SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.108 issue3Toxic epidermal necrolysis after treatment with oseltamivir: Case reportRetrorectal cyst hamartoma: Report of a pediatric case author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

  • Have no cited articlesCited by SciELO

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Archivos argentinos de pediatría

Print version ISSN 0325-0075On-line version ISSN 1668-3501

Arch. argent. pediatr. vol.108 no.3 Buenos Aires May/June 2010

 

PRESENTACIÓN DE CASOS CLÍNICOS

Panarteritis nudosa cutánea en la infancia

Childhood cutaneous polyarteritis nodosa

Dr. Matías F. Stringaa, Dr. Alejandro D. Oliveraa, Dra. Carla Castroa, Dra. Paula Bonavíaa, Prof. Dr. Osvaldo J. Stringaa, Dr. Ignacio Réboraa y Dr. Javier Anayaa

a. Hospital Universitario Austral.

Correspondencia: Dr. Matías F. Stringa: mstringa@cas.austral.edu.ar

Conflicto de intereses: Nada que declarar.

Recibido: 15-7-09
Aceptado: 04-9-09

RESUMEN

La panarteritis nudosa cutánea es una forma poco frecuente de vasculitis necrosante de arterias de pequeño y mediano calibre, de curso crónico y recurrente, que puede acompañarse de fiebre, artralgias, mialgias y neuropatía, pero sin compromiso sistémico. Se presenta un caso de panarteritis nudosa cutánea.

Palabras clave: Panarteritis nudosa; Panarteritis nudosa cutánea; Vasculitis.

SUMMARY

Cutaneous polyarteritis nodosa is an infrequent necrotizing vasculitis of small and medium-sized arteries, with a recurrent and chronic course, that can be associated with fever, arthralgia, myalgia and neuropathy without visceral involvement. We report a cutaneous polyarteritis nodosa case.

Key words: Polyarteritis nodosa; Cutaneous polyarteritis nodosa; Vasculitis.

INTRODUCCIÓN

La panarteritis nudosa es una forma poco frecuente de vasculitis necrosante de arterias de pequeño y mediano calibre, que afecta principalmente el riñón, el corazón y el hígado, aunque puede comprometer cualquier órgano.1 Existe una forma cutánea, benigna y crónica, conocida como panarteritis nudosa cutánea (PANC), que puede acompañarse de fiebre, artralgias, mialgias y neuropatía, pero sin compromiso sistémico.1,2 Se presenta a continuación un caso de PANC.

CASO CLÍNICO

Paciente varón de 11 años, sin antecedentes de salud relevantes, que consultó al Hospital Universitario Austral por dolor y tumefacción del pie izquierdo, de 15 días de evolución. Se encontraba en buen estado general, normotenso y afebril; al examen físico presentaba una placa eritematosa y dolorosa en planta izquierda.
Por sospecha de un proceso infeccioso se decidió su internación. Se realizaron pruebas de laboratorio que demostraron leucocitosis leve y eritrosedimentación elevada; dos hemocultivos y punción por piel sana, todos ellos negativos. También se solicitaron: radiografía, centellografía y resonancia magnética nuclear del miembro afectado, descartándose compromiso óseo. Se indicaron ibuprofeno 400 mg cada 6 h y cefalotina 100 mg/kg/día cada 6 h asociada a gentamicina 5 mg/kg/día por 3 días. Por evolución desfavorable se rotó a clindamicina, 40 mg/kg/día cada 8 h asociada a rifampicina, 20 mg/kg/día cada 12 h.
Al sexto día de internación, por aparición de nódulos en miembros superiores, fiebre y artralgias de tobillos y muñecas se realizó una interconsulta con el Servicio de Dermatología. En esa oportunidad, al examen físico se observaron múltiples nódulos eritematosos, dolorosos, de 1-2 cm, agrupados en miembros superiores e inferiores; otros nódulos eritematopurpúricos, de mayor tiempo de evolución en arco interno de pie izquierdo y otro en región posterior de tobillo derecho (Figuras 1 y 2).


Figura 1. Nódulos sobre una placa eritematopurpúrica en área medial plantar del pie izquierdo; localización observada con relativa frecuencia


