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Archivos argentinos de pediatría

versión impresa ISSN 0325-0075

Arch. argent. pediatr. vol.112 no.2 Buenos Aires abr. 2014

http://dx.doi.org/10.5546/aap.2014.132 

ARTÍCULO ORIGINAL

http://dx.doi.org/10.5546/aap.2014.132

Condición física y riesgo cardiovascular futuro en niños y adolescentes argentinos: una introducción de la batería ALPHA

 

Mg. Jeremías David Secchia, Lic. Gastón César Garcíab, Dra. Vanesa España-Romeroc y Dr. José Castro-Piñerod

a. Profesorado de Educación Física. Universidad Adventista del Plata. Libertador San Martín, Entre Ríos, Argentina.
b. Instituto Superior de Formación Docente Mercedes Tomasa de San Martín de Balcarce. San Rafael, Mendoza, Argentina.
c. Medical Research Council Epidemiology Unit, Institute of Metabolic Science, Addenbrooke's Hospital, Hills Road, Gran Bretaña.
d. Departamento de Educación Física, Universidad de Cadiz, Puerto Real, España.

Correspondencia: Prof. Mg. Jeremías David Secchi: secchijere@hotmail.com

Financiación: Este estudio fue financiado por la Universidad Adventista de La Plata

Conflicto de intereses: Ninguno que declarar.

Recibido: 14-5-2013
Aceptado: 20-11-2013

 


RESUMEN

Introducción. Altos niveles de condición física están relacionados con la salud cardiovascular de niños y adolescentes. Actualmente, en Argentina, no existe la aplicación sistemática de una batería para evaluar la condición física en el ámbito escolar. El propósito principal del estudio fue aplicar la batería ALPHA para determinar la condición física en una muestra de niños y adolescentes argentinos, y establecer la proporción de sujetos con nivel de capacidad aeróbica indicativo de riesgo cardiovascular futuro.
Población y métodos. Una muestra de 1867 participantes (967 mujeres) de entre 6 y 19,5 años fueron evaluados con la batería ALPHA. Se midieron cuatro componentes de la condición física: 1) morfológico: estatura, peso corporal y perímetro de cintura; 2) muscular: test salto de longitud; 3) motor: test de velocidad/agilidad (carrera 4 x 10 m); 4) cardiorrespiratorio: test course navette de 20 m y cálculo del consumo máximo de oxígeno. Se calcularon los percentiles 5, 25, 50, 75 y 95 para los principales tests.
Resultados. El índice de masa corporal medio fue 20,8 kg/m2, y el 7,8% se clasificó en la categoría obesidad. Además, los participantes masculinos, en comparación con los femeninos, obtuvieron un mayor rendimiento en todos los tests de condición física (P < 0,001). En el 31,6% de los participantes se observó un nivel de capacidad aeróbica indicativo de riesgo cardiovascular.
Conclusiones. La muestra de niños y adolescentes argentinos de sexo masculino presentó mayores niveles de condición física. Estas diferencias se incrementaron con la edad. Aproximadamente, 1 de cada 3 participantes tuvo un nivel de capacidad aeróbica indicativo de riesgo cardiovascular futuro.

Palabras clave: Condición física; Niños; Adolescentes; Course navette de 20 m; Riesgo cardiovascular.


 

INTRODUCCIÓN

La evaluación de la condición física (CF) en el ámbito escolar es un área de investigación que tiene su origen en la década de los cincuenta, del siglo xx.1

Sin embargo, la concepción original de la evaluación de la CF en la escuela se ha modificado radicalmente en los últimos 20 años.1,2 De la CF centrada en el rendimiento, se pasó a la CF relacionada con la salud, cambiando la manera de entender e interpretar la evaluación de la CF.3-5

Un adecuado programa de evaluación de la CF puede ser eficaz para 1) motivar a los alumnos, 2) conocer su nivel de CF, 3) verificar progresos, 4) identificar factores de riesgo,6,7 5) diseñar programas de actividad física y 6) promover la salud y la educación física.8 Además, evidencia científica reciente confirma que altos niveles de CF están relacionados fuertemente con la salud cardiovascular, metabólica, músculo-esquelética y mental de niños y adolescentes.9,10

En la escuela, la evaluación de la CF se realiza mediante una batería de test de condición física (BT-CF). La BT-CF tiene como ventaja evaluar a varios sujetos simultáneamente, consume poco tiempo, es segura, de fácil aplicación y de bajo costo, por lo que es adecuada para estudios epidemiológicos.11 En la literatura científica, no encontramos una definición del concepto de BT-CF; para nosotros, esta puede ser definida como un conjunto de tests de campo que evalúan los diferentes componentes de la CF y que, de forma individual o en su conjunto, están relacionados con el rendimiento deportivo (BT-CF relacionada con el rendimiento) o con aspectos específicos de la salud presente y futura de una persona (BT-CF relacionada con la salud).

