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Archivos argentinos de pediatría

versão impressa ISSN 0325-0075

Arch. argent. pediatr. vol.113 no.2 Buenos Aires abr. 2015

http://dx.doi.org/10.5546/aap.2015.102 

COMENTARIO

http://dx.doi.org/10.5546/aap.2015.102

Debilidades de la prescripción electrónica en pacientes pediátricos hospitalizados

 

Los errores de medicación (EM) constituyen un problema sanitario que, en la población infantil, adquiere especial relevancia. Como es sabido, el riesgo de sufrir efectos adversos derivados de errores de medicación en esta población es mayor y, además, su trascendencia es más notable, ya que pequeños errores que, en adultos serían tolerados, en niños, pueden ocasionar daños significativos.

El análisis y la identificación de las causas que desencadenan EM son fundamentales para adoptar estrategias y medidas correctoras con el fin de reducir riesgos para futuros pacientes. Hay que tener en cuenta que, en niños, existen factores propios que contribuyen a que los EM sean diferentes a los de adultos y que sus causas sean específicas. El conocimiento de estas diferencias es importante a la hora de adecuar a la población infantil las estrategias para su prevención de errores.

En este ámbito, las nuevas tecnologías, al igual que en pacientes adultos, están teniendo un papel fundamental en la reducción de riesgos. Permiten la detección de errores y la puesta en marcha de medidas que logran reducirlos en una población especialmente vulnerable. En la actualidad, dado que los EM ocurren, en su mayoría, en la fase de prescripción, una de las herramientas más empleadas para disminuirlos es el sistema de prescripción electrónica asistida (PEA). Estos programas incluyen, además, plataformas de ayuda, que facilitan la toma de decisiones.1

En cuanto a los artículos publicados sobre el efecto de la PEA en los EM, estos son más escasos en la población pediátrica que en adultos y muestran tasas dispares de reducción de errores. Además, sus resultados son difícilmente comparables debido a la alta variabilidad y la falta de consenso en la definición de EM, efectos adversos, sus métodos de detección y programas de prescripción empleados.2 No obstante, el hecho de que, en su mayoría, estos trabajos hayan demostrado su eficacia, ha llevado a organismos, como la American Academy of Pediatrics, a considerarla la principal estrategia para reducir los errores en la prescripción e incrementar la seguridad de los niños hospitalizados y en urgencias. En la bibliografía, hay recogidas también recomendaciones sobre puntos clave que estos sistemas deberían proporcionar para adaptarse a la prescripción en pediatría.3

Sin embargo, a pesar de las ventajas demostradas por la PEA, presenta algunos puntos débiles. Así, algunos autores han demostrado que este sistema induce nuevos errores de medicación y, de hecho, la mayoría están relacionados con su uso.

En un trabajo recientemente publicado,4 se observó que, en pacientes adultos, la incidencia de errores de prescripción se redujo con la PEA al 0,8% y que la mayoría de ellos (77,7%) se asociaron con el empleo de esta tecnología.

Uno de los fallos más frecuentes fue la selección incorrecta del medicamento en una lista alfabética; este hecho puede ocasionar un daño grave, dado que, en ellas, no existe relación entre un fármaco y el siguiente en cuanto a su acción terapéutica. En niños, también se han notificado errores por esta causa.5 Este tipo de fallo se podría subsanar si la selección de medicamentos se hiciera sobre listas de medicamentos agrupados por indicación terapéutica o asociadas a ciertas patologías.

Otro tipo de error prevalente derivó de la falta de conocimiento del programa, que hizo que el prescriptor registrara datos en un lugar inadecuado o recurriera al uso de campos destinados a texto libre, lo cual generó también numerosos errores. Algunos autores han comprobado que el riesgo de error al utilizar texto libre en la prescripción es cinco veces mayor que si se estandarizan textos estructurados.3 Así, por ejemplo, se han detectado, por este motivo, fallos (como duplicidades) debidos a la prescripción de fármacos tanto en la lista electrónica como en texto libre o que no se desencadenaran alertas por registro inadecuado de alergias.4,5 Este registro inadecuado de datos en el programa puede tener consecuencias para el paciente potencialmente graves. Por otro lado, las alertas que proporciona la PEA han demostrado su utilidad; sin embargo, su sobrecarga puede llevar a que sean ignoradas por el clínico.

