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Acta bioquímica clínica latinoamericana

Print version ISSN 0325-2957On-line version ISSN 1851-6114

Acta bioquím. clín. latinoam. vol.41 no.4 La Plata Oct./Dec. 2007

 

BIOQUÍMICA CLÍNICA

Ácido ascórbico: desde la química hasta su crucial función protectiva en ojo

Ascorbic acid: from chemistry to its crucial protective role in the eye

Horacio Marcelo Serra1*, Thamara Analía Cafaro2*

1. Ph.D., Especialista en Inmunología.
2. Licenciada en Bioquímica Clínica.

* Departamento de Bioquímica Clínica, CIBICI, CONICET, Facultad de Ciencias Químicas, Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, Argentina.

Resumen

La Vitamina C o ácido L-ascórbico (AA), es una vitamina esencial y un importante agente antioxidante hidrosoluble, que se sintetiza químicamente a partir de la glucosa, mediante una serie de reacciones enzimáticas, siendo la L-gulono-g-lactona oxidasa (GLO) la última enzima involucrada. La incapacidad de sintetizar AA por ausencia de GLO ocurrió hace cientos de millones de años y se manifiesta sólo en algunas especies. La degradación del AA se lleva a cabo mediante procesos oxidativos que involucran la hidrólisis del anillo lactona para producir ácido 2,3-dicetogulónico (DCG), que posteriormente se degrada por decarboxilación, generando productos coloreados, encontrados en algunas patologías oculares. Entre las diferentes propiedades del AA cabe mencionar su capacidad de absorber radiación ultravioleta (RUV) y evitar el daño fotoquímico en órganos expuestos. En humanos, y en algunos animales (cobayos, ciertos primates, etc.) el humor acuoso tiene mayor concentración de AA que el plasma. Esto responde a un mecanismo de transporte activo especializado en el cuerpo ciliar que se encarga de transportar el AA desde la sangre hacia el humor acuoso y desde allí al epitelio corneal, transformando a la córnea en la estructura del ojo responsable de la mayor absorción de RUV.

Palabras clave: Ácido ascórbico; Córnea; Radiación ultravioleta; Estrés oxidativo

Summary

Vitamin C or L-ascorbic acid (AA) is an essential vitamin and a water soluble important antioxidant agent, chemically synthesized from glucose, by enzymatic reactions, being the L-gulono-g-lactone oxidase (GLO) the last enzyme involved. The inability to synthesize AA by some species, due to the absence of GLO seems to have happened hundreds of millions years ago. The degradation of the AA is carried out by oxidative processes which involve the hydrolysis of the lactona ring to produce 2,3-diketogulonic acid (DCG) that is later degraded by decarboxilation, generating colored products, found in some ocular pathologies. Among the different properties of the AA, it is worth mentioning its capacity to absorb ultraviolet radiation (RUV) and to avoid the photochemical damage of exposed tissues. In humans and in some animals (guinea pigs, primates, etc) the aqueous humor has bigger concentrations of AA than plasma. This responds to a mechanism of specialized active transport in the ciliary body that transfers AA from the blood towards the aqueous humor and from there to the corneal epithelium, transforming the cornea into the structure of the eye responsible for the biggest absorption of RUV.