Figura 2. Nódulo eritematopurpúrico de 3 cm en tobillo derecho

No se palpaban adenomegalias ni se evidenciaban livedo reticular, ulceraciones u otros signos cutáneos. Con diagnósticos presuntivos de panarteritis nudosa cutánea (PANC), eritema nudoso atípico u otras paniculitis, se solicitaron estudios complementarios: recuento de glóbulos blancos, 10.900 (neutrófilos 61%; linfocitos 29%); hemoglobina, 13,5 mg/dl; hematocrito, 40%; plaquetas, 292.000/ mm3; ESD 32 mm/h, tiempo de protrombina, 96%; KPTT 36 seg; ASTO 400 UI/ml (VN<200 UI/ ml); complemento: C3 214 (VN: 90-180); C4 45,3 (VN: 10-40); FAN, ANCA, FR, serologías para VHB, VHC, Bartonella, Mycoplasma y EBV: negativas. Cultivo de fauces: negativo. La PPD 2 UT fue no reactiva. Además, se realizaron estudios para descartar compromiso sistémico: hepatograma, urea, creatinina, ionograma, gases en sangre, análisis de orina, fondo de ojo, presión ocular, ecocardiografía Doppler, radiografía de tórax, ecografía abdominal y ecografía Doppler de miembros inferiores, sin evidenciarse alteraciones.
El estudio histopatológico de la biopsia de un nódulo del miembro inferior demostró a nivel de la interfaz dermohipodérmica y, en hipodermis, compromiso inflamatorio neutrofílico y material fibrinoide en las paredes de los vasos y arterias de pequeño calibre, con oclusión luminal focal y existencia de algunos linfocitos y numerosos eosinófilos. Estos hallazgos histopatológicos permiten arribar al diagnóstico de vasculitis de pequeños vasos dermohipodérmicos y de arterias de pequeño calibre (Figura 3).


Figura 3. Infiltrado inflamatorio neutrofílico y material fibrinoide en las paredes de una arteria de pequeño calibre, con oclusión luminal focal y acompañado de algunos linfocitos y numerosos eosinófilos

Por las manifestaciones cutáneas y los resultados de los estudios complementarios se confirmó el diagnóstico de PANC. Se decidió la suspensión del antibiótico y comenzar tratamiento con meprednisona 1 mg/kg/día, dosis diaria total de 40 mg y penicilina profiláctica, por el antecedente de un ASTO positivo.
Hubo mejoría parcial al inicio del tratamiento, pero debido a la persistencia de lesiones, fiebre y artralgias, se aumentó la dosis de meprednisona a 60 mg/día a los ocho días con respuesta favorable y sin evidencia de rebrote en los controles posteriores.

DISCUSIÓN

En 1974, Díaz-Pérez y Winkelmann introducen el concepto de PANC con un informe de 33 casos, de los cuales 5 eran menores de 18 años.3,4 Actualmente, se considera a la PANC como una enfermedad cutánea con identidad propia, con un curso crónico recurrente, con afectación sistémica leve, sin compromiso visceral y con pronóstico favorable.4,5
Su patogenia es desconocida, pero se sugiere que podría deberse a una reacción de hipersensibilidad desencadenada por: Streptococcus, Plasmodium falciparum, inmunización contra difteria- tétanos-pertusis, picaduras de avispa y fármacos como la minociclina.6-8
Es reconocida la asociación entre la PANC en niños y el Streptococcus betahemolítico del grupo A, ya sea por su hallazgo en el cultivo nasofaríngeo o por el aumento de los anticuerpos antiestreptolisina (ASTO). Por ello, ante sospecha de PANC, se sugiere la realización de un cultivo de fauces y la valoración de ASTO en estos pacientes.6-11
En nuestro paciente, el cultivo de fauces resultó negativo, aunque mostró un aumento en los títulos de ASTO durante su internación, con valores iniciales de 400 UI/ml, hasta alcanzar 1250 UI/ml en controles posteriores (VN < 200 UI/ml). Los virus de las hepatitis B y C han sido implicados en la panarteritis nudosa sistémica, pero no se han documentado en largas series de PANC.2,7
Clínicamente, la PANC se caracteriza por la aparición de nódulos eritematosos dolorosos de 0,5-2 cm, bilaterales y simétricos, que pueden ulcerarse. Se localizan preferentemente en miembros superiores e inferiores y, en menor medida, en el tronco y siguiendo trayectos vasculares.2,4,9 El compromiso en la región medial del pie, evidenciado en nuestro paciente, es relativamente característico.4 (Figura 1).
El livedo reticular puede estar presente en un 50-80% de los casos, según algunas series.7,9 La gangrena periférica y la autoamputación se pueden observar más frecuentemente en quienes consultan en forma tardía, hasta 2 años luego de la aparición de los síntomas.8
Las manifestaciones extracutáneas de la PANC incluyen fiebre, malestar general, anorexia, artralgias o artritis, mialgias y mononeuritis.1 Los hallazgos de laboratorio de la PANC son inespecíficos; puede hallarse una anemia leve, leucocitosis y eritrosedimentación elevada, como en nuestro paciente. Los estudios inmunológicos permiten excluir otras vasculitis sistémicas. Se ha descripto el hallazgo de FAN positivo en algunos casos, generalmente con títulos bajos.9 La positividad de ANCA y anticuerpos antifosfolipídicos es rara.11,12
La biopsia cutánea profunda es útil; se observa una panarteritis de arteriolas de pequeño y mediano calibre, en la unión dermohipodérmica. El infiltrado inflamatorio se conforma principalmente de polimorfonucleares y linfocitos, aunque puede haber eosinófilos. En pocos casos se puede observar una vasculitis leucocitoclástica de la dermis superficial. Puede haber, además, una paniculitis lobular focal en la proximidad al vaso ocluido.9
El eritema nudoso, por su frecuencia, es quizá el diagnóstico diferencial más común. Clínicamente, los nódulos pueden ser similares, pero por lo general no se ulceran, ni se asocian a livedo reticular y es rara su localización en tronco y miembros superiores. Otros diagnósticos diferenciales son la paniculitis lúpica, la paniculitis por frío, la artritis reumatoidea juvenil, otras vasculitis, como la enfermedad de Kawasaki, el síndrome de Churg- Strauss y la púrpura de Schönlein-Henoch.1,4,6
El tratamiento habitual es el reposo y los antiinflamatorios no esteroideos, aunque la mayoría de los pacientes requiere corticoides.6,10 Tal es el caso de nuestro paciente, que sólo mejoró con la administración de prednisona a dosis de 1,5 mg/kg/día. Otros fármacos utilizados con eficacia variable son la ciclofosfamida, la cloroquina, la pentoxifilina, 8,9 la sulfapiridina, la azatioprina, la colquicina,10 el metotrexato,3 la inmunoglobulina IV y la dapsona.3,9 Asimismo, se ha sugerido, el uso profiláctico de penicilina durante períodos prolongados en casos de PANC asociados a infección estreptocócica, para evitar su recidiva.6,10,11,13 De no ser posible esto, se recomienda la introducción del antibiótico con cada nuevo brote.6,7
La PANC presenta un comportamiento benigno, pero puede presentar recurrencias.4 La mayoría de las series de casos demuestran que la progresión a una PAN sistémica o la aparición de compromiso sistémico no es lo habitual.1,6,8,9,14 En conclusión, describimos un caso de PANC asociado a ASTO, con buena respuesta a los corticoides.

