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Archivos argentinos de pediatría

versión impresa ISSN 0325-0075versión On-line ISSN 1668-3501

Arch. argent. pediatr. vol.117 no.6 Buenos Aires dic. 2019  Epub 01-Dic-2019

 

CARTAS AL EDITOR

Cartas al editor

Letters

Comentario sobre el artículo: "Comparación del índice de masa corporal en escolaresde Catamarca establecido por técnicasantropométricas, de autoinforme y test de figuras"

Sr. Editor:

Leimos recientemente con interés el artículo titulado "Comparación del índice de masa corporalen escolares de Catamarca establecido por técnicasantropométricas, de autoinforme y test de figuras" de Rodríguez C, Castillo-Viera E y Arbinaga F 1 realizado en Argentina. Consideramos importantela comparación de los dos métodos subjetivos (siluetas y autorreporte) para evaluar el índicede masa corporal (IMC) en comparación con el IMC determinado por técnica antropométricapuesto que permite conocer las diferencias deestimación entre estas técnicas y la subestimaciónque se realiza en relación al IMC real. Esto puedeservir como punto de referencia en potencialesestudios que deseen evaluar el IMC de unamanera subjetiva. Sin embargo, en el articuloobservamos algunos puntos en la metodologíasobre los que quisiéramos comentar.

Se menciona que la muestra fue conformada únicamente por mujeres y no se explicapor qué no se incluyó el sexo masculino. Esimportante mencionar que hay estudios en los que también se compara el IMC subjetivoy objetivo en adolescentes, en los cuales si setoma en cuenta la variable sexo. Por ejemplo, unestudio realizado en Yucatán, México, en el quese analizó la concordancia de la percepción de la imagen corporal con el IMC en adolescentesincluyó la variable de género para identificardiferencias entre estos, encontrando que lasmujeres tenían mayor tendencia a subestimar elbajo peso y obesidad, mientras que los hombressubestimaban en menor proporción la obesidad.2 Además, otro estudio realizado en escolares de losúltimos años de educación secundaria en Lima, Perú, indica que existió una mayor tendencia depercepción adecuada de la imagen corporal en las mujeres y una mayor sobreestimación en elpeso corporal por parte de los varones.3 Por losestudios previamente referidos, podemos decirque existen diferencias en la percepción entreambos sexos. Debido a esto, incluir estudiantesdel sexo masculino podría enriquecerse elestudio al comparar cómo perciben su IMC, y asípoder hacer comparaciones que luego permitanestablecer estrategias diferenciadas para estassubpoblaciones.

Asimismo, consideramos que el uso de la variable "autoestima" enriquecería próximasinvestigaciones en el tema, y no fue consideradoen el estudio.1 Al respecto, podemos citar queen un estudio realizado en alumnos de octavo ynoveno año (12-14 años) de una escuela de Jaén, España, se encontró que existen dos correlacionesnegativas: entre el IMC y la autoestima, y entre lasilueta percibida y la autoestima. De esta manera, la variable autoestima puede estar relacionadacon el IMC estimado en forma subjetiva, porlo que incluirla en futuros estudios ayudaría acomprender mejor la autopercepción de la imagencorporal.4

El estudio de Rodríguez y colaboradores es muy útil y con seguridad será de ayuda a futurasinvestigaciones dirigidas a comprender la relaciónentre el IMC estimado y el IMC objetivo.1 Pordicho motivo, consideramos que las variables quehemos comentado (sexo y autoestima) podríanservir para profundizar la comprensión del IMC real y autorreportado, dado que influyen en losresultados como ha sido evidenciado en estudios previos.2,4

Kiara Chau-Miyakawaa, Ximena Paredes-Vargasa y Eddy R. Seguraa,b

a. Carrera de Nutrición y Dietética, Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, Lima, Perú.

b. Division of Infectious Diseases, Department of Medicine, David Geffen School of Medicine, University of California, Los Angeles, CA, USA.

Correspondencia: Kiara Chau Miyakawa: U201613592@upc.edu.pe

REFERENCIAS

1. Rodríguez C, Castillo-Viera E, Arbinaga F. Comparación del índice de masa corporal en escolares de Catamarca establecido por técnicas antropométricas, de autoinformey test de figuras. Arch Argent Pediatr. 2019;117(3):e218-23.

2. Oliva-Pena Y, Ordóñez-Luna M, Santana-Carvajal A, Marín-Cárdenas A, et al. Concordancia del IMC y la percepciónde la imagen corporal en adolescentes en una localidad de Yucatán. Rev Biomed. 2016;27(2):49-60.