Keywords: Ascorbic acid; Cornea; Ultraviolet radiation; Oxidative stress

INTRODUCCIÓN

El ácido L-ascórbico (AA), comúnmente llamado vitamina C, es considerado uno de los más potentes agentes antioxidantes del organismo; en humanos se encuentra concentrado en ciertos órganos como: ojo, hígado, bazo, cerebro, glándulas suprarrenales y tiroideas.
Es una vitamina hidrosoluble y esencial, sintetizada químicamente a partir de glucosa, mediante una serie de reacciones catalizadas por enzimas, siendo la L-gulono-g-lactona oxidasa (GLO) la última enzima involucrada en su síntesis (1).
Los cobayos, murciélagos frugívoros, algunas aves (bulbul de orejas rojas), ciertos primates y los hombres no poseen la capacidad de sintetizar AA debido a la ausencia de GLO.
Nishikimi y Udenfriend demostraron que los cobayos y algunos primates poseen un defecto genético que los predispone al escorbuto, por pérdida de expresión del gen de la enzima GLO (2). Posteriormente aislaron la secuencia no funcional del gen de esta enzima humana, y realizaron el mapeo cromosómico (8q21.1). La secuenciación mostró la presencia de regiones exónicas con cambios anómalos de nucleótidos, tal como deleción e inserción de nucleótido/s sin respetar la conformación GT/AG de límite intrón/exón. Estas experiencias confirmaron que el gen de esta enzima ha acumulado un gran número de mutaciones no selectivas en el proceso evolutivo, hasta llegar a la pérdida de su actividad (3).
Sin embargo, la inmensa mayoría de los animales, incluidos los de granja, pueden sintetizar AA a partir de glucosa, fundamentalmente en hígado, intestino y glándulas suprarrenales.
En las especies deficientes, la no ingestión y por consiguiente la ausencia de AA en el organismo conlleva a la aparición de escorbuto (AA<2,5 mg/L). El efecto se hace evidente luego de tres semanas de no ingestión de AA y las manifestaciones clínicas son fatiga, mialgias, artralgias, púrpura vascular y síndrome hemorrágico. También hay gingivo-hemorragias y pérdida de dientes. Los signos biológicos (no específicos) más evidentes son: anemia, hipocolesterolemia, hipoalbuminemia, hiperqueratosis folicular, hemorragias peri-foliculares, equimosis, edema y deficiencia en la cicatrización (4)(5).
Todos estos signos y síntomas pueden revertirse administrando 1 g de vitamina C por día durante 2 semanas, de lo contrario la deficiencia crónica lleva a la muerte repentina (4)(5). Luego de muchos años de investigación se ha llegado a la conclusión de que la dosis requerida para adultos es de 100 mg diarios (6).
A pesar de la incapacidad de sintetizar AA, las células de algunos órganos han adquirido la capacidad de extraerlo de la sangre y concentrarlo para su posterior utilización (2).
Esta revisión describe las características químicas del AA y sus funciones destacando su importante papel en la protección de ciertas estructuras oculares, en donde su ausencia genera incapacidad para neutralizar las especies reactivas del oxígeno (ERO), las cuales pueden producir importantes daños en el ojo.

Bioquímica

El AA (C6H8O6) tiene un peso molecular de 176,13 Da, es hidrosoluble y posee propiedades ácidas y fuertemente reductoras. Tales propiedades se deben a su estructura enediol y a la posibilidad de ionizar el hidroxilo situado sobre el carbono 3, formando un anión que queda estabilizado por resonancia. Eventualmente, puede disociarse el hidroxilo del carbono 2, formando un dianión, aunque no adquiere la misma estabilidad que la del carbono 3. La forma natural de la vitamina es el isómero L que posee propiedades nutricionales; el isómero óptico del carbono 4 D- tiene alrededor de 10% de la actividad del isómero L- pero sin fines vitamínicos (Fig. 1), al igual que el isómero óptico del carbono 5, el ácido iso-ascórbico (7).


Figura 1. Estructura química de los isómeros ópticos del carbono 4 del ácido ascórbico (isómero L y D).

Absorción

En humanos el AA es un micro-nutriente esencial, necesario para todas las funciones biológicas, incluidas las reacciones enzimáticas y las antioxidantes. Se absorbe en el intestino delgado por un proceso activo dependiente de sodio, siendo SVTC-1 (sodium-dependent vitamin C transporter 1) el transportador que tiene selectividad para el isómero L del AA y el ácido L-dehidroascórbico (ADA), pero no para glucosa (8).
En el cromosoma humano 5q31.2-31.3 se encuentra el gen SLC23A2 que codifica para el transportador SVCT-1 y el gen SLC23A1 que codifica para el transportador SVCT-2 (9).
A pesar de que ambos transportadores poseen una gran homología estructural y similitud funcional su distribución es altamente definida ya que SVCT-1 se encuentra en intestino, pulmón e hígado, mientras que SVCT-2 está en ojo y cerebro (9)(10).
El AA puede ser incorporado a una serie de células como neutrófilos y células del sistema nervioso a través de un transporte facilitado no específico que es mediado por el transportador de la glucosa GLUT 1. Este transportador sólo conduce a la forma oxidada del AA, el ADA y el mecanismo es dependiente de las concentraciones de glucosa plasmática (10).
Las fuentes naturales de vitamina C son las frutas y los vegetales frescos, siendo acerola, soja, brócoli, pimientos, kiwi, pomelo, naranja, y tomate los que poseen mayor contenido de esta vitamina. En situaciones especiales la vitamina purificada también puede ser administrada por vía oral, intramuscular, subcutánea e intravenosa.

