luego de muchos años sin registros 8. Juárez y colaboradores (pp. 5-16) reportan los resultados preliminares de sus investigaciones con esta población y resumen lo que se conoce de la biología de la especie en otras partes de su distribución. Estos autores estiman la población de Salta en 52 individuos, con 8 parejas que se estarían reproduciendo en dos paredes rocosas verticales de 45 y 60 m. Recomiendan como acción prioritaria para la especie en Argentina crear un área protegida que incluya los sitios de nidificación y dormideros.

En el segundo artículo, Díaz (pp. 17-25) provee una reseña de sus trabajos con la Cachaña en los bosques de la Patagonia, destacando los aspectos de su biología que le permiten habitar estas zonas frías, como el seguimiento altitudinal de los cambios fenológicos de Nothofagus pumilio, uno de sus alimentos principales, la selección de cavidades-nido evitando la dirección de los vientos predominantes (que suelen estar acompañados por lluvia o nieve) y el consumo de polen y larvas en la época de escasez de alimento. Por su carácter de especie endémica que nidifica secundariamente en huecos, la Cachaña podría servir como especie paraguas para la conservación de los bosques andino-patagónicos.

Otra especie amenazada con poblaciones estables en Argentina es el Loro Vinoso, endémico de la Selva Atlántica y encontrada solamente en Misiones, donde habita chacras, poblados y fragmentos de selva. Segovia y Cockle (pp. 27-37) evalúan su situación en base a ocho años de estudios de campo y entrevistas con pobladores. Una campaña de educación ambiental parece haber disminuido la captura de pichones y los censos anuales indican que la población sería estable, con 247 loros en la zona de San Pedro a Santa Rosa. Un tornado que arrasó Santa Rosa en 2009 no parece haber afectado a la población en el corto plazo. Sin embargo, existe una creciente amenaza de pérdida de nidos-huecos en las chacras y una ausencia de reclutamiento de árboles grandes con huecos. Las prioridades para su conservación serían la educación ambiental y la implementación de políticas que promuevan la conservación de los árboles grandes en las pequeñas propiedades.

El Loro Hablador es probablemente el más conocido y querido por el público general, por ser el más usado como mascota en Argentina. La captura ilegal de pichones lo afecta en toda su distribución, y desde 1998 se permite la extracción legal de pichones bajo normativas que apuntan a conservar los árboles-nido y al menos un pichón por nidada. Berkunsky y colaboradores (pp. 39-49) analizan el impacto de diferentes tipos de manejo, incluyendo la extracción. Ellos estiman que las mayores amenazas para la especie son la deforestación y la tala selectiva, y que la extracción de pichones no afecta la probabilidad de reutilización de la cavidad-nido en los casos en que la cavidad es reparada con cemento y alambre. Se proponen varias opciones de manejo que disminuirían el impacto de la extracción de pichones.

En el quinto artículo del número especial, Rivera y colaboradores (pp. 51-61) presentan las conclusiones más salientes de cinco años de trabajo en Argentina y Bolivia sobre la ecología y conservación del Loro Alisero, otra especie amenazada que habita las Yungas australes. Estos autores observan que las mismas especies de árboles que proveen cavidades y alimento para el Loro Alisero son objeto de la tala selectiva, y encuentran que la degradación y destrucción de hábitat (por explotación maderera, agricultura migratoria, incendios forestales y ganadería) son las principales amenazas actuales para la especie. Recomiendan crear nuevas áreas protegidas aplicando lineamientos de manejo forestal que mantengan una buena calidad de hábitat en los bosques montanos.

