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Archivos argentinos de pediatría

Print version ISSN 0325-0075

Arch. argent. pediatr. vol.109 no.1 Buenos Aires Jan./Feb. 2011

 

CARTAS AL EDITOR

El peor aplazo es el que nos pone el paciente

Sr. Editor:

Entre los recuerdos de mis años de Facultad, quedó grabada una lección que el Jefe de Cátedra de Psiquiatría nos diera para toda la profesión y la vida. Teníamos esta materia en los dos años finales, ya que el profesor solía decirnos que nunca más íbamos a verla, salvo que alguno por ahí, un poco raro, quisiera dedicarse a ella. Y tenía razón: esos "locos" a los que hacíamos a un lado no sólo eran pacientes sino que, como tales, implicaban ser personas que, en este caso, estaban enfermas, sufrían y algunos eran conscientes de sus afecciones psiquiátricas. Toda esta cuestión no era muy de nuestro agrado en aquel entonces, más lo comprendería años más tarde con el transcurrir del tiempo.
El día que teníamos el examen parcial integrador escrito parecíamos chicos traviesos e inmaduros de escuela con machetes armados por allí, cuán lejos de los futuros "íntegros e intachables" médicos. El profesor se sentó muy tranquilo pero firme, nos miró largamente en un silencio tan prolongado como molesto e incómodo. Finalmente, nos dijo sabiamente, que entonces le teníamos miedo a él y que actuábamos como chicos inmaduros… ciertamente, ¡íbamos a ser nada menos que médicos!… Y, agregó, quizás reprobarán, pero podrán rendir una y otra vez con él hasta que aprobáramos, nadie iba a salir dañado salvo un mal rato que tiene arreglo; tampoco nadie se enteraría de esto cuando fuéramos médicos.
Nos estábamos engañando a nosotros mismos. Cada paciente que atendemos es el mayor examen que estamos rindiendo todos los días de nuestra vida cuando ejercemos. Si no estudiamos, como pasaba entonces y recurríamos a esos apuntes escondidos bajo el banco, nos aplazan por impericia. Y obvio, somos aplazados también por imprudentes, por realizar un trabajo para el que no estamos capacitados por no haber estudiado como y cuando correspondía. Y la negligencia, que quizás es la más peligrosa y triste, ya que acá intervienen factores emocionales que no van a olvidar ni los pacientes, ni nosotros. En el mejor de los casos, si a nosotros no nos interesa la persona, que sería lamentable, si es que podemos luego vivir en nuestra conciencia con ello, puede que salgamos exentos de la Justicia. Lo malo, es que corre de por medio nada menos que la vida de una persona, y puede costarle la misma de varias maneras, no solamente la muerte. Sin embargo, el peor de todos los aplazos lo pone el mismo paciente, ya sea porque le costó la vida, más allá de que aceptemos que tampoco somos Dios y que no sanamos a nadie por nosotros mismos, o porque él nos aplaza-abandona y cambia de médico, porque nosotros no lo supimos acompañar. Este aplazosólo lo puede levantar él. Nuestro profesor concluyó diciendo que, cuando fuéramos médicos, tratáramos de no ser aplazados por nuestros pacientes, al menos, por lo primero. Luego de contarnos esto y tener este último contacto con él, muchos de los apuntes, sino todos, comenzaron a desaparecer como por arte de magia.
Les aseguro que hasta el día de hoy me ha servido esta experiencia, no por miedo a fallar, sino por haber encontrado a partir de entonces, el motivo para seguir estudiando con ganas a pesar del cansancio, y más allá del interés y la curiosidad que me insta a hacerlo por gusto. Nos lleva a permitirnos acompañar mejor a quienes nos toca hacerlo desde nuestra profesión de médicos, con la conciencia de haber dado en lo posible lo mejor de nosotros mismos, más allá de los errores que podamos cometer sin intención, los cuales también forman parte del aprendizaje. Más si comenzamos a escucharnos un poquito más cada vez, médicos y pacientes. Calidad y calidez. Ciertamente creo que todo esto nos permite aprender de y junto a los demás, sumando en el día a día… y nos hace crecer.
Ojalá nunca perdamos este horizonte, que es un don dado a cada uno para volcarlo en la realidad concreta del presente diario.

Dra. Flor Tobar
Médica Pediatra

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