Degradación

Debido a su estructura química el AA es muy sensible a la degradación. Numerosos factores influyen en los mecanismos degradativos, entre ellos el pH, la concentración de oxígeno, las enzimas, los catalizadores metálicos, la concentración inicial del ácido y la relación AA - ADA.
La degradación del AA se lleva a cabo mediante procesos oxidativos que resultan de la transferencia de dos electrones. Primeramente se origina el monoanión ascorbato (AH-), el cual, con la pérdida adicional de un segundo electrón, forma el ADA, altamente inestable y susceptible a la hidrólisis del anillo lactona, que se hidroliza con gran facilidad para producir ácido 2,3-dicetogulónico (DCG), que posteriormente se degrada por decarboxilación, con la consiguiente pérdida del valor nutricional del AA (Fig. 2) (7).
Hay tres vías de degradación del AA, la vía oxidativa catalizada, la vía oxidativa no catalizada y la vía bajo condiciones anaeróbicas (Fig. 3).
La vía oxidativa catalizada está influenciada por la presencia de oxígeno e iones metálicos como hierro (Fe3+) y cobre (Cu2+) que actúan acelerando la velocidad de la reacción. El AA se degrada fundamentalmente vía su monoanión (AH-), rindiendo ADA. La velocidad de esta reacción depende de la concentración del catalizador metálico en presencia de oxígeno.
Si la presión parcial de oxígeno disminuye, la reacción se estabiliza y posiblemente exista una oxidación directa por radicales hidroperóxidos (HO2) o peróxido de hidrógeno (H2O2) (7).
Esta vía de degradación aeróbica implica la formación de un complejo metal-anión que se combina con el oxígeno para dar un complejo metal-oxígeno-ligando, el cual se descompone rápidamente para dar el radical anión ascorbato (AH·), el anión metálico original y HO2. Así el AH· reacciona ahora con el oxígeno y produce ADA.
En la vía oxidativa no catalizada, el AH-, sufre el ataque directo del oxígeno molecular, rindiendo primero el radical aniónico AH· y H2O2, que rápidamente se transforman en ADA y H2O2. En ambas vías (catalizada y no catalizada) el ADA se transforma y luego de sufrir hidrólisis, da lugar a la apertura del anillo lactona, resultando el DCG (7).
El mecanismo de la degradación anaeróbica implica una rotura directa del puente 1,4 de la lactona sin previa oxidación a ADA, quizás siguiendo el modelo de tauterización enol-ceto. Bajo estas condiciones anaeróbicas, el AA reacciona mediante su ceto-tautómero (AH2-ceto) el que está en equilibrio con su anión (AH- -ceto) sufriendo la deslactonización a DCG.
Independientemente de la vía degradativa, la apertura del anillo lactona, formación de DCG, elimina irreversiblemente la actividad de la vitamina C generando distintos productos: a) intermediarios polimerizados, b) ácidos carboxílicos insaturados de 5-6 carbonos, y c) productos de fragmentación de algunos pocos carbonos (<5 C).
Los productos terminales de la degradación del AA adquieren importancia debido a su participación en el pardeamiento no enzimático o Reacción de Maillard. Esta reacción química ocurre entre azúcares no reductores, compuestos dicarbonílicos, o productos de degradación del AA con proteínas (7). La interacción entre grupos aldehídos y aminos genera bases de Schiff inestables que se transforman en los compuestos de Amadori, los cuales sufren luego una serie de reacciones a través de los intermediarios dicarbonílicos para formar los llamados productos finales de glicación avanzada (AGEs) (11).


