EDITORIAL

El ingreso de Archivos al Medline

Archivos now in Medline

Hace solo unos pocos días, al finalizar una de las reuniones habituales del grupo de Editores y luego de revisar todos los aspectos que permitían que el presente número entrara a imprenta, recibimos la noticia que nuestra revista había sido aceptada para ser indizada e incluida en el Medline de la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU (Nacional Library of Medicine, NLM según sus siglas en inglés), la base de datos de publicaciones biomédicas más importante del mundo.
Esta excepcional noticia nos produjo un gran asombro inicial seguido rápidamente de una indescriptible alegría: nada menos que habíamos alcanzado uno de los logros más difíciles, y al mismo tiempo más trascendentes, que toda revista médica desea tener. Asimismo, la gran satisfacción se incrementaba porque fue aceptada sin ninguna observación y en la primera evaluación efectuada, algo sumamente inusual en el muy estricto sistema de selección de la NLM, en especial en revistas no redactadas en idioma inglés. Un aspecto que reafirma este punto es que, al momento, solo dos revistas en castellano, Anales Españoles de Pediatría y Archivos Argentinos de Pediatría, están incluidas en el Medline, logro que en toda América Latina compartimos ahora con el Jornal de Pediatría de Brasil, que nos antecedieron marcando el rumbo y fueron un excelente ejemplo.
¿Qué significa o qué alcance puede tener esta distinción para nuestra revista? Creo que en primer lugar prestigia y premia a la SAP, una Sociedad Científica que ha mantenido esta publicación en forma ininterrumpida desde hace 78 años, algo que sabemos es realmente dificultoso en este país, y que, a través de la Comisión Directiva actual, ha redoblado sus esfuerzos en el apoyo incondicional al Consejo de Publicaciones, actitud que valoramos mucho. Asimismo, confiamos que el ingreso al Medline permitirá contar con varios de los trabajos de investigación locales, que hoy en día se envían a revistas extranjeras. Esto podría ampliar en forma notable la información a la que podrán acceder nuestros pediatras, que de esa forma tendrán una idea más cabal de la producción pediátrica del país y también seguramente de otros países de Latinoamérica.
En un Editorial reciente, nos referimos a cuáles eran aquellos requisitos que tenían mayor importancia al valorar una publicación científica. Destacábamos, entre otros puntos, el estricto cumplimiento de la publicación en el mes que corresponde, manteniendo a ultranza la periodicidad bimestral y un aspecto al que le dimos una especial relevancia desde el comienzo de nuestra gestión, sostener un adecuado equilibrio entre el número de artículos originales y aquellos que actualizan diversos aspectos del conocimiento, tanto científicos como humanísticos, y los que proveen información o guías que sean de utilidad en la práctica diaria al lado del paciente. En este sentido debemos señalar también la incorporación de Correo de la SAP al contenido de Archivos. Creo que fue una medida oportuna ya que enriqueció a la revista sin perder el objetivo de acercar al pediatra resúmenes y comentarios de artículos sobresalientes provenientes de prestigiosas publicaciones. Nos parece que el satisfactorio cumplimiento de todos estos puntos en la estructura actual de Archivos, junto con el disponer desde 1998 de un formato electrónico con acceso sin cargo al texto completo, pueden explicar en gran medida este extraordinario paso que hemos dado.
Por supuesto que nada se podría haber alcanzado sin el empeño, perseverancia y motivación que ha mostrado el grupo de Editores que me acompaña en esta ardua tarea. Tanto nuestra Editora Asociada, la Dra. Norma Rossato con su invalorable aporte y responsabilidad, como el grupo de Editoras y Editores Asistentes, Dras. Hebe González Pena, Paula Otero, Susana Rodríguez y los Dres. Fernando Ferrero y Pablo Durán, con sus permanentes compromisos, han contribuido notablemente en el logro obtenido. Debemos agradecer a nuestros revisores su dedicación y generosidad. El detallado análisis que realizan de cada manuscrito permite realzar su calidad científica y valor académico. En el trámite ante la NLM, para solicitar nuestro ingreso al Medline, merece una muy especial mención la Dra. Paula Otero, que fue la encargada de enviar los formularios y mantener la comunicación con los responsables, misión que cumplió con su habitual eficacia y dedicación.
Debo señalar la ímproba tarea de nuestras secretarias, Belén y Jorgelina, la compleja y difícil labor de la revisión de estilo, a cargo del Dr. Jacod, como así también la adecuada presentación y armado de la revista que realiza Ideográfica, todos pasos muy importantes que forman parte del ciclo de publicación de la revista.
Asimismo, es necesario destacar los muy importantes esfuerzos que realizaron los Editores anteriores en estos últimos 20 años, a través de los cuales mejoró sensiblemente la calidad de la revista. Ellos, y el personal administrativo que los acompañó, han contribuido enormemente para que este anhelo tan deseado se pudiera cumplir.
Finalmente, deseo manifestar que es muy probable que el logro alcanzado signifique un hito y estemos ante un momento trascendente en la historia de la revista, y por ende también de nuestra querida Sociedad en las proximidades de su centenario. También es muy probable que represente un aporte para la pediatría del país, al estimular una mayor producción científica, y asimismo, que el ingreso al Medline permita obtener otros múltiples beneficios. Sin embargo, nada de eso tendrá ningún valor ni perdurará si no mantenemos la humildad, motivación y dedicación en nuestra tarea cotidiana, elementos esenciales e imprescindibles en toda empresa humana. Es necesario tener presente que de aquí en más la tarea exigirá un mayor desafío y una estricta responsabilidad. Para mantener nuestra misión será necesario redoblar los esfuerzos y al mismo tiempo sostener el convencimiento de poder ofrecer una revista de la mejor calidad posible y que en especial sea de utilidad para la práctica del pediatra, lo cual redundará en un adecuado cuidado de los niños y sus familias.
Este es el compromiso que debemos cumplir.

José M.Ceriani Cernadas

Editor