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vol.31 número2Ecología y conservación de los patos marinos de América del Norte: Savard Jpl, Derksen Dv, Esler D Y Eadie Jm (eds) (2015) Ecology and conservation of North American Sea Ducks. Studies in Avian Biology N° 46. CRC Press, Boca Raton. 588 pp. ISBN: 978-1-4822-4898-2. Precio: US$ 135 (tapa dura)Un manual para la identificación de las aves terrestres de la Patagonia: Povedano He y Bisheimer Mv (2016) Aves terrestres de la Patagonia. Edición María Victoria Bisheimer y Hernán Emilio Povedano, Neuquén. 568 pp. ISBN: 978-987-33-9557-4. Precio: $ 1230 (rústica) índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
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El hornero

versión impresa ISSN 0073-3407versión On-line ISSN 1850-4884

Hornero vol.31 no.2 Ciudad Autónoma de Buenos Aires dic. 2016

 

REVISIÓN DE LIBROS

“Todos los pájaros carpinteros del mundo, a todo color”
GORMAN G (2014) Woodpeckers of the world. The complete guide. Christopher Helm, Londres. 528 pp. ISBN: 978-1-4081-4715-3. Precio: US$ 50 (tapa dura)


Se trata de un libro bellísimo y bien organizado que representa en fotografías la vida de los pájaros carpinteros (familia Picidae). Incluye un breve manual sobre su biología y ecología, y una guía exhaustiva, abarcando en detalle a 239 especies que el autor reconoció dentro de esa familia al momento de la edición. Por su peso y tamaño excesivos, no califica como guía de campo (entiendo, además, que no pretende serlo, pese a que su título incluye la palabra “guía”), aclaración que vale por si algún lector planea llevarlo a viajar por el mundo con el objeto de reconocer pájaros carpinteros. Es, por lo tanto, un libro para ir del escritorio a la biblioteca y viceversa, no para salir al terreno. Su principal atractivo es un paseo didáctico (muy bien diagramado) por numerosas fotografías que ilustran las características de la familia y, sobre todo, la variedad de especies componentes.

La revisión de un libro es un conjunto de opiniones personales. Como tal, adolece de objeti vidad (o desborda subjetividad) en muchos aspectos. A los fines de hacer más honesta mi revisión, debo advertir sobre mi posicionamiento de partida (no necesariamente compartido por los lectores): no tengo simpatía por los libros que compendian conocimiento sin acreditar su procedencia, al menos para información novedosa o muy específica (de una especie puntual, por ejemplo), exceptuando por supuesto datos propios del autor y aspectos ampliamente conocidos (“vox populi”) para el grupo tratado, difundidos en obras clásicas preexistentes que basta con citar al comienzo del libro. Como se estarán imaginando, el libro de Gorman no contiene prácticamente citas, ni para varias novedades de la sección general (datos de la familia) ni para la especies tratadas una por una. En cambio, se le da un tratamiento muy cuidadoso a cada fotografía (se incluyen más de 700), especificando el autor.

La omisión de citas originales es un trato poco riguroso que debilita la información provista y es también una falta de crédito sobre quienes han nutrido la obra con su trabajo intelectual. Aunque siempre se puede confiar en la capacidad de análisis y síntesis del autor, personalmente, y sobre todo tratándose de un texto semi-científico, prefiero conocer las fuentes primarias. ¿Qué motiva esa omisión de fuentes? Usualmente se esgrimen razones de ahorro de espacio, a mi entender poco atendibles, puesto que pueden usarse superíndices para las diferentes fuentes y así identificarlas en la lista de referencias. Otros argumentos refieren a la estética del libro, sobre todo en aquellos pensados para un público no científico; quizás porque no soy ese tipo de público, me cuesta ver por qué sería poco estético incluir las citas. Creo que lo que mueve a muchos autores a omitir las fuentes es que eso ahorra tiempo y trabajo, y permite ciertas licencias (no explícitas) para la reinterpretación de la información. Sea cual fuera la razón de hacerlo, mi conclusión es que, al seguir ese camino, se pierde más de lo que se gana, quitando a un lector (sea novato, aficionado o experto) la posibilidad de nutrirse de los datos con mayor profundidad o especificidad, o saber si se omitió alguna fuente importante; en síntesis, de analizar con criterio propio (y en base al interés con que consulta el texto) la utilidad de los datos contenidos en la obra. Por estas razones, este libro estaría entre los más bellos de una biblioteca naturalista, pero sería inadecuado para uso técnico, al carecer de las fuentes originales de información.

El texto inicia con un detallado índice temático (7 páginas), más una página dedicada a los agradecimientos. Le siguen las generalidades de la familia, que abarcan hasta la página 32. Como manual de pícidos, si bien contiene algunos datos novedosos por haber cubierto investigaciones posteriores a 2002 (así lo especifica el autor), no reemplaza obras preexistentes sobre pícidos 1-3, ya que no es tan amplio ni detallado: cubre una menor cantidad de aspectos de historia natural y alcanza una menor profundidad en los que abarca. Lo mismo ocurre en comparación con el volumen correspondiente a Picidae en el Handbook of the birds of the world alive, obra que se actualiza regularmente (la última revisión de la familia fue hecha en 2013 4).

Más adelante aparece la información sistematizada especie por especie, que ocupa casi todo el libro. Esta guía de escritorio permite conocer la variedad de especies de pícidos en forma muy amena, presentando a cada especie con textos breves y claros, mapas de distribución (oportunamente ubicados junto al resto del texto en cada especie y no en un apartado separado, lo cual considero poco práctico) y numerosas fotos que, además de ilustrativas (didácticas), aportan una maravillosa cuota artística a la obra. En cuanto a la calidad de las descripciones de las especies, pude evaluar solo unas pocas que conozco bien (del centro y sur de Argentina) y mi conclusión es que están bastante bien abordadas para un texto tan ambicioso, con pocos errores o imprecisiones. Los criterios generales utilizados para organizar y sistematizar la información de las especies se explican al principio del segmento. Allí, de paso, el autor brinda sus razones para no incluir las fuentes específicas de información para cada especie.