Figura 2. Esquema general de los productos de la degradación oxidativa del AA. (AA: ácido ascórbico, AH-: monoanión ascorbato, ADA: ácido dehidroascórbico, DCG: ácido 2,3-dicetogulónico).


Figura 3. Esquema de las vías de degradación oxidativa del ácido ascórbico. (AA: ácido ascórbico, AH-: monoanión ascorbato, AH·: radical anión ascorbato ADA: ácido dehidroascórbico, DCG: ácido 2,3-dicetogulónico, Me: metales, AH2- Ceto: cetotautómero, AH- Ceto: anión ceto).

Cuantificación en muestras biológicas

Una manera de evaluar si los alimentos ingeridos aportan al organismo un nivel razonable de AA es cuantificándolo en suero o plasma. Estos valores varían en relación no solo al contenido de AA de los alimentos, sino también a la preparación de los mismos, y a los hábitos de los individuos. Los fumadores tienen bajos niveles séricos de AA. Si la ingesta de AA es deficiente se puede llegar a padecer escorbuto y, por lo tanto, a no detectar el analito en suero.
Debido a su importante papel en diferentes compartimientos oculares también se ha investigado el nivel de AA en lágrimas, córnea, humor acuoso y cristalino. El método por excelencia para cuantificar AA es la cromatografía líquida de alta resolución (HPLC) utilizando columna LC-18 (25 cm x 4,6 mm de diámetro con un tamaño de partícula de 5 µm) como ha sido descrito previamente (12-15)(26)(27)(29)(30). La fase móvil es una solución de agua acidificada a pH 2,2 con ácido sulfúrico y el flujo de corrida es 1 mL/min con un detector UV a 243 nm (12)(13).
Las muestras se homogeinizan con igual volumen de ácido metafosfórico al 10% y se conservan a -35 °C hasta el momento del análisis. Para comenzar la cuantificación las muestras son descongeladas y centrifugadas a 12.000 g durante 10 min a 4 °C. Es importante mantenerlas a bajas temperaturas y al resguardo de la luz ya que el AA es sensible a la degradación y su concentración decae a razón de un 20% por hora si no se tienen dichos cuidados.
A pesar de que la HPLC es el método de elección para cuantificar AA, esta metodología requiere de equipos y personal altamente especializados y no permite medir la actividad total de diferentes antioxidantes en fluidos biológicos. Man Choy, et al., han desarrollado otros métodos baratos y rápidos, conocidos como: FRAP (ferric reducing antioxidant power) que miden la actividad antioxidante total, y el FRASC (ferric reducing antioxidant activity and ascorbic acid concentration), que permite medir simultáneamente el total de la actividad antioxidante y la concentración de AA en las muestras (15-17).

Funciones

El AA es esencial en la síntesis del colágeno, también interviene en la síntesis de lípidos, proteínas, norepinefrina, serotonina, L-carnitina, y en el metabolismo de tirosina, histamina y fenilalanina.
En el escorbuto el problema se produce en la síntesis del colágeno, ya que el AA es un cofactor esencial en este proceso (18). La deficiencia de AA se asocia con una disminución en la síntesis de pro-colágeno y con una reducida hidroxilación de los residuos prolina y lisina, obteniéndose una molécula menos estable a la temperatura corporal. Cobayos deficientes en AA presentan cambios morfológicos en el endotelio y en la capa muscular de los vasos sanguíneos debido a la baja expresión de colágeno tipo IV y elastina (19).
El AA facilita la absorción del hierro en el tracto digestivo y regula la distribución y almacenamiento del mismo.
El ascorbato (AH-), forma químicamente estable a pH fisiológico, es un gran agente reductor hidrosoluble debido a sus dos hidroxilos (OH-) ionizables capaces de "limpiar" a los tejidos de las especies reactivas del oxígeno (ERO) responsables del stress oxidativo (18)(20). A pesar de que en las vías degradativas del AA se producen EROs, no se ha demostrado que estas especies participen en procesos de oxidación ni peroxidación que sean perjudiciales (21).
El AA también posee la capacidad de regenerar vitamina E, y de esta manera la mantiene en un estado activo contribuyendo a la acción antioxidante.
La vitamina C protege de la oxidación a las lipoproteínas de baja densidad (LDL), conjugándose con compuestos hidrofóbicos (palmitato de ascorbilo, ácido acetal ascórbico) e incorporándose a las LDL para cumplir su rol antioxidante.
Además de sus efectos antioxidantes se ha demostrado que posee capacidad para absorber RUV y debido a que está altamente concentrado en córnea, humor acuoso y cristalino, protege a diferentes tejidos oculares de dichas radiaciones (21)(22).