3. Lee C, Wrobel A, Salinas M. Comparación entre lapercepción y estimación de la imagen corporal con elestado nutricional real de estudiantes adolescentes de 4°y 5° grados de secundaria de una institución educativadel distrito de Pachacámac, Lima-Perú. Científica. 2016;13(2):149-55.

4. Ortega M, Muros J, Palomares J, Martín J, et al. Influenciadel índice masa corporal en la autoestima de niños y niñasde 12-14 años. An Pediatr (Barc). 2015;83(5):311-7.

En respuesta

Comentario sobre el artículo: "Comparación del índice de masa corporal en escolaresde Catamarca establecido por técnicasantropométricas, de autoinforme y test de figuras"

Sr. Editor:

Recientemente recibí un comentario de Kiara Chau-Miyakawa, Ximena Paredes-Vargas, Eddy R. Segura, a los cuales agradezco profundamenteque hayan leído el artículo y analizado, esodemuestra de su parte un gran espíritu crítico.

Ante las inquietudes planteadas por los mismos, con respecto a solo emplear adolescentesmujeres en la muestra, quisiera comentarles queel presente estudio fue parte de un proyectoen el que el objetivo general fue el establecerla relación de la Imagen Corporal, (en el queademás de la evaluación del IMC, se utilizó parala valoración de la forma corporal el cuestionario BSQ, diseñado por Cooper et al., 19871 y adaptadoa la población española por Raich et al., 19962 ), con otros indicadores como la Inteligenciaemocional (para valorar la Inteligencia Emocionalse utilizó el TMMS-24, de Fernández-Berrocal et al., 20043 ) y el nivel de actividad física (utilizandoel cuestionario IPAQ formato corto autoadministrado4 ).

Según la bibliografía consultada las adolescentes mujeres, tienen mayor prevalenciade padecer perturbaciones de la imagen corporaly llevar a cabo un mayor número de conductasdestinadas al control de su peso (Ivarsson et al., 20065; Quiroz Ríos, 20156; Valverde et al.20107 ), en otros indicadores como la inteligenciaemocional, no se establecieron en generaldiferencias significativas con respecto al sexo delos adolescentes y en cuanto al nivel de actividadfísica también se reportaron diferencias entrelos sexos, siendo los adolescentes varones másactivos que las mujeres (Fernández García, Jordánet al., 20118; Gracia-Marco et al. 20109; Oviedo, et al. 201310 ; Morales Quispe et al. 2016 11 ; Ramos, et al. 2012 12 ; Díaz Sánchez et al. 2014 13 ; Urrutiaet al. 2010 14 ).

Los datos mencionados ponen en evidencia la posición desfavorecedora en la que se encuentranlas adolescentes, por lo que se decidió realizar elestudio solo con esta muestra, porque el objetivodel trabajo fue el de establecer las relacionesentre las variables antes mencionadas y no lade indagar las diferencias ya referenciadas yexistente entre los sexos.

Lo presentado en la presente publicación son datos parciales y de los cuales iremos presentandoprogresivamente los resultados de las otrasvariables de estudio.

Estamos en el proceso de hacer una réplica del estudio publicado, con jóvenes de ambossexos, estudiantes de la carrera profesorado eneducación física y de la licenciatura en educaciónfísica, las cuales comenzaran a ejecutarse en elsegundo semestre del presente año.

Esperando haber contestado a las inquietudes de los autores de la carta, estoy a la enteradisposición de los mismos ante cualquier dudaque no se haya respondido con claridad.

Lic. MSc. Clarisa Rodríguez

Cátedra Fisiología del Ejercicio Iy extensión a Fisiología del Ejercicio II. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad Nacional de Catamarca, Argentina.

REFERENCIAS

1. Cooper PJ, Taylor MJ, Cooper Z, Fairburn CG. Thedevelopment and validation of the Body Shape Questionnaire. Int J Eat Disord. 1987;6(4):485-94.

2. Raich RM, Mora M, Soler A, Ávila C, et al. Adaptación de un instrumento de evaluación de la insatisfacción corporal. Clínica y salud. 1996;7(1):51-66.

3. Fernández-Berrocal P, Extremera N, Ramos N. Validityand reliability of the Spanish modified version of the Trait Meta-Mood Scale. Psychol Rep. 2004;94(3 Pt 1):751-5.

4. IPAQ. Cuestionario internacional de actividad física. Formato corto auto-administrado de los últimos 7 días. [Acceso: 6 de enero de 2017]. Disponible en: https://sites.google.com/site/theipaq/questionnaire_links.

