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Acta bioquímica clínica latinoamericana

versión impresa ISSN 0325-2957

Acta bioquím. clín. latinoam. v.42 n.4 La Plata oct./dic. 2008

 

TOXICOLOGÍA

Perfil de consumo de cocaína, cannabis y opiáceos en el laboratorio toxicológico CENATOXA*

Profile of consumption of cocaine, cannabis and opiates in the toxicology laboratory CENATOXA*

Patricia Noemí Quiroga1, Isabel Yohena2, Cecilia Mariel Contartese3, Herme González4, Clara Magdalena López5

1. Bioquímica, doctorando de la Universidad de Buenos Aires, Profesora Adjunta sustituta.
2. Bioquímica. Jefe de trabajos prácticos
3. Bioquímica. Ayudante de primera
4. Bioquímico
5. Dra. de la Universidad de Buenos Aires en Toxicología. Profesora Regular Adjunta

* Cátedra de Toxicología y Química Legal - Facultad de Farmacia y Bioquímica - Universidad de Buenos Aires. Junín 956, 7° piso - (C1113ADD) Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina.

Resumen

Con el propósito de conocer, en la población que concurre al laboratorio del CENATOXA, qué droga de abuso se consume más, cuál es la modalidad de consumo y el perfil de la consulta, se realizó un estudio retrospectivo de 2.635 casos a los que durante el período 1995-2006 se les solicitó investigación en orina de cannabis, cocaína y opiáceos. Los análisis se realizaron utilizando pruebas inmunológicas, cromatografía en capa delgada normalizada y cromatografía gaseosa-espectrometría de masas. El 20% de las muestras (n=529) resultaron positivas, correspondiendo el 50,66% a cannabis, el 37,43% a cocaína, el 2,08% a opiáceos y el 9,83% a la combinación cannabis-cocaína. Los varones constituyeron el 62% de los casos positivos. El mayor consumo de cannabis se observó entre los 11 y 30 años, el de cocaína entre los 21 y 40 años y la combinación de ambas drogas entre los 11 y 30 años. Los motivos de la solicitud de análisis correspondieron mayoritariamente y en proporciones similares al control de la adicción (31,1%) y a la sospecha de consumo (29,67%). El cannabis fue la droga ilegal más usada, predominó el monoconsumo, los principales usuarios fueron varones y los más comprometidos fueron los menores de 30 años.

Palabras clave: Drogas de abuso; Cannabis; Cocaína; Opiáceos

Summary

A study was conducted in order to know what drugs of abuse are most commonly consumed by the population that comes to CENATOXA, as well as which the consumption patterns and consultation profiles are. A retrospective study was conducted in 2,635 cases for which, during 1995 to 2006, a toxicologycal urine analysis of cocaine, cannabis and opiates was requested. The analytical methodologies applied were immunoassay tests, standardized thin layer chromatography and gas chromatography-mass spectrometry. In the studied sample (n=529), 20% were positive: 50.66% was due to cannabis, 37.43% to cocaine, 2.08% to opiates and 9.83% to combination of cannabis-cocaine. Sixty-two per cent of positive cases were male subjects, and the highest consumption of cannabis was seen in the 11 to 30 year-old age group; that of cocaine was seen in the 21 to 40 year-old age group and the combination of cannabis-cocaine in the 11 to 30 year-old group. In assessing the reason for test request a similar predominance of addiction control (31.1%) and drug abuse suspicion (29.67%) was found. Cannabis is the drug of abuse most commonly consumed; mono consumption is usual in this population and drug consumption is higher in males and people under 30 years old.

Key words: Drug abuse; Cannabis; Cocaine; Opiate

Introducción

El uso y abuso de drogas ha existido desde la antigüedad. Sin embargo, a lo largo del tiempo ha cambiado el perfil del consumo, el sujeto y el número de consumidores, el que ha crecido significativamente a partir de 1970.
Varios son los factores que hicieron posible que el abuso de droga constituya un problema de primer orden en diferentes países, no sólo en el ámbito de la salud sino también en el área económica y social. El carácter competitivo de la sociedad actual en diferentes ámbitos (laboral, escolar, deportivo), la incomunicación social, la discriminación, el abandono, la desorganización de la estructura familiar, los antecedentes familiares de consumo de alcohol y la existencia de redes de narcotráfico en gran parte del mundo, son sólo algunos de los factores que afectan o favorecen el consumo de drogas ilícitas (1).
La Argentina no escapa a esta problemática y de acuerdo con el Segundo Estudio Nacional sobre el Consumo de Sustancias Psicoactivas, del año 2004, realizado por la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR), el inicio del consumo de drogas ilegales se presenta a edades muy tempranas (entre los 9 y 12 años) (2).
Diversas metodologías han sido implementadas para evaluar el consumo de drogas de abuso (DABs) en la sociedad. Dentro de ellas, las encuestas escritas o telefónicas constituyen la forma más corriente de investigación (3-5). Pocas veces se recurre al análisis en muestras biológicas (6-8). No obstante, el número de peticiones de investigación analítica de DABs en diferentes matrices biológicas (orina, sangre, cabellos) se ha incrementado con el paso de los años, principalmente porque muchos facultativos las utilizan para facilitar la toma de decisiones y confirmar el diagnóstico clínico (9). Algunos autores sugieren que la identificación de una DAB en orina tiene utilidad en el manejo del paciente (10-13) y sirve para establecer su estado mental (10)(14), aunque los resultados no afecten el tiempo de su hospitalización (12)(15).
Este trabajo, basado en un análisis descriptivo de carácter retrospectivo de las solicitudes de investigación de DABs: cocaína (COC), cannabis (THC) y opiáceos (OPI) en muestras de orina de la población que concurre al Centro de Asesoramiento Toxicológico Analítico (CENATOXA), se ha realizado con el propósito de contribuir al conocimiento de la problemática del abuso de drogas en este medio y aportar datos sobre el perfil de consumo.