Entre las BT-CF más reconocidas se encuentran la EUROFIT, la FITNESSGRAM y la recientemente publicada batería ALPHA.12,13 Esta última ha sido construida con una sólida base científica, con el objetivo de incluir solo aquellos tests que son válidos, confiables, seguros, de fácil aplicación y de los que científicamente se ha demostrado que tienen alguna relación con la salud presente y futura de niños y adolescentes.13,14

Desafortunadamente, en el sistema educativo argentino a nivel público o privado no se aplica una BT-CF válida y confiable que sirva como indicador de los niveles de salud de niños y adolescentes. Además, de acuerdo con nuestro conocimiento, no existe ningún estudio científico publicado que presente niveles de CF relacionados con la salud en población pediátrica argentina.

El propósito principal del estudio fue aplicar la batería ALPHA para determinar la CF en una muestra de niños y adolescentes argentinos, y establecer la proporción de sujetos con nivel de capacidad aeróbica indicativo de riesgo cardiovascular futuro.

POBLACIÓN Y MÉTODOS Diseño y muestra del estudio

El estudio fue realizado entre el 9 de abril y el 30 de octubre de 2012, en una muestra por conveniencia en niños y adolescentes argentinos de 6 a 19,5 años.

El diseño fue observacional, descriptivo y de corte transversal. La evaluación se efectuó en escuelas primarias y secundarias localizadas en diez ciudades de cinco provincias argentinas (Entre Ríos, Mendoza, Buenos Aires, Misiones y Santa Cruz). Participaron 16 escuelas (diez públicas y seis privadas), de las cuales ocho fueron de nivel primario y dos procedían de zonas rurales. La distribución geográfica no se realizó de forma aleatoria. Los participantes recibieron autorización médica al comienzo del año escolar; esta fue solicitada por las escuelas para participar de las clases de educación física. No se incluyeron en el estudio los sujetos con diagnóstico clínico de diabetes, asma, problemas músculo-esqueléticos u otro problema de salud que limitara o impidiera la práctica de actividad física.

El consentimiento informado por escrito fue obtenido de los padres y los estudiantes tras una explicación detallada de los objetivos del estudio. La investigación fue aprobada por la Comisión de Bioética de la Universidad Adventista del Plata.

Procedimientos

Antes de comenzar el estudio, los investigadores y nueve profesores de educación física realizaron tres sesiones teórico-prácticas para estandarizar todo el proceso de evaluación.14,15 Además, antes de la investigación, los docentes aplicaron una vez la batería ALPHA en las diferentes escuelas para familiarizarse con los tests.

Evaluación de la condición física

Se aplicó la versión de la batería ALPHA de alta prioridad sin incluir el test de prensión manual con dinamómetro y se incluyó el test de velocidad/agilidad 4 x 10 m, que se propone en la versión extendida.13,15 El orden de evaluación fue el siguiente:

1) Componente morfológico: se midió el peso, la talla y el perímetro de cintura de acuerdo con los protocolos establecidos.14,15 Los participantes se pesaron sin calzado utilizando una balanza electrónica portátil marca OMROM HBF-500INT, con resolución 0,100 kg. La estatura se midió con un estadiómetro (SECA 206). Los participantes fueron identificados con sobrepeso y obesidad de acuerdo con los criterios de Cole.16 El perímetro de cintura se midió con una cinta antropométrica inextensible (W606PM, Lufkin, US).
2) Componente muscular: el test salto de longitud (SL) fue evaluado como indicador de la fuerza de los miembros inferiores. Consiste en saltar con los pies juntos y con movimiento de brazos (sin carrera previa) la mayor distancia horizontal posible. La distancia alcanzada es la medida entre el talón del pie más atrasado y la línea de salida.
3) Componente motor: se utilizó el test de velocidad/agilidad 4 x 10 m como indicador integrado de la velocidad de movimiento, la agilidad y la coordinación del sujeto.14 Consiste en correr ida y vuelta entre dos líneas de 10 m, transportando 3 esponjas alternadamente en el menor tiempo posible. El recorrido total es de 40 m.
4) Componente cardiorrespiratorio: se evaluó mediante el test course navette (CN-20 m). Este consiste en correr entre dos líneas separadas por 20 m en doble sentido, ida y vuelta. El ritmo de carrera es impuesto por una señal sonora. La velocidad inicial es de 8,5 km/h-1y se incrementa en 0,5 km/h-1 con intervalos de 1 minuto, llamados etapas. El sujeto debe pisar detrás de la línea de 20 m en el momento justo en que se emite la señal sonora o beep. El test finaliza cuando el sujeto se detiene porque alcanzó la fatiga o cuando por dos veces consecutivas no llega a pisar detrás de la línea al sonido del beep. El rendimiento aeróbico fue expresado en número de vueltas, es decir, la cantidad de veces que el participante realiza el recorrido completo de 20 m (1 vuelta= 20 m). También se registró la etapa completa y la etapa y V. A modo de ejemplo, si un sujeto completó la etapa 4 y alcanzó la mitad de la siguiente, se indica 4,5 (cuando se considera la etapa y V), y se registra como 4 cuando se analiza solo la última etapa completa. La capacidad aeróbica se determinó a través del consumo máximo de oxígeno (VO2 máx.), estimado a partir de la ecuación de Leger:17 VO2 máx. = 31,025 + 3,238 *V-3,248 *E + 0,1536 *V *E. En esta, V es la velocidad (en km/h-1) de la última etapa completa y E es la edad (en años) del sujeto. Los participantes fueron clasificados con nivel de capacidad aeróbica saludable si el VO2 máx. fue > 42 ml/kg/min-1 para varones y > 35-40 ml/kg/min-1 para mujeres, según la edad. Los participantes por debajo de estos valores fueron clasificados con un nivel de capacidad aeróbica no saludable o indicativo de riesgo cardiovascular futuro, como lo establece el Fitnessgram®.2,7
Se tomaron dos mediciones de cada test, con excepción del CN-20m que se evaluó una sola vez. Para el análisis de datos, se utilizó el valor promedio en los tests del componente morfológico y el mayor rendimiento en los demás tests.

Análisis estadístico

Los datos fueron analizados con el programa SPSS, versión 18.0, y se presentaron en valores promedio y desvío estándar (DE), a menos que se indicara lo contrario. La normalidad de las variables fue determinada con la prueba de Kolmogorov-Smirnov. Para analizar las diferencias entre sexos, por grupos de edad (niños de 6 a 12 años y adolescentes de 13 a 19 años) y nivel de capacidad aeróbica (saludable vs. no saludable), se utilizó la prueba no paramétrica U de Mann-Whitney. Esto se efectuó antes de la confirmación de la falta de normalidad en algunas de las variables del estudio. El nivel de significancia aceptado fue de p <0,05. Para presentar las tablas y curvas de percentiles de los principales tests de CF, se empleó un proceso de suavizado de los percentiles aplicando el método LMS.18 Este análisis se realizó con el programa LMS Chart Maker Light, versión 2.54. Debido al bajo número de participantes de 6-10 años y 18-19 años, no fue posible calcular los percentiles para estas edades, por lo que estos fueron presentados de 11 a 17 años para ambos sexos.

RESULTADOS

Se evaluaron 1867 niños y adolescentes (967 mujeres). Durante el estudio, ninguno de los participantes presentó molestias, dolor o lesión músculo-articular. Las características de la muestra, así como los valores obtenidos en las pruebas de CF para niños y adolescentes, se observan en la Tabla 1. En ambos grupos, los participantes masculinos obtuvieron en promedio un mejor rendimiento en los tests de CF. La proporción de sujetos con nivel de capacidad aeróbica indicativo de riesgo cardiovascular futuro fue del 31,6%. El 11,5% de los niños y el 49,1% de los adolescentes tuvieron un nivel de capacidad aeróbica no saludable (p <0,001). Se apreciaron diferencias significativas entre sexos en la prevalencia de capacidad aeróbica no saludable solo en el grupo de niños (p <0,001).

Tabla 1. Diferencias por sexo en los niveles de condición física de niños y adolescentes argentinos

Las Tablas 2-4 presentan los valores de CF de una muestra de jóvenes argentinos, clasificados por edad y sexo y expresados en los percentiles 5, 25, 50, 75 y 95. El percentil 5 (P5) para la etapa y V en el CN-20 m osciló entre 1,5-3,6 y 1,3-1,6 para varones y mujeres, respectivamente (Tabla 4). La observación de las curvas de percentiles permite apreciar una clara tendencia hacia un aumento de los niveles de CF con el incremento de la edad en los participantes masculinos (Figura 1 ). Por el contrario, en las mujeres, se observa un mantenimiento o un leve aumento de los niveles de CF con el incremento de la edad (Figura 1).