AA en estructuras oculares

Espacialmente el ojo está dividido en 3 cámaras: cámara anterior, cámara posterior (Fig. 4a) y cámara vítrea. A su vez, el globo ocular está formado por tres túnicas. Una externa, llamada túnica fibrosa, la cual está formada por la esclera y la córnea; una media, denominada úvea, formada por el cuerpo ciliar y el iris en su parte anterior y la coroides en su parte posterior y la túnica más interna (retina) (23).
Histológicamente la córnea está constituida por: 1) epitelio pavimentoso, plano, poli estratificado no queratinizado y no secretor, 2) membrana basal y membrana de Bowman constituidas por colágeno tipo IV, proteoglicanos, heparán-sulfato, laminina, fibrina y fibronectina, 3) estroma, formado por glucosaminoglicanos y una gran cantidad de fibras colágenas tipo I y III dispuestas de forma ortogonal. Entre ellas se encuentran queratocitos, axones y células de Schwann, 4) membrana de Descemet cuya función es dar soporte y adhesión a las células del endotelio, 5) endotelio constituido por una capa unicelular encargada del control de hidratación conjuntamente con el epitelio (Fig. 4b).
Los conocimientos sobre la distribución del AH- en compartimientos oculares se han incrementado notablemente en los últimos años. La estructura ocular que concentra marcadamente al AA es la córnea (22). Sin embargo, estas concentraciones varían en la córnea de animales capaces de sintetizarlo versus aquellos que necesitan ingerirlo (24).


Figura 4. a) Esquema de cámara anterior del ojo, b) Esquema de córnea.

Mody, et al., estudiaron en animales incapaces de producir AA, la relación entre la ingesta y los niveles de esta vitamina en el cristalino, observando que el mecanismo de concentración de AH- tiene una cinética saturable, mediante la cual el AH- se concentra hasta un valor de 0,7 µmol/g manteniéndose independientemente de las dosis ingeridas (25).
Wu, et al., trabajando con cobayos alimentados con diferentes dosis de AA y expuestos a RUV-B demostraron que el daño ocular producido por la radiación está directamente relacionado a las dosis de AA consumidas (26).
El cuerpo ciliar extrae el AH- desde la sangre hacia el humor acuoso. Este último posee una concentración 40 veces mayor de AH- en relación al plasma, respondiendo a un mecanismo de transporte activo especializado (3). Sin embargo, el gradiente continúa hasta la córnea alcanzando una concentración superior en el epitelio corneal.
En cobayos, el AH- se concentra más de 10 veces en las capas más externas de la córnea (epitelio) para desarrollar su función tanto antioxidante como de filtro de RUV (22)(24). Estudios in vivo en estos animales demuestran que este mecanismo es sólo específico para el transporte de AH- (no así de ADA) hacia el humor acuoso y está mediado por SVCT-2 (25).
Sin embargo, en ratas, animales capaces de sintetizar AA, el mecanismo de entrada se ve facilitado desde el humor acuoso hasta córnea, pero sin la necesidad de concentrarlo en esta estructura de la misma manera que en cobayos, dado que el AA es fácilmente obtenible a partir de la glucosa (24). Por lo tanto, se puede afirmar que el movimiento del AA es rápido y tiene la capacidad de concentrarse en el epitelio corneal de cobayos en mayor medida que en ratas.
Estos resultados son compatibles con lo hallado en el epitelio corneal humano, en donde el AH- se concentra mediante transporte activo selectivo desde plasma al humor acuoso y de allí a través de endotelio y estroma hasta llegar al epitelio (14).
La córnea absorbe RUV dependiendo de la longitud de onda. Absorbe el 100% de la RUV-C (200 a 280 nm), en el rango de RUV-B, absorbe el 92% de longitudes bajas (280 a 300 nm) y el 45% de 300 a 320 nm y para RUV-A absorbe sólo entre el 34%-37% (>320 nm). El porcentaje de radiación que deja pasar es absorbido por el humor acuoso, cristalino y humor vítreo, permitiendo que sólo la radiación visible (>400 nm) llegue a la retina evitando daños a esta túnica ocular (27).
Ringvold, et al. midieron AH- en córnea y observaron mayores niveles en especies diurnas que en nocturnas, lo cual fue asociado a elevadas exposiciones de los primeros a la RUV. Además, demostraron que en córnea bovina el AH- se concentra en el área central del epitelio y en menor medida en estroma y endotelio, siendo todas estas concentraciones superiores a las halladas en el humor acuoso (28). Estos autores enfatizaron que el AA es un excelente filtro de RUV capaz de absorber entre 290 nm y 320 nm (22)(29).
Además Reddy, et al. (30), estudiaron el rol del AH- en humor acuoso y cristalino de animales nocturnos y diurnos (ratas y cobayos). En animales tratados y sin tratar con RUV-B se evaluó el daño del ADN en células del cristalino y se observó que ratas irradiadas no presentaron daño en cristalino, mientras que cobayos con dieta no suplementada con AA sí lo tuvieron, confirmando la capacidad de los primeros en sintetizar AA a partir de componentes de la dieta y enfatizando el rol protectivo de AA en las estructuras oculares.
El crucial rol del AA en la protección contra RUV se infiere de múltiples investigaciones que demuestran que la concentración de AA en humor acuoso y córnea es significativamente mayor en especies diurnas que en nocturnas (Tabla I) (25).

