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Archivos argentinos de pediatría
versión impresa ISSN 0325-0075
Arch. argent. pediatr. vol.108 no.6 Buenos Aires nov./dic. 2010
COMUNICACIONES BREVES
Cornaje del recién nacido por estenosis congénita de la apertura piriforme. Serie de casos
Stertor in the newborn due to congenital nasal pyriform aperture estenosis. Case series
Dr. Adrián Zanettaa, Dr. Hugo Rodrígueza, Dra. Giselle Cuestasa y Dr. Carlos Tiscorniaa
a. Servicio de Endoscopia Respiratoria, Hospital de Pediatría "Prof. Dr. Juan P. Garrahan".
Correspondencia:
Dr. Adrián Zanetta:
adrianzanetta67@hotmail.com
Conflicto de intereses:
Ninguno que declarar.
Recibido: 6-9-10
Aceptado: 22-9-10
RESUMEN
El cornaje es un ruido generado por la alteración del flujo de
aire al pasar por las fosas nasales. La principal causa en recién
nacidos y lactantes es la rinitis inflamatoria o infecciosa. Con
menor frecuencia, puede ser de origen congénito, neoplásico,
traumático o iatrogénico.
La estenosis congénita de la apertura piriforme es una etiología
infrecuente de obstrucción nasal en el neonato. El diagnóstico
precoz y el tratamiento apropiado son esenciales debido a su
respiración nasal obligada. La dificultad o la imposibilidad de
hacer progresar una sonda de 2,8 mm (sonda K30) a través de
la región anterior de las fosas nasales, permiten sospecharla.
El diagnóstico debe ser confirmado por una tomografía computada
del macizo craneofacial. La conducta terapéutica dependerá de la gravedad de los síntomas.
Describimos nuestra experiencia con 9 pacientes que presentaban
esta patología cuya corrección quirúrgica fue exitosa.
Palabras clave: Estenosis congénita; Apertura piriforme; Corrección quirúrgica.
SUMMARY
Stertor is a noise generated by the disturbance of the air flow
passing through the nose. Its main cause -in newborns and
infants- is inflammatory or infectious rhinitis. Congenital,
neoplastic, traumatic or iatrogenic causes are less frequent.
Congenital stenosis of the pyriform aperture is a rare etiology
of nasal obstruction in the neonates. Early diagnosis and appropriate
treatment are essential because of their exclusive nasal
breathing. Suspicion might arise when a difficulty or even
an impossibility to pass a probe of 2.8 mm (K30 tube) through
anterior nares, exists. Diagnosis should be confirmed by a computed
tomography of the craniofacial massif.
The therapeutic behavior will depend on the severity of symptoms.
We describe our experience with nine patients with this condition
whose surgical correction was successful.
Key words: Congenital estenosis; Pyriform aperture; Surgical correction.
INTRODUCCIÓN
El cornaje es un ruido ocasionado por el pasaje
del aire en forma turbulenta a través de fosas
nasales con calibre disminuido. La etiología más
frecuente de obstrucción nasal es inflamatoria o
infecciosa, de origen banal y de tratamiento local
y sintomático.
La apertura piriforme es la porción ósea más
anterior y estrecha de las fosas nasales, por lo que
la disminución de su diámetro transversal puede
aumentar significativamente la resistencia al flujo
aéreo. Su estenosis congénita es una forma poco
común de obstrucción en el neonato producto
del crecimiento óseo excesivo del proceso nasal
medial del hueso maxilar.1-9 La incidencia es desconocida.
5,7,9 Puede presentarse aislada o asociada
a malformaciones craneofaciales o nerviosas
centrales.1,3,5,7-11
Es frecuentemente bilateral y se presenta con
síntomas de obstrucción nasal, cornaje, dificultad
respiratoria, trastornos deglutorios, pausas
respiratorias o cianosis cíclica que mejoran con el
llanto, y existe imposibilidad de pasar una sonda
más allá del vestíbulo nasal. El diagnóstico surge
de los síntomas y el examen físico, y se confirma
por tomografía computada del macizo craneofacial.
1-4,9,12
El tratamiento quirúrgico está indicado en casos
de dificultad respiratoria moderada-grave,
trastornos deglutorios, y ante el fracaso del tratamiento
sintomático.5,7,9,11
CASOS CLÍNICOS
Presentamos 9 pacientes con estenosis congénita
de la apertura piriforme tratados por el Servicio
de Endoscopia Respiratoria del Hospital
Garrahan, entre julio de 2007 y agosto de 2010.
(Tabla 1)
Tabla 1. Pacientes con estenosis congénita de la apertura piriforme
Los pacientes fueron 6 masculinos y 3 femeninos,
nacidos a término, que presentaron obstrucción
nasal desde el nacimiento.
La exploración física reveló un vestíbulo nasal
estrecho e imposibilidad de pasar una sonda
K30 (diámetro 2,8 mm) hacia la fosa nasal. La tomografía
computada evidenció estenosis ósea de la apertura piriforme a expensas de ambas ramas
ascendentes del hueso maxilar, con calibre de
coanas normal. A un paciente se le realizó una tomografía
helicoidal con reconstrucción tridimensional
(3D) que mostró la disminución de la luz
nasal. (Figura 1).
Figura 1. Tomografía helicoidal. Corte axial
Los 9 pacientes fueron tratados inicialmente
con descongestivos y esteroides nasales (fenilefrina
y dexametasona) por 10 días, con humidificación
y aspiración de secreciones según necesidad
y se los alimentó por sonda orogástrica.
Por la gravedad de los síntomas y el fracaso
del tratamiento médico, se decidió la corrección
quirúrgica.
