SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.110 issue1Pediatric pharmacology and use of unapproved drugs (off label)In-service training to improve quality of health care author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

  • Have no cited articlesCited by SciELO

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Archivos argentinos de pediatría

Print version ISSN 0325-0075

Arch. argent. pediatr. vol.110 no.1 Buenos Aires Jan./Feb. 2012

http://dx.doi.org/10.5546/aap.2012.6 

COMENTARIOS

Cursos multimedia en línea

Multimedia courses

 

http://dx.doi.org/10.5546/aap.2012.6

 

Entre las propuestas educativas formales ofrecidas en los últimos años han proliferado las de los cursos multimedia en línea y es esperable que este crecimiento continúe en forma exponencial.
Sin duda, estas experiencias resultan útiles entre las múltiples estrategias utilizadas para facilitar el desarrollo médico continuo. Sin embargo, teniendo en cuenta que la estrategia más eficaz es la enseñanza que se logra trabajando junto al paciente, resulta imprescindible analizar todo lo que el avance tecnológico hace posible al facilitar la comunicación, sus alcances y limitaciones. La información disponible sobrepasa frecuentemente las posibilidades de su utilización completa. No debemos caer en el facilismo de pensar que con más información lograremos necesariamente una mejor formación.
Frente a estas nuevas herramientas tecnológicas, urge considerar algunos aspectos aún no suficientemente evaluados en su plenitud, dado el relativo escaso lapso transcurrido desde su implementación.
Se hace necesario unificar criterios para que el docente, en el contexto de un modelo educativo en línea, comprenda cuál es su rol y responsabilidad en el aprendizaje de quienes toman el curso y en el éxito del programa educativo. Generalmente, estos modelos se sustentan en tres elementos: los materiales educativos, la asesoría o tutoría de un especialista en el tema y la evaluación como medio de certificación.
En primer lugar, se debe contar con una adecuada infraestructura administrativa, sistemas de gestión, fuentes de información y la responsabilidad de los organizadores para asegurar las condiciones logísticas, organizativas y tecnológicas necesarias para que el proceso educativo se desarrolle adecuadamente, sin descuidar los aspectos esenciales académicos y legales que den solidez, calidad y validez al programa.
Estos condicionamientos debieran ser integrados en pos de un objetivo: educar y lograr el mayor impacto posible en el cambio de conductas que se pretende instalar en la práctica médica cotidiana de quienes realizan el curso, sin olvidar que son ellos los protagonistas de su propia formación, con autonomía y autorregulación de acuerdo a los plazos previstos. El resultado debería ser la creación de comunidades de aprendizaje en línea, que posibiliten que los estudiantes se involucren con el curso y que el aprendizaje resulte activo, construido de forma social, y cuyos objetivos iniciales definidos por los docentes, en ocasiones, pueden ser superados.
Se debe resaltar la necesidad de complementar el componente teórico con actividades previamente planificadas para conseguir un aprendizaje más eficaz, significativo y de alto impacto sobre la competencia clínica. La utilización de herramientas como correo electrónico, foros de discusión y espacios de debate virtual fomentan un nuevo concepto de aprendizaje cooperativo, en el que se estimula el pensamiento crítico, y la aprehensión de nuevos conocimientos basados en la lectura, la reflexión y el intercambio de opiniones argumentadas.
Los participantes de un foro o debate pueden ingresar sus opiniones en cualquier momento dentro de un período determinado, generalmente amplio, y otros pueden responder, si lo consideran oportuno. Estos foros deben ser coordinados por un moderador, docente del curso.
En el caso del correo electrónico, su aplicación atenúa los inconvenientes de la saturación del tutor y le brinda más libertad y tiempo para preparar respuestas y ayudas más elaboradas, a la vez que permite atender en un plazo prudencial a todos los que realizan consultas.
En este nuevo escenario y con las facilidades de comunicación que presentan las nuevas tecnologías, el aislamiento potencial del que eran víctimas los alumnos que no podían acercarse a un centro de formación ha dejado de ser, ya que pueden utilizar espacios virtuales para interactuar con compañeros y tutores.