Materiales y Métodos

Fueron estudiados 2.635 casos recibidos en el CENATOXA durante el período 1995-2006 para la investigación en orina de COC, THC y OPI.
Se trabajó con las siguientes variables a partir de la base de datos del laboratorio: sexo, edad, tipo de muestra, analito solicitado, motivo de la solicitud y resultado obtenido.
El análisis estadístico se realizó con el programa SPSS 10 para Windows, utilizando las tablas de contingencia y el test estadístico no paramétrico de Chi2.
Las investigaciones de COC y OPI fueron realizadas mediante FPIA (TDX Analyzer-ABBOTT), las de THC por ELISA (NEOGEN Corporation- EE.UU.) y por TLC normalizada (TOXILAB THC II-ANSYS Technologies - EE.UU.). Con la finalidad de presentar los resultados como positivos o negativos se utilizaron las concentraciones umbrales prefijadas por cada metodología usada (Tabla I).

Tabla I. Concentraciones umbral de la metodología utilizada.

Cuando la concentración de DAB estuvo cercana al límite umbral del método de screening ±15% los resultados fueron confirmados por cromatografía gaseosa - espectrometría de masas (GC Hewlett Packard 6890 - MS Agilent Technologies 5973 Network, Palo Alto, California - EE.UU.).

Resultados

El promedio de solicitudes de investigación de DABs anuales analizadas en el laboratorio del CENATOXA durante el período 1995-2006 fue de 220±38.
El porcentaje de resultados positivos fue incrementándose paulatinamente, desde un 5,0% en 1995 a un 34,5% en 2006. Se obtuvieron resultados positivos en el 20% (n=529) de los casos.
Según el número de DABs implicadas, en 477 casos (90,17%) se encontró un único agente y en 52 casos (9,83%) se detectaron dos (COC y THC). En la Figura 1 se desglosan estos resultados, indicando, en porcentajes, los diferentes tipos de DABs hallados en la población estudiada. De las drogas ilegales investigadas, el THC fue la más extensamente utilizada (50,66%).


Figura 1. Porcentaje de casos con resultado positivo para alguna de las drogas de abuso.

El rango de edades con resultados positivos estuvo comprendido entre 12 y 65 años, con una media de 23,6 años. El consumo fue significativamente mayor en el sexo masculino (62%) respecto del sexo femenino (p<0,0001) (Fig. 2). Sin embargo, se observó que el patrón de consumo de THC o COC entre la segunda y tercera década de vida fue similar en ambos sexos.


Figura 2. Distribución de los resultados positivos de DABs por sexo.

Los casos de consumo de opiáceos constituyeron el 2,08%, siendo mayor en el sexo masculino (62,5%) para el rango de edades superiores a 21 años (Fig. 3).

Figura 3. Estratificación del consumo de drogas de abuso por edad según género.

El 81% de la población estudiada entre los 11 y 30 años utilizó THC y/o COC, bajo la modalidad de monoconsumo o combinadas entre sí.
Los motivos de la solicitud de análisis más frecuentes fueron el control de la adicción, la sospecha de consumo y la confirmación de resultados positivos solicitado por otros laboratorios (31,1%, 29,67% y 22%, respectivamente). En la Tabla II se presenta el número de casos que arrojaron resultados positivos para cada tipo de droga y de acuerdo con el motivo de la consulta.

Tabla II. Motivo de la solicitud del análisis en relación con la droga consumida

La evolución de los casos positivos de cada una de las sustancias investigadas se muestra en la Figura 4.

Figura 4. Evolución de los casos positivos de las drogas investigadas durante el período analizado.