Tabla I. Niveles de AA en compartimentos oculares de diferentes especies.

La lágrima es la primera barrera de defensa de la superficie ocular; provee al epitelio corneal de los nutrientes necesarios y puede ser basal (constitutivamente secretada) o refleja (inducida por estímulos). Diferentes componentes lagrimales como AH-, uratos, cisteína, glutation, tirosina y enzimas le confieren protección al ojo contra el stress oxidativo (31).
Man Choy, et al., investigaron el rol de la lágrima en la provisión de AH- a la córnea y la función del mismo en la protección de la superficie ocular. Dichos autores demostraron que es la glándula lagrimal y no la córnea la que mantiene los valores constantes de AH- en lágrimas reflejas. Además, debido a que las células epiteliales corneales son ricas en este anión, los autores enfatizan la necesidad de recolectar lágrima sin dañar conjuntiva o epitelio corneal en los estudios de este componente (32).
Además del AH-, existen una serie de enzimas muy importantes para la protección de la superficie ocular. Las enzimas capaces de remover ERO son: superóxido dismutasa (remueve radicales superóxidos); glutation peroxidasa (remueve peróxidos lipídicos, peróxido de hidrógeno) y catalasas. Si existe un excesivo aumento de ERO, se produce peroxidación lipídica en la membrana celular y se generan aldehídos tóxicos, los cuales pueden ser metabolizados por aldehído dehidrogenasas (ALDH) (33). En el epitelio corneal de mamíferos la ALDH 3A1 es muy importante porque además de eliminar los aldehídos tóxicos posee también la capacidad de funcionar como filtro de la RUV (34)(35).
Los diferentes compuestos descriptos previamente presentes en la cámara anterior del ojo (AA, enzimas, uratos, etc.) le confieren una importante protección al globo ocular. Alteraciones en la síntesis, existencia, y/o función de dichos analitos producen múltiples alteraciones bioquímicas y podrían estar involucrados en la génesis de diferentes enfermedades de la conjuntiva, córnea y cristalino (36)(37).

Correspondencia

PROFESOR DR. HORACIO MARCELO SERRA
CIBICI. Departamento Bioquímica Clínica
Facultad Ciencias Químicas, U.N.C.
Haya de la Torre esq. Medina Allende, Ciudad Universitaria.
5000 CÓRDOBA, Argentina
Tel.: (54) (351) 433-4437 int.:118 / 434-4973/76
Fax: 54 351 4333048.
E-mail: hserra@bioclin.fcq.unc.edu.ar

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Aceptado para su publicación el 6 de septiembre de 2007

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