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Archivos argentinos de pediatría

versión impresa ISSN 0325-0075

Arch. argent. pediatr. vol.113 no.6 Buenos Aires dic. 2015

http://dx.doi.org/10.5546/aap.2015.538 

COMUNICACIÓN BREVE

http://dx.doi.org/10.5546/aap.2015.538

Utilidad del diagnóstico por componentes en el seguimiento de niños con alergia a alimentos vegetales

 

Lic. Olga Villarreal Balza De Vallejoa, Lic. Marta Velasco Azagraa, Lic. Amanda López Picadob, Lic. Nagore Bernedo Belara, Dra. Olga Uriel Villatea, Lic. Marta Frías Jiméneza, Dra. Maite Audicana Berasateguia, Lic. Daniel Muñoz Lejarazua†, Lic. Nagore Arruti Oyarzabala, Lic. Italo N. Girao Popolizioa, y Lic. Ana Martínez Arcedianoa

Colaboradores: Lic. Natividad Longo Areso y Lic. Eduardo Fernández Ibanez

a. Servicio de Alergología, Hospital Universitario Araba, Vitoria-Gasteiz, España.
b. Unidad de Investigación Araba. Hospital Universitario Araba, Vitoria-Gasteiz, España.

Correspondencia: Lic. Olga Villarreal: mariaolga.villarrealbalzadevallejo@osakidetza.net

Financiamiento: Ninguno.

Conflicto de intereses: Ninguno que declarar.

Recibido: 8-1-2015
Aceptado: 19-6-2015

 


RESUMEN

La alergia a los alimentos representa un problema importante en la edad pediátrica. El diagnóstico por componentes detecta la alergia a proteínas aisladas de los alimentos.
Este estudio descriptivo analiza la utilidad de las recomendaciones individualizadas y estandarizadas en una muestra de 22 niños de entre 2 y 16 años con alergia a alimentos vegetales y evalúa la sensibilidad a 4 panalergenos vegetales.
Según los resultados del diagnóstico por componentes, se personalizó el tratamiento, se aconsejaron pautas de evitación de determinados alimentos o componentes y se explicaron cofactores que favorecían las reacciones alérgicas alimentarias. No refirieron nuevas reacciones 20/22 casos. Presentaron síndrome alérgico oral 2/22 pacientes alérgicos a profilina por no seguir las recomendaciones dadas.
El diagnóstico por componentes resultó útil en el diagnóstico y manejo de estos niños. Las recomendaciones estandarizadas; basadas en el diagnóstico por componentes implicado en cada paciente; evitaron reacciones alérgicas alimentarias graves.

Palabras clave: Diagnóstico por componentes; Panalergeno; Alergia; Proteína transportadora de lípidos; Niño.


 

INTRODUCCIÓN

Las reacciones alérgicas a alimentos vegetales representan un desafío en la práctica alergológica pediátrica. Clásicamente, las recomendaciones se basan en la evitación del alimento causante de la alergia,1 lo que, en pacientes pediátricos, es difícil de aplicar y dificulta la adhesión al tratamiento.

El diagnóstico por componentes (component-resolved diagnosis; CRD, por sus siglas en inglés) permite detectar la alergia a proteínas individuales presentes en los alimentos y, en función de sus características fisicoquímicas, predecir los síntomas y evitarlos.1-4 Algunas de las proteínas alergénicas están expresadas en múltiples alimentos vegetales y en pólenes, y se denominan panalergenos vegetales. Entre ellos, se encuentran las proteínas de defensa de las plantas. Actualmente, solo algunas de ellas están disponibles para su aplicación en la clínica:

• Las proteínas transportadoras de lípidos (lipid transfer proteins; LTP, por sus siglas en inglés) presentes en pieles y cubiertas son resistentes a la pepsina y al calor, y pueden causar reacciones alérgicas en alimentos cocinados y procesados.5,6

• La proteína de polen de abedul Bet vi (PR-10) se relaciona con la alergia a la manzana, a la avellana, al apio y a la soja.7 Esta y la profilina4,8 son sensibles al calor y a la digestión, y por ello, los alimentos cocinados o procesados son tolerados. La manifestación clínica predominante es el síndrome de alergia oral.