Discusión

El incremento paulatino de resultados positivos en los análisis de DABs que se observó en el CENATOXA durante el período estudiado concuerda con lo señalado por los Centros de Información y Asistencia Toxicológica (CIATs) de Argentina. En los diferentes centros se observó un aumento progresivo en la asistencia a consumidores de DABs, edades de inicio en el consumo cada vez menores y un incremento en el número de consultas de adultos mayores de 30 años (16).
Estos hallazgos podrían atribuirse a los cambios sociales que se produjeron entre 1980 y 1990, que hicieron que la Argentina pasara de ser un país de tránsito de las DABs a un país mixto (tráfico más consumo), con predominio en el consumo de THC y COC. Se sumarían, además, otros factores como los económicos (la paridad cambiaria entre el peso y el dólar que hizo
accesible la droga a una mayor proporción de la población) y más tarde la aparición de la crisis socioeconómica que arrastró a ciertos sectores de la sociedad, marginándolos del sistema. Ambos factores resultaron determinantes en la población predispuesta a encontrar un paliativo en el consumo de droga.
La mayor parte de los datos existentes respecto al consumo de DABs en la Argentina proceden de encuestas y no suelen estar relacionados con el análisis químico de muestras biológicas.
En un estudio nacional sobre consumo de sustancias psicoactivas realizado en 1999 por la SEDRONAR -sobre una población de 16 a 64 años- reveló que en el último mes evaluado, el monoconsumo de drogas ilegales incluyó al 66,5% de la población, con predominio del consumo de THC (17). Por otra parte, el primer estudio comparativo en países sudamericanos sobre uso de drogas en población escolar secundaria del 2006 (18) mostró que en Argentina, en el último año evaluado, el 63,7% de los estudiantes usaron una sola droga ilícita y la proporción que sólo usó THC fue del 44,5%. Así, ambos antecedentes basados en declaraciones de consumo de drogas ilícitas indican, al igual que los resultados de este trabajo, un elevado monoconsumo y una importante presencia del THC.
El hallazgo de un mayor consumo de DABs en la población masculina no revela una situación exclusiva del universo aquí estudiado. Diferentes encuestas realizadas en la Argentina (estudiantes de enseñanza media en el año 2001(3) y en población general de 16 a 65 años de edad, en el año 2004(2) así como otros estudios llevados a cabo en Chile (4) y en Europa (5) han mostrado resultados semejantes.
Que el THC haya sido la droga más utilizada por los menores de 30 años podría explicarse por su accesibilidad en el mercado. Este comportamiento es similar al de otras sociedades como la de Chile (4), Estados Unidos (19) y Europa donde existe una creciente inquietud acerca del impacto negativo del consumo de cannabis en la salud pública (20). La mayor disponibilidad de cannabis en el mercado argentino se deduce del aumento en el número de incautaciones de esta droga en el país (21), lo cual es un indicador indirecto de una mayor oferta.
El elevado porcentaje de solicitudes de análisis relacionados con el control de la adicción y la sospecha de consumo pone en evidencia que en el entorno del consumidor ha mejorado la percepción del riesgo asociado con el uso de DABs.
Al analizar el porcentaje de resultados positivos como un indicador de uso de las distintas drogas se observó que entre 1995 y 1998 la COC fue la droga más utilizada, invirtiéndose esta situación a partir de 1999, año en el cual el THC comenzó a ser la droga preferida.
Aun cuando el consumo de drogas es diferente según las regiones y países; en Tucumán, provincia del norte argentino, se observó que en el período 1994 - 1998 la sustancia ilegal más utilizada fue la COC (22) y que entre los años 1999 - 2000 el THC fue la más consumida por menores (49%) y adultos (29%), además de presentarse como la droga más involucrada (54%) con las infracciones a la ley 23737 (23). Asimismo es importante señalar que en el Informe Anual 2005 del Observatorio Europeo se menciona el incremento del consumo de cannabis registrado en la encuesta escolar sobre el alcohol y otras drogas (ESPAD) a partir del año 1999 en los nuevos Estados miembros de la Unión Europea (20).
Que los opiáceos positivos hayan representado sólo el 2,08% del total de los casos estudiados, muestra a este grupo como el de menor importancia, por lo que podría considerase como un problema sanitario de
menor magnitud respecto al abuso de THC y COC, situación que difiere de la observada en poblaciones de Estados Unidos o de Europa donde indicadores de consumo problemático de drogas, como son las cifras de muertes y demandas de tratamiento, muestran a los opiáceos como principal causa de muerte y a la heroína como la droga que esencialmente consumen los usuarios que buscan tratamiento (19)(20). En Argentina el informe de la SEDRONAR de la segunda fase de registro continuo de pacientes en tratamiento del año 2005 (24) mostró al THC y a la COC como las drogas que motivaron la demanda de tratamiento en mayor porcentaje (52% y 90%, respectivamente).

Conclusiones

En la población estudiada en el CENATOXA, entre 1995 y 2006, el THC fue la droga ilegal más extensamente utilizada y su consumo fue en aumento desde el año 1999. La principal modalidad de uso que se observó fue el monoconsumo. Los usuarios fueron predominantemente adolescentes y adultos jóvenes del sexo masculino.
Existe una problemática de género y un intervalo de edad como posible factor de riesgo de consumo, situaciones que deberían ser tenidas en cuenta en el área de salud al momento de evaluar poblaciones vulnerables y también a la hora de solicitar al laboratorio la investigación de posibles sustancias en muestras biológicas de aquellos usuarios en los que se sospecha el consumo de alguna DAB.

CORRESPONDENCIA

DRA. PATRICIA NOEMÍ QUIROGA
Tel./Fax: ++54-11-49 64 82 83/84
E mail: pquiroga@ffyb.uba.ar

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Aceptado para su publicación el 22 de agosto de 2008

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