5. Ivarsson T, Svalander P, Litlere O, Nevonen L. Weightconcerns, body image, depression and anxiety in Swedishadolescents. Eat Behav. 2006;7(2):161-75.

6. Quiroz Ríos Y. Autopercepción de la imagen corporal enadolescentes. [Tesis] Toluca: Universidad Autónoma del Estado de México, Facultad de Ciencias de la Conducta; 2015. [Acceso: 06 de marzo de 2018]. Disponible en: https://core.ac.uk/download/pdf/132423199.pdf

7. Valverde PR, Rivera de los Santos F, Moreno Rodríguez C. Diferencias de sexo en imagen corporal, control de pesoe Índice de Masa Corporal de los adolescentes españoles. Psicothema. 2010;22(1):77-83.

8. Fernández García E, Contreras Jordán OR, Sánchez Bañuelos F, Fernández-Quevedo Rubio C. (2011). Evolución de la práctica de la actividad física y el deporte en mujeresadolescentes e influencia en la percepción del estado generalde salud. Colección ICD: Investigación en Ciencias del Deporte. 2011; (35):25-60.

9. Gracia-Marco L, Tomás C, Vicente-Rodríguez G, Jiménez-Pavón D, et al. Extra-curricular participation in sports andsocio-demographic factors in Spanish adolescents: the AVENA study. J Sports Sci. 2010;28(13):1383-9.

10. Oviedo G, Sánchez J, Castro R, Calvo M, et al. Nivelesde actividad física en población adolescente: estudio decaso. RETOS Nuevas tendencias en Educación Física, Deportey Recreación. 2013;(23):43-7.

11. Morales Quispe J, Añez Ramos RJ, Suarez Oré CA. Nivel deactividad física en adolescentes de un distrito de la región Callao. Rev Peru Med Exp Salud Pública. 2016;33(3):471-7.

12. Ramos P, Rivera F, Moreno C, Jiménez-Iglesias A. Análisisde clúster de la actividad física y las conductas sedentariasde los adolescentes españoles, correlación con la saludbiopsicosocial. Rev Psicol Deport. 2012;21(1)99-106.

13. Díaz Sánchez ME, Santana Jardón D, Rodríguez Domínguez L, Moreno López V. Actividad física y estadonutricional en adolescentes. Una visión de género. Antropo. 2014;(31):39-49.

14. Urrutia S, Azpillaga I, de Cos GL, Muñoz D. Relaciónentre la percepción de estado de salud con la prácticafísicodeportiva y la imagen corporal en adolescentes. Cuadernos de Psicología del Deporte. 2010;10(2 Supl):51-6.

Herramientas y conocimientos en desarrollo infantil

Sr Editor:

En estos últimos 25 años se ha producido un considerable cuerpo de conocimientos yherramientas en desarrollo que están disponiblespara el uso pediátrico cotidiano en su tarea depromoción del desarrollo, prevención y detecciónoportuna de sus problemas. Todo ello ha sidofruto del esfuerzo de muchos profesionales, yobjeto de variadas publicaciones en diferentesmedios científicos, aunque preferentementeen Archivos. A los autores de la PRUNAPE, que nos hemos mantenido al corriente de laproducción científica mencionada, nos haparecido conveniente hacer este resumen paraque en una corta y apretada síntesis, el pediatrapueda tener una visión amplia del trabajo quese ha realizado (con la colaboración de otrosprofesionales que se citan en la bibliografía), asícomo sus posibles aplicaciones.

En el período 1990 -2004 se llevó a cabo el Programa Nacional Colaborativo en el cualmás de 200 pediatras capacitados evaluaronel cumplimiento de 79 pautas de desarrollo en3573 menores de 6 años de todas las provinciasdel país y de todos los niveles socioeconómicos. Esto permitió estimar los percentiles de la edadde cumplimiento de dichas pautas constituyendoasí una verdadera Referencia Nacional de Desarrollo.1 Tal como recomienda la OMS, para evaluar el desarrollo se requieren pautasculturalmente compatibles con cada país.2

La aplicación de estos percentiles para la evaluación del desarrollo se puede encontrar (entre otras) en un capítulo del PRONAP.3 Ladisponibilidad del percentil 90 ° es de muchautilidad para el pediatra porque, (al igual quelos percentiles de las tablas de peso y estatura), le permite estimar la probabilidad de que unniño tenga un retraso anormal en una pautadeterminada. Por otro lado, la disponibilidaddel percentil 50° permite la comparación convalores similares de otras poblaciones en estudiosepidemiológicos.