Además de los nuevos fallos inducidos por la PEA, en la población pediátrica, otro punto débil importante de este método de prescripción es la dificultad añadida de adaptar los programas diseñados para adultos. Su adecuación, en muchos casos, es difícil y, en ocasiones, inefectiva y puede generar nuevos errores. Habitualmente, muchos hospitales se enfrentan a este problema, ya que atienden a ambos tipos de población. Esta falta de adecuación complica, en gran medida, su uso por parte de los pediatras y requiere un alto grado de especialización y destreza en su manejo. El principal inconveniente que se les plantea es que los soportes de ayuda a la prescripción, herramienta que ha demostrado mayor eficacia en la reducción de errores, están basados en indicaciones de tratamiento para población adulta, lo que los hace inoperativos para su prescripción en niños. Así, por ejemplo, la propuesta de dosis habitual proporcionada por el programa para pacientes adultos queda anulada en niños, puesto que depende de la edad y el peso, y además, estos sistemas, en muchos casos, tampoco facilitan el acceso a bases de datos de información de medicamentos en pediatría.

Otro problema que puede contribuir a fallos en la dosificación es la omisión del peso, dato imprescindible en la prescripción pediátrica para que se desencadenen alertas de dosis máximas o mínimas. En este sentido, la exigencia de cumplimentación obligatoria de este campo antes de iniciar la prescripción de fármacos sería otro aspecto que reduciría este tipo de errores.

Un inconveniente también específico de la farmacoterapia en niños, a diferencia de la prescripción en adultos, es la falta de disponibilidad de presentaciones de medicamentos adecuadas en concentración y forma farmacéutica a la población infantil. Este hecho obliga a su manipulación y a la elaboración de fórmulas magistrales por parte del Servicio de Farmacia y su inclusión en la base de datos para que estén disponibles para la prescripción. A menudo, en estos programas, es difícil la localización de estas fórmulas para el prescriptor, que puede acabar recurriendo a la selección inadecuada de presentaciones comercializadas, lo cual podría desencadenar nuevos errores. Además, en pediatría, existe el hábito de prescribir la dosis por volumen, de tal modo que, si variara la concentración de la presentación de un medicamento o de una formulación, al mantener el volumen prescrito, se modificaría la dosis a administrar y se podría producir un error de infra- o sobredosificación.

Como conclusión, diremos que, a pesar de que el sistema de PEA en población infantil ha demostrado eficacia en la reducción de errores de medicación, consideramos que actualmente presenta dos importantes puntos débiles: por un lado, la aparición de nuevos errores asociados al uso de estos programas y, por otro, la complejidad para adecuarlos a la prescripción de tratamientos en niños. La estandarización de estas aplicaciones informáticas para su utilización en población infantil, así como la disponibilidad de enlaces que proporcionen información actualizada sobre indicaciones y condiciones de uso en pediatría, son necesarias para mejorar la seguridad de los pacientes pediátricos.

Asimismo, para minimizar riesgos, es imprescindible que se tenga un adecuado conocimiento de estos programas por parte de los usuarios, lo cual exige una continua y específica formación del personal sanitario encargado del cuidado de los niños hospitalizados.

Dra. Margarita Ruano Encinara, Dra. Elena Villamañán Buenoa y Prof. Dr. Rodolfo Álvarez-Sala Waltherb

a. Servicio de Farmacia.
b. Servicio de Neumología Hospital Universitario La Paz. Madrid. margarita.ruano@salud.madrid.org

Referencias

1. Conroy S, Sweis D, Planner C, Yeung V, et al. Interventions to reduce dosing errors in children. A systematic review of the literature. Drug Saf 2007;30(12):1111-25.         [ Links ]

2. Wong ICK, Ghaleb MA, Franklin BD, Barber N. Incidence and nature of dosing errors in paediatric medications. A systematic review. Drug Saf 2004;27(9):661-70.         [ Links ]

3. Maat B, Au YS, Bollen CW, van Vaught AJ, et al. Clinical pharmacy interventions in paediatric electronic prescriptions. Arch Dis Child 2013;98(3):222-7.         [ Links ]

4. Villamahän E, Larrubia Y, Ruano M, Velez M, et al. Potential medication errors associated with computer prescriber order entry. Int J Clin Pharm 2013;35(4):577-83.         [ Links ]

5. Walsh KE, Landrigan CP, Adams WG, Vinci RJ, et al. Effect of computer order entry on prevention of serious medication errors in hospitalized children. Pediatrics 2008;121(3):e421-7.         [ Links ]

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