• Las glicoproteínas de las plantas e invertebrados contienen glucanos con determinantes carbohidratos capaces de inducir síntesis de IgE específica en humanos. Esta sensibilización raramente se asocia a síntomas clínicos. Su existencia puede explicar algunos perfiles con amplia reactividad a diferentes alimentos.9

En los niños pequenos, las causas principales de alergia alimentaria son la leche (2,5%), el huevo (1,3%) y el cacahuete o maní (0,8%), y en la mayoría, desaparecen en la edad escolar.10 En niños mayores, la alergia alimentaria es un problema importante10-12 de difícil manejo y comprensión para el médico y la familia, y muchas veces, es causa de retirada innecesaria de alimentos y anade riesgo de dificultad nutricional.

El objetivo principal de este estudio es describir la aplicación de las recomendaciones alimentarias basadas en el diagnóstico por componentes en 22 pacientes pediátricos.

MATERIAL Y MÉTODOS

Este es un estudio descriptivo retrospectivo, en el que incluimos a todos los pacientes consecutivos de entre 2 y 16 años que consultaron por reacciones adversas con alimentos vegetales con sospecha de base alérgica en la Unidad de Alergología del Hospital Universitario Araba (septiembre de 2009-marzo de 2011).

En la primera consulta de estos pacientes, se realizó un anamnesis, exploración, tests cutáneos, petición de analítico y cuestionario de tolerancia, y se indicaron normas dependiendo de los resultados preliminares. En la segunda, según el resultado del estudio alérgico, se entregaron normas de evitación/ingesta. A los 6 meses, en la consulta de revisión, se evaluó la respuesta a las indicaciones y cada paciente y/o cuidador fueron interrogados sobre los síntomas previamente relacionados y se realizó una anamnesis dirigida para detectar alergias alimentarias, definidas como la presencia de síntomas respiratorios, gástricos, cutáneos o anafilaxia en las 4 horas tras la ingesta del alimento. Si no había incidencias, los niños eran citados al año y, si se producían nuevas reacciones, eran derivados nuevamente.

La evolución y respuesta a las recomendaciones fueron evaluadas mediante la consulta presencial o la revisión de la historia clínica. En caso de que el paciente no hubiera acudido a la consulta o en los casos dudosos, se contactó telefónicamente a los familiares para constatar la evolución (marzo de 2013). La adherencia a las normas y la presencia de reacciones alérgicas alimentarias fue referida por el cuidador.

Se consideraron alérgicos si los pacientes presentaban prueba cutánea (pápula de, al menos, 3 mm x 3 mm) y/o por IgE específica positiva (mayor de 0,36 kU/L)1 al alimento sospechoso de ser causante de la reacción. Las pruebas cutáneas utilizadas fueron el prick test y el prick-prick. El prick test consiste en depositar una gota del extracto alergénico que se va a probar sobre la piel del antebrazo y perforar la piel a través de esa gota mediante una lanceta. El prick-prick consiste en la punción cutánea tras hacerla en el alimento.

Para cada paciente, se determinó IgE específica y prueba cutánea (Tabla 1). Se aplicó un cuestionario de tolerancia a diferentes alimentos vegetales (más de 100 ítems) y se especificó el alimento y su estado (crudo/cocinado, pelado), junto con la anamnesis de cada reacción alérgica. Se anotaron los alimentos tolerados después y se evaluaron los cofactores, como ejercicio o toma de antiinflamatorios no esteroideos concomitantemente y antecedentes de polinosis.

Tabla 1. Pruebas cutáneas y determinaciones de IgE realizadas a los participantes

Se clasificó a los pacientes en cuatro grupos según su sensibilización. Se consideró paciente sensibilizado a LTP a aquel con prueba cutánea positiva a LTP o con IgE específica frente a rPru p3 o rPar j. De igual manera, los pacientes con prueba cutánea positiva para profilina o con IgE específica positiva frente a rPhl p12 o rBet v2 se consideraron sensibilizados a profilina, y aquellos con respuesta positiva en IgE específica frente a rBet v1 fueron clasificados como sensibles a Bet v1. Finalmente, los pacientes con IgE frente a bromelina o MUXF3 se etiquetaron de sensibles a determinantes de reactividad cruzada de carbohidratos. Se definió como paciente monosensible si demostraba sensibilidad a uno de los cuatro panalergenos vegetales y como paciente polisensibilizado en caso de sensibilización concomitante a varios.