Por último aparece la bibliografía consultada (no así citada, como ya hemos visto), aunque solo la posterior a 2002 (por razones de espacio, según se explica). Siguen dos páginas de créditos fotográficos. Como plus, al cierre hay un nutrido índice alfabético, el cual es agradecido en las búsquedas, sobre todo para especies con nombre científicos modificados últimamente.

Agrego una apreciación sobre el tratamiento de la sistemática del grupo (i.e., el ordenamiento en géneros y especies según su historia evolutiva y sus relaciones, y las especies reconocidas como tales). Cabe aclarar que ya en 2014 (y hoy más aún) los pícidos transitaban cambios derivados de avances del conocimiento (de biología molecular, mayormente) que tornaron difícil al autor fijar un número de especies para incluir en la obra y definir sus interrelaciones, limitación que él mismo manifiesta. Por esta razón, y siendo hoy en día un grupo en plena revolución taxonómica, no es justo criticar específicamente qué criterio siguió (o no) un autor en una obra en particular, ni en relación con compendios preexistentes ni con esquemas que hoy están aún en debate. En teoría, cada lector debería poder decidir si adhiere o no a los criterios tomados por Gorman a lo largo de la obra. Pero esto resulta difícil en la práctica, ya que si bien el autor menciona fuentes que ha tenido en cuenta para tomar sus decisiones (véanse las mencionadas en p. 14, que son en definitiva las únicas citas de la obra), finalmente no informa cómo organizó su propio sistema de clasificación en base a esas fuentes, tomando criterios que debió aplicar de manera coherente y uniforme a lo largo del libro. Como único resultado del análisis de las fuentes consultadas informa un total de 239 especies consideradas como tales. Esas mismas fuentes (no siempre coincidentes en sus propuestas) no vuelven a ser mencionadas en los textos introductorios a géneros o en el desarrollo de las especies, por lo que es muy complejo comprender cómo organizó la clasificación sistemática en su obra, en general.

Como conclusión general puedo decir que se trata de un libro para fanáticos de los pájaros carpinteros (y, dentro de éstos, más naturalistas que científicos). Los pícidos son más carpinteros que pájaros, en mi opinión, tanto que podríamos llamarlos “carpinteros pájaros”. Como estoy enamorada de las aves y de los bosques por igual, me fascinan estos grandes operarios de la madera (o sustratos sucedáneos, cuando no encuentran leño a mano). Si quien lee estas líneas se reconoce un admirador de estos erectos plumíferos, puede considerar tener este texto en su biblioteca. Si, en cambio, gusta de las aves en general y logra saciar sus ganas de ver hermosas fotografías de carpinteros en foros y páginas especializadas (que las hay cada vez más), mejor no mueva cielo y tierra para conseguir este libro. Como primer acercamiento, puede hojearlo en alguna página de Internet y después decidir si lo haría traer desde “el más allá” (me refiero a que no se comercializa en Argentina). No es un texto caro para su calidad y tamaño (tapa dura, más de 500 páginas a todo color, muy buena impresión). Las clásicas cadenas de venta masiva de libros lo envían por correo; sin embargo, para evitar costos de envío y unos engorrosos trámites aduaneros (que aún hoy siguen siéndolo) quizás sea más sencillo que lo traiga un bondadoso amigo en la valija. Por último, está la opción digital (US$ 30), que tratándose de un libro cuyo atractivo mayor son las fotografías parece una opción limitada.

Y por si alguien en efecto planea encargarlo, va una aclaración sobre el origen. Las ediciones de EEUU y de Europa no son las mismas y si bien el interior del libro no se modifica, las tapas (y hasta el título, levemente) difieren. La edición de EEUU se titula Woodpeckers of the world. A photographic guide y fue publicada por Firefly Books; el precio es similar (£ 40). Nomás lo advierto para que no se inquiete quien, habiéndolo comprado, en visita a otro miembro del “Club de Picidae Fans”, se encuentre con una tapa diferente.

1 SHORT L (1982) Woodpeckers of the world. Delaware Museum of Natural History, Greenville        [ Links ]

2WINKLER H, CHRISTIE DA Y NURNEY D (1995) Woodpeckers. A guide to the woodpeckers, piculets and wrynecks of the world. Pica Press, Robertsbridge        [ Links ]

3WINKLER H Y CHRISTIE DA (2002) Family Picidae (woodpeckers). Pp. 296-555 en: DEL HOYO J, ELLIOTT A Y SARGATAL J (eds) Handbook of the birds of the world, Volume 7. Jacamars to woodpeckers. Lynx Edicions, Barcelona        [ Links ]

4WINKLER H Y CHRISTIE DA (2016) Woodpeckers (Picidae). En: DEL HOYO J, ELLIOTT A, SARGATAL J, CHRISTIE DA Y DE JUANA (eds) Handbook of the birds of the world alive. Lynx Edicions, Barcelona (URL: https://www.hbw.com/family/woodpeckers-picidae)Links ] Helvetica, sans-serif">

Valeria S. Ojeda

INIBIOMA (Universidad Nacional del Comahue - CONICET) Dto. de Ecología, Centro Regional Universitario Bariloche Quintral 1250, 8400 San Carlos de Bariloche, Río Negro, Argentina
leriaojeda@gmail.com

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