Figura 1. Curvas de percentiles (de abajo hacia arriba: P5, P25, P50, P75, P95) de la condición física relacionada con la salud. Las curvas de percentiles fueron suavizadas con el método LMS.18 CN-20 m= course navette de 20 m

Tabla 2. Valores percentiles para el test de fuerza de miembros inferiores: salto de longitud (cm)

Tabla 3. Valores percentiles para el test de velocidad/agilidad: 4 x 10 m (s)

Tabla 4. Valores percentiles para el test course navette de 20 m (etapa y ½)

La Tabla 5 muestra que los niños con capacidad aeróbica saludable tuvieron mayores niveles de fuerza en miembros inferiores (solo en las mujeres), un menor índice de masa corporal (IMC) y perímetro de cintura en ambos sexos. Además, la prevalencia de sobrepeso y obesidad fue menor en el grupo con capacidad aeróbica saludable, 22,2% vs. 75,8% en los participantes masculinos (p= 0,001) y 32,2% vs. 57,9% en los participantes femeninos (p= 0,027). Por su parte, los adolescentes con capacidad aeróbica saludable tuvieron mayores niveles de fuerza de miembros inferiores, velocidad/agilidad, un menor IMC, menor perímetro de cintura (solo en las mujeres) y menor prevalencia de sobrepeso y obesidad: 19% vs. 39,3% en los participantes masculinos (p= 0,001) y 12,1% vs. 27,8% en los participantes femeninos (p= 0,001).

Tabla 5. Diferencias en los componentes morfológico, muscular y motor entre los grupos con capacidad aeróbica saludable y no saludable en niños y adolescentes argentinos

DISCUSIÓN

El presente estudio constituye el primer trabajo de investigación publicado que incorporó la batería ALPHA en una muestra de 1867 niños y adolescentes argentinos. La batería ALPHA se aplicó en 10 ciudades de cinco provincias que incluyen los 4 puntos geográficos del país (este, oeste, norte y sur). Hasta el momento, no tenemos conocimiento de ningún estudio publicado de similares características en población pediátrica argentina.

En las Tablas 2-4, se presentan los primeros percentiles de la batería ALPHA (en población argentina) con el propósito de interpretar o puntuar los niveles de CF y realizar comparaciones con futuros estudios. En la bibliografía, encontramos referencias a diferentes puntos de corte para los niveles de CF. Ortega y sus colaboradores mencionan los valores de CF del P5 como "nivel de CF patológico"19 o "señal de alarma",20 de manera que los jóvenes que se encuentren en el P5 o por debajo sean examinados por la posible coexistencia de factores de riesgo cardiovasculares. Por su parte, Silva mostró que el percentil 40, para el número de vueltas del CN-20 m, es el punto de corte más preciso para diagnosticar alto riesgo metabólico en jóvenes portugueses (10-18 años).6 Futuros estudios deberán centrarse en validar puntos de corte para los tests que evalúan los diferentes componentes de la CF en población argentina.

Diferencias en los niveles de CF entre grupos de edad y género

En concordancia con estudios previos,19-23 los niveles de fuerza, velocidad/agilidad, rendimiento y capacidad aeróbica en el presente estudio fueron mayores en los participantes masculinos. La magnitud de esta diferencia se incrementó con la edad; fue más amplia en el grupo de los adolescentes (entre 12,7% y 46,2%) que en el grupo de los niños (5-22,8%). Las razones por las cuales el rendimiento es menor en niños podrían atribuirse a la menor masa muscular en relación con el peso corporal, una capacidad glucolítica menor y la deficiente coordinación neuromuscular.24

Otras diferencias entre sexos se apreciaron en la velocidad alcanzada en el CN-20 m y el VO2 máx. predictivo. Estas diferencias son similares a las reportadas en otros estudios realizados en niños y adolescentes.17,25-29 Sin embargo, en adultos jóvenes, hemos encontrado mayores diferencias en el VO2 máx. predictivo en comparación con los niños y adolescentes del presente estudio.4,30

