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Archivos argentinos de pediatría

versión impresa ISSN 0325-0075

Arch. argent. pediatr. vol.113 no.5 Buenos Aires ene. 2015

http://dx.doi.org/10.5546/aap.2015.388 

COMENTARIO

http://dx.doi.org/10.5546/aap.2015.388

El arte como instrumento para comprender la diferencia entre información, conocimiento y saber

 

Continuamos con lo emprendido en un artículo previo (el arte como instrumento educativo en medicina), donde comenzamos una serie de comentarios referidos a la introducción del arte como recurso docente en la formación de los profesionales de la salud. Esta propuesta está basada en la capacidad que el lenguaje simbólico del arte tiene de reflejar la dimensión humana.1 En el presente artículo describiremos la diferencia entre estos tres conceptos, a la luz del análisis ejemplificado en el film El gran pez de Tim Burton.

Durante la actividad asistencial, el médico posee como hombre y como profesional un cúmulo de abundante y variada información, la cual es organizada por su mente en función de su experiencia, de forma tal que sea de utilidad para su aplicación en la resolución de problemas concretos. De esta manera, transforma la información en conocimiento. Finalmente, cuando dicho médico sabe cómo, cuándo y dónde aplicar su conocimiento a fin de que sea efectivo en su propósito terapéutico, está transformado el conocimiento en saber. Vale decir entonces que, la información remite al almacenamiento mental de datos (relación intra-psíquica), el conocimiento remite a la relación de dicha información con un aspecto puntual de la realidad (relación mente-objeto), y el saber remite a la relación del conocimiento con la realidad en su conjunto (relación mente-objeto-circunstancia).

Por esta razón, sabio no es el que mayor cantidad de información tiene (erudito), ni el que mejor dispone de su conocimiento (técnico), sino el que sabe aplicar su conocimiento con mayor efectividad, es decir en el contexto más adecuado (sabio).2-5

Así por ejemplo, la película El gran pez cuenta la historia de Edward Bloom, un hombre que se caracteriza por relatar momentos de su vida añadiéndoles ingredientes fantásticos, cosa que su hijo (Will) no tolera al punto que deja de relacionarse con él por varios años. Siguen distanciados hasta que su madre le avisa que su padre está gravemente enfermo. Padre e hijo se rencuentran y al volver a entablar su relación Will le reclama que a raíz de lo fantasioso de sus relatos, jamás ha podido conocer al verdadero

Edward, a lo cual su padre le responde que él es el Edward de sus relatos, aunque Will no se dé cuenta de ello.

Dichos relatos incluían personajes insólitos y entre ellos un gran pez hembra inatrapable al que sólo Edward pudo pescar una vez utilizando su anillo de bodas como carnada, pero a la que dejó partir por darse cuenta que estaba por tener cría justo el día que iba a nacer Will.

Edward desmejora y es internado, está en el hospital con su hijo, y agonizante le pide que le narre como será su muerte. Entonces Will comienza un relato fantástico y le narra cómo ambos escapan del hospital y Edward Bloom se dirige al río, donde se encuentra con toda la gente extraña que conoció durante su vida, luego Will introduce a su padre en el río y éste se convierte en el gran pez de su relato. Tras esto, Edward queda fascinado con la narración y muere. Finalmente Will comprende que su padre ha sido siempre esa mezcla de realidad y fantasía, sin la cual nunca hubiese sido realmente él.6,7

Edward sabía muchas cosas reales y fantasiosas acerca de sí (información), pero en sus relatos siempre contaba una selección de dichos acontecimientos reales o irreales (conocimiento), porque se conocía y sabía que esa era la versión que él necesita para ser feliz (saber), es decir para ser el Edward que él quería para sí y para los demás.

Concluimos entonces que la incorporación del arte como instrumento educativo en medicina contribuye a poder lograr una mayor comprensión respecto de la profunda diferencia existente entre los conceptos de información, conocimiento y saber.

Dr. Carlos G. Musso y Dra. Paula A. Enz

Escuela de Medicina, Instituto Universitario del Hospital Italiano de Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina

REFERENCIAS

1. Musso CG, Enz PA. El arte como instrumento educativo en medicina. Arch Argent Pediatr 2014;112(6):494-5.         [ Links ]

2. Musso CG. Obras maestras del arte universal y la medicina: Las tentaciones de San Antonio de Hieronymus Bosch (Jeroen van Aken) (1450-1516). Evid Act Pract Ambul. En prensa 2015.         [ Links ]

3. Comte-Sponville A. La sabiduría consiste en amar la vida. Filosofía hoy 2012;19:16-9.         [ Links ]

4. Ferry L. La sabiduría de los mitos. Aprender a vivir II. Buenos Aires; Taurus: 2010.         [ Links ]

5. Musso CG, Enz P. Arte y naturaleza humana XIX. Rev Hosp Ital B Aires. En prensa 2015.         [ Links ]

6. Burton T. Big fish [película]. USA: Columbia Pictures; 2003.

7. Burguera Rozado J. El reencuentro con la eficacia simbólica. Big Fish. 2012. Versión Kindle.         [ Links ]

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