Una especie considerada plaga en varias provincias es el Loro Barranquero, tratado en los siguientes dos artículos. Grilli y colaboradores (pp. 63-71) aportan información sobre la abundancia de la especie en la provincia de Buenos Aires y zonas limítrofes. En 3156 km de transectas encontraron un promedio de 0.24 individuos/km, con la mayoría de los registros concentrada en solo tres localidades. Los autores concluyen que su baja abundancia, sumada a la distribución limitada, no permite en la actualidad considerar a la especie como verdadera plaga en la provincia de Buenos Aires. Por su parte, Masello y Quillfeldt (pp. 73-88) describen los resultados de más de 10 años de investigación en El Condor (provincia de Río Negro), la colonia de loros más grande del mundo. Destacan la importante variabilidad interanual en los parámetros reproductivos, aparentemente a causa de factores climáticos (asociados al fenómeno de El Niño-Oscilación del Sur), con disminuciones importantes en el éxito reproductivo durante los años secos. Además, alertan sobre la situación preocupante de las subespecies Cyanoliseus patagonus andinus y Cyanoliseus patagonus bloxami si su tamaño poblacional y área de distribución continúan decayendo y que Cyanoliseus patagonus patagonus está expuesta a la caza legal por ser plaga y para el mercado de mascotas en la provincia de Buenos Aires.

El octavo artículo se enfoca en la Cotorra, otra especie declarada plaga para la agricultura en Argentina. Canavelli y colaboradoras (pp. 89-101) resumen los problemas que involucran a la Cotorra y las actividades agrícolas, incluyendo las características principales de los daños en los cultivos y los aspectos ecológicos y humanos que favorecerían los conflictos originados por esos perjuicios. Las autoras muestran que la Cotorra afecta principalmente cultivos de girasol y, en menor medida, maíz y otros granos. Presentan un compendio de las alternativas de manejo actualmente disponibles, destacando la importancia de evaluar su impacto económico verdadero antes de tomar medidas costosas para reducir sus poblaciones o sus daños.

Finalmente, en el último artículo de este número especial se aborda un tema poco estudiado pero con potencial importancia para la supervivencia y el éxito reproductivo de los loros, como es la interacción con los ectoparásitos. Aramburú (pp. 103-116) resume el conocimiento actual de los grupos más importantes de ectoparásitos de loros que se distribuyen en Argentina y provee instrucciones detalladas para obtener insectos parásitos, fomentando así la investigación de estas interacciones.

En su conjunto, los nueve artículos permiten comparar varios aspectos de la ecología y el manejo de loros en Argentina. La mayoría de las especies se alimenta de una gran variedad de semillas, frutos, flores y brotes de plantas nativas y algunas exóticas (Guacamayo Verde, Loro Barranquero, Loro Alisero). Además, el polen y las larvas pueden ser importantes fuentes de proteína para la Cachaña en la época pre-reproductiva, cuando escasean otros alimentos. Los parámetros reproductivos varían marcadamente de año a año, de acuerdo al clima y la disponibilidad de alimento. Esta variación incluye el número de nidadas (Loro Alisero) y las tasas de desarrollo de los pichones (Cachaña, Loro Barranquero). Varios de los autores de este número especial destacan el posible rol de los sitios para nidificar como factor limitante del tamaño poblacional y la distribución de los loros. Para los del género Amazona, estos sitios están asociados principalmente a huecos creados por degradación o rotura de árboles más que por la excavación por pájaros carpinteros (Loro Hablador, Loro Alisero, Loro Vinoso). En el caso del Loro Hablador se argumenta que aún habría suficientes huecos para que su disponibilidad no sea un factor limitante en las poblaciones del Impenetrable, en la región chaqueña, pero la alta tasa de destrucción de huecos podría ser una de sus principales amenazas a futuro. Para el Loro Alisero y el Loro Vinoso parece existir ya una escasez de sitios, producto de la extensiva tala selectiva de grandes árboles en las Yungas y la selva misionera. La falta de sitios para nidificar también explicaría la escasez relativa de la subespecie Cyanoliseus patagonus andinus de Loro Barranquero cuando se la compara con Cyanoliseus patagonus patagonus. Por su parte, la eliminación de sitios potenciales para ubicar los nidos (árboles altos) podría resultar una herramienta útil para controlar la población de la Cotorra en zonas donde perjudica los cultivos.

Algunos aspectos de la demografía y del comportamiento difieren llamativamente entre las especies de loros incluidas en estos artículos. Por ejemplo, la predación de nidos es una causa importante de pérdida de nidadas para el Loro Vinoso y el Loro Alisero, pero aparentemente no lo es para el Loro Barranquero y la Cachaña. Fuera de la época reproductiva los loros pueden pernoctar en grandes dormideros en plantaciones de árboles exóticas (Loro Alisero) o en los mismos acantilados donde se reproducen (Guacamayo Verde), o bien pueden pernoctar en grupos pequeños, en huecos de árboles (Cachaña).