BIBLIOGRAFÍA

1. Siberry GK, Cohen BA, Jhonson B. Cutaneous polyarteritis nodosa. Arch Dermatol 1994;130:884-889.         [ Links ]

2. Hassan ML, de Baldrich A, Mugico B, et al. Poliarteritis nudosa predominantemente cutánea. Consideraciones a propósito del estudio de dos casos. Revisión del tema. Rev Arg Dermatol 1990;71:48-57.         [ Links ]

3. Fathalla BM, Miller L, Brady S, et al. Cutaneous polyarteritis nodosa in children. J Am Acad Dermatol 2005;53:724-728.         [ Links ]

4. Ginarte M, Pereiro M, Toribio J. Cutaneous polyarteritis nodosa in a child. Pediatr Dermatol 1998;15:103-107.         [ Links ]

5. Ozen S, Ruperto N, Dillon MJ, et al. EULAR/PReS endorsed consensus criteria for the classification of childhood vasculitides. Ann Rheum Dis 2006;65:936-941.         [ Links ]

6. Lázaro Ochaita P, Pérez Sanatos S, González Beato Merino M. Panarteritis nudosa infantil. Piel 2001;16:15-23.         [ Links ]

7. Núñez Guiralda A, Espejo Ortega M, Ibáñez Rubio M, et al. Panarteritis nudosa cutánea infantil. A Esp Pediatr 2001;54:506-509.         [ Links ]

8. Kumar L, Thapa BR, Sarkar B, et al. Benign cutaneous polyarteritis nodosa in children below 10 years of age a clinical experience. Ann Rheum Dis 1995;54:134-136.         [ Links ]

9. Daoud MS, Hutton KP, Gibson LE. Cutaneous periarteritis nodosa: a clinicopathological study of 79 cases. Br J Dermatol 1997;136:706-713.         [ Links ]

10. Albornoz MA, Benedetto AV, Korman M, et al. Relapsin cutaneous polyarteriris nodosa associated wih streptococcal infection. Int J Dermatol 1998;37:664-666.         [ Links ]

11. Sheth A, Olson J, Esterly N. Cutaneous polyarteritis of childhood. J Am Acad Dermatol 1994;31:561-566.         [ Links ]

12. Pereira BAF, Silva NA, Ximenes AC, et al. Cutaneous polyarteritis nodosa in a child with positive antiphospholipid and p-ANCA. Scand J Rheumatol 1995;24:386-388.         [ Links ]

13. Till SH, Amos RS. Long-term follow up of juvenile-onset cutaneous polyarteritis nodosa associated with streptococcal infection. Br J Dermatol 1997;136:706-713.         [ Links ]

14. Russo RAG, Laterza AM, Katsicas MM, et al. Poliarteritis nodosa cutánea posestreptocócica: un simulador de la fiebre reumática. Arch Argent Pediatr 2006;104:234-239.         [ Links ]

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License