Este estudio permitió crear la Prueba Nacional de Pesquisa (PRUNAPE), editada porla Fundación Hospital Garrahan, 2013, y quefuera declarado "De interés para la salud" por lalegislatura porteña. 1176 D 2016. Esta prueba estádirigida a la detección de problemas inaparentesdel desarrollo en el nivel primario de atención. Esta prueba ha sido debidamente validada, y tieneuna alta sensibilidad (80 %), especificidad (90 %) y valor predictivo positivo (94 %) (ver Archivos2002, 100, 375). Este último valor significa que siun pediatra deriva a un especialista un niño queno pasó la prueba, tiene un 94 % de probabilidadesde que se confirme que el niño tenga un problemade desarrollo. Estos indicadores aseguran quese eviten un exceso de derivaciones, con elconsiguiente ahorro de costos.

Las maniobras de pesquisa constituyen una intervención del sistema de salud en individuossanos, y los resultados positivos implican unanoticia inesperada en los padres (por ejemplo, un probable problema de desarrollo), lo quepuede causar angustia y preocupación parental. Es por esto que la capacitación de pediatras en laadministración de la PRUNAPE (y de cualquiertest de pesquisa) es sumamente importante paraevitar falsos positivos y derivaciones innecesariaso traumáticas en un área tan sensible como es eldesarrollo y sus problemas.

Además de su aplicación clínica la PRUNAPE ha permitido llevar a cabo numerosos estudiosepidemiológicos, (usando como indicador laproporción de niños que no pasan la PRUNAPE), permitiendo la identificación de factoresfavorecedores del desarrollo y de factores deriesgo4 (Archivos 2008;106:119).

En el caso en que las instituciones interesadas en su aplicación no dispongan desuficientes recursos asistenciales, o tenga unaalta demanda de pacientes, se ha construído el Cuestionario Prunape Pre-Pesquisa C (CPPP)(Archivos 2013;111:456). El uso de este cuestionariono requiere capacitación, puede ser llenado por lasmadres en la sala de espera, y se tarda 7 minutosen promedio en su llenado y evaluación. El Cuestionario sirve para detectar los niños quetienen mayor riesgo de no pasar la PRUNAPE. Esto permite garantizar una pesquisa universalen forma altamente costo-efectiva.

En los últimos años, hemos construido un Índice de desarrollo que sirve para la evaluacióndel desarrollo en grupos de población, basadoen 13 pautas en total (4-5 a cada niño), que se leeigual que el cociente intelectual, y que permitela monitorización del desarrollo con un métodoaltamente costo-efectivo, y que fue recogido en la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNys) de 2005), por lo que contamos con el índice dedesarrollo de todas las provincias para esa fecha.5 Atentamente

Dr. Horacio Lejarraga

Profesor (honorario) de Pediatría, UBADra. Diana M. Kelmansky P rofesora de Matemáticas y Estadísticas de la SALUD. UBA

Dra. Maria C. Pascucci

Servicio Nacional de Rehabilitación (2000-2008)Dra. Graciela Salamanco H ospital de Niños R. Gutiérrez

REFERENCIAS

1. Lejarraga H, Krupitzky S, Kelmansky D, Martínez E, et al. Edad de cumplimiento de pautas de desarrollo en niñosargentinos sanos menores de seis años. Arch Argent Pediatr. 1996;94(6):355-67.

2. Lansdown RG, Goldstein H, Shah PM, Orley JH, et al. Culturallyappropriate measures for monitoring child development atfamily and community level: a WHO collaborative study. Bull World Health Organ. 1996;74(3):283-90.

3. Lejarraga H. Evaluación del Desarrollo. PRONAP. Módulo 2. Buenos Aires: Sociedad Argentina de Pediatría; 2016:11-49.

4. Lejarraga H, Pascucci MC, Masautis A, Kelmansky D, et al. Desarrollo psicomotor infantil en la Cuenca Matanza -Riachuelo. Pesquisa de problemas inaparentes del desarrollo. Rev Argent Salud Pública. 2014;19(5):17-24.

5. Lejarraga H, Kelmansky DM, Masautis A, Nunes F. Índice dedesarrollo psicomotor en menores de seis años en las provinciasargentinas. Arch Argent Pediatr. 2018;116(2):e251-6.