A todas las especies aquí tratadas las afectan, en mayor o menor medida, las acciones humanas. Todas están expuestas a la captura de pichones o adultos para ser usados como mascotas. Con la excepción, quizá, de la Cotorra, todas enfrentan la destrucción y degradación de su hábitat. También la mayoría sufre de la creencia, real o errónea, de que los loros atacan a los cultivos. De los estudios que aquí se presentan se desprenden cuatro recomendaciones principales de manejo para los loros en Argentina, que se describen brevemente a continuación.

(1) Las medidas de control de loros que afectan los cultivos deberían basarse en estudios adecuados de su abundancia y de los daños que realmente causan. Es necesario rever el concepto de plaga en la legislación nacional y provincial, unificando criterios en la designación de las especies potencialmente perjudiciales así como en las estrategias de control. También se debería tener en cuenta la biología y la demografía de los loros, así como los posibles efectos sobre especies amenazadas, por ejemplo por confusión con especies consideradas plaga.

(2) Varias especies necesitan de la creación de reservas para proteger sitios importantes de nidificación o dormideros (especialmente el Guacamayo Verde y el Loro Alisero).

(3) Cuando la creación de áreas protegidas no es posible, como en el caso del Loro Vinoso que nidifica en chacras de pequeños productores, es clave proteger los actuales y futuros árboles-nido, principalmente los añosos, a través de políticas de manejo forestal.

(4) Aún se requiere educación y difusión sobre los loros en Argentina, para lograr un manejo adecuado de los recursos y la conservación de las especies amenazadas a largo plazo.

Esperamos que este número especial de El Hornero dedicado a la ecología, conservación y manejo de loros en Argentina sirva como estímulo para el desarrollo de nuevos estudios sobre este grupo de aves en el país, y que la información que se ofrece se transforme en herramientas que permitan orientar políticas de conservación y estrategias de manejo.

Referencias

1 COLLAR NJ (1997) Family Psittacidae (parrots). Pp. 280-477 en: DEL HOYO J, ELLIOTT A Y SARGATAL J (eds) Handbook of the birds of the world. Volume 4. Sandgrouse to cuckoos. Lynx Edicions, Barcelona        [ Links ]

2 BUCHER EH (1992) Neotropical parrots as agricultural pests. Pp. 201-219 en: BEISSINGER SR Y SNYDER NFR (eds) New world parrots in crisis. Solutions from conservation biology. Smithsonian Institution Press, Washington DC        [ Links ]

3 IUCN (2012) The IUCN Red List of threatened species. IUCN, Gland (URL: http://www.iucnredlist.org/)        [ Links ]

4 MAZAR BARNETT J Y PEARMAN M (2001) Lista comentada de las aves argentinas / Annotated checklist of the birds of Argentina. Lynx Edicions, Barcelona        [ Links ]

5 LÓPEZ-LANÚS B, GRILLI P, DI GIACOMO AS, COCONIER EE Y BANCHS R (2008) Categorización de las aves de la Argentina según su estado de conservación. Aves Argentinas/ AOP y Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Buenos Aires        [ Links ]

6 NORES M E YZURIETA D (1994) The status of Argentine parrots. Bird Conservation International 4:313-328        [ Links ]

7 BODRATI A, COCKLE K, ARETA JI, CAPUZZI G Y FARIÑA R (2006) El Maracaná Lomo Rojo (Primolius maracana) en Argentina: ¿de plaga a la extinción en 50 años? Hornero 21:37-43        [ Links ]

8 NAVARRO ME, GALLEGOS MO, GARAY DB, ORTIZ BF, CUEVA M Y RODRÍGUEZ L (2008) Registro de una población de Guacamayo Verde Ara militaris (Linnaeus, 1766) en el departamento General San Martín, provincia de Salta, Argentina y consideraciones para su conservación. Nótulas Faunísticas, Segunda Serie 22:1-11        [ Links ]

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License