Niveles de condición física en relación con otros países

Se compararon por sexo los niveles de CF en un total de 19 estudios (13 países). La fuerza de miembros inferiores, con el test SL en ocho estudios;11,19-23,31,32 la velocidad/agilidad, con el test 4 x 10 m en tres estudios,19,20,21 y el rendimiento aeróbico, en el CN-20 m en 17 estudios.5,6,11,17,19-21,23,25-29,31,33-35

Los niveles de fuerza en los varones fueron mayores en relación a dos estudios,1,20 similares en cinco estudios19,21-23,31 e inferiores en relación a 1 estudio.32 Las mujeres solo presentaron niveles de fuerza levemente superiores en relación a dos estudios;11,32 fueron similares en dos trabajos22,31 e inferiores en relación a cuatro estudios.19-21,23 Con respecto a los niveles de velocidad/agilidad, los varones presentaron valores similares en tres estudios,19-21 mientras que en las mujeres el rendimiento fue inferior en los tres estudios analizados.19-21

En cuanto al rendimiento aeróbico, los participantes masculinos alcanzaron niveles superiores en relación a un estudio,34 similares o levemente inferiores en seis estudios5,11,23,27,31,35 y fueron menores en relación a diez estudios.6,17,19-21, 25,26,28,29,33 En las mujeres, fueron similares en relación a seis estudios5,11,23,31,34,35 e inferiores en once estu-dios.6,17,19-21,25-29,33 El rendimiento físico comparado indica que la muestra de niños y adolescentes argentinos se encuentra entre los países con niveles de CF más bajos.

Capacidad aeróbica y riesgo cardiovascular futuro

Cuando analizamos la muestra total del presente estudio, aproximadamente 1 de cada 3 jóvenes argentinos tuvo un nivel de capacidad aeróbica indicativo de riesgo cardiovascular futuro (Tabla 1). Sin embargo, el análisis por grupos de edades mostró que la proporción de adolescentes con capacidad aeróbica no saludable fue notablemente superior (49,1%) en comparación con el grupo de los niños (11,5%). Estos valores fueron superiores a los observados en adolescentes españoles19 (19,3% ♂ y 17,3% ♀), adolescentes europeos20 (38% ♂ y 43% ♀ niños y adolescentes australianos23 (29% ♂ y 23% ♀) y en adolescentes estadounidenses7 (29% ♂ y 31% ♀). Estos resultados deben interpretarse con precaución debido a que hay factores, como el punto de corte del VO2 máx. empleado, la ecuación aplicada para estimar el VO2 máx. y el test utilizado, que podrían afectar las clasificaciones.4 En relación con este tema, Secchi y García4 demostraron que la ecuación predictiva del VO2 máx. y los criterios de referencia del Fitnessgram®2,3 modifican significativamente la proporción de adultos jóvenes que se encuentran en riesgo cardiometabólico.

Los datos del presente estudio mostraron que los niños y adolescentes con capacidad aeróbica saludable, en general, tuvieron una mejor CF (Tabla 5). Además, presentaron menor perímetro de cintura y prevalencia de sobrepeso y obesidad, los cuales son factores que están relacionados con un mejor perfil cardiovascular.9,10 Esta evidencia pone al profesor de Educación Física en un rol de promotor de salud de sus alumnos. De esta manera, el ámbito escolar constituye un espacio privilegiado para promover hábitos de ejercicio y preservar la salud cardiovascular.8

Una de las fortalezas del estudio fue evaluar la CF con la batería ALPHA, cuya validez, confiabilidad, aplicabilidad y relación con la salud ha sido demostrada en niños y adolescentes.11-13 Entre las limitaciones del estudio, es importante destacar la falta de representatividad de la muestra y el número de participantes relativamente bajo para establecer valores de referencia de la población pediátrica argentina. Sin embargo, debido a la falta de datos normativos de CF en esta población, el presente estudio proporciona los primeros valores de CF evaluados con la batería ALPHA en una población de escolares argentinos.

CONCLUSIONES

La muestra de niños y adolescentes argentinos de sexo masculino presentó mayores niveles de condición física. Estas diferencias se incrementaron con la edad. Aproximadamente, uno de cada tres participantes tuvo un nivel de capacidad aeróbica indicativo de riesgo cardiovascular futuro.

Agradecimientos

Agradecemos a Jonatan Ruiz por su aporte para enriquecer el estudio. A los profesores de Educación Física que colaboraron con el trabajo de campo: Silvia Ruggiero, Alberto Espada, Tania Domato, Alexis Buchammer, Silvia Rode,

Favio Rodríguez, Ramón Schwemmer, Andrea Rodríguez y José Luis Sosa.

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