Morir sin diagnóstico o sin confirmación en Genética Médica

Estimado Editor

El mal pronóstico asociado en algunas entidades genéticas, incluso unas de ellascatalogadas como letales en el período prenatalo perinatal, permite reflexionar sobre cuál debeser el abordaje diagnóstico con el objeto deofrecer tratamiento disponible y un oportunoasesoramiento genético familiar estableciendoel riesgo de recurrencia de acuerdo a cada caso. Tanto las alteraciones cromosómicas comogénicas asociadas a múltiples malformacionescongénitas constituyen ejemplos importantesde este conjunto de alteraciones y el empleo decualquier herramienta diagnóstica puede serimportante.

Ante esto se debe contar con un equipo interdisciplinario con el objeto de brindaradecuada atención médica y orientar la impresióndiagnóstica. Este debe incluir desde el obstetra-perinatólogo a través de estudios de imagencomo la ecografía morfogenética, seguido delneonatólogo a través del examen físico inicial einterconsultas a múltiples subespecializacionesde acuerdo a cada circunstancia. En caso deóbito fetal, la intervención del anatomopatólogoa través de la realización de la necropsia puedeser crucial, así como si se disponen de técnicasde diagnóstico genético prenatal, bien sea deestudios citogenéticos o moleculares este últimoen caso que se sospeche una entidad génicaen particular debido a antecedentes familiareso se realice un diagnóstico presuntivo por loshallazgos encontrados.

Entre las dificultades que se pueden presentar, se encuentra la amplia variedad de trastornosexistentes, por lo general entidades de difícildiagnóstico, para el manejo de las cualesse requiere de la evaluación y seguimientode múltiples especialidades médicas, con elagravante del poco tiempo disponible en algunoscasos. Obtener y conservar muestras biológicasprevio consentimiento de los padres y siguiendolas normas de éticas de la institución para estudiosde post morten puede ser una opción.

Un ejemplo representativo lo pueden constituir un grupo de displasias esqueléticas letales, cuyo diagnóstico se puede realizar intraútero, posteriormente otros estudios de imagen y de estar disponibles las pruebas molecularespodrían confirmarlo. De ser posible y según elcaso, la realización de alguna prueba bioquímicay finalmente la necropsia completarían laevaluación. El abordaje es complejo ya que entotal existen 436 diferentes trastornos divididos en42 grupos según la clasificación de las displasiasesqueléticas de 2015.1

Posterior al descarte de procesos infecciosos y otras alteraciones comunes en la infanciaasociadas a evolución tórpida, se debesospechar de error innato del metabolismo,2 ungrupo heterogéneo de más de 500 trastornosmonogénicos, individualmente infrecuentes conuna alta probabilidad de provocar mortalidad, la cual es mayor si no existe un reconocimientorápido. La dificultad de diagnóstico es mayor en los países de bajos o medianos ingresos debidoal limitado acceso de diagnóstico avanzado.3 La evaluación conjunta con Neonatología, Neuropediatría y Genética Médica es esencialpara el manejo y apoyo en estos casos, así comode Terapia Intensiva Neonatal o Pediátrica.

La presencia de múltiples malformaciones congénitas que puedan comprometer lasobrevida puede ser causada por una alteracióncromosómica o entidad génica en particular. Enestos casos la evaluación interdisciplinaria esimprescindible de acuerdo el caso, además de larealización del estudio citogenético o molecularsegún sea la impresión diagnóstica inicial.

Por ello, se debe informar a los padres y familiares de la importancia del diagnóstico, generando en ellos una actitud proactiva quesirva de cooperación.

Lo anteriormente expuesto refuerza la necesidad e importancia de crear grupos médico-terapéuticos interdisciplinarios que se articulenen la evaluación y seguimiento precoz con elobjeto de establecer el diagnóstico de entidadesque puedan presentar mal pronóstico, establecerel tratamiento disponible e impartir un oportunoasesoramiento genético familiar

Prof. Francisco Cammarata-Scalisi

Unidad de Genética Médica. Facultad de Medicina. Universidad de Los Andes, Mérida, Venezuelafrancocammarata19@gmail.com

REFERENCIAS

- Bonafe L, Cormier-Daire V, Hall C, Lachman R, et al. Nosologyand classification of genetic skeletal disorders: 2015 revision. Am J Med Genet A. 2015;167A (12):2869-92.

- Cammarata-Scalisi F, Yen-Hui C, Tze-Tze L, Da Silva G, et al. Hallazgos clínicos, bioquímicos y moleculares de la acidemia propiónica. Reporte de un caso. Arch Argent Pediatr. 2019;117(3):e288-91.

- Waters D, Adeloye D, Woolham D, Wastnedge E, et al. Global birth prevalence and mortality from inborn errorsof metabolism: a systematic analysis of the evidence. J Glob Health. 2018;8(2):021102.

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