Se obtuvo una vía aérea estable en todos ellos
previo al tratamiento quirúrgico.
Se utilizó chupete de McGovern en 6 casos.
(Figura 2).
Figura 2. Chupete de McGovern
El intervalo de edad al momento de la cirugía
fue de 16 días a 6 meses.
El procedimiento quirúrgico consistió en la ampliación
de la AP por acceso sublabial ( Figura 3) con preservación de la mucosa nasal mientras se
fresaba la rama ascendente del maxilar y el piso
de la fosa. (Figura 4).
Figura 3. Estenosis de la apertura piriforme
Figura 4. Ampliación por fresado de la apertura piriforme
Ninguno requirió prótesis siliconada como
sostén de la luz endonasal.
Todos fueron alimentados por boca a las 24 h,
y recibieron tratamiento postoperatorio local con
corticoides en gotas, humidificación nasal y succión
según necesidad. El alta hospitalaria fue otorgada
a los 7 días posquirúrgicos.
En los 9 pacientes se logró una ventilación nasal
normal. Todos han permanecido asintomáticos
y sin evidencias clínicas de reestenosis, a los
37 meses poscirugía. Hasta la fecha, el crecimiento
facial y la erupción de la dentición primaria son
normales en todos ellos, y el tamaño del vestíbulo
nasal es apropiado para la edad.
No se comunicaron complicaciones mayores.
Un paciente presentó epífora unilateral que se
resolvió espontáneamente a los 10 meses poscirugía.
El paciente que había sido traqueotomizado
fue descanulado definitivamente a los 2 meses de
la cirugía de ampliación.
DISCUSIÓN
La estenosis congénita de la apertura piriforme
es una causa infrecuente de obstrucción nasal que
puede variar de leve a grave. Debido a la respiración
nasal exclusiva, los casos con mayor compromiso
pueden llegar a provocar fallo respiratorio
y asfixia.2,4-6,9,11,13
La presentación clínica de la estenosis bilateral
de coanas y de la estenosis congénita de la
apertura piriforme es similar, pero la estenosis y
la atresia coanal son más frecuentes y conocidas.
Al examen físico, la rinoscopia anterior es dificultosa
debido a la escasa luz que se observa por
la proyección medial de la mucosa que recubre al
hueso de la pared lateral de la fosa nasal. La introducción
de una sonda de aspiración K30 (2,8 mm
de diámetro) no progresa más allá de 1 cm.14,15
El diagnóstico de certeza se realiza mediante
una tomografía computada del macizo cráneofacial,
con cortes axiales y coronales, donde se observa
la disminución del diámetro del área nasal
a nivel de la apertura piriforme, mientras que las
coanas son de calibre normal. Se ha sugerido que
el ancho de la apertura piriforme menor de 11 mm
en recién nacidos a término es diagnóstico de estenosis
congénita de la apertura piriforme.6,10,12 La
tomografía 3D permite una visión completa de la
apertura piriforme en su plano frontal, lo que posibilita
medir su amplitud y una definición exacta
del área ósea que debe ser resecada.3,5,8,13
Una vez descartada la patología más frecuente
de obstrucción de las fosas nasales, debe considerarse
a la estenosis congénita de la apertura piriforme como diagnóstico diferencial, junto a
la estenosis o atresia de coanas, encefalocele y
tumores nasales, como los gliomas o los quistes
dermoides.3,5,9
La presencia de anomalías asociadas debe ser
estudiada mediante endoscopia nasal, resonancia
magnética de cerebro, y evaluación genética y endocrinológica.
3,4,7 El tratamiento clínico quirúrgico
se basa en la gravedad de los síntomas. En primer
lugar se debe establecer una vía aérea segura.
La mitad de los pacientes afectados se tratan
de forma conservadora con descongestivos locales,
hasta que la cavidad nasal crezca y la obstrucción
desaparezca.14
El tratamiento quirúrgico está indicado en casos
de dificultad respiratoria moderada-grave con
requerimiento de intubación o traqueotomía, dificultad
en la alimentación, o ante el fracaso de
métodos conservadores.
En las presentaciones más graves se la puede
resolver quirúrgicamente en 1 ó 2 tiempos; la vía
aérea se estabiliza mediante traqueotomía en una
primera etapa y, posteriormente, se expande la
luz de la apertura piriforme. La técnica más aceptada
en pacientes neonatales es la ampliación de
la AP mediante un acceso sublabial (degloving). El
acceso transnasal a la apertura piriforme, que es
eficaz en adultos, resulta limitado por el diámetro
de la nariz neonatal.2,3,7
La disección y el fresado deben realizarse en
forma anterior al cornete inferior, para evitar el
daño del conducto nasolagrimal. Se debe prevenir
el daño de la mucosa nasal y de los brotes dentales
en el piso.2,3,9
El diámetro de la cavidad nasal obtenida
durante la cirugía debe ser suficiente para
permitir una ventilación adecuada, lo ideal es
poder introducir un tubo endotraqueal Nº 3,5
(diámetro externo 5,3 mm).14,15
Para el tratamiento postoperatorio se utilizan
descongestivos locales y humidificación nasal por
varias semanas.3
Se ha recomendado el uso de tutor endoluminal
(stent) de silastic durante el posoperatorio, para
prevenir la reestenosis y favorecer la irrigación
de solución salina y la aspiración de secreciones
durante un lapso de 1-4 semanas.2,3,5,7,9,15 En ninguno
de nuestros pacientes fue necesario colocar
tutores para mantener la permeabilidad de la fosa
nasal.
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