Sobre la base de la bibliografía previa,4,6,12,13 se entregaron por escrito normas de evitación de alimentos (completos o partes), condiciones de ingesta y evitación de cofactores14,15 según el panalergeno implicado (Tabla 2). En caso de no presentar sensibilidad a ninguno de los panalergenos, se recomendó eliminar de la dieta el alimento que tuvo una prueba cutánea positiva.

Tabla 2. Recomendaciones según el panalergeno

Las variables continuas se describieron mediante su media, mediana, desviación estándar y rango, y las categóricas, mediante su frecuencia y porcentaje. Todo el análisis se realizó con el programa SPSS Statistics (v. 19).

RESULTADOS

Se incluyeron en el estudio 22 pacientes; 13/22 eran varones con edad media de 11,4 ± 4,6 años. 8/22 tenían historia previa de alergia a alimentos y, en 7/22 de los casos, se debía a frutos secos y/o frutas rosáceas; y el otro paciente (1/8) presentaba alergia al plátano. La mediana del seguimiento fue de 3 años (1,6-3,9 años) y no hubo pérdidas durante el mismo.

En 20/22 casos, no se refirieron nuevas reacciones alérgicas a alimentos; los 2 pacientes que sí las presentaron eran alérgicos a la profilina y tuvieron reacciones tipo síndrome de alergia oral, sin necesidad de tratamiento de urgencia. Los episodios de alergia se debieron al incumplimiento de las normas indicadas. Los resultados principales se recogen en la Tabla 3.

Tabla 3. Descripción de los pacientes y su evolución

El panalergeno más prevalente fue LTP (13/22), solo o en polisensibilización, seguido de profilina (9/22); 13/22 fueron monosensibles (Tabla 4). En 3/22 pacientes, no se detectó sensibilización a los panalergemo valorados. La sensibilización a las frutas rosáceas y a los frutos secos fue la más frecuente y su asociación se produjo en 7/22 de los pacientes.

Tabla 4. Distribución de la sensibilización de los pacientes incluidos (n= 22)

En los casos de alergia a LTP, los alimentos causantes de alergia fueron frutas rosáceas en 9/22 niños y frutos secos en 5/22. En los casos de alergia a la profilina, en 2 de los 3 niños estuvieron implicadas las frutas rosáceas.

DISCUSIÓN

El diagnóstico por componentes aplicado a la población pediátrica ha sido utilizado en el estudio de la alergia a alimentos concretos1,2 o para el estudio de la alergia a pólenes, pero no hemos encontrado estudios que reflejaran la evolución de los pacientes tras el diagnóstico de alergia a alérgeno vegetal y aplicación de recomendaciones.

Los consejos han resultado eficaces, en especial los pacientes con alergia a LTP. La adhesión es alta, posiblemente porque no suponen alteraciones significativas en los hábitos o por los antecedentes de reacciones graves. Las reacciones referidas en pacientes con alergia a la profilina pueden deberse a que las recomendaciones son genéricas e implican prescindir de alimentos vegetales crudos. Como principalmente provocan síndrome de alergia oral, puede que los pacientes asuman estos síntomas con tal de no alterar sus hábitos, aunque, dada la limitada muestra, es difícil establecer conclusiones.

En nuestra muestra, como en el sur de Europa,6 la sensibilización más frecuentemente encontrada es frente a LTP, seguido de la profilina. Los pocos casos de pacientes con alergia a Bet vi son monosensibles.

Entre los pacientes monosensibles, se observó gran variabilidad en la respuesta clínica frente a alimentos vegetales. Por ello y por el escaso número de pacientes, no se pudo definir un patrón común de respuesta de cada grupo que sugiriera algún conjunto de alimentos de mayor o menor riesgo para pacientes alérgicos a cada panalergeno estudiado, exceptuando frutas rosáceas y frutos secos en casos de alergia a LTP.

En este estudio, no se estableció ninguna técnica de enmascaramiento ni grupo control.

CONCLUSIONES

Estos resultados preliminares sugieren que la utilización del diagnóstico por componentes aplicado en esta patología en la edad infantil podría ser útil para la reducción de las reacciones alérgicas alimentarias, especialmente graves. Son necesarios estudios con muestras y seguimientos más prolongados para confirmar esta hipótesis.

REFERENCIAS

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