Debemos fomentar las posibilidades que brinda la tecnología y capacitar al docente de modo de combinar posibilidades didácticas y tecnológicas orientadas a potenciar el aprendizaje, recordando que los elementos tecnológicos constituyen un medio que facilita las tareas, pero que no debe condicionar la labor educativa que se pretende instalar. Lo importante son los conocimientos, las actitudes, las habilidades y destrezas que se pretende desarrollar a través del curso y la creatividad del docente para optimizar las potencialidades del medio para el logro de los objetivos previstos.
Existe la idea errónea de que la utilización de tecnologías para el aprendizaje implica menor carga de trabajo para el alumno. La realidad es que este trabajo a distancia es arduo y se basa en la lectura de contenidos, citas bibliográficas, libros de texto y guías didácticas impresas, participación en foros y desarrollo de actividades específicas. Los materiales educativos digitales, como libros electrónicos y aplicaciones multimedia, entre otros, se consideran elementos de apoyo útiles, pero no constituyen el núcleo medular en el proceso de formación a distancia en línea. Este tipo de materiales, cuyo ámbito de aplicación es el contexto de un curso o asignatura, deben enmarcarse para cubrir aquellos aspectos en los cuales las ventajas de su aplicación son prácticas y eficaces y deben ser cuidadosamente elegidos por los docentes como apoyo necesario para ampliar el conocimiento en la materia tratada. El aprovechamiento depende de la pertinencia y la dosificación dentro del contenido general del curso, una combinación que debe ser adecuada, pero principalmente práctica, para facilitar el logro de mejores resultados en la satisfacción y nivel de asimilación del estudiante.
Preparar un curso en línea, e implementarlo, requiere recursos humanos especialmente capacitados, que puedan interactuar con expertos informáticos, lo cual constituye una tarea nada fácil. No se trata solo de ofrecer uno o dos pdf.
En la educación a distancia en línea, la evaluación se toma de dos formas: la primera de ellas como estrategia de aprendizaje, la segunda como medio de certificación de conocimientos. En cualquier caso, la tecnología aplicada a la evaluación permite orientar el proceso de aprendizaje y potenciar las habilidades del estudiante. Son muy usuales las autoevaluaciones interactivas, en las que la retroalimentación argumentada e inmediata es importante y útil para que el estudiante pueda conocer el nivel alcanzado y, a la vez, corregir y conocer las partes del contenido en las que debe centrar más su atención. En las evaluaciones en línea se suele disponer de un período determinado para responder un cuestionario con preguntas escogidas aleatoriamente y de carácter objetivo. A pesar del desarrollo tecnológico logrado, no se puede tener certeza de que la persona que realiza la evaluación en línea es quien debe ser; por esa razón, la evaluación en línea se aplica como estrategia de aprendizaje que lleva al alumno a poner en práctica lo aprendido y, a la vez, a saber cuáles son sus falencias, siendo útil en este contexto como evaluación formativa. La evaluación es un proceso permanente de información y reflexión sobre el proceso de producción de los aprendizajes.
En el momento actual, debería considerarse la necesidad de realizar encuentros presenciales integradores, para hacer una evaluación sumativa personalizada, objetivar el grado de cumplimiento de los objetivos establecidos en cada área y, por ende, el grado de desarrollo de la competencia que se busca alcanzar.
En cuanto a los organismos de ley que evalúan y califican estas actividades, les cabe la ardua tarea de unificar criterios respecto de los créditos que se otorgan a los cursos, la consistencia y el cumplimiento de los programas propuestos, las evaluaciones realizadas, etc. Existe una preocupación creciente por la calidad de estos cursos, y se deben elaborar estándares e instrumentos para evaluarlos. Sin duda, como Sociedad Científica tenemos un largo camino por recorrer en esta área tan importante como es la responsabilidad de debatir, en conjunto, los problemas que se relacionan con el desarrollo médico continuo, sin olvidar que, como entidad rectora, se está obligado a tener una opinión formada sobre el tema.

Dr. Luis Eduardo Urrutia

Hospital de Pediatría "Prof. Dr. Juan P. Garrahan"

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License